La fotografía como afición y otras artes visuales

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Ondu Pinhole 6x12 Multiformat en color y la Nik Collection en manos de Google

Entrada miscelánea hoy, con dos temas distintos. Brevemente, de todos modos.

En primer lugar, tras el comentario que hice hace unos días sobre la estenopeica Ondu Pinhole 6x12 Multiformat, me llegaron hace unos días las pruebas en color.

La prueba la realicé con un carrete de Kodak Portra 400, aunque utilizada con un índice de exposición 200, la mitad de su sensibilidad nominal. Los colores quedan más saturados y el grano es más discreto. Aunque con negativos de 54 x 54 mm, tampoco es que se fuera a notar mucho el grano de la Portra 400 a su sensibilidad nominal de ISO 400.

Algo que sospeché en alguno de los negativos en blanco y negro se ha confirmado. Ocasionalmente, se producen filtraciones de luz. Lo cual encanta a algunos, pero a mi no excesivamente.

Por lo demás, el conjunto de observaciones que hice el otro día sobre la base de los negativos en blanco y negro valen lo mismo. Salvo que los negativos en color digitalizados en Carmencita Film Lab se muestran más nítidos.

¿Más nítidos? En líneas generales sí... pero he observado que ha pesar de que sobre el papel la profundidad de campo es infinita, los primeros planos, en este caso las rosas de la rosaleda del Parque Grande de Zaragoza, dan la impresión de quedar menos nítidos. Como si en realidad quedasen "fuera" del intervalo hiperfocal. Es una impresión, pero que puede tener otras causas. Como por ejemplo, ligeros movimientos del objeto durante el segundo o dos que dura la exposición que se aprecian en el primer plano muy aparente y pasan desapercibidos en el fondo más alejado y con objetos reproducidos a una escala mucho menor.

De todas formas, las horas centrales del día entre las doce y las dos de la tarde, a las que hice las fotos, y en pleno verano y sin una nube en el cielo, no son las condiciones más adecuadas para un iluminación sutil que permita una valoración estética adecuada... Demasiado contraste, demasiado saturados algunos objetos y demasiado poco otros. Mala luz.

Pasemos a otra cuestión. En 2012, Google adquirió la compañía Nik Software, que elaboraba dos conjuntos de aplicaciones. Por un lado Snapseed, una de las mejores aplicaciones para tratamiento de imágenes en teléfonos inteligentes y tabletas, y que también tenía una versión de escritorio para Mac OS X, que yo uso especialmente para poner marcos a las fotografías que sube a internet. Actualmente, las aplicaciones para dispositivos móviles siguen están disponibles y se mejoran periódicamente. Desgraciadamente la aplicación para Mac OS X la abandonaron.

Por otro lado, el conjunto de aplicaciones para tratamiento de fotografías que se agrupaban bajo la denominación Nik Collection. Aplicaciones que funcionan de forma autónoma o como plugins de otros programas de edición de imagen y que proponen distintas soluciones para tratar las fotografías de forma relativamente sencilla. Conversiones a blanco y negro, alto rango dinámico, contraste y luminosidad, efectos especiales, imitación de películas tradicionales... Pues bien, si antes de la adquisición por parte de Google se vendían por unos 500 dólares/euros, tras la misma bajaron a 150, y desde marzo son gratis. Esto se puede considerar una buena noticia... o una mala noticia.

Buena noticia porque se pueden hacer muchas cosas con ellas. En los últimos días he tratado de pillarles un poquito el truco. Podemos ver una vista del castillo de Lorrea, antes y después de pasarla por algunas de las aplicaciones.

Fotografía realizada en abril de 2006 con una Canon EOS D60 y un objetivo Canon EF 28-135/3,5-5,6 IS USM, tal y como aparece al ser importada en Lightroom.
La misma fotografía después de torturarla un ratito con la Nik Collection. Resultado discutible, pero que se consigue con un esfuerzo razonable a partir de la anterior. Discutible, porque esto del retoque depende mucho de los gustos... y a mi no me gustan los paisajes demasiado "tocados".

Pensemos que en el ejemplo puesto estoy trabajando con un archivo RAW de hace 10 años, de sólo 6 megapíxeles, de una cámara que compré de segunda mano y que había salido al mercado 4 años antes... en 2002. La cámara ya no es utilizable porque entregó su alma, es decir el obturador, en Helsinki en el verano de 2007. Pero que merece la pena recuperar de vez en cuando alguna de aquellas fotografías. Que no están mal.

Pero también he dicho que puede ser una mala noticia... si ya no venden sino que regalan este software, quiere decir que Google no está interesado en mantenerlo como parte del negocio. Habrá aprovechado la tecnología y los desarrollos acompañantes para las aplicaciones que haya creído convenientes, y es muy posible que deje morir poco a poco estas aplicaciones. Es lo que pasó con la versión de escritorio de Snapseed, que ahora está debajo de su software de tratamiento de imágenes en Google Photos sustituyendo a Picasa, que con lo majo que era también parece que ha entrado en vía muerta. Pero como he dicho, Snapseed aguantó un tiempo disponible para los Macs de escritorio, sin actualizaciones, pero ya no lo está... ¿Asistiendo a los últimos coletazos de vida de la Nik Collection? Una pena porque sería bastante útil para tratar con calidad las fotografías sin las complicaciones de un Photoshop u otros similares. Tampoco es que se aprenda a usar bien de la noche a la mañana, ¿vale?

Vivitar Ultra Wide & Slim - Simplicidad ultra gran angular de bajo coste

Vivitar fue en su momento un marca bien conocida en el mundo de la fotografía. Establecida por una empresa norteamericana, californiana, durante una época comercializó todo tipo de chismes fotográficos, aunque sus productos más conocidos eran objetivos que comercializaba para las monturas habituales de cámaras réflex en el mercado. Bien es cierto que solía encargar la manufactura de los mismos a fabricantes japoneses o coreanos... Tokina, Cosina o Kiron fueron los más habituales, pero también Sigma, Samyang (estos son coreanos) e incluyo Olympus han fabricado objetivos bajo marca Vivitar. Alguna cámara apareció también, muchas de ellas Cosinas que se declinaron bajo diferentes marcas. E incluso alguna unidad de flash electrónico que llego a tener un carácter semiprofesional, y que fue muy solicitada. Entre los objetivos, los "Series 1", los fabricara quien los fabricase, llegaron a tener cierto prestigio porque eran fabricados con estándares más altos de calidad. Desde hace unos años la marca pertenece a otra empresa que la cede, supongo que a cambio de los correspondientes pagos, para que aparezca en todo tipo de chismes fotográficos o electrónicos de calidad y características no especialmente destacables.

En algún momento de la primera década del siglo XXI apareció en el mercado una cámara para película tradicional con el sumamente descriptivo nombre de Vivitar Ultra Wide & Slim. Es decir, Vivitar ultra gran angular y delgada.

Al parecer fabricada en China, es una cámara diminuta, muy estrechita, de ahí lo de "slim". Y su característica más notable probablemente es que su objetivo tiene una focal de 22 mm. Es decir es un gran angular realmente muy abierto, lo cual puede abrir una posibilidades creativas notables.

En la cámara no viene más información técnica, pero al parece se le asume un objetivo de enfoque fijo con un diafragma también fijo f/11, y una velocidad de obturación de 1/125 s. Con esas características, suponiendo que esté enfocada a la hiperfocal, quedarían razonablemente nítidos los objetos situados entre 75 centímetros e infinito. Con una película negativa en color de ISO 200/24º se podría fotografiar en exteriores en días nublados, aunque no demasiado, o soleados. Como la película negativa en color soporta bien la sobreexposición quedarían bien. Para más seguridad, mejor utilizar película de ISO 400 u 800 para poder usarla en la sombra o en días con nublados más densos. Todo esto teóricamente. Luego hablaré de mi experiencia.

Tiene una tapa trasera que no es nada fácil de abrir, y una rueda para el avance de la película. En la parte superior, el botón disparador y un contador de exposiciones que no es fácil de leer. Nada más... bueno, una correita para sujetarla a la muñeca. Un buen detalle. No lleva flash incorporado ni posibilidad de utilizar uno externo.

Toda ella parece estar echa de plástico. Y si abrimos la tapa...

Vemos que tiene el espacio justo para el carrete de película de 35 mm y poco más. El visor, de visión directa, distorsiona un montón y por lo tanto el encuadre es muy aproximativo. Más que probablemente el ángulo de visión del visor es menor que el del objetivo, por lo que en el negativo aparece más de lo que vemos. Esto es útil para enjuagar el error de paralaje... y así no sacamos muchas cabezas cortadas.

La filosofía de utilización es... si tienes luz suficiente, apuntas, encuadras y disparas. No hay que hacer nada más.

Se sabe que existen versiones bajo otras marcas. Probablemente se ha usado como objeto de promoción de empresa en eventos. Es decir, en congresos, simposios, convenciones y similares, una empresa la regala junto con un carrete a los asistentes por si quieren hacer fotos de recuerdo. Insisto en que con sus características, muy bien iluminado tiene que estar un interior o muy alta tiene que ser la sensibilidad de la película para poder ser utilizada en esas condiciones. Es cámara para usar en exteriores. Su precio... a mi me costo 20 euros en ebay, más cuatro euros en sellos.

Veamos su utilización.

He de reconocer que no tuve piedad con ella. Contraluces y situaciones de luz variadas para ver como respondía. Como yo pensaba que el diafragma era de f/8 decidí ponerle una película de Ilford FP4 Plus de ISO 125/22º, que luego revelé en revelador Kodak HC110, a dilución 1+31 durante 9 minutos.

Si es cierto que usa una combinación de diafragma f/11 y velocidad de obturación 1/125 s, creo que en las condiciones que la usé debería haber encontrado varios fotogramas francamente subexpuestos. Esto, en líneas generales, no sucedió. La escultura de la plaza de España de Zaragoza aparece razonablemente bien iluminada salvo la cara que esta muy en sombra. Como el contraste de los negativos era relativamente normal, tampoco tengo que asumir que el revelado produjera un forzado en los tonos. Por lo tanto, tengo la impresión de que, una de dos, o el diafragma es más abierto o el obturador es más lento. O estamos manejándonos realmente a f/11 y 1/60 o a f/8 y 1/125.

La facilidad con la que algunas personas viandantes salen movidas me hace suponer que la realidad es la primera versión. Quizá el diafragma sea de f/11, pero es muy posible que el obturador sea impreciso y se mueva más bien a una velocidad de 1/60 s por obturación. Así que olvidémonos de intentar fijar los sujetos más activos.

La definición en general es modesta, con bajones en las esquinas. Además viñetea bastante aunque sin que sea caricaturesco. Lo esperable. Aprovechable estéticamente ablando. Los contraluces los soporta mucho mejor de lo que yo esperaba. Y si es cierto que se produce pérdida de contraste, al escanear el negativo se puede ajustar un poquito y obtener una fotografía razonable.

La presenté en sociedad en una reunión de bienvenida del periodo vacacional de Fotógraf@s en Zaragoza. Solamente a horas ya avanzadas y con poca luz, se empezó a notar la escasez de sensibilidad de la película que le puse.

Probablemente, en una próxima escapada de unos días por el mundo me la lleve con algún carrete en color de ISO 400. A ver que tal se comporta. Espero que bien ahora que la conozco un poco mejor.

En cualquier caso ya os lo contaré... No espero que dure mucho, no obstante. Se ve que su calidad de fabricación es floja. Es poco más que una cámara desechable pero con posibilidad de reutilizarla... iba a decir indefinidamente, pero lo dejaremos en mientras dure. Pero su objetivo gran angular la hace muy atractiva, especialmente en reportaje y en paisaje tanto urbano como natural.

Películas documentales - Don McCullin y Robert Mapplethorpe

En las últimas semanas he tenido la oportunidad de ver desde la televisión de casa un par de interesantes películas documentales sobre dos fotógrafos del siglo XX, uno de ellos todavía vivo, que con estilos e intereses muy distintos, han marcado de alguna forma la historia y la evolución de la fotografía.

McCullin (2012)

Este documental británico que ya tiene unos años, nos habla del compromiso del fotógrafo Don McCullin con la verdad y con la ética profesional del reportero gráfico de conflictos. Porque si por algo destaca el inglés no están por la calidad de sus imágenes, que es altísima, sino por la ética profesional que le ha acompañado a lo largo de su larga carrera de guerra en guerra, de catástrofe humanitaria en catástrofe humanitaria. Bien sea documentando las bandas callejeras londinenses, o durante años la guerra de Vietnam, la catástrofe humanitaria de Biafra, la demencia de la guerra civiel del Líbano, la intensidad del conflicto norilandés, diversas catástrofes ecológicas, o el drama de los primeros enfermos de sida.

Speaker's Corner en Londres, ciudad donde tenía su base de operaciones Don McCullin para salir por todo el mundo a documentar lo peor del ser humano.

Durante 20 años fue fotógrafo del Sunday Times Magazine, para quien realizó algunos de sus mejores reportajes de la mano del editor Harold Evans, que convirtieron a la publicación en un paradigma del periodismo de investigación. Hasta la llegada del magnate Rupert Murdoch, que dio un bandazo de carácter muy conservador al periódico, alineándose con el thatcherismo. A McCullin se le negó el pasaje para ir a las Malvinas, aduciendo cualquier excusa banal. Su forma de mostrar la realidad de lo que sucedía en los conflictos bélicos se llevaba mal con los nuevos gobernantes, mucho más cómodos con formas de censura, sino directas, cuando menos sutiles y efectivas.

Vive todavía McCullin, y su valía ha sido reconocida en numerosas ocasiones. Pero abandonó tiempo ha la primera línea de batalla. Y ahora se pasea con su cámara intentando reflejar las bondades del paisaje y la campiña inglmeses, que le otorgan la paz y el sosiego que los sangrientos conflictos de la mal llamada "guerra fría" le quitaron.

Documental absolutamente necesario. Imprescindible para los aficonados a la fotografía documental. Lo encontramos a nuestra disposición en Youtube subtitulado en castellano.

Mapplethorpe: Look at the Pictures (2016)

Recientemente se estrenó en determinados canales de televisión el documental proucido por la HBO dedicado al artista contemporáneo y fotógrafo Robert Mapplethorpe.

Mapplethorpe fue un artista muy discutido por los temas de algunas de sus fotografías y sus presuntas transgresiones, aunque no creo que él tuviese una especial intención de transgredir, sino simplemente de comunicar a través del mundo que le era familiar y en el que participaba. De hecho, el documental comienza con la intervención de un congresista norteamericano abogando por la censura y la ocultación de las obras de Mapplethorpe, algo que consiguió en cierta medida. Tuvieron que ser los tribunales los que corregieran la situación y establecieran el derecho a la exposición pública de la obra artística del neoyorquino.

Mapplethorpe era neoyorquino, y en Nueva York permaneció la mayor parte de su vida.

De hecho, Mapplethorpe no procede de ningún tipo de infancia o juventud compleja o conflictiva. Nacido en una familia católica muy religiosa, criado en un tranquilo suburbio residencial de Nueva York en Long Island, muy al contrario se crió en un ambiente seguro y querido por su familia. Desde muy joven mostro habiliadades artísticas y acabo matriculandose en el Pratt Institute de Brooklyn, institución universitaria que tiene un amplio programa de titulaciones y estudios en el ámbito de las bellas artes y la gestión de las actividades culturales y artísticas.

La fotografía no fue la opción inicial de Mapplethorpe, aunque estaba familiarizado con ella por ser la afición de su padre. Pero siempre estuvo presente en sus pinturas o en sus collages. A través de una cámara polaroid de fotografías instantáneas, especialmente durante su etapa de amistad con la cantante y poeta Patti Smith, es cuando Mapplethorpe empieza a encontrar las posibilidades del medio fotográfico como medio de expresión artística.

Solo alguna estancia en San Francisco y su muerte en Boston distrajeron a Mapplethorpe de su residencia habitual en la Gran Manzana.

Con posterioridad adquiriría una Hasselblad de formato medio, que le impulsaría definitivamente en el medio fotográfico, aunque experimentaría con una variedad de procesos más allá del cuarto oscuro convencional a partir de los negativos cuadrados de la Hasselblad. Dado que desde muy joven manifestó afinidad y atracción por el homoerotismo, en todas sus vertientes, este tema aparece con frecuencia en sus fotografías. Y es lo que le colocó la etiqueta de artista transgresor, demonizado por las facciones más conservadoras y religiosas de la sociedad. Pero también dominó el arte de la naturaleza muerta, que elevó a cotas estéticas notables, así como el del retrato. En realidad, lo que caracteriza a Mapplethorpe como fotográfico, más que sus temas, que siempre son importantes, son su búsqueda de la perfección y de los hallazgos estéticos, adquiriendo gran maestría en el dominio de la luz, de los tonos, luces y sombras, y de la composición, siendo un referente estético para las generaciones venideras. Se constituyó como uno de los artistas contemporáneos más importantes de su tiempo, y su obra es un verdadero tratado de fotografía.

Como consecuencia de sus relaciones homoerótica a finales de los años 70 y principios de los 80, se infectó con el virus del sida, falleciendo por la enfermedad en 1989, antes de que esta pudiera ser controlada y cronificada con los medicamentos modernos, privándonos de un artista importante, que hasta el final tuvo cosas interesantes que decir en el mundo del arte.

Un imprescindible por lo tanto. No disponemos libremente de la película para enlazarla aquí, pero sí del trailer, que os dejo para dejaros con la miel en la boca.

También lo podréis encontrar en la página oficial de la película.

Recomendaciones semanales - del 24 al 31 de julio de 2016

Estamos llegando a esa época del año en la que, entre el calor y la gente de vacaciones, tengo la sensación de escribir esto en el desierto... palabras que nadie leerá. En fin. Da igual. De momento, el tablero semanal en Pinterest, que aun viene nutrido, aunque menos que en semanas pasadas.

Las fotografías que acompañan proceden del segundo carrete de un lote de dos que me regalaron hace un tiempo de película Cinestill 50Daylight XPro. Película negativa color procedente de lotes de película Kodak Vision3 para cinematografía, a la que se elimina la capa antihalo, permitiendo su revelado convencional en proceso C41. 50 ISO de sensibilidad nominal, grano extremadamente fino, colores fieles... y como veréis se lleva mejor con las luces suaves del caer de la tarde que con las coloridas flores de la rosaleda del Parque Grande de Zaragoza al mediodía, aun bajándoles el contraste en casa tras recibir los archivos de Carmencita Film Lab. Cámara utilizada, Pentax MX con un SMC-M Pentax 50/1,7.

Empecemos por los fotógrafos clásicos. En primero lugar, Oscar en Fotos nos trae la galería de fotografías del japonés Ikko Narahara, fotógrafo que ha estado especialmente en activo en los años de la posguerra mundial, habiendo estudiado el contraste entre naturaleza e industrialización y el impacto en la sociedad japonesa de la modernidad y la influencia exterior. También ha fotografiado y documentado realidades de fuera de Japón.

Permaneciendo en extremo oriente, en The Atlantic Photo nos han recordado la durísima guerra de Corea, cuyo armisticio fue firmado un 27 de julio, y cuyo tratado de paz no se ha firmado todavía. Formalmente, las dos Coreas siguen en guerra, y lo único que se interpone entre ambas es una zona desmilitarizada y un alto el fuego firmado hace 63 años. Una guerra que causó profundas heridas en el pueblo coreano y en el mundo entero, y que hace que la denominación de "guerra fría" para el conflicto entre las superpotencias norteamericana y soviética sea cuando menos un ejercicio de cinismo monumental a escala global.

Para los británicos están de moda los fotógrafos españoles. Especialmente si hartos de que en su país no se les haga caso se van a Londres para intentar salir adelante. En The Guardian han dedicado un artículo a la fotógrafa Laia Abril, y a su "Historia de la misoginia, capítulo 1: Del aborto". No es la primera ocasión en que Abril aparece en estas páginas y no creo que sea la última. Esta dando mucho que hablar últimamente.

En LensCulture nos hablan de uno de los ganadores de los Magnum Photography Awards 2016, también un español, Julián Barón, con su serie C.E.N.S.U.R.A. Supongo que el título ya os sonará de algo. Con descarnadas fotografías sobreexpuestas a golpe de flash trata de despersonalizar a los políticos españoles que defraudan al sistema democrático y a los ciudadanos con su corrupción y su ocultación de información, así como a los periodistas de los grandes medios, que colaboran en la acción desinformativa de la clase política.

En Lenscratch llevan un tiempo desarrollando lo que llaman The States Project, en el que van buscando fotógrafos que tengan algo que decir en los estados de la federación de los EE.UU. Unas veces más interesantes otras menos, al llegar a Tennessee se han topado con Polly Chandler, que nos ofrece unas intimistas fotografías realizadas con cámaras de gran formato sobre soporte instantáneo que nos trasladan a una peculiar visión de las relaciones humanas y de la relación de las personas con su entorno. Fenomenales composiciones, uso de los movimientos de la cámara para controlar la profundidad de campo, y un blanco y negro delicado pero muy expresivo.

Siguiendo con los "estados" de los EE.UU. nos encontramos con la peculiar situación de Puerto Rico, que ni es un estado independiente ni forma parte de la unión y que como nos cuentan desde Magnum Photos, y bajo la visión de la fotógrafa Carolyn Drake, esta situación le está perjudicando notablemente. Cada vez más una colonia que una parte de la unión, la isla y sus habitante se están empobreciendo, además de que sufren un recorte de derecho políticos y personales con respecto a los habitantes de la metrópoli.

En Cada día un fotógrafo, nos hablan de la finlandesa Marja Pirilä, que trabaja con cámaras oscuras preparadas en dormitorios y habitaciones de domicilios particulares. Esto le permite trabajar desde hace dos décadas sobre los conceptos de lo que es el Interior/Exterior de las personas y sus entornos. Su técnica ha ido cambiando con los años, pero ha permanecido fiel al concepto.

Estamos en verano. Tiempo de vacaciones. Y los más jóvenes de la sociedad se relacionan al aire libre. La adolescencia y juventud son temas preferidos de muchos fotógrafos. Por ejemplo, de la sueca Hannah Modigh, tal y como nos lo cuentan en Analog Magazine. Bien es cierto que las fotografías de sus sujetos abarcan todo el año, aunque sienta preferencia por el tiempo de ocio y el aire libre.

Más veraniegas son las fotografías de Michael Dweck, tal y como nos las presentan en Feature Shoot. El fotógrafo se acerca a las playas de Montauk, en el extremo de Long Island opuesto al que se encuentra la ciudad de Nueva York y nos muestra una juventud mucho más segura de sí misma, hedonista, y sensual. muy distinta de la de la anterior fotógrafa.

A través de Twitter doy con la galería de la fotógrafa Carol Dronsfield realizada con una cámara Holga, con sus características también de baja nitidez, fuerte viñeteado, formato cuadrado y sensación de ensoñación. Con los niños como protagonistas en muchas ocasiones, y ambientes marinos o rurales de alguna forma idílicos tomados en distintas partes del mundo, da señas de seriedad a los aparatos fotográficos lúdicos y como de juguete.

Finalmente me ha llamado la atención el vídeo en TED de Taryn Simon y su proyecto de fotografías lugares secretos, o mantenidos apartados y con discreción del gran público. Con su cámara de gran formato y su forma particular de encuadrar, dota de nuevos significados a lugares cuya trascendencia muchas veces quedaría oculta al espectador sin un pie de página o explicación adecuada de la fotógrafa. Os dejo el vídeo...

Viking Vikinar - La cámara de mi padre y de mi infancia

Hoy os presento otra cámara de las que tengo por casa, pero hoy no voy a hablar de ella con mi experiencia fotográfica directa, sino por haber convivido con ella durante muchos años. Era la cámara que usaba mi padre, o lo que es lo mismo la cámara familiar, con la que se tomaron buena parte de las fotografías de recuerdo de mi infancia y parte de la adolescencia. La he desempolvado dentro de un proyecto en el que estoy, analizando el contenido del "baul de los recuerdos" casero, un baulito de latón en el que mi madre metía objetos diversos, en su mayor parte fotografías. Y ahí empecé a encontrar fotografías que sabía que habían sido realizadas con la cámara que os presento hoy.

La cámara la tengo por casa desde hace años. En principio como un objeto de recuerdo nostálgico más que nada. En su momento se dejó de usar porque en principio no funcionaba... pero la he estado revisando, y aunque no le he puesto un carrete y he hecho fotos con ella, no veo que le pase nada malo. El obturador parece funcionar. Y no se percibe daño estructural por ninguna parte...

En cualquier caso, las fotografías de ejemplo que traigo pertenecen a otras épocas y no están realizadas por mí. Fundamentalmente están hechas por mi padre en los años que van entre 1963 y 1973.

Yo la recuerdo en casa desde siempre. Después de haber investigado un poquito, parece que este modelo de cámara Viking con objetivo Vikinar fue fabricado por una empresa española llamada Manufacturas de Física Aplicada Fowell S. A. que durante la primera mitad de los años cincuenta había fabricado ya una cámara. copia de una nortemericana. La que vamos a denominar Viking Vikinar parece que fue fabricada entre 1960 y 1965. Mis padres la compraría en algún momento en sus primeros años de matrimonio, o como más tardar en mi primer año de vida o principios del segundo. He localizado fotografías probablemente realizadas con esta cámara en las que yo apenas comenzaba a caminar, cosa que sucedió cuando yo tenía 13 meses de edad. Fui hijo único hasta los 9 años de edad en que nació mi hermana, por lo que durante ese tiempo la mayor parte de las fotografías realizadas con ella son mías, solo o acompañado de mi madre. También aparecen otros familiares y amigos de la familia. Especialmente mis padrinos y sus dos hijas.

Era también la cámara de las vacaciones, que desde que cumplí los tres años y hasta el año anterior a que naciera mie hermana fueron sistemáticamente en Benicarlo, desde donde hacíamos excursiones frecuentes a Peñíscola.

La cámara es muy sencilla. Un cuerpo de plástico que aparenta ser aluminio, con muy pocos elementos de control. Hay una palanca para avanzar la película y una rueda para rebobinarla una vez expuesto el carrete, estándar de formato 135. En esta rueda de rebobinado hay un sistema para indicar la sensibilidad de la película en las escalas ASA y DIN, pero que es un mero recordatorio, ya que la cámara no dispone de fotómetro.

La cámara lleva un objetivo Vikinar 48 mm f/6,3. Acromático,... supongo por lo tanto dos elementos, dos lentes. Si llevase tres, por lo menos le pondrían un nombre del tipo Anastigamat o algo así. La apertura se puede regular con una palanca que tiene tres posiciones; soleado, nublado y nublado con lluvia. Si suponemos que el "nublado con lluvia" es f/6,3, tal vez las siguientes sean aperturas en las que se sigue un razón de la mitad de superficie que la anterior. En ese caso estaríamos hablando de tres aperturas: f/6,3 - f/9 - f/12,5. Este correlación de diafragmas fue frecuente en objetivos alemanes de principios de siglo. Pero en los años 60 ya se había impuesto el f/5,6 - f/8 - f/11... quizá la abertura mayor del Vikinar fuese f/6,3 pero los siguientes sería f/8 y f/11. No lo puedo saber sin hacer pruebas. Tiendo a pensar que la primera opción es la apropiada. Con frecuencia hoy decir a mi padre que aunque hiciese un tiempo soleado, con las películas de sensibilidad media (100 ASA - 21 DIN) de la época era mejor hacer las fotos en la posición nublado. Pero bueno... no nos olvidemos que puede ser un conocimiento intuitivo de que los negativos se llevan mejor con la sobreexposición que ocn la subexposición.

El obturador tiene dos posiciones: I y T. "I" significa instantánea, y parece que se corresponde con una velocidad de obturación de 1/125 segundo aproximadamente. En ese caso, realmente sería adecuada para exposiciones al aire libre de acuerdo a las condiciones mencionadas. La "T" implica que el obturador queda abierto en exposiciones prolongadas. Pero no hay ninguna rosca para ajustar un cable disparador. Hay una falsa zapata para accesorios en la parte superior que no sirve para nada, y no lleva conexión alguna para flash. Hay que olvidarse de exposiciones en interior salvo usando la posición "T" del obturador.

La distancia de enfoque es fija. Suponiendo que lo esté en la hiperfocal, podríamos hacer cábalas sobre cuál de las tres posiciones del diafragma es la de referencia. A f/12,5, la hiperfocal serían 6 metros aproximadamente, con un límite inferior de 3 metros. A f/9, la hiperfocal serían 8,5 metros aproximadamente, con un límite inferior de 4,3 metros. A f/6,3, la hiperfocal serían 12 metros, con un límite inferior de 5 metros. Apuesto por la un enfoque fijo a una distancia de entre 5 y 6 metros. La mayor parte de las fotografías de la época, las que copias que se obtenían en las tiendas de fotografía, tenían un tamaño que no llegaba ni siquiera al 10 x 15 cm que luego se haría popular. Más bien estaríamos como mucho en los 9 x 13 cm aproximadamente. En esas condiciones, la apariencia de enfoque aumentaría y casi con cualquiera de los tres diafragmas, a una distancia de enfoque fija de 5 a 6 metros, tendríamos una sensación de nitidez en todo el diafragma. Con ampliaciones más grandes... habría que comprobar...

Como veis, un aparato anodino, destinado a personas con nivel adquisitivo modesto y a un uso familiar. Una cámara adecuada para la triste España de la época. Pero que sin embargo está asociada a recuerdos muy alegres. Especialmente porque mi padre nunca llegó a pillar el truco al hecho de que hay un error de paralelismo entre el objetivo y el visor directo, que con una focal relativamente larga como son esos 48 mm provocaba de vez en cuando cabezas cortadas y otros accidentes de encuadre que daban lugar a divertidas polémicas familiares.

Confirmar algunos extremos técnicos mencionados conllevaría ponerle un carrete y hacer algunas pruebas... pero no sé... para estos momento... he preferido hacer el análisis fijándome en las fotografías de antaño. Quien sabe si más adelante...