Aunque en la red de redes, en internet, se puede ver muchas de mis fotos, lo cierto es que las más son simplemente documentos de cosas que hago. No busco una exposición pública como autor fotográfico. Siempre he dicho que me considero más un aficionado a la fotografía, en sus diversas vertientes, que un fotógrafo aficionado. Aunque hacer fotografías también sea una de las vertientes que me gusta practicar.
Pero el auténtico fotógrafo, sea profesional sea aficionado, los límites entre ambos se vuelven borrosos cuando muchos fotógrafos tienen que tener otros trabajos para poder vivir mientras practican su vocación, busca la exposición pública de su obra. Someterla al juicio de quienes la contemplan, que sea admirada e incluso adquirida. Como dice Will Gompertz en alguno de sus libros, a los artistas también les gusta ganar dinero, y si es con su arte, mejor. Y desde ese punto de vista, mis urgencias son escasas. De hecho, he tenido alguna oportunidad de exponer en solitario, y la he desechado. Mi afición a la fotografía, a pesar de lo que hablo de ella en las redes, no deja de ser algo que hago en el 90% de las ocasiones a mi aire, en la intimidad de mi casa y para mi propio crecimiento personal, sin más aspiraciones. Y me cuesta seleccionar trabajos, y mostrarlos como se deben mostrar. Ampliado en papel a un tamaño adecuado y en un lugar oportuno. Hablar de la fotografía, como afición, responde a otras motivaciones. En cualquier caso, probablemente este sea uno de los motivos por los que prefiero ser considerado como aficionado a la fotografía más que como fotógrafo aficionado.
Sin embargo, en las últimas semanas ha surgido la oportunidad de presentar algún trabajo en público, y os los voy a mostrar.
Exposición del III Encuentro fotográfico de Aragón
Desde 2013 se viene celebrando cada dos años el Encuentro fotográfico de Aragón. En ese año fue en septiembre, en las ediciones posteriores de 2015 y 2017, en junio. Mala fecha para mí, ya que en los últimos años tiende a ser uno de los meses en los que me gusta cogerme vacaciones y viajar.
En las tres ediciones, una de las actividades incluidas ha sido la celebración de exposiciones, una o dos fotografías por participante. En la primera edición, el tema fue la paz, y presenté estas dos fotografías.
En 2015, el tema fue la música, también tuvimos la oportunidad de presentar dos fotografías, y estas fueron las que elegí.
Este año 2017, el tema fue "el instante decisivo", tema muy abierto y sujeto a interpretación. Presentamos cada uno una fotografía, y esta es lo que yo elegí.
Como veis, tiendo a presentar fotografías de mis viajes. Estos me proporcionan una diversidad de temas y por ello acudo a ellos. Además tengo mejor clasificadas estas fotografías que las que hago "en casa", y me resulta más fácil encontrarlas. Pero siempre me cuesta elegir. En la mayor parte de las ocasiones, cuando hago fotografías, no lo hago pensando en "la foto", si no que busco un conjunto que consoliden un recuerdo o una narración de una vivencia. Por lo que siempre me quedo con la sensación de que, aisladas, pierden buena parte de su sentido.
Zaragoza en cuarto creciente
A través de Txabi Beroitz, una excelente persona y fotógrafo, me llegó la posibilidad de participar en esta exposición, Zaragoza en cuarto creciente. En la misma 50 fotógrafos, profesionales y aficionados, aportarían fotografías sobre Zaragoza, con las perspectivas la "Zaragoza Invisible", la "Zaragoza Emergente" y la "Zaragoza Olvidada". Sobre las mismas, un amplio grupo de personas del mundo de las letras realizarían reflexiones. Me pareció una idea interesante.
Y no exenta de riesgo, porque supone dejar tus fotografías, y lo que para ti significan, libres por el mundo y sometidas a otras visiones y otros significados que pueden ser o no ser similares, incluso divergentes. Yo aporté tres fotografías, de las cuales se seleccionó una de ellas.
La foto elegida por la organización fue la segunda... lo cual me dejó un poco "así", porque era la que menos me convencía de las tres. Era la más obvia en cuanto a su tema, pero la que menos cualidades formales y fotográficas tenía. Y las implicaciones de las otras dos para mí, que no voy a comentar, si das "libertad" a las fotos tiene que ser con todas las consecuencias, eran más interesantes. Pero como digo, había que aceptar deportivamente los riesgos de las condiciones de participación en esta exposición. Y estoy contento.
Os dejo a continuación los textos que acompañan a la fotografía en la exposición con los nombres de sus autores. Disculpad que la foto que les hice esté un poco trepidada. Al llegar allí, me di cuenta de que había cogido una cámara sin tarjeta de memoria, y la tuve que hacer con el móvil. Que no... por mucho que digan algunos, no sustituye a una cámara completamente en la tarea de hacer fotografía.
Intercambio de fotografías del III Encuentro fotográfico de Aragón
En el "paseíco", el día de fiesta por excelencia de las actividades del encuentro que ya he comentado, este año se propuso que al final del mismo hubiese un intercambio de fotografías. Las condiciones fueron que quien quisiese llevase una copia de una de sus fotografías, en un tamaño de hasta 20 x 15 cm para intercambiarla por la de algún otro participante.
Me enteré con el tiempo justo. El día de antes del "paseíco" que fue el pasado domingo día 18 de junio. Yo había estado de viaje y no era consciente del hecho. Aprovechando que tenía un paquete de papel fotográfico de calidad, Canson Infinity Baryta Photographique de 310 gr/m2 para impresoras de chorro de tinta, con el que me quería familiarizar, imprimí un par de fotografías en una hoja de DIN-A4. Siendo esta de un tamaño de 21 x 29,7, me quedaban dos copias más o menos del tamaño máximo establecido.
Estas fueron las fotografías que escogí, muy diferentes una de otra.
Fueron a parar, de una forma u otra, a manos de dos mujeres a las que aprecio mucho. Están en buenas manos.
Estamos en la tercera edición del Encuentro fotográfico de Aragón, evento de carácter bastante popular, abierto a todo aquel que sienta cualquier tipo de afición por cualquier tipo de aspecto del mundo de la fotografía, y que este año ha sido organizado por una serie de grupos y asociaciones fotográficas de Zaragoza y Aragón. A ver si no me olvido de ninguna. Por orden alfabético:
Cada uno tiene su origen y personalidad específicas, aunque no faltan los aficionados a la fotografía que participan con mayor o menor intensidad en varios de ellos. Por ejemplo, yo mismo simultaneo las actividades en AFZ y FeZ. Algunos son sociedades constituidas formalmente, otros son grupos nacidos al calor de la actividad de las redes sociales. Me falta alguna otra asociación o grupo que sé que hay por ahí, desconozco los motivos por los que no están. Y, aunque se llama "de Aragón" y efectivamente participa gente de toda la comunidad, lo cierto es que es un evento bastante centrado en Zaragoza. Las cosas, como son. Hasta ahora.
El acto central del encuentro es el "paseíco" fotográfico. Estando en Aragón, no podía llamarse "photowalk" o algo así. "Paseíco" ha de ser. Y participa... no tengo ni idea de cuanta gente. En la foto del momento de la salida que alguien hizo rondábamos las cien personas creo. No estuve en el de hace dos años, pero juraría que en la primera edición de hace cuatro, es bienal, había todavía más gente. Creo que se habló entonces de 240 o 250 personas, pero la memoria me puede jugar alguna mala pasada. Pero es difícil saber cuánta gente participa exactamente, porque hay personas que van y vienen en función de sus obligaciones y compromisos personales o familiares. Lo que sí que es cierto es que es día de fiesta. El ambiente es muy alegre, y la gente está encantada de haberse conocido. O de conocer a nueva gente. Como digo, el denominador común, la afición a la fotografía. Desde el que se acaba de sumar a la misma y apenas se entera de qué va la cosa, hasta algún profesional con pinta de estar de vuelta de todo. No hay restricciones, más allá de las que uno mismo se ponga a sí mismo.
El "paseíco" suele ser un recorrido más o menos fijado por alguna zona de Zaragoza. Este año por el casco histórico, buscando hitos de la ciudad relacionados con la fotografía. Y durante el mismo se supone que hacemos fotos de nuestro entorno. Pero no nos engañemos. En una fiesta así, los que nos importamos somos nosotros, nuestros amigos y compañeros, esos chalados con sus locos cacharros. Así que abundan los retratos, posados o espontáneos, de unos aficionados a la fotografía relacionados con otros.
Siendo consciente de esto, que más que fotografía documental callejera íbamos a estar a otro rollo, opté por llevarme la Hasselblad 503CX con el CF Planar 80/2,8. Ideal para el retrato. Tanto de los propios aficionados, como de gente que te encuentras por ahí durante el paseo. Eso sí, en un día de fuerte calor como el que nos hizo, a ratos te arrepientes del peso que tienes que acarrear... Pero un día es un día.
De todas formas, se nos anunció que este año, en nuestro recorrido, nos íbamos a encontrar con la celebración del Mercado Medieval de la Tres Culturas, evento comercial más o menos pintoresco que se celebra todos los años por estas fechas, y por lo tanto se abrían las puertas al reportaje.
Por ese motivo, yo había cogido dos respaldos A12 (doce exposiciones de 6x6 cada uno) para la Hasselblad, uno de ellos recién comprado en Barcelona. En uno de ellos cargué película de baja sensibilidad, Lomography Earl Grey 100, un clon de la Fomapan 100 Classic, para los retratos con buena luz. En el otro, Ilford HP5+ 400 que disparé a un índice de exposición de 800, para tener margen en los rincones menos luminosos del mercado medieval, y para tener más reserva para utilizar velocidades altas de obturación en modo reportaje, con el diafragma bien cerrado, y así evitar errores de enfoque aprovechando la mayor profundidad de campo. Aun así, no es fácil usar una Hasselblad en reportaje callejero.
Al final, nos reunimos todos cuando terminamos el paseo, o todos los que quedábamos, en la zona del Club Náutico junto al Ebro, para la fotografía final. Y para una novedad de este año, el intercambio de fotografías. Yo aporté dos, pero de ello os hablaré dentro de un par de días.
Para los "argentotrastornados", os contaré que dada la diversidad de situaciones de iluminación y contraste con las que me encontré, opté por revelar los cuatro rollos que expuse, 48 fotogramas, dos de 100 ISO y dos de 400 ISO expuestos a 800, en un revelado compensador con Rodinal 1:100 en modo desatendido durante 60 minutos. Bueno... no es exactamente la fórmula más moderna del Rodinal o cualquiera de sus clones, sino la fórmula original que se usaba bajo esta marca en 1945, y que siguió usando en la Alemania Oriental la marca Orwo bajo la denominación Orwo R09, mientras Agfa en la occidental introducía paulatinamente modificaciones o mejoras. O sea, una fórmula vintage, que actualmente fabrica Adox bajo la denominación APH-09. Que en esta primera vez que la he usado me ha dado unos resultados magníficos. Especialmente en las situaciones de alto contraste, donde efectivamente el efecto compensador del revelado me ha permitido obtener unos negativos muy equilibrados, con detalle tanto en las luces como en las sombras y una buena gama de grises. Se usa exactamente igual que el Rodinal y con los mismos tiempos de revelado.
Pocos más se animaron con la fotografía argéntica. Pero alguna Olympus Pen y alguna Nikon F90 se vio por allí.
Tras la foto de grupo final y los intercambios de fotografías, no quedaba más que ir a comer aquellos que así lo habían decidido en un restaurante próximo en eso que se llama habitualmente "comidas de confraternización". Que también fueron precedidas y seguidas por los aperitivos cerveceros o los cafés o los mojitos tras la comida.
Fue una fiesta. Y como tal lo pasamos. Habría podido poner todavía más fotografías, pero algún límite tenía que establecer. En cualquier caso, esperamos que dentro de dos años podamos celebrar la cuarta edición. Y si fuese posible con más asociaciones y grupos sumándose al evento y celebrándolo fuera de Zaragoza, aun riesgo de que fuese menos numeroso, mejor. Pero hay que abrirse a todo el mundo. Cuanto más, mejor.
Sí, es lunes. Y las recomendaciones semanales aparecen en estas páginas los domingos. Y además el domingo de la semana anterior no hubo por estar de viaje en el norte de Noruega, en el archipiélago de las Lofoten. Pero ayer se celebró el "paseico" y comida de confraternización del III Encuentro fotográfico de Aragón, evento festivo y de promoción de la fotografía que organizado por varias asociaciones y grupos de fotografía se viene celebrando cada dos años desde el 2013.
Todo el día fuera, con mucho calor, cuando volvía a casa no me quedaban ganas de ponerme a escribir ante el ordenador. Sí que diré que en un momento dado del encuentro, intercambiamos fotografías. Una de las dos que aporté al intercambio era un fotografía de aproximación de una mariposa, lo cual sorprendió porque se supone "que no haces este tipo de fotos". Dicho con el mayor de los cariños. Y para defenderme de cualquier encasillamiento,... hoy,... mariposas. De los invernaderos de la isla de Mainau en el lago Constanza, Alemania, realizadas hace unas semanas.
Las recomendaciones de esta semana vienen dominadas por el último acto de mi viaje por las Lofoten,... que fue en Barcelona. Como el avión que nos traía de Noruega, desde Oslo, llegaba muy tarde a la capital catalana, y encima con dos horas de retraso, habíamos previsto hacer noche en la ciudad antes de volver al día siguiente. A Zaragoza o a Sevilla, cada cual según su domicilio actual. Situación que yo aproveché para hacer cosas por la agobiante Barcelona estival antes de coger el AVE a las 2 de la tarde.
Primer una visita a Casanova Foto. Había que repone el parasol de mi M.Zuiko Digital ED 12-40/2,8 Pro, que se quedó paseando a orillas de algún fiordo noruego. También aproveché para comprar un segundo respaldo A12 para mi Hasselblad, que ya me vino bien ayer en el "paseico", aunque de eso os hablaré otro día. Y conversé un rato con su servicio técnico para evaluar su capacidad para reparar cámaras de antaño. Fueron muy amables y atentos. Los tendré en cuenta.
Michals es uno de mis fotógrafos favoritos. Es uno de los que más me llegan, de los que más me hablan directamente, tanto a la razón como a los sentimientos. Que no están reñidos la una con los otros pese a los que muchos se empeñen. Duane Michals no hizo formación como fotógrafo. Procedente del mundo de las bellas artes y del diseño, llega a la fotografía tras un viaje a la Unión Soviética, para el que un amigo le presta una cámara fotográfica, y se dedica a retratar a aquellos con los que se encuentra. Claramente, Michals, pese a la teoría oficial de que los "rusos son el diablo" en los años cincuenta en Norteamérica, con una visión humanista y profunda, lo que ve son personas, con las que empatiza. Podemos ver algunos de estos retratos en la exposición.
Y empieza el recorrido y la carrera fotográfica de este autor, que pronto muestra sus influencias procedentes del mundo de la pintura y las bellas artes, como Magritte o Balthus.
Desde muy temprano, y especialmente a finales de los años 60 y en los 70, se le etiqueta como fotógrafo y artista conceptual. Etiqueta peliaguda, pero que si en un fotógrafo alcanza condición de nobleza es en Michals. Con frecuencia, la etiqueta de "fotografía conceptual" se aplica o es autoaplicada para definir obra de carácter más o menos arcano. En Michals, sin embargo, los conceptos surgen claros y diáfanos de sus fotografía, de sus secuencias o de los textos que las acompañan.
Aunque también tiene una vertiente de fotografía comercial, de moda, retrato y productos, en las que domina el uso predominante y magistral de la luz ambiente y la ausencia de todo artificio, donde destaca son en sus secuencias, en muchas ocasiones acompañadas de textos, no descriptivos sino complementarios, en los que nos transmite emociones, sueños o realidades alternativas. Temas como la muerte, la soledad, las relaciones, la imagen de sí mismo, aparecen con frecuencia en su obra. Pero lo hacen de forma clara. No hay dudas sobre el mensaje que nos transmite, independientemente de que la subjetividad del observador lo matice o lo complemente. Se convierte en muchas ocasiones en una obra de carácter ideológico o político, en el mejor de los sentidos de ambas palabras.
No falta tampoco la crítica al mundo del arte. Y algunos de los fotógrafos "conceptuales" más conocidos de la época contemporánea reciben el azote fotográfico de Michals. En la exposición vemos como les zurra especialmente a una tal Sherman y los aburridillos alumnos germánicos de fotografía de la escuela de Düsseldorf.
Aunque ya tenía en mi biblioteca un interesante libro de este autor, por supuesto me vine con el catálogo de la exposición. Siempre hacen excelentes ediciones con sus catálogos en la Fundación Mapfre.
En fin. Pasemos a otros temas que han surgido estos días. Aunque sea de modo muy esquemático.
El blog de Y C Photographye nos recordó hace unos días el peculiar y personal estilo de practicar el retrato y la fotografía de moda de la francesa Sarah Moon. Que siempre me ha llamado la atención.
PhotoEspaña 2017 está calentando motores. Mejor dicho, está ya en marcha, aunque supongo que aún faltará por inaugurar alguna exposición. Pensando estoy en acudir en julio junto con otros aficionados de AFZ (Asociación de Fotógrafos de Zaragoza) en excursión colectiva. De momento, en Clavoardiendo Magazine nos comentan que este año se ha concedido el premio revelación a Bego Antón. De la que ya he comentado en alguna ocasión en estas páginas.
Un par de fotógrafos japoneses muy distintos.
En Absolution-V pudimos contemplar hace unos días la obra fotográfica de carácter poético a veces, surrealista en otras ocasiones de Kansuke Yamamoto. Artista que también escribió poesía, de la literaria. Con palabras en lugar de imágenes. Hace tiempo que me siento atraído por este autor, y no me importaría incluir algún libro suyo en mi biblioteca, aunque no están muy a mano, me parece. Que tonto estoy, acabo de darme cuenta de que ya tengo un libro con obra suya...
Frente al Yamamoto surrealista, nos cuentan en AnOther sobre la obra de Ken Domon, un fotógrafo poco conocido fuera de sus fronteras y que justamente se caracteriza por un potente realismo social en su fotografía. Casi emparentada con el realismo italiano. De este fotógrafo sí que hay que aprender más porque sé poco.
Y terminaré diciendo que apareció hace unos días ya el número 99 de Fraction Magazine, que llega a la web como de costumbre a principios de cada mes.
Si os soy sincero, no he tenido tiempo para hojearlo con detenimiento, por lo que no puedo comentar de forma cabal nada sobre los porfolios de este mes. Así que, simplemente, os vais al enlace y los veis vosotros mismos.
Tras los dos estupendos talleres de fotografía estenopeica que celebramos en los meses de enero de 2016 y 2017, los participantes en los mismos junto con la "jefa" Beatriz Aísa, estuvimos hablando de introducirnos en otras técnicas alternativas. Y hablando hablando, surgió la posibilidad de hacer un taller de cianotipias, una de las técnicas alternativas de fotografía que apareció en el siglo XIX y que es más sencilla de llevar a cabo. Y además ofrece resultados vistosos y estéticamente interesantes. Aunque esto último es siempre habilidad del fotógrafo.
Estando en un entorno de fotografía no digital, fotoquímica, parece lógico que la documentación del taller se haga también con medios fotográficos fotoquímicos. En este caso, aproveche que una semana antes a Diego, mi sobrino de 8 años, le tocó en un sorteo en una fiesta escolar una Fujifilm Instax Mini 8, pequeño y sencillo aparato para la fotografía instantánea,... en color azul. Que le va que ni pintado al taller de cianotipias. Os presento el aparato.
Como veis, es una cámara de aspecto informal, de plástico, cuya estética va claramente dirigida a un público infantil, o a un público juvenil predominantemente femenino, siempre que nos dejemos llevar por los estereotipos. Si nos movemos con libertad por el mundo, apta para cualquiera que tenga curiosidad por el hecho fotográfico y quiera probar y experimentar, no importa su edad y género.
Aquí están los elementos básicos para el control de la exposición de las pequeñas fotografías Instax Mini. Estas tienen el tamaño aproximado de una tarjeta de crédito o de visita, 86 mm de alto x 54 mm de ancho, con una superficie sensible y de imagen de sensibilidad 800 ISO de 62 mm de alto x 46 mm de ancho. Es decir, la imagen aprovechable no es mucho mayor que un negativo de formato medio de 6 x 4,5 cm.
Hay un flash que se dispara siempre, y que si quieres controlar su intensidad tendrás que recurrir a taparlo con el dedo total o parcialmente, o con otros objetos. Los dos orificios negros uno encima de otro es el fotómetro, hay que evitar taparlo, y automáticamente nos propone un diafragma de exposición. La velocidad de obturación es fija, de 1/60 segundo. Suficiente para una focal de 60 mm, pero que es equivalente a unos 33 mm en el tradicional formato de 24 x 36 mm. Un angular moderado. El visor ve mucho menos que la fotografía final.
Los diafragmas vienen representados por pictogramas, que debe ajustar el usuario. No es automática. El usuario tiene que actuar sobre este ajuste. Sol brillante (f/32), sol apagado ligeramente nublado (f/22), nublado o en sombra abierta (f/16). En interiores y por la noche propone un diafragma de f/12,7, pero es insuficiente para exponer la película por lo que habrá que usar siempre el flash. No tengo clara la posición "Hi-Key", pero deduzco que es más para obtener retratos en clave alta, con el uso del flash, que para otra cosa.
Nos dice que la distancia de enfoque es de 0,6 metros a infinito. Pero para conseguir las distancias de enfoque más cortas, probablemente entre 0,6 y 1,2 metros aproximadamente, hay que colocar una lupa de aproximación sobre el objetivo, que incluye un espejito para los selfis. Creo que es un accesorio que está en contante riesgo de ser perdido. El modelo nuevo que sustituye a la Mini 8, la Mini 9, creo que ya lo lleva incorporado.
Se puede usar con película en color y monocroma. Y de las dos me llevé al taller de cianotipias. A continuación podemos ver a algunos de los participantes del taller en fotos colectivas de más o menos componentes.
La técnica de la cianotipia es sencilla. En un entorno de luz suave y a ser posible artificial, con bajo contenido en radiación ultravioleta, mezclas los dos componentes. Una solución de 2 gr en 20 ml de agua de citrato verde (citrato de hierro y amonio) y una solución de prusiato amarillo (ferrocianuro de potasio) de 4 gr en 20 ml de agua. Todo ello a temperatura ambiente. Hay que contar con una sencilla balanza de precisión y algunas probetas o vasos graduados para realizar las soluciones.
Una vez mezclados, sobre un papel de nuestra elección, según el efecto que queramos conseguir, se extiende con un pincel la emulsión y se deja secar.
Veamos algunas instantáneas del momento de la preparación.
Después la exposición del material sensible así preparado se hace por contacto y colocando el preparado a la luz del día. Preferiblemente con sol para conseguir unos tiempos de exposición de unos pocos minutos. Hay que hacer pruebas para saber cual es el tiempo de exposición adecuado. Nosotros anduvimos un poco a ciegas, porque el día estuvo tormentoso, y estuvo cubierto en mayor o menor grado, algún rato hubo algo de sol, cuando no caía una tromba de agua.
Las imágenes se pueden obtener a partir de objetos como hojas, flores, plantas en general, u objetos cotidianos, pueden ser transparentes o translúcidos, en los que la capacidad creativa del artista establece el interés de la imagen final. Pero también se pueden obtener reproducciones a partir de negativos fotográficos que se positivan por contacto. Claro está, negativos que convendrá que sean grandotes. De 6 x 9 cm hacia arriba, recomiendo yo. Llevamos algunas fotografías, digitales en origen, convertidas en negativos e impresas en acetatos de tamaño Din-A4.
Después, se revela con agua, obteniéndose unas bellas imágenes entre el blanco del papel y un azul intenso. Este se puede intensificar añadiendo a un último baño de agua un pequeña cantidad de agua oxigenada (peróxido de hidrógeno). Y luego hay que dejar secar.
Siento envidia de la creatividad de los compañeros. Vimos resultados magníficos. Por cualquiera de las vías que he comentado antes. La gente que se apunta a estos talleres es muy imaginativa, te das cuenta del amplio margen que tienes para el aprendizaje y el desarrollo de la creatividad, y son muy estimulantes.
Mis resultados fueron discretos. No soy la persona más habilidosa para crear de la nada, lo mío, en fotografía, es más la documentación del mundo que me rodea. Y sobre los negativos en acetato, hay que acertar con el soporte en papel más adecuado y los tiempos de exposición oportunos. Pero desde luego, las posibilidades son muchas. Os dejo algunos de mis resultados. Y os animo a probar estas técnicas alternativas de fotografía.
En una mañana de domingo lluviosa y tormentosa, parece que ha de haber tiempo para redactar las recomendaciones fotográficas de lo que he visto por internet por la semana con más tranquilidad. Porque no parece un día apropiado para salir por ahí. Las tormentas están pasando en sucesión, así que te arriesgas a un buen remojón.
Empezaré hablando de una cuestión técnica. Google ha anunciado que no va a actualizar su colección de software para tratamiento de imágenes fotográficas Nik Collection. Mucha gente ya se está lamentando y se toman iniciativas para evitar la desaparición de este buen conjunto de aplicaciones, muy útiles para el fotógrafo digital. Pero ya era previsible desde el momento en que las liberaron y las hicieron gratis para todo el mundo. Cuando adquirieron este software, fue cuando se interesaron por Snapseed, en cuya aplicación móvil se han volcado, y en la que probablemente están repercutiendo toda la tecnología acompañante a todo el conjunto de programas. Realmente, ya en su momento abandonaron la rama de Snapseed para el ordenador de sobremesa. Y estaba cantado que con la Nik Collection iban a hacer lo mismo. Las compañías actuales suelen ser destructivas en sus adquisiciones. Compran otras compañías que han hecho cosas buenas y constructivas y han desarrollado tecnologías, no porque les interesen esos productos, sino por las tecnologías. Compañías como Google, son generalistas, dirigidas a las masas, por lo que las aplican a los productos para esas masas, y acaban abandonando y destruyendo el producto específico que interesaba a los fotógrafos de verdad y no a las personas que enredan con la cámara del móvil. Sucede también en otras ramas empresariales. La empresa capitalista no genera valor salvo si les genera muchos beneficios. Los beneficios marginales o los beneficios para la comunidad de personas non les interesan. Causa perdida la recuperación y avance de la Nik Collection.
Bueno, la entrada de hoy, la estoy ilustrando con fotografías realizadas con una de las películas negativas en color más baratas del mercado, si no la más barata. Es la Fujicolor C200 de Fujifilm. Probablemente una redenominación de alguna antigua versión de las Superia de 200 ISO u otra serie parecida. Una tecnología amortizada y fácil de producir, que probablemente se vende también bajo otras marcas, se habla de las Agfacolor Vista 200 como una versión de la misma película, y que por lo tanto se puede vender barata. El caso es que tiene un comportamiento digno. Las fotografías de hoy están hechas con dos cámaras distintas. Algunas proceden de la Canon EOS 100 con el objetivo Olympus Zuiko 21/3,5 adaptado con una montura Canon EF, y otras proceden de un carrete que le puse a mis sobrino Diego de 8 años en la "patatera" Cámara Safari Indiana Jones, una versión de las Werlisas más básicas de plástico, que compré hace un tiempo en un mercadillo por dos euros. Como Diego no hizo las 36 exposiciones, las terminé yo hace unos días para llevarlo a revelar. Supongo que podréis adivinar qué fotos vienen de cada cámara.
En cuanto a las recomendaciones de hoy, empezar por una noticia luctuosa, la del fallecimiento de la fotógrafa norteamericana Marie Cosindas, de la que además hablé hace poco en este sección que aparece casi todos los domingos en estas páginas. Marie Cosindas fue una pionera del color, y se destacó por su habilidoso y artístico uso de las grandes cámaras para película polaroid de formato grande. Tanto en bodegones como en retrato. Una fotógrafa interesante y menos conocida de lo que merecería. Nos informaron de la noticia en L'Oeil de la Photographie.
Marie Cosindas llegó a estas páginas gracias un artículo de los que publica el mejicano Oscar Colorado en su blog Oscar en fotos. Con cierta frecuencia, yo creo que todas o casi todas las semanas, publica algún artículo con una galería de fotografías y una pequeña biografía de algún fotógrafo de interés. No necesariamente de los más conocidos.
Por ejemplo, para esta semana tengo dos de ellos. Uno que apareció hace ya unos días, que trata sobre el rumano establecido en Francia, creo que también nació en Francia pero creció en Rumania, Éli Lotar. Aunque poco conocido por el público en general, se movió activamente por los círculos surrealistas, y también le dio a la filmación cinematográfica, colaborando eventualmente incluso con Luis Buñuel. No era un surrealista puro, y en sus fotografías no dejaba de incluir un contenido social importante. Largo tiempo olvidado, parece que poco a poco vuelve a ser conocido, por lo menos en los medios interesados por la fotografía.
En fechas más recientes, Colorado nos ha ofrecido un artículo sobre el fotógrafo italiano Giuseppe Cavalli. Encuadrado dentro de lo que se denomina el formalismo italiano, fue un defensor a ultranza de la fotografía como una de las bellas artes, repudiando la fotografía documental y, especialmente, aquella que se ponía al servicio de la propaganda fascista. Buscaba la belleza y la poesía en los objetos cotidianos, y por ello fue autor de bellos bodegones muy minimalistas con predominio de las claves altas. A mi me gustan bastante estos bodegones.
Se nos echa encima PhotoEspaña 2017, marcando aniversarios redondos. 20 años, ya. Yo visité alguna de sus primeras ediciones en los años 90. Por lo tanto, irán apareciendo por aquí recomendaciones de algunos de los artistas expuestos. Aspiro a viajar a la capital y visitar algunas de las exposiciones, además de las que puedan aterrizar en Zaragoza. Que alguna habrá. De momento, de algunas de las exposiciones se hacen en eco incluso en el extranjero. Porque parece que durante la duración del certamen, la Fundación MAPFRE en Madrid va a tener abierta una amplia retrospectiva de la mejicana Graciela Iturbide, probablemente la más influyente fotógrafa contemporánea mejicana. Tanto en su país como fuera de él. Habrá que hacer por ir a verla.
En Clavoardiendo Magazine nos han hablado esta semana, y han entrevistado, al fotógrafo español Ciuco Gutiérrez, que también va a tener su espacio en PhotoEspaña, en lo que se llama Festival Off. Es decir, no en una de las exposiciones oficiales del certamen, sino en alguna de las galerías que se suman al mismo y que organizan su propia exposición. Su colorido trabajo, de carácter conceptual y muy ligado a la cultura pop me parece muy interesante y conviene ser conocido para estar al tanto del panorama de la fotografía actual en España.
En Barcelona, y también alojada por la Fundación Mapfre, fuera del festival, que no suele vincularse a la capital catalana, aunque sí a otras ciudades de la geografía española fuera de Madrid, vamos a tener un exposición dedicada a Duane Michals. Uno de los fotógrafos conceptuales más importantes, influyentes y prestigiosos de las últimas décadas en Estados Unidos. A mí me gusta bastante, y aprovecharé mi regreso de un próximo viaje de vacaciones para hacer noche en la ciudad condal y dedicar una mañana a ver la exposición. Que seguro que me gusta mucho. Encontré la noticia de forma casi simultánea en Clavoardiendo Magazine y en Albedo Media (DSLR Magazine). Si se puede visitar, considero que es una exposición imprescindible, aunque no la haya visitado todavía.
Sí que me llamó la atención un artículo dedicado hace unos días en L'Oeil de la Photographie a los franceses Pierre et Gilles. Esta pareja de fotógrafos mantienen una estética y estilo muy característicos a lo largo de su carrera. Grandes formatos, muy coloridos, a partir de escenografías muy barrocas y elaboradas, que se complementan con pintura a mano, para unas obras que se aproximan al kitsch, pero que no dejan de llevar una carga conceptual notable. Muy comprometidos con la causa y la cultura gay, tiran de referencias que se pueden obtener de la historia del arte, con frecuencia de la imaginería religiosa, para exponer su visión. Quizá no es el estilo de fotografía que más me atrae, pero no dejo de reconocer el importante trabajo de esta pareja, que conozco desde que en diciembre de 1996 pude visitar una exposición suya en la Maison Européene de la Photographie en Paris y que ya me dejó bastante sorprendido. No caen bien en los medios más conservadores, especialmente en los católicos, por esa apropiación de la imaginería religiosa para llevársela al campo de la cultura y los valores gays.
Sicilia es una isla, un territorio, apasionante. Cargado de historia y cultura, que se remontan a la Magna Grecia y aun más atrás, hoy en día es un lugar cargado de contrastes, que todo el mundo me recomienda visitar aunque no he encontrado ocasión todavía. En cualquier caso, la vida de la población ha estado marcada durante décadas por la corrupción del poder, el crimen organizado y el abuso sobre la población y el territorio. Muchas veces se asocia a las mafias con crímenes como el tráfico de drogas, el proxenetismo y tráfico de mujeres y otros similares. Pero probablemente lo peor es la corrupción que ejercen sobre la clase política y el parasitismo sobre los fondos públicos. Eso es lo que intenta trasmitir el fotógrafo Mimi Mollica con su descarnado trabajo en el que sus fotografías muestran una mezcla de vida cotidiana, la influencia de la religión, los desastres urbanísticos y el ambiente mediterráneo de la isla en un blanco y negro expresivo y contrastado. Nos lo contaron en American Suburb X (ASX).
Una sensual y voyeuristica fotografía que apareció en el twitter de Semiotic Apocalypse, también conviene seguir su Tumblr porque no siempre coincide lo que aparece en ambas cuentas, me llevó a conocer el trabajo del japonés Noritoshi Hirakawa. Aunque con un estilo propio y distintivo, parece que Noritoshi quiere seguir la senda abierta por Nobuyoshi Araki, de abordar el mundo del erotismo y la sensualidad de una forma directa y con ese tono de voyeur que ya he mencionado. No obstante, más aireado por el mundo, residente en Nueva York, y abierto a otras disciplinas como la filmación, las performances o las instalaciones, su visión es más universal y próxima al mundo occidental.
Terminaré con una recomendación colectiva. Hace un par de días The British Journal of Photography Online, la más veterana de las revistas de fotografía del mundo, nos hablaba de un conjunto de 10 fotógrafos emergentes, jóvenes, pero ya establecidos y reconocidos, que siguen utilizando la película tradicional. Es interesante leer el artículo. La idea básica que transmiten las minientrevistas a los diez autores es que, si bien la fotografía digital es más conveniente por economía y cuestiones prácticas en los trabajos más comerciales y por encargo, la película tradicional, la materialidad del medio, parece de elección para muchos fotógrafos artísticos que prefieren hacer su trabajo más personal con estos materiales. Lo entiendo, y me parece interesante. Cada vez me doy cuenta más que la inmediatez de lo digital suele acompañarse de imágenes efímeras, que no duran, que no cuentan, y que conllevan poca reflexión y una carencia de experiencia interior. Pero por supuesto cada cual lo vive a su manera.