Ayer regresé de unas cortas vacaciones por Italia, y es momento de ir, poco a poco, comprobando lo que han dado de sí fotográficamente. No iré en un orden lógico; ni cronológicamente ni según ningún otro criterio. Iré elaborando artículo según los lugares, los motivos o los temas. Y este primer esta dedicado a uno de los lugares de Génova que más poderosamente me han llamado la atención. Se trata del CEMENTERIO MONUMENTAL DE STAGLIENO, un lugar en el que se mezcla el culto a la muerte y los muertos propios de la religión católica, la religiosidad propiamente dicha, la vanidad del ser humano incluso ante la muerte, la ostentosidad del rico burgués y, aquí y allá, extraños ejemplos de sensualidad y voluptuosidad salidos de las herramientas de algunos prestigiosos escultores italianos de los siglos XIX y XX.
El cementerio es muy vasto; dedicamos algo más de hora y media a pasear por aquellos sectores del mismo en el que se acumulan las obras escultóricas más llamativas. Sectores que destacan por estar porticados por lo que es un paseo agradable, llueva o haga sol. Las tumbas y mausoleos están en bastante buen estado general. Se ve bastante gente cuidándolas. Era el Domingo de Pascua, y había relativa afluencia de genoveses presentando sus respetos a sus difuntos. Turistas, no muchos. Algo alejado del centro, hay que desplazarse ex profeso.
El cementerio ha atraído la atención del mundo de la cultura. Ha aparecido en obras literarias, en obras cinematográficas, y por supuesto en obras fotográficas. Porque la fotogenia del lugar es indiscutible. Fotógrafos de prestigio como el italiano GIANNI BERENGO GARDIN, que esos días exponía en el PALAZZO DUCALE de Génova, o el americano LEE FRIEDLANDER han dedicado algunos de sus esfuerzos a sacar lo mejor de estética y del juego de luces y sombras del lugar. Sin hablar del simbolismo resultante en las imágenes.
Hay de todo. Desde los típicos nichos, a las tumbas en tierra, a los vistosos mausoleos rícamente decorados con esculturas de prestigio. Y algunos monumentos dedicados a genoveses con menos posibles, pero queridos por la ciudad, aunque fueran modestas charcuteras.
En líneas generales, las tumbas más vistosas sorprenden por la vanidad que claramente muestran sus dueños. Su deseo de ser reconocidos como alguien importante, incluso después de muertos. Si bien hay muestras del duelo y la tristeza asociada a la pérdida del ser querido, también hay ejemplos que hablan del materialismo de la burguesía genovesa de los siglos XIX y XX.
Son notables los ejemplos de esculturas que exudan una sensualidad de naturaleza casi erótica. Ángeles de aspecto andrógino, generales con rostros que lo mismo se podrían asociar a hombres o a mujeres jóvenes, y cuerpos de carácter impreciso, cuando no claramente derivados de modelos femeninas sensuales, voluptuosas, al gusto de la época. Casi de cualquier época. U otros seres angelicales que más que acoger el alma de los fallecidos tras la muerte, pareciera que son encarnaciones del dios Apolo uniendo a los enamorados.
Mi padre tenía un taller de marmolista cuando trabajaba. Y eventualmente hacía algún trabajo de cementerio. Lápidas, generalmente no muy complejas, en su mayor parte. De vez en cuando me encargaba llevar y traer los encargos de fotos para esmaltar y colocar en las lápidas. También este es un detalle muy particular que ilustra mucho las mentalidades de las épocas y de las gentes.
Así encontramos lo mismo a una belleza a caballo de los siglos que se muestra en la fotografía todavía joven, incluso sensual con sus hombros desnudos, que las fotografías realizadas con los finados ya difuntos. Para los más pobres, la fotografía en el siglo XIX era un capricho caro. Y se reservaba para los momentos trascendentes. Y cómo no para el momento de la muerte.
Mi recomendación es clara. Génova es una ciudad con mucho que ver a la que paradójicamente los turistas, por lo menos los españoles por lo que he detectado, dedican poca atención y poco tiempo. Pero si alguien viaja con un poco de calma y decide dedicar un poco más de tiempo a la ciudad, de lo cual no se arrepentirá, que dedique un tiempo a pasear entre las galerías de este magnífico camposanto.
En el que también existen tumbas normales y corrientes para los mortales comunes como en todas partes.
Fotografiar con cámaras de formato medio es una gozada. El gran tamaño de sus fotogramas, la gran cantidad de información que incorporan, el modelado y gama de tonos y colores que permiten acumular, hacen que sea una delicia para trabajarlo y contemplarlo. Más si utilizas algunos de los formatos con más personalidad y exigencia a la hora de componer la imagen como el formato cuadrado, los negativos de 6 x 6 cm (más bien alrededor de 54 x 54 mm; uno o dos milímetros arriba o abajo). Sin embargo, estas cámara tiene un problema. Suelen ser grandotas, pesadas y no muy ágiles de usar.
Sin embargo, hubo un momento en la historia de la fotografía en la que había cámaras de formato medio pensadas para el uso doméstico, para el aficionado a la fotografía sin muchas posibilidades, o simplemente para ser usadas como cámaras familiares. Cámaras sin muchas posibilidades técnicas, pero que cumplían a la hora de permitir que las personas, las familias, los grupos de amigos, pudieran hacer sus fotos de recuerdo por un precio razonable. ¿Y una calidad razonable? Veremos.
Una de estas cámaras es la ZEISS IKON IKONTA (modelo 521/16) que fue fabricada por ZEISS después de la guerra mundial, a partir de 1947 o 1948, pero que se basaba en un modelo previo muy similar de 1937 o 1938. Y una de estas cámaras me traje en octubre de 2012, comprada en el mercado de antigüedades de PORTOBELLO ROAD en LONDRES.
Como se puede ver, es una cámara relativamente compacta para el tamaño de su negativo, con un objetivo retractil con fuelle. Aunque la cámara es una ZEISS IKON, el objetivo no está firmado por CARL ZEISS sino que es un NOVAR-ANASTIGMAT 7,5 cm f/4,5, frabricado por RODENSTOCK o STEINHEIL, de tres elementos no revestidos. El obturador es un KLIO de gama baja, y su velocidad de obturación no pasa de 1/175 s. Teniendo en cuenta la sensibilidad habitual de las película de la época, esto tampoco suponía un gran problema.
La cámara estaba pensada para ser utilizada principalmente en exteriores con buena luz. El visor es directo, y no tiene ninguna ayuda para el enfoque que ha de ser por estimación. Igual que la medición de la luz, también por estimación. Pero tampoco había mucho que complicarse la vida. Con una película de sensibilidad media de la época, una 21 DIN (100 ASA, o ISO en la actualidad), se podría utilizar con un diafragma de entorno a f/11, a una velocidad de entre 1/100 a 1/175. Entre 1/50 y 1/100 con diafragmas de f/8 o f/11 si había nubes, y según el grado de nubosidad. Unos puntos rojos señalan las posiciones de la rueda de enfoque y la del control del diafragma para trabajar con la hiperfocal. No hay escala de profundidad de campo para el resto de las distancias de enfoque.
Utilizarla a distancias cortas con el diafragma abierto y obtener buenos resultados, ya dependería de la habilidad del fotógrafo para estimar la distancia de enfoque y la profundidad de campo disponible, siempre más reducida para el formato medio que para el formato tradicional. Con el 7,5 cm (75 mm) a f/5,6 con un negativo de 54 x 54 mm tienes aproximadamente la profundidad de campo que con un 40 mm a f/2,8 con un negativo de 36 x 24 mm, o un poquito menos. Alrededor de 80 cm, si estas enfocando a tres metros de distancia en un retrato. Hay cierto margen al error, pero no mucho. Si crees que el sujeto esta a tres metros, y en realidad esta a dos y medio, casi seguro que los ojos te salen desenfocados. Sin embargo, si está a tres y medio, te saldrán ligeramente desenfocadas. En cualquier caso, con un poco de práctica, si no apuras mucho, se puede conseguir.
Pronto comencé a entender algunos de los potenciales problemas de la cámara. Uno es que, siendo viejecita, antes de usarla conviene limpiar bien su interior, para evitar que queden motas oscuras en los negativos. Otra es que tratándose de un objetivo no revestido, en cuanto tiene fuentes de luz intensas de frente las pérdidas de contraste son muy acusadas. Un contraste que de por sí no es muy marcado. Existen modelos posteriores similares, o más sofisticados como las SUPER IKONTA, que disponían de enfoque por telémetro, que calzaban objetivos TESSAR 75 mm f/3,5, revestidos, con mejores resultados. Pero no costarán los 40 euros escasos que me costó esta cámara. Antes de mí, un japonés se llevó del mismo establecimiento una de estas por cerca de 200 euros. O su equivalente en libras esterlinas.
Pero conforme le vayas cogiendo la idiosincrasia, empezarás a obtener imágenes limpias que merecen la pena. En una excursión reciente, en enero, con FOTOGRAF@S EN ZARAGOZA, con película ILFORD XP2 SUPER, utilizada en circunstancias muy variables de toma, obtuve resultado aceptables revelándola en casa con RODINAL a concentración 1+100 en revelado desatendido durante 90 minutos.
El último uso que le he dado también fue en otra excursión, en marzo, con FOTÓGRAF@S EN ZARAGOZA a UNCASTILLO. A pesar de la amenaza de lluvia, estuvo despejado todo el día, con contrastes intensos. Así que usé la película ILFORD HP5 PLUS de sensibilidad nominal ISO 400, expuesta a ISO 200, y revelada en RODINAL 1+50, reduciendo el tiempo de revelado consecuentemente para controlar el contraste. Los resultados también fueron buenos.
Como se puede ver, en los ejemplo que he puesto, hay una evolución en la calidad de las imágenes, de las primeras que tomé en Londres a las de los meses más recientes. Hay que olvidar algunos de los reflejos aprendidos con las cámaras modernas actuales. Hay cosas que no se pueden hacer, limitaciones que tener en cuenta. Pero una vez que entiendes cómo va la cosa, nada te impide obtener negativos limpios y significativos. Cada cual según su arte.
Para mí, utilizar este tipo de cámaras es muy didáctico. Aprendo. Me fijo más al hacer la foto. Y puestos a meterse en el mundo de la fotografía con película, prefiero este tipo de cámaras veteranas al cachondeillo de las cámaras de plástico o de juguete con las que se entretienen algunos modernillos de hoy en día.
Una nueva edición de mis dominicales recomendaciones semanales. En esta ocasión, con fotografías de un visita que hicimos ayer al yacimiento arqueológico de LOS BAÑALES (álbum completo), un lugar que ya conocía, pero al que acompañé a unos amigos que tenían curiosidad. Las fotografías están tomadas con una cámara digital. Espero dentro de unos días, o semanas según el tiempo de que disponga, mostraros las obtenidas con la FUJIFILM GS645S WIDE 60, cámara de formato medio que he tenido en mantenimiento estas semanas atrás, resolviendo algunos problemas con ella.
Un tema fotográfico que aparece con poca frecuencia en mis recomendaciones semanales es la naturaleza muerta. Quizá porque pocas veces encuentro algo realmente novedoso, impactante o distinto. Recientemente, en L'OEIL DE LA PHOTOGRAPHIE nos ofrecían simultáneamente dos trabajos entre los cuales se encuentran evidentes relaciones. Principalmente el contraste entre la vida y la muerte. Por un lado está el trabajo de un clásico como es KARL BLOSSFELDT y sus formas de arte en la naturaleza, estructuras vegetales que nos hablan de lo efímero de de la vida. Por otro lado, más reciente, está el trabajo de HENDRIK FAURE y sus naturalezas muertas sobre animales disecados, esqueletos, cráneos... Una vez más lo efímero del vivir.
Muy importante es en nuestros días la fotografía de moda, en la que tanto fotógrafos como modelos de renombre se convierten en celebridades por encima de su objetivo, la promoción de los estilos indumentarios y de las grandes firmas que los contratan. Muy discutidos en ocasiones por el abuso de la alteración de la imagen mediante el moderno software para imagen digital. Por eso, no viene mal de vez en cuando revisar el trabajo de clásicos de la fotografía de moda. En L'OEIL DE LA PHOTOGRAPHIE encontramos el trabajo de HERMANN LANDSHOFF y su recorrido en la fotografía de moda durante cuarenta años, en la parte central del siglo XX. Incluye también algún retrato de personajes célebres del mundo del arte y la cultura. Yo no conocía a este fotógrafo, pero me ha parecido muy elegante y más moderno de lo que parece.
Hay algunos sitios que tienen como razón de ser recomendar fotógrafos. O es algo que hacen regularmente. En CADA DÍA UN FOTÓGRAFO / FOTÓGRAFOS EN LA RED, de los varios que han recomendado esta semana me ha resultado notable MIKE BRODIE, conocido como THE POLAROID KIDD, que se ha recorrido buena parte de los Estados Unidos subido a bordo de trenes de mercancías, documentando un estilo de vida y un país. RAFAEL ROA también nos recomienda de vez en cuando algún fotógrafo, siempre con un tono crítico y un comentario de conocedor reflexivo que enriquecen. En esta ocasión nos ha hablado de RAFAEL SANZ LOBATO, premio nacional de fotografía en 2011.
Vayamos con las entrevistas a fotógrafos, que nos invitan a conocer sus obras. En THE TALKS entrevistan a ANTON CORBIJN, que ha destacado tanto por sus fotografías, especialmente siguiendo a músicos famosos de pop y rock, como por su actividad de director de cine. Espero que esta entrevista os anime a conocer su obra.
Una de mis fotógrafas favoritas contemporáneas es la brasileña MONA KUHN. Y una entrevista sobre sus últimos trabajos podemos leer en L'OEIL DE LA PHOTOGRAPHIE. También podemos encontrar algunos ejemplos de sus últimas series, PRIVATE y ACIDO DORADO, que tal vez en algún momento podamos encontrar publicadas en alguno de los estupendos libros que recogen su obra. Parece que de PRIVATE se va a publicar un libro esta primavera, que recogerá 74 de sus fotografías. Esperaremos.
En la página web de la OPEN EYE GALLERY nos anuncian un documental sobre la fotógrafa siciliana LETIZIA BATTAGLIA, mujer que con 37 años y 3 hijas a cuestas se convirtió en periodista, y empezó a acompañar sus reportajes con las fotografías que ella misma tomaba, al principio con una sencilla PENTAX K1000, después con cámaras de más abolengo. El objeto de su mirada ha sido principalmente las consecuencias para la población y la sociedad siciliana de las actividades de la MAFIA.
BEN OLIVARES nos cuenta durante que, durante cuatro años, el fotógrafo JAMES MOLLISON se ha dedicado a su serie WHERE CHILDREN SLEEP, un trabajo que documenta las condiciones de vida, muy diversas, de 200 niños de todo el mundo y nivel socioeconómico, presentándonos la imagen de sus dormitorios. O simplemente del lugar donde duermen, ya que no siempre podemos hablar de la existencia de un dormitorio, ni siquiera de una cama. Y acompañados del retrato de los menores. Da que pensar.
Según nos cuentan en LENS de THE NEW YORK TIMES, el fotógrafo FRÉDÉRIC BRENNER ha dedicado su obra a investigar las características de su propia identidad. Nacido en Francia, hijo de judíos de distinto origen, ha viajado por todo el mundo para intentar descubrir qué es eso que se denomina judaísmo.
Vayamos un poco a la fotografía de "baja fidelidad", LO-FI que dicen los modernos para referirse a aquellos trabajos realizados con equipos sencillos, baratos, de calidad mediocre o sencillamente mala, o en condiciones en las que lo importante no es la nitidez y perfecta reproducción del objeto fotografiado, sino la expresión de un sentimiento o la espontaneidad de un momento. Por ejemplo, la ferrarense PAOLA SAETTI basa la expresividad de sus fotografías documentales en las calles en las imágenes borrosas debido al movimiento de las personas y los vehículos de las misma. Nos lo cuentan en THE INSPIRED EYE.
Y si los fotógrafos de NATIONAL GEOGRAPHIC los imaginamos como gente que toma imágenes coloridas, nítidas y casi perfectas de los rincones del mundo que documentan, en PROOF nos muestran los instagramas de Q. SAKAMAKI, en los que predomina el blanco y negro y la limitada nitidez que muchas veces se asocia con las fotografías obtenidas con el teléfono móvil. Aunque a mí me parece que sus fotografías se insertan muy bien en la tradición de la fotografía documental de muchos de sus compatriotas.
No me gusta mucho la política editorial del HUFFINGTON POST, ya que tiende a infravalorar el trabajo de las personas que se curran las noticias o las fotografías o lo que sea. No pagan. Negocio redondo. Pero en un artículo reciente han propuesto el descubrimiento de 10 fotógrafos contemporáneos que buscan empujar los límites del medio fotográfico con nuevas propuestas. Cuando tenga tiempo iré investigando la obra de estos 10 artistas. Mientras, si seguís el enlace los podéis descubrir vosotros mismos.
Segunda parte del repaso a las revistas de fotografía que han ido apareciendo este mes. Si la semana que viene eran aquellas cuya existencia está fundamentalmente ligada a la web, hoy está dedicado a revistas cuya tradición ha estado en el papel, independientemente de que en la actualidad pueden ser leídas en formato electrónico.
La revista española trimestral dedicada a la fotografía documental dedica su último número a los paisajes. Evidentemente, no se dedica a enseñarnos precisamente bellos paisajes postaleros, o los típicos de los pósters para turistas. Entra de lleno en el paisaje como punto de interacción humana y en muchas ocasiones como reflejo de conflictos.
Como a todos los números de esta revista, merece la pena echarle un vistazo.
Puede que BJP sea la revista más veterana sobre fotografía que se publico hoy en día. Lleva más de siglo y medio publicándose, y es una publicación de referencia en el Reino Unido y en todo el mundo. Su ejemplares en papel son de gran calidad, pero al mismo tiempo ha abrazado las nuevas tecnologías con decisión, y su reflejo electrónico, que es el que sigo yo, es un ejemplo de buena adaptación y de gran calidad.
Este número de abril está dedicada a mujeres fotógrafas, siendo probablemente el plato fuerte del número el artículo y la entrevista que le dedican a SUSAN MEISELAS. Pero hay mucho más que ver y muy interesante en la amplia panoplia de autoras que muestran su trabajo en las páginas, de papel o electrónicas, de esta revista. También muy recomendable.
Durante muchos años compré esta revista en su formato en papel. Hasta que dejaron de distribuirla en Zaragoza. Fue una pena. Afortunadamente, esta revista dedicada a la fotografía en cualquier color siempre que sea blanco (o negro) también abrazó hace tiempo el formato electrónico, el cual además supone un buen ahorro con respecto a los ejemplares importados en papel. Mezcla con gran acierto los porfolios tanto de fotógrafos actuales como de antaño con los artículos más técnicos. En este último plano, llevan una temporada dedicándole artículo al procesado en blanco y negro en ADOBE PHOTOSHOP LIGHTROOM, y es muy útil.
También son muchos los artículo interesantes, pero entre los fotógrafos más destacados me ha parecido este mes que merece la pena ser mencionado PAUL DUKE y sus retratos de las gentes de Escocia dedicadas al mar. Dura vida. Bellos retratos.
Y por ahora nada más, me voy dejándoos las imágenes del álbum de fotos tomadas en Venecia hace poco más de un año, en la semana de Pascua. Ya llega de nuevo esta festividad y, si todo va bien, nuevo viaje y más fotos.
Si hace unos días os hablaba de la fotografía de la película polaca IDA, y en términos muy elogiosos, hoy toca hablar de la de una película independiente de bajo presupuesto, que ha llegado a la cartelera española con mucho retraso. Tendréis mi comentarios de FRANCES HA en mi CUADERNO DE RUTA.
Ya adelanto que esta película también está presentada en blanco y negro. No rodada en blanco y negro. El proceso de filmación ha sido digital y de bajo presupuesto. De hecho, se ha utilizado para la cinematografía principal una cámara réflex digital bastante popular entre profesionales y aficionados avanzados a la fotografía. Incluso yo tengo una. Se trata de la CANON EOS 5D MARK II. En un interesante artículo (en inglés) en CONNECT 2 - MEDIAN & ENTERTAINMENT, el director de fotografía, SAM LEVY, nos cuenta alguno de los retos de filmar con una cámara de este tipo. Especialmente en sus limitaciones por su rango dinámico y por la aparición de "grano", es decir, ruido electrónico en sus medios tonos, y cómo aprender a utilizar esas limitaciones para bien de la película. También nos habla de la necesidad de usar la cámara de forma muy estática, para evitar los artefactos derivados del uso de un captor CMOS con la cámara en movimiento. O bien derivados del hecho de que el archivo de origen es ya un formato comprimido. Una serie de inconvenientes que han tenido que superar a base de pruebas y trabajo; compromisos necesarios si tienes un presupuesto bajo y tiras de este tipo de material.
También ha habido limitaciones derivadas de las ópticas utilizadas. Objetivos CANON EF de la prestigiosa SERIE L. Principalmente un 50 mm, pero también un 35 y un 85, y eventualmente un 70-200. Excelentes ópticamente, muy luminosos, pero ergonómicamente poco preparados para la filmación. Duro trabajo para el foquista de la producción.
En cualquier caso, aunque algunos califican el resultado final de decepcionante por su aspecto un poco plano, sin la riqueza de matices que otros equipo cinematográficos más adaptados puede proporcionar, a mí me ha valido. Bien es verdad que me he dejado llevar por otros aspectos de la película, especialmente por su argumento y temas principales y secundarios, que hacen que el conjunto de la película me parezca equilibrado y más que digno de ser tomado en cuenta.
La enseñanza global es de utilidad en fotografía, sea en movimiento sea fija. El material que usas no es tan banal como a veces nos queremos creer en nuestras conversaciones. Un buen material, bien adaptado a tus fines, ayuda mucho a un buen resultado final. Pero si tienes limitaciones, estas se pueden superar con trabajo y un buen conocimiento de las mismas y de las posibilidades de los instrumentos de los que dispongas.
Os dejo con el tráiler de la película, para que os hagáis una idea.