Al día siguiente de la escapada en el día a Teruel, ya por mi cuenta, y para visitar a gente que me es querida en Madrid, cogí el tren de alta velocidad, ya no son necesariamente AVE, y me plante a las diez y media de la mañana en la capital del reino, y hasta las siete y media de la tarde, cuando cogí el tren de regreso. Hasta la hora de comer estuve a mi aire; después de comer, acompañado. En cualquier caso también llevé una configuración de cámaras similar a la del día anterior. La compacta digital, una compacta con película para negativos en blanco y negro, y… aquí viene la diferencia. En lugar de una compacta con película para negativos en color, me llevé la “compacta” de formato medio. Al contrario que lo que hice con el viaje a Teruel, como lo de Madrid son experiencias menos habituales, lo desdoblaré en dos entradas, una para la película en color y otra para la película en blanco y negro.
Entrecomillo lo de “compacta” porque, aunque la Fujifilm GS645S Wide 60 tiene vocación de equipo ligero en reportaje dentro de las cámaras de formato medio, es considerablemente más grande que las compactas para película de 35 mm. Tengo experiencias previas de usarla en viajes, como cuando la adquirí en Nueva York en 2013, o un paseo mañanero por el barrio gótico y la ciudad vieja de Barcelona en 2015. Esta última experiencia, en la que usé película Kodak Portra 800, fue muy positiva. Sin embargo, no la he repetido mucho. Al fin y al cabo, cuando viajo, especialmente en entornos urbanos y en desplazamientos de corta duración, me gusta ir ligero de equipaje.
Como los rollos de Kodak Portra 400 que tenía, y aun tengo algunos, en el frigorífico empezaban a acumular tiempo, decidí optar por esta película. Suele ser habitual que esta película se use con un índice de exposición 200, sobreexponiendo un paso sobre la sensibilidad nominal de la emulsión. Se consigue un grano más fino, y mayor nitidez, y colores más suaves, más “pastel”, especialmente apropiados en retratos. Y además, alejas el peligro de la subexposición, el principal peligro de fotos flojas con este material. Sin embargo, en reportaje por las calles de una ciudad, cada vez prefiero más unos colores algo más saturados. Por ello, y dado que el exposímetro de la GS645S es muy consistente, la usé a su sensibilidad nominal. Dos rollos de película usé en total, 30 fotogramas.
La fotos no me quedaron tan bien como aquel domingo 1 de noviembre en Barcelona, en el que estaba de particular buen humor, muy centrado y concentrado, y la luz otoñal en la ciudad condal era estupenda. Pero el formato medio sigue teniendo esa ventaja notable sobre los negativos en película de 35 mm que es el tamaño. Esa capacidad de recoger información y que esta sea aprovechable en condiciones de luz y de composición diversas. Con una copia digital de buen tamaño, te puedes permitir el lujo de reencuadrar, algo normal en formato medio, corregir perspectivas y puntos de fugas y otras operaciones, obteniendo las fotos que te apetecen, en un proceso mixto fotoquímico y digital.
Cierto es que la forma de fotografiar es necesariamente más pausada. Garantizar un enfoque correcto, un encuadre adecuado y una imagen nítida exige más esfuerzo con un negativo considerablemente más grande. No tiene el uso de la GS645S la inmediatez de una Minox 35 GT-E u otras similares, compactas, telemétricas o réflex de formato pequeño. Y eso que con buena luz e índices de exposición, con el 60 mm de la cámara es posible utilizar el enfoque a la hiperfocal o enfocar por zonas utilizando la escala de profundidades de campo del objetivo. Especialmente con una película ISO 400, y más fácilmente todavía con una ISO 800, que permiten usar aperturas muy cerradas.
El 60 mm de la GS645S, sobre el papel, y tomando como referencia las diagonales de los distintos formatos, es equivalente a una focal de 37 mm sobre un negativo de 24 x 36 mm. Pero esa es una equivalencia que hay que coger con pinzas. Por su relación de formato 4:3 en lugar de 3:2, sobre el lado largo, la equivalencia se acerca más a un 40 mm, mientras que sobre el lado corto se acerca por exceso a un 35 mm. En general, puesto que me suelo llevar mejor con la focal de 40 mm que con la de 35 mm, el 60 mm del formato 6 x 4,5 me agrada bastante. En el lado dominante se acerca a esos 40 mm, mientras que ofrece amplitud en el lado corto, dando más confort en la visión sobre la escena.
Resumiendo, buena experiencia. He empezado a preparar la escapada viajera de Semana Santa. Y como probablemente visitaré tierras ya conocidas, me estoy planteando llevar la Fujifilm conmigo. Ya veremos. Tampoco quiero cargar con mucho equipo. Tendré que considerar si va a predominar lo urbano, en cuyo caso es probable que lo haga así. Pero si en nuestros planes está la naturaleza, entonces reduciré el equipo para película a lo compacto y llevaré objetivos más diversos en digital. Aun tengo un mes y medio para decidirme.