La fotografía como afición y otras artes visuales

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Recomendaciones semanales - del 16 a 23 de octubre de 2016

Sinceramente, este domingo estaba convencido de que no iba a poder redactar mi entrada habitual de recomendaciones fotográficas. Que iba a estar liado todo el día. Pero mira por donde, que son casi las siete de la tarde y tengo un rato. Así que voy a ello, aunque sea de forma un poco esquemática. Desde luego, empezaremos por el tablero en Pinterest de la semana.

Las fotografías acompañantes son de un carrete que hice con la Agfa Jgestar o Agfa Billy, cámara de la que ya he hablado y que fue fabricada entre 1928 y 1930. Formato medio de 6 x 9 cm sobre carrete tipo 120. Justamente, ayer veía un vídeo de Ted Forbes en su canal de Youtube "The Art of Photography" que hablaba de la conveniencia de usar de vez en cuando aparatos fotográficos que nos constriñen y nos dejan pocos grados de libertad desde el punto de vista tecnológico, pero que pueden estimular nuestra imaginación y creatividad, dándonos otro tipo de libertad más interesantes. Os pongo el vídeo. En inglés.

Vamos con las recomendaciones, ya digo que hoy de modo muy esquemático. Chim fue uno de los fundadores de Magnum Photos, y quizá de los menos conocidos. Injustamente. Su nombre real es David Seymour, y en L'Oeil de la Photography nos muestran sus fotografías sobre los niños de la guerra en 1948 en Polonia y Hungría.

Francesca Woodman es una fotógrafa que está muy de moda, muy de actualidad, aunque nos dejó hace ya varias décadas, tras suicidarse cuando tenía solo 22 años. Por lo que la observación de su obra se cubre de cierta morbosidad, más cuando ella aparece autorretratada con frecuencia en sus fotografías. Por eso es muy interesante el artículo de Oscar Colorado en Oscar en Fotos, que va más allá de esta circunstancia para hacer un análisis más profundo. Casi diría que imprescindible.

El collage es una técnica fotográfica de la que se habla poco. Aunque en algunos momentos de la historia de la fotografía y del arte moderno ha sido muy importante como medio de expresión artística. En la revista en línea de Lomography han dedicado un artículo a los collages de Josef Albers, que es principalmente conocido por su labor docentes, entre otros lugares en la Bauhaus.

El mundo del cine y el de la fotografía están relacionados. Tecnológicamente, desde luego, pero también desde otros puntos de vista relacionados con la creatividad. Por ello, no son pocos en las gentes del cine que también hacen sus pinitos con la fotografía. En L'Oeil de la Photographie nos desvelan una de estas personas, la directora catalana Isabel Coixet.

Siempre me ha gustado el paisaje con un carácter minimalista, no en vano uno de mis paisajistas favoritos en fotografía es Michael Kenna. Por eso, el artículo en Emulsive, escrito y con fotografías de Darren Kelland me ha parecido especialmente interesante esta semana.

Interesante me ha parecido también el artículo de L'Oeil de la Photographie que nos habla del trabajo de Elsa Parra y Johanna Benaïnous, en el que ambas artistas utilizan la fotografía para representar entre ambas distintos estereotipos de personas, especialmente jóvenes, tanto de uno como otro sexo. Transformaciones camaleónicas de ambas fotógrafas, que trabajan a duo.

FK Magazine sigue mostrándonos la obra de interesantes fotógrafos, especialmente del este de Europa. En esta ocasión me he quedado con la obra de la rusa Irina Zadorozhnaia, que utiliza la fotografía para analizar el espacio, los materiales y la incidencia de la luz sobre los cuerpos y sus texturas. Entre la abstracción y un realismo poco habitual.

Para finalizar, estamos a pocas semanas de las elecciones presidenciales, donde incomprensiblemente en un país que se tiene a sí mismo como estandarte de la democracia y de las libertades, aunque no siempre está la altura de ello en sus relaciones exteriores, ha permitido que pueda optar a su más alta magistratura un individuo, de cuyo nombre no quiero acordarme ni nombrar, que basa su campaña en el racismo y la xenofobia, la misoginia y el sexismo, y otras intolerancias diversas de tono ultraconservador, que lo acercan claramente a las ideologías de corte fascista. En Magnum Photos, siempre comprometidos con las libertades, nos muestran el trabajo de Peter van Agtmael sobre las consecuencias de los muros fronterizos con Méjico, y la inutilidad y la inhumanidad de los mismos.

Plaubel Makina 67 - Un recuerdo de Hong Kong

Como ya habréis podido deducir de algún artículo anterior, o si sois seguidores de mi Cuaderno de ruta, he estado de vacaciones en Hong Kong y Macao, regiones administrativas especiales de la República Popular China (RPC), con una idiosincrasia peculiar. Lugares que, como destino viajero, son más interesantes que "bonitos". Eso es algo que te pregunta mucho la gente cuando vuelves de viaje; "¿Era bonito?". Pues eso, más interesante que bonito.

Otra de las cuestiones que surgen cuando hablas de Hong Kong es el tema de las compras. Cualquiera que se maneje por eBay u otros sitios de compra en internet sabe hasta que punto Hong Kong es origen de muchos artículos que se ofrecen a muy buen precio, aunque con un dudoso nivel de garantía. En general, productos fabricados en la RPC que salen al mundo a través del enclave capitalista en el sudeste del gigante asiático. Todo el mundo asume que el sitio es jauja y se compra el equipo fotográfico como quien compra longanizas. Se olvidan dos cosas. La primera es que en las tiendas de Hong Kong las cosas no son necesariamente baratas. Con unos costes de alquiler inmobiliario por las nubes, los márgenes de beneficio disminuyen, y los precios no puede ser muy bajos. Salvo en algún artículo concreto, para material nuevo, todo a un precio parecido con respecto a Europa. Con el añadido de que si no llevas etiqueta verde en el pasaporte, al pasar por la aduana de entrada en España te pueden parar y decirte que qué es eso y que cuanta mosca vas a soltar a favor de la Hacienda española. La torta un pan. La única ventaja real en compras fotográficas de material nuevo es que la variedad en las tiendas es infinitamente mayor, y puedes ver, tocar y probar material que en las tiendas españolas no vas a ver y acabarás comprando de oidas. Y con suerte te irá bien.

Otra cuestión es el material de segunda mano y ocasión. La principal advertencia para comprar material procedente de la antigua colonia británica es cuidado con los estragos de la humedad. El clima en Hong Kong es de carácter subtropical, con veranos muy calurosos y muy lluviosos, y con el resto del año menos caluroso, pero con humedades relativas del aire altas, incluso si el régimen de lluvias baja notablemente. Y la humedad no sienta bien a los aparatos fotográficos. Aparte de la aparición de óxido en aparatos metálicos, existe el problema muy real de la proliferación de hongos en las lentes de los objetivos. Y da igual lo prestigiosas que sean las marcas de los objetivos, los hongos aparecen por igual, y no siempre te cuentan el problema ni eres capaz de detectarlo.

Dicho lo cual, yo me dí un paseo por algunas de las tiendas de fotografía que llevaba referenciadas, y en una de ellas, de las más recomendadas, situada en Champagne Court, cerca de Nathan Road, en Tsim Sha Tsui, un lugar donde hay varios establecimientos en el que se venden todo tipo de cámaras de segunda mano y ocasión, para todos los gustos. Y en uno de los escaparates vi un aparato que inmediatamente atrajo mi atención y que os presento ahora. Se trata de la Plaubel Makina 67.

Plaubel fue una empresa de aparatos fotográficos alemana que estuvo muy activa durante laa primera mitad del siglo XX, que proponía soluciones interesantes e innovadoras a la mecánica de las cámaras fotográfica de cierto nivel, pero que no sobrevivió a la posguerra mundial. Hubo varias Plaubel Makina en ese tiempo, bien consideradas, de formato medio, con distintos formatos de fotográma. En algún momento de los años 70, una empresa japonesa compró los derechos de la marca y se hizo con algunas de las patentes y de la tecnología asociada, y la adaptó a los tiempos modernos. En 1977/78 sacó al mercado la Plaubel Makina 67, cámara de formato medio que usa carretes de tipo 120 en los que se obtienen 10 negativos de 6 x 7 cm (en realidad 56 mm x 69 mm). El objetivo, fabricado por Nikon, un Nikkor 1:2,8/80 es fijo, no intercambiable, y bastante luminoso para tratarse de una cámara que aspiraba a mantener un tamaño compacto dado su formato. En realidad tiene unas formas contundentes y es pesada, metal obliga, pero es fácilmente transportable, dado que el objetivo es retractil. En el objetivo se incluye un obturador de tipo central, con velocidades de obturación entre 1 segundo y 1/500 segundo más posición B. Dado el tipo de obturador, un flash sincroniza a todas las velocidades de obturación, por lo que es ideal para usar flashes de relleno a plena luz del día.

El objetivo tiene una fórmula de 6 elementos en cuatro grupos, lo cual hace pensar en un diseño tradicional doble gauss, semejante a los Planar de Carl Zeiss. Diseño muy popular en las focales estándar como esta, que en realidad es casi un angular poco angular, ya que equivale a un 39 mm en el formato 24 x 36 mm. A pesar de que se dice que el formato es 6 x 7 cm, la realidad es que sus dimensiones reales, 56 x 69 mm hace que la relación ancho largo sea más bien de 5:4, como sucede en las placas de gran formato, que el 7:6 ue insinua su nombre. En cualquier caso, me parece un formato muy agradable para trabajar la composición de la fotografía.

Hubo dos versiones posteriores de la cámara con cambios más o menos importantes. Una de ellas fue la Playbel Makina w67, con un objetivo de 55 mm, que sería un gran angular equivalente a un 28 mm en 24 x 36 mm. Pero con una luminosidad máxima de f/4,5, es decir un paso y un tercio menos luminoso que la versión estándar. Teniendo en cuenta que la versión estándar tiene una focal relativamente amplia para ser estándar, prefiero esta versión con su mayor luminosidad, a la gran angular que puede ser penalizada en modo reportaje por esa escasa luminosidad, y que en modo paisaje tiene que contar con el error de paralaje del visor. La otra versión es la Plaubel Makina 670, que es igual a la que aquí os presento salvo que admite también carretes 220 además de los 120, que doblan el número de fotogramas por carrete. Pero como esto ya no se vende...

Es importante que hablemos del mecanismo de enfoque.

El enfoque se realiza mediante la utilización de un telémetro de coincidencia que es suficientemente preciso como para usar la apertura máxima de f/2,8 con confianza. En el visor hay líneas que corrigen el paralaje, que vemos como se mueven al enfocar. El centro, en el que se aprecia la imagen de coincidencia, se ve con claridad y es cómodo de usar. Se enfoca por lo tanto con rapidez y precisión. La rueda de enfoque no está en el objetivo sino en el cuerpo de la cámara, rodeando a una generosísimo botón disparador, y con escalas de destancias en metros (números blancos) y en pies (números rojos). Hay una escala de profundidad de campo que es bastante simbólica, que indica los valores para f/8 y f/22. Afortunadamente el mecanismo de enfoque es muy preciso.

La rueda de enfoque acciona una palanca en un mecanismo de tijera sobre el objetivo montado en un fuelle, que es el elemento más distintivo de Plaubel a lo largo de toda su historia. Sorprende no ver la posiblidad de acoplar al botón disparador un cable disparador para los tiempos de obturación largos, hasta que ver que sí esta, discretamente situado en el lateral de la cámara, y sin romper la minimalista y agradable estética del aparato. La zapata para flash es fría, sin contactos, y hay que conectar el flash a la cámara mediante un cable con conector PC-Sync, que está en el objetivo, donde se encuentra el obturador.

La cámara es mecánica y se puede usar sin pilas. Con ellas, dispones de un fotómetro que es apto sólo para expertos ya que es de tipo puntual. Eso sí, quien lo sepa usar, puede obtener un rendimiento magnífico y una gran control de la exposición. Yo no lo he usado todavía. La carrete de exposición lo hice exponiendo por estimación o con la ayuda de una aplicación en el móbil.

El objetivo tiene rosca para filtros con el muy conveniente diámetro de 58 mm, y viene como accesorio un filtro protector de marca Nikon también. Es absolutamente necesario tener montado el filtro para poder poner la tapa del objetivo. La usé en el primer carrete en blanco y negro con un filtro naranja de Kenko, y la tapa no ajustaba correctamente. Se caía.

Desde que volví de Hong Kong he expuesto tres carretes. El viernes pasado por la tarde un carrete en blanco y negro, con el filtro naranja, algunas de cuyas muestras pongo aquí. Y dos carretes Kodak Portra 400, negativos en color, que expuse el domingo por la mañana y que tardaré unos días en tener revelado y con las copias escaneadas a mi disposición.

Utilicé en blanco y negro película Ilford XP2 Super, tal y como la vengo utilizando últimamente con buenos resultados con otras cámaras clásicas. A pesar de que tiene una sensibilidad nominal ISO 400, la uso a una sensibilidad nominal de 200 (un paso de sobreexposición) pero lo revelo con HC110 como si estuviese expuesta a 400 o incluso a 800, para las cámaras más antiguas. De esta forma obtengo un grano fino, un buen contraste y una gama de contraste bastante fácil de escanear. Ya sé que la película es para revelado C41, pero como ya me ha dado en otras ocasiones tan buen resultado con el revelado tradicional en blanco y negro con HC110, sigo haciéndolo.

He de confesar una cosa. Una vez puesto el filtro naranja, que exigen una compensación de la exposición de entre +1,5 y +2 pasos, se me olvidó. Y estuve exponiendo a IE 200 pero como si no llevase filtro. Por lo menos durante parte del carrete. Eso supone que en realidad el IE fue de 400 e incluso 800. Como el revelado es el adecuado para IE 400 y la película tiene una amplia latitud de exposición, los negativos son un poco claros, pero hay sustancia tanto en las luces como en las sombras. Estas últimas son las que más me preocupaban.

La tardes estaba nubosa, tristona, perola cantidad de información suministrada por el negativo permite dar a las fotografías un ambiente muy acorde al momento. Seguimos sin observar sombras carentes de detalle. Con mi negativo casero Epson Perfection Photo V600, no merece la pena pasar de 1900 pixeles por pulgada al digitalizar. No hay ganancia en el detalle fino a partir de ahí aunque el fichero sea más grande. De todos modos, con un negativo de tamaño 69 x 56 mm obtenemos ficheros de 21,6 megapixeles, que no está nada mal. Y como la Ilford XP2 Super tiene una estabilidad dimensional excelente, es muy fácil de manejar para digitalizar.

Con aperturas hasta f/2,8 y con semejante tamaño de negativo, es tremendamente fácil separar el sujeto principal del fondo. Lo complejo es conseguir profundidades de campo amplias, especialmente con poca luz y sin trípode. Pero desde luego pude comprobar que el telémetro de coincidencia es realmente preciso y fácil de utilizar.

A la Makina hay que hacerse. Aunque con el objetivo retraído es muy fácil de transportar, realmente su sólida fabricación en metal y el hecho de que tenga que encajar un formato de negativo de 6 x 7 hacen de ella una cámara pesada. Aunque algunos la consideren una Leica de formato medio, lo cierto es que su uso no puede ser tan agil, y se presta más a una cierta calma en la toma de las fotografías, aunque sea una cámara pensada para ser utilizada en exteriores y en modo reportaje. Pero reportaje reflexivo, no el aquí te pillo aquí te mato.

Es una cámara cara, y por ello nunca la hubeira comprado sin haber podido tenerla en mis manos un buen rato, comprobando el funcionamiento de su obturador, de su diafragma o de su mecanismo de enfoque, o con una linternilla comprobando el buen estado del objetivo. Lo cierto es que está como nueva. Impecable. Cámas similare tenemos la Mamiya 7, de objetivos intercambiables, también cara puesto que tiene un prestigio muy elevado. Pero por ejemplo, el objetivo estándar´, también de 80 mm de focal, tiene una luminosidad un paso inferior, f/4. Salvo que necesites la posibilidad de intercambiar objetivos, la Makina 67 puede ser una buena alternativa.

Fujifilm tuvo su gama de cámaras telemetricas de formato medio con ópticas fijas. Yo tengo la Fujifilm GS645 Professional W60, de la que ya os he hablado, incluso recientemente. Es mucho más barata, pero también su construcción, en plástico, es más elemental. Y su negativo, de 55 x 40 mm, tiene poco más de la superficie útil del 69 x 56 mm. Pero las hay de 6 x 9 cm, muy interesantes, y grandotas, y el modelo más reciente, fabricado por Cosina que también ha realizado una versión Voigtländer de la misma cámara, La Fujifilm GF670 es similar conceptualmente a la Makina 67, y también se cotiza a precios muy altos.

Y en digital... Lo más parecido conceptualmente en digital sería la nueva Hasselblad X1D, de objetivos intercambiables, con su objetivo de 45 mm montado. Para un sensor de imagen de 55 x 44 mm. Y un precio que en total puede multiplicar por 10 el de cualquiera de las anteriores. Estamos en otro nivel. pero es lo más parecido conceptualmente en el mundo de la fotografía digital. La reciente Fujifilm GFX 50s es más una cámara de sistema, aunque no réflex, y no tendría una filosofía comparable.

De momento, las muestras que tengo de su uso, un carrete con 10 exposiciones, son limitadas. Pronto habrá más. Pero las sensaciones son buenas. Y en cualquier caso, ahora siento que tengo una cámara potente y adecuada para disfrutar a fondo de la fotografía con película tradicional de formato medio. Más sólida y consistente que la Fujifilm o los aparatos más antiguo, y menos aparatosa que la Hasselblad, que se adapta mejor a mis bodegones o fotografiar montada en un trípode algún paisjae o algún retrato. Espero que os haya interesado el artículo

Recomendaciones semanales - del 2 al 16 de octubre de 2016

Cuando mi ritmo de recogida de posibles recomendaciones para el domingo se ve interrumpido por algún acontecimiento, como unas vacaciones, estas siempre quedan dispersas o deslavazadas. De alguna forma, cada semana hay cierta unidad de interés entre las recomendaciones que recojo y selecciono. Por los temas del momento, por mis lecturas, por mis expectativas próximas,... por lo que sea. De todos modos, intentaré armas un conjunto de recomendaciones razonablemente coherente para este domingo que recoge artículos de las dos últimas semanas, aunque entrecortados por mis vacaciones en Hong Kong y Macao. Por supuesto, para empezar, el tablero en Pinterest de estas dos semanas.

Acompañando las entradas de hoy, algunas fotografías del viaje a Extremo Oriente. Aunque en general tomé las fotografías pensando en color, he querido revelar algunas en blanco y negro cuando me ha parecido apropiado. Recuerdo que mi equipo habitual de viaje tiene que ver con el estándar micro cuatro tercios. Me he llevado la Olympus OM-D E-M5, que con cuatro años a cuestas se está convirtiendo en una veterana, con varios objetivos de focal fija y variable. Lo cierto es que, salvo los dos primeros días, he usado sobretodo las focales fijas, el Panasonic Leica DG Summilux 15/1,7 ASPH y el Olympus M.Zuiko Digital 45/1,8. Como cámara de respaldo, especialmente para ir ligero y discreto de noche, la Leica D-Lux (typ 109), que aunque compacta de objetivo fijo, tiene un sensor que procede del mundo micro cuatro tercios. Todas las fotografías intentan establecer un contraste entre lo tradicional y lo moderno en la ciudad de Hong Kong.

Empezaremos como siempre por lo más antiguo. En L'Oeil de la Photographie nos hablaron de la "Naturselbstdruck". Sí, ya sé que hay seis consonantes seguidas... Bueno sería el término alemán para hablar de las copias fotográficas directas obtenidas sin cámara de objetos de la naturaleza sobre material sensible a la luz. Por ejemplo, plantas. Y el científico alemán Andreas Freiherr von Ettingshausen, un barón, freiherr, fue un usuario habitual de estas técnicas dejando una importante colección de imágenes. Hoy los conservacionistas se tirarían de los pelos. Ya se sabe, en la naturaleza, no te lleves nada de lo que te encuentres, ni dejes nada de lo que llevas contigo. Y aquí arrancaron muuuuchas plantitas. Pero estamos hablando del siglo XIX. Otro mundo.

También en L'Oeil de la Photographie dedican un artículo a uno de sus más queridos compatriotas fotógrafos. Sin duda alguna, el optimismo y amor por la vida de Jacques Henri Lartigue le hace un favorito de muchos. Pero en esta ocasión nos descubre una faceta suya poco conocida, la de la fotografía en color. Siempre le atrajo. Práctico el autocromo en su juventud, aunque no se adaptaba a su estilo dinámico de fotografía, y en su madurez tiraría de Rolleiflex y Leica para fotografías en color muy cuidadas, con alma de pintor. Hace bien poco, Ted Forbes le dedicó a este tópico un vídeo en su serie de The Art of Photography. En inglés. Merece la pena. Os lo pongo.

Otro francés bien conocido es Robert Doisneau. Pero como nos dicen en Clavoardiendo, este fotógrafo es mucho más que su famoso beso ante al ayuntamiento parisino. Y hay mucha ironía y humor en su obra. Y nos proponen que los descubramos. A mí me parece una buena recomendación.

Pasemos ya a los tiempos contemporáneos, y nos vamos a ir moviendo por el mundo de la mano de diversos fotógrafos. Fundamentalmente fotógrafas. Empezamos por España, donde en la Plataforma de Arte Contemporáneo (PAC) realizan una entrevista a Laura Medrano, fotógrafa alicantina que se dedica especialmente al paisaje y al viaje, pero de formas poco convencionales. A conocer y descubrir.

Nos trasladamos ahora al norte de Europa. En FK Magazine nos proponen descubrir el trabajo Niina Vatanen, del siempre complejo panorama artístico audiovisual de Helsinki. En esta ocasión pasa por la apropiación del archivo de Helvi Ahonen, una aficionada que donó sus fotógrafías al Museo Finlandés de la Fotografía, para construir nuevas obras que discutan sobre el propio proceso fotográfico y sobre la naturaleza material de las fotografías. Tiene su cosa.

Todavía más al este, entre Europa y Asia, es donde la fotógrafa Laure Chichmanov busca en Siberia y otras de las antigua repúblicas soviéticas los restos y las influencias de la rusificación que la Unión Soviética introdujo hasta en el último rincón de tan extensa entidad sociopolítica. Nos lo cuentan y nos lo muestran en Format Magazine.

Y llegamos en nuestro viaje de hoy a extremo oriente, como no podía ser de otra forma si yo mismo me he acercado tímidamente a la inmensidad China en estas últimas semanas. En LensCulture nos proponen la serie de fotografías de Mankichi Shinshi, fotógrafo documental nacido en Japón, que en una visita a la ciudad china de Qingdao realizó en el ambiente de bruma y contaminación que caracteriza las grandes metrópolis de este país, dándoles un ambiente muy especial.

Y del extremo oriente nos trasladamos a África, donde la radio pública norteamerica NPR nos descubre el trabajo de la enfermera nigeriana Fati Abubakar, que vive en uno de los estados de Nigeria más afectados por los extremistas de Boko Haram. Esta mujer con su sencilla cámara réflex digital decidió hace un año comenzar a pasear y a hacer fotografías que recogieran su visión, dando rostro y ofreciendo la belleza de las gentes del lugar, tan atribuladas. Documentando lo cotidiano de un rincón del mundo problemático.

Y ha salido, como cada principio de mes, un nuevo número de la revista en línea Fraction Magazine, el 91, que no he tenido ocasión de hojear detenidamente, pero que en esta ocasión dedica sus porfolios a una serie de autores japoneses, por lo que casi seguro que es interesante dedicarle un tiempo.

Por último, quería proponer la lectura de un artículo de Yorokobu, que reflexiona sobre la importancia del encuadre en la fotografía, y de la decisión del fotógrafo, o del editor de fotografía en el caso de la prensa, de qué información se incluye en la copia final. y nos proponen varios ejemplos. De ellos, el caso más curioso es la de la famosa fotografía de Nick Ut de la niña afectada por el napalm en Vietnam. La inclusión o no en el encuadre del soldado de la derecha, absolutamente indiferente en aparencia al horror que le rodea, cambia por completo nuestra percepción de la fotografía. Y todo el artículo a propósito de un nuevo monitor para ordenador... qué cosas. Porque se trata de un artículo patrocinado... es decir, publicidad. Lo cual debería quedar más claro. En grande... "ARTÍCULO PATROCINADO"... Mejorando esa ética, gente de Yorokubu.

Recomendaciones semanales - del 18 de septiembre al 2 de octubre de 2016

Como el domingo pasado dediqué el artículo de esta serie a los "cacharros" fotográficos presentados en la Photokina 2016, las recomendaciones de esta semana se han acumulado en las dos últimas semanas. Quizá de una forma un poco caótica, aunque les intentaré dar cierta estructura. En cualquier caso, a continuación el tablero de Pinterest que si se corresponde exclusivamente a la última semana, entre el 25 de septiembre y el 2 de octubre.

Las fotografías que van a acompañar la entrada de hoy son una prueba técnica que estuve haciendo hace unas semanas. Antaño nos decían que se podía forzar la película negativa en blanco y negro y la película diapositiva en color o en blanco y negro. Pero no la película negativa en color, porque aparecían alteraciones de los colores potencialmente desagradables. Con las emulsiones modernas, nos dicen que esto no es así.

Forzar una película consiste en aumentar el tiempo de revelado recomendado. Con eso se consigue, en primer lugar, aumentar el contraste. Por lo que puede ser adecuado en situaciones de luz muy plana. Pero con frecuencia se usa para fotografiar en condiciones de poca luz con película de sensibilidad insuficiente. Si una película de 400 ISO se utiliza con un índice de exposición 1600, subexposición de dos pasos, se puede aumentar el tiempo de revelado de modo que los tonos medios y las luces se sitúan en su lugar. Aunque las sombras sea difícil recuperarlas, porque donde no hay materia no puede obtenerse imagen. El otro efecto secundario es que el grano de la película se hace más grande y notorio.

El forzado lo he practicado ocasionalmente con película negativa en blanco y negro, pero nunca con negativos en color. Así que cogí un carrete de Kodak Portra 400 y lo puse en la Canon EOS 100 calzada con el EF 40/2,8 STM. Y me puse a hacer fotos. Estos son los resultados.

En cuestión de unos días salgo de viaje hacia extremo oriente. Ya os contaré. Quizá por eso en las recomendaciones de hoy hay varias que tienen que ver con esa región del mundo. En primer lugar, en L'Oeil de la Photographie, hace unos días nos mostraron tres artículos (12 y 3) con fotografías de la revista Provoke, una revista que nació en los años sesenta como reacción a los cambios que se estaban produciendo en Japón en la posguerra. Revista contestataria que produjo algunos notables fotógrafos modernos japoneses con unos estilos propios muy interesantes, como Takuma Nakahira, Yutaka Takanashi, Daido Moriyama, Koji Taki o Yusuke Taki.... entre otros. También permitió mostrar el auge de la "performance" en aquel momento en el país nipón. Duró poco pero dejó legado.

En Clavoardiendo nos han hablado de otro fotógrafo japonés contemporáneo, Masao Yamamoto. Fotografía de pequeño tamaño con el minimalismo propio de la cultura japonesa aplicado tanto a paisajes, como retratos, como desnudos o bodegones. Está en una exposición en Avilés.... ay, me pilla un poco a desmano.

En L'Oeil de la Photographie nos han traído esta semana un par de artículos sobre Xiao Quan, fotógrafo chino que de alguna forma nos recuerda al esfuerzo de August Sander por retratar a la sociedad de su país. Si aquel fue la Alemania de entreguerras, este es la China, llena de contradicciones de la actualidad. En el primero de los artículos nos muestran los retratos de personas importantes en la cultura y las artes chinas actuales. En el segundo son las gentes comunes y diversas las que se hacen protagonistas. Ambos son interesantes. Y me gusta que haya humor en muchos de los retratos. Humor sano, en complicidad con los propios retratados.

Dejemos el extremo oriente. En Cultura Inquieta nos hablan de una serie de fotografías no publicadas y desconocidas de Dennis Hopper. El conocido actor fue también un notable fotógrafo. Y aquí lo tenemos con imágenes realizadas al vuelo, con cámaras de un solo uso, reveladas en tiendas normales y corrientes, lejos de los circuitos profesionales. Blanco y negro, con escenas propias de cualquiera que quiera conservar recuerdo de viajes, situaciones familiares, entre amigos,... pero reflejando también la cultura de ansia de libertad que marcó el final de los años 60. Hopper tuvo muchas cosas que decir a lo largo de su vida, y se supo expresar de muchas formas. Contrasta de todos modos ese ambiente de libertad y ausencia de represión de las fotografías de esa época con su evolución posterior a posturas derechistas y consevadoras en política.

Susan Meiselas es una fotógrafa de la agencia Magnum que sin duda ha mostrado a lo largo de su vida su compromiso social y político. En vísperas de las elecciones presidenciales norteamericanas, donde uno de los candidatos, el más conservador, está usando el racismo y la xenofobia para atraer el voto de los sectores más intolerantes de la sociedad norteamericana, la fotógrafa como nos cuentan en el propio blog de Magnum Photos ha realizado un reportaje de la ceremonia de naturalización masiva de 298 nuevos ciudadanos de Estados Unidos, celebrada en el emblemático lugar de la Isla de Ellis, por donde entraron muchísimos inmigrantes en el país. Porque es irónico usar el arma de la inmigración en un país donde la casi totalidad de los habitantes son hijos de inmigrantes. Los nativos fueron casi totalmente exterminados por estos.

Y siguiendo con Estados Unidos, se siguen produciendo situaciones de tensión social por las muertes violentas de ciudadanos afroamericanos por actuaciones de las fuerzas de policía, que cada vez desencadenan más protestas bajo el eslogan "Black Lives Matter". En Format Magazine nos hablaron hace unos días de las protestas que se desencadenaron en Charlotte, Carolina del Norte, y que fueron documentados por el fotógrafo Justin Smith, que dota a las fotografías de un aspecto formal que las emparenta con las fotografías que conocemos de la lucha por los derechos civiles en los años 50 y 60 del siglo XX. Muy serenas, y muy expresivas, con un uso magnífico del blanco y negro.

Ayer hablaba en una entrada vespertina de mi Cuaderno de Ruta del momento de envejecer visto desde el punto de vista del cine. En Cada día un fotógrafo nos hablaban hace unos días de la fotógrafa Jane Paradise, que también incide en su obra en el envejecimiento, especialmente el de las mujeres, a las que dota de un aire mixto de belleza y melancolía. Interesante como reflexión sobre el envejecimiento en las sociedades modernas.

Un poco de paisaje entre tanta reflexión social. En L'Oeil de la Photographie nos han hablado de los paisajes en blanco y negro de Michael Kahn, que me han recordado a los de uno de mis favoritos, Michael Kenna, nombres muy parecidos. Sus estilos tienen elementos comunes pero también diferenciadores. Con una preferencia de Kahn por los paisajes marinos y menos por las larguísimas exposiciones de Kenna. También gusta de trabajar con aparatos mecánicos de formato medio 6 x 6. Es decir, Hasselblad.

Creo que ha gustado mucho esta semana el artículo de Fernando Puche en DSLR Magazine titulado "La fotografía no es analógica ni digital", en la que nos anima a no clasificar las imágenes fotográficas por la tecnología del momento de la toma, sino a reflexionar sobre las características que les dan significado o sentimiento, las que las convierten en producto de la creatividad y en potenciales obras de arte. Trascendiendo los elementos tecnológicos.

Curiosamente, eso me ha recordado una iniciativa del Rochester Institute of Technology que se publicó hace unos días. Un grupo de fotógrafos se subió a una terraza con el fin de fotografiar en la ciudad de Rochester el emblemático edificio Kodak. Y utilizaron una diversidad de medios. Una cámara de gran formato se usó para exponer una placa de colodión húmedo de 28 x 35 cm. Dos cámaras de gran formato para película de gelatino-bromuro de 12 x 9 cm similares a las que hubiera usado George Eastman en la década de los años 80 del siglo XIX. Y cámaras para película moderna de formato 135, 120 y gran formato de 12 x 9 cm y 25 x 20 cm exponiendo película Kodak Portra 160. Dos cámaras digitales documentaron todo el proceso. La torre fue iluminada por un grupo de voluntarios a pie de calle que apuntaron con los flashes y diodos de sus teléfonos móviles, con linternas, o con flashes de mano al edificio durante unos cuantos minutos, mientras los fotógrafos realizaban su exposición. Muchas formas de hacerlo, un solo sujeto, una diversidad de visiones. Creo que tiene que ver con lo que cuenta Puche.

En el Matarraña con Fotógraf@s en Zaragoza... y con la Fujifilm GS645S Professional Wide 60

Si recordáis, en el artículo que dediqué hace unos días a la excursión al Matarraña con Fotógraf@s en Zaragoza, ya adelantaba que me había llevado una cámara para película tradicional de formato medio. Por otro lado, también comentaba el pasado domingo que una de las estrellas de la Photokina 2015 ha sido la presentación de una Fujifilm para formato medio, que ha levantado mucho revuelo. Pues bien... la cámara que me llevé al Matarraña fue una Fujifilm de formato medio. Bien es cierto que ya tiene unos 30 años de antigüedad. Pero bien divertida de usar que es. Ya ha venido por estas páginas en otras ocasiones, pero para aquellos que no se coscan o no habían venido antes, os presento a la Fujifilm GS645S Professional Wide 60.

Breves especificaciones... Cámara de formato medio para película tradicional en carrete tipo 120 o 220, y 15 o 30 exposiciones respectivamente, de 6 x 4,5 cm (en realidad, aproximadamente 55 x 41 mm), con un objetivo no intercambiable de focal fija 60 mm f/4. Equivale a un angular muuuuuuuyyyyyyy moderado, casi un estándar amplio, similar a un 38 mm en el formato más habitual de negativo de 24 x 36 mm. Es totalmente mecánica, las pilas sólo sirven para alimentar el fotómetro. Funciona sin ellas. Y se enfoca por telémetro de coincidencia, estilo "leica", aunque he de reconocer que es uno de los puntos débiles de la cámara. Las más de las veces enfoco por zonas estimando la distancia del sujeto pricipal, y aprovechando la escala de profundidad de campo grabada en barril del objetivo. En su posición habitual, el visor nos muestra un fotograma vertical... al contrario que con la mayoría de las cámaras. Y es ese formato el que más obtengo de esta cámara. Aunque ladeándola permite obtener fotogramas horizontales sin mayor problema.

Para la excursión me llevé varios rollos de película negativa en color Kodak Portra 400, auténtica todo terreno, que en buenas condiciones de luz uso con un índice de exposición de 200 y revelado normal con excelentes resultados. Empezamos, como ya comenté, con una visita a La Fresneda.

Como siempre, la Kodak Portra 400 es absolutamente idea para retratos, con unos colores muy naturales y gradaciones suaves. Ninguna extridencia, todo muy placentero. No he dicho que, como de costumbre, el revelado y digitalización es de Carmencita Film Lab. Pero buena parte del día, especialmente en nuestra visita al Parrizal de Beceite, estuvo trabajando en paisajes. Y la ventaja de la Portra 400 ahí es que, ofreciendo un grano razonablemente fino, especialmente cuando sobrexpones la película como hice yo, tiene una latitud de exposición muy amplia, y se merienda los contrastes fuertes sin problemas. Especialmente cuando visitas un entorno natural como un cañón en un río al mediodía.

Pasé algunos apuros con el tercer carrete de los cuatro que usé. Inadvertidamente, el ajuste de sensibilidad se colocó en 1600. Es decir, 2 puntos de subexposición en lugar de 1 punto de sobrexposición. Me di cuenta tras tres exposiciones, y decidí mantener, solicitando luego al laboratorio un revelado forzado +2. Es la primera vez que lo hacía. Hace 20 años nos decían que se podía forzar la película negativa en blanco y negro y la diapositiva en color, pero no los negativos en color porque se producían horribles alteraciones en los colores. Pero hoy en día, con las modernas emulsiones hay gente que lo hace constantemente. Las fotos se salvaron, aunque no tienen la calidad de los otros carretes.

Esta es una de las fotografías que más sufrió con el error en el ajuste del fotómetro.

También coincidió ese rato, con el ajuste del fotómetro cambiado, con el momento en que sobre Valderrobres se nubló y la luz fue menos intensa que en el resto del día. Me ha llegado algún consejo de que otra vez que me pase eso, que subexponga dos pasos, pida un revelado +3 en lugar de +2. Hablaré otro día del tema del forzado de las Portra 400, y no estoy del todo de acuerdo con el consejo, pero ya veremos.

El caso es que el resto del día siguió sin problemas, terminando la visita a Valderrobres y a los campos de girasoles con un último carrete expuesto como los dos primeros a un índice de exposición de 200-400.