Os comentaba hace unos días mi primera experiencia con la Holga 120N... una cámara de escasa calidad, pero de gran expresividad. Ese primer carrete lo expuse en realidad en una situación muy controlada. Unas condiciones de luz muy estables, luz diurna de sol más o menos constante. Un carrete de ISO 125 y un revelado muy controlado.
El sábado día 12 de marzo de 2016 salí a una pequeña excursión de poco más de medio día con algunos colegas de Fotógraf@s en Zaragoza al coqueto pueblo de Anento, que presume ser uno de los más bellos de España... no sé,... sí que es cierto que está muy arreglado y muy cuidado, y su famoso Aguallueve, un manantial al fondo de un pequeño valle en cuya entrada esta el pueblo, de paredes escarpadas, y que debido a la umbría en la que se encuentra se congela durante el invierno. Dado que el manantial nace de la pared y cae por ella en forma de gotas de agua, de forma más o menos intensa, da la sensación de un lugar donde siempre llueve.
Me llevé alguna cámara digital y la Holga 120N. Por supuesto, podemos ver algunas de las fotografías en color tomadas con tecnología digital, para que os hagáis idea del lugar.
En primer lugar el pueblo, aseado y arreglado, aunque con contrastes entre lo renovado y lo vetusto.
Luego el camino hasta el Aguallueve, entre el camino por el fondo del valle, algunos árboles en flor y los cortados que enmarcan el valle.
Hasta que llegamos al Aguallueve... Donde había algo de hielo, pero no mucho. No ha sido un invierno excesivamente frío.
Tras el paseo un ratito por el pueblo, con la foto de grupo, un saludo al hada azul y una visita, ya camino de casa, a los restos del castillo que domina el pueblo.
Pero como digo, también era cuestión de comprobar las "prestaciones" de la Holga 120N en situaciones menos controladas. Es decir, teniendo en cuenta que velocidad y apertura son prácticamente fijas, que la única forma de controlar la exposición es con la velocidad de la película, a ver como se las apaña uno para pasar unas horas en un sitio donde no sabes cuanta luz va a haber en un momento dado.
Me llevé varios rollos. 2 o 3 de Kodak Tri-X 400 y 2 o 3 de Ilford FP4 Plus 125. No me acuerdo de cual de ellos me llevé 2 y de cual 3. Así pues, una película de sensibilidad más baja, por si hacía sol, y otro de sensibilidad más alta, por si predominaba el nublado. Empecé por uno de ISO 400, porque el sol se ocultaba con frecuencia por las nubes.
Como la tendencia era a mantenerse despejado, cuando acabé las 12 exposiciones de ese primer rollo cargué uno de ISO 125. Aunque he de confesar que hubo momentos en los que no tuve claro que la elección fuese correcta. En algunas de las tomas me enfrenté a contraluces, que la cámara aguantó regular, pero mejor de lo que esperaba.
Con ese segundo carrete no osé hacer fotografías bajo el Aguallueve. Demasiada poca luz. Pero cuando acabé las 12 exposiciones, volví a poner un Tri-X de ISO 400 y hacer unas cuantas fotografías en la sombra.
He de confesar que en la sombra más intensa incluso el ISO 400 se quedó corto y tengo unos cuantos negativos, tanto de la FP4 Plus como del segundo Tri-X claramente subexpuestos. El revelado lo hice todo en la misma sopa de revelador HC-110 de Kodak, a 1:32 (dilución B) durante 6 minutos a 20 ºC. Quizá el FP4 Plus hubiera necesitado algo más de tiempo de revelado, o una temperatura un poquito más alta, 1 o 2 ºC. El Tri-X está claramente correcto para el primero de los carretes y escaso para el segundo, que hubiese necesitado un forzado de uno o dos pasos.
Mi sensación después de esta prueba... Salvo que tengas muy controladas las circunstancias de la toma, mejor usar la Holga 120N con ISO 400. Siempre es más fácil rescatar las luces algo quemadas que las sombras transparentes en el negativo. Y probablemente en situaciones de sombras profundas necesite algo más del ISO 400. Como consecuencia, he decidido que durante una temporada la usaré con película cromogénica Ilford XP2 Plus que con cuna sensibilidad nominal de ISO 400, soporta muy bien las sobreexposiciones, y aguantará al menos un paso de subexposición, lo que puede bastar para fotografiar a la sombra en un día soleado. Pero estos son los límites. Si falta más luz habrá que forzar la Tri-X un par de pasos, o hacerse con alguna película de más sensibilidad.
Por cierto, que hay que estar muy atento al avance de la película, que si no te puede pasar que en algún caso hagas alguna doble exposición. O te dejes algún negativo sin exponer.
Os contaba hace unos días sobre el curso de macrofotografía que realicé con ASAFONA (Asociación Aragonessa de Fotógrafos de Naturaleza). Una de las cosas buenas que tuvo el curso es que fue fuente de ideas y de posibles recursos. Yo, hasta ahora he realizado macrofotografía de forma circunstancial, por lo que grandes inversiones en objetivos especializados es algo que no he hecho. Desde luego, gastar más de 1500 euros en un EF 180mm 1:3,5 Macro de Canon, que para el profesor parecía la solución idónea, no entra ni de lejos en mis cálculos.
Pero él mismo hizo varias propuestas sobre el uso de teleconvertidores en macrofotografía. Estuve investigando un poco el tema, y decidí que un multiplicador de focal o teleconvertidor de segunda mano podría dar solución a mis usos esporádicos. Tengo un teleobjetivo EF 200mm 1:2,8 USM II, que me costó muy económico de segunda mano. Tampoco quise gastar mucho en su momento porque es un focal que uso poco. El caso es que tiene una calidad bastante apreciable.
Un multiplicador de focal es un dispositivo óptico que permite multiplicar un factor determinado la longitud focal de un objetivo, manteniendo su distancia de enfoque mínima. Un 1,4x sobre un 200/2,8 con una distancia de enfoque mínima de 1,5 metros nos da un el equivalente a un 280/4 con la misma distancia de enfoque mínima. Si la relación de reproducción del objetivo era 0,16, pasa a ser 0,22. 1:5 aproximadamente. Un objeto de 5 cm de tamaño en la realidad se reproduce con un tamaño de 1 cm en la superficie sensible, sea un película tradicional o un sensor digital. No es macrofotografía, pero nos introducimos en el terreno de la fotografía de aproximación. Si usamos un 2x, obtenemos un 400/5,6, con una relación de reproducción de 0,32, es decir aproximadamente 1:3; 3 cm en la realidad se proyectan en 1 cm sobre la superficie sensible. Empezamos a tener unas situaciones interesantes.
En estos momentos, un multiplicador de focal Canon actual puede situarse en los 400 euros de precio. Pero uno de segunda mano de primera generación, que no están mal y son más compatibles con todo tipo de objetivos se puede conseguir por 100 euros. Y un 2x en estas condiciones se me puso a tiro. Además, puesto a intervenir en una asociación de fotógrafos de naturaleza, puede servirme para iniciarme en la fotografía de animales. Ya hemos visto que su principal problema es que disminuye la luminosidad del objetivo de forma proporcional. Y algo se degrada la imagen. Pero si partes de buenos objetivos, la cosa puede ser razonable y llevadera.
Con el 200/2,8 y el teleconvertidor 2x empecé a hacer alguna fotografía desde el balcón de casa. No he tenido todavía ocasión de probarlo calmadamente en el campo.
El caso es que mi intención era tener un sistema para macrofotografía con resultados dignos, con una inversión moderada y polivalente. A los objetivos de los que dispongo, en principio el 200/2,8, y al teleconvertidor, tengo que añadir el juego de tubos de extensión de Kenko, con longitudes de 12, 20 y 36 mm. Se pueden usar juntos con una longitud de hasta 68 mm, pero para evitar desequilibros, prefiero usarlos de uno en uno. Si hago las matemáticas adecuadas en la página de Cambridge in colour, obtengo lo siguiente.
El 200/2,8 con el tubo de 36 mm permite una escala de reproducción de 1:3 a 105 cm de distancia de enfoque mínima. No está mal.
Si ha esta combinación le añades el teleconvertidor 2x, mantienes los 105 cm de distancia, pero con una escala de reproducción de 2:3. Ya estamos sin lugar a duda en territorio macro, con una distancia de enfoque muy cómoda para trabajar en el campo.
Veamos el montaje que probé en casa.
Como vemos, la distancia de trabajo entre la cámara y el objeto sobre la mesa, un pequeño tomate raf, es muy cómoda. Veamos ahora la imagen. En primer lugar despejado el tomate de todo tipo de cosas, y luego con una regla para comprobar la escala de reproducción de forma empírica.
Los resultados en la práctica se acercan bastante a las matemáticas teóricas calculadas anteriormente a partir de las especificaciones técnicas de los distintos componentes. Hice varias pruebas con distintos diafragmas, para jugar un poco con la profundidad de campo que es muy limitada a estas escalas de reproducción. Para apreciar un poco mejor la nitidez del resultado, cogí una de mis viejas cámaras clásicas para comprobar cómo iba. No va mal. La calidad es bastante más que razonable.
Los multiplicadores de focal de Canon no se pueden acoplar a cualquier objetivo. Los elementos delanteros de su fórmula óptica protuyen sobre la montura y necesitan un objetivo con un hueco suficiente para que no rocen con los elementos traseros del mismo. Por ejemplo, no se puede montar con el EF 85 mm 1:1,8 USM ni con el EF 24-105 mm 1:4 IS USM. Pero, ¿qué pasa si ponemos un tubo de extensión entre el 85 mm y el multiplicador de focal 2x? Hagamos las matemáticas.
El 85/1,8 con el tubo de extensión de 36 mm permite una escala de reproducción de alrededor de 1:2 a 37 cm de distancia de enfoque mínima. Una distancia de enfoque mínima menos favorable que en el caso anterior, pero con un mayor efecto sobre la escala de reproducción. Estoy redondeando. Ignorando decimales para una mayor claridad de exposición. En realidad la escala de reproducción es algo mejor todavía.
Con el tubo de extensión de 36 mm instalado, ya tenemos espacio para instalar el multiplicador 2x, que funciona sin problemas. En este caso, obtenemos una escala de reproducción de 1,1:1 para esos 37 cm de distancia de enfoque.
Por encima del tamaño de la vida real. Y con un coste de 100 euros sobre mi capacidad instalada actual, en lugar de gastar los 650 euros del EF 100/2,8 USM o los 900 euros del EF 100/2,8 L IS USM. Ambos llegan a 1:1 con una distancia de enfoque parecida. No pierden luminosidad al enfocar en aproximación, pero su longitud focal sí que se reduce a unos 75 mm efectivos. Seguramente tendrán mejor resolución óptica, pero para un uso esporádico, parece que tenemos un sistema competitivo.
Comprobémoslo en la práctica.
La prueba la hacemos con el objetivo de la Zeiss Ikon Ikonta B, primero despejado de todo obstáculo, después colocando la regla que sale un poquito movida, pero nos hacemos a la idea.
Acabamos, por 100 euros, de dotar de notable versatilidad al equipo previamente disponible, con pérdidas de calidad y de comodidad de trabajo perfectamente asumibles. Recuerdo de nuevo que, partiendo de buenas piezas ópticas de base, la pérdida de calidad existen pero son razonables, y que hay una pérdida de luminosidad, pero que en el caso del 85 mm la máxima apertura es f/1,8 por lo que nunca nos ponemos en situaciones difíciles de manejar. Estamos enfocando de forma manual y con la ayuda de la pantalla trasera.
Por supuesto, todo esto trabajando con la Canon EOS 5D Mark II, cámara con un sensor de 24 x 36 mm. Si esta última combinación la utilizamos con una cámara de sensor tipo APS-C, añadimos el factor de recorte 1,6x. Por ejemplo, con mi veterana Canon EOS 40D. El 1,1:1 de escala de reproducción se mantiene, pero por el recorte simula ser un 1,76:1... a 37 cm de distancia. Veámoslo con algunas chinchetas de colores.
Insisto. No tiene la misma comodidad y pierde algo de calidad con respecto a trabajar con un magnífico EF 180 mm 1:3,5 L USM. Pero es que una inversión en un objetivo de esas características son palabras mayores salvo que le vayas a sacar un rendimiento de alguna forma. La combinación de tubo de extensión más multiplicador 2x, siempre con el multiplicador montado sobre la cámara el tubo de extensión en el objetivo, y el 200/2,8 permite una cómoda distancia de trabajo. Con el 85/1,8 una escala de reproducción alta. El coste del multiplicador entre 100 y 150 euros. Los otros dos objetivos los compré de segunda mano en los últimos 16 años, con costes que en ningún caso superaron los 350 o 300 euros cada uno de ellos, teniendo además otras aplicaciones. Ambos son excelentes retrateros.
No sé todavía cuánto lo voy a utilizar. Pero si no hago macro de ahora en adelante, será porque no quiera, no porque no pueda.
Una semana más, dedico una parte del domingo por la mañana a la tarea de recomendar aquellos fotógrafos o noticias sobre fotografía que he encontrado interesantes durante esta semana. Y esta semana me voy a centrar sobretodo en recomendaciones colectivas que he encontrado, especialmente, pero no sólo, debido al día internacional dedicado a las mujeres trabajadoras, aunque cada vez más se refiere todo el mundo al ocho de marzo simplemente como el Día Internacional de la Mujer. Pero antes que nada, el tablero de Pinterest como mis selecciones de esta semana.
Las fotografías que acompañan hoy a estas recomendaciones proceden de la excursión que hice ayer mismo con algunos compañeros y compañeras de Fotógraf@s en Zaragoza a Anento, un bonito lugar de la provincia de Zaragoza, en Aragón (España). Como todavía me queda mucho que trabajar sobre las fotografías tomadas en ese día, ya dedicaré una entrada monográfica más adelante a esa excursión.
Ya que estamos con mujeres fotógrafas, si hay una que siempre me ha gustado desde que vi una exposición suya en Madrid hace bastantes años, esa es Sally Mann. Una mujer con una sensibilidad exquisita y con una creatividad y una profundidad en su trabajo poco habitual, para mí es uno de los grandes nombre de la fotografía contemporánea. En She Shoots Film, una página dedicada a mujeres fotógrafas todavía apegadas a procesos fisicoquímicos tradicionales, nos presentan un artículo en profundidad sobre sus trabajos más controvertidos, aquellos que mostraban a su familia, niños incluidos, en las vacaciones de verano, muchas veces desnudos o semidesnudos. Unos trabajos en los que algunos quisieron ver "pornografía", no tal, por cierto, mientras que la sociedad tolera habitualmente la sexualización excesiva de la mujer en todos los ámbitos de la vida. Yo creo que hoy en día, nadie con dos dedos de frente se plantea algún tipo de conflicto con el trabajo de Mann, que por el contrario, como digo, es una de las grandes de la fotografía actual.
Nick Brandt no es mujer. Pero con los años, nos ha acostumbrado a su delicado trabajo sobre la fauna africana, en un cuidado y primoroso blanco y negro de alta calidad. Muy comprometido con la conservación de los ecosistemas y el respeto a los animales, su última serie "Inherit de Dust" que nos presentan en L'Oeil de la Photographie, combina sus fotografías tradicionales, retratos de los grandes animales de la sabana africana, con los paisajes que muestran la explotación y degradación del paisaje en el continente africano. No hay retoque digital en las imágenes. Es todo fotografía directa, a la hora de combinar las fotografías.
Vayamos con las listas de fotógrafos destacados por algún motivo.
En Format Magazine, con motivo del 8 de marzo, publicaron un listado de nada más y nada menos 55 mujeres cuyo trabajo en fotografía les "obsesiona". Y para ellos no es nada más que una gota en el vaso de un mundo en el que todavía quedan muchas cosas buenas por descubrir. Son además mujeres de todo el mundo y con estilos muy diversos. En ocasiones lees que el trabajo de la mujer fotógrafo es más introvertido y autorreferido que el del hombre fotógrafo, pero no faltan las fotógrafas en la lista con una visión social, comprometida y con una variedad de estilos.
En Lens Culture también decidieron celebrar el 8 de marzo con un listado de fotógrafas de las que publican sus trabajos en sus páginas. Hasta 35 fotógrafas, aunque incialmente la lista constaba de 21. También son fotógrafas muy diversas, no necesariamente coincidentes ni mucho menos con la lista anterior, y que algunas de ellas ya han aparecido por estas páginas.
En Popular Photography, nos recordaron un listado que elaboraron hace un par de años con el fin de confirmar su evolución posterior. Un listado más limitado, de sólo 5 fotógrafos, de ambos sexos, pero con una característica en común; tenían en aquel momento menos de 20 años. Promesas de la fotografía. con estilos muy distintos. Desde quienes se dedican a reflejar el mundo de los jóvenes y adolescentes que les rodean, a aquellos que optan por el paisaje, o la naturaleza muerta, o la fotografía de naturaleza. Muchas veces con equipos mucho más sencillos, los que se puede permitir un adolescentes que los que se ven muchas veces en manos de los fotógrafos destacados en los medios. Un ejemplo de que la creatividad es más potente que los equipos a la hora de destacar.
Como contraste Takeshi Mita nos lleva a mundos inexplorados y misteriosos con sus paisajes en color, mientras que Takashi Kawashima lo hace con paisajes en blanco y negro, aunque en este caso también refiriéndose a sus relaciones con las personas. Terminaré mi repaso no exhaustivo con las flores de Ryo Fujimoto, un ejemplo de cómo las estéticas sobre un mismo tema varía con la visión del artista, incluso alejándose de los canones establecidos.
Bueno, por esta semana es suficiente. Probablemente, por un viaje, estaré un par de fin de semanas sin publicar esta sección semanal. Ya veré como me organizo. O me desorganizo.
Cuando hace aproximadamente mes y medio os hablé de la estenopeica Holga 120WPC, hice una introducción al porqué de repente decidir que tenía que incorporar un par de estas cámaras chinas, realmente malas, pero potencialmente divertidas. Y que son utilizadas por algunos fotógrafos profesionales y serios para complementar sus trabajos.
Ya contaba también que el fabricante chino había anunciado el cese de la producción. Hay motivos para pensar que cuando en estos momentos un fabricante del sector fotográfico anuncia un cese de producción es más que probable que este se haya producido hace ya un tiempo, y que ya estén tirando de stocks. Por lo tanto, estas baratas cámaras se van a convertir probablemente en un producto codiciado y subirán de precio. Hice un primer intento de comprar la versión más básica, la 120N, sin flash, con lente de plástico, negra, y no me llegó. El vendedor me devolvió el dinero y dijo que se le habían agotado. Como veis... basta que algo ya no sea fácil de encontrar para que sea deseado. Y los stocks pueden ser más escasos de lo que la gente piensa. Aun así, encontré por un precio adecuadamente baratillo otro ejemplar, que tiene el defecto de que no es completamente negra sino negra y gris... o "plateada" que dirían algunos... Gris.
Aunque se le puede poner una máscara para conseguir 16 negativos de 6 x 4,5 (54 x 40,5 mm realmente), yo la voy a utilizar en su formato cuadrado, que da 12 negativos de 6 x 6 (54 x 54 mm).
El objetivo consta de una única lente, un menisco de plástico, con una focal de 60 mm. Así que hay que suponerle en posesión de todo tipo de aberraciones ópticas que se os ocurran. Ese 60 mm para 6 x 6 equivaldría teóricamente a algo parecido a un 35 mm en el formato de 36 x 24 mm. Pero al ser un formato totalmente cuadrado, en horizontal se aproximaría más a la visión de una focal de 40 mm, mientras que verticalmente se expandiría a lo que vería un objetivo entre 24 y 28 mm de focal. Nos anuncia una apertura máxima de f/8. Teóricamente, esta sería el valor para la posición nublado, mientras que en la posición soleado abriría a f/11. Hay quien dice que no encuentra diferencia entre ambas posiciones... ¡¡¡???
Sólo hay dos posibles velocidades: la instantánea, que se supone de aproximadamente 1/100 segundo, y la posición B, para exposiciones largas. No hay rosca alguna para usar un cable disparador en este último caso, con lo que el riesgo de mover la cámara durante la exposición es elevado.
Tiene una zapata estándar para flash, que se puede usar, necesario en interiores, y el objetivo gira para enfocar. No hay distancias de enfoques marcadas, sino una serie de pictogramas que nos dan un idea de por donde vas los tiros.
Un señor solo, para retratos en primer plano, asumiremos que una distancia de enfoque de 1 metro.
Un grupito pequeño de gente, en el que asumiremos una distancia de enfoque de 2 o 3 metros.
Un grupito grande, en el que asumiremos una distancia de enfoque de 5 o 6 metros.
Una montañita, en la que asumiremos la hiperfocal para vistas generales y paisajes.
En mi carrete de prueba he obtenido muy buenos resultados en las distancias cortas.
Como se puede ver, el viñeteo es descomunal, con esquinas que demuestran que el objetivo no cubre realmente el fotograma completo. El centro es razonablemente nítido, pero la imagen se degrada rápidamente por el campo hasta alcanzar unas pérdidas de nitidez rocambolescas en los bordes y ¿las esquinas?... Bueno,... las esquinas están prácticamente negras así que no se aprecia tanto.
En las distancias medias,...
... pues cuanto más corta sea la distancia de enfoque más viñeteo, pero conforme vamos enfocando más lejos este disminuye, así como mejora el rendimiento en los bordes y esquinas sin que sea bueno nunca. El centro queda en una tierra de nadie.
En cuanto a las distancias largas de enfoquer...
... pues hay que ser muy fino eligiendo la composición y los motivos encuadrados, porque la nitidez va a dejar que desear, y hace que los paisajes queden sosos. Pero bueno,... todo es cuestión de echarle imaginación.
Dado que sólo se dispone de una velocidad de obturación en la práctica, y también de una apertura de diafragma, dos si eres optimista con la calidad de fabricación, la exposición la controlas con la sensibilidad de la cámara. El día que la probé, como había solecico, usé película Ilford FP4+ con una velocidad ISO 125/22º. Si hubiera estado nublado, habría que haber usado una película de ISO 400/27º. En interiores, o usas flash o no uses nada inferior a ISO 1600, probablemente forzado uno o dos pasos según las circunstancias. Quizá en caso de situaciones diversas, lo mejor sea usar una película en blanco y negro de ISO 400 como la Kodak Tri-X o la Ilford HP5+, y un revelado desatendido con un revelador compensador muy diluido (Rodinal o HC-110). O bien un negativo en color o blanco y negro cromogénico de ISO 400 que en caso de abundante luz soporten bien la sobreexposición y en caso de escasa luz soporten bien al menos un paso de subexposición. Una Kodak Portra 400 para color o una Ilford XP2 Super para blanco y negro, pueden ser las opciones más adecuadas, ambas con revelado estándar C41.
Esta entrada fue previamente elaborada para el blog de Fotógraf@s en Zaragoza, que os recomiendo que visitéis, y ahora la publico aquí con algunas adaptaciones a mis normas de publicación personales.
La entrada de hoy va sobre la exposición a la que algunos de los aficionados a la fotografía de Fotógraf@s en Zaragoza pudimos asistir el jueves 3 de marzo de 2016 en el Centro de Historias de la ciudad. Pero antes de seguir adelante con el relato, puesto que para mí es una segunda parte de algo que comenzó a principios de noviembre de 2014, me permitiréis que me retrotraiga un poquito en el tiempo. Creo que merecerá la pena, para tener una visión amplia de la cuestión.
A finales de octubre de 2014 me llegó al buzón de correo electrónico un boletín de la librería Cálamo en la que se me invitaba a la presentación de un libro de fotografías de Gervasio Sánchez en el Centro de Historias. Tal cosa sucedió el 3 de noviembre de 2014. Un lunes. Normalmente el Centro de Historias está cerrado los lunes, pero lo abrieron expresamente para la ocasión. La historia completa de lo que se pudo vivir en aquella presentación lo podéis leer en una entrada que hice a tal propósito.
Presentación del libro "Mujeres Afganistán" en el Centro de Historias (Foto: Carlos.Carreter)
En aquellos momentos no pudimos ver las fotografías del libro. Pero si que nos quedamos absolutamente estremecidos por la historia que nos estaban contando; la historia del maltrato sistemático que sufren las mujeres en Afganistán. La exposición con las fotografías se encontraba en aquel momento en exhibición en Barcelona. Pero se nos prometió que Zaragoza sería eventualmente una parada en la que recalaría las imágenes que todos ansiábamos por ver.
Cuando vi en el Facebook de Fotógraf@s en Zaragoza la propuesta de visita guiada en grupo para la que exposición que se inauguraba por fin con la llegada del mes de marzo en Zaragoza, no dudé en apuntarme. La oportunidad era demasiado buena.
Nos juntamos un buen grupo de habituales del grupo. Y sinceramente... normalmente no somos el grupo más formal que existe en las visitas guiadas,... no es que me quiera poner criticón ahora yo,... pero las cosas son como son. Bien. Pues cual sería la intensidad de lo que se nos estaba contando que nunca había visto yo tal nivel de tensa atención entre los visitantes, pertenecieran a FeZ o no.
Se alternaron en las explicaciones los dos autores del libro que ya he mencionado, la periodista Mònica Bernabé y el fotógrafo Gervasio Sánchez. La periodista ha vivido durante más de una década, si no recuerdo mal el dato, en el conflictivo país a caballo en el Oriente Medio, el subcontinente Indio y el Asia Central, mezcla de etnias y de culturas. Gervasio Sánchez es bien conocido por sus comprometidos reportajes sobre todo tipo de conflictos, entre los que destacan la guerra de la antigua Yugoslavia, los desaparecidos y las víctimas antipersona, sin querer ser exhaustivo.
Como me sucedió año y medio atrás, la crudeza de la realidad que viven las mujeres en Afganistán me dejó,... nos dejó atónitos y horrorizados. Que casi el 90% de la población femenina vaya a ser víctima de malos tratos o abusos sexuales a lo largo de su vida es un dato estremecedor. Que las causas de tal hecho estén profundamente imbuidas en la sociedad afgana, en sus tradiciones, en su forma de vivir, en su economía, en sus prácticas religiosas, produce además un tremendo pesimismo sobre la posibilidad de que tal situación cambie a corto plazo. En cualquier caso, Mònica y Gervasio, Gervasio y Mònica, que en esta ocasión tanto monta monta tanto, realizaron un detallado relato y atendieron con paciencia e interés las preguntas de quienes visitábamos la exposición.
He dicho de los que visitábamos la exposición... yo me quedé con la sensación de que realmente la exposición, las fotografías, se quedaron sin ser vistas y observadas con la atención debida, tal era la fuerza de los testimonios que escuchábamos. Pero estamos en un grupo de fotografía y, por lo tanto, creo que merece la pena que nos detengamos en los valores fotográficos de la muestra.
Me llamó la atención durante la visita un comentario que hizo Gervasio Sánchez sobre la naturaleza de las fotografías. Afirmaba que durante este largo proyecto, en el que tan difícil resultaba conseguir que las protagonistas de la historia, las mujeres afganas, se dejaran fotografiar, había renunciado a su faceta de autor. La inmediatez con la que tuvo que trabajar durante este periodo hizo que las fotografías carezcan de la sofisticación de otras imágenes, mucho más vistosas, que nos llegan desde esas latitudes. A mí me pareció notar un crítica a algún famoso fotógrafo de National Geographic que se ha hecho notoriamente famoso con sus coloridos retratos de hombres, niños y mujeres afganos. Postales denominó Gervasio a este tipo de fotografías. Como no dio nombres, yo tampoco los daré. Seamos prudentes.
Pero el caso es que consideré desde la salida del centro que había que volver a observar con más detalle las fotografías. Cosa que pude hacer el día de la Cincomarzada, cuando un cambio en los planes de ese día me dejó un par de horas libres. Contemplemos alguna de las fotografías para ilustrar las ideas que quiero exponer y que me gustaría que contrastaseis en vuestras visitas a la exposición. Por que da para más de una vez, ya os lo digo.
Esta fotografía en el entierro de una mujer quemada viva no me parece la fotografía de alguien que ha renunciado a su naturaleza de autor. Observad la actitud del grupo de mujeres, un grupo que para quienes hemos sido criados y educados en una cultura imbuida por el catolicismo, independientemente de nuestras creencias actuales, no deja de recordarnos a las imágenes que hemos vistos asociadas a la muerte de Jesús de Nazaret. Mezcla de arquetipos y herencia cultural, pero que bien sea resultado de una reflexión a la hora de realizar la fotografía o de la pericia, profesionalidad y visión del fotógrafo puestas en acción en unos breves segundos, desmienten que el fotógrafo renuncie o pueda renunciar a su naturaleza de autor.
Son muchas las imágenes que encontramos como las que preceden a este párrafo. Retratos directos, que muchas veces tienen como fondo simplemente una pared lisa sobre la que destaca la expresión pura y definida de las personas o los grupos humanos. Fotografías realizadas las más de las veces con gran angular y con luz ambiente, pero que presentan una enorme coherencia en su conjunto. Nos muestra esto que cada una de las fotografías por separado quizá fueron tomadas en cuestión de momentos, antes de que la persona de interés se arrepintiera de haber dado el permiso para ser fotografiada. Pero que todo el proyecto en su conjunto fue sometido a una cuidadosa planificación y fue muy pensado y reflexionado. El fotógrafo sabía muy bien qué quería hacer y cómo lo quería hacer. No confundamos la capacidad de actuar en unos instantes con la improvisación. Observemos ahora un grupo de retratos individuales. Chicas de poco más o menos catorce años recluidas en un correccional de menores por haberse escapado de sus matrimonios forzosos, o condenadas por haber mantenido relaciones sexuales extramatrimoniales en contra de su voluntad. Por ser violadas, vamos.
Contemplemos el detalle de una de ellas, una chica indudablemente perteneciente a una de las etnias más vinculadas al Asia central, con su ojos inequívocamente rasgados.
Aquellos más duchos en cuestiones de iluminación podrán comprobar la homogeneidad y la coherencia del conjunto de imágenes. Porque vemos ahí en los ojos un apunte de luz que nos dice que la fuente principal de iluminación viene de la derecha de la muchacha y algo frontal, luz muy suave, que nos permite obtener una imagen limpia y directa. Sin artificios. Pero muy bien pensada, con un envidiable conocimiento del oficio.
No nos dejemos "engañar" por las afirmaciones de Gervasio. Se puede aprender mucho de fotografía con una contemplación de esta exposición. De reportaje, de retrato y de contar historias. Así que ya lo sabéis. Obligatoria para todos, especialmente los aficionados a la fotografía.