A ver. Si apuntas el objetivo de la cámara justo con el sol en medio, si pones una velocidad de obturación excesivamente baja y accionas el disparador mientras estás moviéndote, y si no te acuerdas de ajustar la distancia de enfoque correcta, las fotos con la VOIGTLÄNGER PERKEO II que os presentaba hace unos días salen... pues ¿cómo van a salir? Mal. Sólo aptas para "hipsters lomógrafos" estilo "modern art"... o algo así.
Pero quizá no se trate de esto. Veamos en qué a consistido mi prueba de cámara. En serio.
He realizado mi recorrido de pruebas tradicional. A última hora de la tarde, por el Canal Imperial de Aragón y el Parque Grande de Zaragoza. Sol de frente, casi todo el camino. No muy alto sobre el horizonte.
Película negativa blanco y negro. Normalmente últimamente uso la KODAK TRI-X 400, pero como cuando fui a comprar hace unos días tenían pocas unidades, cogí un par de ILFORD HP5+, también de sensibilidad nominal ISO 400.
Exposición de la película a un índice de exposición de 200. Luego compenso en la fase de revelado acortando el tiempo de revelado recomendado. Esto sirve para compensar durante los días del verano zaragozano el excesivo contraste de la luz que hay durante la mayor parte del día.
Terminé con mi frasco de RODINAL hace unos días y como no es posible encontrar este revelador en Zaragoza, lo he sustituido por KODAK HC-110. Usado a una concentración de 1+63, para tiempos de revelado suficientemente largos para que pequeñas variaciones no sean críticas. En lugar de los 10 minutos recomendados para una exposición a su sensibilidad nominal, ISO 400, he revelado la HP5+ durante 9 minutos, para ajustar el contraste un poco a la baja, dejando los grises medios en su sitio. 30 segundos de agitación inicial y luego cuatro inversiones cada minuto. No tengo queja del resultado.
Sin queja en los mecanismos de la cámara. Todo funciona correctamente, salvo la palanca de reinicio del contador de fotogramas. Hay que accionarla varias veces para que el contador se reinicie correctamente.
En general, el resultado es mejor que la ZEISS IKON IKONTA (521/16), pero no compite con otras cámaras de formato medio de más prestigio que os he presentado u os iré presentando. Probablemente la máxima ampliación razonable de las fotos en papel sea entre 24 x 24 cm y 30 x 30 cm. Ir más allá... pues no sé. Es difícil de decir porque mi escáner no da para más.
Y ya, sin más, os dejo algunos ejemplos. Cada uno con sus dificultades para la cámara. Especialmente para la óptica, y para el enfoque por estimación. Las fotografías han sufrido algún ajuste de contraste y de nitidez en ADOBE PHOTOSHOP LIGHTROOM.
En diversos sitios dedicados a las cámara fotográficas antiguas dicen que "perkeo" significa "pigmeo" en alemán. Pero si uno consulta la WIKIPEDIA y busca la voz PERKEO, nos habla de un tal CLEMENS PANKERT, un personaje que vivió en Heidelberg durante el siglo XVIII, y que sufría algún tipo de enfermedad congénita o metabólica que le hizo alcanzar una corta estatura. En cualquier caso, parece que la antigua casa VOIGTLÄNDER dio este nombre a una serie de cámaras con tres versiones de las que se presume fueron las cámaras de formato medio para negativo de 6 x 6 sobre película de formato 120 más pequeñas construidas, una vez replegado su objetivo ya que este era retráctil. Y una de estas cámaras, una PERKEO II en bastante buen estado, ha caído en mi poder. Hela aquí.
Esta era una cámara fabricada entre 1952 y 1955, pensada para el fotógrafo ocasional. Para el turista que quería viajar con una cámara no muy grande, y que probablemente no pensaba en grandes ampliaciones. Como se puede ver en la fotografía anterior, tiene un visor de visión directa sin ninguna ayuda al enfoque, por lo que este debía hacerse por estimación. Lo cual, para un tamaño de negativo de aproximadamente 56 mm de lado, exige un cierto entrenamiento. Pero vamos a analizar las características del objetivo que lleva.
Un par de fotos para ilustrarlo.
La denominación del objetivo es COLOR-SKOPAR 1:3,5/80. Una focal de 80 mm es aproximadamente la longitud de la diagonal del negativo, por lo tanto estamos hablando de un objetivo estándar. La denominación SKOPAR era propia de los objetivos de VOIGTLÄNDER que tenían una fórmula óptica de 4 elementos en 3 grupos, similar a los TESSAR de CARL ZEISS. La denominación COLOR indica que la consideraban con una buena corrección del color y elementos revestidos, lo que hacía que esta óptica fuese apta para las películas en color que poco a poco se asomaban por aquel entonces al mercado. En aquel tiempo, lo habitual es que la gente usase película en blanco y negro, más barata y más tolerante a las deficiencias de los objetivos de gama baja. Así que no hay motivo para no pensar en que puedan salir buenas fotografías de esta cámara.
Hoy en día COSINA fabrica objetivos con la denominación VOIGTLÄNDER COLOR-SKOPAR que no tienen nada que ver con aquella fórmula óptica.
Carece de ayudas al enfoque, salvo que disponemos de una escala de profundidades de campo, con marcas situadas en torno a los 3,3 metros y a los 10 metros. La primera sería adecuada para retratos de pequeños grupos o personas de cuerpo entero. La segunda sería adecuada para paisajes. La recomendación es usar siempre que lo permitan las circunstancias un diafragma de f/8 o f/11. De ese modo, la marca a 10 metros actúa como punto hiperfocal. También son los diafragmas óptimos para la mejor calidad óptica.
Hay que considerar que en el manual de la cámara nos cuentan que se podía utilizar con películas de sensibilidad baja (25 ASA o menor), de grano fino, de sensibilidad media (entre 32 y 50 ASA), para uso general, y de sensibilidad alta (64 ASA o mayor), para uso con poca luz. Sí. Los valores ASA son equivalentes a los ISO. En aquellos momentos, eran así las cosas para las películas de color. En blanco y negro había sensibilidades más elevadas. Nada que ver con la actualidad donde casi todas las cámaras digitales de captor suficientemente grande tienen una sensibilidad base de 200 ISO y alcanzan sin problema los 3200-6400 ISO. En cualquier caso, suponiendo una película de "sensibilidad media" de la época, de 50 ASA, a f/8 y a pleno sol estaríamos disparando a 1/250 segundos. Si está nublado a 1/50 segundos. Si llovía o estábamos a la sombra, mantener el f/8 suponía velocidades de obturación con riesgo de trepidación (1/25). Hoy en día, pocos fotógrafos aficionados imaginan usar sus cámaras en estas condiciones.
El obturador de mi cámara es un SYNCHRO-COMPUR, de tipo central, con velocidades de obturación entre 1 s y 1/500 s más posición B. Sería posible la sincronización de un flash a 1/500 s. Según el manual, se fabricaron versiones más económicas con un obturador PRONTOR, también de tipo central, pero con prestaciones más modestas, con velocidad máxima de obturación de 1/300 s.
Veamos ahora unas imágenes que nos dan una idea del tamaño de la cámara.
El carrete de formato 120 tiene 6 cm de ancho. Por lo tanto, os podéis imaginar que la cámara realmente se podía transportar sin problema en el bolsillo de una chaqueta o en de un pantalón con bolsillos amplios, propios de la época. Si alguno de vosotros ha leído mi artículo sobre la ZEISS IKON IKONTA (521/16), comprobará que se trata de dos cámaras conceptualmente con muchas semejanzas. Sin embargo, esta cámara es de características superiores. El objetivo es más complejo y mejor corregido, el obturador es de mayor nivel, disponemos de una escala de profundidad de campo inexistente en la IKONTA, y la palanquita que vemos en la trasera de la cámara es un mecanismo que regula el avance de la película, por lo que nos es necesario ir comprobando el avance de la misma en la ventanita roja de la trasera de la cámara, que puede permanecer cerrada. Lleva un contador de exposiciones automático en la parte superior de la cámara. Todo un lujo en comparación.
Ahora sólo me queda revelar los primeros carretes, digitalizarlos y contaros cómo va.