La película en blanco y negro en torno a ISO 100 de sensibilidad nominal más socorrida es la Ilford FP4 Plus. Hay otras que son también fáciles de encontrar. Pero hemos de reconocer que en calidad global de la película, la Ilford FP4 Plus es superior a Fomapanes, Rolleis y otras por el estilo. Calidad de imagen contrastada, tecnología tradicional que la hace fácil de manejar y procesar, soporte muy estable, disponibilidad, como ya he mencionado… Pero hay otras películas que, por un motivo u otro, también me gustan y me apetece usar de vez en cuando. Una de ellas es la Lomography Potsdam Kino 100.
La Potsdam 100, para abreviar su largo nombre, es una ORWO UN54 a la que Lomography da un nombre y un envase muy majos, muy chulos. Pero en lo esencial, es una ortopancromática, su sensibilidad a los rojos es inferior a la FP4 Plus, por ejemplo, con una sensibilidad nominal ISO 100, y que se fabrica en principio como película cinematográfica en blanco y negro. De ahí los del “Kino” en el nombre que le da Lomography, siendo kino la palabra alemana para cine. Dice tener una granularidad RMS 12, frente a RMS 10 para la FP4 Plus. Aunque este valor varía según las condiciones de exposición y revelado… y no sé si todos los fabricantes lo miden igual. De hecho, en las especificaciones oficiales de la FP4 Plus no aparece. Pero bueno, cuanto más bajo sea el valor, más fino es el grano, menos perceptible. Así pues… esa no es una ventaja para la Potsdam 100. Quizá si la gradación tonal. Si observamos las curvas características de las dos películas, la Potsdam 100 indicaría una mayor riqueza tonal, una imagen menos contrastada.
Resumiendo, no es una película mejor que la Ilford FP4 Plus, pero sí que es una película cuyos resultados me agradan. Y es una de las películas que quería usar con una de mis cámaras de medio formato (que no formato medio). Es decir, de aquellas que producen pequeños negativos de 17 x 24 mm sobre película biperforada de 35 mm de ancho, en lugar del negativo tradicional de 36 x 24 mm. Al ser un tamaño menor de negativo, prefiero usarlas con película de sensibilidad media-baja. Para que la nitidez de la fotografía final no se vea afectada en exceso, y el grano no sea demasiado intrusivo. Así que decidí fotografiar con un rollo de Lomography Potsdam Kino 100 con la Olympus Pen EE3, durante unos cuantos días en el mes de julio de este 2022.
Recientemente se anunció la salida al mercado de una cámara, la Kodak Ektar H35 Half Frame, que recupera este formato de negativo. Y así, dar la oportunidad de tener 72 fotos sobre un rollo de 36, o 48 sobre uno de 24. Los precios de la película han aumentado mucho, y esta es una oportunidad de que la gente pueda disfrutar más por ese precio. A cambio, la capacidad de ampliación disminuye, por la menor resolución espacial de estos negativos, lo cual, para mucha gente, no es importante. Si no vas a hacer copias más allá del tamaño postal, o si vas a compartir tus fotos en redes sociales, no necesitas mucho. Eso sí, la cámara es un aparato de plástico ultrasencillo y sin muchas posibilidades de intervención sobre los parámetros de toma. Un objetivo con dos lentes de plástico, todo un lujo, dos elementos, con una apertura fija f9,6 y una velocidad de obturación fija 1/100 segundo. Es decir, para usar película ISO 100 al aire libre, con tiempo soleado o muy ligeramente nublado. Muy ligeramente.
Con un precio de 50 dólares… bueno… mi Pen EE3 me costó 20 euros en un mercadillo de segunda mano. Está construida de metal, tiene un objetivo tipo Tessar, dos velocidades de obturación 1/40 y 1/200 segundo, aperturas entre f3,5 y f22, y un sistema de exposición automática vinculado a su fotómetro de selenio, que funciona bastante bien. También puedes exponer seleccionando la apertura, sabiendo que la velocidad de obturación en ese caso es fija, 1/40 segundo. Con una película ISO 100, es utilizable, este sistema, ajustando la apertura según la luz disponible. He utilizado ese sistema en este rollo, para usar la aperturas más cerradas posibles, y aumentar la nitidez por la mayor profundidad de campo. El foco es fijo. Así que evito que el programa favorezca la velocidad de 1/200 segundo con aperturas más abiertas, que dan imágenes algo menos nítidas por la menor profundidad de campo. Hoy en día las Pen EE3 no están tan baratas como lo que me costó a mí, pero merece la pena gastar un poco más respecto al plástico este con marca Kodak, que me parece demasiado caro para lo que ofrece. Bueno… lleva un flash.
La Potsdam 100 la revelé en SPUR Acurol-N 1+60. Ajusté, haciendo mis cálculos a partir de la propuesta original de 13′ 30″ a 20 ºC, a un revelado de 11′ 30″ a 21,5 ºC. Con la agitación tradicional; continua durante los primeros 30″ y un par o tres de inversiones del tambor de revelado al principio de cada uno de los siguientes minutos. Digitalicé con la Olympus OM-D E-M5 Mark III y Panasonic Leica DG Macro-Elmarit 45 mm f2,8 OIS ASPH. En modo alta resolución, con los negativos de dos en dos, para ahorrar algo de espacio. Megapíxeles más que de sobras para estos negativos de 17 x 24 mm.
En general los resultados son buenos, agradables. La nitidez siempre está asociada a la cantidad de luz. Si esta es abundante, la apertura se cierra, y la profundidad de campo aumenta, por lo que hay nitidez en toda la escena. Si la luz es escasa, la profundidad de campo disminuye, y la nitidez se resiente. No sé dónde está enfocado el objetivo. Supongamos que a 4 metros. Eso permitiría que el conjunto de la escena estuviera enfocado, salvo objetos a menos de 2 metros, para f8. Y por supuesto para aperturas más cerradas. Pero para f5,6 o menos, imposible que el “infinito”, o sea, los objetos muy distantes, esté enfocado. Es decir, con buena luz se puede hacer paisajes; con luz menos buena, fotografiemos objetos situados a entre 3 y 5 metros.
Algo que he hecho con este rollo es hacer secuencias de fotos para luego montar “panoramas” con ellas, aumentando el ángulo de visión de la cámara. El objetivo de esta cámara, un 28 mm, es equivalente, grosso modo, a un 40 mm el “formato completo”. Un estándar amplio. La Olympus Trip 35, muy similar en concepto, lleva un 40 mm. Al montar los “panoramas” con tres fotogramas tenemos una visión gran angular. Bueno… un poco de experimentación y diversión no viene mal. Alguno ha quedado bastante bien. Pongo las dos versiones de los panoramas. La recortada, con bordes perfectamente rectangulares, y la no recortada dejando ver las inevitables irregularidades de fotografiar a mano alzada.