Hacia el 20 de octubre de este año, Leica Camera anunciaba una sonada “novedad” en su catálogo de cámaras para película fotográfica tradicional. Tenía dos de ellas disponibles, la Leica MP y la Leica M-A, básicamente la misma cámara con diferencias cosméticas y con la última despojada del exposímetro incorporado para “una experiencia más auténtica”. Pues bueno. Siempre he pensado que mi Leica M2 reproduce exactamente la misma experiencia que puedes conseguir con una Leica M-A, y cuando la compré de segunda mano costaba siete veces menos que la M-A. Ahora no sé cómo estará… porque los precios del mercado se ha puesto por las nubes.
Quizá por este motivo, por la demanda existente, y por la popularidad del modelo, Leica Camera ha reintroducido en catálogo la Leica M6, probablemente el modelo más popular de la marca en el mercado de segunda mano. Curiosamente, uno de los pocos que dispone de exposímetro incorporado. Da la impresión de que, aunque la “experiencia sea menos auténtica”, la conveniencia de incorporar una medición de la luz de la escena, especialmente cuando esta es precisa, convence mucho a los fotógrafos. A mí, sí. Aunque pueda ser divertido en ocasiones usar un fotómetro de mano o estimar la exposición.
Por todo lo que he leído y visto, la nueva Leica M6 no es la antigua Leica M6, de la que hubo diversas versiones, y de las que uso uno de ellas, la tengo en depósito, préstamo de un buen amigo. Es más bien una Leica MP con el aspecto externo de una Leica M6. Es decir, las piezas de repuesto nuevas que fabrique Leica para esta cámara no valdrán en muchas ocasiones para reparar las viejas M6, pero sí para reparar las MP nuevas y las M-A. Sí, MP nuevas, puesto que en un pasado remoto, unos 60 años hacia atrás en el tiempo, ya hubo una Leica M-P. De hecho la nueva Leica M6 comparte precio con la Leica MP, y es 100 euros más barata que la Leica M-A. El precio del exposímetro supongo. Desde mi punto de vista, la Leica MP es más bonita, pero el sistema de rebobinado de la Leica M6 es más eficiente y rápido. En términos absolutos, la más bonita es la Leica M-A porque el frontal es más limpio al carecer del compartimento para la pila que alimenta el exposímetro.
Dicho lo cual, ¿debemos de lanzar las campanas al aire y bendecir a los dioses germánicos de Wetzlar por otorgarnos este nuevo don, siempre y cuando tengamos los recursos económicos debidos para merecerlo? Pues no sé. La Leica M6 es una cámara maja y muy agradable de usar. Las fotografías de esta entrada están realizadas a finales de octubre de este año, con un rollo de Kodak Ektar 100. Para mí, la mejor opción para el paisaje urbano y natural cuando la luz es adecuada. Y disfruté mucho haciéndolas. Pero es una cámara que ya cuando salió al mercado… empezaba a ir a la zaga en determinadas prestaciones. Voy a expresarlo con claridad con una comparación, y tiene que ver con el principal defecto de la cámara en mi opinión. La Leica M6 sale al mercado original en 1984 con un obturador que ofrece una velocidad máxima de obturación de 1/1000 segundo y una velocidad de sincronización del flash de 1/50 segundo. En 1982 salió al mercado la Nikon FM2, una cámara réflex totalmente mecánica como la M6, con un obturador que ofrecía una velocidad máxima de obturación de 1/4000 segundo y una velocidad de sincronización del flash de 1/200 segundo. La versión FM2n de 1984 mejoraba esta última a 1/250 segundo.
¿De verdad hoy en día Leica es incapaz de ofrecer un modelo M6n con un obturador moderno y competente? Como los de sus primas digitales. La M11 viene con una velocidad de obturación máxima de 1/4000 segundo y una sincronización del flash de 1/180 segundo. No es puntero, pero es mucho más razonable. Desconozco qué constricciones de ingeniería puede imponer el diseño general de la cámara. Pero sí que sé una cosa. Unas especificaciones que son perfectamente aceptables en una cámara clásica, o antigua, o de segunda mano… como lo queráis llamar, no lo son tanto en una cámara nueva. Es lo que opino. Por lo demás, como ya he dicho, una Leica M6, un Summicron ASPH 35 mm f2 y un rollo de Kodak Ektar 100 en un día soleado de otoño son para disfrutar y mucho.