Teniendo en cuenta que hace tres semanas que no publico esta sección dominical en estas páginas, lo de "recomendaciones semanales" del título me suena raro. Por otra parte, dado que de esas tres semanas, casi dos de ellas he estado fuera, de viaje, en Corea del Sur, pues sí podemos considerar que el número de días activos para recopilar recomendaciones ha sido, efectivamente, aproximadamente una semana. Y las ha habido, o las he buscado.
Acompaño la entrada con fotografías mías. En esta ocasión corresponde a un carrete de Bergger Pancro 400 que expuse con la Fujifilm GS645S Wide 60 antes de ir de viaje. Los de Fujifilm se podrían ir cambiando el nombre. Parece que en 2018 nos van a dar el disgusto de finiquitar con la que puede ser la mejor película en blanco y negro de sensibilidad media-baja que existe, la Fujifilm Neopan 100 Acros. Desde luego, mi favorita. Hace tiempo que los nipones han renunciado a su compromiso con la película tradicional, salvo que sea en forma de consumibles de uso inmediato como son las cámaras y las películas de la serie Instax. Una pena. En cualquier caso, aquí estamos con una película francesa, la Pancro 400, que se ha instalado en mis preferencias a la chita callando. Salió al mercado a principios de año,... y me gusta. En las fotografías de hoy, sin embargo, por no disponer casi de tiempo cuando las revelé, utilicé un revelado desatendido en Rodinal a 1:100 durante una hora a 20 ºC que ha dejado efectos secundarios no deseados. Se aprecia algo de arrastre de bromo en algunas fotografías. Así que ya que con esta película tengo que evitar esta práctica de revelado.
En el boletín de noticia de Cultura Fotográfica de hace unas semanas me llegó una recomendación de las de siempre. De las que son válidas en todo momento y que seguro que ya ha aparecido en estas páginas. Se trata de la aportación del norteamericano William Eggleston a la fotografía artística elevando a este nivel la fotografía en color. Quizá no fue el primero. Quizá otros gusten más, y eso que Egglesto es buenísimo. Pero indudablemente fue quien impulsó el color a las galerías de arte y los museos de arte moderno como nadie lo había hecho previamente, cuando todavía se pensaba que la fotografía en color era para los aficionados y la fotografía familiar y la fotografía "seria" era en blanco y negro. Cuán equivocados están. Y cuán más difícil es el color a la hora de crear...
Durante mi viaje a Milán hace unos meses, tuve ocasión de ver fotografías del italiano Ugo Mulas en mi visita al Museo del Novecento, correspondientes a su libro "New York New York". Hace un par de semanas fue Oscar Colorado quien en una de sus pedagógicas "galerías+mini bio" nos hablaba del italiano y nos mostraba una amplia selección de imágenes que nos permite conocer y comprender la valía de este fotógrafo que se codeo con lo más granado de la escena artística de los años 60 del siglo XX.
He estado de viaje en Corea del Sur. Salí de viaje el domingo el 1 de octubre para llegar al país asiático al día siguiente, donde he permanecido hasta el 12 a las 0:55 de la mañana. Visitando Seul, Suwon, Incheon, Busan y Gyeongju. Por ello, cuando unos pocos días antes del viaje apareció en Feature Shoot este artículo sobre cómo fue antaño el pequeño país peninsular, me hizo mucha ilusión. En él se habla y se muestra el trabajo del fotógrafo coreano Han Youngsoo. Según las costumbres asiáticas, el apellido va delante del nombre. Con una estética sencilla pero eficaz, Han documentó la vida cotidiana de los coreanos tras la devastadora guerra que padecieron a los años 50. El país pasó de la pobreza a ser la cuarta economía asiática en las décadas que siguieron. Pero quedan restos de lo que fue antes de ese tremendo cambio, que sin duda ha producido desajustes en la sociedad coreana. Y el testimonio fotográfico de este fotógrafo nos permite establecer puentes entre el pasado y el presente.
Dicho lo cual, en estos días que han pasado desde que regresé a casa el día 12, he buscado algunas referencias sobre fotógrafos contemporáneos coreanos, y no me han faltado referencias. Tengo la intención de dedicar tiempo esta semana que viene a revisarlas, os las enlazaré a continuación, y quizá el domingo que viene sea un monográfico de fotografía contemporánea coreana. Del sur, claro. Quizá.
Por último, en estos primeros días de octubre ha salido publicado el número 103 de Fraction Magazine. Que curiosamente también está dedicado a fotógrafos orientales. Es curioso, Fraction Magazine tenía una edición japonesa muy interesante, desde mi punto de vista más que la americana, pero que no publica nada nuevo desde junio de 2016. Una pena. Bueno, os comento lo que más me ha interesado de este número "asiático".
The East Was Red, de la china Sheila Zhao. Fotografías antiguas chinas de la época de la Revolución cultural modificadas para eliminar los elementos propagandísticos del régimen, que sin embargo es obvio que están ahí. Visitad su página web, que tiene otras cosas muy interesantes.
Limbo, del filipino Kenji Mercado. Fotografía expresionista en blanco y negro, que muestra una época vital de indecisión y frustración. Entre el paisaje y la experiencia cotidiana.
Saori, del japonés Taro Karibe. La vida de relación en pareja desde hace seis años de un hombre de 61 años con "Saori", una "love doll", una muñeca que reproduce a tamaño real las características de una mujer, con fines de autosatisfacción sexual, pero que lleva a dar un paso más allá en este hombre solitario. Este reportaje me ha parecido tremendo, desde múltiples puntos de vista.
Después de un domingo de descanso en esta sección casi semanal debida a mi viaje por el norte de Italia y por las regiones adyacentes a la frontera germanosuiza, vengo con una nueva edición de mis recomendaciones semanales, muy asociada a este viaje. Aunque habrá alguna cosita más. Lo que pasa es que la noche de este sábado al domingo, trasnochamos mucho para ir a hacer fotografías nocturnas de la bóveda celeste. Y me daban casi las seis de la madrugada cuando me acostaba. Así que he ido todo el día como los zombis. Y además con una novedad fotográfica en la familia de la que os hablaré en unos días. Por ello, he trasladado mis recomendaciones fotográficas al lunes.
Todo ello aderezado con algunas fotografías del viaje.
En los días que estuve de viaje, los cinco primeros me alojé en Milán. En casa de unos amigos muy queridos, que me apetecía ver. En los últimos años, hemos coincidido en distintos viajes por Italia durante mis vacaciones de Pascua, pero este año no pudo ser. Así que lo he compensado haciéndoles una visita. No voy a entrar ahora en mis actividades en la ciudad "meneghina" y sus alrededores, que ya he comentado previamente. Decir que cursé visita al Museo del Novecento, situado en la Piazza del Duomo, adyacente a la majestuosa catedral milanesa. Tratándose de un museo dedicado al arte moderno y contemporánea, esperaba ver alguna muestra del arte fotográfico... pero mi gozo en un pozo. Hasta cierto punto... En las muestras de la colección permanente no había representantes de la fotografía. Pero con motivo de una exposición temporal denominada "New York, New York" sobre arte contemporáneo norteamericano, en el archivo del museo había una exposición dedicada al viaje y estancia del fotógrafo italiano Ugo Mulas, con un interesante libro de fotografías que publicó en el que nos muestra su relación con "The Factory" de Andy Warhol. Por cierto, que no me importaría hacerme con una copia de ese libro, pero sólo he encontrado de momento una, usada, es de 1967, y cuesta más de 1.100 euros. Va a ser que no.
Donde sí que pude disfrutar abundantemente de la fotografía fue en la Fotostiftung Schweiz, oficialmente Schweizerische Stiftung für die Photographie (Fundación Suiza para la Fotografía). Esta es una fundación privada, aunque colabora con los poderes públicos suizos para mantener el Fotomuseum Winterthur, museo de la fotografía de la ciudad de Winterthur, uno de los centros más prestigiosos para la conservación, el impulso y el estudio de la fotografía en Suiza y en Europa.
Voy a explicar la peripecia un poco más despacio. Cuando hace unos meses comprobé que mi Plaubel Makina 67 tenía algún problema que hacía que precisase un paso por un servicio técnico busqué y pregunté en Internet. Y hay trabe contacto virtual con una persona, un aficionado a la fotografía que yo estaba convencido era alemán. No doy sus detalles porque el es una persona muy privada y me pidió expresamente que lo mantuviese en el anonimato. De hecho, me enteré de su nombre, lo conocía por pseudónimo, cuando nos encontramos en Constanza para cenar un día. Pero resulta que no es alemán, sino suizo. Vive en Kreuzlingen, que es la ciudad fronteriza adyacente a Constanza. De hecho, cuando quedamos ese martes a cenar, vino a recogerme a la puerta del hotel caminando, porque le suponía un ligero paseo. Yo le hablé de mi interés por el museo de la fotografía de Winterthur. Y se ofreció a acompañarme. Me preguntó qué iba a hacer al día siguiente, y le hable de mi plan de coger un barco por la mañana para hacer la travesía del Rin hasta Schaffhausen y visitar las cataras del Rin (Rheinfall) en Neuhausen).
Manifestó que, si no me importaba, le gustaría acompañarme. Y así hablaríamos largo y tendido sobre fotografía. Me pareció estupendo. Esta persona es muy privada, pero he deducido que es en gran medida por timidez. Porque es absolutamente encantadora y amable. Así que tras visitar las cataratas, cogimos un tren a Winterthur. Y un poco después de las cinco de la tarde llegábamos al museo en Winterthur. Fuimos afortunados. Era miércoles. Y los miércoles el museo cierra a las 20:00 horas en lugar de las 18:00 horas, lo que nos permitía visitarlo con calma. Y encima, ese día, es gratuito. Que no es barato, habitualmente.
Tiene dos edificios, uno sería el de la fundación y el otro el del museo, aunque hay salas de exposición en ambos. Y un "bistro" muy mono, tienda-librería, etcétera, etcétera, etcétera. Bueno, y la para de trolebús más cercana se denomina "Fotozentrum". Así que no es difícil saber como ir.
Pero vamos a lo importante. Las exposiciones.
La primer que vimos fue una dedicada al fotorreportero suizo Dominic Nahr, bajo el título "Blind Spots", dedicada a lo conflictos en África que han perdido su "interés de actualidad" y permanecen como conflictos ignorados por la mayor parte de la gente y la prensa, aunque con graves consecuencias humanitarias para las poblaciones locales. Mali, Somalia, Sudán del Sur, República Centroafricana,... son algunos ejemplos.
Me gustó mucho, tanto por el compromiso del fotógrafo como por la calidad técnica y estética de la obra, con un dominio del color, de la composición y de la oportunidad excelentes.
En la segunda exposición, "Situations", nos encontramos con presencia española. Entre otros autores, ya que se trata de una colectiva, encontramos a Cristina de Middel, con un trabajo que me recordó mucho a su proyecto Party. Si en aquel partía de los textos de Libro Rojo de Mao Ze Dong para reconstruir la realidad de la población china actual, eliminando párrafos enteros y dejando algunas palabras que formaban frases totalmente fuera del contexto original, en esta ocasión este trabajo lo hace con las primeras planas de grandes periódicos. En los que además, sustituye las fotografías originales por otras cuyo contenido son gatitos, flores o brécol. El tema de la exposición es la falsedad en los mensajes de los medios de comunicación y de los políticos en el mundo actual. Eso que han llamado algunos la época de la "posverdad", no sé muy bien porque no le llaman directamente "época de las mentiras". Los mensajes se maquillan, las noticias que interesan se ocultan y se nos hace creer que vivimos en un mundo diferente. Puro Orwell. El problema es que tienen razón.
Había otros fotógrafos y autores presentando su obra sobre el mismo tema pero con distintos enfoques. Me interesó especialmente el trabajo audiovisual "Cloud Bomb Atlas" de Forensic Architecture, en el que este colectivo evalúa a partir de los vídeos tomados con los omnipresentes móviles, los puntos de impacto de los bombardeos en distintas partes del mundo, y que muchas veces llevan a lo que se llaman "daños colaterales". Es decir, muerte de civiles, a veces equipos humanitarios en hospitales y escuelas, con muerte de niños, por bombas que no necesariamente son lanzadas por los "malos". Con frecuencia son bombardeos de aquellos países que dicen defender la democracia.
Pero sin duda, la exposición estrella del momento es la dedicada al fotógrafo nortemericano Danny Lyon. Con 75 años que cuenta actualmente, todavía está en activo, desde la década de los años 60, en la que es conocido por su profunda implicación y compromiso con el movimiento de los derechos civiles, siendo un defensor destacado de la causa de las comunidades afroamericanas a través de sus fotografías, que tuvieron un impacto real en varias ocasiones. Véase el caso de las adolescentes retenidas ilegalmente conocido como Leesburg Stockade. Un caso como muchos otros que debería avergonzar profundamente a un país como Estados Unidos que en la posguerra mundial se autoproclamaba defensor de la democracia. Y no. Lyon estudió también algunos grupos de la cultura "underground", fue crítico con la guerra, allá donde se produjese, analizó y criticó los destrozos urbanísticos en Nueva York, se involucró con los grupos estudiantiles críticos con el sistema o se introdujo en las cárceles más duras del sur de los Estados Unidos. Desde mi punto de vista, un auténtico defensor de la democracia y la libertad, y un excelente fotógrafo documental. También ha realizado a lo largo de su vida varios cortometrajes.
Con respecto al viaje, no tengo más que decir. Un par de comentarios, aunque sean breves, sobre cuestiones que han surgido en estas dos semanas.
En el blog de Vantage nos hablan de cinco colectivos de fotógrafos, procedentes de centros educativos del Reino Unido, que nos comentan será interesante seguir en los próximos tiempos. Se trata de los siguientes:
Es interesante conocer lo que hace la gente más joven en el mundo de la fotografía.
Finalmente, en Believe In Film, nos hablan del saber aparentemente desaparecido con el colapso de algunas empresas que en su momento fueron importante o lo fueron todo en su campo, y en este caso en el de la fotografía. Es el caso de Eastman Kodak, empresa casi sinónimo de fotografía en otros tiempos y que hoy está convertida en una sombra de lo que fue. Sin embargo, acumuló mucha experiencia y mucho saber, que están en riesgo de desaparecer. Afortunadamente, en internet se pueden encontrar mucchos documentos. En particular nos recomiendan buscar en archive.org los documentos de Eastman Kodak, y nos ofrecen los enlaces a siete de ellos, como ejemplos de documentos de interés. Dada la naturaleza de la página que lo hace, relacionados con el mundo de la fotografía argéntica y fotoquímica. Desde luego, hay para pasarse muchas hora revisando documentos de todo tipo.