Ya habían pasado las primeras horas de la tarde cuando tomamos un tren en dirección a COPENHAGUE, con intención de pasar allí la tarde. Se nos indica que nos bajemos en la estación de VESTERPORT, para tomar una cervezas en una agradable terraza a orillas del puerto.
Quien me iba a decir que nuestro camino iba a pasar justo por delante de la famosa SIRENITA, monumentillo al que siempre había pensado que había que ir a propósito, que no estaba camino de ninguna parte. Bueno, pues eso. Y que la tarde, aunque con nubes, estaba agradable, con una temperatura templada para pasear un rato por la bonita capital danesa.
De allí, cuando se acercaba una hora adecuada, nos llegamos NYPORT, el encantador lugar con su canal, sus barquitos, sus casas de colores y sus miles de turistas tomándose sus cervezas, sus copas, sus cenas o simplemente curioseando.
Por las fechas, sabíamos que estaría en su apogeo el festival internacional de Jazz que se celebra todos los años para estas fechas. Y aunque no habíamos tenido ocasión de preparar el asistir a algún concierto de primer nivel, seguro que íbamos a encontrar conciertos de grupos aficionados en la calle. Y NYPORT es un lugar donde siempre ponen algún escenario. En esta ocasión nos encontramos con la actuación de la GREAT DANES BIG BAND.
Nuestro veredicto, más o menos unánime, es que como conjunto no siempre iban todo lo armonizados que deberían, pero que algunos de sus solos estaban muy bien. Su repertorio no era de temas clásicos de las más famosas big bands americanas, sino que llevaban temas de corte más moderno y arriesgado lo cual es de agradecer.
Claro que eso conlleva que el público no se congregue con tanto interés como cuando todo les suena conocido. También hay que decir que el público en sí mismo forma parte del espectáculo. Así como la gente que deambulaba por NYPORT en el descanso de la actuación, que aprovechamos para comernos unas clásicas salchichas danesas.
Tras la actuación decidimos ir caminando poco a poco, paseando, en el entorno de la populosa STRØGET, donde seguramente encontraríamos algunas otras actuaciones jazzísticas.
Algunas, aunque al aire libre, tenían un carácter privado ya que estaba orientadas a los clientes de determinadas terrazas de restaurantes, aunque se podían escuchar bien por toda el lugar. Verse se veían peor.
Y otras, sin embargo, como un sexteto que encontramos en HØJBRO PLADS, eran también actuaciones públicas. Alguno de los músicos de este sexteto, cuyo nombre no recogí, me sonaban de haberlos oído y fotografiado hace unos años. En cualquier caso, sonaban realmente bien, y era bonito verlos tocar iluminados delante de la silueta del CHRISTIANSBORG SLOT, sede del gobierno, el parlamento y el poder judicial daneses.
Como comentaba hace unos días, la actualidad sobre exposiciones fotográficas en Zaragoza de alto nivel está que arde. Y para quien tenga habitualmente poco tiempo, no es fácil dar abasto, si queremos dedicarle un tiempo razonable a cada una de ellas. Pero he conseguido darles una vuelta a las más importantes desde mi punto de vista, y dejar escrito mi comentario antes de salir unos días de vacaciones. No muchos. En seguida estoy de vuelta.
Sin duda, uno de los espacios expositivos más importantes de la ciudad es la Lonja. Magnífico edificio civil del renacimiento aragonés, típico ejemplo de lo que debió ser una cierta época de oro para la capital del antiguo reino de Aragón. Y en este espacio llegan con frecuencia las exposiciones más destacadas. Y no falta anualmente alguna buena exposición fotográfica que no hay que perderse. Este año con la colaboración del Ayuntamiento de Zaragoza y el certamen PhotoEspaña nos traen una retrospectiva del veterano fotógrafo español Rafael Sanz Lobato.
En la exposición podemos distinguir tres etapas, una muy amplia, en la que podemos considerar un fotógrafo amateur que recorre el país, especialmente Castilla, interesado por los ritos y costumbres más ancestrales. Estamos ante fotografías que quizá no tiene una gran perfección técnica, pero que disfrutan de la fuerza de lo auténtico, de la actitud curioso, que no duda en introducirse en el acontecimiento, y que nos transmite perfectamente sus vivencias.
En la exposición podemos distinguir tres etapas, una muy amplia, en la que podemos considerar un fotógrafo amateur que recorre el país, especialmente Castilla, interesado por los ritos y costumbres más ancestrales. Estamos ante fotografías que quizá no tiene una gran perfección técnica, pero que disfrutan de la fuerza de lo auténtico, de la actitud curioso, que no duda en introducirse en el acontecimiento, y que nos transmite perfectamente sus vivencias.
Evidentemente, una exposición que no hay que perderse.
La segunda exposición pasará seguramente mucho más desapercibida, aunque también está asociada al certamen PhotoEspaña. Se trata de la exposición de Luis Gordillo en la Galería de Carolina Rojo (facebook). Gordillo es un pintor español, una de las figuras punteras del arte contemporáneo de nuestro país, cuya obra se expone en museos de todo el mundo. Pero en esta ocasión estamos ante un conjunto de obras que tienen como base la fotografía. Entendámonos, no estamos ante un fotógrafo, sino ante un artista que utiliza la fotografía como base para su obra. Bien en formato puro, bien en técnicas mixtas con la pintura o el dibujo. Sus fotografías son tomadas de su entorno inmediato, y son modificada, ampliadas varias veces, repetidas, o modificadas. A veces de objetos banales obtiene fotografías repetidas, muy similares pero distintas. Juega mucho pues con la repetición.
Quien se acerque a esta exposición, que yo considero muy interesante, ha de hacerlo con otros ojos. No con los habituales que llevamos encima los aficionados a la fotografía. Y tenemos que dejarnos llevar por la obra y no por nuestros prejuicios. Si no lo hacemos así, es muy posible que no disfrutemos de la obra que contemplamos.
Cuando la visité, estuve solo en la sala junto con una de las empleadas de la galería, que se acercó amablemente a interesarse sobre mi opinión. Estuvimos hablando un rato, muy a gusto. Sobre la exposición y sobre otras cuestiones sobre el arte contemporáneo. Ella era historiadora del arte, así que me sacaba mucha ventaja en el tema. En cualquier caso tan a gusto estuve, que se me olvidó preguntarle si me dejaría tomar alguna fotografía del interior de la sala de exposiciones.
Otra de las exposiciones interesantes que se han presentado en las últimas semanas en Zaragoza ha sido una retrospectiva que celebra el aniversario de la Agencia EFE, el 75º creo, ya que se creo en 1939, al acabar la guerra civil, como instrumento del régimen dictatorial para controlar el flujo de noticias en el país, aunque esto es un dato que no se suele destacar en sus reseñas históricas. No es cierto sin embargo que EFE venga de Franco, sino porque se fundó sobre la fusión de varias agencias previas cuyos nombres empezaban todos por la letra f (Fabra, Faro y Febus). Un ejemplo de su intencionalidad propagandística es la manipulación de la fotografía de Hitler y Franco que sí se muestra en la exposición. Le echan la culpa a Photoshop de cosas que llevan haciéndose desde que la fotografía es fotografía.
En cualquier caso, independientemente de su origen, es una de las mayores agencias de noticias del mundo, y la mayor para el idioma castellano. Pero es una agencia de noticias más que una agencia de fotografía. Y eso se nota en la orientación de la exposición, que tiende más a una propaganda del “nosotros estuvimos allí” que a la calidad de las fotografías mostradas. Es más un repaso de la historia contemporánea española que una muestra de la calidad fotográfica de los profesionales que han trabajado en plantilla como independientes para la agencia. Indudablemente, interesa por su curiosidad y por el efecto nostálgico y conmemorativo de acontecimientos, pero a mí me dejó un poco insatisfecho como aficionado a la fotografía.
Y por último, ya tenemos inaugurado el Caixaforum de Zaragoza. Los primeros diez días se van a poder visitar las exposiciones gratis, pero luego habrá que pagar 4 euros por verlas. Hay descuentos o entradas gratis si eres cliente de la entidad bancaria de cuya obra social surge esta iniciativa, pero de momento por lo menos parece no prever abonos, o clubes de amigos, que por una cantidad anual permitan un acceso libre en cualquier momento. Eso estaría bien.
Incluye tienda de regalos y libros gestionada por la Librería Laie. He de decir que es el triple de grande y el triple de cuca y mona que la del de Madrid, pero sólo es la cuarta parte de interesante porque el fondo de libros que tienen a la venta es muy inferior a los de las tiendas de la capital o de Barcelona. Una pena. Yo me hubiera cogido un libro de Gregory Crewdson, pero los 130 euros que cuesta hicieron que me entrara la risa y que no encontrara el suelto en el monedero. No sé si me entendéis.
Hay dos exposiciones inaugurales. Una de pintura y escultura contemporánea, y otra dedicada a las artes visuales, vídeo y fotografía. Ambas colectivas y con autores contemporáneos. Son difícil de contemplar con tranquilidad, porque la afluencia de visitantes curiosos en los días de gratuidad hace difícil a determinadas horas navegar entre las obras de arte. Pero creo que es una buena recomendación acercarse a contemplarlas. Fotografía de tono conceptual, más que buscando valores estéticos o documentales. Aviso.
Este es un lugar en DINAMARCA del que había oído hablar, bien en general, pero que como queda algo apartado de la capital danesa, en ninguna de las dos visitas anteriores a COPENHAGUE había tenido ocasión de visitar. Pero recientemente conocí algo más del sitio y decidí que sería un buen sitio para pasar buena parte del día, dejando como complemento un paso por la capital danesa. Así que nos cogemos el ÖRESUNDTÄG, y con más transbordos de los previstos ya que no hay servicio directo por obras, nos plantamos en LOUISIANA. No en el sur de los EE.UU. precisamente, ya veréis.
De momento salgamos de casa con una sonrisa y paseemos por MALMÖ hasta que salga en tren. Salen muchos. Cada 20 minutos.
Como digo, hay una eficiente red ferroviaria a ambos lados del ORESUND, unidas por los ÖRESUNDTÄG, que unen diversas ciudades suecas, pasando todos los trenes por MALMÖ con COPENHAGUE y HELSINGØR. Cierto es que por obras, tuvimos que cambiar en la capital danesa durante un tramo del recorrido a las cercanías de los ferrocarriles daneses, para luego en KLAMPENBORG, junto a la playa, volver a tomar el ÖRESUNDTÄG hasta HUMLEBÆK.
LOUISIANA es un museo de arte moderno y contemporáneo que se sitúa a entre 35 y 40 kilómetros al norte de COPENHAGUE a orillas del mar. Como muchos museos de este tipo, tiene expuesta una pequeña parte de las amplias colecciones de las que dispone, y dedica buena parte de su espacio expositivo a muestras temporales dedicadas a importantes artistas relativamente recientes, fundamentalmente desde finales del XIX y principio del XX hacia adelante. Pudimos contemplar exposiciones de la precursora del arte abstracto sueca HILMA AF KLINT, del expresionista alemán EMIL NOLDE, y del norteamericano y más reciente PHILIP GUSTON. Esto, entre otras obras destacadas de otros artistas pertenecientes a las colecciones propias del museo como decía.
Pero si todo esto está muy bien, lo que ya redondea la visita, a la que dedicamos buena parte de la mañana y las primeras horas de la tarde, después de comer, es el entorno en el que se encuentra. Tiene una estructura modular con distintos edificios de distintos estilos para las distintas exposiciones disponibles. Todo ello en unas ligeras elevaciones sobre la costa en cuyo interior están excavadas y disimuladas también algunas amplias salas de exposiciones. Todo muy integrado en el entorno, con un amplio parque con senderos, lagos, vistas al mar, zonas de restauración de obras de arte al aire libre, esculturas diseminadas por el parque,... estupendo y muy agradable.
Por supuesto, tiene sus servicios de cafetería y restaurante, y una tienda llena de caprichos de alta calidad de todo tipo, como ropa, accesorios de oficina, vajilla, etcétera, además de abundancia de libros y catálogos. Como digo, un lugar como para pasar toda una mañana o toda una tarde, si eres aficionado al arte moderno y contemporáneo, en un ambiente de buen rollo y muy agradable.
He estado unos días en Escandinavia. La idea era estar unos días en las orillas del ORESUND, para luego terminar con un par de días en ESTOCOLMO. Pero he tenido que obviar esta última parte por cuestiones familiares que no vienen ahora al caso.
Lo que si viene al caso es que el viernes 4 de julio cogí un avión con destino al aeropuerto de KASTRUP en COPENHAGUE (DK), donde cada 20 minutos pasa un ÖRESUNDTÄG, tren que te lleva a MALMÖ (S), en algo menos de media hora, cruzando el tunel, la isla artificial y el puente que permite salver el ÖRESUND, el último de los estrechos que unen el MAR DEL NORTE con el MAR BÁLTICO
Una vez instalado en MALMÖ, tocó dar un amplio paseo por esta ciudad en el extremo sur de la península escandinava que goza de un excelente clima, dadas las latitudes en las que nos encontramos. Todo en términos relativos. Tiene una vida social muy animada como se puede comprobar por la animación de sus calles y terrazas. Y no faltan algunos bonitos edificios de antaño.
Pero seguramente lo más llamativo desde el punto de vista de los que procedemos de las secas tierras del VALLE DEL EBRO sean los extensos y frondosos parques que salpican la ciudad. De una breve estancia anterior, ya me llamó la atención que algunos de ellos ejercen también como cementerio, como el GAMLA KYRKOGÅRDEN (no sé si es el jardín viejo de la iglesia o el jardín de la iglesia vieja). Como cementerio, aunque no tiene muchas tumbas, está activo. Se ve alguna reciente.
Y sobre todo, los amplios jardines que rodean el castillo, con sus canales, sus frondosas arboledas, sus invernaderos, sus rosaledas, y todo aquello que puede hacer feliz a cualquier aficionado a los parques. Incluido un elegante molino de viento.
Conforme el sol va bajando y la tarde va avanzando, nos dirigimos a cenar. Una hora adecuada para mí, tarde para los amigos suecos. No es difícil encontrar un lugar tranquilo con un plato razonable de pescado con abundancia de vegetales. No son magos de la gastronomía, pero no se come mal. Además tienen una gran obsesión por la comida sana.
La noche tarda en llegar en esta época, todavía cercana al solsticio de verano. Así que nos retiramos todavía con luz en el cielo a pesar de que la hora ya va muy adelantada.
Recientemente he actualizado mi blog dedicado a la fotografía en el cine con la película DIGGERS. Esta es una película de las que llaman "independiente", dirigida por KATHERINE DIECKMAN en 2006, en la que el protagonista lleva consigo a todas partes una cámara POLAROID LAND de gama baja, para película instantánea de tipo "peel apart". Las que llevaban consigo un negativo y un positivo adheridos, y que había que separar tras el revelado.
La película no es gran cosa, pero me recordó el vídeo que os dejo a continuación, en la que vemos el uso de esta película en un respaldo dedicado a las cámaras HASSELBLAD de la serie V (las clásicas). La pena es que la imagen no cubre todo el formato de la fotografía. Aunque para algunos ese es el encanto.