Hace un año, algo menos, tomando unos chismes con unos buenos amigos, pasamos un buen rato con mi Polaroid Supercolor 635 y un cartucho de Polaroid 600 Round Frame. Recientemente… bueno, hace ya más de un mes, antes de mis vacaciones, volvimos a quedar en el mismo sitio. Aunque con más gente. Y me acordé de la cuestión, y decidí llevarme otra vez la cámara y un cartucho de película. La fotos ya han empezado a aparecer en mi cuenta de Instagram para fotografía instantánea.
En esta ocasión, me llevé un cartucho de película en blanco y negro. Nada de marco redondo en esta ocasión. El clásico formato cuadrado de Polaroid. Hay que reconocer que los que empezaron siendo Impossible Project y ahora ya usan la marca Polaroid de pleno derecho, han ido haciendo un buen trabajo con esta película. Les ha costado, pero ciertamente me gusta el aspecto de las fotos.
Algunas de ellas pueden estar algo borrosas. La cámara no tiene posición CL (close up lens) para retratos próximos, y aunque intento mantener una distancia suficiente para que el retrato me salga razonablemente nítido, alguno puede estar ligeramente desenfocado por acercarme demasiado a la persona retratada. Y había poca luz. Y las velocidades de obturación que seleccionaba la cámara eran lentas, y algunas de las personas no se estaban quietas. Así que… tampoco ahí hay mucha nitidez. Pero fueron unos minutos de risas. Y de ver quién se siente más cómodo ante la cámara y quien no,… y quién disimula que no, pero sí. Salvo mi retrato, que hizo uno de mis amigos, los demás son fotos digitales de los originales. Regalé a cada cual su retrato. No mucho más que contar.