Afinando mis Instax – Fujifilm Instax SQ6

Como ya he comentado en diversas ocasiones, aprovechando las ofertas que aparecieron con el final de la vida comercial de la Fujifilm Instax SQ6 cuando iba a ser sustituida por una cámara claramente inferior en prestaciones, adquirí una de estas cámaras. La película instantánea de Fujifilm tiene algunas ventajas sobre las actuales Polaroid. O por lo menos las tenía, porque parece, por mis últimas experiencias, que la distancia se va acortando en algunos aspectos, e incluso ya parece legítimo preferir las Polaroid en varios de ellos.

Cuando compré la Instax SQ6, la película Polaroid era claramente más cara. Y lo sigue siendo. Salvo que encuentres ofertas en los “reacondicionados” de determinados comercios en línea, en los que solo es algo más cara, teniendo en cuenta lo que ofrece. La Polaroid era menos estable y delicada de manejar; esto parece que ya no es tanto así. Y la fidelidad de reproducción de mundo de las versiones en color era inferior, con colores un tanto aleatorios. Hoy en día, si descontamos el efecto de la temperatura ambiente, que puede variar mucho el rendimiento de la película, es cuestión de gustos.

En cualquier caso, nunca he estado del todo enamorado de las Instax. Y hay dos elementos importantes en esta cuestión. Por un lado la cuasi imposibilidad de hacer una foto bien expuesta en circunstancias de luz muy contrastada, o de luz muy abundante. La velocidad de obturación máxima y la apertura mínima del objetivo no son compatibles con la luz de un día soleado y radiante. Y no está preparada para usar filtros de densidad neutra que podrían paliar el problema. Y la película tiene una latitud de exposición muy baja, y las luces se queman con facilidad. Y el otro es que no acababa de obtener fotos razonablemente nítidas.

Las cámaras Instax son demasiado básicas. Y la calidad de sus ópticas muy regular. Supongo que, dado el formato con el que tienen que trabajar, de tan solo poco más de 6 cm de lado, no se esfuerzan. Pero aun así… yo no obtenía fotos tan nítidas como las de otros usuarios. Tras un tiempo de regreso a Polaroid, en un fin de semana del pasado mes de marzo, cargué un cartucho de película en color, repasé el manual de instrucciones en profundidad, y me fui a fotografiar tulipanes al Parque Grande de Zaragoza.

Por supuesto, descubrí el problema. Siempre asumí que el modo general de fotografía colocaba el enfoque en la hiperfocal, y lo mismo servía para los modos D (dark) o L (light) de compensación de la exposición. Y que el modo paisaje enfocaba en el infinito. Mientras que los modos aproximación y retrato/autorretrato acortaban notablemente la distancia de enfoque, siendo más corta en el de aproximación. Pero no. Los modos de aproximación y retrato/autorretrato son en la práctica similares, con una profundidad de campo entre 30 y 50 cm. El modo paisaje enfoca en la hiperfocal, con una profundidad de campo entre 2 metros e infinito. Y los modos general, y sus variantes de subexposición y sobreexposición, tiene una limitada profundidad de campo entre 50 cm y 2 metros. No me parece que esta sea una elección lógica. Y sobretodo, que los modos de subexposición y sobreexposición estén igualmente limitados. Pero una vez que lo tienes en cuenta, todo empieza a estar más nítido.