Es 11 de septiembre, hoy hace exactamente 15 años de los atentados con aeroplanos contra el World Trade Center de Nueva York, y dado que los aniversarios que terminan en 5 o en 0 se suelen vivir como especiales por esas cosas que tiene el haber adoptado un sistema decimal de numeración, tan apenas he encontrado referencias al tema en lo que llevo de mañana. Me ha extrañado. Pero bueno... hay otras cosas que comentar. En el ámbito de la fotografía, como casi todos los domingos. Empezando por mostrar mi tablero semanal de fotografías en Pinterest.
En lo que se refiere a las fotografías acompañantes, como lo poco que he fotografiado esta semana tiene que ver con cuestiones que no toca poner por aquí, he echado la vista atrás. Más de 5 años atrás, a principios del 2011, para rescatar o revisitar una de las áreas naturales del entorno de la ciudad de Zaragoza, el soto de Cantalobos. En tiempos en los que me llevaba con las pesadas réflex mejor que ahora... Lo cierto es que la Canon EOS 5D Mark II, ahora ya considerada un dinosaurio, siempre ha sido una cámara muy capaz...
La actualidad de la semana en el mundo de la fotografía ha venido marcada por la carta abierta que el editor jefe del Aftenposten nortuego dirigió a Mark Zuckerberg, el poderoso mandamás del emporio Facebook. La política de las redes sociales respecto al desnudo o el erotismo son diversas, pero está claro que las que están bajo el mandato de Zuckerberg (Facebook e Instagram entre las más destacadas), se han caracterizado siempre por su puritanismo, y por su deseo de protegernos a los usuarios del pecado de la lujuria o del escándalo de un pezón a la vista u otras partes de la anatomía humana. Independientemente de si os usuarios desean ser protegidos... actitud claramente autoritaria. Lo normal es que, como sucede en otras redes sociales, se etiqueten las fotografías como de desnudo, o de violencia extrema, u otras cuestiones que dividan a la sociedad, y que sea el usuario a través de sus preferencias o sus decisiones quien opte por ver o no ver el contenido así etiquetado. Eso es una opción de libertad y democracia. La cuestión es que los sistemas de censura de Zuckerberg no distinguen una oferta de servicios de prostitutas o pornografía, que si no contienen desnudos pueden colarse sin muchos problemas en los grupos temáticos de lo más diversos, de una obra de arte o de una información importante. La carta del editor de Aftenposten fue debida a que censuraron la fotografía de la "Niña del Napalm", icónica fotografía de Nick Ut en la guerra del Vietnam que denunciaba las afecciones a la población civil por parte de las acciones indiscriminadas de los militares estadounidenses o survietnamitas, y que mereció la concesión de un premio Pulitzer. Pero ha habido otras situaciones similares en el pasado, y supongo que las seguirá habiendo, dado el carácter puritano e hipócrita de la moral norteamericana y de muchos grupos políticos, religiosos o sociales de carácter conservador que en estos momentos parecen dominar amplios sectores de los medios. Ante la oleada de protestas y la mala publicidad que ha recibido Zuckerberg y su gente, han permitido la publicación de la foto y han dado promesas vagas sobre cómo se comportarán en un futuro... Nada garantiza una auténtica libertad de los ciudadanos y usuarios de los servicios. Son malos, muy malos tiempos para la libertad de información.
Yo no conocía la obra del fotógrafo suizo René Groebli. Pero fue sorprendentemente en un blog dedicado al "fetichismo" sobre los aparatos fotográficos, Camerafilia, donde hace unos días comenzaron a publicar una serie de entradas dedicadas a este autor. Y me encantaron. Y decidí conocer su obra, que me parece de lo más recomendable, se mueva entre los paisajes de la Irlanda rural, o entre las más cosmopolitas ciudades del mundo. Fundamentalmente en blanco y negro, excelente, también tiene obra en color, también muy destacable. Recomendación especial de esta semana. Como no están etiquetadas, las fotografías que publicaron en Camerafilia hay que buscarlas en su archivo en el día 4 de septiembre de 2016.
En el país vecino se está celebrando la edición de 2016 de Visa pour l'image, en la casi fronteriza ciudad de Perpiñán, festival documental de referencia para el fotoperiodismo y la fotografía documental. Es diversa la oferta de exposiciones que pueden ser interesantes, pero yo me voy a centrar en dos.
En la primera, como nos cuentan en L'Oeil de la Photographie, el fotógrafo brasileño Felipe Dana nos transmite en imágenes las consecuencias que produce la infección del virus Zika. Infección que no sería especialmente alarmante si no fuera porque se ha asociado con malformaciones congénitas de los fetos y recién nacidos de madres infectadas durante la gestación. Pero por supuesto, más allá de que la noticia sea más o menos carnaza para la prensa, y más si el virus se ha puesto de moda por sus brotes en Brasil en vísperas de los Juegos Olímpicos, la cuestión es que detrás de ella hay personas afectadas, que además suelen tratarse de familias muy empobrecidas. Y creo que esto es lo que Dana pone de manifiesta, además de contar la historia general, con su reportaje sobre las consecuencias de la enfermedad.
El otro reportaje que también me ha llamado la atención, también mostrado por L'Oeil de la Photographie, es el de Catalina Martin-Chico, fotógrafa establecida en Francia de origen español, sobre las poblaciones nómadas en Irán. A los gobiernos no les gusta la gente que va de aquí para allá a su aire. A los gobiernos, de todo tipo, les gusta saber dónde están sus ciudadanos/súbditos para poder controlarlos. Tradicionalmente, en Europa, las etnias nómadas por excelencia han pertenecido al pueblo gitano, o como se está poniendo de moda en la actualidad, los rom o romaní. Y por supuesto, han sido en muchas ocasiones discriminadas tanto a nivel legal y político como por la presión social de comunidades mucho más intolerantes de lo que están dispuestas a reconocer. En este país, España, no deja de utilizarse el apelativo "gitano" para toda aquella persona que, independientemente de la etnia a la que pertenezca, sea marrullero y poco fiable en la forma de conducir sus negocios. Esta a la orden del día esta práctica lingüística, incluso en personas que presumen de progresía y tolerancia. No faltan tampoco los fotógrafos que denuncian estos hechos. Pero Martin-Chico ha echado su mirada en un país en el que, además de tener también su minoría de pueblos nómadas, sufre una dictadura teocrática, que busca imponer a la fuerza unos estilos de vida unificados y monótonos, como toda concepción política de inspiración religiosa. Se trata de Irán, y las fotografías de Martin-Chico me han parecido llenas de calidez y empatía hacia estas personas que llevan una dura vida.
Fue muy curiosa la selección de ayer en L'Oeil de la Photographie sobre los porfolios de los lectores. Varios de ellos estaban basados en el apropiacionismo de imágenes fotográficas o de vídeo, para con un mayor o menor grado de descontextualización o de crítica, plantear nuevos significados o denuncias. Me llamó entre ellos la atención de la serie de Robert Hirsch, realizadas sobre la base de antiguas fotografías de niños franceses de religión judía que fueron asesinados durante la Segunda Guerra Mundial por los alemanes, con la colaboración necesaria de la gendarmería francesa del gobierno de Vichy. Se calculan 11 000 niños detenidos por los gendarmes franceses, deportados desde Francia a los campos de concentración y exterminio alemanes, y la supervivencia de no más de 300 de ellos al final de la guerra. Sí, creo que el trabajo de Hirsch merece la pena. Muchas veces los gobiernos procuran nos ser claros con las responsabilidades. Yo he utilizado las expresiones "gendarmes franceses" o "asesinados por los alemanes", cuando "lo políticamente correcto" parece ser, según compruebo en muchas ocasiones, decir "régimen de Vichy" o "asesinados por los nazis". Como si no tuviesen nacionalidad u origen histórico y social ese "régimen de Vichy" o esos "nazis". Por otra parte, son los expresiones que usa el artículo de L'Oeil de la Photographie, que considero un medio serio y ecuánime.
Ya he comentado alguna vez que sigo algunos blogs o medios de información en internet que pertenecen a marcas de equipamiento fotográfico, o que son promovidos o patrocinados por ellas. Lo que allí sale puede tener cierto interés desde diversos puntos de vista, pero pocas veces llega hasta estas recomendaciones por el evidente sesgo que estas noticias suelen llevar. Al fin y al cabo, existen para mayor gloria de unas marcas que hacen algunas cosas bien, pero otras veces... pues no. Uno de ellos es The Leica Camera Blog, cuyos titulares hacía tiempo que no aparecían en mi agregador de noticias, pero que de repente el viernes pasado aparecieron varias decenas. Bueno,... aparecían los trabajos de una diversidad de fotógrafos, todos ellos trabajando con cámaras Leica, más o menos míticas. El caso es que algunos de ellos son interesantes independientemente del material con el que hagan sus fotografías. Tres ejemplos:
La reflexión sobre la soledad que nos ofrece el fotógrafo chino Wang Liuyang (está en chino, lo siento), con una fotografía en blanco y negro minimalista, muy serena, pero al mismo tiempo muy expresiva (que no es lo mismo que expresionista, diferencias entre dos términos muy parecidos provocaron un debate muy encendido mientras tomábamos unos chismes después de ver una película de cine).
Son muchos los fotógrafos que han echado su mirada hacia la región afectada por el desastre de Fukushima, que hoy en día permanece como un lugar fantasma. Pero también hay personas, granjeros muchos de ellos, que cotidianamente sufren las consecuencias, con 100 000 personas desplazadas. Por la forma en que refleja esto, me ha atraído el trabajo del japonés Soichiro Koriyama.
El año pasado, en el puente de Todos los Santos, tuve la ocasión de participar en un interesante taller de fotografía con cámara de gran formato, como ya comenté en su momento. Desde entonces intento estar al tanto del trabajo de uno de los fotógrafos que impartieron el taller, Faustí Llucià, que desde mi punto de vista es de una visión y una riqueza conceptual notables. Y con hallazgos estéticos no menos notables. No recuerdo en qué la cuenta de quien de Facebook apareció el enlace a un artículo del blog de Julio César Abad Vidal en el que se hacía un repaso a la obra de Llucià, que puede servir muy bien como introducción a la misma, por lo que me parece conveniente ponerlo aquí.
Para finalizar, un artículo La Tribu de Frida, al que llegué también mediante un enlace publicado en alguna de cuenta de Twitter o Facebook que no recuerdo, nos propone conocer la obra de doce fotógrafas jóvenes españolas. Realmente jóvenes por lo que deduzco. De estilos diversos. Algunos siguen las fórmulas que están de moda en determinadas plataformas de socialización de la obra fotográfica, y están peligrosamente cercanas al cliché... ¿Cuantas caperucitas rojas o variantes del tema de la muerte de Ofelia en bosques y torrentes neblinosos no se habrán publicado a estas alturas en 500px? Pero hay otras, como la mirada a la sociedad que le rodea de Laura Carrascosa Vela, o los retratos de Virginia Rota (su serie Saudade ha aparecido por PHotoEspaña este año), entre otras, que me han parecido más interesantes y personales. De todos modos, como para gustos los colores, que cada cual siga el enlace del principio de este párrafo y decida por sí mismo.
En una semana en la que las noticias en el mundo de la fotografía han estado dominadas por el fallecimiento de Marc Riboud (1923 - 2016), ya nonagenario, no han faltado otras noticias o propuestas interesantes de las cuales he seleccionado aquellas que más me han llamado la atención, como de costumbre. Empezaremos, también como de costumbre, por revisar el tablero en Pinterest de la semana.
Durante mucho tiempo me he considerado un fotógrafo aficionado que se encontraba cómodo usando focales entre los 40 y 60 mm. Los objetivos estándar por excelencia, complementados con los teles cortos, a ser posible con ciertas posibilidades de fotografía de aproximación, más que macrofotografía. Sin embargo, en los últimos años vengo observando que mis focales de preferencia están disminuyendo, y en estos momentos se encuentran entre los 24 y los 40 mm. Los grandes angulares moderados, también complementados con teles cortos, como antes comentaba. Las longitudes focales a las que me refiero son las que corresponden al formato tradicional de 24 x 36 mm. En caso de utilizar otros formatos, pues las equivalentes. Por ejemplo, como uso con frecuenta cámaras micro cuatro tercios, las focales entre los 12 y los 20 mm. En Islandia utilicé la Olympus mju-II con película en blanco y negro. Y comprobé que un 35 mm no es necesariamente un objetivo demasiado largo para paisaje. Los paisajistas con frecuencia usan focales más cortas. Incluso mucho más cortas. Pero yo quedé contento. Suponiendo que en estos momentos el 35 mm se haya convertido en mi focal preferida, estos días atrás he llevado preferentemente conmigo la Leica ME con el Zeiss C-Biogon 35/2,8 T*. Ayer mismo los estuve usando para paisajes en los Pinares de Venecia de Zaragoza. De hay proceden las fotografías acompañantes de esta semana.
Como decía, la actualidad fotográfica ha estado marcada por el fallecimiento del ya nonagenario fotógrafo francés Marc Riboud. Francés, pero universal por vocación. Podemos considerarlo como uno de los testigos preferenciales, y más sensibles, de los principales acontecimientos históricos de la segunda mitad del siglo XX, con un alto nivel de compromiso personal. La primera noticia la recibí en el tumblelog Lightbox de la revista Time. Donde, cómo no, era ilustrada por la fotografía de "La fille à la fleur", la joven manifestante de 17 años que afronta una fila de soldados que la apuntan con sus bayonetas "armada" con una margarita en sus manos, para hacerles llegar su mensaje de paz. Pero no tardaron en llegar noticias desde diversos medios entre los cuales no podía faltar Magnum Photos, agencia de la que era miembro, L'Oeil de la Photographie, uno de los principales medios franceses en línea sobre fotografía, DigitalRev, que dejaron de hablar de chismes por un rato para hablar de fotografía, "sin que sirva de precedente",... Curiosamente, los medios nacionales especializados no parecieron muy interesados por el asunto... ¡¡¡??? Finalmente, aunque "La fille à la fleur" es su fotografía más conocida e icónica, siempre me he quedado prendado de su retrato de la actriz china Gong Li en 1993, que apareció en el tumblelog de Wyoh, un blog dedicado más al desnudo que otra cosa, pero que creo que supo tener una personalidad propia a la hora de elegir un par de fotos para homenajear a Riboud.
Entrando ya en la rutina de la recomendaciones semanales, comenzaremos por los más históricos de los fotógrafos. En la revista en línea South x Southeast, que recoge la cultura fotográfica del sur y sureste de los Estados Unidos, dedican un artículo a las mujeres nativas americanas y a sus creatividad, a través de la mirada y las fotografías de Edward S. Curtis. Curtis dedicó buena parte de su trabajo en las primeras décadas del siglo XX a inmortalizar la cultura evanescente de los nativos americanos. Muchos han alabado su trabajo, aunque otros le acusaron de incidir en los tópicos y en imágenes de estas culturas que ya no eran reales en esa época. Por ejemplo, los jefes indios con galas de guerreros en un momento en el que ya habían terminado por completo los conflictos armados entre los invasores europeos y los nativos norteamericanos. Quizá para desmentir esta crítica, tenemos estas fotografías que se centran en las mujeres, tradicionalmente ignoradas, en su artesanía, en sus obras artísticas, en su estética. Me parece una buena iniciativa.
Desde DSLR Magazine, unos de los medios españoles que parecen haber olvidado a Riboud, nos hablan sin embargo de una interesante fotógrafa alemana, de corta carrera, sólo estuvo en activo en los años 30, y que tuvo una fuerte actividad contra el nazismo. Se trata de Marianne Breslauer, creo que fue una elegante retratista, y que su obra merece la pena ser conocida.
Entramos ahora ya en el ámbito de propuestas contemporáneas, de distinta naturaleza. La denominada depresión endógena es una enfermedad mental de carácter grave, que produce importantes alteraciones en la persona que la padece y en su entorno familiar y social. En Feature Shoot nos hablan de cómo Maureen Drennan lidia con la enfermedad de su esposo a través de su trabajo como fotógrafa en la serie The Sea That Surrounds Us. La fotógrafa combina retratos de su marido o fotografías de él en su ambiente, en su hogar, con paisajes de la costa en la que ella pasó su infancia y que la representan a sí misma en la relación.
Uno de los blogs que sigo a través del lector de Wordpress, Proyecto FC, me traslada a la entrada que dedican en MekishikoShity a la fotógrafa y videoartista japonesa Miwa Yanagi. Esta fotógrafa mantiene a lo largo de su obra una continua reflexión sobre la concepción de la identidad femenina a través de diversas series de fotografía conceptual, que van desde la dedicada a las ascensoristas, a sus reinterpretaciones de los cuentos de hadas, mucho más crudas que las versiones infantiles que nos llegan en la actualidad, o a través de la imaginación de lo que serán muchas jóvenes de hoy en día cuando tengan 50 años.
Como nos cuentan SMBH Mag, otra fotógrafa que también está trabajando intensamente en representar la identidad femenina de las mujeres contemporáneas, especialmente las jóvenes, es la china Luo Yang. Trabajando con calma, a través de la fotografía en color con película tradicional, documenta la sexualidad, la actitud y el papel en la sociedad de jóvenes chinas, una generación que está cambiando a marchas forzadas los valores de las generaciones anteriores, incluso de una forma mucho más potente que sus coetáneos masculinos.
También desde SMBH Mag, nos hablan de la serie Getting Lost de Delaney Allen. Una serie de paisajes recogidos de las amplitudes del oeste de los Estados Unidos, en los que se quiere reflejar la sensación de soledad y de sentirse perdido del individuo, junto con una serie de fotografías de estudio de objetos, espejos y otros detalles, que quieren simbolizar este sentido de soledad. Particularmente, son los paisajes los que han llamado mi atención.
Esta semana he estado explorando también una revista en línea lituana que se escribe también en inglés, y que va presentando la obra de diversos fotógrafos y otros artistas virtuales contemporáneos, muchos de ellos poco conocidos por su juventud y por pertenecer a la escena artística de la Europa del Este. Se trata de FK Magazine, y destacaré algunos de los trabajos que me han llamado la atención.
Porfolio dedicado a Mariya Kozhanova, fotógrafa rusa de Kaliningrado que documenta el fenómeno del cosplay entre las jóvenes rusas de esta ciudad, en la que se mezclan las herencias culturales soviéticas y alemanas y en la que esta manifestación de la cultura japonesa sirve para poner en cuestión la identidad de esta generación.
Porfolio dedicado a Anastasiya Lazurenko, fotógrafa ucraniana que lidia con el fenómeno de la anorexia y de la imagen, la sexualidad y la intimidad de las mujeres que padecen esta enfermedad.
Porfolio dedicado a Igor Trepeshchenok, fotógrafo letón que se fija en una población costera del Báltico, que dependió durante décadas de una industria metalúrgica que se ha venido a pique en la sociedad postindustrial actual, dejando una sociedad y especialmente una juventud sin futuro y desnortada, como está pasando en muchas otras partes de Europa.
Me ha llamado especialmente un porfolio de la fotógrafa rusa Katia Repina. Con frecuencia, fotógrafos occidentales ponen su mirada en el negocio del sexo relacionado con las chicas y mujeres jóvenes de los países del este, tanto en lo que se refiere al comercio de mujeres como trabajadoras sexuales forzadas u otras variantes de la industria del sexo, como la pornografía. Pero en este caso es una fotógrafa rusa la que se fija en la vida de una actriz pornográfica española, haciendo hincapié en el hecho de que no es una trabajadora forzada que tampoco ha llegado a esta industria empujada por la necesidad, sino por voluntad propia.
También me ha parecido curioso el porfolio y entrevista dedicado a Natasha Caruana, fotógrafa inglesa basada en Londres, que habiendo mantenido una relación con un hombre casado, ha trabajado con la imagen, la vida o las historias de esas mujeres que son consideradas "la otra", fotografiando mujeres que se han encontrado o se encuentran en la misma situación, reflejando los aspectos de secreto y riesgo en estas relaciones. Tiene otra serie, tomada subrepticiamente con una cámara desechable, dedicada al "hombre casado e infiel", que lógicamente es complementaria. Fotógrafa que es capaz de usar desde este sencillo material hasta una cámara de gran formato para un mismo tema, adaptándose a las circunstancias del momento.
Por último, como los temas tratados en las recomendaciones de esta semana han sido bastante profundo, terminaremos en un tono más ligero. Nos dejaremos llevar por la nostalgia. Kodak hoy en día sigue en el panorama de la fotografía pero como una firma secundaria, que no es ni una pálida sombra de lo que fue. Pero en su momento fue uno de los números uno del sector, especialmente por la comercialización de película fotográfica y cinematográfica. También comercializaba cámaras. Muchas veces fabricadas por otros por encargo. En su mayor parte eran modelos muy sencillos, poco costosos, que animaban a la persona corriente, al no aficionado a la fotografía, a poseer una y a consumir película y copias fotográficas en su entorno doméstico y en sus vacaciones. También tuvo algunos modelos más sofisticados que merecen la atención del historiador de la fotografía, pero fueron los modelos básicos y sin complicaciones,, los que hacían la vida fácil a la persona corriente, los que más impulsaron y fabricaron. Y anunciaron. Os dejo con un par de vídeos de los años 50 y principios de los 60 con anuncios de cámaras y películas fotográficas Kodak, que reflejan además el ideal del estilo de vida norteamericano de la época.
Como nos dice Betty White, la de las chicas de oro, tras los pepinillos, el carrete de Kodacolor es el más importante ingrediente de cualquier fiesta familiar.
Comenté hace unos días mi visita a Fotografiska, durante la escapada que hice a Suecia a mitad del mes de agosto. Y decía en esa entrada que la exposición más interesante y de más nivel, sin menospreciar en absoluto el resto que también eran estupendas, era la del británico Nick Brandt, sobre su último trabajo Inherit the Dust (Heredaras el polvo). Amarga paráfrasis de la promesa divina, "Heredarás la Tierra", que el dios judeocristiano hace en los libros sagrados de estas religiones a distintos personajes que en ellos aparecen y, por extensión, a toda la humanidad creyente. Pero algo debemos estar haciendo mal... o en algo se equivocó la mencionada divinidad... porque estamos dejando la Tierra hecha un erial. Y eso es lo que quiere poner de manifiesto Brandt, mostrándonos los degradados paisajes de su amada África, donde hasta hace no tanto tiempo habitaban los magníficos mamíferos que acompañan las imágenes de esta serie.
Cuando salíamos de ver las exposiciones, realizamos la visita de rigor a la "butik" del centro de fotografía contemporánea de Estocolmo, donde nos guiñó el ojo el libro en el que se expone también de forma muy hermosa es contenido de la exposición. En la tienda en línea no lo venden, pero más o menos costaba en coronas suecas el equivalente a unos 75 €. Y su tamaño es respetable. Desde luego no te puedes meter con él en la cama para hojearlo mientras te entra la modorra del sueño. Así que precio más problemas para encajarlo en el reducido equipaje de cabina que llevábamos... no lo compré por mucho que me lo pidiese el alma.
A la vuelta, me asomé a diversas librerías en línea y comprobé que los de los 75 "aurelios" no era broma. Aunque en Amazon.es la cosa se ponía en unos más moderados 62,5 €. Y en estas estábamos cuando vi que se ofrecía también "de segunda mano - como nuevo" por 42 € más unos moderados costes de envío por correo corriente y moliente, del que tarda unos cuantos días o semanas en llegar. ¿Merecería la pena el riesgo de pagar un 60% del precio base... o lo del "como nuevo" sería un eufemismo que iba a lamentar? Mientras me lo pensaba, volví a ver uno de los documentales sobre la exposición (en inglés, lo siento).
Finalmente, me decidí. Y esta me ha llegado el libro. No está "como nuevo". Está nuevo. Venía con el precinto de plástico incluido. Alguien lo compró y luego ni lo abrió y decidió venderlo. Con un tamaño de de 39 x 33,5 cm, y con las fotografías a doble página... incluso a tres páginas, mediante desplegables, las fotografías de Brandt aparecen en todo su esplendor, y con una calidad de impresión impecable. La experiencia de hojearlo es estupenda.
No sólo esto. Además hay textos del escritor y poeta estadounidense Wendell Berry, autor muy comprometido con la defensa de la naturaleza y del medio ambiente. También hay imágenes del "cómo se hizo", mostrando la selección de fotografías de animales que se incluyeron en los paisajes con figuras humanas que constituyen la serie, así como fotografías de los grupos humanos que aparecían en las mismas, y de la terrible condición de pobreza y degradación, acorde con la de los paisajes, en la que se encontraban.
Creo que es un libro altamente recomendable.
Del viaje sí que viajaron de vuelta en la maleta tres libritos de tamaño y precio contenidos, publicados en algunos de los museos de arte moderno que visitamos. Tres libritos que no son de fotografía, aunque esta pueda tener alguna presencia en ellos:
The Dresing Donation, Arken Museum of Modern Art (en inglés), donde se da cuenta de los contenidos más destacados de la donación de arte contemporáneo que forma el núcleo principal de la colección y la exposición permanente de este museo danés.
Guide artistique, Moderna Museet (en francés), que comenta las obras más destacadas de la colección permanente del museo de arte moderno en Estocolmo.
草間彌生 Art Book - Hi, Konnichiwa, Yayoi Kusama (en inglés), pequeño y colorido libro que repasa la obra de la artista japonesa, que era objeto de una interesante exposición retrospectiva en el Moderna Museet de Estocolmo.
No relacionados con el viaje a Suecia, me he dado cuenta que no he comentado en los últimos tiempos la adquisición de los números 51 y 52 de la colección "100 fotos por la libertad de prensa" que edita Reporteros sin fronteras. Estos dos últimos números han venido con una innovación. Con una maquetación y estilo similar a los anteriores, han aumentado de tamaño, por lo que podemos disfrutar de las 100 fotografías de turno también a mayor tamaño. Sin que haya supuesto un aumento del precio, que sigue por debajo de los 10 €. Siempre he dicho que esta colección es ideal para hacerse con una modesta pero digna y completa biblioteca de libros de fotografía. El número 51 estuvo dedicado nada más y nada menos que a Sebastão Salgado, y el número 52 se titula "On the Road" (En la carretera), he incluye fotografías de cinco ilustres; Martin Parr, Harry Gruyaert, Dennis Stock, Inge Morath y Larry Towell. Este último pensaba que se trataba de una versión resumida de un libro en castellano editado por La Fábrica con el mismo título... pero lo cierto es que la única autora en común entre los dos es Morath. Un libro que tiene una pinta magnífica pero que no me he decidido a comprar porque las obras que contiene aparecen ya en monográficos de algunos de los autores que participan en este volumen,... y me resultaría redundante.
Otras entradas recientes, que no comentaré con detalle...
Jazz de Bob Willoughby, oferta de libraco por debajo de los diez euros con estupendas fotografías de cantantes de jazz y soul. Imposible resistirse.
Número 123 de la revista Arte y parte, dedicado a László Moholy-Nagy, un artista multidisciplinar, fotógrafo también, que se involucró en la Bauhaus alemana. Para ir leyendo poco a poco.
Finalmente, hace un par de días entró en mi biblioteca un libro del que todavía no he tenido ocasión de empaparme. Ha sido un regalo que me han hecho por un favor que hice. Inmerecido, pero bien recibido, el regalo. Muchas gracias, una vez más. Se trata de Imago de Joan Fontcuberta, editado por La Fábrica y la Comunidad de Madrid. Fontcuberta es un fotógrafo del que vi alguna exposición en los años 90, del que luego oigo hablar mucho, pero sé poco de la obra que está haciendo. Por lo que leo, es un fotógrafo que parece más admirado y valorado en el extranjero, en el British Journal of Photography han publicado algún artículo sobre él y su obra poniéndolo por las nubes, que en España. Donde con frecuencia veo que se le da bastante caña. ¿Justificada o un reflejo más de la tradición cainita de los naturales de las Españas? Espero que la lectura y contemplación de este libro me permita obtener conclusiones propias.
Bueno... a ver si no dejo pasar tanto tiempo entre publicaciones sobre libros... que escribir estas entradas es agotador. Hasta la próxima... y no olvidéis comprar libros de fotografía... que mirando la obra de los mejores es como más se aprende y viene la inspiración.
Como de costumbre, mi libro de fotos del viaje. Ya lo tengo encargado. A un proveedor distinto. Espero que merezca la pena, porque es más caro… apreciablemente. Ya veremos. Hay que probar otras soluciones.
Semana de calor y modorra. Aunque ya visteis en la entrada de ayer que ha habido ocasión para salir con la cámara algún rato. En cualquier caso, hoy toca hablar de las cosas que me han interesado en el mundo de la fotografía durante la semana, tal y como me las he encontrado por la red de redes. Y en primer lugar, como de costumbre, el tablero de Pinterest de la semana.
En cuanto a las fotografías... blanco y negro con película tradicional. Al viaje reciente por Escandinavia me llevé además de la cámara digital, una compacta para película tradicional, la Minox 35 GT-E. Pero tuve un problema con las pilas de alimentación... y dejé de usarla a las pocas horas de empezar a pasear por Malmö el día en que llegamos. De todos modos, recuperé el carrete de Kodak Tri-X 400 cuando regresé, y lo introduje en la Olympus mju-II. Más fiable, aunque se pueda intervenir menos en los parámetros de toma. Me gustaría que al menos se pudiera modificar el índice de exposición y no tener que morir al palo de la codificación DX de la sensibilidad nominal de la película en valores ISO.
Como de costumbre, empiezo por los fotógrafos más antiguo. Y me resultó muy interesante el artículo que dedicaron en DSLR Magazine (o Albedo Media, que ya no sé muy bien como se quieren llamar el Valentín Sama y compañía) a Joan Vilatobà, fotógrafo pictorialista catalán, activo entre finales del siglo XIX y principios del XX. Aunque no soy muy fan del pictorialismo, estoy de acuerdo en lo que dicen en el artículo de que la fotografía de Vilatobà presenta elementos que harían que no desentonase demasiado hoy en día.
En el blog de Camerafilia, dedicado sobretodo a los chismes fotográficos, nos han presentado esta semana a Alfred Gescheidt, fotógrafo que se caracterizó por su habilidad para realizar fotomontajes de gran realismo, mucho antes de que Photoshop y compañía popularizasen la modificación brutal de las fotografías. El caso es que sus fotomontajes nos llevan a un mundo de surrealismo aplicado a la fotografía comercial y al mundo de la publicidad. Eso sí, sin perder el humor y el buen rollito. Me ha gustado.
Hace tiempo que soy consciente que tengo una laguna notable en mi biblioteca fotográfica. No tengo ningún libro de Diane Arbus, lo cual se podría considerar como imperdonable. Estoy buscando a ver cuál me convence. Para añadir leña al fuego, recientemente se ha publicado un libro con sus trabajos más tempranos, fotografías poco conocidas de la fotógrafa, pero que ya empezaban a marcar la senda que luego habría de recorrer, haciendo de ella una de las autoras con más personalidad en la historia de la fotografía. Nos lo han mostrado en aPhotoEditor.
Existe la tendencia a que busquemos nuestra inspiración como fotógrafos en los acontecimientos, lugares, personas u objetos extraordinarios, fuera de lo común. Sin embargo, hay fotógrafos que consiguen sus mejores trabajos centrándose en las situaciones y los objetos más mundanos del ser humano corriente y moliente, tal y como nos cuentan en Vantage. Y para afianzar su tesis nos proponen revisar el trabajo de cinco fotógrafos en concreto, contemporáneos: Jason Shulman, Ilse Leenders, Stephanie Gonot, Glenna Gordon y Jordi Huisman. Creo que sí, que merece la pena revisar estos trabajos, muy diversos, y algunos muy originales.
No recuerdo dónde encontré la recomendación para visitar el vídeo de Joyce Tenneson que os dejo enlazado a continuación. Esta fotógrafa ha trabajado durante décadas con una monstruosa cámara Polaroid 20x24 que produce copias instantáneas de 51 x 61 cm aproximadamente. Su estilo es muy característico. Los rollos místicos y espirituales de los que hablan no me van especialmente, pero sus fotografías me gustan. Una gran delicadeza en las formas, las texturas y los colores.
Aunque las técnicas de toma de imagen sean muy distintas, las fotografías de Justine Tjallinks, tal y como nos muestran en la edición del fin de semana de L'Oeil de la Photographie, me recuerdan a las anteriores. De nuevo, retratos con una iluminación, unos colores y unas texturas muy delicadas. Esta vez a favor del sujeto, personas albinas de origen caucásico. Mientras que hemos visto en África numerosos reportajes que informan de la mala vida que llevan los albinos en ese continente, en las sociedades occidentales, donde el albinismo es extraordinariamente raro, puede considerarse como bello. Aunque delicado... no dejan de ser personas cuya visión y cuya piel es delicada ante las agresiones ambientales. La fotógrafa holandesa es capaz de reflejar tanto la belleza como la fragilidad en estas personas. Su trabajo abarca más colectivos y merece la pena ser revisado en su conjunto.
El arte a partir de la apropiación de obras previas es un concepto discutido y discutible. Pero en ocasiones da lugar a obras notables. Otras a burdas operaciones de carácter comercial. En Feature Shoot nos han mostrado esta semana el trabajo de Weronika Gesicka, que durante horas ha revisado antiguos archivos fotográficos de los años 50 y 60 del siglo XX, para luego modificarlas dándoles un aire que se mueve entre lo surrealista y lo absurdo, mientras nuestra mente tiene que despertarse y activarse para distinguir lo anómalo de lo aparentemente banal o cotidiano. Interesante.
Finalmente, también en Feature Shoot tiran del archivo de Magnum Photos para mostrarnos que el fenómeno de los refugiados, tan de moda actualmente por la "amenazante" afluencia de los mismos a Europa, es algo que viene sucediendo en diversas partes del mundo desde hace décadas. Y aunque muchos fotógrafos lo han documentado y han mostrado sus consecuencias, parece que la especie humana no está especialmente dispuesta a aprender de sus errores. En fin... Los propios europeos han olvidado que entre 1914 y 1945 fueron ellos mismos refugiados en masa con frecuencia.