Ya he comentado en alguna ocasión que lo de los adjetivos “alta”, “media” y “baja” aplicados a la sensibilidad de un medio sensible a la luz en fotografía es algo muy relativo, que se ha ido modificando con el tiempo y la evolución de las tecnologías. Así que definiré lo que entenderé en esta entrada como “películas de sensibilidad media-baja”. Lo de “baja” vendrá por la Ilford Ortho Plus, con una sensibilidad nominal ISO 80, mientras que lo de “media” vendrá por la Ilford FP4 Plus, con un sensibilidad nominal ISO 125. En cualquier caso, dos rollos de película, uno de cada tipo, es lo que elegí en el primer fin de semana de noviembre para salir a pasear con la bonita, “art deco”, cámara de cajón Agfa Synchro Box.
Recordamos que una cámara de cajón era aquella que tiene esta forma, la de un paralelepípedo, una caja, cajón, un ladrillo, como lo queráis ver, y con una configuración generalmente muy simple. Suelen tener una óptica muy sencilla, un menisco o doblete acromático en las más avanzadas. Disponen de una única velocidad de obturación, en torno a 1/30 segundo, que puede ser inferior por el paso del tiempo, más posición B, y una o dos aperturas, generalmente muy cerradas para conseguir una buena profundidad de campo. Y generalmente de formato medio. Con frecuencia de 6 x 9 cm (aproximadamente), pensadas en su momento, en los primeros 60 años del siglo XX, para ser positivados por contacto, obteniéndose copias del mismo tamaño. Con una ampliación tan sencilla, aunque el sistema fuera elemental, la foto tenía calidad suficiente para usarse como recuerdo.
El ejemplo a seguir fueron las primeras Kodak Brownie, pero luego las fabricaron muchas marcas, que suelen ser más interesantes hoy en día. Las Brownie acabaron usando el obsoleto formato 620, mientras que el resto, como por ejemplo la Agfa Synchro Box de la que dispongo, usan el todavía disponible con relativa facilidad formato 120. Esta cámara alemana tiene una decoración tipo “art deco” muy maja, una óptica consistente en un menisco con una longitud focal estimada en torno a 100 o 150 mm, dos aperturas, f11 y f16, para nublado y soleado, y una posición f11 con filtro amarillo, que deja pasar la misma luz que la f16, pero mejora el contraste en exteriores. Lo de Synchro viene por la posibilidad de sincronizar un flash externo. La velocidad de obturación, la mencionada anteriormente. Extremadamente sencillas, son divertidas de usar. Pero se comen los actualmente caros rollos de película formato 120 en un periquete, puesto que sólo ofrecen ocho negativos por rollo.
Use un Ilford Ortho Plus ya caducado en primer lugar (foto de cabecera, y las dos primeras). Sin problemas por su conservación en frigorífico. Después un Ilford FP4 Plus (las tres últimas fotos presentadas). Más cómodo de usar por su sensibilidad 2/3 superior, y su mayor latitud de exposición, en mi opinión. Siendo dos películas de grano fino, las revelé juntas con un revelado desatendido en Kodak HC-110 dilución 1+120, durante una hora, con cinco inversiones del tambor al principio, y un par de inversiones a los 30 minutos. Este tipo de revelado suele funcionar bien con películas en este intervalo de sensibilidades, no tanto con sensibilidades más altas. Rascó todo lo posible el detalle en las sombras, pero evitó que se alzarán demasiado las luces, al ser un revelado compensador. Aunque suele dar más grano, con un negativo de 6 x 9 no tiene mucha importancia.
Aunque las sombras quedaron muy transparentes, especialmente con la Ortho Plus, no llegaron a quedarse totalmente bloqueadas, y se aprecia detalle y textura en todas ellas. Especialmente con la FP4 Plus. Ya he dicho que creo que esta película es más generosa en su latitud de exposición que la Ortho Plus. En cualquier caso, a esta la puse en un compromiso, con los cabezones de Goya en la sombra. En cualquier caso, una mañana de paseo agradable, en animada conversación, mientras paraba a hacer alguna foto de vez en cuando. Sin más trascendencia.