La película Bergger Pancro 400 me gusta bastante, y desde que salió al mercado hace poco más de un año para sus presentaciones de 35 mm y tipo 120, la he usado de vez en cuando. Con frecuencia la uso para llevar en la cámara cuando paseo por la ciudad, generalmente cargada en la Fujifilm GS645S Wide 60, un conjunto que me resulta agradable para paseos ciudadanos.
Aunque hay no pocos que proponen una sensibilidad efectiva más baja que el ISO 400 de su sensibilidad nominal, a mí me gusta usar esa sensibilidad nominal, y conseguir unos negro profundos. Que hasta el momento nunca me han quedado empastados y sin detalle.
Nunca hasta la fecha había utilizado un revelado desatendido, ni con Kodak HC-110 ni con Rodinal, sus clones o derivados.
Como ya habéis visto estos días atrás, en pocos días se me acumularon varios carretes, cada uno de su padre y de su madre, un Ilford Delta 100, un Fujifilm Neopan 100 Acros, y el Bergger Pancro 400 del que os hablo aquí. Y tenía poco tiempo para dedicarles al revelado y procesado. Así que tiré por la del vago, y decidí meterlos todos en una sopa de Adox APH 09, con una dilución 1+100, a una temperatura entre 20 y 21 ºC. Se procede a continuación a un revelado desatendido, es decir con una agitación mínima. Treinta segundos iniciales de suaves inversiones, y luego dejar estar quieto durante una o dos horas sin agitar, salvo un par de inversiones a mitad de ese periodo para evitar irregularidades. El objetivo es conseguir un revelado compensador, en el que las luces agoten enseguida el revelador vecino y no suban más allá de la cuenta, que no se empasten, mientras que las sombras, con mucha menos plata tengan a su disposición revelador durante todo el tiempo, revelándose a fondo. El Adox APH 09 os recuerdo que comparte la fórmula que usaba Agfa para el Rodinal hasta la Segunda Guerra Mundial. Se revela con las mismas técnicas y los mismo tiempos. Y yo soy incapaz de distinguir los resultados de esta fórmula con respeto a otras clónicas o derivadas del Rodinal. Y es muy barato.
Para estos paisajes urbanos o suburbiales, coloqué ante el objetivo de la GS645S un filtro rojo nª 25. Como tiene un diámetro de filtro de 49 mm, es un filtro que me sirve para esta cámara, para los objetivos más habituales de las Pentax, con un adaptador 49-46 mm para varios objetivos del sistema micro cuatro tercios. Y con tal de no usarlo con grandes angulares, con un adaptador 49-52 mm, con objetivos de otros sistemas que tengo por ahí. En cualquier caso, en esta ocasión me ha servido para dar más profundidad a los cielos, y una mejor separación entre esos y las nubes, o entre estas.
En cuanto a los resultados... sensaciones mixtas. La gradación tonal que he obtenido me parece satisfactoria. Si de por sí la Pancro 400 no es una película excesivamente contrastada, el revelado compensador proporciona una gradación bastante lineal de los tonos. Quizá sea cierto que le sienta mejor un índice de exposición un poco superior, digamos IE 320 o inlcuso IE 250... pero como ya he dicho, me gustan las sombras más profundas, y con IE 400 no se bloquean. Así que seguiré fiel a este índice de exposición.
Donde ya no estoy tan contento es en el grano de la película. Entendámonos, estamos ante una película cuya sensibilidad nominal es ISO 400. Y estoy usando un derivado o clónico del Rodinal. Así que no puedo esperar el grano más fino posible para esta película y estas condiciones. Pero dicho lo cual, creo que el revelado que le he practicado a una Pancro 400 en el que el grano ha sido más aparente. No desagradable; es regular y homogéneo, pero muy aparente. Especialmente, como es natural en las grandes extensiones de tonos uniformes. Lo cierto es que una película de ISO 100 con un filtro amarillo, para no perder tanta luz, me hubiera dado las mismas condiciones de exposición, y un grano mucho más discreto, como me sucedió con la Fujifilm Neopan 100 Acros. Teniendo en cuenta que el filtro amarillo que usé con la Acros resta un paso de exposición, el índice de exposición efectivo fue de 50 para una película de ISO 100. Como el filtro rojo que usé con la Pancro 400 resta tres pasos de exposición, el índice de exposición efectivo para esta fue también de 50. Evidentemente, hay diferencias estéticas entre el uso del filtro rojo y el amarillo. Cada cual tiene que valorar lo que le conviene. Para mí, ese índice de exposición efectivo de 50 es lo mínimo para ir sin trípode. Contando con que si baja la luz por nublados y tal, o porque me muevo por entre calles, le puedo quitar el filtro y recuperar luz.
Los resultados globales no están mal. Pero confirman la tendencia observada, y también leída en diversas fuentes, de que el revelado desatendido con Rodinal, clónicos y derivados se lleva mejor con las películas de sensibilidad media-baja. De ISO 125 hacia abajo. Y bien expuestas, sin riesgos de subexposición. Ahora sólo dispongo de Adox APH 09 en casa, pero me estoy planteando mantener una reserva de algún otro revelador tipo Ilford DD-X, Kodak TMax Developer o Ultrafin T-Plus o similares. Ya veremos. Es que el Rodinal y el Kodak HC-110 son tan cómodos y eternos...
Esta tarde ha sido una "catástrofe". De todo lo que he pensaba hacer no he hecho casi nada, paradójicamente no he parado de hacer desde que me he desamodorrado después de comer, tras una mañana de paseo buscando aves que fotografiar en el Parque del Agua de Zaragoza. De eso os hablo otro día. En fin, que casi no me queda tiempo para estas recomendaciones semanales, así que trataré de ir rápido.
Las fotos... bueno... las rosaledas del Parque Grande de Zaragoza ya se han puesto coloridas, y como siempre llevo una cámara a mano cuando me doy una caminata por allí... Las fotos son de un par de días distintos. Algunas con mi nueva Panasonic Lumix G9 al que le puse el soviético Helios 44-2 58/2 con un adaptador, y otras con mi pequeña y fiel Leica D-Lux, que no deja de ser otra Panasonic nipona disfrazada de alemana.
Noticias luctuosas diversas. Reporteros sin fronteras (Reporters without Borders) nos informó, como otros medios, de brutal ataque de un suicida con una bomba en Kabul que mató a 9 periodistas. Entre ellos el fotógrafo jefe de la agencia AFP en Kabul, Shah Marai, como nos informan en Petapixel. Dejo aquí como homenaje al fallecido un vídeo con su trabajo. Y una reflexión sobre el acoso y el retroceso a la libertad de expresión y de prensa en todo el mundo. En todo. También en el "democrático" occidente. ¿O es que no leéis la prensa para enteraros?
Menos dramática ha sido la muerte de Ninalee Allen Craig "Jinx", que tenía ya sus buenos 90 años. Jinx no era fotógrafa; era profesora y escritora de publicidad. Pero está indefectiblemente unida a la historia de la fotografía por la serie de fotografías que le tomó Ruth Orkin durante un viaje por Italia, alguna de ellas bastante conocida, de esas que llaman icónicas, como la que nos muestran en aCurator. Vedlas en el enlace anterior. Son divertidas. Señal de dos jóvenes divirtiéndose en un viaje por Italia.
Ha empezado mayo de 2018. Lo cual implica que hace 50 años del mayo más famoso, el de 1968. Una de las revoluciones más fallidas que ha conocido la historia, porque mira tú a que retrocesos nos ha llevado en los últimos años los que eran jóvenes estudiantes en aquel entonces, bien aburguesados y convenientemente integrados en el sistema. Pero en Magnum Photos nos recuerdan la efeméride con el aporte de las fotografías de Bruno Barbey.
Cada vez menos, pero todavía quedan hibakusha, los supervivientes de la primera bomba atómica en Hiroshima. Y en LensCulture nos ofrecen una bella serie de retratos de estos supervivientes realizada por la fotógrafa nipona nacida en Osaka Haruka Sakaguchi. Muy bellos retratos.
El British Journal of Photography nos trae de nuevo un trabajo de la también británica Laura Pannack, fotógrafa que les es muy querida, y a mí también, puesto que me gustan mucho sus series de retratos. Y en esta ocasión ha puesto su Hasselblad al servicio de las víctimas del Brexit. En concreto, fotografiando parejas multiculturales, multinacionales o multiétnicas, que pueden verse afectadas por la xenofobia asociada a este desgraciado acontecimiento. Me parecen de una sensibilidad y una creatividad magníficas.
Si hay un género fotográfico que me gusta es el que recoge el impacto del ser humano sobre el paisaje. Ese paisaje habitualmente alterado por la acción humana, pocas veces para bien. Pero que en general marca el carácter de civilizaciones y culturas. Hay varios artículos esta semana que recogen este concepto de una u otra forma.
En LensCulture nos traen el trabajo de Michele Palazzi "Finisterre", a caballo entre lo documental y lo imaginario, un conjunto de imágenes crepusculares del occidente ibérico, del final de la tierra europea, que representa el efecto de la Unión Europea sobre las comunidades rurales del continente.
En el Bristish Journal of Photography nos traen una visión de la desolada isla de Pitcairn, una de las más alejadas de todas partes que hay en el mundo, donde sobreviven mal que bien los descendientes del motín del Bounty. Un duro retrato físico y humano de Rhiannon Adam.
En Lenscratch nos ofrecen una serie de paisajes urbanos o suburbiales crepusculares de sabor muy norteamericano, un homenaje a la arquitectura de las estaciones de servicio y áreas de descanso californianas, relaizado por Ashok Sinha.
También muy crepusculares y muy americanos son los paisajes de las ferias ambulantes que nos traen en LensCulture, y que han sido recogidos por Pamela Littky.
Y también muy crepusculares, pero en esta ocasión británicos, son los paisajes de ciudades británicas que nos muestran en Creative Boom, realizados por Simon Buckley. Muchas cosas en común con algunos de los anteriores, en su concepción y presentación.
Y más paisaje crepúscular. También desde LensCulture, que le tienen cogido el gusto. Y esta vez muy frío. Las noches polares en Murmansk. Notables paisajes, entre la belleza del paisaje ártico y la degradación industrial. Y se lo debemos a Simon Roberts.
Pero si con lo anterior no tenéis suficiente, o si pensáis que mi selección no es muy buena, en Dazed Magazine nos dicen cuáles son "las únicas fotos que necesitáis ver del último mes". Una selección que pasa por fotógrafas consagradas y por nuevos talentos. Es interesante. Quizá mencione algunos de estos trabajos la semana que viene.
Hace unas semanas, Fujifilm anunció que había cesado la fabricación de la película negativa en blanco y negro Neopan 100 Acros, y que esta permanecería en venta hasta que se agoten las reservas fabricadas, lo cual se estima que puede suceder en algún momento del otoño de este año. Luego siempre hay un goteo de lotes de esta película que algunos han acaparado y aprovechan para vender a mayor precio.
Esta es una película que conocí hace pocos años, y que me gustó mucho. Por distintos motivos. Me parece una lástima que vaya a desaparecer. Pero la compañía japonesa, que podría ir pensando en cambiar el nombre por estar poco comprometido con la realidad, ha dejado de interesarse por la fotografía con película tradicional. A pesar de que sean las emulsiones fotoquímicas las que más beneficios le dejan, más que sus afamadas cámaras de la serie X, bajo la forma de película instantánea Instax.
Los motivos por los que me ha gustado esta película durante el tiempo en que la he usado se pueden resumir en los siguientes puntos:
Tiene un grano muy fino y una excelente nitidez.
Disfruta de una excelente gradación tonal.
Hay quien propone exponerla a un índice de exposición de 80 o 64 en lugar de su sensibilidad nominal ISO 100; pero a mí me gustan los negros profundos cuando se utiliza a este índice de exposición. Y nunca se me han bloqueado las sombras.
Apenas se ve afectada por el efecto Schwarzchild, por lo que es ideal para largas exposiciones. Cuando pasas de unos segundos de exposición, en realidad es como tener una película más sensible que las de ISO 400 e incluso 1600. Ideal para fotografía estenopeica o nocturna. Conservando la finura de grano.
A pesar de que se trata de una película de tecnología moderna, como las T-Max de Kodak o las Delta de Ilford, la he revelado con reveladores comunes como el Kodak HC-110 o las diversas versiones de la fórmula del Rodinal con buenos resultados.
Pero todas estas excelentes cualidades dan igual porque va a desaparecer. Y cuando Fujifilm condena un producto lo hace a conciencia. No tolera traspasar la tecnología a nadie para seguir manteniendo el producto. Como sucedió con las películas instantáneas compatibles con las cámaras Polaroid para pelícutla tipo peel apart. Por lo tanto, habrá que olvidarse de ella y pasar a otros productos.
Hasta hace unas semanas, en mi nevera quedaban todavía cinco rollos o carretes de Neopan 100 Acros; cuatro carretes de 35 mm y un rollo de formato 120. Este último ya lo he expuesto. Se acabó para mí la Acros en formato medio.
Este último rollo de formato medio lo he expuesto en las últimas semanas en un par de ocasiones. Cuando fuimos a volar los drones al polígono industrial de Botorrita y durante un paseo o caminata una tarde de buen tiempo en Zaragoza, en vísperas de las importantes avenidas del Ebro que se produjeron poco después. La usé con la cámara Fujifilm GS645S Wide 60 y un filtro amarillo para mejorar el contraste en los paisajes; la película tiene características de ortopancromatismo y recoge bien todo el espectro visible hasta los rojos ligeros. Rojos netos y profundos quedarían fuera de su espectro de sensibilidad. Según su hoja técnica, su sensibilidad cromática llega en los tonos cálidos hasta los 630 nm o así.
En estas ocasiones, la película ha confirmado una vez más las características que se le suponen y que he descrito antes.
Como demostración de su buena tolerancia a todo tipo de revelado, como estos días he andado con poco tiempo, y tenía varios rollos para revelar de distintas marcas y tipos, decidí revelarlas todas juntas con Adox APH09, cuya fórmula es la del Rodinal hasta los años 40 del siglo XX, a una concentración de 1:100 y temperatura de entre 20 y 21 ºC, con un revelado parcialmente desatendido. Con este tipo de revelado, la temperatura no necesita ser ajustada con tanta precisión como en otros, aunque conviene tener cierta disciplina a la hora de situarla en el entorno de los 20 ºC. La idea era realizar una agitación suave durante los primeros treinta segundos, y dejar actuar la solución durante una hora, con un par de inversiones a mitad de ese periodo. Pero como andaba ocupado con otras cosas, y no me puse la alarma, a lo que me dí cuenta llevaba 65 minutos de revelado y no había realizado las inversiones preventivas para una homogeneidad del revelado a la media hora. Así que las hice, y lo dejé 40 minutos más.
El resultado es bueno. Cada vez me convenzo más que este tipo de revelado es especialmente adecuado con películas de sensibilidad media o media baja, ISO 125 o menos, correctamente expuestas.
¿Y cual puede ser la alternativa? Pues en a lo largo del último año, sin saber que iba a desaparecer del catálogo de Fuifilm esta película, he probado una variedad de películas que pueden ser interesantes. Si tuviera que elegir entre las de sensibilidades similares, la cosa estaría entre las Ilford FP4 Plus y Delta 100 y la Rollei Retro 80S. Por su sensibilidad extendida al infrarrojo cercano, de esta última voy a tener habitualmente una cierta reserva de película, pero la utilizaré con el filtro IR72. Entre las dos del Ilford, aunque tiene un carácter distinto que la Acros, la que me gusta más es la Delta 100. Tiene una sensibilidad espectral parecida, sufre en menor medida del efecto Scharzschild que la FP4 Plus, por lo que es más conveniente para exposiciones largas, y tiene un grano más fino.
También hay quien me ha sugerido la Ilford Pan F, ISO 50, y las Rollei RPS 25 u Ortho 25 Plus, ISO 25. Pero por su baja sensibilidad, son más exigentes, especialmente si filtras la luz para control del contraste con filtros de colores, perdiendo entre uno y tres pasos de sensibilidad, según el color del filtro. Así que de momento podréis esperar verme usando la Ilford Delta 100. Porque además tengo la intención de disminuir la variedad de las películas que voy a utilizar, con el fin de conseguir más homogeneidad de resultados, y aprender a controlar los mismo con más consistencia.
Este domingo pasado 29 de abril es el día en que algunos entusiastas decidieron que fuese el Worldwide Pinhole Photography Day, día mundial de la fotografía estenopeica. Y por lo tanto, aunque la mañana de ese domingo no prometía mucho, con un nublado que ofrecía una luz bastante modorra.
No obstante, aunque de forma un poco precipitada, cogí una de mis cámaras estenopeicas para película negativa tradicional de formato medio, la Ondu Pinhole 6x12 Multiformat, la ajusté a fotogramas de 6 x 9 cm, aproximadamente, y la cargué con un rollo de formato 120 de Ilford Delta 100.
Y con eso, salí a la casa, rogando para que el día se comportase y no empezase a llover. O por lo menos, no demasiado.
Con el día nublado, para un estenopo que me ofrece el equivalente a una apertura f/135, los tiempos de exposición que me indicaba la aplicación para medir la luz instalada en el iPhone oscilaban entre un segundo y cuatro segundos. Como la Delta 100, si la velocidad de obturación desciende del medio segundo, se ve afectada apreciablemente por el efecto Schwarzschild, los tiempos de exposición oscilaron entre los 4 segundos y los 12 segundos. Siendo lo más frecuente entre los 8 y los 12.
Observaréis que las calles parecen vacías de gente... pues no. Sí que había gente. Pero moviéndose. Y dado que los tiempos de obturación eran largos, no aparecen impresionados en los negativos. En la siguiente foto había al menos cuatro personas que se dirigían hacia mí y me miraban con curiosidad mientras hacía la foto.
Las fotografías están tomadas todas con la Ondu Pinhole sobre un trípode en el que se corregió mediante el nivel de burbuja incorporado cualquier desviación de la horizontal, con el fin de evitar líneas convegentes y con el fin de afinar en la medida de lo posible la composición. Las Ondu Pinhole no tienen ninguna ayuda a la misma. Carecen de visor o cualquier otro dispositivo, así que hay que encuadrar a ojo. El uso de un trípode ayuda mucho a evaluar la posible composición. Eso, y estar familiarizado en el ángulo de visión del estenopo.
En la fotografía siguiente, sí que aparecen unas personas. Unas niñas y adolescentes que me vieron hacer la foto y se pararon para no molestar. No pensaban que pudieran entrar en el encuadre donde se pararon. Mientras, el semáforo se puso verde para los coches, y por ese paso pasaron cuatro de ellos mientras hacía la foto, de los cuales hay cierta estela de una furgoneta blanca que pasó.
Para finalizar, decir que el revelado lo hice con Adox APH09, que es una fórmula antigua del Rodinal y que se utiliza igual que este. Como últimamente tengo poco tiempo, y tenía tres rollos distintos, cada uno de su padre y de su madre para revelar, opté por el revelado del vago, un revelado desatendido a una concentración del revelador de 1:100 a una temperatura de entre 20 ºC y 21 ºC. La intención era dejarlo revelar durante una hora, con una agitación suave en los primeros 30 segundos y un par de inversiones a la media hora. Pero estuve entretenido reservando billetes de avión para las vacaciones... y al final se pego 65 minutos antes de darle el par de inversiones. Así que lo dejé 40 minutos más para evitar irregularidades en el revelado después de las inversiones. No ha quedado nada mal. Últimamente voy confirmando que este tipo de revelado le sienta mejor a las películas de sensibilidad baja o media baja, que a otras. Y la gama de tonos no está mal. Ajustes mínimos de contraste en el procesado digital tras escanear los negativos con el Epson Perfection V600 Photo.
Ha sido una semana extraña. Corta, laboralmente hablando por la fiesta regional del lunes, pero intensa. Con diversidad de noticias que señalan de forma grave el divorcio entre la sociedad civil del país y sus poderes públicos, especialmente el ejecutivo... que ya era bien conocido, y de forma grave, el judicial. Con sentencias que resultan absolutamente incomprensibles, y que señalan los muy diferentes valores éticos que predominan en el conjunto de la sociedad y los que predominan entre la judicatura. Los jueces están quejosos por las protestas y los reproches que la sociedad les hace y piden respeto. Pero en la torre de marfil en la que parecen instalados, imperfecta torre de marfil de expedientes interminables y retrasos en la administración de justicia, siguen sin reflexionar de donde viene este divorcio.
No obstante, también ha habido tiempo para la fotografía. He hecho pocas. He trabajado, por primera vez, el proceso de elaboración de un fanzine fotográfico, ya os hablaré de ello. Y me llegaron los resultados de un par de carretes en color recientemente revelados. Aunque uno, del que ya os hablé, date del 5 de marzo, y el otro, que utilizaré para ilustrar esta entrada, sea de febrero. Fotos realizadas con la Leica Minilux y película Fujicolor Superia Xtra 400.
Y hoy es el día de la fotografía estenopeica... a ver si tengo tiempo esta mañana de hacer algunas fotos con alguna de mis cámaras.
En el mundo de la fotografía internacional, la noticia más destacada ha sido el fallecimiento, a una edad relativamente joven, del fotógrafo francoiraní Abbas (1944 - 2018). Un fotógrafo de larga trayectoria que ha sido testigo de muchos acontecimientos que no dudaremos en calificar de históricos. Es muy conocido, y es probablemente el trabajo por el que más se le ha recordado estos días, por sus reportajes documentando la revolución islámica en Irán. A mí me gustan más los reportajes, más pausados, estéticamente más cuidados, y con notable profundidad, que dedica a documentar las manifestaciones de las principales religiones en el mundo, especialmente las abrahámicas en un principio, pero dedicando también importantes espacios al budismo y al hinduismo. Un fenómeno, el religioso, que sigue siendo fuente de conflictos en un siglo, el XXI, en el que el conocimiento adquirido por la raza humana hace tiempo que tendría que haber puesto sordina a los dogmas irracionales de la visión del mundo de los teócratas o aspirantes a serlo.
El martes fue el aniversario del desembarco de tropas de la entente en la península de Gelibolu, más conocida por su nombre griego de Gallipoli. Además de ingleses y franceses, un gran número de tropas eran de origen australiano y neozelandés, países que en aquellos momentos eran más bien vistos como extensiones británicas que otra cosa. Pero aquel desastre en el que tantos jóvenes de esos países perdieron la vida o quedaron gravemente dañados física y psicológicamente sirvió para generar un sentimiento nacional diferenciado de su antigua metrópoli británicas. Y desde entonces se celebra el día ANZAC, nombre que recibió el cuerpo expedicionario con tropas de esos países (Australian and New Zealand Army Corp). Curiosamente, muchos de los documentos fotográficos de aquel desastre impulsado por Winston Churchill fueron tomados por los propios soldados. Kodak sacó al mercado por aquel entonces un pequeña cámara, la Vest Pocket Kodak, que admitía película de formato 127, de 46 mm de ancho, y que permitía según la cámara, realizar negativos de 4 x 3 cm, 4 x 4 cm, 4 x 6 cm, o 4 x 6,5 cm. Este último era el formato de la Vest Pocket, o sea que con un tamaño contenido, se podían tomar fotos de cierta calidad por la información recogida, a pesar de las limitaciones de la cámara. Lo curioso es que se publicitó como la cámara del soldado... como si estos se fueran de vacaciones o de campamento con alegres compañeros y no a servir de carne de cañón. Nos lo han contado en On this Date in Photography. El día ANZAC también recuerda a los fallecidos en otros conflictos, como la Segunda Guerra Mundial, en la que especialmente los australianos vieron amenazado su territorio por la belicosa actitud del Imperio del Sol Naciente.
En Magnum Photos han dedicado también un artículo a uno de los más notables trabajos de Bruce Davidson, y uno de los más tempranos, puesto que lo realizó con solo 24 años, demostrando una madurez inusual. Se trata del reportaje que realizó del mundo del circo, con una intimidad y una profundidad pocas veces vista en un mundo que ya se desvanece tal y como era conocido en aquellos momentos.
Como he comentado al principio, el mundo de la política está convulso desde hace un tiempo. Y se suceden las noticias que aumentan el divorcio entre la sociedad y los poderes públicos, como los chanchullos de la ya cesada presidenta de la Comunidad de Madrid, de cuyo nombre no quiero acordarme. Con gran tino, en el grupo de Facebook de Full Frame, alguien desempolvaba una iniciativa del diario El País hace tres años en vísperas de las elecciones que auparon a la presidencia a la energúmena en cuestión. En ella, el prestigiado fotógrafo Alberto Schommer retrataba a una serie de políticos, candidatos a alcaldías y presidencias en la Comunidad de Madrid, mostrando sus manos abiertas como símbolo de limpieza, de que nada tenían que ocultar. Una de aquellas políticas,... la energúmena en cuestión. Qué peligrosas son las declaraciones tajantes. Y cómo ha ido perdiendo este medio de comunicación su visión y capacidad crítica. Otro divorcio entre poderes y sociedad, el de los medios de comunicación. Cada vez más preocupados de defender intereses particulares que de informar verazmente a los ciudadanos.
Vayámonos por otros derroteros. Fotografía y performance. La fotografía como medio de inmortalizar otras formas de expresión del arte contemporáneo. Y en Cross Connect Magazine nos han mostrado la obra de Li Wei (inaccesible en estos momentos; mientras, probad en Very Private Gallery para apreciar más ejemplos de su obra o el Facebook del artista) (instagram), inmortalizando en fotografías las performances de personas y personajes de la China contemporánea en actitudes levitantes sobre escenarios urbanos, que implican no poco grado de reflexión y crítica social.
Otra forma de performance con reflejo fotográfico es cuando el artista adopta caracterizaciones y se fotografía a sí mismo en esos papeles. Hay numerosos ejemplos de esta forma de expresión, muy querida de artistas mujeres. El último ejemplo nos llega desde Cada día un fotógrafo/Fotografos en la red, y se trata de la austriaca Irene Andessner.
Volviendo a la cultura china, una mezcla de sensualidad femenina, pero también de sensación de soledad y alejamiento son los retratos, muchas veces parciales de Yuan Tang, que realiza a mujeres chinas que viven en Nueva York, alejadas de sus familias y sus orígenes. Y teniendo que afrontar los prejuicios de sus orígenes, aun en la ciudad cosmopolita por excelencia. Retratos realizados exclusivamente con película tradicional. Nos lo mostraron en Booooooom.
En Líneas sobre arte, una recomendación que también vino del grupo Full Frame, nos hacen un comentario sobre una fotografía de 1993 de Jeff Wall, una fotografía que es un montaje a partir de más de cien instantáneas distintas, no necesariamente tomadas por el artista, y que actualiza una obra clásica de Hokusai, una de las treinta y seis vistas del monte Fuji. Wall es un un fotógrafo conceptual que principalmente trabaja la fotografía escenificada, aunque dando la impresión de ser una fotografía espontánea, y con frecuencia se inspira en pintores clásicos. Sus obras suelen mostrarse en gran formato y en forma de transparencia retroiluminada, y tienen un fuerte compromiso social.
Y por último, me llamó la atención el artículo en Yorokubu sobre el uso del flash en fotografía. Especialmente el flash directo, el que está montado sobre la cámara. Un elemento que es considerado agresivo, casi violento por parte de muchas personas, y que es a partes iguales odiado y amado por distintos fotógrafos. Yo lo uso en escasísimas situaciones, pero hay fotógrafos que lo usan sistemáticamente. Me ha parecido una reflexión interesante.