No me ha faltado la actividad fotográfica en una semana en la que he dispuesto de poco tiempo libre, pero que aún me dio para revelar y digitalizar los negativos realizados la semana anterior para la #fp4party de este mes de febrero. Creo que la última que habrá hasta el invierno que viene. Creo. Pero esos negativos los veremos después de esta semana de exposición. Si queréis ir viendo de antemano, suscribiros a mi cuenta en Twitter, o bien seguid en Twitter la etiqueta #fp4party.
De momento, esta semana mis recomendaciones semanales vendrán ilustradas por algunas de las fotos que tomé el 30 de enero en mi excursión por el valle de Tena y la comarca del Serrablo, en los Pirineos aragoneses. En concreto, las fotos que muestro hoy corresponden a nuestra visita a las iglesias románicas mozárabes del Serrablo; Orós Bajo, San Juan de Busa y San Pedro de Lárrede. Están realizadas con la Leica M2 calzada con el Summicron 35/2 ASPH, qué fantástico objetivo, y película Fujicolor Superia XTra 400. Lamentablemente, todavía era demasiado pronto, y la luz todavía era muy dura, en un día de sol radiante sin nubes. Y si hubiésemos esperado un poco, se nos hubieran echado encima las sombras de los montes cercanos, sin haber alcanzada la hora dorada... Cosas de la montaña...
Empezamos por un par de clásicos. Como de costumbre, que siempre empiezo mis recomendaciones retrocediendo lo más posible en el tiempo.
En How to see without a camera, nos han recordado el trabajo más temprano del gran Walker Evans, uno de los autores seminales de la fotografía norteamericana del siglo XX, uno de los documentalistas que surgieron gracias al contrato con la administración federal de Estados Unidos para documentar las consecuencias de la depresión. Sólo un genio como estos puede convertir unos alicates en una obra de arte.
Weegee es conocido por su fotografía documental de las calles de Nueva York, especialmente relacionada con la página de sucesos de los diarios, aunque no solamente. Pero una de sus series más curiosas está realizada en los cines de la Gran Manzana. Se situaba en el interior de la sala, mirando hacia el público, agazapado con su cámara y su flash, y cuando lo veía oportuno disparaba, obteniendo cándidas imágenes de los espectadores. Inevitablemente, también pillo a alguno durmiendo en las películas más aburridas, o a parejas ignorando el largometraje y dedicándose "a lo suyo". Lo hemos visto en The Night Picture Collector.
El último número de Exit Magazine está dedicado a la fotografía como documento de las performances y los happenings que han marcado los 50 o 60 últimos años del arte contemporáneo. Y en esa tendencia, en la que el fotógrafo es el propio protagonista de la foto, actuando ante la cámara, para exponer un concepto, una idea, una tesis, nos presentan a la colombiana Paula Ospina. Su trabajo plantea el cuestionamiento de los roles asumidos para las mujeres en la sociedad actual. Nos lo presentaron en Cada día un fotógrafo/Fotógrafos en la red.
LFI (Leica Fotografie International) es una de esas publicaciones a mayor gloria de una marca. Pero esta tiene una indudable calidad, y eventualmente encontramos artículos que nos gustan o inspiran. En esta ocasión con una entrevista y porfolio del italiano Pietro Baroni, que nos presenta unos retratos en blanco y negro sumamente expresivos, sobre personas muy baqueteadas por la vida y por el tiempo, realizados con la cámara de formato medio de la marca patrocinadora y patrocinada.
En Creative Boom nos muestran la colorida serie de Wing Shya, en la que intenta representar, de forma bastante conceptual, la psicología y los comportamientos de las nuevas generaciones que viven y se desenvuelven en su querida ciudad de Hong Kong. No siempre tengo claro qué quiere conceptualizar con sus imágenes, pero estas son de indudable belleza e impactantes, y con un tono claramente melancólico.
Son numerosos los procesos fotoquímicos que han surgido en la historia de la fotografía. Y uno de ellos, que apareció ya en el siglo XIX fueron los uranotipos, en los que se empleaban sales de uranio, compuestos muy tóxicos, y que por lo tanto han tenido poca continuidad en el tiempo. Pero la fotógrafa Abbey Hepner decidió que esta era la técnica adecuada para fotografiar los lugares donde se transportan y se depositan los residuos radiactivos. Generando además un aspecto visual que impacta y se relaciona con la idea que subyace tras la concepción de la serie. Lo vimos en Lenscratch.
Hace tiempo que no traía por aquí fotógrafos que trabajen el bodegón. Y en el blog de Paulina Aleshkina me llamó la atención y me gustó la propuesta del norteamericano de origen rumano Ion Zupcu. Fundamentalmente imágenes monocromas, con procesos fotoquímicos tradicionales, juega con la doble exposición, con la luz y la sombra y con la abstracción. Muy bueno.
Es algo propio de Japón. No es que establecimientos con la misma utilidad no existan en el resto del mundo. Lo que pasa es que frente a la clandestinidad y la sordidez de los hoteles por horas, pensiones de mala reputación y casas de citas de la mayor parte del mundo, los love hotels (rabu hoteru - ラブホテル) nipones son vistosos, llamativos, con una estética sumamente kitsch, que cuando viajas por el País del Sol Naciente y te los encuentras te llaman la atención. Y a los fotógrafos de Magnum Photos también. Por lo menos al británico Peter Marlow.
Ya os he comentado en las últimas semanas que la cuenta de Instagram de la sueca Fotografiska, nos proporciona cotidianamente propuestas e imágenes interesantes e inspiradoras. En las últimas semanas, dos fotógrafas cuya obra, muy diferenciada se basa en el retrato.
Somnyama Ngnyama realiza su particular proyecto 365 días / 365 fotos, realizando autorretratos en las que se caracteriza como distintos personajes o roles sociales, fundamentalmente reflexionando sobre la situación de las mujeres negras y sobre el racismo.
Vee Spers mezcla el retrato con la fotografía escenificada. Las personas retratadas pueden ser muy cercanas, como sus hijas y sus amigas en las fiestas de cumpleaños.
Y para finalizar, un recordatorio a los fotógrafos de la BBC. Bodas, bautizos y comuniones. O Banquetes, bodas y comuniones. En Clavoardiendo nos hablan de los mejores fotógrafos de boda del mundo. Puesto que hay un escalafón en esta modalidad fotográfica que se actualiza cada año. Que para el año 2016 fue el aragonés Victor Lax quien fue declarado campeón absoluto mundial. Aunque en 2017 se ha visto relegado a la tercera posición, empatado con la canadiense Erika Mann. Aunque en estos momentos en segunda posición hay otra española, Rocío Vega. La campeona mundial actual es la holandesa Isabelle Hattink.
No creías,... que llevo varios días cavilando sobre como se puede establecer "objetivamente" estas clasificaciones. Y si será como en el deporte, que hay varias divisiones, con ascensos y descensos entre ellas. Bueno. Sirva de recuerdo a estos esforzados profesionales, en su mayor parte ignorados y poco reconocidos.
Han pasado dos semanas desde mis últimas recomendaciones semanales. Mi animado fin de semana pasado, lleno de actividades relacionadas con la fotografía, me impidió tener tiempo suficiente para redactar las correspondientes a la semana pasada. El caso es que ha habido muchas noticias y propuestas interesantes estas dos semanas, por lo que he tenido que hacer una fuerte purga, para llegar a un número, que sin ser pequeño, es más asumible. Aunque para que no se haga demasiado larga la entrada, intentaré redactar de forma ágil.
En el apartado de las fotografías que tradicionalmente acompañan mis recomendaciones semanales, mostraré una serie procedente de un paseo al atardecer en el entorno del puente de la Almozara y la avenida de Ranillas de Zaragoza. En parte paisaje urbano, en parte fotografía de arquitectura, realizadas las fotografías con la Hasselblad 503CX y el fiel Carl Zeiss Planar 80/2,8 T*, sigo encantado con el comportamiento que muestra la Bergger Pancro 400, película en blanco y negro de nacionalidad francesa que se puso a la venta como nuevo desarrollo a principios de año. Para quien quiera el dato técnico, expuesta a su sensibilidad nominal de ISO 400, y revelada en Rodinal 1+25 durante 8 minutos a 20 ºC. Como de costumbre, llamo "rodinal" a todo aquel revelador con la misma fórmula que el antiguo Rodinal de Agfa, o lo suficientemente próxima para usarlo en exactamente las mismas condiciones. Que es el caso, porque en realidad he usado el ADOX APH09, que tiene la fórmula de Rodinal hasta mitad del siglo XX.
Indudablemente, por cercanía, la noticia más notable en estos últimos días fue el fallo del Premio Nacional de Fotografía 2017 (a fecha de 29 de octubre de 2017, el enlace funciona mal), que en este año ha recaído en una mujer por segundo año consecutivo. La premiada es Cristina de Middel; la de Middel, como titula su página web. Muy joven en términos relativos con respecto a otros premiados en convocatorias previas, relativamente joven en términos más absolutos, su presencia en el medio fotográfico ha aumentado a gran velocidad en los últimos años, aunque lleva bastantes trabajando. A mí me interesa bastante, aunque hay trabajos suyos que me gustan más que otros. Quizá la identificaron como un referente importante antes fuera de nuestras fronteras, es una fotógrafa a la que hay que conocer. La noticia ha aparecido en muchos medios nacionales, de los cuales he seleccionado Clavoardiendo Magazine y Photolari.
Weegee (Arthur Fellig) es en estos momentos uno de los fotógrafos de antaño más populares que hay. Este descarado reportero le cae simpático a muchos medios y a mucha gente. En Timeline nos muestran un interesante trabajo de este osado fotógrafo. Usando película infrarroja y armado de un flash de lámparas filtrado, a principios de los años 40 del siglo XX se dedicó a fotografiar a los espectadores de los cines de Manhattan en la oscuridad sin que estos se enterasen. No. No todas las fotos son de parejas montándoselo. Aunque algunas, sí.
Weegee no tomó la fotografía de la que voy a hablar ahora, aunque lo hubiera hecho a su estilo. Lo hizo un estudiante de fotografía, Robert Wiles. En 1947. Se titula El suicidio de Evelyn McHale, y es una de las fotografías más estremecedoras que conozco. Un 1 de mayo, Evelyn se arrojó al vacío desde la planta 83 del Empire State Building. Todo el mundo la consideraba una mujer joven feliz, a punto de contraer matrimonio. La cuestión es que dentro de lo estremecedora y triste que es la situación, la fotografía es bella. Y como nos dicen en el artículo de Albedo Media donde la he conocido, nos parece casi una "bella durmiente" esperando a ser despertada. Que poderosa puede llegar a ser la fotografía.
Una de las herramientas más poderosas para expresarse en fotografía es mostrar y controlar los contrastes. Contrastes que pueden ser físicos, de la luz y sus propiedades, o socio políticos o culturales, y ahí está la habilidad del fotógrafo para concebir y presentar sus creaciones. En Magnum Photos nos han presentado una serie con contrastes. Harry Gruyaert es un fotógrafo francés que ha realizado notables reportajes sobre temas diversos. Nos presentan en este artículo los contrastes en dos de sus series, la de Las Vegas en 1982 y la de Moscú a finales de los años 80, a punto de derrumbarse la Unión Soviética. Dos mundos prácticamente opuestos. Aunque quizá ambos sean igualmente alienantes.
Cambiaremos ahora de entorno. Y viajaremos al extremo oriente asiático, a Japón. Primero, y gracias a Lomography, que poco a poco va mejorando sus contenidos en su página web, conoceremos los minimalistas e introspectivos paisajes de Masao Yamamoto. Procedente del mundo de las bellas artes, sus fotografías tienen un carácter pictorialista, pero sin renunciar a su esencia fotográfica basada en procesos fotoquímicos tradicionales.
Y ya que estamos en el extremo oriente asiático, nos movemos un poquito y nos situamos en las numerosas islas del sur de la península de Corea, donde el fotógrafo Michael Kenna trabajó durante varios años. Kenna es uno de mis fotógrafos paisajistas favoritos, y sus fotografías realizadas con una Hasselblad para película de formato medio, cuadradas, sobrias, elegantes, me parecen muy inspiradoras. Aunque luego sea incapaz de poner en disposición de emularlas. Os dejaré un vídeo de media hora de duración sobre este trabajo, en inglés, lo siento, que muestra la forma de trabajar del fotógrafo... y que es un tipo simpático.
Los fotógrafos de la Farm Security Administration como Walker Evans o Dorothea Lange fueron precursores que mostraron cómo la fotografía documental podía llevar al mismo tiempo un mensaje y unas virtudes estéticas notables. Inspirado por ellos, el lituano Tadas Kazakevičius nos muestra los problemas y el declive de las áreas rurales de su país, llevando a fenómenos migratorios a las ciudades y fuera del país, y a la desaparición de modos de vida, que él intenta documentar. Lo podemos ver en FK magazine.
Otro vídeo. Esta vez propuesto por el canal de Youtube Eīhwaz, y que nos muestra el trabajo de la fotógrafa Anni Leppälä. Un trabajo muy introspectivo también que nos lleva a los bosques y las orillas de los lagos de su país, como al interior de las casas y las cabañas, donde tenemos sensación de transitoriedad y de situaciones o hechos efímeros.
Seguimos muy introspectivos. En esta ocasión con el trabajo del fotógrafo de origen japonés pero radicado en Estados Unidos Osamu James Nakagawa. Nos muestran en LensCulture la unión de dos de sus series que se comunican, hablándonos del ciclo vital. Aquella que el fotógrafo realizó en relación con la muerte de su padre, y la que realizó en relación con la gestación y el nacimiento de su hija. Un trabajo muy coherente.
Y también procedente de LensCulture, me ha llamado la atención la serie de Aleksey Kondratyev, sobre los pescadores en el hielo kazajos sobre el río Ishim. La sencillez conceptual, el minimalismo estético, la transmisión de un clima físico y humano, llaman necesariamente la atención. O por lo menos a mí.
Y nos llega un anuncio de parte de Oscar Colorado, que ha sido una importante fuente de información para esta sección semanal de recomendaciones fotográficas. Colorado va a estar más próximo físicamente, se traslada de Méjico a Madrid para trabajar en su tesis doctoral, pero más lejano intelectualmente, ya que por problemas de disponibilidad de tiempo va a poner su magnífico blog en stand by. En fin. Un pena para mí, pero que le vaya bien a él.
Comenzaremos las recomendaciones fotográficas de este domingo con el enlace al tablero de Pinterest con las fotografías recolectadas esta semana. Muy abundantes y muy variadas en esta ocasión, ya que van desde los campos de batalla de la Primera Guerra Mundial hasta los modernos retrato de fotógrafos contemporáneos.
Las fotografías que tenían que acompañar hoy a estas recomendaciones semanales tenían que ser pequeños paisajes de un soto fluvial no lejos de Zaragoza. Pero los atentados de París del viernes por la noche están condicionando las conversaciones y el estado de ánimo de muchos, por lo menos de la gente de mi entorno. Por ello, he cambiado de idea. Y me he ido al año 1989, año de mi primera visita a la capital francesa. Cuando yo hacía apenas tres o cuatro meses que había comprado mi primera cámara réflex, una Pentax P30N, con un objetivo SMC-A 50/2, y otro 28 mm, cuyo modelo no recuerdo, que me dejaron para el viaje. Nada supera la sensación de sorpresa y maravilla como la primera vez que ves algo... En fin... Las fotos de hoy son testigos de la primera vez que vi algunos de los lugares más emblemáticos de la Ciudad Luz.
Por supuesto, la tragedia de los asesinatos terroristas en París ha dado lugar ya a una abundante documentación fotográfica que da testimonio de lo sucedido y de los sentimientos de las gentes de la ciudad, y de todo el mundo. En In Focus de The Atlantic tienen una magnífica colección de fotografías tomadas en los momentos en los que sucedieron los atentados o poco después. En Lens de The New York Times podemos recoger el testimonio de Jerome Delay, que cogió su bicicleta y se dirigió a los lugares de los mismos, para recoger la situación de drama y duelo tras los asesinatos. Finalmente, de nuevo en In Focus de The Atlantic, volvemos para recoger las muestras de solidaridad en todo el mundo con la capital francesa.
Los conflictos y las guerras forman parte inherente a la historia de la humanidad y, por supuesto, de la fotografía. En buena parte del mundo, el 11 de noviembre es una jornada de recuerdo por los fallecidos en la guerras, especialmente del siglo XX. Recordemos que las hostilidades de la Primera Guerra Mundial finalizaron a las 11 de las mañana del 11 de noviembre de 1918. Nos cuentan en The British Journal of Photography como Tom Reeves utiliza la cámara de gran formato que se usaba en el negocio familiar, Edward Reeves Photography, hace 100 años para reproducir los retratos que hizo a los soldados que en aquellos momentos iban a la guerra, con personas que actualmente están en servicio en el ejército británico.
En L'Oeil de la Photography, siguiendo con el tema de los conflictos bélicos, nos cuentan como Yan Morvan recorre el mundo buscando los campos de batalla de algunas de algunas de las que fueron más decisivas en las guerras y en la historia. Si Morvan utiliza una cámara de gran formato para realizar la fotografías de la serie, nos cuentan también como una pequeña compacta digital inicialmente, algo más complejo después, también digital, le sirven para documental el entorno y el proceso de la toma de imágenes en una especia de cuaderno de ruta.
Fotografiar los crímenes. Difícil de hace cuando están ocurriendo, tampoco es fácil cuando acaban de suceder, aunque la omnipresencia de cámaras en nuestro mundo actual lo hace más fácil. Cada cual puede ser "reportero",... o eso nos venden. Pero en los años 40 del siglo XX eso no era así, y si alguien se especializó en el tema como nos cuentan en Feature Shoot, fue Weegee, sobrenombre con el que se conoció a Usher Fellig. Estilo crudo, directo, con el flash apuntando directamente a la escena y su Speed Graphic de gran formato previamente ajustada para tomar la fotografía.
Hace unas semanas os hablé de Masahisa Fukase, fotógrafo que sublimó la separación de su esposa, que le sumió en la depresión y el alcoholismo, con una serie de fotografías de cuervos, que se consideran un hito en la fotografía expresionista. En el tumblr de Japan Camera Hunter nos ofrecen algunas imágenes de la serie que nos harán comprender mejor el tono de la misma.
La fotografía de arquitectura es una disciplina que no deja de atraerme, aunque es más difícil de lo que parece. Tiene sus propias claves, aparte de una variedad muy notable de aproximaciones. En esta semana me he encontrado varias de ellas que pueden ser interesantes. Como por ejemplo el formalismo geométrico de la serie The Space Between de Mark Yankus que nos presentan en In The In-Between.
Una aproximación muy distinta, como nos cuentan en Cada día un fotógrafo/Fotógrafos en la red, es la del español José Beut, que ya sea en blanco y negro en color, juega más con la abstracción, sin renunciar a poner la arquitectura en perspectiva con la inclusión de elementos humanos en sus fotografías.
Finalmente tenemos la aproximación a la arquitectura como decadencia, y en Proof de National Geographic optan por mostrarnos las fotografías del fotógrafo Danila Tkachenko, que se aproxima a las ruinosas estructuras de la antigua Unión Soviética, dispersas por la inmensa geografía de los territorios que la conformaron, y en paisajes desolados por la nieve y el frío invernal.
Pasémonos al lado más humano de la fotografía. Una de las "víctimas" secundarias de la tragedia parisina ha sido la feria de fotografía Paris Photo 2015, que debía celebrarse en estos días, con su fecha de clausura en el Grand Palais prevista para hoy domingo. Debido al luto por los asesinatos, cerró ayer por orden del Ministerio de Cultura francés en señal de luto. En L'Oeil de la Photographie nos mostraban el trabajo de algunos fotógrafos que se iban a presentar en la feria. Y me atrajeron mucho los elegantes desnudos en blanco y negro de Jean-Baptiste Huynh, que combina con la fotografía de vegetales. Excelente gestión de la luz, de las formas y de las texturas.
También en blanco y negro es el trabajo de Rachel Jump, que nos muestran en Lenscratch. Esta joven fotógrafa tiene una aproximación frecuente entre muchos fotógrafos norteamericanos actuales, que exploran la idea de hogar, de pertenencia, de familia o de amistad, así como las ausencias que marcan la vida de cada cual. Supongo que está asociado a un estilo de vida en la que con frecuencia uno ha de desarraigarse para seguir su carrera profesional. No sé si estas son las motivaciones de Jump, pero algunas de sus fotografías más aparentemente simples me han llamado la atención, y por ello la incluyo aquí.
Uno de los objetivos para hacer estas recopilaciones de recomendaciones semanales, no el único, es que si uno quiere mejorar sus fotografías tiene que aprender de los mejores. En el blog Miradas Cómplices extractan comentarios realizados por Joel Meyerowitz, un fotógrafo que me ha interesado especialmente en las últimas semanas, que aparecen en uno de los documentales que se han realizado sobre Vivian Maier. Además de mostrarnos una estupenda selección de obras de la niñera fotógrafa. Desde luego son comentarios ilustrativos y pedagógicos.
En el blog de Eric Kim, un fotógrafo que se dedica fundamentalmente a la fotografía documental callejera, ha aparecido un artículo en dos partes (primera, segunda), en el que Kim nos cuenta lo que ha aprendido del fotógrafo Todd Hido, a propósito de su lectura del libro de la Photography Workshop Series de la editorial Aperture sobre la fotografía de Hido. A mí me ha sorprendido un poco... porque la fotografía de Hido y Kim no se parecen gran cosa. Yo prefiero la de Hido, cuyos "retratos" nocturnos de zonas residenciales me encantan. Pero en las dos partes del artículo se cuentan cosas interesantes, realmente. Como extra, os dejo un vídeo (en inglés) que podemos encontrar en Youtube, en la que vemos cómo trabaja Todd Hido con su Pentax de medio formato con negativos en 6x7.