Después de escribir la entrada dedicada a las fotografías realzada con película fotográfica en Teruel, y cuando ya pensaba en escribir la segunda dedicada las fotografías en blanco y negro de Madrid, me di cuenta que para poder explicar algunas de mis elecciones con esas fotografías tendría que hablaros del rollo de película que os traigo hoy a estas páginas. El primer rollo del año 2023 fue un carrete de Lomography Potsdam Kino 100 expuesto con la Leica M6 calzada con el Summicron-C 40 mm f2, un objetivo a priori no adecuado para esa cámara. Y el revelado de la película iba a ser un experimento, sugerido por los tiempos de revelado del rollo de Ilford Delta 400 de una semanas antes.
En primer lugar, la cuestión del objetivo. El Leitz Summicron-C 40 mm f2 es un objetivo de los años 70 del siglo XX diseñado para ser el acompañante de la pequeña Leica CL. Su montura es compatible con las cámaras de la serie Leica M, incluidas la digitales. Tiene algunas diferencias de geometría según las cuales el fabricante avisa de una posible falta de precisión al enfocar con una cámara distinta de la CL… pero nadie parece haber sufrido nunca ese problema. Probablemente, un aviso para evitar que los usuarios de una Leica M optaran por un objetivo que se vendía más barato que otros de montura Leica M, pero con un excelente comportamiento óptica para su época. Realmente, el principal problema de usar el 40 mm en una Leica M6, que es lo que he hecho yo, es que la cámara no presenta marcos para encuadrar esta focal. Cuando lo pones en la cámara, esta presenta los marcos para la focal de 50 mm. Pero os puedo asegurar una cosa. Hay muchas cámaras con visor de visión directa cuya cobertura es claramente inferior a la del objetivo que usan. Mi Minox 35 GT-E tiene un objetivo de 35 mm de focal, pero el visor presenta una imagen propia de un 40 mm. Y el problema no resulta especialmente grave. Además, con un poco de imaginación y costumbre, puedes intuir hasta donde va a abarcar la imagen que ve el 40 mm de lo que ves en el visor de la cámara. El problema es mucho menor de lo que parece.
Así que le puse la Potsdam Kino 100 a una cámara que, con el 40 mm, queda de lo más ligera, discreta y llevadera que os podáis imaginar para pasear por el mundo. Y con una buena luminosidad. Quizá la principal pega del 40 mm es que cuando estas en un contraluz brutal, pueden aparecer destellos y pérdida de contraste. Pero en la mayor parte de las ocasiones, sin problema. El revelador que más me gusta últimamente es el SPUR Acurol-N. Económico, sencillo de usar,… el principal problema es que su fabricante suele recomendar índices de exposición un paso por debajo de la sensibilidad nominal de la película. Y para la Potsdam Kino 100 no da recomendaciones, aunque en su momento encontré una que he aplicado en alguna ocasión. Pero la experiencia que he mencionado con la Delta 400 me hizo revisar la tabla de tiempos de revelado de la SPUR Acurol-N… y decidí experimentar.
El revelado recomendado para la Delta 400 conservando su sensibilidad nominal consistía en un revelado prolongado de un poco más de media hora a 20 ºC, con una agitación muy calmada… una o dos inversiones del tambor cada 5 minutos. Y con una gran dilución de 1+100. Otras fórmulas de revelado para otras películas conservando la sensibilidad nominal iban por el mismo camino. De ahí al revelado desatendido es un pasito muy corto, que como ya os conté apliqué a un rollo de Ilford HP5 Plus expuesto con la Olympus mju-II que no permite ajustar el índice de exposición a voluntad. Pero tradicionalmente los revelados desatendidos siempre me han funcionado mejor con películas de sensibilidad más baja, así que lo suyo era probar con la Potsdam Kino 100.
Así que expuse la película a su sensibilidad nominal, ISO 100, y di varios paseos por Zaragoza con la Leica M6 y el 40 mm, con condiciones de luz diversas, desde mañanas nubladas, a otras con luz de sol suavizada por nubes altas de escasa entidad, a un principio de la tarde en día soleado con fuertes contrastes. SPUR Acurol-N diluido a 1+100, a 20 ºC, 30 segundos de inversiones tranquilas al principio del revelado, y un par de inversiones a los 30 minutos para un tiempo total de revelado de 60 minutos. El resultado es bueno. La película no pierde sensibilidad, y conserva la textura de las sombras incluso en condiciones difíciles. Y siendo un revelado compensador, hay una gama tonal amplia, con suaves transiciones en la gama de grises.
El único inconveniente que le puedo encontrar es que tal vez, es una impresión subjetiva, pueda ofrecer un grano un poco más apreciable que con la fórmula recomendada con un índice de exposición 50. Pero tampoco puedo descartar que se deba a los ajustes de contraste en la fase de procesado digital de la imagen digitalizada con la Olympus OM-D E-M5 Mark II y el Panasonic Leica DG Macro-Elmarit 45 mm f2,8 ASPH OIS. Seguiré usando esta fórmula de revelado, porque parece funcionar bien. Y en un futuro la probaré con otras películas para las que no tengo tiempos de revelado recomendados, o para las que me gustaría conservar su sensibilidad nominal a la hora de ajustar el índice de exposición.