La fotografía como afición y otras artes visuales

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Reencuentro con PHotoEspaña - Interesante edición la de 2016

A la espera de tener la ocasión de ver las dos exposiciones que me faltan de visitar de las tres que ha programado el festival fotográfico PHotoEspaña 2016, recuerdo que la primera fue la de Chema Conesa en la Lonja de Zaragoza, este sábado pasado tuve la ocasión de visitar algunas de las más destacadas exposiciones que se celebran en la ciudad capital del festival, como siempre Madrid.

Siempre he encontrado "inconvenientes" las fechas en que se celebra el festival. Ir de exposiciones en Madrid, con el frecuente calor atorrador que se acumula en el centro de la capital, puede ser absolutamente agotador. De hecho, tras una mala experiencia en el 2013, he faltado a las dos últimas ediciones por no encontrar una fecha disponible con una climatología razonable, aparte de otros motivos. En esta ocasión, para este sábado, parece que se atemperaban algo las temperaturas altas que se habían dado durante la semana. Y me estaba quedando sin excusas para visitar a algunas buenas amistades que tengo en la villa y corte, a las que tenía un tanto abandonadas. Pero vamos con las exposiciones.

Cristina de Middel en el Centro Cultural Fernán Gómez y la galería de La Fábrica

Tenía muchas ganar de contemplar "en directo" la obra de Cristina De Middel. Aunque esta fotógrafa no es de antesdeyer, lo cierto es que ha sido en los últimos años, paradójicamente con más frecuencia en medios extranjeros que nacionales, cuando ha empezado a sonar con fuerza.

Sus proyectos "The Afronauts" y "Party" han dado bastante de qué hablar. Reconozco que la primera vez que me llamó poderosamente la atención fue la imagen de un joven china bailando con alegría y desenfado, acompañada por una página fuertemente censurada de la versión en inglés del libro rojo de Mao en la que lo único que se podía leer era,

"PARTY... If there is to be revolution, there must be a... ... ... ... ... party. ... ... ..."

De lo que podías deducir a partir de ahí sobre las intenciones de la autora... pues lo único que te entraban ganas es de saber más. La idea subyacente, me pareció una genialidad. El proyecto que se presenta en el festival se titula "Muchísimo", y es como un gran "collage" en el que las imágenes de los distintos proyectos de De Middel cubren las paredes de la amplia sala de exposiciones, repitiéndose, en distintos tamaños, y dialogando unas con otras. Una exposición que se sale de los caminos trillados, que obliga a una contemplación participante de la obra, y que me gustó mucho. El catálogo de la exposición, sin embargo, no me parece a la altura, aunque lo compré.

Por la tarde tuve la ocasión de visitar también la pequeña exposición que en la librería-galería La Fábrica exhibía su serie "Antipodes"

Me hizo gracia cuando leí la entrevista que os recomendé el domingo que apareció hace unos días en Clavoardiendo. Reconocía que hay dos tipos de trabajos entre los que hace. Aquellos que tienen algo que decir pero que no funcionan bien a la hora de generar ingresos y ganarse la vida, y otros que, siendo como es en estos momentos una fotógrafa respetada, se venden bien... y son por lo tantos alimenticios y le permiten financiar los otros, que igual le apetecen más.

Por lo tanto, los paisajes que nos presenta en la galería tienen menos potencia que las imágenes vistas por la mañana. Pero no están mal... y complementan la visión del fotógrafo como artista que tiene que crear y ganarse la vida.

Juanita Biarnés en el Centro Cultural Fernán Gómez

Comparte con De Middel lugar de exposición la veterana reportera gráfica, pionera de su profesión entre las mujeres, Juana Biarnés. Totalmente diferente, aunque ambas compartan en común ser pioneras en formas de hacer cosas.

Fotoperiodista que se mantuvo en activo desde el año 1962 hasta 1985 en que dejó la profesión, está siendo reivindicada en los últimos tiempos después de haber permanecido en un olvido relativo durante todo ese tiempo. Nos sorprende con un conjunto de imágenes frescas, desenfadadas, realizadas con descaro, con poca preocupación por la técnica pero con una maestría en la composición muy superior a la que nos quiere vender. Mucho más divertida que otros fotógrafos de la misma época, sin que por ello recorte un ápice en su misión de reflejar un mundo que nos guste más o nos guste menos era como fue. O como es. Porque más allá de los aspectos externos o estéticos... no sé yo si hemos cambiado tanto como pretendemos. Se pasa bien en la exposición, y se aprecia el trabajo de la fotoperiodista

Libros de fotografía en el Museo de la Biblioteca Nacional

En los últimos tiempos, el libro de fotografía, en muchas ocasiones autoeditado o sacado adelante en pequeñas tiradas por modestas editoriales, pero con mucha imaginación, es la vía por la que muchos fotógrafos se dan a conocer y tratar de nadar en la procelosas aguas de la profesión.

En los sótanos del enorme edificio de la Biblioteca Nacional encontramos un Museo en cuyas salas se han habilitado unos expositores para contemplar los trabajos más destacados del último año. Lo cierto es que para poder apreciar convenientemente los trabajos habría que dedicar mucho más tiempo del que disponía. Y luego te quedas con las ganas de tener algunos de los volúmenes... lo cual es difícil... porque ya digo que son pequeñas tiradas que se agotan pronto. Y luego algunas de ellas alcanzan precios muy altos de segunda mano. Se convierten en objetos de colección. ¿Sabéis que un ejemplar de "The Afronauts" de De Middel en buen estado puede alcanzar los 1200 euros? Pues eso.

Fotografía sudamericana en la Casa de América

Dos exposiciones encontramos en el palacete de la Casa de América en Recoletos esquina con la plaza de Cibeles. La primera de ellas nos cuenta la desorientación del fotógrafo cubano José Alberto Figueroa a quien junto con su mujer, la caída del muro de Berlín y de los regímenes comunistas en Europa les pilló en la capital alemana... en el lado oriental, para más INRI. El título de la exposición, en alemán, "Und Jetzt?". Y ahora qué...

La otra exposición es una colectiva, realizada a partir del visionado de porfolios de fotógrafos diversos latinoamericanos, y que con el título "Cartografías íntimas, un acercamiento a las relaciones interpersonales", recoge fotografías o series de ellas que buscan evocar lugares o momentos, sensaciones o sentimientos, que marcan las relaciones entre las personas. O diálogos visuales entre las mismas. Más interesante esta que la anterior, que me parece más anecdótica, aunque no carezca de miga.

Rostros en el Centro Cibeles

El tema principal de la edición de este año de PHotoEspaña es "Europa" o el estado actual de la fotografía en el continente europeo. Me acerco a este Centro Cibeles, que no conocía, y que se encuentra en lo que es el tradicional y presuntuoso Palacio de Comunicaciones, antigua sede de los servicios de correos y telégrafos en la plaza de Cibeles. Y en la exposición que acoge me sumerjo totalmente en ese tema, Europa, a través del retrato.

Estamos ante otra exposición colectiva, esta vez con muestras del trabajo de algunos de los fotógrafos más representativos del panorama actual europeo. Nombres como García-Alix, Corbijn, Teller, Mikhailov, Dijkstra, Ruff,... entre otros muchos, muchos de ellos nombres consagrados en el panorama fotógrafíco actual, nos muestran sus capacidades para el retrato, la diversidad conceptual de los mismos, así como la diversidad que se esconde dentras del concepto de europeos, siendo las personas de este subcontinente el principal objeto de sus obras. A mí, las colectivas me suelen dejar siempre algo insatisfecho... De algunos de los fotógrafos quisiera conocer más... otros me pueden resultar superfluos. En cualquier caso, estamos ante un panorama bastante rico, que puede abrir el apetito a un mayor conocimiento de la obra de cualquiera de ellos.

Diversidad de ofertas en el Círculo de Bellas Artes

El CBA suele ser una cita ineludible cada verano. Pero al mismo tiempo, su oferta puede tener que ver, o no, con el tema principal del festival. En esta ocasión,... no nos podemos quejar. Dos de tres exposiciones se enmarcan plenamente en la temática europea. Veámoslo.

Se sale de las expectativas la muestra sobre la obra de la fotógrafa norteamericana Louise Dahl-Wolfe, "Con estilo propio". Básicamente norteamericana... fotografía de moda.

Interesante representante de lo que es la fotografía de moda y editorial en los años 40 y 50, hay que reconocer las virtudes estéticas y conceptuales de la fotógrafa. Y sin embargo, es cuándo se sale de la fotografía de moda y propone imágenes más personales, algunos desnudos, algún autorretrato, cuando se sale del famoseo y la alta costura, cuando más me interesa su obra. No obstante, como digo, se sale de las expectivas del tema del festival y, siendo interesante, da la sensción de ser un pegote.

Más en línea con el tema de Europa, y especialmente con la construcción y la identidad europea está el ensayo fotográfico "The Castle (El castillo)" de Federico Clavarino.

El italiano en una instalación fotográfica dividida en cuatro capítulos, nos desgrana su visión de la naturaleza de la identidad europea, desde el mito fundacional hasta los elementos de futuro, que con más o menos incertidumbre se asoman en el horizonte. Estamos ante una obra de claro corte conceptual, que incide más en los símbolos que en la estética o en las formas. Más compleja de comprender para muchos.

Y quizá una de las grandes exposiciones del festival, totalmente comprometida con la reflexión sobre el fenómeno europeo, es la colectiva que surge de los fondos de la colección de Nicolas Motelay con el título de "Transiciones, diez años que trastornaron Europa".

Los diez años a los que hace referencia el título de la exposición son los que van entre 1979 y 1989, y de alguna forma se relacionan, en términos europeos, aunque el fenómeno pudiera ser mundial, como el tiempo que va desde la llegada de Margaret Thatcher al poder hasta la caída del muro de Berlín. Cierto es que en la obra encontramos fotografías tomadas antes y, quizá, después de ese período de tiempo. Obras que corresponden a fotógrafos destacados del Reino Unido, Bélgica, Francia, Alemania, Rusia, Ucrania, Finlandia,... no sé si me dejo alguno. Pero que abarcar una evolución sociopolítica de carácter, cuando menos, continental. Desde los perfeccionistas pero aburridos, desde mi humilde punto de vista, fotógrafos alemanes de la escuela de Duseldorf, cuya obra nunca había encontrado también acomodada como en esta exposición, hasta las interesantes miradas de Boris Mikhailov a Rusia y Ucrania, pre y post comunismo.

Lucia Moholy en la galería Loewe Gran Vía

Desde hace unos años, la superpija tienda de Loewe en la Gran Vía madrileña patrocina y participa en el festival PHotoEspaña. Y en ocasiones con propuestas interesantes... aunque con frecuencia ignoradas por el respetable. Casi nunca me encuentro a nadie en la sala de exposiciones. Y eso que la gente de la tienda son muy amables aunque saben que lo tuyo no es comprar uno de sus bolsos.

En esta ocasión nos traen a una fotógrafa por la que siente notable simpatía, Lucia Moholy.

Lucia Moholy suele arrastrar el peso de ser más conocida por haber sido durante una etapa de su vida la esposa del artista László Moholy-Nagy, con quien pasó bastantes años trabajando en la Bauhaus. Durante esta etapa, la fotógrafa realizó un importante esfuerzo documentando con su cámara todos los aspectos de la vida académica en la institución, así como fotografiando muchos de los diseños y productos que salían de sus aulas y talleres. Poco reconocida hasta hace poco, en la actualidad su trabajo está empezando a ser mucho más considerado, siendo valorada por sí misma más allá de por las personas o los ambientes en los que se relacionó. También realizó reportajes en diversas parte de Europa.

Inge Morath, el Danubio y ocho fotógrafas contemporáneas en el Espacio Fundación Telefónica

Hablaré ahora de una de las sorpresas más agradables del festival. En los años 50, la fotógrafa austriaca Inge Morath, que nació en Graz, a orillas del río Danubio, arteria que une un considerable número de países europeos, quiso recorrer el curso del mismo y hacer un trabajo de documentación de la vida en sus orillas. No lo pudo completar en aquel momento. La guerra fría y las tensiones políticas junto con las férreas dictaduras de algunos de los países tras el telón de acero impidieron su recorrido. No fue hasta los años 90 cuando pudo cumplir su cometido.

En esta exposición encontramos 60 fotografías de ese trabajo. Y algo más. En 2014, un grupo de fotógrafas galardonadas con el premio Inge Morath, constituido con la ayuda de la Magnum Photos, decidieron seguir las huellas de Morath, y durante algo más de un mes recorrieron el Danubio, con un camión convertido en sala de exposiciones ambulantes, y documentando a su vez esa geografía humana y natural en la actualidad.

La fotógrafas Lurdes R. Basolí*, Claire Martin*, Emily Schiffer*, Kathryn Cook, Olivia Arthur*, Jessica Dimmock, Claudia Guadarrama y Ami Vitale (con un * las que idearon el proyecto) se cogieron sus cámaras, sus ideas, algunas de ellas su hijas, y con un pequeño equipo de conductora, filmadores, niñera y gestoras de proyecto, se hicieron el recorrido. No todas todo el camino. Pero todo el camino entre todas.

La exposición nos ofrece una buena muestra de las fotografías que recogieron cada una de las fotógrafas, cada una con su estilo muy diverso, junto con abundante material de cómo se hizo y cómo sucedió.

Reconozco que fue una de las exposiciones con las que más disfruté a lo largo del día. A la que dedicamos bastante rato, fijándonos en los detalles. Y con las ganas permanentes de qué pena no poder participar en un proyecto así. Incluso pensando en la posibilidad de hacerlo a título particular, usar unas vacaciones para desarrollar más modestamente un proyecto de conocimiento más profundo de una región emblemática por algún motivo. Vamos... cambiar la forma en que hacemos habitualmente nuestras vacaciones.

Nos han quedado muchas exposiciones interesantes sin ver. Pero un día da para lo que da, especialmente si además hay que encontrar tiempo para conversar con los amigos hace un tiempo descuidados. Me estoy planteando volver un poco más adelante... especialmente porque me apetecería complementarlo con la exposición del Bosco en el Prado. Ya veremos.

De momento, os dejo con el vídeo de la experiencia de las ocho fotógrafas en el Danubio... Es casi media hora, pero está bastante bien.

Recomendaciones semanales - del 5 al 12 de junio de 2016

Y estoy aquí de nuevo un domingo por la mañana recopilando aquellas noticias o artículos que he encontrado durante la semana en internet relacionadas con el mundo de la fotografía y que me han parecido interesantes, y que creo que pueden interesar a otros aficionados. Pero en primer lugar, como siempre, el tablero de Pinterest de la semana.

Intento poner en estos tableros todo lo que veo y me gusta o me llama la atención... pero a veces no es posible. Uno de mis fotógrafos conceptuales favoritos es Duane Michals, de quien ya he hablado por aquí en otras ocasiones. El caso es que en muchas ocasiones no tiene sentido "pinear" una fotografía aislada suya... ni aunque lo haga con una de sus series entera... hay que verlas juntas y en orden, algo que es difícil de conseguir en Pinterest. Por ejemplo en el tumblelog de Only Old Photography, el 11 de junio pusieron una notabilísima serie de Michals, llena de signficados, surrealista, profunda, cíclica... titulada "Things are Queer, 1973". Esto no se puede "pinear" de forma coherente. ¿Tendré que abrir un tumblelog para este tipo de situaciones? Me lo pensaré. Aunque últimamente no voy precisamente sobrado de tiempo.

Ayer estuve en Madrid. Llevaba casi dos años sin ir. Desde octubre de 2014. Y me he saltado dos ediciones de PhotoEspaña, desde la que visité en junio de 2013. Que me trae malos recuerdos. No por la visita en sí misma, sino por las consecuencias inmediatas al regreso. Las fotos que acompañan la entrada de hoy proceden de la visita, a la que me llevé mi pequeña, discreta y fiel Leica D-Lux. En principio, había pensado dedicar la entrada de hoy a las exposiciones de PhotoEspaña que visité. Pero he decidido que les dedicaré una entrada en exclusiva. De momento, como aperitivo, diré que una de las más interesantes, o que a mí más me gustó, ha sido la de Cristina De Middel en Fernán Gómez Centro Cultural de la Villa. Ya hablaré de ella. Pero de momento, os dejo una entrevista que le hicieron esta semana en Clavoardiendo. Es la fotógrafa de moda en España. Y creo que con motivos...

Nunca había entrado ni el Museo de la Biblioteca Nacional, ni el Centro Cibeles, antiguo Palacio de Telecomunicaciones,... Pero con motivo de PhotoEspaña he podido visitarlos por dentro. Interesante este último.

Rodney Smith es un fotógrafo de moda especialmente activo cuyo estilo me traslada a un pasado de forma doble. En primer lugar porque en lo que se refiere a su forma de presentar las creaciones y los modelos me recuerda más a colegas suyos de los años 50 o 60, que a sus coetáneos de los años 70 y posteriores. Lo cual hace que sus fotografías son indudablemente elegantes, muy elegantes. Pero también nos echa la mirada hacia atrás por la indudable influencia que el surrealismo, especialmente René Magritte, tiene en sus imágenes, lo que hace que se salgan de los caminos trillados. Hay un humor y aparente desenfado, pero también hay espacio para la reflexión. Nos lo han contando en Hunter Art Magazine.

Mary Ellen Mark también es una fotógrafa de la que hemos hablado de vez en cuando en estas páginas. Pero en esta ocasión nos recuerdan en American Photo que dedicó muchos años de su vida a mantener el contacto, seguir y documentar la vida de Tiny, mujer a la que conoció en 1983 cuando era una adolescente de 13 años huída que se prostituía para conseguir dinero, y con quien permaneció en contacto hasta la muerte de la fotógrafa recientemente, justo antes de terminar de preparar un libro sobre la mujer, que no pudo ver publicado. Muchas de las más icónicas fotografías de Mark son de Tiny, especialmente en su juventud. Una vida difícil, reflejada en las fotografías de una fotógrafa de primera.

El Círculo de Bellas Artes, cada vez más cara la entrada, estamos de vacas flacas para la cultura, es un habitual de las sedes de la sección oficial de PhotoEspaña; a la salida, nos encontramos subiendo por Alcalá y Gran Vía una manifestación ciclonudista.

Nicholas Nixon es un fotógrafo que también me gusta mucho. Si la anterior es una mujer conocida por muchos sus aspectos de su trabajo entre los que incluía el proyecto sobre Tiny, Nixon es conocido fundamentalmente por su proyecto de toda la vida sobre las hermanas Brown, pero tiene otros proyectos que también son muy interesantes. En las páginas de The New York Times nos hablan de "A photographer's eye" en el cual toma fotografías de su propio ojo. Fotografías difíciles de realizar, pero que adquieren gracias a la creatividad del fotógrafo nuevo significados.

De Middel, en la entrevista que he mencionado antes dice algo que puede resultar provocador. En general, creo que le gusta ser provocadora... 

La foto de calle, a menos que seas Bruce Gilden con un trabajo tan faraónico, no dice nada.

Santo cielo... con lo importantes que se creen muchísimos con esto de la "street photography"... en inglés, para desmarcarse de los que simplemente documentan el mundo cuando pasean por la calle, sin asumirlo como un género en sí mismo. Bien. Que conste que a mí el estilo de Gilden no me gusta. Nada. Sus fotos... depende. En cualquier caso, en Cada día un fotógrafo nos hablan de Ando Fuchs, fotógrafo austriaco al que asignan de forma indirecta la etiqueta de "fotógrafo de calle". Aunque no voy a ser tan radical como De Middel, ni tengo tanta autoridad para serlo, lo cierto es que si hubiera reconocido a Fuchs como tal, probablemente no estaría aquí. Pero para mí... mi sensación es que es un paisajista. Lo único que en ocasiones el paisaje es el de la calle. También hace unos retratos estupendos. ¿O serán paisajes del rostro de las personas? ¿Tendrá algo que ver en esa sensación el formato cuadrado y los encuadres cerrados? Que cada uno juzgue.

Por la tarde, con el calor instalado, alternamos exposiciones con cervecitas frescas, por el llamado "barrio de la Letras", donde hay mucha cultura mezclada con tapeo y turisteo.

Volvamos al surrealismo y a la prolongada sombre de René Magritte. Que como nos cuentan en Feature Shoot, podemos encontrar en la serie "SUITS" de Ben Zank. Fotografía escenificada en riguroso blanco y negro, que tiene momentos más conseguidos y otros menos, pero que merece la pena un vistazo. Por cierto... que no toda fotografía de un señor con traje y sombrero y al que no se le ve la cara va a ser un "magritte", ¿verdad? A ver si nos ponemos un poquito más exigentes.

Un trabajo documental puro, pero lleno de cariño y sensibilidad, el de Julia Cybularz, tal y como nos lo presentan en American Photo. Su serie "Breaking the Girl" acompaña la odisea de su sobrina Hannah durante cinco años en tratamiento con una compleja escoliosis idiopática, durante los difíciles años del paso de la infancia a la adolescencia. Ser familia supongo que habrá facilitado la comunicación y las fotografías, pero no me parece una serie nada fácil. Especialmente por el dolor físico y moral que puede tener la niña, de tan serena mirada.

Fachadas con decoraciones modernas y otras más tradicionales mientras nos dirigíamos a la galería, librería y tienda de La Fábrica; donde además había otra exposición de Cristina De Middel.

Antes de cerrar con una curiosidad las recomendaciones de hoy, cerraremos el ciclo también con una noticia sobre una fotógrafa española joven, PhotoEspaña, y el hecho de que la noticia nos la proporcione Clavoardiendo, una revista en línea de fotografía que no puedo dejar de recomendar a todos los aficionados a la fotografía. Y se trata de que en el certamen han concedido el Premio Revelación PhotoEspaña 2016 a la fotógrafa catalana Laia Abril. Esta fotógrafa también se ha asomado a estas páginas en alguna ocasión. Una fotógrafa que ha centrado buena parte de su trabajo en la mujer y en la sexualidad. Siempre con respeto, con mucho respeto, y con especial interés en mostrar y defender la diversidad. Pues me parece muy bien.

Decía que iba a terminar con una curiosidad. Que tal si uno pudiese introducirse en una cámara fotografica. Con un objetivo de 3000 mm de longitud focal, para una imagen redonda de aproximadamente 2400 mm de diámetro. Como vemos esos 3000 mm hay que situarlos en el terreno de las focales estándar en este caso... Si queréis conocer más detalles de este "aparato" visitad Cooph Magazine. Sí, se trata de una cámara oscura, en la que la luz entra a través de una lente en lugar de un estenopo... Como decía, curioso. Se debe a Heinrich & Palmer (Anna y Leon).

Dos jardines para terminar el día, el vertical de Caixaforum y el tropical de Puerta de Atocha... En el primero, flores y abejitas, en el segundo, animales con caparazón; "stormtroopers" de la Guerra de las Galaxias y tortugas, muchas muchas tortugas.

“Retratos de papel” de Chema Conesa en La Lonja

Reseña redactada originalmente para Fotógraf@s en Zaragoza: “Retratos de papel” de Chema Conesa en La Lonja | Fotograf@s en Zaragoza Como todos los años por estas fechas llega al panorama de los festivales fotográficos en la Península Ibérica el rey de todos ellos, el más poderoso por tamaño y repercusión mediática. Por calidad… el ser muy grande siempre lleva el riesgo de que entre sus exposiciones haya de todo y pueda haber más división de opiniones. Pero no se puede negar que PhotoEspaña es un festival de referencia, no sólo ya en nuestro país, sino en el conjunto de Europa. Por lo menos.


El estupendo palacio de La Lonja nos espera para recibirnos con la exposición de este año del festival PhotoEspaña.

Nacido en Madrid, en la década de los noventa, el festival se ha ido extendiendo con el tiempo por otros rincones de la geografía española, y ya lleva varios años llegando hasta las orillas del Ebro. Sí, aquí, en Zaragoza. La Lonja y el Centro de Historias de la capital aragonesa suelen ser sedes de las exposiciones de PhotoEspaña. Y en alguna ocasión también alguna galería privada. Y de momento tenemos ya inaugurada la exposición de La Lonja… “Retratos de papel” de Chema Conesa.

Un “inquietante” retrato de la fenomenal y guapa actriz Emma Suárez nos recibe a la entrada; de moda está la actriz con película en cartelera. Todas las fotografías reproducidas aquí total o parcialmente son propiedad de sus autores. Se muestran aquí a título ilustrativo y divulgativo, sin ánimo de lucro alguno.

Llega a Zaragoza, por fin, la exposición del fotógrafo murciano, que ya se pudo ver en la edición de 2014 del festival, en la Sala Alcalá 31 de Madrid. Me la perdí entonces, por motivos familiares. Así que no podía dejar pasar esta segunda oportunidad, tan a mano. Que no se me olvide decir que uno de los volúmenes de la Editorial La Fábrica de la serie Obras Maestras ejerce de catálogo de la exposición. No será barato, pero esta serie de libros tiene una gran calidad de impresión, y merecen un lugar de honor en la biblioteca de cualquier aficionado a la fotografía. 

También la simpática directora y actriz Icíar Bollaín es retratada en un no menos simpático díptico; también la directora está de actualidad con el reciente estreno de una entretenida película suya.

Bien… ahora, al grano. ¿Qué tal la exposición? Oye… pues que os voy a decir. Que Conesa es uno de los grandes de la fotografía editorial en España. No sólo como fotógrafo, sino también como director de arte y responsable de fotografía de varios de los más importantes suplementos dominicales de la piel de toro. Primero el diario El País, luego su más directo competidor, El Mundo, contaron con él para llevar a buen puerto sus coloridos suplementos del fin de semana. Muchas de las fotografías que se pueden ver en la exposición me son conocidas de haberlas visto hojeando alguno de estos suplementos. 

Me ha gustado el rincón dedicado a Miguel Delibes, donde los retratos se complementan con otras fotografías que suponen un retrato del carácter y del entorno de la persona.

Para los amantes del retrato, podemos considerar la exposición como un seminario o un curso acelerado de esta disciplina. Horas nos podríamos pegar delante de las fotografías imaginando las condiciones de toma y de iluminación, “colocando” mentalmente las luces, compensando mentalmente la potencia de los mismos al mismo tiempo que tomamos decisiones sobre la exposición del fondo… Si me pongo a imaginar me puedo imaginar al fotógrafo durante años con alguna cámara de formato medio y formato cuadrado, Hasselblad probablemente, y un amplio suministro de carretes de diapositivas para procesado E-6… Ya no me atrevo a decir si entre la gama Ektachrome Professional de Kodak, o acaso entre las Provia y las Astia de Fujifilm… o sus precursoras. Un control muy cuidadoso del contraste, la diapositiva no tolera errores de exposición, y todo ello realizado de forma rápida, en poco tiempo… que esto es para la prensa… que no estamos haciendo fotografía artística. Editorial. Suponiendo que las diferencias sean tan claras como eso. Quizá en la forma de trabajar. 

Muy centrada en el retrato, los pocos paisajes o las fotografías de otros géneros que aparecen en la exposición nos demuestran que Conesa sería excelente en cualquier campo.

De todos modos, nos llamarán la atención en la exposición la serie de retratos en blanco y negro, realizados con cámara de gran formato, probablemente con la mítica Polaroid Type 55. El aspecto es muy característico. Estoy suponiendo… 

Estos retratos tienen toda la pinta de estar realizados con película instantánea Polaroid tipo 55.

Todo fenomenal, ¿no? Pues ahora me voy a poner en modo subjetivo… Pues no. Y la culpa no es del fotógrafo. Es de la España que le ha tocado retratar. Esa España de los años 90 que pareciera que se comía el mundo, con todos esos empresarios, esos políticos, esos artistas, esos directores de cine… que cuando llegó el final de la primera década del tercer milenio de nuestra era… se nos desinflaron. No faltan las caras en tan representativa galería de personajes ilustres que ahora asocias con corrupciones, picardías, triquiñuelas, papeles panameños u otras catastróficas desdichas. Al fin y al cabo, hemos podido comprobar cómo esos grandes diarios que lucían el espléndido lujo de las fotografías de Conesa y otros ilustres en sus suplementos dominicales, ahora se hacen los tibios a la hora de afrontar la crisis de valores del país, lo mismo que no pocos de los retratados… O desde el punto de vista fotográfico, cómo ahora valoran en poco el trabajo de los profesionales de la fotografía, conformándose muchas veces con cutres fotos de móvil, birlando fotos a quienes las suben a internet con buena intención, despidiendo masivamente fotógrafos de plantilla (y otros profesionales del periodismo), justo cuando más le hace falta al país una prensa potente e independiente. 

No hay políticos, ni banqueros, ni directores de cine “panameños” en la muestra de fotos que me he traído. Pero sí este excelente trío de escritoras españolas; Ana María Matute, Carmen Martín Gaite y Josefina Aldecoa. Allá por 1996. Se nos han ido ya todas… Matute, la más reciente, en 2014.

Extraña sensación la que me ha dejado la exposición. Entre la maravilla fotográfica y los déficits de nuestra sociedad. En fin… quizá vosotros la contempléis con otros ojos. Y salgáis de la misma con más optimismo. Probablemente… que a mí según qué cosas me están cogiendo “menos joven”. De todos modos, la exposición es “obligatoria” para todos los aficionados de FeZ. Incluso nos deberíamos plantear alguna visita conjunta… porque da para verla varias veces. De verdad. Nos vemos… 

Estos retratos de pelotaris vascos me han parecido estupendos… Ampliemos el concepto de retrato, no nos constriñamos innecesariamente.


Recomendaciones semanales - del 29 de mayo al 5 de junio de 2016

Esta semana he estado realmente muy ocupado y no he recogido muchas recomendaciones, así que haremos una entrada de apaño. Por supuesto, como siempre empezaremos por el tablero de Pinterest de la semana. Que viene con un poco de todo.

En cuanto a las fotografías acompañantes... Salvo tres de ellas que están relacionadas con el primer artículo del que hablaré, y que están hechas con película tradicional Kodak ColorPlus 200 en una Pentax MX con un SMC Pentax-M 40 mm 1:2,8, el resto proceden de mi última adquisición para el sistema micro cuatro tercios. A ver. Me explicaré. No soy muy fan de la fotografía con teleobjetivos, más allá de un tele corto. Me suelo conformar con cualquier cosa que vaya entre los 70 mm y los 100 mm, hablando en términos del formato 24 x 36 mm, o sus equivalentes en otros formatos. En el sistema micro cuatro tercios estaríamos hablando en focales entre 35 mm y 50 mm. Más allá... la verdad es que los resultados, con pequeñas excepciones me suelen aburrir, siendo el territorio de la macrofotografía donde los encuentro más adecuados. Y tengo soluciones para ello. El caso es que en algún viaje me he llevado teleobjetivos de orígenes diversos con adaptadores. Yo viajo con cámaras micro cuatro tercios por su ligereza y discreción. Pero no deja de ser un poco incómodo. Así que me he agenciado un pequeño y coqueto Panasonic G Vario 1:4-5,6/35-100 mm ASPH Mega OIS. Para que comparéis, os pongo una foto con una solución similar para Canon EOS de formato completo. Esta última, medio paso de diafragma de promedio más luminosa, pero sin estabilizador óptico.

Como veis, es mucho más ligerito. Y sinceramente, en un uso cotidiano durante un viaje, no creo que el talabarte de 21 megapíxeles, con un objetivo que en su momento se consideraba decente, pero que se diseñó para la película tradicional, de mejor calidad de imagen que el pequeño conjunto de 16 megapíxeles enormemente mas portable.

El objetivo me has costado muy poco. Un 60% de su precio habitual que ya es económico. Pero es que es... como decirlo... de "km 0". Es decir... usado en escaparates y demostraciones. Pero está en excelente estado. Que no quería gastar gran cosa en un chisme así.

Mis primeras fotografías con el recién llegado, al salir del cine... Este pasillo siempre me ha parecido muy fotogénico.

Pero vayamos a la fotografía... o no... pasemos primero por la escultura... o fotografías de esculturas. En Cross Connect Magazine, revista virtual dedicada al arte contemporáneo, dedicaron un artículo al escultor barcelonés Jaume Plensa. Este escultor ha llenado el mundo de grandes, o pequeñas, esculturas de señoras, parece ser que son de género femenino, formadas por letras, sentadas, con las piernas recogidas en posición fetal y abrazadas por las manos. En Zaragoza, nos colocaron una en el recinto de la Expo 2008 con el título "Alma del Ebro". Lo cierto es que no le encuentro diferencias sustanciales a otras similares, extremadamente similares, que están repartidas por el mundo. Sin embargo, tiene otras esculturas que incluso si comparten elementos con las anteriores, presentan variaciones que me parecen interesantes. Bueno. Me resultó curioso y os lo dejo.

Vista general del "Alma del Ebro" que tenemos instalada en el antiguo recinto de la Expo en Zaragoza.
Vista parcial de la misma.
Esta versión mucho más pequeñita y metalizada, estaba o está en el exterior del Museo de Bellas Artes de Montreal, en Canadá.

El clásico de hoy es un clásico muy contemporáneo. Se trata de la fotógrafa Donna Ferrato, probablemente de las primeras en conseguir meterse en el mundo de la violencia de género y conseguir documentarlo fotográficamente, en un momento en el que no se hablaba del tema en el mundo. Incluso se la cosa, como se explica en el artículo de American Photo, empezó de forma inesperada. Me parece notable la historia que nos cuentan, y me ha gustado mucho el pequeño documental que incorpora el artículo. Está en inglés... ayudan los subtítulo disponibles,... también en inglés. Bueno... la verdad es que a mí me impresionó la historia y la experiencia que nos cuenta Ferrato.

Aislar los detalles, explotar el grafismo, siempre me han parecido dos de los motivos más interesantes para usar un teleobjetivo.

En un tono totalmente distinto, en Women in Photography, donde nos muestran el trabajo de fotógrafas, profesionales o aficionadas, no muy conocidas pero con calidad, nos traen el trabajo de fotografía documental en la calle de Natalia Jaeger. Desde mi punto de vista se sale de los caminos trillados por diversos motivo. Por el uso del color, y de forma muy inteligente. Por el tremendo respeto que muestra hacia sus sujetos, incluso si los fotografía de forma inadvertida. Por el intimismo y humanización de las personas que aparecen retratadas en su trabajo. A mi me gusta bastante más que la mayor parte de los "street photographers" al uso...

Su focal más corta puede ser útil para seleccionar elementos del paisaje; pero incluso la más larga nos permite aislar más algunos de ellos.

En Lenscratch nos han mostrado el trabajo de otra fotógrafa, me está saliendo muy femenina la entrada de esta semana, que ha sido premiada en algún sitio por el trabajo que nos presentan. Se trata de Judy Gelles, una fotógrafa que se ha acercado al mundo de la infancia. En concreto a los "fourth grades". Si no me equivoco, niños de 9 o 10 años que cursan el equivalente a nuestro cuarto curso de educación primaria. Proceden de diversos lugares del mundo y son mostrados de dos formas. En un retrato frontal, sin palabras, y en un retrato de espaldas, que se complementa con un texto en el que los niños hablan un poquito de quién son y cuáles son sus preocupaciones... y aquí hay de todo un poco también. A mi tocado la fibra sensible... aunque sea un proyecto aparentemente sencillo. Aparentemente es la palabra clave.

Sin ayudas extras, quizá no destaque en la fotografía de aproximación, por una distancia de enfoque mínimo discreta; pero quizá con alguna ayuda,... una lente de aproximación que ya tengo con un adaptador a la rosca del objetivo.

Flore es una fotógrafa de origen franco-español. Madre española y pintora. Pero desarrolla su trabajo en el país vecino. Usando proceso tradicionales argénticos. En L'Oeil de la Photographie nos muestran una serie que no aparece todavía en su página web, y que quiere ser un homenaje a la juventud en Indochina de la escritora Marguerite Duras, cuyo 20º aniversario de su muerte se celebra este año. A mí, el tono onírico y atemporal del conjunto de su obra me ha parecido interesante... No sé a vosotros.

Al caer la tarde y con un cielo nublado, interesa recortar el encuadre en el paisaje,... y viene bien el estabilizador cuando la luz escasea.

En general, el mundo del "cosplay", es decir, de los aficionados a disfrazarse de sus personajes favoritos de ficción, especialmente del mundo de las historietas, se suele asociar con un tono de alegría y desenfado. Sin embargo, como nos cuentan en L'Oeil de la Photographie, la fotógrafa rusa Mariya Kozhanova nos muestra una serie de retratos de "cosplayers" de su país cargados de melancolía y con mucha soledad. Un desprendimiento del entorno que se atribuyen a que son jóvenes que nacieron tras la caída de la Unión Soviética, en un país en el que los elementos de cohesión e identidad estaban desorganizados y difuminados, y que han ido tomando elementos foráneos, de diferentes culturas, tal vez sin haber llegado a integrarlos plenamente. No sé. Puede que sí, puede que no. Pero son de los pocos retratos de "cosplayers" que me han llamado la atención. Formato cuadrado, colores muy matizados y muy bien controlados, parece formato medio sobre película tradicional, pero no estoy seguro, miradas que transmiten distintas personalidades y, tal vez, motivaciones.

Aunque no sea especialmente aficionado a la actitud de "paparazzo" con el teleobjetivo,... a veces puede dar lugar a escenas con cierto interés.

Y terminaré contándoos que siendo principio de mes, ha salido el número 87 de Fractión Magazine. Viene muy interesante, con tres porfolios que me han llamado la atención.

El de Elli Chung, en el que relaciona su mundo cotidiano con los seres mitológicos del Asia Oriental.

El de Ashley Comer, sobre el reencuentro con la mujer que fue su madre biológica pero que la entregó en adopción al nacer para procurarle un mejor futuro.

las visiones parciales de lo cotidiano, que nos muestra el alemán Max Slobodda.

Espero que os gusten, como a mí.

Con una cámara tan pequeñita como la Panasonic Lumix GM5, parece que dos pasos es la máxima ganancia que obtenemos con el estabilizador. A 100 mm (200 mm equivalentes), una velocidad de obturación de 1/50 s parece lo máximo que puedo bajar. Con otra cámara con mejor agarre, a lo mejor se puede bajar algún paso más.

Helios 44 58/2 - El "estándar" tras el Telón de Acero

Una de las "panaceas" más buscadas en el período de entre guerras en el mundo de la fotografía fue el de los objetivos muy luminosos, que permitiesen hacer fotos en situaciones de luz desfavorables. Cada vez había más reporteros gráficos que llevaban sus compactas cámaras de pequeño formato, lo que hoy en el mundo de la fotografía digital se denomina paradójicamente "full frame", formato completo. E imaginaban ópticas más luminosas, difíciles por su tamaño y peso en los sistemas de formato medio y gran formato, que les dieran más versatilidad. La moda del "bokeh" estaba muy lejos de sus mentes en aquellos momentos... de lo que se trataba es de que entrase más luz en la cámara.

Los objetivos de tipo Tessar, con cuatro elementos en tres grupos, o parecidos, habían supuesto un avance. Pero tenían un límite a sus posibilidades de máxima luminosidad. Antes de la guerra se quedaron en el f/3,5 para una óptica de 5 cm de focal. Luego llegaron a f/2,8 conforme avanzaron los desarrollos en vidrios ópticos y en revestimientos... pero no más. Eso sí, eran razonablemente nítidos, especialmente en el centro desde plena apertura, aunque para mejorar la nitidez en el campo y las esquinas hubiese que diafragmar. Existía un diseño que permitía aperturas más amplias, el Planar de Zeiss, un objetivo simétrico con seis elementos en cuatro grupos, que databa de 1896.

Diseño de una Zeiss Planar de 1896 - Fuente: Wikipedia.

Era más nítido que el Tessar, y más luminoso, como decía. Pero su elevado número de superficies aire-vidrio ocasionaba pérdidas de transmisión importantes y un escaso contraste. Hasta que no se desarrollaron las técnicas de revestimiento, sencillo o múltiple, de las lentes, no se popularizo. Después, este diseño y sus múltiples derivados con más o menos lentes ha sido uno de los más utilizados en fotografía, especiales para las focales estándar, en torno a los 50 mm en formato pequeño de negativo de 24 x 36 mm, pero no sólo en estos. Otros diseños como el Sonnar, con menos superficies aire-vidrio se adelantaron como soluciones para objetivos de gran luminosidad, de aperturas f/2 o mayores.

El nombre Biotar aplicado a un objetivo aparece en 1927 de la mano de Carl Zeiss. Se trata de una modificación del diseño Planar, con una cierta pérdida de la simetría en el diseño. Se realizaron varios modelos, entre ellos, para fotografía, un 58 mm f/2. No 50 mm o 5 cm, lo mismo da que da lo mismo, que era lo habítual como focal estándar, sino 58 mm. Y cuando acabada la guerra, los soviéticos se hacen con los diseños de Carl Zeiss en Jena, que estaba en su zona de ocupación, y se los llevan a su tierra. Años más tarde nacía el Helios 44, con diversas declinaciones, y con focal también de 58 mm y apertura máxima f/2. En la Alemania Oriental, la rama "comunista" de Carl Zeiss Jena surge de nuevo el Biotar 58/2, prácticamente el mismo diseño óptico. En Oberkochen, en la Alemania Occidental, Carl Zeiss sería a partir de entonces fiel a la denominación Planar, y apostaría por la focal de 50 mm. No obstante, ha habido otros objetivos de diversos fabricantes que han superado los 50 mm en su focal estándar, como los 55 mm de los Takumares de Pentax. Y no olvidemos que los 50 mm de Leica solían llevar una indicación sobre la focal real del objetivo, que oscilaba entre los 52 y los 53,5 mm.

Comentaba el domingo que había estado realizando fotografías con uno de estos objetivos soviéticos, copias descaradas de los Biotar de Carl Zeiss, un Helios 44M 58 mm 1:2. Todos los Helios 44 son 58 mm 1:2. La M implica que posee una montura de rosca M42. Se fabricó con otras monturas. Y eventualmente, tras el 44, pueden aparecer otras cifras que indican diferencias ópticas en los objetivos. No les haremos mucho caso. La verdad es que la calidad de estos objetivos depende en parte del azar. Los controles de calidad eran dudosos en las fábricas soviéticas. Si el ejemplar estaba bien fabricado y ajustado, funcionaba muy bien. Si no... puede dar problemas mecánicos, problemas de alineación que afectan a la nitidez, problemas de distancia de la montura al plano de la película que dan problemas de enfoque a infinito,... En fín... la copia que me ha llegado por una pequeña cantidad de dinero parece no tener ninguno de esos problemas. Es relativamente moderna. De principios de los 80... Se comenzaron a fabricar en los 50. Se fabricaron millones y millones. Por ello, están tirados de precio. Y con un adaptador se pueden usar con muchas cámaras modernas. Y también con una cámara tradicional de película con montura de rosca de 42 mm. Claro.

El objetivo está sólidamente fabricado, aparentemente. Metal. Pesadote. Mucha gente parece que lo compra por su "impresionante bokeh"... Bueno... Al ser una focal de casi 60 mm, a su apertura máxima de f/2, la profundidad de campo es algo menor que un 50/1,7 pero algo mayor que un 50/1,4. Si disparas con si apertura máxima a un objeto cercano, obtendrás una profundidad de campo muy justita... así que por eso algunos lo denominan "rey del bokeh" y cosas cursis por el estilo. No... Aunque es muy parecido en focales y apertura máxima, no es similar en fórmula óptica al Primoplan 50/1,9 de Meyer-Optik fabricado en Görlitz, también en la Alemania Oriental. Y tiene muchas menos palas de diafragma. No se consigue el mismo efecto de pompas de jabón.

La tarde en que lo probé, montado con adaptador sobre una Canon EOS 5D Mark II, estaba casi nublado, y no pude hacerle muchas perrerías a contraluz. Por lo que he visto por ahí, aficionados al vídeo con cámaras fotográficas aprovechan su tendencia a generar luces parásitas, destellos y pérdidas de contraste en la fotografía cuando se apunta a una fuente de luz potente para generar un "aspecto artístico" en sus producciones.

Sólo en una de las fotografías que realicé comprobé que se producía una cierta pérdida de contraste en un contraluz... no muy extremo, pero apreciable. Eso sí, otras fotografías realizadas a plena apertura mostraban algunos defectos en la imagen no tan "artísticos"... no sé si se apreciará bien lo raros que quedan los bordes del tronco del árbol en la segunda de las fotos que vienen a continuación.

En el momento en que se utilizan aperturas medias, y especialmente sus óptimas f/8 o f/11, no se aprecian problemas notables y el aspecto de las fotografías es bastante razonable. Ni bueno ni malo sino todo lo contrario. Dado su tamaño grandote y su notable peso, no es tan entretenido de usar como otros pequeños objetivos de focales similares de la antigua Europa del Este.

Tras las dos fotografías tomadas a aperturas medias, podréis comparar el tamaño del Helios 44M 58/2 con el de un SMC Pentax-A 50/2, un diseño de los años 50 de la marca japonesa concebido como objetivo de kit para sus cámaras más económicas, y que tiene un diseño de tipo Planar simplificado, con sólo 5 elementos en 5 grupos. Y que no va nada mal. Mucho más ligero. Además de porque es más pequeño, por que el "made in Japan" tiene más plástico que el "made in USSR" en su factura. Aunque se aprecia una fabricación menos tosca y agradable al tacto en el nipón.

Como es tan barato,... y se pueden conseguir otras copias con facilidad, estos objetivos son sometidos a todo tipo de torturas. Se les da la vuelta al elemento anterior, para que la imagen tenga un aspecto onírico. Se les inserta una máscara con la apertura ovalada para simular a un objetivo anamórfico en video. Se lima su interior eliminando la capa negra antirreflejos o se le aplica un tono dorado o de otros colores, para producir luces parásitas de colores especiales... Lo que sea.

Lo cierto es que tiene algunas ventajas, como su gran aro de enfoque de prácticamente 270º de giro, que incluso a una focal relativamente larga como son esos 58 mm permite usar la escala de profundidades de campo con comodidad. También es cierto que sólo baja en su enfoque mínimo a 55 cm de distancia... el Pentax antes mencionado lo hace a 45 cm. El Tessar de Carl Zeiss Jena del que hablé hace unas semanas, baja a 35 cm... Y utilizado como se utilizaban los objetivos hasta que llegó la locura maniática del "bokeh", a sus aperturas óptimas, da un resultado decente.

Si alguien le interesa... ya sabe a qué atenerse.

Una última prueba que se me ha ocurrido antes de cerrar el artículo. Fotografiar con una fuente luminosa en el encuadre.

Canon EOS 5D Mk II con el Helios 44M 58/2 - Importantes luces parásitas y pérdidas de contraste.
Pentax KS1 + SMC Pentax-DA 40/2,8 Limited - El 40 mm en una APS-C tiene un campo de visión parecido al 58 mm en la 5D Mk II. Pero la pérdida de contraste es menor. Claramente.
Pentax KS1 + SMC Pentax-A 50/2 - El 50 mm en la APS-C tiene un aspecto de focal más larga... pero también más contraste que el Helios, y muy parecido al 40 mm 20 años más moderno de la propia Pentax.