Ayer os hablaba de forma extensa sobre la CANON EOS 100 y el equipo de objetivos y complementos que utilicé de forma prioritaria entre marzo de 1993 cuando la compré y el mes de julio de 2004, cuando la llevé de viaje por última vez. A Foix, Toulouse y los departamentos pirenaicos de la región francesa de Midi-Pyrénées.
Esta tarde, reorganizando algunas cosas en casa, me ha aparecido una cajita con diapositivas que puedo datar de septiembre de 1999. A finales de agosto de ese año había estado de vacaciones también en Francia. En la Cerdaña, en los castillo cátaros, subiendo por Carcasona y Albí hasta las gargantas del río Tarn. Un viaje que tengo que rescatar y digitalizar. Tras este viaje, me fui a pasar unos días con mi hermana, que vivía entonces en Peñíscola. Desde allí hicimos una excursión al MUSEO DEL FERROCARRIL DE VILLANUEVA Y LA GELTRÚ y a SITGES. Creía que estas diapositivas sí que las tenía localizadas y digitalizadas en su totalidad. Al menos las que merecía la pena. Pero he encontrado esta cajita con algunas más de aquella excursión y otras del viaje de vuelta en tren a Zaragoza. Y un simpático recuerdo. Una fotografía de los participantes en el cursillo de tenis de aquel mes de septiembre en el CENTRO DEPORTIVO MUNICIPAL DE LA GRANJA.
Se han confirmado los malos augurios. Tengo que adelantar el final de mi viaje. Hoy es lunes, mañana martes cogerés una combinación de aviones desde COPENHAGUE a BARCELONA, vía OSLO, pesada pero conveniente. No había mucha más opciones. Mucha gente viaja y llena los aviones en estos días de verano. Pero entretanto queda una tarde que pasar en tierras suecas.
Puesto que las tormentas están siendo abundantes en el entorno de MALMÖ, consultamos el mapa del tiempo y optamos por desplazarnos a YSTAD, una población costera a orillas del BÁLTICO, a la que se llega tras un cómodo trayecto en tren de una hora escasa. Parece que a lo que lleguemos, allí el tiempo se habrá serenado. Así será. La tarde será muy agradable cuando lleguemos a la estación de YSTAD, junto a un gran puerto desde donde parte ferrys hacia POLONIA y la isla danesa de BORNHOLM.
Yo había oído hablar previamente de YSTAD. No soy especialmente aficionado a la novela negra y policiaca escandinava, tan de moda en los últimos tiempos, y que te produce la impresión de que tan organizado y tranquilo país como es SUECIA, es un lugar donde fluye una constante sucesión de asesinatos, investigados por una no menos interminable colección de investigadores, a cada cual más pintoresco o taciturno. El de YSTAD es WALLANDER, de cuyas aventuras no he leído ninguna, pero sí que vi algunos de los telefilmes que realizó la BBC con el protagonismo de KENNETH BRANAGH. No estaban mal.
Bueno. El caso es que no nos encontramos ningún asesinado ni ningún misterio al llegar a YSTAD. Lo que nos encontramos es un núcleo histórico muy bien preservado, con edificios muy antiguos, y con casas coloridas y muchas de ellas convenientemente adornadas con grandes plantas floreadas que crecen en los intersticios de las aceras de la ciudad. A la caída de la tarde, es un lugar tranquilo, apenas frecuentado por algún turista despistado, mientras los lugareños cenan en casa o se reúnen en los bares y cafeterías de las principales plazas y calles comerciales. Aunque los comercios propiamente dichos, cierran pronto.
Quizá el monumento más interesante de la ciudad sea el KLOSTRET o iglesia de SAN PEDRO, un conjunto eclesiástico medieval cuyo nombre popular supongo que tendrá el mismo origen que la palabra "claustro". A lo que llegamos allí, estaba ya cerrado y sólo pudimos pasear por fuera, entre los jardines que rodean los edificios medievales.
Poco más hay que decir de esta agradable y coqueta ciudad. Lo único que llegado el momento tuvimos que ir cerrando el círculo en que consistió nuestro paseo, en el que aun pudimos contemplar algunos otros edificios antiguos y algunas otras calles adornadas con flores y de casas coloridas, que muestran el excelente estado de conservación de la ciudad.
Ya sólo nos quedó volver a la estación e iniciar el retorno a MALMÖ a cenar y a comenzar las despedidas. Al día siguiente quedaba un pesado día de viaje de vuelta en que pocas ganas me quedaron de ir haiendo fotos. Hasta el próximo viaje.
Pues sí. Tormentas. Algunas del tipo fenómeno atmosférico, que azotaron el sur de Suecia este lunes; otras de tipo familiar, que se desencadenaron en la península ibérica y que me obligaron a suspender el viaje. Pero antes de eso, un paseo por LUND.
LUND es una ciudad antigua; en tiempo medievales, bajo dominio danés, la más importante de la región hasta que MALMÖ, con puerto de mar, la desplazó como núcleo político importante del lugar. Hoy en día es una coqueta y tranquila ciudad en la que destaca su antigua universidad, que durante el año le da mucho ambiente, pero que en los días de verano está más bien tranquila.
No obstante, el monumento más destacado es la catedral, de estilo románico, es decir relativamente temprana, del siglo XII, que se levanta imponente en el centro de la ciudad. Un bello reloj astronómico, una bóveda sobre el altar que nos recuerda a los mosaicos bizantinos, aunque son modernos, la cripta,... y por lo demás, la austeridad típica de los templos protestantes.
Tras la visita a la catedral, nos encaminamos hasta el estupendo jardín botánico de la ciudad, un gran parte al norte del conjunto de la catedral y la universidad, de acceso libre para todos los ciudadanos y turistas, y que constituye un lugar de esparcimiento tranquilo muy, muy agradable.
Pero lo mejor del jardín botánico, como de todos los parques de este tipo que disfrutan de instalaciones completas, son los invernaderos. Con el calor y la humedad, puede ser un suplicio pasear por ellos. Pero la belleza de las plantas tropicales, las gruesas pepitas de cacao, el pequeño terrario con anfibios exóticos,... todo hace de los invernaderos un lugar muy entretenido en interesante.
Después de la visita al jardín botánico, nos iremos a comer... y llegarán las tormentas. Todas ellas... Pero aun nos queda una etapa más que comentar de este viaje que va a terminar antes de tiempo.
A unos treinta kilómetros de MALMÖ se encuentra la península de FALSTERBO, donde se encuentran dos poblaciones adyacentes aunque diferenciadas, SKANÖR y FALSTERBO, que gozan de un alto nivel de vida, porque con su clima privilegiado, menos frío que el resto de la península escandinava y atemperado por el mar BÁLTICO, es un lugar de recreo para los suecos, de retiro para los jubilados con posibles, y donde pueden verse hermosas mansiones de todos los estilos, que evidentemente no han costado cuatro perras.
En esta península a la que se llega con el autobús de la línea 100 desde la estación central de MALMÖ en algo menos de una hora, va haciendo muchas paradas, encontramos unas hermosas playas y algunos lugares en la costa que están preservados como reserva natural por sus características botánicas y faunísticas.
Y allí nos dirigimos. En primer lugar, para airearnos dando un paseo por la playa, una playa de arena blanca muy fina. Azotada por el viento casi constantemente, en esta ocasión un viento templado y agradable, que forma dunas que son atrapadas por la vegetación y algunos bosques de coníferas que crecen sin problemas en este terreno arenoso.
Se ve una playa bastante concurrida, aunque no masificada. Y en un día relativamente cálido, dada la latitud, como ese domingo no faltaba gente. Nosotros estuvimos paseando un rato. Ahora por las dunas, ahora por la orilla del mar, ahora nos internamos por los bosques que las flanquean, en las encontramos docenas de casetas de madera para los bañistas, sin usar. Daba un poco de yuyo, así, un poco fantasmales. Pero el mal rollo se pasa pronto en cuanto sales a la orilla del BÁLTICO a respirar el aire que viene con el olor a sal del mar.
Después, caminando entre las mansiones, nos encaminamos hasta la punta más extrema de la península, donde, tras atravesar un campo de golf concurrido por señores y señoras con coches carísimos, llegamos ante un faro y hasta la zona de la reserva natural de FALSTERBO. Ninguna restricción para caminar y atravesar el campo de golf. Sólo algunas indicaciones para prevenir que te den un pelotazo. Te van avisando de dónde puede venir la pelota en cada tramo, y de cuál es el grito ante el cual te tienes que agachar y cubrirte la cabeza si lo escuchas. Tuvo su emoción.
Una vez atravesado el campo de golf, ya estas en la reserva natural. Al norte, se puede ver en el horizonte los pilares y los tensores del puente del ÖRESUND. Y al pies de las pequeñas dunas, los humedales y los bancos de arena que constituyen el conjunto hasta que se llega a mar abierto. A falta de indicaciones claras, no nos metimos entre las marismas. Pero sí observamos algunas aves acuáticas y algunas flores y frutos curiosos.
Cansados por la caminata, comimos unos bocadillos que nos hicimos con el pan y las viandas que compramos en uno de los supermercados de FALSTERBO antes de coger el autobús de MALMÖ, donde llegamos ya con luz del ocaso, es decir, tarde. Una cerveza, un pis y a la cama.
MALMÖ cuya población oficial a lo mejor no llega a la mitad de la de ZARAGOZA, en la que yo vivo. Pero tiene una oferta cultural envidiable. No sé si mayor o menor, en términos relativos o absolutos. Pero sí de gran nivel.
Esta mañana de domingo la dedicamos a recorrer algunos de los lugares emblemático. Y empezaremos por el castillo de MALMÖHUS. Antigua fortaleza danesa para protección de la ciudad de posibles ataques suecos, hanseáticos, rusos u holandeses, durante mucho tiempo cumplió como prisión, hasta que se destinó a centro cultural polivalente, que es ahora.
Polivalente, porque además de visitar las estancias y las explicaciones de cuando era prisión, contiene una colección de arte de la que sólo pudimos ver una pequeña selección.
También es sala de exposiciones, y pudimos contemplar una de fotografías de naturaleza dedicada a los anfibios, con fotografías de MAGNUS LUNDGREN. Y otra exposición con diversidad de documentos y medios audiovisuales dedicada a los movimientos feministas en suecia.
Y quizá, una de las zonas más llamativas es la dedicada a museo de historia natural, con sus correspondientes dinosaurios, y algunos dioramas muy del estilo de los de su gigantesco equivalente de NUEVA YORK, pero dedicados a la flora y fauna escandinava. En edificios adyacentes hay más oferta cultural, pero nos limitamos a lo que nos ofrecía el edificio principal.
El segundo destino en un día sol y "calor", estábamos a unos 25 o 26ºC y con viento sur cálido y despejado, es la MALMÖ KONSTHALL, una fenomenal sala de exposiciones, de gran tamaño, lo que permite instalaciones de lo más diverso, dedicada al arte contemporáneo. Tiene una librería estupenda. Pensé en comprar algo, pero también pensé que tiempo tendría de hacer compras en ESTOCOLMO. Qué equivocado estaba. Y ya empezaba a tener noticias de la posibilidad de que el viaje se tuviera que acortar. En cualquier caso, en esta ocasión pudimos contemplar obras de GUNILLA KLINBERG, especialmente lo que se puede hacer con un rodillo de los de "peinar" playas, algunos neumáticos viejos y arena. Su utilización original fue en la playa de LAGA en el PAIS VASCO español.
El siguiente paso fue dirigirnos a la sucursal en MALMÖ del MODERNA MUSEET, que ya visité hace unos años en ESTOCOLMO, y que pensaba volver unos días más tarde, cosa que no sucedió. Nuevamente, un excelente lugar para exposiciones en el que destacaban una exposición TORA VEGA HOLMSTRÖM, pintora sueca local, que desarrolló su principal actividad en la primera mitad del siglo XX, una instalación audiovisual de URSULA MAYER, y una exposición con obras de PICASSO, que no visité con mucha tranquilidad, colgado del telefóno buena parte del rato. Aunque sí que disfrutamos del filme realizado por LENE BERG que nos cuenta la historia de cómo PICASSO fue expulsado del partido comunista francés por el dibujo que hizo con ocasión de la muerte de STALIN, y que la ortodoxia del partido consideró inaceptable. Al dibujo también hay quien le ha llamado STALIN POR PICASSO O RETRATO DE MUJER CON BIGOTE. El original parece que está desaparecido. A saber qué harían con él los merluzos del aparato del partido. El caso es que el trabajo de BERG también sufrió persecución en NUEVA YORK, por otro tipo de merluzos.
Terminaremos este artículo comentando lo divertido que parece el taller que dedican en el MODERNA MUSEET de MALMÖ a los niños y adolescentes, para que empiecen desde jovencitos a comprender el arte. Y no acaben siendo como aquellos merluzos, u otros similares contemporáneos.