Hace unas semanas os hablaba de las películas cinematográficas Kodak Vision3 reconvertidas para su uso por Cinestill para su uso en fotografía fija y revelado en el proceso estándar C-41. En aquellos momentos me centraba en la prueba de la Cinestill Film 50Daylight Xpro C-41, película de baja sensibilidad para uso con luz de día. Hoy toca hablar de su hermana de alta sensibilidad, calibrada para luz artificial por lámpara de incandescencia con filamento de tungsteno, la Cinestill Film 800Tungsten Xpro C-41.
No me voy a extender en los detalles técnicos que en aquel momento daba para explicar como se llegaba de los rollos de película preparada para su uso en filmación cinematográfica a los pequeños carretes de 36 exposiciones aptos para nuestras cámara fotográficas para película tradicional de 35 mm. Podéis repasar el mencionado artículo. A lo que sí que voy es que de la misma forma que en su momento probé la de baja sensibilidad para exteriores, tenía ganas de probar la adecuada para interiores iluminados con luz artificial.
El momento adecuado lo encontré el día 29 de enero de este 2016. Este día es fiesta local en la ciudad de Zaragoza, San Valero, rosconero si prestamos atención al postre tradicional del día, o ventolero si atendemos a la frecuente presencia del cierzo en esas fechas. En ese día, el ayuntamiento de la ciudad organiza una jornada de puestas abiertas, sin necesidad de abonar entrada, en los museos municipales. Y el que más nos gusta es el dedicado a las esculturas de Pablo Gargallo.
Conocedor de las condiciones de iluminación del lugar, pensé que era el lugar idóneo para probar la película. Con modelos que no se mueven de su sitio, las interesantes esculturas de Gargallo, en un lugar donde está permitida la fotografía sin flash, y predominantemente iluminado con fuentes de luz continua artificial con el tono cálido de las lámparas de incandescencia. Cogí mi ya veterana Canon EOS 100 y dos objetivos muy luminosos; un Sigma 28/1,8 y el Canon EF 50/1,4 USM. El primero tan apenas lo utilicé. El segundo sí. No es fácil... porque cuando hay poca luz y la escultura es pequeña, si fotografías a una apertura de 1,4 la profundidad de campo es demasiado reducida. Pero también nos viene bien para aislar el sujeto de nuestra fotografía de su entorno.
El revelado lo confié, como es habitual, a Carmencita Film Lab. Les pedí un escaneado neutro, aunque la mayor parte de las fotografías mantenían un cierto tono cálido. Esto se debe en parte a que la paleta de colores predominante son bronces cálidos. También puede ayudar que aunque la película este equilibrada para lámpara de tungsteno, la iluminación de lugar tenga una temperatura de color inferior a la habitual en este tipo de lámparas. Y claro está, puede deberse a que se le haya ido ligeramente el escaneado hacia los tonos cálidos. En culquier caso, las fotografías tienen un aspecto realmente agradable, y si alguna se pasaba de tonos calidos, pequeñas correcciones en Lightroom les devolvían el aspecto esperado.
Teniendo en cuenta que estamos ante una película de 800 ISO, el grano es apreciable, pero no desagradable ni excesivament marcado. Y por supuesto está asociado a la correcta exposición de la película. Sin haber visto los negativos, no los he reclamado todavía, se nota cuando una foto esta bien expuesta, sobreexpuesta o subexpuesta. Las bien expuesta tienen un grano visible pero contenido, las sobreexpuestas tienen un grano más fino y las subexpuestas, un grano más grosero. Estas últimas se apreciaban con desvíos en la calidad del color, especialmente en las sombras. Nada grave. Pero esperaba una mayor resistencia a las subexposición. Soy consciente que por la naturaleza de las situaciones, hubo algunas fotos que tenían uno o dos puntos de subexposición, y mi expectativa es que se notase menos de lo que se nota. Utilizable, pero aconsejaría evitar la subexposición.
Con las fotografías sobreexpuestas, sin embargo, no hay problema. Grano más fino y mayor sensación de nitidez, con tonos muy bien definidos... Sin problema para usarla sistemáticamente a 400 ISO tengo la sensación. Y quizá un poquito más saturadas estas fotos... Debe ser que las Vision3 de Kodak comparten tecnología con las Portra, que tienen efectos parecidos, aunque estas últimas están calibradas siempre para luz de día.
El uso que le he dado yo a la película no es el mismo que habitualmente se ve en las demostraciones de uso de esta película, generalmente dedicadas a retratos de aspecto muy cinematográfico, jugando con la mezcla de fuentes de luz. Pero en cualquier caso, son un recurso a tener en cuenta para el aficionado a la fotografía con película tradicional. En caso de ser necesario utilizarla a la luz del día, habría que usar un filtro calido de corrección de color.
En Carmencita Film Lab nos recomiendan la siguientes normas de uso.
Película sin filtrar con luz artificial:
Revelado normal: índices de exposición recomendados (IE) entre 200 y 1600.
Revelado forzado un paso: IE entre 800 y 2000.
Revelado forzado dos pasos: IE entre 1250 y 3200.
Revelado forzado tres pasos: IE entre 1600 y 3200, similar al anterior pero con contraste añadido.
Película con filtro 85B con luz de día: Revelado normal con IE 500.
Las gentes de Cinestill han anunciado recientemente en una campaña en Indiegogo que quieren sacar una versión en formato medio de la película 800Tungsten. La verdad es que me hace ilusión utilizar este tipo de película en ese formato y decidí colaborar. Por lo tanto, espero recibir para el mes de julio un paquete con 5 rollos de película en formato 120, más algunas pegatinas y pines, y una caja para guardar los cinco rollo de película, u otros distintos cuando los gaste. Por 75 dólares. Hay que decir que la película no es barata... y cuesta entre los 8 y los 9 euros. Pensad que las Portra están entre los 5 y los 6 euros, y las películas más baratas de Kodak o Fujifilm entre los 3 y los 4 euros.
La mañana de ese viernes 29 de enero dio para más... por lo que además de la Canon EOS 100 con la Cinestill 800T, me llevé también la Pentax MX con un SMC-M Pentax 50/1,7 y película Kodak Portra 160. No es que anduviéramos sobrados de luz esa mañana, que salió nublada... pero fue suficiente. Como el Museo Pablo Gargallo está en la recoleta plaza de San Felipe, y había música popular en la plaza para celebrar la fiesta, también la usé en esas circunstancias.
Se observará que en Carmencita Film Lab, a pesar de que el día estaba nublado, lo cual puede dar lugar a tonos fríos en las fotografías, corrigieron muy bien esta circunstancia y los tonos de la película son muy agradables y muy propios de la misma.
Cuando agoté los dos rollos de Cinestill 800T, incluso me atrevía a usar la Portra 160 en el interior del museo,... en una zona donde hubiese una cantidad razonable de luz, claro. Y el resultado no fue malo.
Luego ya, tranquilamente seguimos recorriendo el casco histórico de la ciudad, buscando un lugar para tomar el aperitivo que, como fue cuantioso, sirvió ya de comida. Después no quedó ya más que ir a coger el tranvía a las murallas romanas, para repartirnos cada uno hacia nuestros destinos. Por la tarde teníamos una cita en el cine...
La recomendaciones fotográficas de la semana pasada han llegado con un día de retraso en lunes. Que no es el mejor día para dedicarles el tiempo que merecen. Pero de todos modos, haré un recorrido, aunque sea breve, por algunas cosas interesantes en el mundo de la fotografía que aparecieron en los últimos siete... mejor dicho, ocho días. Pero primero el tablero en Pinterest de la semana.
En primer lugar, como es habitual, nos iremos a la historia de la fotografía para luego ir avanzando hacia fotógrafos más contemporáneos.
La Nueva Objetividad fue un movimiento artístico que surgió en la Alemania de entre guerras y que también tuvo su impacto en la fotografía... incluso hasta bien después de la Segunda Guerra Mundial y nuestros días. En L'Oeil de la Photographie nos propone conocer la obra de Hein Gorny, que nos muestra una obra de gran precisión técnica, que abraza sin reparos la cultura industrial y comercial, y que trabaja con maestría la repetición de patrones en la imagen, sea esta inanimada o con personas. Mucho más interesantes que algunos de los prestigiosos y sumamente aburridos seguidores de este movimiento que perduraron tras la guerra.
La historia del arte en general y de la fotografía en particular en la extinta Unión Soviética fue peculiar. Encontramos ejemplos magníficos tanto en los adeptos al régimen, fundamentalmente en los primeros tiempos del mismo, como entre los disidentes, especialmente conforme el régimen fue mostrando su carencia de humanidad. Entre los disidentes encontramos al fotógrafo Boris Mikhailov, ejemplo de lo irreverente y políticamente incorrecto, de lo anticonformista. Hubiera sido disidente lo mismo en la Unión Soviética que en cualquier otro régimen que sobre la faz del planeta haya sido. Sigue en activo, creo. A conocer. Nos lo contaron en la recientemente aparecida revista Clavoardiendo.
Vámonos a oriente. Con contrastes. En Clavoardiendo nos hablan de las mujeres Ama que fotografió en blanco y negro el etnólogo Fosco Maraini. Mujeres campesinas, percadoras que trabajan desnudas bajo el sol sumergiéndose en las aguas del mar del Japón en la isla de Hekura o Hegura durante horas.
Mientras, en Vantage nos muestran el colorido trabajo de Robert van Koesveld que se acerca al mundo, no siempre claro de las geiko y maiko, o geishas como se les conoce habitualmente. También bellas fotografías. Pero por algún motivo, prefiero la rústica belleza y simplicidad de las pescadoras de Maraini, a la sofisticación artificiosa de las famosas damas de compañía niponas.
Sigamos con el retrato, y seguiremos con la propuesta que nos lanzan desde Cada día un fotógrafo/fotógrafos en la red, que nos sugieren profundizar en la obra del norteamericano Jack Montgomery. El veterano fotógrafo, con una bella fotografía en blanco y negro, tiene una gran capacidad para mirar a los ojos, y por lo tanto a la personalidad, de personas de la más diversa condición.
Y ahora vamos al paisaje y a la más extraña arquitectura, o paisaje humano.
En The New Yorker nos proponen acercarnos al trabajo de Davide Monteleone que se recorrió durante un tiempo a recorrer la frontera chinorrusa, en el extremo oriente. Un mundo en sí misma, de dos gigantes que comparten muchas cosas y se diferencian en muchas otras, pero en las que las transiciones culturales pueden ser más difusas de lo que pensamos. Y con más permeabilidad de la que pensamos.
La especulación urbanística asociada al turismo descontrolado ha producido un verdadero muestrario de horrores en muchas partes del mundo, especialmente en el Mediterráneo. En el tumblelog Another | place, sobre fotografía contemporánea de paisaje, nos muestran el trabajo de Marinos Tsagkarakis, Paradise Inn, sobre los horribles restos que la industria turística ha dejado en tierras griegas.
Otros lugares peculiares son los antiguos puestos fronterizos entre los países miembros de la Unión Europea, hoy en desuso entre muchos de ellos. En Creative boom nos muestra el trabajo del fotógrafo polaco establecido en Alemania Josef Schulz que ha recorrido el subcontinente fotografiando el paisaje de estos lugares, resaltados por el difuminado digital de sus entornos. Ya veremos si no llega un día cercano en que vuelvan a estar tristemente en activo. No faltan los que prefieren crear fronteras en lugar de eliminarlas.
Por último, para los que no tengan excesivos problemas con el idioma inglés, en las páginas en internet de la Tate, si nos situamos en la entrada "photography" del glosario de término, encontraremos no pocos recursos para aprender algo más sobre fotografía. Interesante.
Hace unas semanas me regalaron un aro adaptador de objetivos con montura de rosca M42 a cuerpo de cámara con bayoneta K. La montura de rosca M42 fue muy popular hasta los años 70, e incluso después. Adoptada por Asahi Pentax, Fujifilm y otros fabricantes japoneses, fue también común, casi un estándar, entre los fabricantes de detrás del telón de acero como Praktica, Zenit, Pentacon o algunas Contax. De hecho, fue desarrollada en Alemania por Carl Zeiss, aunque tras la guerra usada fundamentalmente por la división alemana oriental de Jena, y abandonada por la de Oberkochen en la Alemania Occidental.
Por lo tanto, hubo muchos objetivos y cámaras aptos para montar este tipo de sistemas. Sin embargo, con el tiempo quedó en desuso. El cambio de objetivos con montura de rosca es mucho más lento que los de bayoneta, por lo que pasó a ser un sistema de aficionados, mientras que los profesionales usaban todo tipo de bayonetas. La puntilla al sistema, aunque duró tras el telón de acero todavía un tiempo, se la dio Asahi Pentax cuando en los años 70 adoptó la montura K.
Pero la montura M42 tiene una característica que hace que sus objetivos puedan ser usados en la actualidad prácticamente por casi todos los cuerpos de cámara réflex y o sin espejo con los correspondientes adaptadores. La distancia entre el plano focal y la montura del objetivo era relativamente grande. Así que todos los viejos objetivos, muchos de los cuales tenían calidades más que aprecibles para su época, son utilizables hoy en día.
Con la llegada del adaptador mencionado, más otro que permite conectar los objetivos M42 a los cuerpos Canon EOS que me hicieron llegar también en estos días, sumado al adaptador de bayoneta K a cuerpos micro cuatro tercios, me hice con un objetivo Super-Multi-Coated Takumar 1:2/35 mm de Pentax, que puede utilizar indistintamente con cuerpos Pentax, para película tradicional o digitales, Canon EOS, y Olympus y Panasonic micro cuatro tercios.
Lo he calzado con las siguientes cámaras:
De las llamadas de "formato completo", es decir, para fotograma de tamaño 24 x 36 mm sea digital o para película tradicional de 35, en las cuales el 35 mm actúa como estaba previsto en su diseño inicial, un gran angular moderado y luminoso.
De las llamadas digitales con "formato APS-C", es decir, para fotograma de 25,1 + 16,7 mm (aproximadamente), en las cuales el 35 mm actúa como un objetivo estándar, equivalente a un 52 mm en "formato completo". También bastante luminoso.
De las llamadas digitales "micro cuatro tercios", es decir, con un fotograma de 18 x 13,5 mm, en las cuales el 35 mm actúa como un teleobjetivo corto, equivalente a un 70 mm en "formato completo"... con la misma luminosidad, f/2, que los anteriores.
Veamos como son las características principales de su uso. Los ejemplos proceden de su uso con la Canon EOS 5D Mark II y con la Pentax K-S1.
No me voy a extender mucho describiendo el objetivo, que es grandotillo para los estándares de su época, pero pequeñito comparado con los actuales. Hecho en metal, da una innegable sensación de solidez. Aunque tiene defectos cosméticos en la pintura y esmaltes exteriores derivados del uso, las lentes parecen muy bien cuidadas, y no se aprecia polvo u otro tipo de sustancias en su interior. No se aprecian golpes, ni rayas en las lentes.
Tiene un cómodo aro de enfoque, amplio, en posición adelantada, tras el cual vemos la escala de enfoque en pies (ft, azul) y en metros (m, amarillo). Hay una escala de profundidades de campo que no es la más cómoda de las que he usado, pero es suficiente para manejarse. Incluye las marcas para 4, 8, 11 y 16. f/11 está sin rotular, y f/5,6 brilla por su ausencia. Hay una marca para corrección con película infrarroja. En la escala de distancias, las de 5 metros y 15 pies están en naranja, y corresponden a la distancia hiperfocal propuesta para f/8. En posición trasera encontramos la rueda de diafragamas, con valores entre 2 y 16, con el 8 en naranja, para alienearlo con las distancias hiperfocales mencionadas anteriormente.
Hay un último selector con las opciones auto y manual, que tiene sentido según con el cuerpo que se empareje, ya que permite en ocasiones la operación con el diafragma permanentemente abierto, tanto para medir la luz como para enfocar, hasta el momento de disparar el obturador. Pero nosotros nos acostumbraremos a enfocar con el diafragma abierto y después medir la luz con el diafragma cerrado. Parece más liado que lo que resulta en la realidad.
Vamos al grano. A hacer fotografías.
Primero con la Pentax K-S1. En esta, siendo de formato APS-C, el objetivo se comporta como un estándar; longitud focal equivalente en 24 x 36 mm de 52,5 mm. La escala de profundidades de campo no está adaptada a este funcionemiento. Así que enfocaremos con el diafragma totalmente abierto, y luego cerraremos para medir la luz y hacer la fotografía. No hay que darse prisa, pero a cambio las fotografías quedarán bien.
Si sois buenos estimando la distancia de enfoque, la cosa va más rápida, y podéis mantener el diafragma cerrado a su valor de trabajo constántemente. Si este es de f/8 o más cerrado, ligeros errores en la estimación de la distancia del objeto no tendrán graves consecuencias, pues se verán compensados por la profundidad de campo a esos valores.
La calidad de lo que está desenfocado, el famoso "bokeh", es aceptable, siempre que el fondo no esté muy sobrecargado. Los puntos más luminosos se convierte en círculos con un borde destacado, lo cual a unos gusta y a otros no. Las características del desenfoque son muy similares a las de otros objetivos de la época similares.
En cuanto a los colores, he de decir que yo suelo aplicar en un porcentaje muy alto de las fotografías digitales un preajuste de VSCO, de los que vienen en su paquete gratuito el VSCO Film 00, el Kodak Gold 100. A partir de él, reajusto los valores hasta que me gusta la fotografía. En general, los colores obtenidos me parece vivos e agradables. Una de las posibles pegas que se achacan a este modelo es muy curiosa. Uno de los elemento del esquema óptico contiene en su composición una sal radioactiva, quizá óxido de torio. No es peligroso para la salud. Pero en ocasiones produce que los elementos del objetivo amarilleen, dando una dominante no satisfactoria a la fotografía. Yo no he observado tal efecto con mi unidad, o bien el efecto es pequeño y se ve compensado por el hecho de usar el ajuste de equilibrio de color automático. De momento, considerémoslo más una curiosidad que otra cosa.
Vamos allá con su utilización en la Canon EOS 5D Mark II, en la que para empezar, se comportará auténticamente como un angular moderado, de acorde a su focal de 35 mm.
Para empezar, aquí podemos empezar a imaginar cómo aprovechar su máxima apertura bastante amplia para utilizar desenfoque selectivos, separando el primer plano del fondo de la imagen.
No obstante, en este terreno nos encontraremos con los principales problemas de utilización de este objetivo. En primer lugar, porque como suele suceder con los objetivos angulares de diseño antiguo sobre los modernos captores de imagen, el viñeteado es muy pronunciado. Pero notablemente. A f/2 se nota muchísimo, y en mi opinión subjetiva no se hace inapreciable hasta f/5,6.
Creo que asociado a eso se produce otro fenómeno, aunque todavía no lo sé explicar correctamente. A estas aperturas más abiertas, se produce ante una misma escena, con la misma cámara y con el mismo sistema de medición de la luz una subexposición. Si a f/2 obtenemos una medición de 1/1600 s, a f/5,6 esperarías una medición de f/200. Entre f/5,6 y f/16, las mediciones las podemos considerar consistentes. Pero si obteniendo como referencia la medición realizada a f/5,6, a f/4 hay incrementar el tiempo de obturación en el equivalente a 1/3 de paso, a f/2,8 a 2/3 de paso, y a f/2 habrá que compensar un paso entero. Esto de momento me parece que es así en las dos cámaras con las que he probado. Como el error es sistemático, es fácil de corregir.
La calidad, como sucede en los objetivos angulares antiguos, se degrada con facilidad en los bordes y en las esquinas, aunque cuando cierras el diafragma la imagen es bastante aprovechable, aunque desde luego nunca con la calidad de los objetivos modernos. A ver... que por algún motivo este objetivo se puede conseguir por entre 100 y 140 euros y un Sigma 35 mm f/1,4 Art cuesta en Amazon.es 800 euros, y un Canon EOS 35 mm f/2 IS USM cuesta entre 570 y 590 euros en el mismo portal de ventas... Esto no es así porque sí. Pero si vas a moverte con ampliaciones moderadas hasta DIN A3 o similar te podrás defender.
En Lightroom o en Photoshop es posible que tengamos que perder algún tiempo, no demasiado, en corregir algunos artefactos de color, especialmente cuando tengamos objetos oscuros sobre fondos muy claros en las esquinas. Y desde luego, tendremos que afinar el enfoque. Cuidado con atribuir al objetivo lo que no es más que una mala técnica personal a la hora de enfocar el objetivo. Pero una vez dominados estos conceptos, se pueden hacer fotografías con comodidad. ¿Cuál es la dinámica que sigo yo?
Sencilla, si quiero separar el sujeto de su entorno, abro al diafragma de trabajo, enfoco y mido lo luz, y hago la fotografía. Si busco, profundidades de campo más amplia, enfoco por zonas o utilizando la hiperfocal. Buena parte de las fotografías que traigo las he hecho alineando las marcas naranjas: f/8, enfocado a 5 metros.
Otra cuestión es lo que pasa cuando nos encontramos en un contraluz, y el sol o una fuente de luz intensa entra en el cuadro de la fotografía. El objetivo viene de nominado como Super-Multi-Coated, lo cual quiere decir que presenta los revestimientos múltiples de Pentax, que pretendían en su época competir con los T* de Carl Zeiss.
Debería haberle puesto a este objetivo el parasol que tengo por ahí adecuado para el mismo. Diámetro de rosca de 39 mm y apto para 35 y 50 mm de focal. Rígido. pero no lo he encontrado. El caso es que sin él, cuando entra la luz en el cuadro, las cosas van regular. En general se producen pérdidas de contraste y alguna que otra luz parásita. Si se intenta arreglar, los colores es difícil dejarlos en su sitio. Que conste que con objetivos Pentax más modernos me pasa de forma similar... En algún momento, el tema de los revestimientos no le acaba de funcionar a Pentax... en los últimos 50 años. Así que tendremos que ser prudentes. Y localizar el maldito parasol.
Qué podemos concluir después de esta prueba. ¿Merece la pena usar uno de estos objetivos? Pues depende... Si quieres tener una única óptica para varios sistemas, es una opción razonable. Es difícil que la use en el micro cuatro tercios... Un "70 mm" f/2, cuando ya tengo algún excelente 45 mm f/1,8 o f/2,8 Macro, que hacen un "90 mm" equivalente,... no le veo la necesidad. Pero la posibilidad de usar un gran angular luminoso en la Pentax MX o en la Canon EOS 5D Mark II de vez en cuando, sin arruinarme, no me parece mala idea en absoluto. Y no dudo que también le puedo dar uso como estándar para la Pentax K-S1, más luminoso que el 35 o el 40 que tengo ahora. Y por una cantidad de dinero muy llevadera. Es cierto que cada vez me tira más la idea de un 35 mm potente para la EOS... o para la Leica. Pero habrá de ser para una o para otra. La vaca no da para las dos. ¿Y cuando pienso en los Summicron o en los Summilux alemanes... pues creo que la EOS puede defenderse muy bien con el Takumar, oye? Además, si no necesito la luminosidad del Takumar, siempre le puedo poner el 24-105 mm f/4. Veremos.
Os dejo unas cuantas fotos más de esta misma mañana.
De la exposición del Greco no voy a hablar gran cosa... ha terminado ya cuando escribo estas líneas, aunque es posible que vaya camino de alguna otra ciudad. No lo sé. Bien cierto es que de la observación y el estudio de las obras del pintor, cualquier aficionado a la fotografía y a las artes visuales en general sacará provecho, especialmente en el análisis de la luz, del color y de la composición.
Dos de las obras atrajeron más rato nuestra atención, una María Magdalena y un San Pedro, en los que encontramos motivo para fijarnos un buen rato en descifrar el dominio de luz y color del maestro cretense afincado en nuestro país. Así como en descubrir aquellos aspectos que dan modernidad absoluta a un pintor que falleció hace ya más de cuatro siglos.
Pero lo que más nos apetecía ver era la exposición dedicada a Méliès, gran pionero del cine francés y mundial, especialmente en lo que se refiere a su utilización como espectáculo y como herramienta narrativa de obras de ficción. Algunas de sus películas más famosas son tan tempranas como del período entre 1900 y 1905, cuando fue sólo en 1895 cuando los Hermanos Lumière habían presentado su invento, el cinematógrafo, sin que le vieran de momento grandes posibilidades comerciales... Notables inventores,... nulos visionarios.
A la entrada de la sala de exposiciones, nos recibe la célebre imagen de la luna con el cohete incrustado en uno de sus ojos del filme más célebre de Méliès.
La primera parte de la exposición está dedicada a los antecedentes del cinematógrafo. Los primeros intentos por introducir imagen animada, creada con la intervención de la luz, dotando de dimensión temporal a la imagen, hasta el momento preferentemente estática y atemporal,... más allá de los estragos del tiempo sobre la misma. Espectáculos de sombras chinescas, o curiosas linternas mágicas en las que hay elementos móviles se encuentran entre los antepasados del cinematógrafo.
Incluso astrónomos de fama ya en el siglo XVII como Christiaan Huygens ya habían creado bocetos para la representación de una danza macabra en una linterna mágica. La danza macabra fue un elemento muy frecuente en la imaginería religiosa centroeuropea en la edad media y algunos siglos posteriores. Y también se ha representado en el cine. ¿Cómo olvidar la "dödsdans" de Ingmar Bergman hacia el final de Det sjunde inseglet (El séptimo sello)?
Se achaca con frecuencia a la persistencia retiniana la capacidad de la persona de percibir como imagen en movimiento una serie de imágenes estáticas pasadas a gran velocidad ante nuestra vista. Sería una velocidad de más de 10-12 imágenes por segundo, aunque para mejor fluidez en el cinematógrafo se usan 24 imágenes por segundo, y en televisión 25 en Europa y 30 en EE.UU. (algunas de estas cifras están redondeadas al entero más cercano). No obstante, parece que el auténtico mecanismo fisiológico que permite esta percepción tiene más que ver con la forma en que el cerebro procesa las imágenes que con el comportamiento de las conos y bastones retinianos.
En cualquier caso, de forma empírica se había descubierto ya el fenómeno, y chismes como los zoótropos, los estroboscopios y los praxinoscopios ya servían como juguetes para los niños de familias bien, en los que observaban caballos galopar o niñas saltar a la combar.
A continuación voy a colocar el archivo GIF en movimiento. Es un poco pesado así que puede tardar un ratito en cargar y verse con fluidez.
Un precursor del uso de técnicas fotográficas para la reproducción del movimiento fue Étienne Jules Marey, que utilizó la llamada cronofotografía para descomponer el movimiento sobre película sensible, gracias al llamado revolver fotográfico inventado por el astrónomo Jules Jansen y que fue utilizado también por Georges Demeny como asistente de Marey.
Bien es cierto que el que más sacó partido a la descomposición del movimiento por técnicas fotográficas en los finales del siglo XIX fue Eadweard Muybridge, pero como la exposición viene de Francia... se centra en los precursores franceses. Que son muy suyos nuestros vecinos. Pero fue Muybridge el encargado de desentrañar el misterio de si un caballo al galopar separa las cuatro patas del suelo al mismo tiempo en algún momento. Lo hace.
Un paso considerable para popularizar la fotografía en movimiento lo dieron los ingenieros que trabajaban para Edison con la invención del quinetoscopio, kinetoscopio o cinetoscopio... Ya tenemos la partícula "cine" asomándose en la historia. Se basaba en la proyección de una banda de película fotográfica sobre la que se había filmado una escena de forma ininterrumpida. El principal problema del invento es que sólo podía ser usado por una persona a la vez. Es decir, no podía ser un espectáculo de masas. Más bien, un entretenimiento de feria
En 1895 se rodó una escena representando la ejecución de María Estuardo, que se puede ver en la exposición. Voy a poner aquí, un GIF animado con la escena, lo que pasa es que cuesta mucho de cargar, porque es muy grandote.
El siguiente paso lo darían los hermanos Lumière con su cinematógrafo, que puso las bases del cine tal y como lo conocemos en la actualidad. Hicieron pasar la película fotográfica, el estándar de 35 mm de Eastman Kodak, primero por su cámara de filmación y después por su cámara de proyección, permitiendo el espectáculo con imagen animada al alcance de un grupo numeroso de personas. Habían puesto las bases para uno de los espectáculos de masas más populares del siglo XX y hasta la fecha.
Ya he comentado que los Lumière no le vieron muy claras las posibilidades comerciales al invento. Pero quien si lo hizo fue Méliès, que se montó un negocio completo sobre el cinematógrafo.
Construyó un gran estudio de filmación, básicamente un edificio con paredes de cristal para permitir el abundante paso de la deseada luz que iluminase las escenas a rodar.
Fue el primero en filmar películas cinematográficas con fines publicitarios. En esto no sé si le admiramos o le odiamos, la verdad... pero bueno, alguien lo tenía que hacer.
Ideó y construyó numerosos dispositivos para incluir en sus películas en lo que fueron los antecesores más artesanales de los efectos visuales y los efectos especiales en el cine, lo que le llevó a filmar las primeras películas de ciencia ficción y fantasía de la historia. La película de Scorsese que he mencionado antes habla mucho de su habilidad para la mecánica y la invención de dispositivos, siendo el macguffin de la película la reparación de un autómata, que podemos ver en la exposición. No recuerdo haberme fijado si es el original o una réplica de la Cinémathèque française.
Y sin duda alguna, fue de los primeros, no el primero, en utilizar ampliamente las técnicas de edición y montaje de las películas, un elemento básico en el proceso de producción y creación de la obra cinematográfica.
En fin, una exposición que a mí me resultó apasionante, y que supongo que intentaré volver a ver mientras esté en exhibición. Especialmente algún día entre semana, con menos gente que en un domingo por la mañana, para disfrutar más tranquilamente de la misma y de las interacciones con los objetos expuestos. No perdérsela.
Hoy se me ha echado el día encima. Por la mañana, no he tenido tiempo de ponerme a revisar los marcadores para posibles recomendaciones fotográficas de este domingo, y por la tarde he estado también muy ocupado. Para colmo, tengo acumulados marcadores de dos semanas. Así que seleccionaré unos poquitos de los más interesantes,... y los otros... mala suerte. Porque esta semana aparecerán nuevas noticias y sugerencias. Por supuesto, antes que nada, os dejo el tablero de Pinterest de estas dos últimas semanas.
Las fotografías de hoy corresponde a una exposición sobre el Greco y su influencia en el pintor Santiago Rusiñol, que a su vez coleccionó alguna obra del pintor del Siglo de Oro. Además de la exposición de pintura había otra... relacionada con el cine y la fotografía, de la que os hablaré más extensamente otro día. La exposición de pintura terminaba hoy... así que ya no os la puedo recomendar...
Empezaré por recomendar una entrada en BJP-Online, la versión en línea del veteranísimo y siempre interesante British Journal of Photography, a cuya versión electrónica estoy suscrito además, aunque tengo pendientes de leer muchos artículos. El mencionado artículos nos habla, al mismo tiempo que nos muestra fotografías, de una revista japonesa que apenas sobrevivió dos años, Provoke. El nombre lo dice todo. Pero es que en ella publicaron nombres como Daidō Moriyama, Shōmei Tōmatsu y Nobuyoshi Araki, que marcaron las tendencias de la fotografía nipona en los años siguientes. Ruptura con la tradición, mayor compromiso social y personal, e imágenes muchas veces convulsas, con composiciones rompedoras, muy expresionistas.
Siguiendo con la fotografía japonesa, en este caso nos vamos a pasar al trabajo, contemporáneo, de una fotógrafa de esta nacionalidad, aunque también reside de vez en cuando en los Estados Unidos. Nos la proponen en Cada día un fotógrafo/Fotógrafos en la red, y se trata de Shiho Fukada. Fotógrafa y directora de cine, con un trabajo fundamentalmente documental y en color, y muy comprometido con los trabajadores y las personas más desfavorecidas. Las desgracias del sunami de 2011, los niños trabajadores, el tráfico de personas,... son algunos de los temas que trata, entre otros, tanto en la fotografía fija como en los documentales cinematográficos. A mí me ha parecido muy interesante.
También me interesó mucho el trabajo de Paola de Grenet, tal y como nos lo contaron en una entrevista a la fotógrafa en Quesabesde. De Grenet es de origen italiano, pero ha vivido en Londres y en la actualidad está radicada en Barcelona. Aunque su trabajo ha abarcado diversos campos, también bastante comprometidos socialmente, en la entrevista se centran en la serie Barely Legal. Este término en inglés es el que se usa en el mundo del porno para indicar el sexo con chicas muy jóvenes, de aspecto adolescente, pero que cumplen el requisito legal de tener más de 18 años. El trabajo de de Grenet no tiene que ver con el mundo del porno, en absoluto. Son retratos de chicas entre los 18 y 21 años que la fotógrafa ve en una transición todavía entre esa adolescencia oficialmente pasada y una persona realmente adulta. Aunque con muchas más libertades que las que tuvieron sus antepasadas en toda la historia, al menos las de cultura occidental, la fotógrafa las percibe de todos modos confusas, conflictuadas e inseguras... y eso es lo que quiere transmitir en los retratos... y creo que lo consigue. Pero tiene otros trabajo igualmente interesantes.
Llega estos días atrás y un tal Brooklyn Beckham, que resulta ser hijo de uno de los muchachotes que se hacen ricos dándole patadas a un pelotón y de una "cantante" pop de uno de los grupos más horribles y horteras de la música pop, y anuncia en sus redes sociales que una marca muy conocida de ropa le ha contratado para su siguiente campaña de publicidad como fotógrafo... Tiene 16 años. La que se ha montado con el resto de fotógrafos profesionales y que llevan años currándoselo... Han puesto al chavalín, paradigma del pijerío famosil, y a la marca de ropa de vuelta y media... Y digo yo que igual tienen razón. Vamos... seguro que tienen razón. Porque el niño este con nombre de barrio de Nueva York no tiene más mérito real que ser hijo de quien es. Eso sí... no duda en exhibirse retratándose con sus Leicas y sus cámaras de formato medio. Mientras que los más afortunados de los adolescentes de su edad que consiguen una cámara réflex suele ser el modelo de turno entre los 450 y los 600 eurillos... Ni ética, ni estética, ni educación. Cierto es que en el mundo de la fotografía de moda hay mucha tontería, incluso en los profesionales veteranos y consagrados, y observaréis que no sale mucho en estas páginas... pero llegar a esto. Como dicen por ahí, el pijito no fotografía la campaña publicitaria; el pijito ES la campaña publicitaria.
Y tenemos que saludar la llegada de una nueva revista digital, en línea, dedicada según nos dicen a aquellos que aman la fotografía. Pues gracias por la dedicatoria. Se llama CLAVOARDIENDO (lo escriben así, todo junto), y de momento parece que está bastante interesante, por el estilo de lo que podemos ver por el mundo mundial. Dignamente presentado y con artículos con miga, dentro de lo que da de sí en profundidad los medios en internet. Estaremos al tanto. Espero ir trayendo recomendaciones a estas páginas procedentes de esta revista. Por ejemplo, podéis ver el artículo titulado Georgia on my mind, de la fotógrafa Ana Amado, que ya nos indica que van a dar cancha a fotógrafos poco conocidos.