Parece mentira que ya estemos a ocho de septiembre y todavía me queden por comentar algunos de los rollos de película tradicional del mes de julio. Hace casi dos meses que expuse el rollo de Adox Color Mission del que os voy a hablar hoy. El cuarto de los cinco que adquirí cuando fue puesta a la venta esta película cuya misión ya os comenté en su momento. Desconozco hasta que punto o hasta cuando esta película tendrá continuidad y qué otras oportunidades tendré de adquirirla en un futuro. No la considero una película apta para un uso general. Pero en su momento y en su lugar es muy divertida de usar.
Si el primer rollo de esta película lo expuse con la Leica M6, predominantemente con el teleobjetivo corto Elmar-C 90 mm f4, con este del mes de julio volví a la codiciada cámara alemana, pero con un objetivo estándar como óptica principal, el excelente Zeiss Planar 50 mm f2 ZM. Un objetivo bien plantado, aunque quizá con una terminación tan refinada como los Summicron de Leica, pero con una calidad óptica que probablemente tenga poco que envidiar. Un objetivo que uso poco. Tiendo a preferir la focal de 40 mm en cuanto a las focales estándar. Y eso hace que use la Leica M6 menos de lo que me apetecería. Pero que cuando lo uso me gusta mucho.
Como ya he comentado en varias ocasiones, durante el verano he madrugado para hacer fotografías. He hecho bastantes fotografías aprovechando la luz del alba e inmediatamente tras la salida del sol en los trayectos entre mi domicilio y mi lugar de trabajo. Eso ya se ha acabado. Se han acortado los días y ya hago el recorrido de noche o con luz crepuscular. Pero también los sábados y festivos he aprovechado esas primeras horas de la mañana, evitando las altas temperaturas que han abundado este verano, para salir a caminar, siempre con una cámara en la bolsa o el macuto. Con todo tipo de cámaras.
Y de estas primeras horas de la mañana, de distintos días, proceden las fotografías de este rollo de Adox Color Mission. Su sensibilidad nominal ISO 200, a la que expongo esta película, obliga a dejar que la luz vaya impregnando el ambiente. O a llevar un trípode si el alba es débil todavía y se mezcla con el crepúsculo. En las fotografías de flores que presento, aproveché para mejorar la estabilidad de la cámara con el monopié del que ya os hablé en su momento. Y la verdad es que esta película se ha lucido en esas condiciones de luz, ofreciendo unas fotografías de colores potentes, tanto en las flores, como en la luz del amanecer.
Indudablemente, de las fotos que he realizado con la Adox Color Mission, en las que mejor rendimiento muestra esta película son en estas realizadas en las primeras horas y con las primeras luces del día. Pero claro,… esto no es precisamente un descubrimiento. Al fin y al cabo, es una regla casi general para la fotografía en color al aire libre, con cualquier tipo de película o con captura digital. Contrastes controlados, temperatura del color baja, contraste entre colores cálidos y fríos,… qué más vas a pedir. ¿Quizá por la tarde? Pero siempre la atmósfera está más limpia por la mañana. Y hay menos gente a tu alrededor generando distracciones. Al fin y al cabo, a quien madruga (para hacer fotos), doña Naturaleza le ayuda.