Indudablemente, de los "espectáculos" que la naturaleza me brindó en mis vacaciones en Islandia el pasado mes de junio, sin duda el que más me atrajo y fascinó fue el de los glaciares. Enormes masas de hielo, dinámicas, en continua transformación, verdaderas montañas de esta particular "roca" que se escapa en forma líquida entre sus propias grietas y rendijas cuando la temperatura sube.
Como chico que soy de ciencias, tengo unos conocimientos suficientes para una lectura general del paisaje que observo cuando visito un glaciar. Las morrenas, las lenguas, los circos, las lagunas frontales, los valles en forma de U,... señales que la erosión producida por el hielo y el agua dejan por todo el entorno y permiten reconstruir la historia y la vida del glaciar. Y su posible destino.
Por todo ello, cuando volvía de las vacaciones marqué para ver en un futuro indefinido un documental que se puede encontrar en Netflix titulodo Chasing Ice. El alma de este documental es el fotógrafo James Balog, fotógrafo de naturaleza que en a mitad de la década de los 2000, fotografiando en Islandia, creo que en el Sholeimajökull, el primero de las lenguas glaciares que visité, apreció como en el plazo de pocos meses su fisionomía, el paisaje, había cambiado apreciablemente, con una notable reducción de la masa de hielo. Escéptico hasta ese momento con la teoría del cambio climático, decidió realizar un estudio, el Extreme Ice Survey, utilizando la herramienta que mejor conoce, la fotografía, para documentar la reducción de la masa glaciar en el mundo.
Ni corto ni perezoso, se propuso con un equipo de gente y el apoyo de alguna institución tipo National Geographic, organizó un sistema de cámaras fotográficas, Nikon D200 (creo que Nikon se convirtió en patrocinador del proyecto), que se instalaron en la vecindad de glaciares en Islandia, Groenlandia, y los estados de Alaska y Montana en Estados Unidos, que tomaban fotografías a intervalos determinado. Comenzaron en 2007 y creo que siguen... La idea es que después se podían montar películas mediante la técnica del "time lapse" que mostraban la evolución del glaciar de forma fluida. Además de poder realizar las mediciones oportunas una vez calibradas las distancias sobre las imágenes.
El resultado resulta demoledor, ya que se comprueba cómo el retroceso de los glaciares es brutal, y en plazos de tiempo muy inferiores a lo que se pensaba. Por supuesto, el estudio fotográfico complementa o se complementa, intercambiando datos, con otros estudios sobre los glaciares y el cambio climático que estan en marcha.
Como fotógrafo que es Balog, no descuidó la faceta artística, y siguió tomando esas fotografías que cuando vemos en revistas como National Geographic, nos maravillan y despiertan nuestra imaginación.
Había un objetivo secundario, muy importante también. Combatir el negacionismo sobre el cambio climático. Pese a lo que transmiten los medios de comunicación, cada vez menos fiables al estar manejados por empresas y empresarios con intereses bastardos, en la comunicación científica no hay debate sobre si se está produciendo o no un cambio climático de origen antropogénico. Desde hace ya 10 o 15 años, que yo sepa, la inmensa mayoría de los científico dedicados a este tema lo que discuten es la velocidad a la que se produce, las consecuencias del mismo y las posibilidades, cada vez menos, de ponerle freno. Dado que la inmensa mayoría de los seres humanos se siente más a gusto con las impresiones que dejan sus percepciones que sobre los razonamientos y exposición de datos del mundo científico, generar imágenes que no dejen lugar a dudas sobre lo que está pasando.
La especie humana, no obstante, es muy testaruda. Con una predisposición natural a creer en mitos irracionales, prefiere escuchar a las voces que les hablan de que no hay problemas y que todo es natural y que la ciencia no es útil. Generalmente impulsadas por sectores conservadores y económicamente interesados de la sociedad, de la política y las finanzas, que como ya he comentado controlan la mayor parte de los medios de comunicación. Para estos, es fácil ignorar el hecho de que el 99% de los científicos están de acuerdo en lo esencial y prefieren mostrar debates de uno contra uno, como si hubiera una división en el tema. Con un poco de habilidad, el negacionista será un demagogo agresivo que atacará, interrumpirá o se reirá de los datos constantemente. Misión cumplida. Los telespectadores no tendrán remordimientos al seguir quemando combustibles fósiles con sus vehículo privados que utilizan hasta para ir a tomar una caña al bar de la esquina. Alguien en la tele les ha dicho que no hay problema o que se resolverá gracias a unos tipos muy listos.
Mientras, millones se ven afectados por las sequías, por los grandes incendios descontrolados, por las inundaciones ante las tormentas, mucho más fuertes por la progresiva reducción de las zonas de costa que suponen una transición entre el mar y la tierra,... por un montón de cosas.
Pero así son los seres humanos,... somos... Si tenéis la oportunidad ved el documental. Si sois aficionados a la fotografía, con doble motivo. Y pensad. Pensad un rato... que no produce dolor de cabeza, y el único efecto secundario es que, a veces, pensar por nosotros mismos nos hace más libres.
Esta semana, y sin que sirva de precedente, voy a hacer unas recomendaciones semanales distintas. En lugar de hablar de lo que realmente debería interesar a la mayoría de los fotógrafos, que es de otros fotógrafos y sus obras, que es de lo que intento hablar cada semana, voy a hablar de cacharros, chismes diversos, aparatos. Que es de lo que hablan habitualmente la mayor parte de los aficionados a la fotografía, como si eso realmente ayudase mucho a mejorar. Generalmente ayuda a mejorar la cuenta de resultados de los fabricantes de la industria fotográfica. No tengo claro que ayude mucho a los fotógrafos... especialmente a los aficionados. Los profesionales, supongo, ya saben qué y cuándo comprar. Supongo. O por lo menos algunos profesionales, que hoy en día hay muchos tipos de profesionales de la fotografía. Pero yo no lo soy, yo soy un aficionado a la fotografía, así que no me voy a meter en ese jardín.
Lo que sí que pondré, como de costumbre es el tablero de Pinterest con las fotos que me han llamado la atención esta semana. De lo más diverso.
En cuanto a las fotografías acompañante, con la llegada del otoño mejora notablemente la luz en la ciudad y sus alrededores. Y salir a pasear por la tarde se convierte en algo fotográficamente mucho más interesante. Por ejemplo, el miércoles salí con la modesta Pentax K-S1 y el treintañero SMC-A Pentax 100 mm 1:4 Macro. Y a eso me dediqué, al macro a orillas del Canal Imperial de Aragón.
Esta semana se ha celebrado la Photokina, feria de la fotografía que se celebra cada dos años, los años pares, en la ciudad alemana a orillas del Rin. Echemos un breve vistazo al aspecto que tiene la ciudad en esta época del año... aunque la fotografía tiene ya seis años.
Como consecuencia, esta semana ha estado plagada de nuevas noticias en el sector de los chismes fotográficos, aunque muchas de las novedades habían sido anunciadas de antemano, o filtradas, o como sea que sea... ya se conocía. Lo que ha permitido la feria es que una miríada de periodistas especializados (o seudoperiodistas en algunos casos), nos hayan estado contando sus sesudas y sabias impresiones. A la vez que nos permiten conocer cuales son "sus sesgos". Que en muchas ocasiones quieren decir qué marcas les untan más o menos por contar las excelencias de sus productos. Amiguitos... no os creáis todo lo que digan muchos de los "medios especializados" y blogueros sesudos. No todos nos cuentan cuando están en modo "publirreportaje". Los honestos, sí. Suelen poner en sus artículos o entradas blogueras aquello de "artículo patrocinado".
No voy a seguir un orden en especial. Iré comentando según me ha llamado la atención. Y quizá tengamos que empezar con algo que a priori diría que suena a anecdótico. De hecho, cuando unos días antes de la feria se filtró, comentó o adelantó que la prestigiosa marca alemana Leica nos presentaba como gran novedad la Leica Sofort, un cámara de fotografía instantánea a utilizar con los cartuchicos de película Fujifilm Instax Mini, algunos pensábamos que se trataba de una broma. Pero no. Dedicarse a mirar en Youtube las entrevistas a responsables de la marca intentando explicar por qué esto es un movimiento lógico dentro de la filosofía de la marca, no deja de ser una experiencia entre surrealista e hilarante. Para quien se conozca el paño, no hace falta discurrir mucho para percatarse que debajo de la Sofort reside una Fujifilm Instax Mini 90, despojada del concepto "neo classic" y con un diseño ad hoc. Lo que pagas por el punto rojo de Leica son unos 125 euros extra sobre lo que cuesta la Mini 90, para unas prestaciones muy similares. Cada cual sabrá si le sale a cuenta. Siempre me he atraído por la fotografía instantánea, pero ciertamente la Instax Mini me parece que da unas fotos excesivamente reducidas. Estamos hablando de una gama de tamaños dentro de lo que consideraríamos el formato medio. La película tiene una tamaño de 86 x 54 mm, para una tamaño de imagen de 62 x 46 mm. Un poco más grande que los tradicionales negativos de 6 x 4,5. Para entrar en lo que podría acercarse al gran formato tendríamos que buscar un modelo compatible con la película Instax Wide, que para un tamaño de pelicula de 108 x 86 mm ofrece un tamaño de imagen de 99 x 62 mm. Aún por debajo del tradicional 12 x 9 cm que es el tamaño mínimo de las cámara de gran formato. Pero por lo menos, en superficie aprovechable se acerca a las antiguas polaroids cuadradas.
Curiosamente, Fuji nos ha anunciado que al año que viene, para la primavera, lanza una Instax Square. Tengo la sensación de que el tamaño es intermedio entre las dos anteriores. Si todas tienen una altura de 62 mm en el negativo, la Mini se queda en una anchura de 46 mm, la Square tendrá los 62 mm que justifican su nombre, y la Wide se extienden a los 99 mm. En cualquier caso, más pequeña esta "square" que las polaroids tradicionales cuyo aspecto imita. Quien quiera usar una cámara Polaroid tendrá que seguir muriendo al palo del Impossible Project. Su tercera generación de películas dicen que está muy mejorada, aunque los medios especializados siguen dándole palos por su floja calidad y por su precio excesivo. De todos modos, estaba pensando en probar esta tercera generación a la vuelta de mis próximas vacaciones en otoño.
El caso es que Fujifilm, que por mucho que intente hacer negocio con sus películas Instax tiene en estado de cabreo al mundo peliculero por sus frecuentes hachazos a sus gamas de películas tradicionales y sus incrementos de precio, ha sido una de las reinas de la fiesta. Adelantó sus renovaciones en la gama X unos meses, especialmente con el de la X-T2 y algunos objetivos, con el fin de que en esta feria todo el mundo hablase de su entrada en el formato medio digital con su gama GFX. Que veremos llegar dentro de unos meses. La nueva Fujifilm GFX se proclama heredera de la tradición de la marca en formato medio. Yo tengo una Fujifilm GS645S Professional Wide 60 que me divierte mucho, y que ofrece la posibilidad de hacer buenas fotografías. Os dejo aquí un pequeño ejemplo de sus capacidades.
No estoy yo muy de acuerdo con el pedigrí de la cámara. Partiendo del sensor de imagen Sony de 50 megapíxeles que equipa buena parte de las ofertas de formato medio digital con un tamaño físico muy ligeramente por debajo del 44 x 33 mm, lo cual deja una diagonal de 55 mm (esta sería la focal estándar, más o menos x1,25 la del formato 24 x 36 mm conocido como "full frame"). Si consideramos como formato medio todo aquello que sea más grande que el antiguo formato pequeño o miniatura, hoy día conocido como "full frame",... pues es formato medio. Pero es considerablemente más pequeño que el formato medio tradicional de película. Su tamaño físico es 2/3 partes del "modesto" 6x4,5 y apenas la mitad que el 6x6. No te quiero contar ya si lo comparas con el 6x7, 6x8 o 6x9. Y es un 68% más grande que el "full frame"... Se queda por lo tanto en tierra de nadie. Lo cual incide en la estética de la fotografía, independientemente de los megapíxeles que lleve.
En cualquier caso, pretende ser un sistema modular complejo, con todo tipo de complementos. Aunque hay quien pretende ponerlo a competir con la Hasselblad X1D, por aquello de que nos son cámaras réflex, en realidad creo que su intención es más la de competir por precio con los sistemas más completos de Pentax, Phase One o Hasselblad. Con un tamaño más compacto, más ligera y mucho más bonita, la X1D sería más heredera de las antiguas Fujifilm de formato medio que esta GFX.
Eso sí. Fujifilm viene fabricando las ópticas de Hasselblad desde que abandonó el sistema V y se pasó al sistema H. Así que saber hacer en este campo tiene de sobras.
Han acaparado muchos titulares la renovaciones dentro de las marcas fieles al formato Micro Cuatro Tercios (que resumiremos como MFT siguiendo sus siglas en en inglés). Tanto Olympus como Panasonic han anunciado la renovación en pocos meses de sus buques insignias, por lo que veremos pronto una OM-D E-M1 Mark II y una GH5. Como de costumbre, esta última muy centrada en el mundo del vídeo. Quizá por ello, la también G80/G85 (según la parte del mundo dónde se venda), más orientada a la foto fija, ha recibido algunas mejoras en la construcción para subirla algún peldaño dentro de la gama de Panasonic.
Ambas marcas han anunciado también una diversidad de objetivos que se suponen de calidad elevada, como viene sucediendo como ambas marcas. Aunque tienen que luchar a brazo partido dentro del mundo de la fotografía por ir comiéndoles terreno a las réflex de Canon y Nikon, que han estado bastante anodinas en esta feria, os recuerdo que yo suelo usar cámaras MFT especialmente para los viajes o para llevarlas constantemente encima, por su buen compromiso de calidad y portabilidad. Son ligeras, abultan muy poco y ofrecen una calidad razonable. A pesar de que el tamaño de su sensor sea cuatro veces más pequeño que el del fotograma de 24 x 36 mm a mí me parecen mucho más herederas de las réflex y telemétricas de tamaño contenido de este formato de película de hace unas décadas, que las digitales "full frame", cuyos cuerpos y objetivos han sufrido unos procesos de engorde que las hacen pesadas y más propias de utilizaciones especiales que compañeras para toda situación como lo pueden ser las MFT.
Que conste que Canon ha introducido en la Photokina una sin espejo, la M5 que dicen que está bien. Pues vale. El problema es que Canon y Nikon, que dominan todavía el mercado, se han convertido en las marcas conservadoras, cuya novedades aburren a las ovejas.
No comentaré mucho la gran novedad de Sony, que se ha ido a su buque insignia en su gama de réflex de espejo fijo, con un A99 II, que particularmente creo que debe ser una cámara estupenda, extremadamente capaz, pero por lo demás un aburrimiento, en una gama que muchos daban por finiquitada, aunque parece que no.
Como ya decía, Canon y Nikon llevan su propia marcha y no anuncia grandes novedades en Photokina. Por ello, dentro de lo que es los anuncios más interesantes, sólo queda hablar del mundo de las ópticas. Los objetivos son tan importantes o más que las cámaras a la hora de obtener una buena fotografía en términos de calidad intrínseca. Sin embargo, entre los aficionados esto no acaba de comprenderse. En estos momentos se están fabricando cámaras para el sector de aficionados con sensores de 20-24 megapíxeles. El mundo del "full format" más avanzado está ya en los 24-30 megapíxeles y de ahí para arriba. Pero mucha gente se ve por ahí con ópticas de kit o económicas que hacen que sus resultados no sean mejores en calidad intrínseca que si sus cámaras estuviesen entre los 10-15 megapíxeles. Ahí van un montón de información sin aprovechar. Es cierto que conozco a poquísima gente que haga copias en tamaños interesantes de sus fotografías. En realidad, para el 90 y muchos por ciento de los aficionados, podríamos seguir con cámaras entre los 6 y los 10 megapíxeles y no se notaría la diferencia. Pero tenemos marcas que intentan ofrecer objetivos capaces de aprovechar la información que pueden recoger los sensores de imagen modernos a precios si no baratos al menos más racionales que los carísimos de las marcas más prestigiosas. Tamron no ha anunciado grandes cosas, pero Sigma sí. Y Samyang también. Sería muy prolijo detallarlas aquí, pero sugiero que investiguéis un poco. Es interesante. Pero también voy a decir algo... si alguien me pregunta por el nuevo 100/2 de Yongnuo... de antemano le digo que por 160 euros no se puede obtener la misma calidad que por 400 euros o que por 1200 euros. Imposible. Ni aun con el trabajo semiesclavo de los obreros chinos.
Y aqui viene de nuevo mi defensa de sistemas como el MFT (recuerdo, el micro cuatro tercios), que permite objetivos más compactos y precios más razonables. Especialmente en algunas focales fijas, adecuadas para las cámaras para las que se fabrican que tienen resoluciones máximas de 16 a 20 megapíxeles, de sobra para la mayor parte de los aficionados y para muchos profesionales. Si las cámaras no son de las más baratas. Con los objetivos mejora mucho el balance financiero final. Y no, ya sé que no se consiguen profundidades de campo tan reducidas como con una "full format"... pero una de estas objetivas usada a f/4 da una calidad estupenda para un montón de aplicaciones. Y la mayor parte de las fotografías de los clásicos de la fotografía que se han hecho famosas, salvo que hubiera poca luz se hicieron a f/8. Que en profundidad de campo en el mundo del formato completo es el equivalente al f/4 en las MFT.
No pretendo convencer a nadie de comprar nada en especial, pero de verdad... tampoco hay que cerrarse a no comprar lo que compra la mayoría. Hay que usar aquello con lo que uno se sienta cómodo.
En esta mañana de domingo, me encuentro con una buena noticia y una mala noticia. La buena noticia es que desde hace un par de días tenemos nuevo álbum de Madeleine Peyroux, titulado Secular Hymns, y que por lo tanto llevo un rato ya disfrutando de la voz de la nortemericana de nombre con resonancias tan francesas. Todavía no tengo una opinión definida sobre el nuevo trabajo de la "georgiana", pero de momento aquí estoy tan feliz. La mala noticia es que por motivos que desconozco me he puesto morado de reservar artículos sobre fotografía para repasar hoy domingo, y estoy un poquito sobrepasado. Voy a tener que hacer una primera escabechina antes de centrarme en los que me parecen más interesantes. Pero no sé si podré sacar el artículo por la mañana, o tendrá que esperar a la tarde. Ya se verá. De momento, os pongo el tablero de Pinterest de la semana.
En primer lugar decir que en Proyecto FC (Fotografía Creativa) destacaban que el premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2016 había ido a parar al fotógrafo James Nachtwey. Citando una entrada de Periodismo en vena, en la que podemos ver algunas de las fotografías más destacadas del fotógrafo, siempre me ha impresionado mucho los machetazos de la guerra civil en Ruanda, a mí me parece que los siempre caprichosos jurados de este tipo de premios han estado acertados en esta ocasión, premiando a uno de los testigos de excepción de lo que no funciona bien en el mundo en las últimas cuatro décadas.
Si estuviésemos en Berlín, como nos cuentan en L'Oeil de la Photographie, podríamos acercarnos a contemplar una exposición de Berenice Abbott, una de las fotógrafas que más hizo por definir un lenguaje propio para la fotografía, distinto de otras artes visuales, en las primeras décadas del siglo XX. Un personaje fundamental en la historia de la fotografía, sobre el cual hay que volver de vez en cuando.
La fotografía de moda no suele ser lo mío, no es el género que más me atrae. Sin embargo hay fotógrafos de moda que son referencia en la historia de la fotografía por derecho propio. Como nos proponen en SMBH Mag, uno de ellos es Herb Ritts. Probablemente, porque con sus planteamientos trasciende en numerosas ocasiones el género en el que han elaborado su prestigio. En este caso, debemos agradecerle por sus retratos y desnudos, llenos de elegancia conceptual y estética.
Uno de los fotógrafos españoles más discretos, pero que atesora una gran calidad, es Juan Manuel Castro Prieto. Nos hablan de él en Clavoardiendo a propósito de la presentación de su trabajo Cespedosa. Castro Prieto muchas veces es más recordado por ser uno de los mejores positivadores que se pueden encontrar, ampliando las fotografías en blanco y negro de algunos de los grandes del panorama fotográfico nacional. Pero también tiene muchas cosas que decir por sí mismo, y en esta ocasión tira de memorias para profundizar en su raíces en un pueblo de la provincia de Salamanca. De pasar por Madrid con tiempo suficiente en las próximas semanas convendría acercarse a ver este trabajo.
Como siempre, hemos ido más o menos de más atrás a más adelante en el tiempo. Más o menos. Ahora ya nos introducimos plenamente en propuestas contemporáneas. Como la de Dina Litovsky recorriendo la noche del Meatpacking District de Manhattan, donde se concentra una buena parte del ambiente nocturno de la ciudad, especialmente entre los más jovenes. Una reflexión sobre los actuales ritos de integración social y seducción en un entorno urbano, especialmente centrado en las códigos de conducta de las chicas, quizá más sometidas a presión que los varones. Viendo las fotografías, a veces me sorprendo cómo los enormes esfuerzos de personalización en el arreglo personal lleva a los adolescentes más mayores y los adultos más jóvenes a parecer todos iguales. Nos lo contaban en Feature Shoot.
En varios sitios, yo he elegido el artículo de Clavoardiendo, ha aparecido el trabajo de Pachi Santiago, Copyng Claudia, en el que el artista ha ido reproduciendo en su persona algunas de las fotografías e imágenes más conocidas y representativas de la modelo alemana Claudia Schiffer. A medio camino entre el apropiacionismo, el homenaje, la fotografía, el collage y el arte conceptual, nos proporciona una potente reflexión sobre el concepto de imagen personal, y sobre lo que es la personalidad propia y la inventada.
Sigo desde hace tiempo a Susan Burnstine como redactora en la revista inglesa Black and White Photography Magazine. Pero ella es fotógrafa en sí misma, fundamentalmente en blanco y negro, con una gran peculiaridad. Sus fotografías parten de su realización con cámaras de baja calidad, tipo Holga o similares, o de cámaras fabricadas por ella misma, con el fin de obtener imágenes muy expresivas aunque sacrifiquen la calidad intrínseca de la imagen, que no la estética o conceptual. Especialmente dedicada al paisaje urbano, sus fotografías son fácilmente reconocibles. Nos la han recordado en Lenscratch, a propósito de la publicación de su último libro.
Surgieron durante la guerra fría una serie de ciudades en la Unión Soviética, fundamentalmente en la inmensidad siberiana, que no existían oficialmente. Las direcciones de sus empresas, negocios o habitantes eran códigos postales de otras ciudades más o menos cercanas, aunque estas ciudades "inexistentes" se encontraban muy aisladas. En ellas se llevaban a cabo proyectos de investigación o militares de alto secreto, que hacían que fueran muy cuidadas por el régimen, por lo que sus habitantes no vivían mal. Más de 20 años después de la caída de la Unión Soviética, aunque ya no sean un secreto, algunas de ellas mantienen su estatus de excepcionalidad. El fotógrafo Sergey Novikov, como nos cuentan en FK Magazine, ha realizado un trabajo de investigación para poner en imágenes la realidad de estas ciudades cerradas.
Finalmente, una serie de artículo en los que se reflexiona sobre la naturaleza de la fotografía. El primero de ellos un documental de RTVE que hace tres años nos hablaba de Joan Fontcuberta, que además de fotógrafo es teórico de la misma. A ver si lo puedo poner aquí enlazado para que lo podáis ver.
Tino Soriano, también fotógrafo especializado en viajes, nos ha hecho una reflexión sobre la transformación de la fotografía en una especie de fast food visual. Al mismo tiempo que desvirtúa el medio, que ve sufrir agresiones como la que ya comentamos la semana pasada en Facebook.
Y con menos dramatismo, para terminar relajadamente, en su blog Visual Science Lab, Kirk Turk nos habla de que no necesariamente las fotografías técnicamente imperfectas lo son realmente desde el punto de vista del interés fotografíco, sea documental o estético. La perfección técnica en fotografía no es necesariamente una exigencia fuera determinadas aplicaciones comerciales muy definidas. Aunque son muchos los fotógrafos aficionados o profesionales que dan una excesiva revelancia a las mediciones "científicas" a la hora de valorar los nuevos chismes fotográficos, sin pensar que es más importante su capacidad de adaptarse a la tarea que nos llevemos entre manos.
Este miércoles pasado, 14 de septiembre de 2016, había propuesta una excursión fotográfica por parte de Fotógraf@s en Zaragoza (flickr, facebook), esas que llamamos de "jubilados" por aquello de los que tienen más posibilidades de apuntarse entre semana. Aunque hay de todo. Como iba bien de festivos, decidí cogerme un día de asuntos propios y acompañarles. No voy a entrar en el proceloso proceso que nos llevó a dirigirnos a la comarca aragonesa del Matarraña después de una semana observando cuidadosamente las predicciones meteorológicas, y que anunciaban justamente para ese día el final de los calores del verano y la entrada de las lluvias y tormentas de otoño. El destino original era otro... pero al Matarraña fuimos.
Cargué con la Olympus OM-D E-M5 y varios objetivos, entre los cuales el Meyer-Optik Görlitz Trioplan 50/2,9 V y el adaptador correspondiente. Este último lo iba a compartir con una compañera que dispone de la E-M5II y las más prestigiosa versión del Trioplan de 100 mm de longitud focal. Nos referimos a las versiones históricas, no a las carísimas nuevas versiones que está desarrollando una empresa que ha comprado los derechos de uso de las marcas de Meyer-Optik. También me llevé la Fujifilm GS645S Professional con algunos carretes de Kodak Portra 400, de los cuales use tres a su sensibilidad nominal y otro a un índice de exposición de 1600, y de Ilford XP2 Super 400, que se volvieron a casa tal como salieron. Tardaré unos días en comprobar los resultados de la película.
Comenzamos la excursión en la bella población de La Fresneda.
En La Fresneda pudimos visitar una colección de fotografías de la zona que dispone en su casa un antiguo fotógrafo profesional de la zona, tras lo cual recorrimos las calles del pueblo hasta acabar haciendo el primer control de avituallamiento en una terraza de la Plaza Mayor, donde por la hora no hubo acuerdo pleno sobre si era ya la hora de la cerveza o todavía la del café. Lo que sí cayó fue una deliciosa empanada gallega de bacalao.
Tras abandonar La Fresneda, nos dirigimos al Parrisal o Parrizal de Beceite. Se trata de un lugar donde el río Matarraña, que da nombre a toda la comarca, se encañona, ofreciendo una calidad paisajística y naturalista de primer orden. Como el primer control de avituallamiento se había prolongado demasiado y el segundo tenía hora fija, no pudimos dedicar todo el tiempo que se merece el lugar, pero disfrutamos bastante del mismo.
Cuando llegó el momento, replegamos los trastos de fotografiar y nos dirigimos a Valderrobres, capital de la comarca del Matarraña, para proceder al segundo control de avituallamiento, la comida, donde se nos unieron algunos destacados miembros de FeZ que residen en el Bajo Aragón. Lo cual todavía más el buen ambiente de la salida. Después de comer, paseamos, a ratos bajo la lluvia por el bellísimo casco histórico de Valderrobres... Bueno... a algunos les dio también para cazar "pokemones"... todo sea dicho.
Tras un breve tercer control de avituallamiento que consistió en algunos cafés, algunos caramelos de Ecuador y las maravillosas galletas de chocolate o avena de Carmina, nos encaminamos a paisajear el ocaso en algún campo bonito en los alrededores de Alcañiz. La intención era encontrar algún campo de girasoles donde, a pesar de lo tardío de las fechas, estos conservasen algo el porte. Nos costó, pero algunos, poquitos, encontramos.
Allí discutimos y pusimos en práctica la idea de tomar varias tomas con horquillado de la exposición con el fin de aplicar algunas técnicas para obtener imágenes con gama tonal ampliada o "alto rango dinámico" que dice la mayoría maltraduciendo la expresión inglesa "high dinamic rank", el famoso HDR.
Hoy en día la mayor parte de los aficionados (y muchos profesionales) denominan HDR a las técnicas de mapeo tonal, que permiten reducir el contraste de una imagen a partir de una serie de imágenes iguales pero horquilladas respeto a su exposición, o una sola imagen a partir de la que se obtienen varias variantes con distinta luminosidad. Pero lo cierto es que hay otras muchas formas de comprimir el excesivo contraste de una imagen. Yo siempre he sido partidario, especialmente desde que la fotografía digital encaja tan amplias gamas tonales de hasta 12, 13 o 14 diafragmas, del ajuste de brillo y contraste por zonas, reproduciendo las técnicas de quemados y reservas heredadas del cuarto oscuro fotoquímico. Pero últimamente, usando el programa HDR Effects Pro 2, que desde hace unos meses Google puso a disposición del público de forma gratuita, me he estado introduciendo en el mapeo tonal. En el reciente viaje a Suecia obtuve algún éxito en fotografías de la ciudad vieja de Estocolmo, pero habitualmente no he sido muy partidario de estas técnicas por el aspecto artificioso y efectista que presentan con frecuencia. Soy partidario de un aspecto más natural, aunque haya que sacrificar algunas luces o sombras.
Esta era una ocasión para usarlo con paisajes. De momento no he acabado de obtener resultados del todo satisfactorios. Y no sé si es que no consigo dominar el programa, o es que definitivamente no me convencen los resultados que ofrece el método. Os dejo para terminar con dos imágenes obtenidas con el sistema de reservas y otra con el mapeo tonal.
Hace unos días os hablaba del libro "Inherit the Dust" de Nick Brandt, que se corresponde con la exposición sobre esta serie del fotógrafo británico que estuve visitando en Fotografiska en Estocolmo a mitad de agosto. En esa entrada enlazaba un vídeo que parece que no funciona, sobre cómo se concibió este interesante trabajo.
El caso es que dicho vídeo pertenecía a uno de los dos cortometrajes que se podían ver en la exposición que ayudaban mucho a comprender lo que estábamos presenciando. En uno de ellos se trata como he dicho de cuáles fueron las motivaciones y cómo se concibió esta serie de espectaculares y profundas fotografías, y el otros nos habla de la compleja puesta en escena de las fotografías, el cómo se hizo de la serie. Ambos vídeos creo que son muy interesantes para cualquier aficionado a la fotografía, no teniendo mayor inconveniente que el hecho de estar en inglés, cuestión que en España puede ser todavía un problema de difícil solución en amplios sectores de población.
De todos modos, ya que Elizabeth Avedon los ha visto y le han gustado tanto como a mí, los ha enlazado en su blog, y de paso me ha permitido localizarlos a mí para ofreceroslos aquí a todos vosotros. Espero que os gusten tanto como a mí y a Avedon.