Una de las ventajas de cámaras tan conservadoras en su diseño como las telemétricas de Leica es que son capaces de utilizar objetivos fabricados desde los años 30 hasta la fecha. Y han sido tantas veces copiadas o imitadas, que son diversas las marcas y las calidades de los mismos.
Desde hace años tengo un objetivo Canon S 50/1,8, en su segunda versión, que calculo fue fabricado en 1958, para montura de rosca compatible con las Leicas de este tipo. Pero con el adaptador correspondiente se puede utilizar sin problemas con las Leicas de la serie M con montura de bayoneta. Está totalmente acoplado al funcionamiento del telémetro, por lo que el enfoque de la fotografía está totalmente garantizado. El pero está en qué sentido tiene poner un objetivo de “segunda fila” en su época en una cámara del precio y las exigencias de la Leica M-E. Pues la respuesta básica es porque se puede y puede ser divertido.
Y además pasa una cosa. Este objetivo de “segunda fila” tiene un comportamiento más que honorable. Seguro que a plena apertura no tiene el rendimiento de un objetivo Leica u otros con similar pedigrí. Pero es utilizable. Y en cuanto vas cerrando el diafragma el rendimiento es bastante bueno. Cualquier objetivo de 50 mm fabricado con el suficiente cuidado es un buen objetivo desde hace años. Las grandes diferencias entre los mejores y los demás son el rendiiento a plena apertura. Y por lo demás, mecánicamente funciona muy bien. Está bien terminado, e incluso tiene algún detalle de diseño mejor que los propios objetivos de Leica. Por ejemplo, en una esquina del visor de la cámara ves qué diafragma tienes elegido. En cualquier caso, os dejo algunos ejemplos recientes de su utilización.
A f/8 tine una buena resolución. Y ni siquiera es necesario hacer importantes correcciones de contraste, o saturación. Esta fotografía está prácticamente como salida de la cámara.
Incluso enfocando a menos distancia, y con un motivo con fino detalle, a f/8 resuelve sin más problema. Esta imagen está más procesada para compensar la diferencia de luminosidad entre el campo de maíz y el cielo con claros y nubes.
Aquí estamos ya en terreno más difícil. Enfocando muy próximo y con el diafragma a f/1,8. Para conseguir el contraste y la saturación adecuados hay que trabajar algo más el archivo RAW. Pero el desenfoque es agradable y el resultado final utilizable.
Esta imagen está tomada justamente después de la anterior. Oí llegar el tren y no me dio tiempo a cambiar ningún parámetro salvo la distancia de enfoque, que moví a infinito. Por lo tanto, está tomada también a f/1,8, lo cual se aprecia en el desenfoque del primer plano. Y en que en las esquinas la definición baja y se oscurecen. Pero con la luz principal a mis espaldas, saturación y contraste son buenos. La fotografía me resulta agradable.
Utilizando un diafragma a medio camino, a f/4, tenemos una nitidez razonable en la zona de profundidad de campo, y un suave desenfoque bien estético hacia el fondo de la imagen. La luz es más complicada por lo intensa en la esquina superior derecha, pero con el diafragma a este valor, no se aprecia gran pérdida de contraste y saturación.
Como veis, no es necesario arruinarse en objetivos para disfrutar de una telemétrica digital. Evidentemente, no son objetivos con la misma calidad que los prestigiosos summicrones u otros summiluxes. Pero teniendo en cuenta sus limitaciones, podremos conseguir imágenes de las que podemos estar satisfechos.
¿Hasta que punto es utilizable o no este objetivo pensado para cámaras con sensor de formato APS-C en una cámara de formato completo? A continuación lo veremos.
Una cosa es segura. Todo lo que sea utilizar este objetivo por debajo de una distancia focal de 19 mm es buscarse problemas. O aparece un viñeteado intenso, o simplemente, como no está diseñado para abarcar un fotograma de 24 x 36 mm, aparece un marco negro. Pero entre los 19 mm y los 24 mm, tenemos una imagen. Una imagen con buena calidad en el centro, y aceptable en los bordes siempre que diafragmemos por lo menos a f/8.
El Tokina AT-X Pro 12-24/4 usado a 19 mm en una 5D Mk. II. El aspecto general es bueno, el color es bueno. Pero hay algunos inconvenientes, como podremos ver en algún detalle de esta fotografía de la escalinata de la subida al Batallador en el Parque Grande de Zaragoza.
Sin embargo, las esquinas es otro cantar. Yo esperaba que cerrando el diafragma a f/8 la calidad sería aceptable. Pero, a duras penas. Pondré un detalle de la fotografía anterior, correspondiente a la esquina superior derecha. Espero que se aprecie la falta de nitidez.
Ampliación al 100% de la esquina superior derecha de la imagen anterior. Se nota bastante la pérdida de nitidez.
He de decir que en circunstancias normales, en una ampliación en papel, si no pasas de 30 x 45 cms, puede ser aceptable salvo en un trabajo crítico por sus exigencias. Pero la pérdida de definición se nota.
Eso sí. Si fotografiamos objetos próximos con el diafragma totalmente abierto, es decir a f/4, y por lo tanto en circunstancias habituales de toma con las esquinas ocupadas por un fondo más o menos desenfocado, el objetivo resulta perfectamente utilizable.
La única rosa que en una anómalamente cálido 26 de octubre de 2013 podemos encontra en la rosaleda del Parque Grande de Zaragoza.
Habitualmente, mis comentarios sobre los estrenos cinematográficos que veo en las salas de cine aparecen en mi CUADERNO DE RUTA, blog dedicado a mis actividades de tiempo libre con carácter general; no específico, como estas páginas dedicadas a la fotografía principalmente, y otras artes visuales. Pero en esta ocasión voy a hacer una excepción, porque THE SALT OF THE EARTH (2014) es una película documental dedicada a uno de los fotógrafos documentales más importantes e influyentes de las tres últimas décadas. Se trata del brasileño SEBASTIÃO SALGADO. Las fotografías que acompañan la entrada, en riguroso blanco y negro como no podía ser de otra forma, de mi mucho más modestos y aburguesados viajes; en JAPÓN.
Conocí la obra de SALGADO hace ya unos 25 años, más o menos. En aquellos momentos estaba en pleno auge la presentación de su trabajo WORKERS, dedicado a los trabajadores de todo el mundo, especialmente a aquellos que tenían unas condiciones de trabajo más penosas. Y ya eran bien conocidas las imágenes de los mineros en SERRA PELADA o los desguazadores de barcos en INDIA. También contemplábamos las fotografías de las hambrunas que asolaron el SAHEL en los años 70. Su estética, su blanco y negro, era muy característica, y en el imaginario colectivo de los aficionados a la fotografía mantenía su imagen romántica de fotógrafo con su LEICA al hombro y unos pocos objetivos de focales no muy largas, que se plantaba en el lugar, se integraba y se lo curraba. Yo sólo le veía un problema. Sus fotografías, en ocasiones, eran estéticamente tan potentes que su belleza podía enmascarar la dura realidad que nos mostraban. Esto se daba especialmente en algunas de sus fotografías del SAHEL. Todavía me lo parece hoy en día.
La película documental que traigo aquí hoy es un trabajo a dos manos; dirigida por WIM WENDERS y JULIANO RIBEIRA SALGADO, hijo del fotógrafo. La he visto en versión original, como hago siempre que es posible. Pero también es posible encontrarla en la cartelera española en versión doblada bajo el título literalmente traducido de LA SAL DE LA TIERRA. Parece que en un momento dado el hijo del fotógrafo, que creció con múltiples ausencias de su padre por su trabajo, sintió la necesidad de conocer más de cerca al hombre que partía durante tanto tiempo en búsqueda de esas imágenes que luego se volvían célebres. Así se enroló como ayudante y camarógrafo en el equipo de gente de su padre, ya en su último proyecto recientemente presentado, GÉNESIS. Para terminar y dar una forma definitiva al filme contaron en un momento dado con el director alemán. Se notan claramente en el documental los segmentos dirigidos por uno y otro, pero no chirría. Se complementan.
En el documental, tras un prólogo de presentación del fotógrafo, con comentarios sobre su obra entre los mineros de SERRA PELADA o imágenes de su estancia entre los aborígenes de PAPÚA NUEVA GUINEA, somos acompañados por el recorrido biográfico de SALGADO, tanto personal y familiar como profesional. Comenzamos cuando es un adolescente y terminamos en la actualidad. En ambos casos, en el mismo lugar, la que fue hacienda de pastos de su padre y que hoy es un parque nacional de pluvisilva atlántica, recuperado por el INSTITUTO TERRA. Pero entre medio tenemos el importante trabajo del fotógrafo, realizado en muchas ocasiones en condiciones de tremendo dramatismo y sufrimiento humano. El documental nos lleva precisamente por una pendiente descendente en el trabajo del fotógrafo, en el que cada vez se enfrenta a situaciones que muestran la violencia y crueldad que parece innatas a la especie humana, y que causan un pesimismo vital casi inevitable. El tramo final, con una orientación que marca la opción por el ecologismo del fotógrafo, busca dar una visión final más optimista basada en los trabajos de recuperación de la mencionada pluvisilva y en el último trabajo del fotógrafo, GÉNESIS.
La película es claramente apologética. Pocas críticas se emiten al fotógrafo. Si existen puntos débiles en su vida o en su obra, en su carácter, no se muestran. Desde este punto de vista que nadie se llame a engaño, hay una intención clara de homenaje y publicidad del fotógrafo, su persona y su obra. El idealista que abandonó una prometedora y lucrativa carrera como economista por un duro trabajo de fotógrafo, con el encargo autoimpuesto de ser testigo de algunos de los aspectos más duros de la realidad humana. Pero hemos de decir que mantiene el interés. Que hay miga suficiente en las vivencias de SALGADO para que el documental tenga sustancia y nos transmita inquietudes y valores.
Para aquellos aficionados a la fotografía más tecnófilos, poco se habla en el documental sobre las características técnicas del trabajo del fotógrafo. Sabemos que su obra está prácticamente orientada en su totalidad al blanco y negro. En sus primero tiempos, vemos que su equipo a principios de los años 70 del siglo XX era las típicas NIKON F que triunfaban entre los fotorreporteros. Sé por otras referencias que con posterioridad se manejó con frecuencia con las discretas y ligeras LEICA de telémetro. Y lo vemos constantemente armado en la última década con cámara réflex digitales CANON EOS. No se cuenta en el documental, pero en estos momento el proceso técnico de las fotografías de GÉNESIS, salvo algunas iniciales tomadas directamente sobre película en blanco y negro en formato medio, es de toma digital en color con paso posterior a un internegativo en blanco y negro de formato medio, y ampliación fotoquímica tradicional del mismo en papel baritado de alta calidad. Si no me dejo algo por el camino.
Resumiendo, un interesante documental que casi podríamos considerar "obligado" para todos los aficionados a la fotografía, y especialmente a la fotografía documental. Por supuesto, también gustará a los aficionados a la historia contemporánea, puesto que SALGADO ha sido testigo de algunos hechos importante de la misma. Pero creo que con carácter general, y a pesar de la escasa cultura en nuestro país de acudir a este tipo de películas, puede gusta e interesar al público general. Espero que así sea.
Esta semana, a pesar de que he disfrutado teóricamente más tiempo libre, he abierto un poco las cosas que he hecho y no he fijado tanto la atención en la fotografía. Bueno, en realidad he tenido una dosis importante de fotografía, pero no se ha reflejado en esta selección semanal. Ya irán saliendo las cosas. Así que esta semana no hay muchas recomendaciones, pero espero que os parezcan interesantes. Las fotografías acompañantes, las del primer paseo en este otoño en el que he sentido en que la luz era realmente ya otoñal. Que tiempo más extraño que nos está haciendo.
En primer lugar, recordar a un clásico, como es GARRY WINOGRAND. Tan de moda como está ahora la fotografía documental a partir del trabajo del fotógrafo que se patea las calles de las ciudades, la street photography como les gusta decir incluso a los hispanohablantes que acaban de llegar al mundo de la fotografía y han descubierto que la yema de los huevos es amarilla. Muy antiguo este género fotográfico, con gran tradición y grandes maestros. Y WINOGRAND es uno de ellos, al más puro estilo americano. Recientemente recibió la atención del MET de NUEVA YORK, y si alguien va a viajar a PARÍS próximamente ahora recibe la del JEU DE PAUME. No me importaría un paseo por esta sala de exposiciones dedicada a la fotografía y otras artes visuales junto a las TULLERÍAS.
Todavía tengo "la resaca" de mi viaje a JAPÓN, y sigo interesado por todo lo nipón. Y también recuerdo vívidamente como me impacto el libro BUDA EN EL ÁTICO de JULIE OTSUKA, donde se trataba de la odisea que sufrieron las mujeres japonesas inmigrantes en ESTADOS UNIDOS desde principios del siglo XX y hasta el final de la SEGUNDA GUERRA MUNDIAL. A propósito de esta contienda me han interesado mucho las fotografías de BILL MANBO sobre el injusto confinamiento en campos de concentración de la población de origen japonés en la potencia norteamericana durante este conflicto. También se habla de ello en THE NEW YORK TIMES.
Dada la imposibilidad de comprender las noticias en japonés mientras estábamos de viaje por el país del sol naciente, no nos enteramos hasta que regresamos que en los últimos días de nuestra estancia en aquellas tierras se produjo la erupción de uno de los muchos volcanes activos que allí se encuentran. Con la desgracia de que se produjeron víctimas entre excursionistas que se encontraban en la montaña, ya que la erupción fue inesperada. Ahora que se ha podido acceder a los cadáveres y a las pertenencias de los fallecidos, se han podido recuperar tarjetas de memorias con las últimas fotografías que tomaron algunos de ellos minutos u horas antes de su muerte. Son unos documentos valiosísimos; pero que sensación más extraña se te queda contemplando estas fotografías.
Seguimos por el EXTREMO ORIENTE ya que disfruté mucho viendo el vídeo sobre el fotógrafo de HONG KONG FAN HO que os dejaré puesto a continuación. Me gusta mucho la estética de este fotógrafo, otro documentalista de las calles de su ciudad, que me parecen de un belleza notable. Está en inglés, lo siento por quienes no se manejan en ese idioma.
El mundo del circo me pareció antaño un mundo apasionante. Ahora son pocos los espectáculos circenses de calidad que se asoman a las calles de nuestras ciudades. Los hay, que conste. Pero es un mundo que encendía las imaginaciones. La fotógrafa NORMA I. QUINTANA se acerca al mundo de la vida nómada de las gentes del circo de una forma muy interesante.
Nos adentraremos ahora en fotógrafos más conceptuales o experimentales. Por ejemplo, con la peculiar forma de trabajar de la alemana BARBARA PROBST. Leía el otro día un texto de STEPHEN SHORE que hablaba de cómo el fotógrafo, eligiendo el punto de vista desde el cual ordena los elementos de la realidad que conforman la imagen fotografía, modifica la percepción que el observador adquiere de la misma. Quizá por ello, PROBST decide inmortalizar sus escenas con cámaras situadas en distintos ángulos y con distintos puntos de vista, mostrándonos una realidad más compleja.
Tampoco conocía yo a la fotógrafa MARIE BENATTAR. No soy yo muy dado a colocar en estas páginas recomendaciones a fotógrafos del mundo de la moda. Quizá porque lo que nos quieren vender pocas veces me convence. Pero los colores y la combinación de formas geométricas y cuerpo humano que nos propone BENATTAR me han parecido muy interesantes.
Finalmente, uno de las situaciones más difíciles para quienes somos gente tímida y relativamente introvertida es la de acercarnos a un extraño que nos interesa para fotografiarle. JAN SCHOLZ nos habla de una iniciativa realizada en las calles de NUEVA YORK con una cámara de gran formato, en la que se les fue pidiendo a extraños que pasaban que posaran ante ella en distintos puntos de la ciudad. El concepto de la experiencia y el resultado me parecen interesantes. Pero aun así, como asusta...
Las recomendaciones de esta semana proceden de los siguientes sitios:
Vamos con el cuarto de los seis lugares declarados PATRIMONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD que pudimos visitar en nuestro reciente viaje a JAPÓN, y que voy presentando sin seguir ningún orden en particular. En esta ocasión nos dirigiremos a los TEMPLOS Y SANTUARIOS DE NIKKO.
NIKKO es una agradable ciudad situada a unos 140 kilómetros al norte de TOKIO. Hay una línea de tren que va directa desde TOKIO hasta esta ciudad, pero nosotros optamos por coger los trenes de JR EAST para los cuales era válida nuestra JR RAIL CARD. De hecho, puesto que un buen tramo del recorrido se hace en SHINKANSEN hasta UTSUNOMIYA, a pesar del transbordo, el viaje dura menos tiempo. Y en esa parte del recorrido es más cómodo.
La segunda parte del viaje, con un tranquilo tren de via estrecha, nos muestra cómo la ciudad se encuentra en las estribaciones de una cadena montañosa, cuyos montes se encuentran cubiertos en sus faldas de espesos bosques. Entre estos bosques, y en las afueras de NIKKO, se encuentran dispersos una serie de templos budistas y de santuarios shintoistas, que conforman un conjunto de gran belleza paisajística y arquitectónica.
Visitamos dos grandes templos budistas y un gran santuario shintoista, y nos asomamos a otro templo budista. Lo hacemos tranquilamente. Hay más que ver, pero es absurdo hacerlo a la carrera sin disfrutarlo. Preferimos seleccionar y contemplarlos con calma a batir un récord de templos y santuarios visitados.
El primero de ellos es el templo de RINNO-JI, que está en restauración. En su interior hay varias estatuas de budas de gran tamaño, pero no se puede apreciar bien por las monumentales obras.
Mucho más vistoso y animado resulta el santuario shintoísta de TOSHO-GU, con elementos arquitectónicos y decorativos de gran valor, muy visitado, nos tenemos que ir peleando con la gente por las fotos,... o simplemente integrando a la gente en las fotografías. Lleva un buen rato su visita y, ciertamente, es de los que más nos ha gustado en el conjunto del país.
Nos asomamos ligeramente al templo de FUTURASAN, pero por el rato que nos queda hasta que cierren, y por una recomendación que nos han hecho, decidimos pasar el resto de la tarde hasta que cierren en el templo de TAIYO-IN, que es también mausoleo de un SHOGUN de la casa TOKUGAWA. No es tan vistoso desde el punto de vista arquitectónico, aunque lo es, pero está mucho más integrado en el bosque, más salvaje y denso en ese lugar, y hay mucha menos gente. Con la tarde nublada y umbría, el ambiente es fenomenal.
Se nos hace tardísimo. Ese día comemos cerca de las cinco y media de la tarde. Menos mal que por la mañana nos habíamos aprovisionado de algo de repostería para ir tirando. Pero realmente el lugar es bellísimo, y lo único que nos pena es no tener algún día más para adentrarnos entre los montes y los bosques en cuyas estribaciones nos encontramos.