La fotografía como afición y otras artes visuales

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Recomendaciones semanales - del 8 al 15 de mayo de 2016

Tras un sábado un poquito agotador, y una noche de sueño escaso e intranquilo, me estoy tomando con calma lo de las recomendaciones fotográficas de hoy. Pero en primer lugar, el tablero de Pinterest de la semana, como es costumbre desde hace un tiempo.

Como veremos más adelante, aunque hay recomendaciones para todos los gustos, me han salido un poco no apta para todos los públicos. Bueno, ya juzgaréis vosotros mismos.

Las fotografía acompañantes siguen siendo de las actividades asociadas al Encuentro "analógico" del que ya os he hablado en varias ocasiones. En esta ocasión, asistimos el jueves a una charla sobre la historia de la fotografía a cargo de Maribel Pascual, que fue profesora de la especialidad de Imagen y sonido en un instituto de enseñanza secundaria de la ciudad. Organizada por Asociación de Fotógrafos de Zaragoza (AFZ), realmente fue muy amena. También ayer sábado por la mañana, tuvimos otra sesión de positivado, con distintas personas que el sábado pasado por la tarde, y que estuvo realmente muy bien. Por algunos resultados y por el excelente ambiente que se respiraba.

Beatriz Pascual comentando algunos objetos fotográficos históricos que se trajo a la charla.
Hubo unos cuantos ejemplares de una colección de cámaras y otros objetos históricos de Miguel... no me quedé con más datos de su persona. Si algún lector los sabe, que me dé un toque, por favor.

Vamos con las recomendaciones. La Revolución Cultural fue un periodo turbulento en la China comunista de posguerra, de cuyo inicio mañana 16 de mayo se cumplirán 50 años. Enorme purga de contrarrevolucionarios, de pensadores, o simplemente de gente que caía mal, que acabo con una serie de decisiones políticas y económicas desastrosas para la población china. Hace unos años, tuve la ocasión de visitar aquí en Zaragoza un exposición de Li Zhensheng (nombre escrito al estilo oriental, con el apellido primero), que dejó testimonio escrito del fenómeno social en Harbin y alrededores donde vivía y trabjaba. Creo que es un trabajo que hay que conocer, y que esta semana nos han recordado en Iconic Photos.

Seguimos en Oriente. Creo que ya he comentado en alguna ocasión el trabajo de Shoji Ueda, fotógrafo japonés que sublimó el trauma japonés de la posguerra con un tono poético e intimista. A mí me gusta mucho, y con la excusa de que en American Suburb X han publicado un artículo sobre él esta semana, lo vuelvo a recomendar.

En primer plano, una interesante Kodak Autgraphic y, tras ella, una Nettar muy semejante a mi Ikonta, ambas de Zeiss Ikon.
Una Zorki-4, la "leica" soviética, comparte cuadro con una modesta Lumière francesa.

Y más Japón. También otro autor del que habréis oído hablar en estas páginas, Daido Moriyama. Y que también me gusta por su personal y característica fotografía. También aprovecho la excusa de que en L'Oeil de la Photographie han comentado su último libro publicado, para volver a traerlo a mis recomendaciones.

Y aún más Japón, aunque en esta ocasión de la mano del fotógrafo polaco Pawel Jaszczuk. Ya he dicho que me iba a poner no recomendado para todos los públicos. En American Suburb X nos han hablado de su trabajo Kinky City... siendo esta ciudad de conducta sexualmente unusual Tokio. Aunque visitamos el País del Sol Naciente hace dos años, difícilmente eso nos hace "expertos" en esta compleja sociedad... creo que harían falta muchos años para entenderla. Pero algo que si sorprende porque constantemente encuentras indicios de ellos, es la extraña relación que parecen tener los nipones con la sexualidad. No entraré más allá en ello, pero el trabajo de Jaszczuk adopta el estilo que podemos encontrar en otros fotógrafos auténticamente nipones. Aunque desconcertante en ocasiones, no ha dejado de parecerme interesante.

Kodak intentó competir con Polaroid en la fotografía instantánea, pero le sacudieron en el morro por infringir patentes.
Pequeñas copias estereocópicas, para ver pícaras fotografías en 3D de finales del siglo XIX o principios del siglo XX.

En Clavoardiendo reflexionan sobre la sexualidad, la percepción del género y cómo la sociedad percibe según que elementos. En concreto se centran en la obra de Patricio Cassinoni, fotógrafo argentino que realiza retratos con una iluminación inspirada por los antiguos pintores renacentistas y barrocos, en los que reflexiona sobre la dicotomía entre el vestido y el desnudo, y las tensiones que surgen entre la moda y lo que uno realmente es. Bueno. Dirigiros a los enlaces y valorad vosotros mismos la obra del porteño.

De algunos clásicos, dejándonos llevar por algunas asociaciones de ideas nos hemos ido viniendo a fotógrafos contemporáneos. Pero volvamos por un momento a los clásicos. Incluso si son relativamente modernos. Ya he comentado en las últimas semanas que el mejicano Oscar Colorado nos trae de vez en cuando interesantes galerías y biografías comentadas de buenos fotógrafos. Y esta semana nos ha hablado de un artista contemporáneo precozmente fallecido, una de las figuras más representativas del pop-art, para muchos el artista más importante de la segunda mitad del siglo XX. Nada menos que Andy Warhol. Que también utilizó la fotografía, de formas diversas con base o como medio fundamental de su obra. No os perdáis el artículo que es realmente interesante y completo.

Vuelta al estudio en un sábado por la mañana.
Una mezcla de "expertos" y novatos en la ampliación tradicional fotográfica.

Mary Ellen Mark, otra fotógrafa que podemos considerar un clásico del siglo XX en la fotografía. Aunque fundamentalmente dedicada al mundo de la fotografía documental, también ha picoteado en otros géneros, incluido, claro está, el retrato. Esta semana, The New York Times nos ha recordado su serie de retratos con una cámara fotográfica que es un monstruo en sí misma. Se trata de la Polaroid 20x24 Land Camera, que usaba película instantánea del tipo Polaroid PolaPan 20x24, que ya no se fabrica. Por que nos aclaremos todos; los 20x24 no son dimensiones en sistema métrico decimal, no son centímetro. Son pulgadas. Es decir, estamos hablando de una cámara capaz de obtener copias directas de aproximadamente 50 x 60 cm. Con la inmensa calidad que esto implica. Hay muy poquitas de estas cámaras en el mundo, se usa en régimen de alquiler, y no es especialmente portátil. Pesa 107 kilogramos.

Me ha parecido muy curiosa, y me estoy viniendo totalmente a la fotografía contemporánea, la serie titulada Darlene & Me, de la noruega Anja Niemi. Inspirada por el descubrimiento de una maleta de 1959  que perteneció a una asesora de belleza llamada Darlene. A partir de ahí, la serie nos muestra autorretratos múltiples de la propia autora caracterizada como Darlene/ella misma aconsejada por Darlene, en unas escenificaciones realmente interesantes. Nos lo han contado en COOPH.

La delicada operación de enfocar la ampliadora con la lupa bajo la lámpara encendida.
Evaluando los negativos que se han de ampliar.

Finalmente me ha llamado la atención el trabajo del fotógrafo Brice Portolano, como nos lo cuentan en Flavorwire. Este fotógrafo se ha ido a Finlandia, al norte del Cículo Polar Ártico, donde una joven llamada Tinja vive prácticamente en soledad, a 300 kilómetros de la ciudad más próxima, criando perros, y viviendo de la naturaleza. Bellísimos paisajes, pero un durísimo clima, para un estilo de vida que según nos cuentan empieza a resultar atractivo para gentes que se cansan del estilo de vida urbanita actual. Este reportaje forma parte de un proyecto más amplio, No Signal (por los lugares donde no hay señal para usar el teléfono móvil), sobre personas que desean volver a una vida en pleno contacto con la naturaleza.

Descubriendo desde la aparición de la imagen en el revelador que el control del contraste en la copia es un arte en sí mismo.
Iniciándose en el arte del uso de reservas y quemados locales al ampliar la copia.

Recomendaciones semanales - del 1 al 8 de mayo de 2016

Mañana lluviosa que parece que va a impedir que salga con un grupo de buenas gentes a hacer unas fotografías en uno de los barrios de Zaragoza. Bueno, así me puedo plantear la redacción de estas recomendaciones con más tranquilidad. En primer lugar, como de costumbre, el tablero de Pinterest con las fotografías que me han llamado la atención en internet en estos últimos siete días.

En segundo lugar, las fotografías acompañantes corresponden a la sesión de positivado que realizamos ayer de los negativos del II Encuentro "analógico" del que ya os he hablado en un par de ocasiones, o tres. En un momento dado, me di cuenta que hacía casi quince años que no ampliaba copias fotográficas en un cuarto oscuro con una ampliadora y con la húmeda liturgia de hacer pasar el papel fotográfico por los distintos baños que convertirán la imagen virtual en imagen real. Cuantos errores de principiante realizas cuando te desentrenas. Pero fotos obtuvimos. Porque sigo pensando que más allá de lo conveniente que sea la fotografía digital, las imágenes fotográficas tienen que acabar ampliadas en un papel, y la relación física e íntima que te otorgan los procesos fotoquímicos es más satisfactoria que los digitales. Y que la nitidez no lo es todo, que hay otros sentimientos de realización menos fáciles de explicar al obtener la imagen final.

Las dos fotografías sobre papel de 10 x 12 pulgadas, aproximadamente, 25 x 30 cm (un poquito más).

En cuanto a las recomendaciones fotográficas, como de costumbre empezamos retratrayéndonos hacia atrás en el tiempo, y nos vamos a los retratos psicológicos de Marcel Sternberger tal y como nos los muestran en American Photo. Frente al glamour de las fotografías de famosos en la época, nos encontramos con retratos mucho más directos e introspectivos. Es curioso que frente al uso de cámaras de medio y gran formato que dominaban el retrato en los años 30 y 40 del siglo XX, Sternberger se pusiera a los mandos de una pequeña Leica, adecuada para viajar ligero a la hora de realizar reportajes, pero sin la capacidad de registrar información que tenían las anteriores. A mí me han parecido muy interesantes. He encontrado poca información sobre este fotógrafo en la red.

Otro fotógrafo de quien tampoco conozco gran cosa, y que también podría calificarse entre los clásicos es Ian Berry, a quien Cartier-Bresson invitó a unirse a Magnum en 1962. Nos lo cuentan y nos muestran algunas fotografías en Camerafilia, donde comprobamos que tenía ese estilo de fotografía documental que podemos asociar a otros fotógrafos británicos de la época y que a mí me gusta bastante. Todavía se encuentra en activo.

Aunque algunos de los presentes teníamos alguna experiencia en la ampliación de fotografías, también había quien se acercaba por primera vez y tenía que avanzar calmado en todos sus pasos.

Un cuento de Julio Cortázar, que tuve ocasión de leer en su momento, inspiró una de las película sobre fotografía más interesantes que conozco, película que por otra parte es importante en la historia del cine por sí misma, independientemente de su relación con la fotografía. Pero es menos conocido que realizó un libro de viajes y fotografías con su mujer Carol DunlopLos autonautas de la cosmopista (o Un viaje atemporal París-Marsella). Después de leer el artículo que le han dedicado a este libro en Clavo Ardiendo, me han entrado muchas ganas de leer este libro. Dunlop murió pocos meses después. También fue el último libro que escribió Cortázar, que murió al año siguiente de publicarse el libro.

Otro clásico de la fotografía documental, Bruce Davidson. En este caso, fotógrafo documental de la más pura escuela norteamericana, aunque no le faltan influencias de los fotógrafos británicos y franceses, desde mi modesto punto de vista. Nos recuerdan en L'Oeil de la Photographie que se acaba de publicar una biografía ilustrada que puede ser interesante.

Tras realizar las hojas de contactos y seleccionar los mejores negativos, estos se colocan con cuidado en los portas.

Cindy Sherman es una de las fotógrafas más cotizadas en la actualidad, y una de las pocas que es mencionada sistemáticamente en los tratados de arte moderno y contemporáneo, que suelen relegar a la fotografía a un segundo plano. A mi, personalmente, me produce reacciones contrapuestas. Creo que su serie Untitled Film Stills es realmente muy interesante y supone una propuesta fundamental en la historia de la fotografía contemporánea, pero luego esta fotógrafa conceptual ha insistido con frecuencia en variaciones más o menos elaboradas sobre los mismos conceptos que no siempre me han convencido. En Flavorwire nos dan la oportunidad de comprobar cómo desarrolla estos conceptos en la actualidad, donde se ha alejado de las sencillas cámaras y pequeños negativos en blanco y negro, para adentrarse en el uso de la copia de gran formato digital sobre metal. No hay que defraudar a los coleccionistas, que prefieren grandes obras de más de un metro de largo que las pequeñas ampliaciones sobre papel en blanco y negro... uy, ya me ha salido el lado crítico.

En Cada día un fotógrafo/Fotógrafos en la red nos han anunciado que andan muy apretados de tiempo, y que van a alternar las reseñas nuevas de fotógrafos con las que publicaron hace unos años. Realmente, puede estar bien recuperar o dar segundos vistazos a fotógrafos ya conocidos. De los que han mostrado esta semana yo me quedo con la japonesa Kimiko Yoshida. Con el autorretrato conceptual como punto de partida, con el que viaja por todo el mundo, transformándose en mujeres de todo tipo de culturas. Nos ofrece un trabajo que está a caballo entre la fotografía, la performance y otras artes contemporáneas. Me parece muy interesante, y su página web da para perderse mucho rato.

Andábamos escasos de marginadores, y había que encuadrar un poco a ojo o con ayuda de hojas del tamaño adecuado.

Les Krims es otro fotógrafo que no es fácil. También moviéndose en el terreno de lo conceptual, sus fotografías con frecuentes desnudos, e incluso con escenas sexuales relativamente explícitas, suponen afiladas y profundas críticas a la sociedad occidental y específicamente a la norteamericana. A medio camino entre la parodia y el drama su visión no es especialmente esperanzadora, puesto que nos habla más de hipocresías que de evoluciones positivas.Nos lo han contado en Hunter Art Magazine.

Yo creo que ya he hablado en alguna ocasión del trabajo de Mihaela Noroc. O sus fotografías aparecen con frecuencia en mis tableros de Pinterest. Esta semana han mostrado su trabajo en Feature Shoot. Noroc es una fotógrafa romana que lleva varios años viajando por el mundo con su cámara de fotos reflejando la belleza femenina sin prejuicios raciales. Con frecuencia, en los medios hay un sesgo eurocéntrico a la hora de definir los canones de belleza en las personas. Incluso cuando se trata de personas con rasgos propios de otras latitudes, generalmente se aceptan como bellas aquellas que se acercan más a las formas caucásicas. El trabajo de Noroc, The Atlas of Beauty, trata de romper esta visión. Realmente, sus retratos son técnicamente excelentes dado que los toma al vuelo. Pero sigo pensando que, aunque se esfuerza, y hay una notable variedad de rostros femeninos, todavía hay un sesgo sobre a lo que los europeos nos parece una mujer bella aun en otras latitudes del mundo. Pero bueno, merece la pena bucear en sus archivos para dar con aquellos ejemplos donde afortunadamente se rompe este sesgo y tenemos la auténtica sensación de estar ante bellezas originales y distintas. Bien por la diversidad.

Importante el cuidadose enfoque de la imagen, para conseguir la mayor nitidez posible.

Un poco de concienciación social. En Lenscratch nos proponen conocer el trabajo de Jennifer Little, una fotógrafa que se ha ido a Owens Lake, un lago seco que encontramos en California, y que se encuentra seco debido al trasvase masivo de agua para consumo humano hacia Los Ángeles. La consecuencia ha sido la desecación del lugar, y el acúmulo de sustancias en forma de polvo que es transportado por el viento, y que es la principal fuente de contaminación de partículas carcinogénicas en Estados Unidos. La sobreexplotación de los acuíferos, tanto de aguas superficiales como profundas, siempre da lugar a consecuencias indeseadas, de las que los políticos más populistas que prometen todo tipo de trasvases y regadíos masivos no se dan por enterados, constituyendo amenazas ambientales de primer nivel. Los políticos, digo. Curiosamente, las fotografías de Little no carecen de belleza paisajística.

Y os dejo para terminar dos recomendaciones que no he tenido tiempo de revisar a fondo. Por un lado la página del colectivo Nophoto, un colectivo de fotógrafos que nace en España hace ya más de diez años con el fin de impulsar proyectos individuales o colectivos no convencionales. A ver si le puedo dedicar un poco de tiempo y extraigo alguna recomendación personal concreta. Por otro lado, en A Photo Editor nos cuentan que ha salido el cuarto número de Photographer's Quarterly, que también promete revisar las obras de algunos fotógrafos destacados, unos más conocidos que otros. Lo dicho,... si encuentro algo de tiempo, lo reviso, y os propongo alguna recomendación personal.

Luego ya viene la "magia" de ver aparecer la imagen en la bandeja del revelador... "magia" que no es magia, sino ciencia combinada con arte, la mejor clase de "magia".

II Encuentro "analógico" - AFZ + FeZ - Digitalizando negativos

Os hablé hace unos días del II Encuentro "analógico", en esta ocasión encuentro conjunto entre la Asociación de Fotógrafos de Zaragoza y Fotógrafos en Zaragoza, y en concreto de la estupenda mañana de domingo que pasamos desempolvando nuestras más o menos antiguas cámaras para película tradicional y fotografiando con carretes en blanco y negro. Para algunos una sensación que todavía mantenemos, para otros olvidada y recuperada, para bastantes una experiencia nueva.

Hace unos días ya procedimos a revelar los negativos. No dispongo de fotografías de esa ocasión. Y pronto comenzaremos a realizar nuestras ampliaciones en papel. Pero entre medias disfrutamos este jueves 5 de mayo de 2016 de un taller de digitalización de negativos a cargo de Marco Evangelisti.

Preparando la cámara en el trípode y sobre el negativo y "la caja de luz".

El método explicado es muy similar al que expuse ya hace un tiempo en estas páginas. Así que aquí no me extenderé mucho en el método. Os remito al anterior enlace. Pero sí que me apetecía dejar constancia aquí con unas fotografías de la actividad y del buen ambiente que reinó en una de las aulas del Centro Cívico Almozara durante prácticamente hora y media que duró.

Encuadrando cuidadosamente el negativo.
Enfocando sobre la pantalla trasera de la cámara; al ampliar al máximo se puede enfocar con precisión sobre los granos de plata del negativo.
Expectación entre los asistentes, con Emilio Molins inmortalizando también la sesión con su Fuji Instax Wide 210.
Marco, persona de gran bonhomía, no puede ocultar su origen italiano cuando habla... gesticula, claro.

Al final, muchas preguntas y curiosidad, alguna sorpresa por los buenos resultados que puede dar el método comparado con los escáneres caseros con módulos para transparencias, y la foto de grupo, que tengo ganas de ver, a través del objetivo de la Yashica Mat 124G de Ana Cosculluela... Yo también tengo una como esa,... aunque por un pequeño desperfecto hace tiempo que la tengo en dique seco.

La Yashica unida con el cable de sincronización al flash que permitirá dar luz suficiente en interior a la foto de grupo.

La vertigine dello sguardo - La fotografía en el cine, entre narración y filosofía de la imagen

Esta entra va de un libro. O más bien de una osadía. Vayamos un poco atrás en el tiempo... antecedentes.

En primer lugar, desde hace años mantengo una colección de reseñas sobre la fotografía en el cine. Es decir, películas que he visto en las que la fotografía es un elemento fundamental o al menos importante en el desarrollo del largometraje. También aquellas en las que podamos aprender algo de la historia o la práctica de la fotografía a través del cine.

En segundo lugar, desde hace año y medio vengo dedicándome a aprender la lengua italiana de forma autodidacta a través de Duolingo, un método gratuito en línea para aprender idiomas. Según la página,... he alcanzado un 55 % de fluidez en italiano... Bueno... no sé como lo miden. Lo que he comprobado es que cuando veo una película en italiano o me hablan en ese idioma, si no hablan muy rápido o usan un lenguaje coloquial poco estandarizado, entiendo bastante. Que hablar... me cuesta porque no practico con nadie habitualmente y soltarse a dialogar en un idioma extranjero no es fácil, pero que pequeñas conversaciones prácticas cuando he viajado a Italia recientemente, ya mantengo. Y algo que quería conseguir era leer textos originales en italiano con razonable fluidez.

En mi viaje de la Semana de Pascua a Italia, a Perugia y ciudades cercanas de la Umbria y la Toscana, tuve ocasión de visitar el Museo Civico Palazzo della Penna, centro de arte y cultura contemporánea donde comimos en su café que también es librería. Y allí encontré este librito.

La vertigine dello sguardo
Maurizio G. De Bonis
Postcart, Collana Postwords, 2013

Y me atreví a leerlo.

Lo primero que he de decir... todavía me cuesta bastante leer el italiano. No es lo mismo escuchar el lenguaje hablado con un vocabulario relativamente al alcance de un principiante, que un ensayo con un lenguaje culto, cuidado y con un léxico variado. Así que no he ido muy rápido.

Pero el tema era apasionante. El subtítulo lo dice todo:

La fotografía en el cine, entre narración y filosofía de la imagen.

En una serie de capítulos y sobre la base del análisis de una serie de películas que el autor considera significativas en la historia del cine, se reflexiona sobre las relaciones entre el lenguaje fotográfico y el cinematográfico.

Los temas que trata en cada uno de los capítulos son:

La mirada a través de un dispositivo óptico, es decir, a través de una cámara fotográfíca o cinematográfica, sus diferencia y sus elementos comunes.

El cine, el fotoperiodismo y las cuestiones éticas que le afectan.

La figura del fotógrafo entre la biografía, la ficción y la imaginación.

El problema de la mirada y su relación con la realidad.

La fotografía entre el suspense y el horror.

Y termina repasando una serie añadidas de ocho películas relacionadas con la fotografía.

Mencionar aquí el conjunto de películas comentadas con mayor o menor profundidad sería muy prolijo. Hay más de treinta, además de citas a otras que no son comentadas. Desde algunas donde el protagonista es un fotógrafo de ficción, como Rear Window (La ventana indiscreta) o Blow-Up, a aquellas otras en las que tratamos con un fotógrafo real que inspira en mayor o menor medida la película, como Flags of Our Fathers (Banderas de nuestros padres), Fur: An Imaginary Portrait of Diane Arbus (Retrato de una obsesión) o The Public Eye (El ojo público), o esas otras donde una cámara de fotos tiene un papel importante durante toda la película o en un momento dado, véase Persona o Smoke. Y como no, aquella película cuasiexperimental que en practicamente todo su metraje está rodada con fotos fijas, que fue la incalificable pero interesantísima La Jetée. Estos son sólo algunos ejemplos.

El libro es profundo. Incluso si estuviese escrito en castellano, lo habría tenido que leer con calma, pero muy interesante. Yo he aprendido mucho. Sobre cine y sobre fotografía. Muy recomendable. La única pega... está en italiano. Que no es un idioma comúnmente conocido. Y que como acabo de experimentar, es menos comprensible de lo que parece cuando nos metemos en textos con calidad literaria. Pero me ha merecido la pena.

Todas las fotografías que ilustran el artículo realizadas en las calles de Perugia, Italia.

Meyer-Optik Görlitz Trioplan 1:2,9/50 V - Pequeño alemán oriental que vuelve a estar de moda

Hace unos días surgió la noticia de que la firma Meyer-Optik Görlitz había iniciado una campaña en Kickstarter para devolver a la vida el modelo que bajo esta marca se fabricó hace mas de medio siglo con la denominación Trioplan 1:2,9/50 V. Su meta era conseguir 50 000 euros para financiar la fabricación de este pequeño objetivo... pero a estas alturas han conseguido ya más de 540 000 euros.

Hace un tiempo lanzaron una campaña similar para devolver a la vida el Trioplan 1:2,8/100, un teleobjetivo de diseño óptico relativamente simple que en estos momentos se vende por 1400 euros... siempre y cuando lo solicites de encargo. Si no, más adelante serán 1500 euros. Desconozco cuál será el precio final del Trioplan 50 mm, pero durante la campaña de financiación ha oscilado según lo rápido que haya sido el personal en adherirse entre 500 y 800 euros. Hablo de memoria, podría ser una horquilla de precios un poco diferente, pero no mucho.

Yo me he hecho con un Trioplan de época, que de acuerdo a su número de serie parece construido en algún momento entre 1955 y 1960. Pero hagamos un poco de historia.

El Trioplan 1:2,9/50 V tiene un tamaño muy compacto, como se puede comprobar al montarlo sobre la masiva Praktica MTL5, cámara con la que comparte la montura M42.

Lo que hoy es Meyer-Optik-Görlitz no tiene nada que ver con lo que fue la empresa Meyer Optik de la ciudad de Görlitz. Aquella fue una empresa instalada en una ciudad que hoy en día está dividida entre los países de Alemania y Polonia, por estar atravesada por el río Neisse, frontera impuesta por los aliados entre estos países al final de la Segunda Guerra Mundial. Tras la misma, cayó completamente dentro del área de influencia soviética y en lo que fue la República Democrática de Alemania, que la nacionalizó y la integró en el grupo VEB Pentacon a finales de los años 60. Desde 1970 desapareció como marca aunque sus diseños pudieran seguir comercializándose como Pentacon. Durante un tiempo pareció jugar el rol de marca de calidad del grupo. Lo cierto es que su calidad de construcción parece bastante razonable, pero hay que tener en cuenta que sus diseños son bastante simples en muchos casos. Por ejemplo, los trioplanes.

Con prácticamente 300º de giro en la rueda de enfoque, la escala de profundidades de campo es muy generosa y muy utilizable.

La fórmula óptica de un Trioplan es la de un triplete de Cooke, fórmula que fue patentada ya a principios de los años 90 del siglo XIX para la empresa T. Cook & Sons de Nueva York.

Si analizamos el nombre del objetivo veremos que se mantiene la denominación de la empresa original, Meyer-Optik de Görlitz. Trioplan es la denominación para referirse a los diseños basados en el triplete de Cooke, y es muy básica. Se dice que es la fórmula más sencilla para eliminar buena parte de las aberraciones ópticas en los bordes del campo, aunque no se puede esperar una nitidez tan elevada como los Tessar de Carl Zeiss y similares, que al desdoblar uno de los elementos del triplete en un grupo de dos elementos cementados, mejora mucho la cosa. Tampoco permite grandes luminosidades, y ese 1:2,9 que muestra el nombre sería un límite. Tiene 50 mm de focal, un estándar como muchos, y aparece una V roja en su denominación, que quiere decir que esta revestido para protegernos de los reflejos y luces parásitas indeseados.

Uno de los hechos más notables de los objetivos de Meyer-Optik es su elevado número de palas de diafragma, que daban un desenfoque muy característicos.

Las 12 palas de diafragma en su construcción, además de indicar la minuciosidad de su construcción, ofrecen una calidad muy particular en las zonas desenfocadas. Los puntos luminosos desenfocados se convierten en esferas con un aspecto como pompas de jabón, en el que los bordes son más densos. Por este motivo, las ópticas de Meyer-Optik están siendo muy demandadas. Más por que por su calidad intrínseca, por sus "efectos especiales".

Estrené el objetivo el día de San Jorge. Si no lo he dicho, lo digo ahora, tiene una montura de rosca M42, por lo que es fácil de usar con cámaras modernas con el adaptador adecuado. Ya sabéis, se enfoca con el diafragma a plena apertura o usando la escala de profundidades de campo, y se mide y encuadra con el diafragma cerrado a la apertura de trabajo, lo cual permite también comprobar lo que sale enfocado y lo que no. Lo usé con mi veterana Canon EOS 40D en la que, al tener un captor de tipo APS-C, se comporta como un teleobjetivo corto. Equivalente a un 80 mm en formato completo de 24 x 36 mm.

Venta de libros el dái de San Jorge.

A plena apertura comprobamos que en las zonas de más luminosidad se produce un efecto de cierta aura, que recuerda a los objetivos "soft-focus". Y desde luego, la caída de la nitidez en los bordes y en las esquinas del campo es muy notable. En cuanto, se cierra el diafragma, con aperturas de trabajo de f/8, por ejemplo, la mayor parte de estos problemas han desaparecido, y sin tener una nitidez para tirar de cohetes, es bastante usable.

En la medida de lo posible, con las aperturas más abiertas, es mejor dedicarlo al retrato, donde la nitidez es menos crítica, especialmente fuera de lo que es el objeto de interés, que en paisajes donde se sufre demasiado.

Me acerqué a la plaza de San Felipe donde lo probé con una variedad de motivos que más o menos confirmaban lo dicho anteriormente, incluido su uso en el interior del museo Pablo Gargallo, donde dota a las obras escultóricas de un aspecto que no me disgusta, lejos de la clínica nitidez de los objetivos más modernos.

Al día siguiente, el domingo 24 de abril, celebramos el encuentro analógico del que ya os hablé hace unos días. Por lo tanto, fue la ocasión adecuada para usarlo con película tradicional. Como ya conté, lo puse en una Pentax MX con el adaptador adecuado, y utilicé una exigente Fujifilm Neopan 100 Across.

Lo cierto es que con las condiciones de luz que hubo, muy abundante, durante la mayor parte del tiempo fue usado con el diafragma cerrado a f/8 o f/11, para velocidades de obturación de 1/125 o 1/250 s. El resultado fue en general muy bueno en todas las ocasiones con alguna excepción que veremos, aunque el contraste global de las imágenes no es muy alto. El objetivo Color-Skopar, tipo Tessar, de la Voigtländer Perkeo II ofreció un contraste más elevado durante toda la mañana.

A pesar de no someterlo en ningún momento a la tortura de usarlo en fuertes contraluces, y menos aún con el sol en el campo de visión, en algún fotograma apareció alguna luz parásita en situaciones en las que no me lo hubiera esperado, indicando que el revestimiento de las lentes no funciona lo bien que debería, o que en su interior se producen reflejos indeseados de alguna forma.

En la siguiente fotografía se aprecia muy claramente.

Algo que hubiera venido muy bien durante esa mañana hubiese sido llevar filtros de colores, probablemente amarillos o naranjas, o incluso rojos para efectos intensos, que aumentasen el contraste, especialmente oscureciendo el azul de los cielos. Encargué un conjunto de filtros a muy buen precio fabricados por la soviética KMZ. Tienen un diámetro de filtro de 35,5 mm y están pensados para el Industar-50-2 del que ya os he hablado previamente. Pero no llegaron a tiempo. El juego de filtros está formado por dos filtros amarillos de distinta intensidad, un filtro de algo parecido al color naranja, un filtro gris de densidad neutra y dos lentes de aproximación de distinta potencia.

Todavía estoy desentrañando lo que significan las denominaciones de los filtros. Cuál es la potencia real de las lentes de aproximación y la corrección que hay que introducir si no se mide la luz a través del objetivo. Por ejemplo, el filtro naranja, O-6, que estoy usando ahora con el Industar-50-2, parece tener una pérdida de luz de dos pasos de diafragma. Pero el filtro gris está marcado como 4x, que no sé si quiere decir que la exposición hay que multiplicarla por 4, equivalente a dos pasos de diafragma, o si es de 4 pasos de diafragma. Y dudas parecidas tengo con los amarillos, Y-1,4x y Y-2x. Iré probando y midiendo.

En cualquier caso, sí he jugado con las lentes de aproximación. Hay descubrí que, aunque la rosca del filtro del Trioplan es también de 35,5 mm, el paso de rosca debe ser distinto porque no encajan bien. Se pueden usar, pero con cuidado. Me fui este sábado 30 de abril al Parque Grande de Zaragoza y lo probé.

En estas imágenes previas tomadas con la Panasonic Lumix GM5 y los correspondientes adaptadores, donde el objetivo se comporta como un 100 mm en formato completo de 24x36 mm, vemos el efecto de pompas de jabón a plena apertura.

Sin embargo, cuando usamos las lentes de aproximación...

Con las lentes de aproximación, el círculo de confusión se hace mucho más grande y difuminado y desaparece el efecto de pompas de jabón. Afortunadamente, porque desde mi punto de vista, este efecto puede resultar cansino si se abusa de él en exceso. Como mucho de los efectos especiales que se están poniendo de moda últimamente en fotografía.

Pude comprobar también cómo en determinadas ocasiones, como me pasó con la película el día del encuentro, con la cámara en vertical e incluso con contrastes moderados, aparecía una luz parásita que se corregía colocando la mano como parasol. Tendré que conseguir un parasol para este objetivo.

Es divertido usar este tipo de objetivos. Y si se utilizan con cabeza y conociendo sus debilidades, se pueden obtener resultados muy agradables, como habréis podido comprobar. Pero de ahí al interés por pagar más de 600-800 euros por un Trioplan actual, que efectivamente estará mejor construido, pero que no puede corregir las limitaciones intrínsecas al diseño, no sé si tiene sentido. Han mejorado la distancia mínima de enfoque, que de los 60 cm del antiguo se pasa a unos 30 o 35 cm que lo meten casi casi en el mundo del macro. Y lo publicitan como "objetivo artístico"... ¿¿¿!!! Sinceramente, el arte está en la creatividad del fotógrafo. Pero bueno. Si es una herramienta que os conviene y estáis dispuesto a pagara por ella... Igual podrías hacer como yo. Buscaros a buen precio un ejemplar clásico. Que están más caros de lo que correspondería por su naturaleza... pero que siguen estando mucho más baratos.

Por cierto, la actual Meyer-Optik-Görlitz es una marca de una empresa cuyo negocio fundamental es la gestión de marcas, fundamentalmente de software para tratamiento de imágenes... Ni idea de quién les fabrica los objetivos... aunque aseguran que son "made in Germany".