No tengo muchas recomendaciones para este día de Nochebuena de 2017. La semana ha sido muy atareada en diversos ámbitos, y eso me ha hecho fijarme menos en las noticias que se publicacaban en el mundo de la fotografía. Tampoco tengo mucho tiempo hoy para comentarlas, por lo que intentaré ir rápido.
En cuanto a las fotografías acompañantes, ayer estuve con unos amigos en el alto de Alcubierre, situado en la sierra del mismo nombre que separa los Monegros en una vertiente norte y otra sur. Una mirando a Huesca y los Pirineos, la otra mirando a Zaragoza, el valle del Ebro y el Moncayo. Y un lugar durante más de dos años se estuvieron matando los españoles de forma estúpida por culpa del levantamiento fascista al final de los años 30 del siglo XX. Quedan restos arqueológicos de las trincheras e instalaciones militares en el terreno. En varias ocasiones he visitado las usadas por las milicias leales a la república, en esta ocasión paseamos por la de los fascistas rebeldes a la legalidad vigente.
En el On this Date in Photography nos hablaron hace unos días de las fotografías de Wladimir Schohin, un comerciante aficionado a la fotografía nacido en Helsinki en el siglo XIX y que murió en 1934. Junto con su mujer Nadezhda practicó el autocromo, la primera técnica exitosa de fotografía en color, aunque de difícil generalización comercial. No se se sabe si los de Nadezhda no han sobrevivido o si se atribuyen al marido, pero todos los que existen se han atribuido a este históricamente. Me parecen unas fotografías bellísimas, que nos dan otra imagen de unos tiempos, el salto entre siglos, que siempre imaginamos en blanco y negro.
En Clavoardiendo nos han hablado de un premio a un español. Se trata de Carlos Alba y es uno de los ganadores del Tokyo International Photography Competition 2017. Como muchos artistas jóvenes españoles, reside en el extranjero. Como muchos, en Londres. Y en pocos años ha conseguido exponer un muchos lugares prestigiosos. Habrá que ponerse al día con su obra.
Y otro fotógrafo español que nos traen en esta ocasión en Albedo Media. Se trata de Javier Arcenillas y su exploración del fenómeno UFO (Ovni) en las áridas tierras del sur de los Estados Unidos. Ya sabéis,... Roswell, el área 51 y todas esas memeces. Aunque parece que sólo es una excusa para explorar otras realidades.
Otra que nos llega desde Albedo Media. En esta ocasión se trata del polaco Piotr Zbierski, a quien se acercan desde la referencia de la cantante Patti Smith, quien le dedicó un poema. Tirando de cámaras de baja calidad, de plástico, poco más que juguetes, tipo Holga y similares, nos ofrece una forma distinta de acercarse y ver a los demás.
En Booooooom dedicaron un artículo al porfolio de la fotógrafa basada en Nueva York Alana Celii. Me llamaron la atención sus paisajes, pero cuando se intercalan entre ellos retratos o pequeñas naturalezas muertas tomadas de la realidad cotidiana, toman otro significado, que me acabó de convencer de traerla a esta página. También en Instagram.
Cuando visité Japón, hace ya más de tres años, cómo pasa el tiempo, me llamaron mucho la atención la máquinas de venta de bebidas omnipresentes por toda la geografía del país. En las primeras horas en Kioto les hice varias fotos... pensando que eran cosas llamativas. Pero luego te acostumbras y las ignoras. El fotógrafo Eiji Ohashi, natural del País del Sol Naciente, no se ha cansado de ellas, sin embargo, como nos cuentan en Feature Shoot. Y como buena parte de sus fotografías están inscritas en paisajes invernales nevados, me parece un buen motivo para despedir esta entrada prenavideña.
Llevo un retraso horrible a la hosra de recopilar en estas páginas las series de cartuchos de película instantánea. Creo que con el que presento hoy, que es del mes de septiembre, son cuatro los que tengo recopilados. Uno de ellos todavía no ha empezado a aparecer en mi cuenta en Instagram, por lo tanto en realidad son tres los cartuchos que no han sido presentados de forma agrupada.
Así que sin más demora, y con casi tres meses de retraso desde que se expusieron estas fotos, os pongo el reportaje "instantáneo" de una tarde domingo a finales de septiembre en la sierra de Armantes, cerca de Calatayud.
Cámara: Polaroid Image System SE.
Película: Impossible Project Black and White type Spectra.
Faltan todavía unos días para el comienzo de las fiestas de fin de año. Y como es lógico, unos poquitos días más para la llega de 2018. No obstante, quiero felicitar ya estos días para todos los aficionados a la fotografía, a cualquier nivel. Qué mejor excusa que el Chocoencuentro que anualmente celebra Fotógrafos en Zaragoza, grupo de aficionados a la fotografía (des)organizado en torno a las redes sociales. Inicialmente Flickr, ahora también con presencia en Facebook o en Instagram, por poner unos ejemplos.
En la edición de este año no estuve presente más que un ratito. Lo justo para la fotografía colectiva del año y un paseo por la plaza del Pilar de Zaragoza. No me quedé a la chocolatada posterior. Ya lo sentí,... pero hubo que hacer equilibrios entre la devoción, la obligación,... y la necesidad de descansar un poco de una ajetreada semana. Pero bueno, por lo menos sirvió para saludar y conversar con algunos habituales y con otros que nos vemos de ciento a viento.
Es cierto que en estos encuentros se habla más que se fotografía, lo cual en ocasiones es muy sano. Pero también se hacen algunas fotos. Generalmente con la idea de que sean simpáticas y festivas. En esta ocasión me llevé la cámara de las ocasiones. Cogí la Leica ME y el Zeiss Planar 50/2 ZM e hice una docena de disparos de los que he seleccionado unos cuantos para ilustrar esta entrada. Sigo pensando que a pesar de que esta cámara tiene un diseño que se remonta ya a casi una década, es la que presenta un mejor equilibrio de nitidez y color de todas las que tengo. Aun cuando sea poco competente con luz escasa, ya que no oso subir de ISO 1250 la sensibilidad del captor. Particularmente, con el Planar, me parece la mejor de mis combinaciones de cámara y objetivo, sólo igualada o superada cuando le coloco el Summicron 35/2 ASPH.
En fin, no me enrollo más. Simplemente, aprovechar la ocasión y las imágenes festivas para felicitar las fiestas y el año nuevo a todos los amantes de la fotografía. Y en general a todas las personas que alcancen a leer estas líneas.
Y por supuesto, aunque ayer fuese un día para charrar más que para fotografiar,... no os olvidéis que la mejor forma de celebrar la afición o el amor por la fotografía es viendo y haciendo fotos.
Esta semana no le he podido dedicar mucho tiempo a la fotografía. He estado atareado con una diversidad de cosas, y el fin de semana también he tenido una agenda muy apretada. Estas recomendaciones de hoy las voy a resolver de forma muy telegráfica. Como no "he producido" nuevas fotografías recientemente, acompañaré la entrada de hoy con alguna interpretación en blanco y negro de fotografías del viaje a Corea del Sur que hasta ahora sólo he trabajado en color. Vamos pues, brevemente, a mis recomendaciones de esta semana.
Raoul Hausman fue un artista austriaco muy polifacético, y se adscribe con caracter general al movimiento dadaista, del que también renegó. Lo cual también es muy dadá. Muy experimental, me interesan especialmente sus collages. Nos lo han recordado en Cada día un fotógrafo/Fotógrafos en la red.
Di en conocer recientemente la página Photography of China, que me pareció muy interesante. También tiene un canal en Youtube al cual me he suscrito. Os dejo un vídeo sobre las fotografáis de Luo Bonian, un fotógrafo aficionado muy interesante de los años 30.
En Another Magazine apareció un artículo dedicado a la California School of Fine Arts, donde estudiaron muchos buenos fotógrafos de la segunda mitad del siglo XX y donde enseñaron algunos de los más emblemáticos fotógrafos americanos de ese siglo. Puede ser interesante conocer a quienes estuvieron vinculados a esta escuela.
Alex Prager es una fotógrafa muy interesante con sus coloridas fotografías no espontáneas, escenificadas, que involucran en ocasiones a verdaderas multitudes. Nos la han recordado en Booooooom. La podemos seguir también en Instagram.
En el blog de HLDKY hemos podido ver los desolados paisajes, de naturaleza distópica o postapocalíptica, del francés David de Beyter. Otro fotógrafo que convendría conocer mejor.
En la cuenta de Instagram de Fotografiska me ha llamod la atención de alguno de los paisajes del sueco Marcus Nyberg (instagram). Hoy están saliendo bastantes paisajistas. Aunque no es el único género que cultiva este fotógrafo, que también realiza mucho trabajo comercial.
Y más paisajes que nos llegan desde Booooooom. En este caso de Brian Kelley, fotógrafo basado en Brooklyn, con lo que lo tiene difícil para acceder a majestuosos paisajes naturales. Pero lo hace. En su página web hay sobre todo trabajo comercial. Pero Instagram es otra cosa, mucho más dedicado al paisaje.
Y terminaremos con una recomendación que nos llega desde American Suburb X. Esta página siempre nos propone trabajos más contemporáneos y en vanguardia. En esta ocasión, el de Kensuke Koike, que además de la cámara de fotos, utiliza el hoja del cúter con precisión geométrica para reinterpretar las imágenes.
Comenté ya hace unos días que íbamos a realizar esta excursión, al Taller Escuela de Cerámica de Muel, en el ámbito de los aficionados a la fotografía con película tradicional de la Asociación de Fotógrafos de Zaragoza AFZ. Este taller escuela pertenece a la Diputación Provincial de Zaragoza y tiene como misión el mantener la tradición del trabajo de la cerámica en esta población cercana a la ciudad de Zaragoza en el valle del río Huerva, así como promover la investigación y la docencia en estas materias. El pasado día 6 de diciembre, día festivo a nivel nacional, era día de puertas abiertas de esta institución y pudimos pasar la mañana dedicados a nuestra actividad preferida, la fotografía con película fotoquímica tradicional; pero también, quienes se animaron, probando sus habilidades como artesanos alfareros.
Aquí me centraré en las cuestiones fotográficas. Llevamos para todos los participantes en la excursión una buen número de carretes reciclados con película Kodak T-Max 400 procedente de un par de rollos de 30,5 metros enajenados de una escuela de formación profesional que ya no enseña los procesos fotoquímicos en sus titulaciones de imagen y sonido. Todo se centra ya en el electrónica digital.
Dado que una buena parte de la visita se iba a desarrollar en interiores, la mayor parte de nosotros decidimos exponer la película a un índice de exposición IE superior a la sensibilidad nominal de la película. En mi caso, tras una evaluación inicial de las condiciones del lugar, decidí que un IE 800 sería suficiente. Sólo un paso por encima de la sensibilidad nominal de la T-Max 400.
No lo he dicho, pero el equipo que llevé fue la Pentax MX, una cámara que es muy fiable en su funcionamiento así como en la precisión de su fotómetro incorporado, con tres objetivos; SMC-M 28/3,5, SMC-A 50/2 y SMC-A Macro 100/4. La sensibilidad nominal hubiese sido suficiente para exponer todo el reportaje salvo para la utilización del 100 mm, que por su escasa luminosidad máxima y por la necesidad de mantener una velocidad de obturación de al menos 1/125 para evitar fotos trepidadas. Con los otros dos objetivos la combinación de f/4 y 1/60 s, o f/5,6 y 1/60 s fueron las habituales. En caso de necesidad, con un IE 400 hubiese podido usar el 50 mm a f/2,8 y 1/60 s, y el 28 mm a f/3,5 y 1/30 s.
Así pues, con índices de exposición que oscilaban entre el 800 y el 1600, la consecuencia inmediata es que el revelado había de ser forzado, con el fin de resituar en su densidad correcta al menos las luces y los tonos medios de la escena. Es difícil que los negros profundos, si se subexponen, se recuperen con el revelado forzado. Recordamos que denominamos revelado forzado al incremento en la duración del tiempo de revelado para una combinación dada de película y revelador y para una determinada temperatura de revelado con el fin de aumentar el contraste final del negativo, lo que nos permite usar la película con una exposición inferior a la recomendable para su sensibilidad nominal.
Yo había probado previamente el forzado de la película con Rodinal (o similar), y no presentaba mucho problema, aunque había que tener mucho cuidado de proteger las sombras y darles suficiente exposición, si estas ocupaban una parte importante de la escena.
Sin embargo, para esta ocasión, iba a usar un revelador que para mí era un incógnita, porque nunca lo había usado. Se trata del Kodak T-Max Developer, desarrollado por la marca de Rochester como solución para estas películas modernas de grano tabular. Lo de modernas es un decir, puesto que llevan en el mercado más de 30 años... Yo nunca fui aficionado a las T-Max en los años 90 cuando usaba con frecuencia la película en blanco y negro, porque eran engorrosas de usar. Había que tener más cuidado al revelarlas, necesitaban de un fijado prolongado, y de un lavado también prolongado con el fin de eliminar todo tipo de sustancias que podían comprometer la calidad o la durabilidad del negativo. Por ello, en caso de preferir películas de grano tabular optaba por las Delta de Ilford que, gozando de ventajas similares, se podían procesar con la misma comodidad que las películas convencionales de grano cúbico.
El T-Max Developer que tengo fue un regalo de alguien que no lo iba a usar. Me llegó en botella cerrada herméticamente y dentro del periodo recomendado de utilización. No está caducado. Después de leer la documentación me encontré con que Kodak recomienda revelar con los mismo tiempos la T-Max 400 tanto si se expone a su sensibilidad nominal como si se expone a un IE 800. Afirma Kodak que la película tiene latitud suficiente para admitir este tratamiento, y que el resultado a IE 800 son negativo algo menos contrastados que a su sensibilidad nominal. Pero me encontré discrepancias... pequeña pero existentes. En algún caso se hablaba de 6' 45" para una dilución de 1+4 a 20 ºC, y en otros de 7' a igual concentración y temperatura. Al mismo tiempo, pude leer algún comentario que consideraban estos tiempos insuficientes.
Después de mucho pensar, decidí aceptar el procesado a 1+4 durante 7' a 20 ºC.
Los resultados, que es lo que importa,... Andaba yo muy despistado sobre la naturaleza de estas películas. Y más después de la prueba con Rodinal. Esperaba una gradación de tonos más suave y progresiva. Las imágenes ciertamente tienen una buena gradación de los grises, pero el contraste es alto. Incluso si Kodak afirma que con una subexposición de un paso este es menor. Supongo que el Rodinal, al ser un revelador compensador, amortigua el contraste. Pero bueno... La conclusión a la que llego es que a esta película le sientan mejor los interiores con luz suave o los motivos a la sombra, uniformemente iluminados, que los exteriores soleados o las iluminaciones intempestivas, duras.
Por otro lado, la subexposición de un paso con el revelado normal provoca que en las situaciones de más contraste las sombras se empasten con cierta facilidad. Si su relevancia en la escena no es notable, no pasa nada. Pero en pleno invierno, con la gente vistiendo ropas oscuras,... mal rollo. Y si luego intentas resolverlo en al digitalizar el negativo... pues el grano que es muy moderado para la sensibilidad, se hace muy presente. Una vez más insistir en el concepto. Si las sombras y los tonos más oscuros son relevantes en la foto, hay que protegerlos dándoles una exposición suficiente.
Y ya que menciono la digitalización, como he dispuesto de poco tiempo estos días, los negativos los he escaneado en el Epson V600 Perfection Photo. Aunque el tiempo de digitalización por fotograma es mayor que con la cámara digital y el macro, cierto es que al digitalizar por lotes, puedes hacer otras cosas mientras tanto. Y sale a cuenta. A cambio, la resolución conseguida es mucho menor. Y la T-Max 400 me ha recordado por qué prefiero Ilford u otras marcas... la estabilidad dimensional de las películas de Kodak es lamentable, y en algún caso entrán en contacto la superficie curva de la película con el cristal del escáner produciéndose el patrón de interferencia conocido como anillos de Newton. Más adelante, con tranquilidad, digitalizaré las mejores con la cámara digital.
Sin más os dejo con algunas fotos de los participantes. Tanto los del club de las Canon A-1, como quienes se animaron a colgar la cámara y dedicarse un rato a la cerámica.