Segunda de las tres entradas que voy a dedicar a la fotografía con película fotográfica tradicional durante mi viaje en el día a Barcelona el día 6 de marzo de este 2023. La primera de ellas fue con película negativa en blanco y negro, y esta es la primera de las dos que voy a dedicar a la película negativa en color. Que lo divida en dos se debe a que utilicé dos rollos de película con distintas emulsiones. Y en este primero, además, es una emulsión que nunca había utilizado previamente. Así que, vamos a ello.
Como cámara principal del día me llevé la Leica M6 con los dos objetivos pensados por la marca alemana para la Leica CL. Para quien no lo sepa, esta cámara más compacta y pensada para un aficionado menos exigente salió al mercado acompañada de dos ópticas dedicadas; un objetivo de focal estándar, el Summicron-C 40 mm f2, y un teleobjetivo corto, el Elmar-C 90 mm f4. Por lo tanto, la forma rápida de distinguirlos es comprobar si llevan la “-C” en su nombre de modelo. Otro hecho diferencial es que la Leica CL es la única que lleva en el visor líneas de encuadre para la focal de 40 mm. Ambos objetivos se montan sin problemas en las Leica M, pero el 40 mm ofrece en ellas las líneas de encuadre de una focal de 50 mm. Se ha hablado de que alguna diferencia de diseño en la montura podría afectar a la precisión del enfoque con estas ópticas en las Leica M, pero yo nunca lo he apreciado. Incluso a su máxima apertura.
Ya comprobé hace tiempo que usar un 40 mm con las líneas de encuadre de un 50 mm no supone mucho problema. Hay muchas cámaras de visor directo que tienen un error equivalente o superior. Hace tiempo que he comprobado que mi Minox 35 GT-E tiene un visor con un campo de visión más propio de una focal de 40 mm que del 35 mm que lleva. Y no pasa nada. Te acostumbras a prever qué elementos fuera de las líneas de encuadre aparecerán en la foto. La otra decisión que quedaba era el material sensible. A finales de enero compré en Madrid dos rollos de Cinestill 50D, por tener película en color de grano fino. Hubiera comprado otras emulsiones, pero estaban desabastecidos. Nada de Ektar 100, nada de ProImage 100, ni siquiera Portra 160. El caso es que comentando la situación a la vuelta, alguien me preguntó si había probado la Cinestill 400D. Y dije que no.
Las películas Cinestill proceden de la gama Kodak VISION3 de película cinematográfica, tratadas para retirar la capa antihalo, y de ese modo ser compatibles con el revelado C-41, estándar para las películas negativas en color. Si no se retira esa capa, hay que usar el revelado específico ECN-2. La CineStill 50D procede de la VISION3 50D Color Negative Film 5203/7203, la CineStill 400D procede de la VISION3 250D Color Negative Film 5207/7207, y la primera que salió al mercado, la CineStill 800T, procede de la VISION3 500T Color Negative Film 5219/7219. En blanco y negro, la CineStill BwXX procede de la EASTMAN DOUBLE-X Black & White Negative Film 5222/7222, que no tiene nada que ver con la gama VISION3. Poca gente duda que las VISION3 están muy emparentadas tecnológicamente con la gama Kodak Portra, aunque con características específicas para cinematografía.
Por lo tanto, no habían tenido mucho interés en esa CineStill 400D. La CineStill 50D puede tener su interés como película en color de bajo sensibilidad y grano muy fino, sin la saturación del color de la Ektar 100. La CineStill 800T puede tener interés como película sensibilizada para luz de tungsteno, en entornos con iluminación artificial. Pero, existiendo la Kodak Portra 400, tan estupenda, poco interés me había suscitado la 400D. Unas características no iguales, pero suficientemente parecidas, con el inconveniente de los halos rojos en los puntos luminosos o en los bordes de alto contraste. Que tienen sus partidarios, e incluso fanáticos, pero que no son santo de mi devoción. Pero cuando unos amigos fueron a Berlín recientemente y les encargué un par de cosas de FotoImpex, me trajeron de recuerdo algunos rollos de CineStill 400D. Y me pareció estupendo. Y aquí están los resultados. Tengo otro rollo para formato medio. Veremos cuándo y cómo lo uso.
