Como suelo hacer durante los veranos, en este de 2022 que ya está muy avanzado he dedicado un tiempo y esfuerzo a la fotografía en el espectro del infrarrojo. Revisar el rendimiento de una película superpancromática con un filtro rojo en lugar del infrarrojo a 720 nm, filtro Hoya R72, el paisaje periurbano en formato medio con el R72, y los resultados de aplicar este último al potente sensor del Fujifilm GFX 50R fueron algunas de las experiencias del mes de julio. La fotografía con película superpancromática y el filtro IR 720 nm la tengo bastante controlada. He adquirido bastante experiencia en los últimos años y no me va mal. Pero… ¿qué pasa con la captura electrónica digital de la imagen, especialmente si queremos hacer fotografía en color? Algo que ya probé hace unos años,… como estas fotografías de febrero de 2017.
La primera de ellas está realizada con una Leica ME y la segunda con una Canon EOS 5D Mark II. La primera de ellas quedó bastante bien, con un objetivo Zeiss Biogon-C 35 mm f2,8 ZM y el filtro Hoya R72. Con la Canon… las cosas fueron peores. La sensibilidad del sensor es mucho menor a la radiación infrarroja residual, y los objetivos que probé tiene un punto central más o menos amplio diferenciado en tono y luminosidad. Que a veces queda bien y otras no. En cualquier caso, ni siquiera con la Leica ME era posible la fotografía sin trípode y larga exposición. Como me ha sucedido recientemente con la GFX 50R, en la que ni siquiera he probado la fotografía en color. Pero para mí siempre ha sido una asignatura pendiente, la fotografía en el infrarrojo en color mediante captura digital. En su momento pensé transformar la Canon EOS 40D, pero no me contestaron nunca del taller donde presuntamente hacían estas conversiones… y además comprendí que una cámara réflex no es la más idónea para convertir.
Tras la experiencia con la GFX 50R me puse a investigar… y encontré una Panasonic Lumix GX1, convertida a sensor de espectro completo, en la que se suprime el filtro que impide el paso de la radiación ultravioleta e infrarroja que puede afectar a la imagen por ser el sensor sensible a estas partes del espectro electromagnético. Veamos algunas imágenes que se producen en bruto con esta cámara modificada.
Los únicos ajustes que se han realizado en estas fotografías tras la toma son de contraste. Muy limitados. Como veis los colores, especialmente en las plantas que reflejan mucha radiación infrarroja, no son los que vemos habitualmente. Las hojas verdes adquieren un tono parduzco, ya que la radiación infrarroja se confunde con la roja, lo cual hace que la rosa, que en el original es de un tono rojo saturado y profundo, se vea más clara, por un aumento de la intensidad de luz recibida.
A finales de primavera de 2012 estuve a punto de comprar una Panasonic Lumix GX1 nueva. Era la evolución natural de la Lumix GF1 que compré en 2009 para iniciarme en el sistema micro cuatro-tercios, venía con 16 megapíxeles, un 33 % más que la GF1, y las primeras valoraciones eran muy positivas en su calidad de imagen. Pero al final opté por la Olympus OM-D E-M5 que tenía una calidad de imagen similar, pero con otras prestaciones muy interesantes; visor electrónico de buena calidad, protección contra las inclemencias de la intemperie… en general una cámara mucho más potente y ergonómica.
Esta versión que he adquirido es de segunda mano, en muy buen estado, salvo un problemilla en la zapata del flash, y como digo admite el espectro completo desde el ultravioleta proximo al infrarrojo cercano. Cómo aprovechar esta característica depende de los filtros que coloquemos delante del objetivo. Repasémoslos, con distintas ópticas.
Filtro IR 720 nm
Con este filtro, el sensor de la cámara sólo recibe la radiación correspondiente al rojo muy profundo, entre los 720 y los 750 nm, y el infrarrojo cercano con longitudes de onda mayores de 750 nm. El ajuste del equilibrio de color está preprogramado en la cámara para mayor facilidad de procesado en Capture One 22 o Affinity Photo. Todas las fotos están tomadas a mano alzada, sin necesidad de trípode. Para una apertura determinada, la velocidad de obturación será más lenta que sin el filtro, pero perfectamente asumible. Hay que advertir que en el infrarrojo la difracción se hace notar antes, por lo que con un objetivo micro cuatro-tercios lo mejor es usar como mucho un f4 de apertura mínima, y mejor no bajar de f5,6. Dado que esta fotografía se practica a pleno sol, ningún problema para usar la cámara a mano alzada con su sensibilidad basal, ISO 160. Las cámaras en 2011 no tenían la buena respuesta de las actuales a las altas sensibilidades.
He probado la cámara con filtros IR 720 mm de 49 mm y de 67 mm, sobre los objetivos Lumix G 14 mm, Lumix G 25 mm y Micro-Zuiko 12-40 mm. Sin problemas con ninguno de ellos. Con algunos objetivos aparecen en el centro de la imagen puntos calientes muy molestos y difíciles de eliminar. Ningún problema.
Se pueden obtener fotografías en blanco y negro, como con cualquier filtro, o fotografías en dos colores. Generalmente, tras la inversión en el software de procesado de la imagen de los canales azul y rojo, obtendremos un cielo azul siendo el resto de la imagen monocroma gris, con la vegetación muy clara, blanca en las hojas con abundante clorofila. Obsérvese que la rosa, de color rojo profundo y saturado, se ve completamente blanca. Mi procesado ha sido prudente y moderado, y por ello los cielos no se ven tan azules como podría conseguirse.
Filtro rojo
Dado que con película fotográfica superpancromática, en ocasiones, se usa el filtro rojo tipo Wratten número 25, y tengo un par de ellos de 49 y 58 mm de diámetro, decidí probar a ver qué resultados se obtenía con el sensor de espectro completo. Los probé sobre el Lumix G 35-100 mm f4-5,6, el Sigma 56 mm, el Lumix G 25 mm y el ojo de pez de plástico Olympus 9 mm. Sobre todos ellos produjeron imágenes sin problemas de artefactos de ningún tipo. Salvo la mala definición que tien el ojo de pez de Olympus, claro.
Como este filtro deja pasar una mayor proporción de luz en el espectro visible, y además no podemos asegurar que sea perfectamente de paso alto, es decir que anule por completo las longitudes de onda por debajo de los 650-690 nm, el cromatismo de estas imágenes es mayor. Los cielos aparecen más claros y saturados, y la vegetación y otros materiales adquieren un tonos dorados, entre el amarillo y el naranja, siempre tras el conveniente ajuste del equilibrio de color y la inversión de los canales rojo y azul.
Me gustan mucho estas fotografías con este cromatismo. Es muy posible que use el filtro rojo con más frecuencia que el filtro IR 720 nm con esta cámara.
Filtro naranja
Los buenos resultados con el filtro rojo despertaron mi curiosidad y me puse a investigar por internet. Y encontré un excelente canal en Youtube, Rob Shea Photography, dedicado a la fotografía en el infrarrojo que me resultó muy clarificadora. En el hablaba del uso de distintos filtros según el punto de corte del espectro electromagnético. Hablando del infrarrojo y filtros de paso alto, contempla los filtros IR 720 nm y con longitudes de onda mayores. Salvo el IR 720 nm, estos últimos dan sólo imágenes monocromas, ya que no permiten el paso de la luz visible en ninguna medida. Pero también habla de filtros IR 650-690 nm, que dejan pasar también la luz roja, y de filtros IR 580 nm, que tienen el aspecto de un filtro naranja. Y dejan pasar la luz naranja y roja, pero también una parte de la luz amarilla y verde.
Existen otras posibilidadedes, como los filtro de paso bajo, como los azules o violetas, que dejan pasar el espectro con menor longitud de onda, más energético, permitiendo adentrarse en la fotografía en el ultravioleta próximo. O aquellos de banda estrecha, que dejan pasar sólo una pequeña parte de la radiación electromagnética en torno una determinada longitud de onda, o más de una.
Por lo que puedo deducir, aunque un IR 690 nm sea rojo o un IR 580 nm sea naranja, no son iguales en cuanto a su transmisión de luz que los filtros rojos y naranjas que habitualmente usamos para controlar el contraste en fotografía con película fotográfica en blanco y negro. Pero por lo que cuenta Rob Shea, si utilizamos filtros de buena calidad (B+W, Tiffen, Hoya,…) el efecto es muy similar. Y el precio bastante menor. Yo he usado los filtros rojos y naranja que ya disponía, y el efecto me ha gustado. Con el filtro naranja de 58 mm de diámetro, sobre el Lumix G Vario 35-100 mm f2,8 y el Sigma 56 mm he obtenido resultados muy majos, con mayor cromatismo que con el filtro rojo y, por supuesto, que el IR 72.
Incluso he modificado los tonos de la vegetación en Affinity Photo para lograr un cromatismo similar a la Kodak Aerochrome, película diapositiva infrarroja en color ya desaparecida.
Como podéis ver, todo un mundo a explorar. No hablo del procesado tras la toma… porque no me gusta hablar de esas cosas ni lo hago bien. Y hay muchas fuentes en internet que lo explican. El canal de Rob Shea que he comentado es muy recomendable… aunque en inglés. En cualquier caso, para terminar, os pongo un par de fotografías tomadas con el Lumix G 25 mm y el filtro rojo, tomadas a la misma hora y en la misma calle, la primera sin inversión de los canales rojo y azul, y la segunda con inversión de los canales rojo y azul, en Affinity Photo.