Durante el año 2022 he ido alternando dos reveladores para mis negativos en blanco y negro. A finales de 2021, un conocido me regaló una botellita de 250 ml de SPUR Acurol-N que no iba a usar. No porque no le gustase, sino porque por motivos personales iba a estar una temporada larga, muy larga, sin poder dedicarse a la fotografía. Estaba sin abrir. Me dijo que se usa de forma muy similar al Rodinal o al Kodak HC-110; concentraciones bajas, a baño perdido. Que al igual que los anteriores tiene una larga vida una vez abierto, y que a concentraciones muy bajas tiene características de revelador compensador, mientras que a concentraciones menos bajas y con tiempos de revelado más cortos había que cuidar que no hubiese contraste excesivo en los negativos.
Durante la mayor parte del año usaba el Acurol-N cuando disponía de una fórmula de revelado recomendada para la película de turno. Y la única pega, hasta cierto punto, es que con frecuencia estas fórmulas de revelado recomendadas incluyen la recomendación de ajustar el índice de exposición un paso por debajo de la sensibilidad nominal de la película. Cuando no disponía de una fórmula de revelado recomendado para la película de turno, usaba el Kodak HC-110 que lleva siendo mi revelador habitual desde hace varios años. Y en general, puedo decir que me siento satisfecho con los resultados obtenidos con el Acurol-N. Me quedan unos negativos fáciles para trabajar con ellos, el grano de la película me parece más contenido que con el HC-110, y no me importa en exceso reducir un paso el índice de exposición.
A principios de diciembre, hice un rollo de Ilford Delta 400 con la Olympus mju-II, del que ya os hablé. Para esta película, SPUR propone varias fórmulas de revelado con Acurol-N, varias de las cuales con protocolos de agitación intermitente habituales, inicial de 30 segundos y luego un par de inversiones del tambor de revelado cada minuto, y con tiempos de revelado habituales de 10 minutos o un poquito más. Pero para estas fórmulas de revelado recomiendan un índice de exposición 200. Lo que os contaba. No obstante, también recomendaban una fórmula de revelado para la sensibilidad nominal de la película, ISO 400. Un tiempo de revelado de 35 minutos, con una dilución muy elevada, 1+100, y una agitación muy parsimoniosa, un par de inversiones del tambor cada cinco minutos. Estuve revisando los tiempos de revelado recomendados del Acurol-N y encontré varios similares, en los que el índice de exposición recomendado era equivalente o superior a la sensibilidad de la película. Y hay una cosa evidente. De ese revelado con bajas concentraciones de revelador y escasa agitación a un revelado desatendido o semidesatendido hay un paso muy pequeño.
La Delta 400 quedó muy bien. Con la Olympus mju-II no se puede elegir el índice de exposición; siempre la sensibilidad nominal si el carrete lleva código DX, y sino IE 100. Así que usé la fórmula recomendada para IE 400. Hice un búsqueda por internet, pero no encontré ninguna referencia a revelados desatendidos (semistand development) con SPUR Acurol-N. De todos modos, me acerqué a una tienda y compré un par de rollos de Ilford HP5 Plus de sólo 24 exposiciones, y decidí experimentar. En el mes de diciembre salí a dar un paseo una mañana de domingo con una luz excelente usando la Pentax MX con un SMC M 50 mm f1,4, y teniendo mucho cuidado con la medición de la luz, contrastando lo que me proponía la cámara con un fotómetro de mano. Lo cierto es que las condiciones de luz fueron tan constantes… que no tuve que discurrir mucho para determinar la luz correcta. Incluso sin fotómetro podría haber adivinado que f11 y 1/500 segundo para IE 400 era la exposición correcta la mayor parte del tiempo. O combinaciones equivalentes.
Hice el revelado con SPUR Acurol-N a una dilución 1+100, durante 60 minutos, con 10 inversiones de tambor previas al principio del revelado, y una par de inversiones a los 30 minutos. Sin más. A una temperatura de 20 ºC. Y quedó muy bien. Más contrastada de lo que esperaba, pero sin pasarse, lo que tuvo el efecto positivo de que al digitalizar los negativos, tan apenas hubo que tocar el contraste, y el grano de la imagen quedó muy muy contenido. Un aspecto estupendo. Muy sorprendido con lo fácil que resultaban de trabajar estos negativos, que además recogían muy bien las condiciones de luz de esa mañana. Consideré la experiencia un éxito.
Desde entonces he usado esta fórmula de revelado en alguna ocasión más. Con otros tipo de película, ya os contaré en su momento. Respecto al otro rollo de Ilford HP5 Plus de 24 exposiciones que compré en aquel momento, a mediados de enero lo cargué en la Olympus mju-II, que como he dicho no permite elegir el índice de exposición. Y repetí la jugada. En situaciones de luz más complejas, en las calles de Zaragoza. A veces con luz más contrastada, mucho más contrastada, otras con escenas mucho menos contrastadas. Pero en general los resultados también fueron buenos. Aunque en las escenas menos contrastadas en las que tras digitalizar tuve que mover más el ajuste del contraste de la imagen, el grano se hace más evidente. Es un problema habitual en los procesos mixtos fotoquímicos-digitales, que hay que asumir.
Como resumen sólo me queda decir que he incorporado esta forma de revelado a mi arsenal de recursos. No para todo tipo de situaciones. Fundamentalmente para cuando no disponga de una fórmula de revelado recomendada para una película determinada y el Acurol-N. Y también cuando quiera algo más de contraste en la película. Porque a pesar del comentario del conocido que me pasó la película de que a bajas concentraciones y con tiempos largos de revelado, el Acurol-N produce un revelado compensador, lo cierto es que se cumple que subexponiendo y aumentando el tiempo de revelado, el negativo queda más contrastado. Pero de forma moderado, y sin perder el detalle de las sombras, siempre que partamos de un negativo bien expuesto.