Creo que me apetecía conocer este lugar desde el día en que vi cierta película. Se trataba de MÁS ALLÁ DE LAS NUBES (AL DI LÀ DELLE NUVOLE), dirigida mano a mano entre ANTONIONI y WIM WENDERS, una película no demasiado apreciada por la crítica y prácticamente desconocida por el público pero que a mí me llamó la atención. Estaba formada por cuatro episodios distintos que sucedían en Ferrara, París, Aix-en-Provence y, el segundo de ellos, en PORTOFINO, bella población rodeada de un entorno natural envidiable en la RIVIERA LIGURE DI LEVANTE.
En ella, una enigmática mujer interpretada por la guapísima, aunque floja actriz, SOPHIE MARCEAU tenía un encuentro entre los selectos comercios de moda y joyas que flanquean el puerto de Portofino con el director de cine interpretado por JOHN MALKOVICH.
Se puede llegar de varias formas a esta población. Nosotros elegimos ir en tren desde Génova hasta SANTA MARGHERITA LIGURE, donde comimos y nos dimos un paseo. Localidad costera para veraneantes, coqueta y animada en un domingo de pascua con buen tiempo, como este en el que la visitamos.
Desde aquí hasta Portofino se puede ir de varias formas. En barco, en autobús interurbano y, como elegimos nosotros, dando un paseo para bajar la excelente comida a base de pescado que nos habíamos metido entre pecho y espalda. Eso sí, no es un paseo para corazones débiles. Aunque con bellos paisajes entre los montes y los bosques de la península a nuestra derecha y el mar a nuestra izquierda, hay que caminar por el lateral de una estrecha carretera muy transitada, donde muchas veces no hay ni acera, ni arcén, ni nada. Bonita, y emocionante.
Finalmente llegamos a la población de destino, donde una abundante afluencia de visitantes, turistas o simplemente domingueros, hay muchos nacionales italianos, se pasea entre las pintorescas calles, comiendo helados y admirando los carísimos escaparates de joyas y moda de los que hablaba antes. También se puede contemplar algún lujoso yate, lo que nos recordó que recientemente pudimos ver otra película, EL LOBO DE WALL STREET (THE WOLF OF WALL STREET), en la que también aparecía esta población con un lujoso yate.
Como la tarde se fue nublando, y llevábamos todo el día caminando de una forma u otra, el regreso a Santa Margherita Ligure para coger el tren a Génova lo hicimos en barco, que es el método probablemente más rápido, aunque más caro para hacer el trayecto.
Génova ha sido tradicionalmente ciudad de comerciantes y gentes con dinero. República plutocrática durante la edad media y el renacimiento, la aristocracia comerciante, como cualquier aristocracia, ha gustado de hacer notar su poderío. Aunque en esta ocasión dependiese más de su habilidad con las finanzas que con los ejércitos. Consecuencia, se construyen palacios y se construyen ricas iglesias. Pero lo de construir ricas iglesias como demostración de poder económico es algo más tardío que la edad media. Y donde más se nota esta tendencia es en el barroco. Y el centro histórico de Génova esta plagado de iglesias, con decoraciones abigarradas, recargadas, demostración de poderío. Lo que es propio del barroco, que no es mi estilo favorito, precisamente.
Durante los días que visitamos la ciudad, coincidimos con la semana de Pascua, lo que hizo que muchas de las iglesias estuvieran abiertas durante todo el día para permitir a los fieles católicos velar la pasión de su dios. Así que no planificamos la visita de estos templos. Cuando nos encontrábamos uno entrábamos y ya está.
Probablemente el más vistoso y célebre sea la CHIESA DEL GESÙ E DEI SANTI AMBROGIO E ANDREA. Situada junto al Palazzo Ducal, será una de las más grandes y más ricas en su decoración y en sus obras artísticas.
Varias de las iglesias las visitamos durante las noches de vela del jueves y el sábado de la semana de Pascua. En otro momento cualquiera, hubieran estado cerradas a esas horas. En cualquier caso, su visita puede integrarse en la visita al conjunto del CENTRO HISTÓRICO de la ciudad. Y así, se pueden visitar las basílicas de SAN SIRO y SANTA MARIA DELLE VIGNE, así como la iglesia de SANTA MARIA DELLA MADDALENA, que da nombre a uno de los sestiere del casco antiguo de la ciudad. Aunque la que primero encontramos, con restricciones para tomar fotos, fue la de SAN MATTEO.
En las proximidades del Porto Antico, dominando desde lo alto la Piazza Banchi se entra la pequeña iglesia de SAN PIETRO IN BANCHI. Y no muy lejos de allí, subiendo por la Via San Lorenzo, se encuentra la catedral de la ciudad, uno de los pocos templos destacados de la ciudad que claramente no pertenece al barroco. Con estilo predominante gótico, la CATTEDRALE DE SAN LORENZO resulta casi modesta al lado de las recargadas basílicas más tardías.
Y si ya nos hemos salido del estilo barroco dominante en la ciudad cuando visitamos la catedral, merecerá la pena desintoxicarse de la ostentosidad de algunas de estas iglesias visitando en la Via XX Settembre la CHIESA DI SANTO STEFANO, bello templo románico, sencillo pero elegante, con sus fachada de mármol a dos colores. Y donde la tradición quiere que fuese bautizado CRISTOBAL COLÓN, quien según la mayor parte de los eruditos, era genovés. Aunque no se haya encontrado texto alguno de su puño y letra escrito con buen estilo en ninguna de las lenguas italianas. Casi todo lo escribió en castellano. Y con esto me despido de este repaso por los numerosos templos católicos genoveses.
Una de las atracciones turísticas de la ciudad de Génova que aparece en todas las guías es el ACUARIO. Parece que es una moda en los últimos tiempos esto de construir un acuario más o menos vistoso en la ciudad. O por lo menos en la cuenca del Mediterráneo. En España son varias las ciudades que se han apuntado a la moda. Barcelona, Valencia,... incluso Zaragoza con su acuario dedicado a los ríos del mundo.
Decidimos por lo tanto dedicar una buena parte de una tarde de nubes y vientecillo fresco a visitar el ACQUARIO DI GENOVA.
Por supuesto, como de costumbre, los animales más visitados y que más llaman la atención son los tiburones, delfine, focas, manatíes,... es decir los más grandes y vistosos, y que hacen cosas, o que por lo menos atraen nuestra imaginación. Por que los tiburones, a parte de nadar y comer, lo que se dice hacer, hacen poco.
Pero lo cierto es que hay muchas otras atracciones en un acuario que con frecuencia son más interesantes, e incluso estéticamente más vistosas. Todo tipo de vida animal distinta de los peces, o incluso estos, cuando llevan el colorido del trópico o de los arrecifes de coral.
Pero no es fácil hacer fotografías a los animales que podemos encontrar en un acuario. Repasemos los principales retos a los que tiene que afrontar el viajero fotógrafo.
En primer lugar, la escasa luz. Esto no siempre es así, hay ocasiones en la que la luz es razonable. Pero pocas veces puedes combinar un diafragma suficientemente cerrado para una profundidad de campo adecuado con una velocidad de obturación lo suficientemente rápida como para fijar unos seres vivos en constante movimiento, activo o pasivo. Por supuesto nada de flashes, que además de molestar a los animales, acabarían rebotando contra los gruesos cristales de las cisternas, ni de trípodes que entorpecerían el tránsito de los numerosos visitantes.
En segundo lugar, esto último, los numerosos visitantes. Especialmente en días festivos, las instalaciones del acuario pueden estar bastante concurridos. Y además es una atracción que se presta al turismo familiar, por lo que indefectiblemente habrá niños correteando, empujando, poniéndose en medio,... lo que sea. Evidentemente, una estrategia perfectamente razonable es integrar a los demás visitantes en el encuadre.
La siguiente cuestión es de naturaleza "óptica". Si normalmente podemos considerar los objetivos con los que calzamos nuestras cámara fotográficas como razonablemente buenos controlando las aberraciones que afectan a la luz desde que sale del objeto de nuestro interés hasta que llega al material sensible en el que se formará la imagen, en el caso de un acuario debemos sumar un par de medios más que van a afectar a la nitidez y la calidad de la luz. El agua misma, el grueso cristal que limita las cisternas y peceras, y el equilibrio de color de las luces artificiales o de la luz natural que atraviesa los medios anteriores. Todo ello se confabula para impedir objetos nítidos y con colores naturales.
Así que hay que tirar de imaginación e intentar aprovechar estas limitaciones para nuestro provecho, hacer de la necesidad virtud, e integrar estos efectos en la estética de nuestras fotografías. Por lo demás, en los acuarios también suele haber terrarios con reptiles, más o menos terribles, coloridos anfibios, o simpáticas aves como los pingüinos.
En cualquier caso, este es uno de esos medios en los que, realmente, el teléfono móvil, por competente que sea, poco tiene que hacer en comparación como una cámara de verdad.
En cuanto a lo que nos pareció el ACQUARIO DE GÉNOVA. Pues no está mal. Grande. Sí. Un poco aparatoso desde el exterior; una arquitectura no muy afortunada me parece a mí en lo que es la reforma del PORTO ANTICO de la capital de Liguria. Y desde mi punto de vista, un paso por detrás de los de Valencia y Barcelona, tanto en presentación como en organización. Pero majo. Es un visita que se puede incluir sin problema en una estancia de dos días en Génova. Especialmente, si se viaja con niños.
Probablemente, uno de los motivo principales de hacer esta escapada de Pascua a Italia, además de pasar un tiempo con los amigos italianos, es visitar las CINQUE TERRE. Esta es una franja de costa en la RIVIERA DE LEVANTE de la región de Liguria comprendida por cinco poblaciones. La más septentrional, MONTEROSSO AL MARE. La más meridional, RIOMAGGIORE. Entre ellas, de norte a sur, VERNAZZA, CORNIGLIA y MANAROLA.
Estas poblaciones han sido tradicionalmente de difícil acceso, aunque en la actualidad están bien comunicadas tanto por carretera como por ferrocarril. Todas ellas cuentan con estación de tren, y no es difícil moverse entre ellas con este medio de transporte. Pero su relativo aislamiento y lo escarpado del terreno han hecho que se encuentren muy bien conservadas en su aspecto tradicional, de pequeños pueblecitos encajados en los puertos naturales de la costa, o colgados sobre los acantilados que la conforman.
Además, el paisaje es privilegiado. Monte bajo mediterráneo pegado a las empinadas lomas que descienden desde las sierras cercanas hasta la misma orilla del mar. En las zonas más frescas y umbrías, encontramos vegetación más densa y boscosa, con musgos y algunos pequeños helechos de vez en cuando. En las zonas más expuestas y soleadas, vegetación más propia de ambientes áridos, con chumberas y olivos. Aquí y allá, se explotan las tierras con viñedos aterrazados en las pendientes, cruzándose el viajero con los pequeños monorrailes y los pequeños funiculares que sirven para subir y bajar los materiales y el producto de las vides. Tuvimos ocasión de probar algún vino espumoso de la región, y sin poder competir con los de otras denominaciones de origen más prestigiosas, no estaba mal, y entraba bien para refrescar a los caminantes al final del día.
Todas estas circunstancias han hecho que el Parque Natural que engloba estas poblaciones y estas sierras hayan sido declaradas PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD POR LA UNESCO, junto con Portovenere, donde no llegamos, y algunas islas de los alrededores. Y digo caminantes, porque los teóricos doce kilómetros que separan Monterosso de Riomaggiore se pueden hacer caminando por distintas rutas senderistas que cruzan la región. La más apetitosa para los turistas es la número 2, el sendero azul, que va bordeando la costa, por lo que el caminante tendrá el paisaje del Mar de Liguria acompañándole en todo momento. Esta es la ruta que elegimos hacer.
Según las informaciones que teníamos, con el fin de permitir el mantenimiento del Parque Natural y sus senderos, para atravesarlos era necesario comprar una tarjeta que, por un precio razonable te da acceso a los senderos. También hay tarjetas que funcionan como bonos diarios para la línea de ferrocarril y para las líneas de navegación que unen los pueblos. Nosotros nos planteamos llegar en tren desde Génova hasta Monterosso y luego caminar el sendero azul hasta Riomaggiore a lo largo de todo el día.
En Monterosso nos encontramos con que no había nadie en la caseta de acceso al sendero y un cartel que decía que el mismo estaba cerrado. Sin embargo, había un continuo ir y venir de gente por el mismo así que emprendimos la marcha. Lo mismo sucedió a la salida de Vernazza. Estos dos tramos, entre Monterosso y Vernazza, y entre Vernazza y Corniglia, son los más largos. Para el primero hay que contar entre hora y medio y dos horas, según el nivel físico de los caminantes y lo que te pares a hacer fotos o a curiosear por el camino. El siguiente es un poco más corto, pero también está en torno a la hora y media. No son difíciles, pero a la salida de las poblaciones suelen ser bastante empinados, incluso con escalones tallados, por lo que tanto de subida como de bajada hay que tomárselo con calma.
Los dos últimos tramos, más cortos, entre Corniglia y Manarola, y entre Manarola y Riomaggiore, considerablemente más cortos y menos empinados, definitivamente estaban cerrados. Algunos comentaban que por una mezcla de peligro de desprendimientos y por posible invasión del mar en algún punto. El mar estaba algo picado ese día. En lo que pudimos observar, más nos creemos lo de los desprendimientos que cualquier otra cosa. Supongo que durante el invierno se deterioran, y de vez en cuando los tienen que mantener. Así pues, los dos últimos tramos los hicimos en tren. Es muy barato este medio de transporte. Entre Génova y cualquiera de estos destinos cuesta aproximadamente 6,50 euros. Y entre dos de estas poblaciones contiguas es un billete de entre 1,50 y 2 euros más o menos. Como si fuera un transporte urbano. Así que para quienes no quieran darse la caminata y tampoco agobiarse con el coche es un medio de transporte perfectamente asumible. O por mar, aunque este es más inseguro por poderse cerrar el servicio en condiciones de mar muy picado.
Previmos que nos podría llegar a costar más de un día el recorrer todo el tramo. Y tal vez hubiese sido así si no hubiesen estado cerrados los tramos más al sur al caminante. Pero pudimos hacer el recorrido en un día. Si hubiésemos utilizado dos días, también nos habríamos acercado a Portovenere. Como no fue así, esta población queda para otra ocasión. Porque el día que liberamos, al final lo dedicamos a otra cosa. En cualquier caso, un destino altamente recomendable.
Nos encontramos en estas pasadas vacaciones de la semana de Pascua de 2014 con una variada oferta de exposiciones y actividades culturales para hacer. Más allá de visitar algún museillo en Génova, encontramos una variada oferta de exposiciones dedicadas a la fotografía tanto en Génova, nuestro destino principal, como en Florencia, destino eventual no planificado en primera instancia. Os contaré aquí lo que hemos visto.
El primer encuentro con una interesante exposición sobre fotografía nos lo encontramos en el PALAZZO ROSSO, uno de los tres MUSEI DE STRADA NUOVA que conforman un complejo museístico en sí mismo en la Via Garibaldi de Génova. Allí encontramos la exposición LA MAGIA DELL IMAGINE, sobre el redescubrimiento de las antiguas técnicas fotográficas por parte del GRUPO RODOLFO NAMIAS. Gomas bricromatadas, platino-paladio, cianotipos, calotipos, papel salado, oleotipias,... Reconozco que de todas estas técnicas tengo debilidad por la fabulosa gama de grises que ofrecen los procesos al platino-paladio. Pero había imágenes muy interesante obtenidas de las forma más variadas. Se podía ver incluida en el precio de entrada a los tres Musei de Strada Nuova.
El siguiente encuentro fue en la vecindad del anterior, también entre el conjunto de palacios que se agrupan en la Strada Nuova de Génova, actualmente Via Garibaldi, y que constituyen el conjunto declarado PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD POR LA UNESCO junto con el resto del ROLLI DE GENOVA. Se trataba de la exposición de FERDINANDO SCIANNA en la sala de exposiciones del PALAZZO DELLA MERIDIANA. La exposición está fundamentalmente dedicada al mundo de la infancia, bien en sus juegos y relaciones entre sí, en sus relaciones familiares, o en su participación en las tradiciones de corte religioso. La mayoría tomadas en Italia, también las hay de otras partes del mundo.
La exposición de más prestigio en estos días en Génova es la dedicada al pintor noruego EDVARD MUNCH en el PALAZZO DUCALE. Sin embargo, todos teníamos relativamente recientes viajes a la capital noruega y cierta sobrexposición a la obra de este pintor. Por lo que nos fijamos más en la retrospectiva dedicada en el mismo PALAZZO DUCALE al fotógrafo italiano GIANNI BERENGO GARDIN. Una muestra excelente dedicada a uno de los fotógrafos documentales más interesantes que ha ofrecido la península de "la bota". El fotógrafo de Santa Margherita Ligure, no lejos de Génova, un lugar que también visitaremos, comprende obra entre 1969 y 2012 con una variedad de temas, pero con gran coherencia estilística. He encargado un libro sobre la obra de este fotógrafo, que creo que merece bastante la pena.
Para visitar los anteriores eventos había que pasar necesariamente por taquilla. Pero allí mismo junto al Palazzo Ducale en la Logia degli Abati encontramos un par de exposiciones gratuitas, una titulada 1936 - USA / FUGA DELLA FAME, con fotógrafos de la FARM SECURITY ADMINISTRATION de la talla de DOROTHEA LANGE, WALKER EVANS y otros. La otra, titulada LA SPOON RIVER CONTADINA, un homenaje fotográfico a NUTO REVELLI, especialmente a sus estudios sobre los campesinos pobres, con obra de los fotógrafos BRUNO MURIALDO y PAOLA AGOSTI.
Fuera ya de Génova, en nuestro día de paseo por Florencia huyendo del tiempo lluvioso en el norte de Italia, encontramos la exposición QUESTIONI DI FAMIGLIA en el PALAZZO STROZZI, una exposición colectiva con obras fotográficas y también de vídeo, cine y otras artes visuales en la que se reflexiona sobre el significado del concepto de familia en el mundo moderno. El nombre más conocido es el de NAN GOLDIN, con sus imágenes familiares dedicadas a la infancia; pero hay otras propuestas interesantes como el intrusismo de TRISH MORRISSEY en los retratos familiares, los retratos familiares en la distancia con la webcam de JOHN CLANG, o las catástrofes familiares convertidas en cine de acción, con mucha ironía, de GUY BEN-NER, entro otros interesantes artistas.