Siguiendo una lógica en mi presentación de experiencias fotográficas, debería haber escrito esta entrada antes de hablar de las fotografías con película negativa en color del viaje de las vacaciones de Pascua. Al fin y al cabo, el llevarme la Plaubel Makina 67 fue en parte consecuencia del buen resultado obtenido con este rollo, cuyo revelado me llegó justo a tiempo de valorar si me llevaba esta cámara a Basilea o no. Pero como suelo dar preferencia en este blog a las fotografías de los viajes… pues se colaron con antelación. Importa poco. Vamos a ver que pasó con este rollo de formato medio de Lomography Color Negative 800 a mediados de marzo.
Siguiendo las argumentaciones de las últimas semanas, partiremos de dos hechos. A principios de marzo dejé a reparar la Plaubel Makina 67 en Barcelona en Casanova Foto, que realizaron el trabajo con diligencia y rapidez. Cada vez vengo usando más películas ISO 800 con carácter todo terreno. Si hay mucha luz, expongo los negativos a un índice de exposición 400. Y si la luz es más escasa, tengo un paso más de reserva de luz. Y aunque la Lomography Color Negative 800 nunca ha sido especialmente barata, comparada con los precios actuales de las Portra de Kodak, y que al fin y al cabo no deja de ser la antigua Kodak Ultramax 800, pues es aceptable.
Con lo anterior como precedentes, tras realizar un rollo de prueba con película para negativos en blanco y negro con la Makina 67, inmediatamente, al día siguiente, le puse un rollo de la película de Lomography. En aquellos momentos, no se había producido todavía el cambio a la hora oficial de verano, por lo que cuando salía de casa a las siete de la mañana ya había luz. Ahora, a primeros de mayo, todavía no estamos a esa misma hora oficial en los mismo niveles de luminosidad. Como suelo ir a trabajar caminando, pensé que podía aprovechar el desplazamiento para probar la cámara con una luz agradable, aunque un poco justa, por lo que la sensibilidad ISO 800 me vendría bien. Como así sucedió.
Poco más hay que decir. La cámara funciona sin problema. La película se comportó perfectamente. Con un tamaño de negativo de 56 x 68 mm aproximadamente, ni siquiera es tan obvio el grano de la alta sensibilidad como sucede cuando se usa la misma película en rollo de 35 mm. Y las fotografías realizadas con más luz, optando por no cerrar más allá de f16, se hicieron en realidad a un índice de exposición 400, con excelentes resultados. Con un formato de imagen tan grande, la difracción tarda más en aparecer, y el objetivo de la Plaubel Makina 67 es utilizable sin muchos problemas de calidad de imagen hasta su apertura mínima f22, aunque como ya he dicho me suelo limitar a f16. Ante los buenos resultados, decidí llevarme la cámara al viaje con algunos rollos en color, como ya comenté. Aunque al final me llevé rollos ISO 400 e ISO 200. Pero eso ya lo conté.