Analicemos las opciones. Supongamos que soy un fotógrafo aficionado que de vez en cuando gusta de usar sus cámaras clásicas para película tradicional, tanto para carrete película de 35 mm con doble perforación (formato 135 del catálogo de Kodak), como para rollo de película de 60 mm sin perforaciones (formato 120 del catálogo de Kodak). Especialmente esta última, cada vez más. Y que aunque las películas más todo terreno hoy en día son las de 400 ISO, de vez en cuando - paisajes, bodegones, retratos - gusta de utilizar películas de menor sensibilidad y grano más fino.
Supongamos que no les tengo especial cariño a las películas de grano tabular. Manías que tiene uno.
Tomaremos los precios de un determinado establecimiento. Como referencia comparativa. Que luego según donde busquemos, estos precios varían. Rollos de formato 120, 12 exposiciones en la Hasselblad, 15 exposiciones en la Fujifilm GS645S:
Mi preferida, Fujifilm Neopan 100 Acros. Excepcional gama de grises, resistencia notable a fallar en la ley de la reprocidad lo que la hace muy apta para exposiciones largas, que no son tan largas, grano fino, manejo cómodo,... No siempre disponible en todas las tiendas. 7,20 euros el rollo de 120.
Mi alternativa favorita, Ilford FP4 Plus 125. Excelente estabilidad dimensional, lo que la hace estupenda para digitalizar en el escáner de casa, buena gama de grises, grano razonablemente fino, manejo cómodo, fácil de encontrar,... 5,24 euros el rollo de 120.
Alternativa a probar, Fomapan 100 Classic. ¿¿¿ ???,... 4,08 euros el rollo de 120.
Está claro el porqué de esta prueba, ¿no?
Embalaje sencillo, pero eficaz. Papel protector de la película sorprendentemente recio y fuerte, comparado con otras marcas indicadas. Luego veremos por dónde cae la contrapartida. En cualquier caso, la película está perfectamente protegida contra la luz. Hay abundancia de indicaciones, y deja bien claro cuándo la película está sin exponer y cuando está expuesta.
Expuse un par de carretes, con motivos paisajisticos en el extrarradio de Zaragoza, con la Hasselblad 503CX calzada con el Carl Zeiss Distagon 50/4. Para los profanos en el formato medio, diremos que es un angular equivalente grosso modo a un 28 mm en formato tradicional de 24 x 36 mm. No es exactamente igual el aspecto por el formato cuadrado de la Hasselblad, pero por ahí va la cosa. Mi Distagon 50/4 es viejuno, y aunque está revestido, no tiene la prestigiosa etiqueta T* de Carl Zeiss que garantiza gran resistencia a la pérdida de contraste cuando tenemos fuentes de luz potente dentro del fotograma. Como por el ejemplo, el sol. Así que nos puede aparecer alguna pérdida de contraste y alguna luz parásita.
Con negativos en torno a los 55 x 55 mm, digitalizado con cuidado en el Epson Perfection Photo V600, pero sin intervenir corrigiendo tonos, contraste o nitidez, nos ofrece sin problemas archivos de 20 a 25 megapíxeles, según la resolución de digitalización por la que optemos, llenos de detalle, con un gran que está ahí pero que tan apenas se aprecia en las pruebas impresa, tan apenas, con una gama de tonos bastante amplia y que permiten una manipulación amplia, que yo no he hecho. Lo que veis es prácticamente tal cual salió del escáner. Como la película estaba correctamente expuesta a 100 ISO y correctamente revelada en Kodak HC-110, todos los negativos tenían un aspecto excelente. Muy, muy, muy utilizable. Desde este punto de vista la relación calidad-precio me parece excelente.
Hice algunas tomas comprobando como se comportaba en tomas a contraluz, o en situaciones de iluminación en clave alta, tanto con luz agradable lateral, como ya en los momentos del atardecer. En ningún momento me encontré ni con las luces ni con las sombras empastadas. Encontré materia y detalle siempre.
Lo cual está muy bien. Ni que decir tiene que el Distagon de Carl Zeiss, cuando no lo sometes a la tortura de poner el sol en el encuadre, muestra una nitidez notable para los prácticamente 50 años que tiene su diseño.
Pero también tiene sus problemas esta película. Y las voy a contar. En primer lugar, hay algo que no sabía que hizo que me diera un susto morrocotudo, tiene una máscara verde que se va con el revelador tiñéndolo intensamente. Además, durante el agitado en el revelado, que en mi caso siempre es tranquilo, se generó mucha espuma, hasta el punto de que llegué a pensar si en el tanque quedaban restos de detergente o humectante. Pero lo cierto es que la calidad del revelado fue buena. Salvo por una cosa.
La base de la película es muy fina. No tiene mala estabilidad dimensional y no me causó problemas al escanearla, pero es muy fina. Yo tengo la costumbre de incluir dos rollos de 120 en cada espiral de revelado. Normalmente, con las películas Ilford o con las Kodak Tri-X no es problema. Noto en seguida cuando introduzco el segundo rollo que he llegado al tope, y se revelan sin problemas. Pero con esta, es tan fina, que quedaron montados un rollo sobre el otro y se echaron a perder algunos negativos.
Esto no me había pasado nunca. Y por supuesto, al perder exposiciones, la relación calidad precio empeora. Ya no pagas por 12 negativos por rollo, sino por 10 u 11 si tienes este accidente, que ya digo no me había pasado nunca.
Otro problema que no apreciaréis, pero que os lo cuento. De alguna parte ahorran para mantener el precio bajo, claro. Y además de un base muy fina, que les permite poner un papel más recio de protección, ahora se entiende, la tira de película es más corta que en las de Ilford, y el 12º fotograma del rollo queda comprometido. Según como cargues la película, y yo sigo las indicaciones de los respaldos de Hasselblad al pie de la letra, puede quedar ligeramente recortado. No hay margen. Esto te puede suponer otra foto en caso de que hayas encuadrado muy ajustado.
Después de lo visto, merece la pena esta marca de película frente a otras más prestigiosas y más caras. Sí, si andas con presupuestos justitos, y a condición de ser muy cuidadoso al cargar la película y al cargar la espiral de revelado en caso de cargues dos rollos en una. Porque si no, lo comido por lo servido. Y además, perder un negativo ya expuesto no es perder un trozo de película sino perder una foto que podía ser interesante.
Así que me lo pensaré. Un poco. De momento, siento tendencia a preferir la Ilford FP4 Plus aunque cueste algo más. Pero me da más confianza de cara a los sustos accidentales.
Y además,... dentro de pocos días os hablaré de otra prueba interesante, que puede hacer que esta meritoria Fomapan 100 Classic tengo todavía menos interés. Aunque os puedo asegurar que puede ofrecer unos resultados fotográficos excelentes, limitados sólo por la pericia del fotógrafo. Ofrece lo que la marca promete: "This film is characterized by high resolution, wide exposure latitude and fine grain (Esta película está caracterizada por una alta resolución, amplia latitud de exposición y un grano fino)."
Coincidiendo casi, semana arriba o abajo, con el primer aniversario del primer taller de fotografía estenopeica que pudimos hacer bajo la dirección de la ya amiga Beatriz Aísa, que se bajó una vez más de los Pirineos para compartir con nosotros su pasión y sus ideas sobre una de las formas más esenciales de practicar la fotografía. Una vez más, fuimos acogidos en las aulas del Centro Joaquín Roncal.
Si el año pasado fuimos Beatriz y "los ocho del estenopo", en esta ocasión en la que íbamos a profundizar un poco más en las artes y las técnicas de la fotografía "unicórnica" fuimos diez quienes nos juntamos alrededor de una gran mesa con nuestras cajas, botes, tijeras, agujas, pinturas, cintas adhesivas y aislantes, y demás aparataje. Estuvimos diez, una panda de gángsters, "The Pinhole Gang", con la pena de no poder contar entre nosotros algunos ausentes que nos acompañaron el año pasado, pero con la alegría de añadir a la banda caras nuevas. Algunas nuevas sólo en lo que se refiere a esta técnica... otras nuevas, nuevas, nuevas del todo. En todo caso, todos bienvenidos. Y a ver si pronto, en otras actividades se va sumando más gente al "gang".
Elemento importante en todo taller de Fotógraf@s en Zaragoza que se precie es la repostería de Carmina Andreu, Caramina; que en esta ocasión estuvo deliciosa como de costumbre. En cualquier caso, aquí tenemos a Carmina con una original lata en forma de zapato que creo que al final no usó, corrígeme si me equivoco Carmina, pero que desde luego sugiere mucho potencial y originalidad.
Y ya al trabajo. Algunos, como Miguel Ángel, nos turnábamos con el taladro para disponer el futuro espacio de los estenopos. Anu Medina mostraba hasta que punto había convertido sus mágicas manos, en el instrumento ideal para horadar con delicadez las láminas de aluminio por donde tan apenas íbamos a dejar pasar unos rayos de luz. Carmina, esprai en mano, se aseguraba que no hubiese reflejos de luz indeseables en el interior de las futuras cámaras. Y todo el mundo se afanaba transformando sus cajas, botes y latas en futuros instrumentos artísticos.
Finalmente, a la una de la tarde, ya estábamos en la calle todos, "cámaras" en mano, dispuestos a ir de caza de la escena y de la luz que se acomodase a la idea que nos habíamos hecho mientras construíamos las estenopeicas. Si el año pasado, con modestia, nos limitamos al concepto básico, una caja oscura, un estenopo, una hoja de papel sensible, en esta ocasión, teníamos cámaras con varios estenopos para una sola hoja, plana o envolventes, o dispositivos con varias hojas y distintas "focales" para tomar varias "instantáneas" de larga duración. La imaginación al poder.
Aunque salimos todos juntos del Centro Joaquín Roncal, finalmente nos fuimos dispersando, cada uno buscando su mejor opción para aprovechar el único, o los poquitos "disparos" disponibles. Yo tuve la ocasión de acompañar a Emilio Molins "Triboniano", y Marco Evangelisti que, entre otras cosas, intentaron una panorámica de 360º en el Puente de Piedra.
Tras el trabajo de campo, la hora de comer, alrededor de una mesa redonda, que se prestan mejor a la conversación y el intercambio, y que podemos ver a continuación en su integridad gracias al ojo de pez que me prestó José Miguel "Masjota".
Por la tarde, tocaba revelar y comprobar si nuestros esfuerzos habían tenido un desenlace feliz. En primer lugar, y con la única fotografía en color de este reportaje, el muestrario de cámaras antes de apagar la luz y extraer sus tesoros escondidos.
Y luego ya, líquidos dispuestos, por turno fuimos pasando a revelar nuestros negativos fotográficos. Unos con más fortuna, otros con menos, pero todos con la sensación de que habíamos avanzado y aprendido cosas nuevas.
Después, el laborioso proceso de lavado y secado de las hojas de papel sensible con los negativos de las fotografías. Una vez más, la tarde se nos hizo corta para lo que podría ser el último paso del proceso, el copiado y obtención del positivo por contacto. Pero las nociones estaban ahí, sembradas, para cualquiera que quiera seguirlas.
Y ya sólo me queda una cosa... quizá una de las más importantes... compartir con todos vosotros el positivo que surgió de mi propio trabajo y del que ya os hablé hace unos días.
Como el año pasado, una jornada fenomenal, que nos permitió aprender, comunicarnos, convivir, conocer más la afición común a la fotografía y conocernos más entre nosotros. Y ya, poniéndonos a pensar qué nuevas técnicas queremos probar. ¿Alguien escuchó mencionar la palabra "cianotipia"? ¿Se oyó decir que nos íbamos ir a Ejea con Laura, "Lura Photos", a hacer una jornada analógica? ¿Alguna idea más?
Para mí, los finales de enero, especialmente la fiesta de San Valero, sobretodo si está próxima al fin de semana, siempre son diferentes. Todos los años. Y por ello, estas recomendaciones semanales, que redacto ya en casa hacia la última hora de la tarde, no van a seguir el esquema habitual de las de casi todos los domingos.
Hoy es 29 de enero de 2017. Y estamos viendo constantemente por los medios de comunicación que el racismo y la xenofobia están en alza por todo el mundo. El presidente del que se supone es el país más poderoso del mundo, una país que "ha presumido" de defender la democracia y la libertad, ha inaugurado su mandato firmando una serie de decretos, algunos de los cuales tienen clara significación racista o xenófoba. Parece que algunos tribunales se le están oponiendo,... pero los síntomas son claros. Por cierto, la primera ministra de un país europeo ha visitado a este hombre en estos días, en un acto que a muchos ha parecido de pleitesía, un país europeo que también presume de "democracia" y además de rancio abolengo, pero no ha hecho declaraciones algunas sobre estas cuestiones. Sólo ha hablado de dinero y comercio.
El 27 de enero de 1945 el ejército soviético llegaba a la pequeña localidad polaca de Oświęcim, la cual durante la ocupación alemana fue conocida por el nombre germanizado de Auschwitz. Y se encontraron con el sería conocido como uno de los mayores horrores homicidas que la humanidad ha conocido. Fruto de la intolerancia racista y xenófoba... Que no diga nadie después que no estamos avisados de lo que puede llegar a pasar. Pero por si acaso, en el mundo de la fotografía hay documentos y recordatorios suficientes, si los queremos ver.
En las páginas de Magnum Photos, agencia fundada por un grupo de fotógrafos que siempre se caracterizaron por su defensa de las libertades y por su denuncia de los fascismos, han publicado esta semana un artículo dedicado al viaje que el fotógrafo Antoine d'Agata realizó al campo de exterminio en 2002. D'Agata nos propone una visión propio y muy personal de lo que vio allí. Y también nos cuenta con sus propias palabras sus sentimientos y decisiones fotográficas. Yo también visité este campo. En 2008, y las fotografías que acompañan esta entrada son de ese viaje.
Como decía, el líder más poderoso del mundo ha decidido que no quiere acoger en su país a personas refugiadas de determinadas religiones y países. Dice que para evitar el riesgo del terrorismo. En .Mic nos hablan de una iniciativa que conviene conocer ante noticias como esta. Dos académicos han abierto una cuenta de Twitter bajo el nombre de St. Louis Manifest. El SS St. Louis fue un barco de pasajeros alemán que transportaba 937 refugiados judíos que huían de la persecución de la Alemania nazi. Las autoridades de los Estados Unidos impidieron que atracara en el puerto de Miami, rechazaron al bajo, que se vio obligado a volver a Europa. 254 de los pasajeros no consiguieron sobrevivir a la catástrofe humana de los años siguientes. Lo hubieran hecho si hubiesen sido acogidos. En la cuenta de twitter, aparecen fotografías con los muertos cuando aún vivían. Y un texto con su nombre, el hecho de que fue rechazado por los EE.UU. y fueron asesinados. Muy potente. Y muy pertinente.
Todos los judíos que no eran inmediatamente asesinados en las cámaras de gas de Auschwitz cuando llegaban al campo y eran internados en el mismo, eran registrados y fotografiados. Muchas de esas fotografías se conservan. Pero como nos señalan en Iconic Photos, algunas de las más potentes visualmente puede que sean las fotografías de Czesława Kwoka, tomadas por Wilhelm Brasse, uno de los prisioneros polacos del campo. En el ideario nazi, también se justificaron estas acciones contra los judíos en nombre de la paz, de la seguridad y de la defensa de la civilización occidental. Eran "un peligro" para los jerarcas nazis. Como podemos ver en las fotografías de Czesława. Una niña de 14 o 15 años de edad, con la mirada absolutamente aterrorizada, que fue golpeada brutalmente como contó el propio Brasse por una mujer guardiana, y como se ve por los golpes que tiene la niña en los labios. La imagen de un ser muy peligroso contra "la civilización y los valores" de occidente. La niña murió unos meses más tarde.
Como decía antes, no digamos que no estamos avisados.
El sábado pasado estuvimos en Fotógraf@s en Zaragoza (FeZ) de taller de fotografía estenopeica, al igual que el año pasado, nos juntamos un grupo de aficionados bajo el liderazgo de Beatriz Aísa. Si el año pasado buscábamos iniciarnos en estas técnicas, este año se trataba de profundizar un poquito más. Dentro de pocos días saldrá la crónica que he preparado para el blog de FeZ, que también reproduciré aquí. Y en ella podréis ver un poco más cómo transcurrió la jornada.
Pero hoy quería contaros un poco mi experiencia personal desde un punto de vista técnico.
He de decir que me llevé tres cajas de cartón con distintas características, sin saber muy bien qué iba a hacer. Como consecuencia de la convalecencia de la especie de gripe que tuve el fin de semana anterior, no había estado muy fino en los preparativos entre semana. De hecho, llegué a pensar en dejar el taller para otra ocasión. Afortunadamente al final me apunté.
De las tres cajas, había una pequeñita, pero con diversas formas y compartimentos en su interior que podría dar mucho juego. Las otras dos eran similares pero de distintas dimensiones, la grandota de color amarillo-naranja estaba pensada como una cámara de gran formato, que con un pequeño estenopo pudiera ofrecer gran nitidez. Con la negra con lunares... pensaba en algo parecido, pero no estaba convencido de que fuera a funcionar bien. La profundidad de la misma era de sólo unos 75 mm, mientras que la superficie aprovechable del potencial fotograma era de 23 x 28 cm. Se me hacía difícil concebir que con la caída progresiva de luz que se produce en la periferia del cono de luz proyectado por el estenopo, se pudiera cubrir toda esa superficie. No me había dado tiempo a buscar las matemáticas apropiadas para preverlo.
Dio igual. Beatriz trajo algunos libros para inspirarnos y un modelo de los que vimos en el que una multiplicidad de estenopos servían para exponer una única hoja de papel me sugirió utilizar esta última caja, la negra con topos, pero con varios estenopos. Aunque las tripas me pedían hacer seis de ellos, un cierto sentido de la prudencia, por si se solapaban en exceso las imágenes, me hizo conformarme con cuatro. Que distribuí por la superficie de la caja.
Para la realización de los estenopos sobre las láminas de lata de aluminio conté con la ayuda de Anu Medina.
Los aficionados a las "pinhole" tienen la costumbre de bautizar con nombres significativos o alusivos a sus cámaras, pero en este caso, venía ya bautizada, como podemos ver en el cuarto oscuro donde cargamos el papel sensible.
With Love to You
La hoja de papel de 23 x 28 cm la recortamos de una hoja estándar de 25 x 30 cm, y quedaba sujeta por la propia tapa de la cámara, sin necesidad de adherirla con cinta adhesiva ni nada. Una vez sellada la tapa con cinta aislante negra, la hoja no se podía mover, y quedaba razonablemente plana en el fondo de la cámara oscura.
Y ya salimos a pasear para buscar nuestros motivos. Con un par de compañeros acabamos buscando motivos adecuados por la ribera del río Ebro, bajo las arcadas del puente de Piedra de Zaragoza.
Y ahí fue donde decidí dos cosas. Primero que el lugar me gustaba por el juego de luces y sombras del mediodía y por el grafismo del puente y los árboles sin hojas invernales. En segundo lugar, que en lugar de fotografiar cuatro escenas distintas sobre la misma hoja, iba a fotografiar cuatro veces seguidas la misma escena sobre la misma hoja. Dada la naturaleza "imperfecta" del proceso, las cuatro escenas tendrían algunas diferencias derivadas del propio paso del tiempo mientras se exponía cada una de ellas, y por la manipulación de la cámara entre las mismas.
Me ayudé de una aplicación del móvil para decidir la exposición. La focal calculada de la cámara era de 75 mm. Los estenopos que me ayudó a realizar Anu con gran precisión tenían un diámetro de 0,3 mm, por lo que la apertura relativa de los mismos era de f/256 aproximadamente. Para una sensibilidad del papel de 6 ISO, más mi propia estimación sobre las circunstancias del contraste de la escena decidí que la exposición correcta podía ser unos 30 segundos. Conté 25 segundos a lo que hay que añadir lo que se tarda en abrir y cerrar el estenopo con la cinta aislante.
Y el negativo que obtuve fue...
Es muy posible que si me hubiese arriesgado a poner seis estenopos, y dada las características de la escena, hubiera encajado sin problemas. Hay demasiado espacio en blanco (en sombra o negro en el positivo) entre la fila superior y la inferior, y también por de bajo de esta.
Por supuesto, hay diferencias entre las exposiciones. No todas tienen exactamente el mismo encuadre. Más allá del error de paralaje, se produjeron pequeños movimientos de la cámara entre toma y toma. En una de las inferiores el viento llevó a la cinta aislante que hace de obturador a tapar parte del fotograma, y en la última toma que hice, el miedo al viento me hizo sujetarla con las manos, y el propio movimiento de las mismas hizo que saliera trepidada.
Ya escaneada, eliminé digitalmente parte de la sombra/negritud sobrante. Y así puedo presentar el positivo final. Espero que os guste. Y que el proceso os haya sido ilustrativo.
Una semana fea esta que ha pasado, probablemente debido a que he estado convaleciente de la infección vírica que padecí el último fin de semana. Ni he estado muy concentrado en la fotografía, ni en casi nada. En cualquier caso, traigo aquí mis recomendaciones semanales. Quizá no tan nutridas, pero espero que interesantes. El tablero de Pinterest que os presento hoy es el que denomino, parafraseando el título un programa de la televisión española Paisajes con figura. Sé que no soy original en mi pensamiento, pero siempre he opinado que cuando a un paisaje fotográfico le añades la figura humana, este paisaje cobra un mayor interés y, con frecuencia, nuevos significados.
Esa situación de desinterés generalizado me vi obligado a romperla ayer sábado, ya que me había comprometido con el segundo taller de fotografía estenopeica organizado por Fotógraf@s en Zaragoza, que con cierta osadía denominamos "avanzado", puesto que la pretensión era ir más allá de donde nos quedamos hace un año por estas fechas. Del mismo hablaré más adelante... Pero sí puedo decir que para documentar el taller y para apoyar mis decisiones a la hora de realizar las fotografías con mi estenopeica, llevaba conmigo la pequeña Panasonica Lumix GM5 con el 20/1,7. Y con ella fui tomando fotografías, algunas de las cuales ilustrarán la entrada de hoy. En blanco y negro, ya que al ser un apoyo a la estenopeica, que trabajamos con papel sensible monocromo, fue la forma que tuve de observar el mundo. También me prestaron durante unos minutos un ojo de pez... por si aparece alguna fotografía con esa estética.
Por supuesto, si de entrada he mencionado la fotografía estenopeica, es obligatorio que mi primera recomendación sea el artículo de Clavoardiendo en el que nos presentan a las Fotolateras, Lola Barcia y Marinela Forcadell, que han viajado por cincuenta ciudades en cuatro continentes con sus latas metálicas capaces de capturar la luz de esas ciudades e inmortalizarlas en su papel fotográfico. Barcia desarrolla también una interesante actividad como dibujante, ilustradora y pintora... entre otras cosas, porque parece que esta artista es muy completa.
Y siguiendo con mujeres artistas, en el Tumblr de Camerafilia dedicaron un buen número de entradas, y especialmente de fotografías, a Lee Miller. Fotografías que la destacan en una multiplicidad de facetas, básicamente como modelo y musa de artistas en sus años más jóvenes y, posteriormente, como fotógrafa que nació en el mundo del surrealismo de la mano de Man Ray y que acabó como reportera de guerra durante la Segunda Guerra Mundial... para luego retirarse tranquilamente a su vida familiar en Inglaterra. Desde que visité una exposición sobre su obra hace unos años en París, me vienen interesando todas las facetas de esta interesante mujer, tremendamente moderna incluso para los tiempos que corren.
Una de las cuestiones que más me sorprende de la cultura nipona, es la forma en que viven la sexualidad, que probablemente está asociada a una compleja constelación de factores sociales y culturales, que van desde como se relacionan públicamente entre sí hasta el papel de la mujer en su mundo. No pretendo entenderlo... simplemente, como digo, me sorprenden. Y a veces, incluso me incomodan... y eso que no soy especialmente remilgado. En cualquier caso, la fotografía japonesa también se hace eco de esas particulares formas de vivir o practicar el erotismo. En L'Oeil de la Photographie se han ocupado del tema, especialmente a partir del trabajo de tres fotógrafos como son Nobuyoshi Araki, probablemente el más desinhibido, franco y directo en el tema, Daido Moriyama, con una colección de desnudos más misteriosos, y la siempre desasosegante serie de Kohei Yoshiyuki, que fotografío en los años 70 a los mirones y sobones que acechaban a las parejas que clandestinamente se refugiaban en los parques toquiotas para sus encuentros sexuales.
Y la siguiente recomendación es a propósito de una única obra. Pero la composición de polaroids que nos presentó hace unos días Unlimited Grain, realizadas con una cámara Polaroid SX-70 y película Impossible Color versión 2, obra de Erwan Bela, me parece un ejemplo de cómo sacar partido a las pequeñas copias instantáneas en una obra de cierto calibre y complejidad, tanto conceptual como temática. El caso es que revisando sus páginas en Instagram y en Flickr, he encontrado fotografías interesantes, como las de muchos... pero nada similar.
Si he empezado esta entrada hablando de paisaje, vámonos a ver paisajes. En L'Oeil de la Photographie nos muestran los paisajes mediterráneos realizados en Oriente Próximo de Rafael Y Herman. Paisajes llenos de luz y claridad que... están hechos por la noche. Paisajes sin sombras, que quieren representar la "luz divina" en la denominada "tierra prometida". Fotografía sin artificios electrónicos o digitales. Pura exposición durante tiempo y tiempo de película tradicional, que da lugar a unos colores que nos parecen irreales.
Un ejemplo de fotografía en la que si hay paisajes han de estar asociados a las figuras, bien de los humanos, bien de nuestros primos los gorilas, es la que nos muestran en Magnum Photos, realizada por Michael Christopher Brown en las montañas y selvas de Virunga, en la que la actividad de los cazadarores sumada a la inestabilidad política y bélica pone en riesgo la vida y existencia de los gorilas de montaña. Paisaje y reportaje, retrato y fotografía de naturaleza, todas ellas disciplinas fotográficas que hay que dominar para traernos este testimonio gráfico.
A un nivel más amable, traigo uno de los artículos de RECO, una página que ya advierto que está en japonés. Y que cualquier intento de pasarla por los habituales traductores en internet no consigue mejorar gran cosa su comprensión... Pero este artículo con fotografías de Tsuyoshi Hasegawa, me produce maravilla. Soy consciente de que los inviernos nipones pueden ser fríos. Pero tengo la experiencia personal de haber visitado Kioto a finales del mes de septiembre con mucha humedad y casi 30 ºC de temperatura y se me hace difícil concebir unas nevadas como las que nos muestra en la bella ciudad japonesa. En cualquier caso, bellos ejemplos, con película tradicional, de paisajes urbanos y naturales con figura humana.
En las páginas de The Online Photographer tiene una sección denominada Random Excelence, en la que de forma muy poco aleatoria, seleccionan fotografías de fotógrafos muy diversos. Y esta semana apareció la obra de Xavi Bou, fotógrafo establecido en Barcelona, de su serie Ornitographies, en la que representa de un modo muy gráfico y a la vez estética y conceptualmente muy interesante el vuelo de las aves sobre el paisaje. Muy recomendable.
Finalizaré con un ejemplo de fotografía sin cámara que nos han mostrado en Lenscratch. Se trata del trabajo de Christa Bowden que, trabajando con raíces, ramas y nidos, construye sus imágenes sobre un escáner plano de sobremesa. Puesto que la luz interviene en el proceso, creo que se pueden denominar fotografías, y además tienen una belleza y un grafismo envidiables.
Y por hoy, ya vale, que aunque no tenía muchas cosas, me ha costado un montón de rato, por las interrupciones, terminar esta entrada.