Empecé en el año 2007. El 31 de diciembre de ese año fue el primero en el que hice balance del año a través de una colección de 12 fotografías, cada una tomada en un mes del año. Después ha habido variantes sobre el mismo tema, siendo las más importantes que ya al año siguiente separé las fotografías de viaje de la serie mensual, y que desde 2012 dedico una tercera entrada a las fotografías tomadas con película tradicional. Ese año fue el que marcó mi retorno a ese medio fotográfico, aunque tímidamente había hecho escarceos en el 2011.
Pero bueno, vamos a lo que vamos. Ya os he presentado mis viajes de 2014 y mi trabajo con película tradicional. Así que aquí van las 12 fotos que no pretenden ser ni especialmente representativas, ni más significativas que otras, simplemente una impresión de mi año desde el punto de vista fotográfico. Aunque muchas veces puedan esconder otras memorias y otros sentimientos que quedan más privados para mí.
Y este año hay un extra. FUNDEU (Fundación del Español Urgente) es una organización sin ánimo de lucro que busca impulsar el buen uso del castellano en los medios de comunicación, pero que es recomendable para cualquier persona que sienta cierto cariño por el idioma. Yo recibo todos los días su boletín con el tema de actualidad. Pues bien, a semejanza de lo que hacen otras organizaciones similares generalmente anglosajonas, ha escogido la que denomina "palabra del año". Y es no es otra que SELFI. Sin la "e" final que tiene su origen etimológico inglés. Porque esta forma de denominar los autorretratos o las autofotos, que eran las formas recomendadas hasta el momento, se ha impuesto en nuestra sociedad. Independiente de que a los puristas les guste o no el hecho. La cuestión es que la mayor parte de las personas hispanohablantes la usan. Por lo tanto me despido con un selfi. Con la nueva ortografía recomendada, ya sin comillas o sin cursiva, como término incorporado al idioma.
El año pasado fue el primero en el que en mi repaso fotográfico al año incluí un artículo específicamente dedicado a la fotografía con película tradicional. Es una aspecto de la fotografía que no quiero dejar de lado, especialmente por lo gratificante que es utilizar viejos aparatos mecánicos, en los que pulsar el disparador para hacer la foto tiene algo de rito.
Ayer, en el artículo dedicado a los viajes, pudistéis ver algunos ejemplos cuando en mis desplazamientos por el mundo me llevé alguna cámara tradicional. Hoy analizaré los desafíos y problemas que me he encontrado durante el año para ir sacando adelante la fotografía con película tradicional en tiempos de dominio digital. He de decir que en estos momentos estoy con procesos mixtos. Toma de la fotografía con película tradicional, revelado químico y a continuación digitalización, bien sea en casa con mi EPSON PERFECTION V600 PHOTO (negativos en blanco y negro), bien sea en algún servicio comercial (negativos en color).
El primer reto del año fue encontrar qué película en blanco y negro era la que más me satisfacía para usar con negativos relativamente pequeños, como los de la película de 35 mm, bien sea en con negativos de 24 x 36 mm o bien de medio formato, 18 x 24 mm, más pequeños todavía. Tras varias pruebas, mi preferida, aunque no es la más fácil de encontrar es la FUJIFILM NEOPAN ACROSS 100. Que he usado preferentemente aunque no únicamente con la réflex PENTAX MX.
Por lo tanto, durante el resto del año he venido usando la ACROS con la PENTAX MX, con alguna variación. Que ha consistido en usar alguna telemétrica de LEICA, con la misma película, o cualquiera de estas cámaras con la KODAK TRI-X. Está película, de sensibilidad nominal 400 ISO, la suelo usar a un índice de exposición de 200, ajustando a la baja el tiempo de revelado, para controlar el contraste y disminuir el grano.
Sin duda, la metedura de pata fenomenal la hice cuando quise aprovechar un carrete de ILFORD DELTA 100 que tenía por casa y que expuse con la PENTAX MX. Esta película da excelente resultados, pero es menos todo terreno que las anteriores. El caso es que por error la expuse a 400 ISO. La salvé como pude con revelado desatendido. En este caso con HC-110 porque el RODINAL se me había terminado.
La cámaras de formato pequeño que he mencionado hasta ahora las he usado ocasionalmente con película en color, especialmente porque este año he probado diversos servicios comerciales de revelado y digitalizado. Los que se ofrecen en ZARAGOZA me han dado ya varios disgustos, así que he optado por los servicios en internet y confiar mis negativos al servicio de correos, que parece más cuidadoso que "ciertos profesionales" de la fotografía.
Por ejemplo, probé los servicios del laboratorio de la LOMOGRAPHY, que no están más, muy saturados para mi gusto, pero con una resolución excesivamente baja. No me interesaron más.
También probé los servicios de CARMENCITA FILM LAB, que me convencieron bastante más y que son los servicios de revelado en color y digitalizado de negativos que uso en estos momentos.
Pero reconozcámoslo, mis esfuerzos, especialmente en la segunda mitad del año han sido en poner en marcha en condiciones las cámara de formato medio que han ido cayendo en mi poder. Los negativos de formato medio, de 56 x 41 o de 56 x 56 mm de tamaño, son mucho más agradecidos a la hora de obtener detalles y capacidad de ampliación, incluso con un revelado casero. Y usar estas cámaras resulta muy divertido, aunque algunas sea muy grandotas.
Pero las cámara antiguas, incluso si están en buenas condiciones, necesitan ser repasadas para que funcionen bien, especialmente si han estado inactivas durante mucho tiempo. Y eso es algo a lo que he dedicado mucho esfuerzo. Más que a desarrollar algún tipo de proyecto fotográfico.
La FUJIFILM GS645S WIDE 60 PROFESSIONAL que me traje de NUEVA YORK ofrece unos resultados estupendos, pero tuve que ajustar dos cosas. Primero, tuve que aprender los trucos para colocar adecuadamente el carrete. Si no, quedaba suelto y se velaba parcialmente. Segundo, tuve que llevarla al taller para ajustar el telémetro y que enfoque adecuadamente. Conseguido esto, los resultados son buenos, con un cámara relativamente ligera.
Como cámara ligera y bolsillera de formato medio, me agencié una cámara VOIGTLÄNDER PERKEO II, la más compacta de las cámara de 6 x 6 que se ha fabricado nunca, y que tiene un objetivo COLOR-SKOPAR, una fórmula óptica similar a los TESSAR, que da unos resultado muy buenos tanto en blanco y negro como en color.
Pero el proyecto que más me ha interesado ha sido el de procurarme un equipo HASSELBLAD con un precio razonable y en un estado suficientemente bueno. Prácticamente lo he ido adquiriendo por piezas y al final tengo un cuerpo 503CX con un PLANAR CF 80/2,8, un DISTAGON C 50/4 y un SONNAR C 150/4. El cuerpo y uno de los objetivos han necesitado viajes al taller. También dispongo, gratis, un cuerpo 501CM pero con problemas. Si en un momento dado me da por ahí, puedo llevarlo a arreglar y por lo que me cueste. O se puede usar como piezas para arreglar el otro. Los últimos carretes realizados todavía no los tengo revelados. Pero os puedo ofrecer unos cuantos ejemplos de cómo he ido usándolo conforme los he ido probando.
No ha sido un año fácil para viajar. De hecho, ha habido sobresaltos en alguno de mis viajes. Pero ha sido un buen año y productivo. Quizá con el hito más importante el del viaje a JAPÓN, un par de veces aplazado por distintos motivos, y que este año, aunque con miedo, nos decidimos a hacer y disfrutar.
Pero ha habido más cosas. Tanto en viajes al extranjero, como moviéndonos en cercanías. Os lo cuento como es tradicional con fotografías.
Últimamente se están poniendo, hasta cierto punto, de moda las llamadas "cámaras de acción". Cámaras pequeñas, que se pueden acoplar mediante accesorios más o menos complejos a todo tipo de cascos y vehículos, que por sí mismas o mediante carcasas adecuadas tienen una mayor o menor resistencia al polvo, salpicaduras de agua e inclemencias del tiempo, e incluso son sumergibles en algunos casos.
Pueden hacer fotografías o tomar vídeos. Sus mandos son austeros. Los resultados se suponen si no buenos razonables. Suelen llevar un objetivo de focal fija gran angular, con un ángulo de toma muy abierto. Al fin y al cabo, muchas veces la toma se hace sin un ojo que encuadre. Como suelen tener diseños ópticos sencillos, suelen tener tal distorsión en algunos casos, que se les podría considerar objetivos ojos de pez. El paradigma de este tipo de cámaras son las GOPRO. Eso sí, cuando te metes en una de estas, entre los entre 300 y 500 euros que cuestan según el posicionamiento del modelo en la gama, más los accesorios diversos, pronto te encuentras con el presupuesto de una réflex de entrada de gama. Para un chisme que, por mucho que se empeñen, nunca podrá dar la calidad de imagen de esta última. Podrá ser divertido, podrás meterlo en sitios demenciales, será todo muy emocionante,... pero la calidad de imagen insisto es entre buena, si las circunstancias son óptimas, y razonable, si no lo son tanto.
Por supuesto, no han tardado mucho en aparece competidores de las GOPRO. Y muchas, con un precio más razonable. La cuestión es si aguantan la calidad. Durante un tiempo pensé que, con tal de no gastar mucho dinero, no me importaría tener un aparato de este tipo. Pequeñito, que no abulte, con un calidad razonable, nada del otro mundo pero razonable, y que no cueste mucho, porque es para un uso muy, muy circunstancial. Nada de todos los días, ni de todas las semanas, ni siquiera de todos los meses.
De repente es como si se conjurasen los hados. Diversos medios que informan por este país de la cosa fotográfica, de los que se tienen por neutrales y critican a los vendidos a las marcas, e incluso reportajes en medios más o menos prestigiosos de otros países, empiezan a hablar de la POLAROID CUBE. Un gracioso chisme, de 40 o 45 gramos de peso, pequeñito, de aspecto cúbico y divertido, que por menos de 100 euros asegura grabar en vídeo HD 1080p y hacer fotografías de 6 megapíxeles (o megapícseles según admite también la RAE) en formato 16:9 todo ello, a través de su objetivo gran angular que cubre más de 120º de ángulo de visión. Me lo empiezo a pensar.
La cosa es que cuando casi me había decidido porque sí, porque en todos esos neutrales y prestigiosos medios aseguraban que su calidad era razonable, no digo buena, va y me aparece la oportunidad de probar una. Más que de probar una, de compartir una, sin tener que desembolsar más que el coste de una tarjeta microSD. Que en el peor de los casos, con su adaptador, funciona como una SD, y vale para otras cámaras. Os presento la POLAROID CUBE que en estos momentos tengo alojada en casa.
La cámara viene sin accesorio alguno, aunque existen a la venta unos cuantos que básicamente sirven para sujetarla a distintos artilugios y superficies. No obstante, la camarita lleva en su base un imán suficientemente potente para fijarlo a distintas superficies metálicas. Que lleven hierro claro, o algún otro metal magnético. No cualquier metal vale. Por ejemplo, lo puedes sujetar a la zapata del flash de tu cámara de fotos. Si es CANON. Si es PENTAX no. Si es LEICA D-LUX se agarra fuertemente, pero a una LEICA M se agarra muy flojito... Bueno si lo haces así, puedes ir grabando un vídeo con la CUBE mientras vas disparando con la cámara principal, y así documentas tu proceso de selección de toma y encuadre. Bueno. O la puedes agarrar al capó de un coche, o donde sea... Eso sí. No la pongas vertical, porque los vídeos en vertical, no valen.
En cuanto a los mandos de la cámara... pues tiene una palanquita para seleccionar la grabación en HD 1080p o HD 720p, y un botón. Que según cómo y cuantas veces lo pulses, enciende, apaga, hace fotos o inicia y termina la grabación de vídeo. No hay más. Hay alguna función más que puedes cambiar mediante un programa incorporado cuando conectas la cámara al puerto USB del ordenador. Hay versión para OS X o para Windows.
Bueno, ¿y la calidad?. La probé ayer. Reconozco que era un día de nubes, un poco gris. Pero tampoco presentaba mayores problemas de luz. Ni siquiera eran nubes muy densas. Con la cámara normal y corriente, al aire libre, con una sensibilidad de 200 ISO podías disparar sin problemas a f/8 y 1/250 segundo. Vale. No era un f/16 - 1/250 del sol radiante. Pero no había luz escasa. Poco contraste. Eso sí. Pero vamos, nada que le siente mal a un fotógrafo que se sepa defender.
Algunos ejemplos de imágenes fijas. Algunas tal cual, otras con la distorsión corregida en LIGHTROOM en la medida de lo posible. El objetivo es en realidad de tipo ojo de pez, y esa estética a veces me cansa.
La primera foto que tomé. Desde el balcón de casa. La distorsión está corregida parcialmente, LIGHTROOM no da más de sí. En algún otro programa podría haber corregido más, pero estoy un poco vago.
Con el cielo ligeramente azul, la mejor luz que encontré. Bastante buena en realidad. La cámara presenta un contraste moderado, pero razonable. El detalle en las hojas y las ramas de los árboles es bastante malo. Todavía no sé si debe a que la óptica es muy mala o al procesado intracámara de la imágen y la comprensión JPG. O una mezcla de ambas. No soy tan capaz como para distinguirlo.
En las distancias cortas, gracias a la enorme profundidad de campo, se defiende pero no también como pensaba. Y como podréis ver en la esquina superior derecha, bastante artefactada de color por el contraste de luz, el rango dinámico del sensor es bastante escaso. De verdad que la escena no es para tanto. Que el contraste en las hojas está mejorado en LIGHTROOM para que no quedase muy plana la escena.
Para los retratos inadvertidos puede funcionar. A unos palmos del señor, ni se enteró de que llevaba una cámara en la mano. Pero nuevamente vemos los efectos de la pérdida de contraste en las zonas más iluminadas y la mala dinámica del sensor.
No podemos descartar que algunos de los problemas observados se deban a un problema digital. Perdón, quería decir dactilar. Y es que es muy fácil plantar los dedazos en el objetivo. Llevábamos un lapiz limpiador y teníamos cuidado,... pero nunca se sabe. Por lo menos, justo antes de la segunda de estas cuatro fotografías habíamos comprobado que la lente frontal estuviera lo más limpia posible. Y ya digo que la definición en las ramas y en las hojas del árboles es muy escasa.
Había leído que la calidad esperable sería casi la de un iPhone de los actuales. Pues no. Es algo peor, me parece a mí, que la de mi iPhone de hace tres años. Y por lo que sé, hay diferencias constatables entre estas generaciones de teléfonos móviles. De hecho, como ojo de pez, es manifiestamente peor que la tapa con lentes de plástico de OLYMPUS que me traje de JAPÓN, que solo tienen marcadas pérdidas de contraste en situaciones de contraluces mucho más potentes que los de esta pequeña serie.
Por supuesto, para muchos la gracia es la grabación de vídeo. Tu la dejas apoyada en una superficie metálica y grabas. Pues aquí os dejo una muestra. Yo os digo una cosa, está subida a YOUTUBE con una calidad de solo 720p, aunque esté grabada originalmente a 1080p. Pero de verdad que no merece la pena el consumo de recursos y tiempo en manejar los clips de vídeo a esa resolución. Por supuesto, los vídeos no son nada de especial. Simplemente, poner la cámara a grabar en distintas circunstancias.
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Yo no soy buen grabador de vídeos, y desde luego los clips no tienen mayor interés. Pero chico, la cosa es más sosa que ni sé. Es cierto que no he hecho ningún esfuerzo por modificar contrastes, ni gradación de color ni nada. Pero es que quería mostrar lo que ofrece sin más.
Es posible que de vez en cuando me veáis con ella o cosas hechas con ella. La persona a la que se la han regalado no le interesa demasiado, y no la puede canjear o devolver. La guardaré yo y la compartiremos. Pero desde luego, ya os digo una cosa. No creo que valga los casi 100 euros a los que se vende. Me parece cara, a pesar de ser teóricamente barata. Desde luego no creo que quiera competir con la GOPRO; su público objetivo parece otro. Pero desde luego, para mí, entra en el campo de los juguetes más que en el de las cámaras. Y voy a empezar a pensar que esos que presumen de serios a la hora de analizar el material, no lo son tanto. La suerte que he tenido de que cayera en mis manos antes de cometer el error de comprarla...
Se acerca el final de año. En los próximos días los artículos serán de la serie UN AÑO EN FOTOS que tradicionalmente han ido apareciendo en el CUADERNO DE RUTA coincidiendo con los últimos días del año que se va. Algo que han venido haciendo ya muchas de mis fuentes de información fotográfica en los últimos días. Así que aunque alguna cosa interesante ha aparecido en la web en esta semana, voy a dedicar mis recomendaciones semanales a las últimas incorporaciones a mi biblioteca desde finales de noviembre hasta la fecha. Las fotografías acompañantes intentan dar un poco de color, aunque con un apunte nostálgico, a los grises días de niebla de la navidad. Aunque el tiempo ha cambiado en este fin de semana.
En primer lugar, revistas.
Llegó el número 55 de EXIT (el enlace suele estar mal actualizado), bajo el título UNDERGROUND, cuando este término en inglés puede referirse literalmente a lo que sucede físicamente en el subsuelo de nuestras ciudades, pero también figuradamente a lo que sucede sociológicamente en el subsuelo de nuestras comunidades humanas. Algunos nombres señalados en este número; SOPHIE CALLE, DAVID GOLDBLATT, JOACHIM KOESTER, MIGUEL TRILLO,... y otros.
También nos ha llegado el número 39 de OJODEPEZ, revista española dedicada a la fotografía documental, y que en esta ocasión llega con el título JAMAICA. Porque las gentes de esta isla son las principales protagonistas de las fotografías de este número, que todavía no he tenido tiempo de hojear en profundidad pero que no quería dejar de incluir en este artículo.
Tampoco he tenido ocasión de hojear con detalle una publicación que se encuentra a caballo entre la publicación periódica y el libro. Se trata del número 9 de C-PHOTO, que nos llega bajo el título de STREET - CALLE (la publicación es bilingüe). Hace sólo un par de días que está en mi poder, así que de momento sólo puedo imaginar su contenido. Por cierto, que es la penúltima de la serie. No sé si después repetirán la experiencia con otro formato durante 10 números, ya que este es el segundo ciclo de la publicación.
Con más tranquilidad he podido contemplar las 100 fotografías que por la libertad de prensa ofrece NATIONAL GEOGRAPHICS, para su colaboración con REPORTEROS SIN FRONTERAS en esta serie que va por su número 47. Con poco menos de 10 euros por libro, no me canso de repetir que esta es una colección ideal para hacerse con una biblioteca de libros de fotografía con un coste económico y con fotografías de calidad. Es cierto que la calidad del papel es menos consistente que otras publicaciones, pero por ese precio y por una buena casa, no tiene sentido no ir a por ellos.
FROM BLACK AND WHITE TO COLOR de WILLIAM EGGLESTON (Exposición en la FGUNDACIÓN CARTIER-BRESSON).
PARIS: CHAMP & HORS CHAMP de varios autores (Exposición en la GALERÍA DE LAS BIBLIOTECAS DE PARÍS).
UN FALSO HORIZONTE de ALBERTO GARCÍA-ALIX (Exposición en la MAISON EUROPÉENNE DE LA PHOTOGRAPHIE).
Todos ellos están muy bien. Por su calidad de edición destaca el libro de GARCÍA-ALIX. El dedicado a la capital francesa se complementa con una aplicación para el teléfono móvil en la que se pueden ver los vídeos que había en la exposición. Eso sí. Necesitas de los códigos QR que hay en el libro para acceder a los vídeos.
Encargué hace ya varios meses el libro de dedicado al fotógrafa que recibió el HASSELBLAD AWARD 2014, que no es otra que la japonesa MIYAKO ISHIUCHI (nombre escrito al estilo occidental con el apellido en segundo lugar). Este libro, que encargué ya en verano pero no me ha llegado hasta principios de este mes de diciembre, me interesó porque vi fotografías de su autora que me parecieron muy delicadas. A caballo entre lo documental y lo conceptual, la sencillez de las obras de ISIUCHI es en muchas ocasiones conmovedora, sea retratando partes de su cuerpo, sea exponiendo sus negativos a los objetos encontrados en HIROSHIMA y NAGASAKI tras las bombas atómicas, bien sea con sus coloridos SILKEN DREAMS... Una retrospectiva de la obra de esta fotógrafa nipona, que da ganas de tener algunos de los libros que contienen la integridad de algunas de las series de las que en este libro sólo contemplamos algunos ejemplos.
Y tenemos a la venta el quinto libro de la fotógrafa brasileña de origen alemán afincada en ESTADOS UNIDOS, MONA KUHN. Desde que pude contemplar hace unos años en una feria de fotografía algunas de sus imágenes, es una de mis favoritas entre las fotógrafas contemporáneas. Sus fotogramas cuadrados, tirando de formato medio tradicional, son ejemplos de composiciones delicadas, con un uso estupendo del color y de los suaves contrastes. Su último libro se titula PRIVATE, y se emplaza en el entorno del suroeste de los EE.UU. donde vive. Si en sus libros anteriores nos ha llevado a los lugares donde ha pasado sus vacaciones o a su país de origen, FRANCIA o BRASIL, ahora se queda en casa, y nos muestra aquellos entornos y aquellas personas que constituyen lo más privado de su vida, lo más cotidiano. Es su obra más intimista, en la que combina el paisaje, el retrato, el desnudo y la fotografía de interiores, ofreciéndonos un espléndido panorama de su modo de ver y vivir.
Y finalmente, hacía mucho tiempo que tenía ganas de tener algún libro de DUANE MICHALS, y el momento ha llegado con ABCDUANE - A DUANE MICHALS PRIMER. Se trata de un libro en el que se recoge la biografía de este estupendo fotógrafo conceptual, acompañada de fotografías y secuencias fotográficas del propio MICHALS, pero también de obras fotográficas o de otras disciplinas artísticas que han influido o están en consonancia con la obra del artista. Todo ello bajo la forma de un abecedario con letra e imagen, que me llevará un tiempo leer por completo, pero que ya adelanto que me parece lo más interesante, y que va a constituir uno de los libros más queridos de mi biblioteca fotográfica.
Y aquí lo dejo por hoy, simplemente apuntando que mañana voy a encargar un mueble librería, porque ya no sé donde meter todos los libros. Tengo que hacer limpieza en casa de todos modos. A ver si en estas vacaciones navideñas, me sacudo la pereza,...