La fotografía como afición y otras artes visuales

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Mis últimos Polaroid Originals... por el momento

Durante algo más de un año he estado realizando regularmente fotografías con cartuchos de fotografía instantánea. Fundamentalmente, con el formato de las polaroids, bien sea bajo la marca Impossible Project o bajo la más actual, que sustituye a la anterior, Polaroid Originals. Ha habido momentos buenos... y otros no tanto.

Fuera de algún trasteo eventual con la Instax Mini 8 de mi sobrino Diego, he usado mis dos cámaras Polaroid. Una sencillita, para película tipo 600, que viene penalizada por la flojera de su objetivo y por su elevada distancia mínima de enfoque. Otra más completa, para película tipo Spectra o Image System, mucho más apta. Que además estaba como nueva. Aunque en los dos últimos cartuchos me ha dado problemas a la hora de expulsar el último fotograma... sobre todo en el último cartucho.

EPSON MFP image

¿Está claro no?

Pero el principal problema viene de la película. La película de Polaroid Originals, anteriormente Impossible Project, sigue siendo muy cara y muy inconsistente.

El penúltimo cartucho que hice, en color, en un paseo fotográfico por el Ebro que surgió como iniciativa espontánea en Fotograf@s en Zaragoza, aun tuvo un pase. La temperatura no era excesivamente baja, aunque lo parecía por el viento. Pero la calma con la que transcurrió permitió cuidar la película. Pero aun así, los resultados son muy bajos, a pesar de que aseguran que con el cambio de marca se renovó la emulsión en color para dar colores más naturales y saturados. Juzgad vosotros mismos en el siguiente pase de fotografías...

Pero la emulsión en blanco y negro, que es la que más me gusta, necesita unas circunstancias de toma muy definidas. Sigue siendo conveniente que la temperatura sea alta, para una consistencia en los resultados y para evitar que los revelados de las fotografías sean irregulares. Y si proteges con el calor corporal las fotografías, y las introduces nada más salir de la cámara en un bolsillo de tu chaquetón, corren mucho riesgo de estropearse si se doblan un poquito o si son afectadas por la humedad corporal. Nuevamente como ejemplo las que tomé en Peracense a finales de febrero, un día de buen tiempo, pero muy frío.

Como digo, resultados muy inconsistentes para el precio que hay que pagar. Casi 20 euros más los gastos de envío para el formato Spectra. Un poco menos para el tipo 600. Para 8 fotografías.

Ahora me encuentro esperando un aparato, la Jollylook, a cuya financiación me apunté por financiación colectiva hace un año, cuyos primeros ejemplares tendrían que haber estado disponibles hacia el verano de 2017, y que parece que van a ser enviados en estos días... uno de estos días... Uso película Instax Mini. Pero no deja de ser una aventura de riesgo que ya veremos cómo resulta. El coste de funcionamiento con esta película es menor, aunque el tamaño es mucho más pequeño y vistoso.

Luego siempre está la posibilidad de hacerse con alguna cámara Fujifilm, una marca que últimamente no goza de mi aprecio, en sus formatos Instax Square o Instax Wide. Pero la Square es un híbrido digital... que no tiene la misma gracia. Y la Wide... pues le pasa como con las minis... Las cámaras, y especialmente sus ópticas, son muy muy muy troteras. Flojas. No son caras... pero me resultan un poco decepcionantes. Está también la opción de las Lomography que usan película Instax... pero tampoco me acaban de convencer. La pena es que mi Polaroid Image System SE no pueda ser cargada con una película en condiciones.

Mis fotografías instantáneas salían periódicamente en mi cuenta en Instagram dedicada al tema. De momento, en paro. Me quedan dos cartuchos de Polaroid Originals en blanco y negro que iré haciendo cuando la ocasión lo permita cuando haga buen tiempo. De momento, hoy he estrenado otra cuenta de Instagram, para no perder contacto con la plataforma, dedicada a la fotografía con película tradicional. Pero todavía no tengo las ideas claras de cómo va a funcionar.