Hace unos días os hablé de la primera parte de esta miniserie de dos entradas sobre mi experiencia fotográfica reciente en Madrid con cámaras para película fotográfica tradicional. En esa primera entrada os comentaba lo que había sido fotografiar con película para negativos en color con una cámara de formato medio. En esta segunda entrada complementaré lo anterior con las fotografías procedentes de una pequeña cámara compacta cargada con película en blanco y negro. También es pertinente recordar que en los últimos tiempos estoy experimentando con los revelados desatendidos con SPUR Acurol-N muy diluido, con película de sensibilidad más alta, y con película de sensibilidad más baja.
La cámara compacta elegida para llevar a Madrid con película para negativos en blanco y negro fue mi fiel Minox 35 GT-E. Quienes sigáis estas páginas sabréis que es una de mis acompañantes habituales en los viajes. Pero en esta ocasión con una diferencia notable. En la mayor parte de las ocasiones la uso con película Ilford XP2 Super, de tecnología cromogénica y revelado en proceso C-41, como la película para negativos en color. Con una sensibilidad nominal ISO 400, ajusto el fotómetro de la Minox a un índice de exposición IE 200. Se produce una sobreexposición que hace que el grano de la XP2 Super sea muy contenido, y la imagen muy nítida. Os recuerdo que tengo varias experiencias que demuestran que esta Minox 35 GT-E sobreexpone un paso, por lo que al ajustar a IE 200, en la práctica, es como ajustar a IE 100, con dos pasos de sobreexposición. En esta ocasión he usado la película Kodak Tri-X 400. Un clásico de cualidades bien conocidas, pero que está poniéndose por las nubes en cuanto a precio.
La Tri-X 400 es favorita de muchos fotógrafos de reportaje por el contraste que genera en sus imágenes y por la expresividad de su grano clásico, propio de su sensibilidad nominal. Una sensibilidad que era considerada alta hace unas décadas, aunque hoy en día, comparado con lo que suben los sensores digitales… pues no se vea así. Eso sí, aunque es tolerante a los errores de exposición, especialmente a la sobreexposición, admitiendo bien la subexposición con revelado forzado, más prolongado, lo ideal es exponerla correctamente. Por ello, para exponerla correctamente, ajusté el fotómetro de la cámara a IE 800. Dada la sobreexposición habitual de esta cámara, esto equivale a exponer para la sensibilidad nominal de la película ISO 400.
El revelado recomendado por el fabricante del SPUR Acurol-N es para un contraste normal implica exponer a IE 250, con una dilución 1+50 a 20 ºC durante 15 minutos. Ofrece una fórmula de revelado similar, mismo tiempo y temperatura, para un IE 400, pero con una dilución 1+35. Lo que sucede es que avisa de que se obtiene un contraste más elevado. En ambos casos mencionados, con agitación intermitente al principio de cada minuto de revelado. Decidí mantenerme en mis experiencias de estos últimos meses y hacer un revelado desatendido, durante 60 minutos con una mínima agitación al principio, y luego dejándolo estar durante esa hora salvo un par de inversiones del tanque de revelado a los 30 minutos. La dilución, 1+100. A 20 ºC. Digitalizada con la Olympus OM-D E-M5 Mark III y el Panasonic Leica DG Macro-Elmarit 45 mm f2,8, con unos mínimos ajustes de punto blanco y punto negro posteriores a la digitalización.
Los resultados han sido buenos, dentro de lo que uno puede esperar para esta película en términos de contraste, grano y nitidez. El grano es más aparente cuando la escena original tiene escaso contraste, y lo subes en la fase de procesado digital. Pero si no se da este caso, es aparente pero armonioso. Lo suyo, vamos. No obstante, cuando tenga la ocasión, probaré la fórmula recomendada por SPUR. Lo de ajustar el fotómetro de la cámara a IE 800… perfecto. Definitivamente, la cámara, pongas la película que pongas, sobreexpone un paso.