La fotografía como afición y otras artes visuales

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Estenopeica e infrarroja - Minuuuuutos de exposición con la Rollei Superpan 200

Con menos frecuencia de la que esperaba, fundamentalmente por culpa del tiempo, aunque no sólo, sigo experimentando y fotografiando en el espectro del infrarrojo. Hoy, por ejemplo, tenía disponible la mañana y parte de la tarde para hacer algún nuevo carrete en los puentes del Ebro, pero estamos con un buen nublado en Zaragoza y la temperatura no ha subido de los 22 o 23 ºC. Un tiempo más otoñal que de finales de verano en esta ciudad.

Tenía previsto durante unos cuantos días el combinar la fotografía estenopeica con la infrarroja. Durante todo el fin de semana pasado tuve preparado un equipo para ello, pero hizo mucho viento. Excesivo. Los tiempos de exposición previstos iban a ser largo. Pero por fin, el martes de esta semana tuve un momento, y el tiempo fue adecuado.

Elegí una cámara estenopeica para rollos tipo 120, película de formato medio, la Ondu Pinhole 6x12 Multiformat. Os recuerdo sus características; cámara de madera fabricada por Ondu en la República Checa, que admite este tipo de película, con la posibilidad de utilizar los formatos de 6x6, 6x9 y 6x12. También el 6x8, pero desperdiciando película. No merece la pena; obtienes el mismo número de fotogramas que en 6x9, pero más pequeños.

Como material sensible, la Rollei Superpan 200 Pro expuesta con la luz atravesando un filtro Hoya IR72, y aprovechando su sensibilidad extendida al rojo profundo y al espectro del infrarrojo cercano a la luz visible. El revelado se ha realizado en casa con Rodinal a baja concentración, 1:100, para aumentar la capacidad compensadora del revelador, en revelado desatendido durante 60 minutos a 20 ºC. Se ha digitalizado también en casa con Epson Pefection V600 Photo.

La localización elegida para las fotos ha sido en un parquecillo que tengo relativamente cerca de casa, en la plaza Crónica del Alba, a orillas del Canal Imperial de Aragón, donde este separa la barriada de Santa Gema, al sur del barrio de San José, del barrio de la Paz y el de Torrero. Quizá el momento más adecuado para fotografiar en el espectro infrarrojo son las horas centrales del día, pero como no fue posible, tuvo que ser entre las 6 y las 7 de la tarde. Lo que implica que las sombras empezaban a ser largas e invadir los paisajes. Como consecuencia, el aspecto inicial de los negativos fue el de unos fotogramas subexpuestos, con poca materia en las sombras, que aparecía muy transparentes. La medición de la luz se realizó con la aplicación myLightMeter en el iPhone.

Los tiempos de exposición oscilaron entre los 2:30 minutos en las escenas más iluminadas por el sol, y los 16 minutos, en las más sombrías. Hubo varios problemas a los que hacer frente.

El primero es que la cámara no dispone de ningún dispositivo para fijar filtros en la misma, por lo que tuve que idear un sistema para abrirla varilla de madera que hace de obturador al mismo tiempo que colocaba sin solución de continuidad el filtro delante del estenopo. Y dejarlo allí quieto...

Básicamente, en las seis exposiciones de 6x12 cm aproximadamente, que es el formato que elegí, tuve que permanecer lo más quieto posible para estorbar la exposición, que como he dicho fue de varios minutos. La más prolongada, 16 minutos. Pronto me di cuanta que la Holga-120 WPC, aunque más tosca y fea de aspecto, tiene algunos "refinamientos" que la hubieran hecho más apta para la prueba. También admite los formatos de 6x9 y 6x12. No el de 6x6. Y además incluye un pequeño nivel de burbuja, que también me hubiera venido bien. Reconozco que alguna de estas fotos tiene una corrección de convergentes realizada en el procesado digital. La segunda, concretamente.

El otro gran problema que hube de afrontar es el del cálculo del tiempo de exposición. A partir de tiempos de exposición de 1 segundo, prácticamente todas las películas en blanco y negro tienen un fallo en la ley de la reciprocidad. Si el fotómetro nos da una medición 1/8 segundo a f/8 para una índice de exposición de 6 (ISO 200 menos los entre 4 y 5 pasos de pérdida por el filtro IR72), para un diafragma de f/128 nos daría un tiempo de exposición de 30 segundos. Pero esto no es así con la mayor parte de las películas; haya que dar 2, 3 o 4 veces más tiempo de exposición. La que conozco que más se aproxima a esta situación ideal es la Fujifilm Neopan 100 Acros, pero esta no tiene sensibilidad extendida al infrarrojo. Lamentablemente.

El fabricante de la Superpan 200 no nos da una curva de corrección de la exposición para tiempos calculados de más de 1 segundo. Así que tuve que buscar por ahí. Para 30 segundos, alguna curva que encontré y me pareció fiable, proponía una corrección de un poco más de dos pasos. De ahí los dos minutos y medio de exposición para las situaciones más luminosas. Y de ahí los 16 minutos para las menos. En cualquier caso, tengo la sensación de que estas curvas son optimistas, y que aún hubieran necesitado más exposición.

El círculo blanco de esta última foto marca el final del rollo. Las Rollei, fabricadas por Agfa Gevaert para Macodirect, son de las que racanean un poco en la longitud del mismo. Así que van un poco justas para el último fotograma en algunas ocasiones.

La experiencia, para ser una primera vez que combino la estenopeica y el infrarrojo, no está mal, aunque podría haberlo planificado mejor. Y quizá, con más disponibilidad de tiempo, haber buscado un entorno más chulo, para obtener unas fotos más atractivas. Pero cuando se anda justo de disponibilidad, se hace lo que se puede. Por lo menos, ahora ya sé por donde me irán los tiros la próxima vez.

Como anécdota, siempre tengo miedo que al usar estas cámaras realice, sin querer, una doble exposición. Y al digitalizar los negativos tuve la impresión de que así había sido... lo cual me extrañó porque no era consciente del error. Luego me di cuenta que había colocado dos de ellos en el portanegativos del escáner. Así que ene esta ocasión, no cometí ese error irremediable, sino otro que sí tiene fácil remedio.

Hacia el castillo de Sora - La Ikonta sigue funcionando...

De las diversas cámaras antiguas que he ido coleccionando, sin un orden ni concierto real, por impulsos, una a la que profeso un poco más de cariño que las demás es la Zeiss Ikon Ikonta 521/16. La compré hace 5 años ya en Londres, donde la "estrené". Y aunque la uso poco, lo cierto es que para ser una cámara que tiene prácticamente 70 años, y que es de la gama baja de Carl Zeiss Oberkochen en los años de la posguerra inmediata, me divierte usarla y tiene unos resultados simpáticos.

Pero lo malo de estas cámaras es que aunque no se usen, se estropean. Así que la pongo en marcha de vez en cuando para comprobar que va. Así que hace unas semanas le puse un carrete de Lomography 100 Earl Grey, y cuando me acordaba la sacaba a pasear, plegada abulta muy poquito para ser una 6x6 de formato medio, y hacía alguna foto. De un interés escaso o relativo. Pero me la llevé el día que fuimos a cazar estrellas fugaces, cuando las Perseidas, al castillo de Sora en Castejón de Valdejasa, y me traje tres fotogramas de aquella excursión que os muestro ahora. Revelado en Rodinal 1:100, 60 minutos a 20 ºC en revelado desatendido, junto con otro del que os hablaré el sábado o el lunes, cuando tenga un ratito.

Recomendaciones semanales - del 27 de agosto al 3 de septiembre de 2017

Esta semana he estado un poco parado, fotográficamente hablando. Mi principal intención esta semana era combinar la fotografía estenopeica con la infrarroja. Pero para eso necesitas un tiempo soleado, sin viento a ser posible, salvo efectos de movimiento buscados, y un paisaje adecuado. Pues bien, cuando he tenido disponibilidad para ello durante estos días, o ha soplado un viento de cuidado, o el sol ha estado ausente, como esta mañana de domingo. Aunque aún tengo alguna esperanza de que asome.

Menos mal que ayer por la tarde estuvimos visitando al atardecer el castillo de Zafra, en la provincia de Guadalajara en la comunidad de Castilla-La Mancha, muy cerquita del límite con la provincia de Teruel, en Aragón. Para posibles lectores de otros países, todo ello en España. Este castillo, muy sencillito, pero paisajísticamente muy bello, ha recibido cierta fama en los últimos tiempos por haber sido localización en algún episodio de la serie de televisión Game of Thrones, donde representó la Torre de la Alegría en Dorne en el tercer episodio de la sexta temporada. Llevé, como hago últimamente, una réflex con un carrete de película en color, cuyos resultados veremos cuando se revele; un cartucho de Impossible Project en blanco y negro con la Polaroid Image System SE, que pronto irá apareciendo en mi cuenta en Instagram; y la pequeña Leica D-Lux para tomar unas cuantas imágenes digitales para uso inmediato, y que he convertido a blanco y negro. Estas son las que aparecerán en esta entrada dominical.

Vamos a la prensa del corazón fotográfica. En el blog del International Center of Photography nos recordaron el 102º aniversario del nacimiento de Ingrid Bergman, que coincide con el 35º aniversario de su fallecimiento. Nació y murió el mismo día del año, un 29 de agosto. Y para ello qué mejor que mostrarnos las fotografías que Robert Capa le hizo en el rodaje de una película de Hitchcock, Notorious (Encadenados, en España), una de mis películas favoritas de todos los tiempos. Si me obligaran a realizar un top ten de mis películas favoritas, es muy posible que entrara ahí. En el mismo blog nos mostraron esta semana otro conjunto de fotografías de Capa, de las que ya os hablé hace un tiempo. Se trata de las que realizó en su viaje a la Unión Soviética en 1947 con John Steinbeck. El caso es que no es conocido por todo el mundo que Capa y la Bergman vivieron un notable romance, en el que la sueca incluso le pidió que se fuese con ella a Los Ángeles, con vistas a que ella se divorciase de su marido y se casasen. Pero Capa no era hombre de este tipo de compromisos. Su romance inspiró otra película de Hitchcock, Rear Window (La ventana indiscreta, en España). Del viaje a la Unión Soviética también nos han hablado esta semana en Magnum Photos.

Con mucha parsimonia traigo de vez en cuando alguna recomendación que obtengo del blog Absolution-V. Muestra buenas fotografías, así como interesantes fotogramas de cine. Pero desde mi punto de vista se centra más en el esteticismo que en el fondo de las fotografías, y eso le da con frecuencia un aire superficial. Pero hay excepciones. Y esta semana ha dedicado dos entradas al fotógrafo Fred Stein, la primera y la segunda. Uno de los múltiples refugiados alemanes que huyeron de su país en vísperas o durante la guerra para refugiarse en los EE.UU., en este caso por sus actividades anti-nazis, en Nueva York se convirtió en uno de los fotógrafos documentales con un sentido de la composición y de la estética más notables, siendo uno de mis preferidos en fotografía callejera. También es muy conocido por un retrato que realizó a Albert Einstein, otro alemán fuera de su país.

Hacía días que no traía aquí un fotógrafo, o fotógrafa en este caso, recomendado por Cada día un fotógrafo. En esta ocasión se trata de la sueca Åsa Sjiostrom, a la cual, por si fuera poco, sigo desde hace un tiempo en Instagram. Sjiostrom tiene una formación como periodista y vocación de cambiar el mundo tal y como lo conocemos. Y a pesar de vivir en un país del primerísimo mundo como es Suecia, basa su trabajo en mostrar cuáles son las situaciones de desigualdad y riesgo entre mujeres y niños. Tiene también no poca vocación etnográfica. A mí,... me gusta y me cae simpática.

En Booooooom aparecieron hace unos días las distintivas fotografías de la belga Annelie Vandendael. Al igual que muchos fotógrafos, su atención se centra en personas jóvenes. Adolescentes o poco más. Pero supera la rigidez germánica que aprecio en alguna otra fotógrafa de los países vecinos, como Rineke Dijkstra. Hay un tono juguetón, de falsa fotografía de moda, en esos retratos en los que rara vez veremos el rostro de la persona, sin que por ello quede despersonalizada. Y a pesar de los colores saturados y del aspecto de irrealidad, frente al abuso del retoque en la auténtica fotografía de moda, Vandendael trabaja con una Hasselblad de película tradicional, que procesa de acuerdo al efecto deseado.

Me traje hace un par de años de Viena una caja con facsímiles a escala de libros y unas cuantas láminas con fotografías de Alec Soth, que me gusta hojear de vez en cuando. Uno de los facsímiles corresponde al libro de su serie Sleeping By the Missippi, que en estos momentos nos informa desde varios lugares, entre ellos Dazed Magazine, se encuentra en revisión. El artículo de este medio se centra en el comentario de una de las fotografías, inicialmente títulada Mother and Daughter, Davenport, Iowa. Hoy conocemos lo que hay detrás de esta fotografía, realizada en 2002, una madre y una hija que trabajaban ambas en el mismo prostíbulo. Información que cambia por completo la forma en que nos acercamos a la fotografía. Interesante ejercicio siempre el de ver una fotografía con o sin pie de foto o título, y lo que nos condiciona este.

Hace tiempo que conocemos a Liu Bolin, artista chino que combina la performance con la fotografía. Su especialidad es pintar su cuerpo y sus ropas con los colores del entorno para luego hacerse las fotografías de forma que su persona pasa desapercibida, camuflada con el entorno. Ahora parece que ofrece esta idea a objetivos menos nobles que los de reflexionar sobre la despersonalización del ser humano, y ha aceptado aplicar su técnica a los paisajes islandeses para unas campañas publicitarias. Pero en esta ocasión no es el que hace sus propias fotos, y es nada menos que Annie Leibovitz quien se pone tras la cámara. Las fotografías son notables, pero mi sentimiento ante la iniciativa es, como mínimo, ambivalente. Traigo la noticia como se ha visto en Cross Connect y en The Fox is Black.

Un poquito menos frívolo es el trabajo que nos plantea Elizabeth Avedon en su blog. Se trata del titulado Ultima Thule del fotógrafo danés Henrik SaxgrenTule o Thule es una isla o continente de carácter mítico para el mundo clásico grecorromano, que probablemente se identifica con las tierras escandinavas. Curiosamente, en algún momento dado, el concepto de tierra mítica nórdica fue adoptado posteriormente por los propios pueblos germánicos, tanto los más continentales como los escandinavos. Para quienes somos de una determinada generación nos suena por ser el lugar donde llegó a reinar Sigrid, la eterna novia del Capitán Trueno. Pues bien, en tiempos modernos se ha dado este nombre a Groenlandia, y más específicamente a la parte más septentrional e inhóspita de esta gran isla ártica. Incluso una base militar americana en este lugar recibió ese nombre. Y a esa perdida región ártica hace referencia el trabajo del fotógrafo danés que ha reflejado en fotografías de gran belleza el paisaje físico y humano de lugar. Saxgren tiene muchos otros trabajos previos, también con un tono etnográfico y viajero, muy interesantes.

Generalmente asociamos la fotografía de naturaleza a una fotografía espectacular, con colores saturados, de paisajes lujuriantes y animales magníficos. Pero de vez en cuando encontramos fotógrafos con acercamientos alternativos, como es el caso de Wayne Levin en Hawai, que se acerca a los cardúmenes de peces en las costas del archipiélago en mitad del Pacífico con una visión en blanco y negro, jugando con las luces y sombras, con la plasticidad de los cardúmenes y con la textura y los brillos de los peces. A mi me han gustado mucho, y lo hemos visto en Lenscratch.

Hace una semana os hablé de la entrada en LensCulture que hablaba de 12 fotógrafas japonesas jóvenes que había que seguir. En ese momento no había tenido tiempo de revisar sus trabajos. Me acabo de dar cuenta que de las doce acabé marcando siete de ellas. No voy a comentarlas en detalle. Os las menciono y enlace y a ver que os parecen.

Yukari Chikura

Mayumi Suzuki

Miho Kajioka

Kumi Oguro

Hiromi Kakimoto

Mika Horie (mume)

Tokyo Rumando

Y antes de pasar al vídeo que he reservado para el final, hablaré del proyecto de un fotógrafo e informático zaragozano afincado en Japón, que trabaja en la industria del videojuego, y que me ha parecido muy interesante. Lo encontré en un twit de Mónica Giménez que citaba no me acuerdo quien, y el fotógrafo en cuestión es Alex Abian. Y el proyecto que he empezado a seguir es State of Tokyo. Como extranjero que es en una cultura distinta de la propia, Abian se confiesa fascinado por la gente y algunos de los lugares que encuentra en la enorme metrópolis que es Tokio. Y ha decidido usar su cámara y su palabra para contarnos sobre ellos, y me parecen unos artículos interesantísimos. No os los perdáis. También se puede seguir en Instagram.

Por último, os dejo un vídeo. ¿Uno más de los muchos que se pueden ver sobre el eclipse del pasado mes de agosto? Bueno... a mí este me ha parecido fenomenal. Grabado a 4K con un nivel de detalle fantástico, realizado con un equipo especializado, especialmente en lo que toca a la montura, nos permite ver con claridad las irregularidades del horizonte lunar, con sus montes y sus cráteres, generando las perlas de Baily, y contemplando las imponentes llamaradas de las eyecciones de masa coronal. Digno de verse. 

The B-Side - Película documental sobre la fotógrafa Elsa Dorfman

Breve entrada para reseñar una película documental que ha aparecido recientemente en el catálogo de Netflix, sobre la fotógrafa Elsa Dorfman. Os dejo el avance de la película, que se puede encontrar también en Youtube.

El director de documentales Errol Morris nos presenta la vida y obra de esta fotógrafa amiga suya, que a caballo de la década de los años 60 y 70 del siglo XX se relacionó con muchas de las figuras, especialmente de mundo de la literatura, de la llamada Generación Beat. En el documental se resalta especialmente su relación con el poeta Allen Ginsberg, aunque fueron muchos otros los que pasaron por el domicilio y el estudio de Dorfman y fueron fotografiados por ella. Esta generación de intelectuales tuvo gran influencia en la segunda mitad del siglo XX ya que fueron los ideólogos de movimientos pacifistas, se opusieron al materialismo de la economía capitalista, abogaron por la libertad sexual, y adoptaron posturas y formas de expresión procedentes de la contracultura. Fueron básicos para el desarrollo del movimiento hippie y el surgimiento de la postmodernidad que apareció con fuerza y ha dominado la cultura occidental desde los años 70.

Para ilustrar la entrada, algunas fotografías de las que he tomado en los últimos meses con mi Polaroid Image System SE, y película compatible que ahora fabrica "The Impossible Project".

Desde el punto de vista fotográfico, lo que hace especial de algún modo el trabajo de Dorfman, además de la gente famosa que posó para ella, fue el uso de una gigantesca cámara Polaroid para película instantánea de 20 x 24 pulgadas. Es decir, redondeando, 51 x 64 centímetros. Esta película instantánea era de tipo peel apart, en la que tras permitir la acción de los químicos de procesado de la misma, se despegaba en dos parte, el positivo y el negativo de la imagen. Esta película, al igual que el resto de los productos fotográficos Polaroid ya no se fabrica. La compañía Impossible Project que consiguió hacerse con algunas de las máquinas de Polaroid en los Países Bajos, fabrica actualmente una película similar, aunque no igual, peel apart, de 8 x 10 pulgadas.

Para usar esta película de semejante tamaño, hacían falta cámaras especiales, de las que sólo se fabricaron seis ejemplares. Dorfman tenía una de ellas. Por ilustrar los conceptos para aquellos que piensan que un sensor de 24 x 36 mm, curiosamente denominado habitualmente full frame, es un formato "grande",... un objetivo de 300 mm sería un super gran angular en una de estas gigantescas cámaras. Pesan en torno a los 107 kilogramos. Cuando Polaroid, adquirido por un grupo empresarial ansioso por quedarse con la marca, pero al que importaba un rábano toda la herencia y el saber hacer de la empresa, anunció el cese de la fabricación de la película instantánea, Dorfman consiguió antes de la debacle de desguaces y quemas de material, salvaguardar un cierto stock de película, pero en definitiva, al final anunció que se retiraba. No le merecía la pena seguir en activo si no podía trabajar con seguridad como a ella le gustaba. No sólo famosos se fotografiaron ante su Polaroid. Mucha gente común acudió también a retratarse con unas copias que tienen un carácter único.

Recomendaciones semanales - del 20 al 27 de agosto de 2017

Últimas recomendaciones del mes de agosto de este 2017 en una semana en la que la red, por la enorme influencia que tiene Estado Unidos en los contenidos de la misma, ha estado preocupado más por las fotos del eclipse total de sol que ha habido en aquel país que por otras cosas. Bien es cierto que durante el mes de agosto el nivel de novedades o propuestas que han surgido en cuestión de fotografía ha sido más flojo cuantitativamente hablando. Pero bueno... cosas hay. Y además me ha salido una recopilación muy japonesa. Debe ser que como en estas semanas estoy leyendo ficción procedente de ese país, estoy más receptivo.

Las fotografías acompañantes no son nuevas. Son de este invierno pasado, realizadas con la Olympus Pen EE-3 sobre película negativa en blanco y negro Ilford FP4+ revelada en su momento con HC-110. El porqué del rescate ahora de estas imágenes es porque he estado probando un nuevo sistema de procesado de los archivos resultantes de la digitalización de estos negativos con una cámara digital y un objetivo macro. He buscado una combinación de pasos entre Adobe Photoshop Lightroom y Affinity Photo que me hicieran ser más eficiente e ir más rápido en el procesado de los mismos. Y creo que lo he conseguido.

En Cultura Fotográfica han dado un buen repaso a la vida y obra del fotógrafo norteamericano de la agencia Magnum Photos David Alan Harvey. Fotógrafo muy veterano que lleva más de medio siglo en la brechas, y sigue bastante fiel a la fotografía con película tradicional prefiriendo las emulsiones de sensibilidad media o baja, y las ópticas fijas tradicionales del reportero, el 35 y el 50 mm. Es un fotógrafo con una vocación fundamentalmente documental que tan magistral se muestra con el blanco y negro como con el color. A mí, su obra en color especialmente, me gusta bastante.

Otro repaso a la obra global de un fotógrafo viene de la mano de Oscar Colorado. Mejor dicho, de una fotógrafa, la alemana Rut Blees Luxemburg. Y se le nota que es una fotógrafa contemporánea y muy alemana, porque está dotada de esa capacidad de documentar sistemáticamente, de forma casi obstinada y persistente, el objeto de su trabajo que no es otro que el entorno urbano contemporáneo. Obra de carácter muy etnográfica, que sin embargo no me resulta tan fría como la de algunos de sus compatriota que recorren senderos similares, especialmente los discípulos de la escuela de Düsseldorf. Es una pena, pero su página web no parece funcionar muy allá. Por lo menos con los navegadores que uso yo en casa.

Seguimos con la serie On the Road de la agencia Magnum Photos, y en esta ocasión acompañaremos al francés Raymond Depardon, que también se sintió atraído como muchos fotógrafos europeos por la inmensidad del oeste y el sur de los Estados Unidos. Han pasado ya tres décadas y media desde sus periplos por los desiertos de California, Arizona o Nuevo Méjico, con su mezcla de fotografía documental y paisaje, con una mirada curiosa y a veces divertida, al mismo tiempo que asombrada por la inmensidad de los espacios naturales y humanos. A mí, Depardon, es un tipo que me cae bien. Y también empieza a hacerse mayor...

Cambiamos totalmente de tercio, y me resulta interesante el artículo en Creative Boom sobre las relaciones de los jóvenes en los clubs... bares/discotecas les llamaríamos nosotros, creo,... que ha ido buscando el fotógrafo Ewen Spencer. La adolescencia es una época de la vida que atrae con frecuencia a los fotógrafos. En esta ocasión, podemos observar en las ásperas fotografías de Spencer esa mezcla de autafirmación y vulnerabilidad simultáneas que se produce en esta edad, la osadía en las relaciones entre el romance y el puro hedonismo, que se mezcla con la inseguridad ante las mismas, cuando no con el fracaso a la hora de establecerlas. No veremos fotos bonitas, con su flash directo sobre los chicos y chicas que bailan, beben, conversan o se enrollan, pero sí que nos meteremos un poquito en sus vidas.

Ya he dicho que iba a haber mucho contenido procedente del País del Sol Naciente, y empiezo con una historia que engarza con la anterior. En la revista digital de Lomography, que cada vez mejora más sus contenidos yendo a historias más sustanciales que sus fotos espontáneas casí convertidas en un cliché, aparece un artículo abundantemente ilustrado con fotografías de la época del fenómeno de las sukeban. A finales de los años 60 y sobretodo en los 70, surgió en Japón un movimiento contracultural de chicas jóvenes se agrupaban en bandas y que rompían, o al menos lo intentaban, con los estereotipos y papeles preasignados a las jóvenes y a las mujeres en ese país. Aun hoy todavía se orienta a las chicas japonesas al matrimonio y a un papel secundario tras el varón, siendo la cultura dominante la de las chicas monas, kawai, que buscan atraer con su feminidad tópica al chico, que aparece más fuerte e inteligente. Estas jóvenes se opusieron a este hecho. Tengo la sensación que con poco éxito, y que su imagen se subvirtió posteriormente, especialmente hipersexualizándola a beneficio de los machos dominantes. Pero aun deben quedar restos de esta subcultura. El artículo remite a otro de hace más tiempo en Dazed Digital, con menos imágenes pero más profundidad en el texto.

En LensCulture tenemos un artículo del fotógrafo Kenji Chiga, fotógrafo japonés natural de Shiga, que lleva ocho años viviendo en la capital Tokio. Chiga reflexiona sobre el hecho de que a pesar de ser una ciudad extraordinariamente populosa, los círculos de relaciones son pequeños. Es difícil establecer relaciones, hay mucha soledad, y se puede considerar a la capital nipona como el hogar de nueve millones de extraños. El fotógrafo, en un momento dado, utilizó una aplicación de contactos del teléfono móvil para conocer a algunos de esos extraños, no con intenciones románticas, sino para saber quienes son algunos de esos extraños con los que se encuentra habitualmente. Sus fotos se encuentran a caballo entre lo documental y lo conceptual y hacen hincapié en el aislamiento de las personas o en los extraños objetos o situaciones que esconden historias que sólo podemos imaginar.

Otro fotógrafo nipón que me interesó esta semana es Toru Ukai. No recuerdo, no señale correctamente la dirección de la página, dónde encontré la referencia a este fotógrafo. Aunque mucho más irregular en su obra, quizá porque no selecciona con cuidado las fotografías limitando los porfolios a las más significativas, algo muy difícil de hacer, también es un fotógrafo que dirige su mirada a estructuras ocultas de la sociedad moderna. También dirige su mirada hacia la soledad y la separación entre las personas de las grandes ciudades. Pero quizá sean más interesantes sus miradas hacia las estructuras e inaparentes que hacen funcionar, bien o mal, estas ciudades, estas sociedades. Ya digo que me parece más irregular, pero tiene algunas fotografías que me resultan muy sugerentes.

Y termino con una última recomendación colectiva que nos viene también de LensCulture. En uno de sus artículos nos proponen repasar la obra de nada menos que doce fotógrafas japonesas contemporáneas, con una diversidad de estilos e influencias, que hacen plantearse la preguntar sobre si podemos hablar realmente de una mirada femenina, asociada o no a un origen común, o si cada individuo es una mirada propia, indiferente o no al género al que se asigne. En cualquier caso, no he tenido todavía ocasión de repasar a todas estas autoras individualmente. Intentaré hacerlo estos días, y quizá os traiga a estas páginas un comentario sobre las que me han parecido más interesantes.