Antaño, una película con una sensibilidad ISO 100 se consideraba una película con una sensibilidad media. Pero esto de “bajo”, “medio” y “alto” son conceptos muy relativos. Cuando se calificó la sensibilidad ISO 100 de sensibilidad media fue en un momento del siglo XX en el que la gama de películas iba de los ISO 25-32 para las sensibilidades bajas, a los ISO 320-400 de las sensibilidades altas. Bueno… ni siquiera eran valores ISO (International Organization for Standardization)… eran valores ASA (American Standards Asociation). Y en Europa se utilizaban con frecuencia los valores DIN (Deutsches Institut für Normung), en los que ISO 25 era DIN 15, ISO 100 era DIN 21 e ISO 400 era DIN 27. Por cierto, para la sensibilidad de la película según la norma ISO tiene la forma 100/21º, incluyendo el antiguo valor de la norma ASA y el antiguo valor de la norma DIN, pero se suele reducir sólo a la primera de ellas.
Con el tiempo, las cosas cambiaron. Y esa distribución “bajo/medio/alto” quedó desfasada, aunque todavía se puede leer en muchos lugares. Empezaron a verse con frecuencia películas con valores ISO 800/30º o 3200/36º. O algunos más “tramposos” como aquellos que aparecían como sensibilidad P3200, pero cuya sensibilidad real era ISO 1000/31º. Y además, progresivamente se hicieron más raras en el mercado las emulsiones con sensibilidades más bajas. Y qué decir del mundo digital, en el que la sensibilidad basal de muchos sensores es ISO 100, 160 o 200 (aquí no vale incluir el valor de grados DIN), llegando en sus valores máximos a ISO 12800 o más. Sin contar las sensibilidades extraordinarias por lo bajo o lo alto. Por lo tanto, para muchas personas llegadas a la fotografía en las dos últimas décadas, una sensibilidad ISO 100/21º les parecerá una sensibilidad “baja” y no “media”. Como decía, estos adjetivos siempre son relativos.
Mi costumbre habitual cuando viajo con película fotográfica es usar sensibilidades ISO 400/27º. Por su gran versatilidad, como ya he contado en diversas ocasiones, uso la Ilford XP2 Super, que tiene esta sensibilidad nominal. Aunque bien es cierto que normalmente la uso a un índice de exposición (IE) 200. Aquí hay una diferencia que no todo el mundo hace. El valor ISO es un valor normalizado industrial y es fijo para una determinada película. El valor al que ajustas tu fotómetro para decidir qué exposición aplicar es tu índice de exposición. Por ejemplo, cuando publicitan la Kodak T-Max P3200, ese 3200 con el que la publicitan es un índice de exposición que te dicen que puedes usar sin problemas; pero la sensibilidad ISO de la película es 1000/31º. Con la Ilford Delta 3200 pasa los mismo. El índice de exposición IE es una decisión personal del fotógrafo, que puede coincidir o no con la sensibilidad ISO de la película. No voy a entrar en si todos los fabricantes calculan el valor ISO de sus emulsiones de la misma forma. Ese es otro fregado.
El caso es que para Vitoria, en la viaje en el día que hice hace casi dos semanas ya, en lugar de llevar mi película ISO 400/27º exponiéndola a IE 200, me llevé una película ISO 100/21º exponiéndola a IE 100. Como veis, a efectos prácticos, sólo perdí un paso de exposición, lo cual, dado que anunciaron un día de sol radiante, como sucedió, no tuvo gran repercusión. Es cierto que perdí la posibilidad de usar la película a otros IE eventualmente, como hago con la XP2 Super. Con esta, si la luz falta, no dudo en usarla a mitad de rollo a IE 400 u 800. Pero esto es así porque es de revelado C-41, y su amplia latitud de exposición permite seguir consiguiendo negativos explotables, aunque con más grano. Como viene siendo habitual a lo largo de este año, revelé la Potsdam Kino 100 en SPUR Acurol-N 1+60, ajustando el tiempo de revelado a 11′ 30″ para 21,5 ºC de temperatura.
Esta combinación de película y revelador me está dando buenos resultados, con este índice de exposición, y es posible que siga fiel a ella en un futuro. En esta ocasión también. Quizá un poquito sobreexpuestos, en torno a dos tercios de paso, lo cual me pasa con frecuencia con la Minox 35 GT-E, pero nada que moleste. No se convertirá en norma para los viajes habituales, en los que seguiré prefiriendo la XP2 Super, pero para viajes en el día, en los que la luz sea razonablemente abundante, será una opción a considerar muy seriamente. Especialmente con otras cámaras que permitan ajustar mejor el resultado, como ya hice en otro viaje en el día reciente a la comarca del Jiloca en la provincia de Teruel.