La fotografía como afición y otras artes visuales

CARLOSCARRETER.ES

Home / Essays / test

Renovando mi equipo (digital) más portable - Panasonic Lumix GX9

Estoy observando que el tiempo que puedo usar una cámara digital con cierta intensidad, que variará según el tipo de cámara y el uso al que esté destinado, viene a rondar los seis años. Puede haber excepciones por exceso, como la Canon EOS 5D Mark II, pero cierto es que es una cámara que no uso continuamente, que reservo para determinadas ocasiones. Pero en lo que es mi uso habitual, estoy en esos 6 años. Cinco si es un modelo de gama baja con limitaciones en su construcción. Seis años fue lo que aguantó con fiabilidad la Olympus OM-D E-M5 hasta que la cambié por la Panasonic Lumix G9. Todavía funciona... pero con algunos problemas de fiabilidad.

A la cámara principal de uso digital, que uso para viajes y otras circunstancias, suelo asociar otra cámara de tamaño más contenido. Cuando no puedes llevar mucho equipaje, cuando sólo puedes ir con una pequeña bolsa de bandolera, cuando quieres ser discreto,... Hace seis años, opté por la Leica D-Lux (typ 109), clon de la Panasonic Lumix LX100, como cámara secundaria. Y fue un acierto. Unos meses después me regalaron, una Panasonic Lumix GM5, muy compacta, que comparte buena parte de la electrónica con la LX100/D-Lux (typ 109), pero con objetivos intercambiables del sistema micro cuatro tercios. Eran dos soluciones posibles para un mismo uso. Según los casos he usado una u otra. Y no he acabado por preferir la una a la otra. Pero la D-Lux tiene ya seis años. Y la Lumix GM5 tiene un nivel de construcción, en plástico, por debajo del resto de las cámaras de las que hablo, y con cinco años de vida me crea algunos quebraderos de cabeza. Era hora de sustituir a ambas, con algún modelo consistente y competente. Mi mente siempre ha estado centrada en mi buena experiencia con la Panasonic Lumix GF1 de 2009. Algo por el estilo, adaptado a los tiempos, sería lo ideal. Reservando la Lumix G9 para los trabajos más duros, sobre todo en naturaleza o en condiciones climatológicas complejas. Y también para uso con objetivos grandotes.

Pero dado como está el año, con limitaciones para viajar... tampoco me he dado mucho mal. Para qué aperesurarse. Además, hace un año, con una oferta muy buena, decidí probar la opción de la cámara bolsillera, con sensor razonable grandote, pero objetivo de focal fija no intercambiable. La Fujifilm XF10 ha resultado una cámara que da una calidad de imagen buena, que tendría cierto sentido para cierto estilo de fotografía de reportaje, pero que viene penalizada por una ergonomía y una lentitud desastrosas. Me costó muy económica por lo que el roto no es muy grande. Y la seguiré usando en determinadas situaciones. Pero carece de la versatilidad de las anteriores, aunque su amplio sensor APS-C y sus 24 megapíxeles garanticen unas fotos de buen calidad si las circunstancias lo permiten. No es una solución. Puede ser un complemento, pero no una solución. Quizá si fuera un poco más rápida, con una focal de 35-40 mm... pero Fujifilm hace la X100 (V en la actualidad) y no va a competir contra sí misma, cuando esta última la cobra y se la compran a 1400 o 1500 euros.

Cuando compré la Lumix G9... no estaba muy interesado en esa cámara. Estaba esperando la heredera de la Lumix GX8, una cámara de gama alta en construcción y prestaciones dentro de la gama de Panasonic, pero con un tamaño contenido y orientado al reportaje. Pero su sucesora, la GX9 vino con algunos inconvenientes. El primero, que frente a la E-M5 o a la G9, no está protegida contra la lluvia y otras inclemencias de la intemperie. Otro inconveniente es que es realmente recogido, más que la GX8, y no se equilibra bien con objetivos consistentes como el Olympus M.Zuiko Digital 12-40/2,8 Pro. Mis experiencias en viajes con la Lumix G9 muestran que mereció la pena optar por esta cámara aunque fuera mucho más grande y con prestaciones por encima de lo que yo necesitaba. Pero las tormentas intensas en Roma, las lluvias en los Alpes en Chamonix, las montañas de Huangshan, las altas humedades en Hangzhou o en Kansai, o la amenaza constante de los aerosoles de las aguas del mar en las costas de Ise... entre otros, han mostrado que es una buena cámara principal para los viajes. Estando bien equilibrada cuando le pones el 12-40/2,8, el 35-100/2,8, con o sin los filtros del sistema Lee 100. Y puede durar bastante tiempo.

En estas reflexiones estaba cuando me surgió la posibilidad de comprar hace unas semanas una Panasonic Lumix GX9 por un precio... al 60 % de lo que costaba cuando salió nueva y entre 200 y 300 euros de lo que cuesta en estos momentos habitualmente. Acompañada del pequeño G Vario 12-32/3,5-5,6 OIS, del que ya tengo uno, aunque no va muy bien por un golpe. Dado que el ahorro obligado de los tiempos de la Covid-19 mejoró mucho mi capacidad económica... Me la agencié. Ya tengo la sustituta a la D-LUX/GM5, aunque es algo más grande, y desde muchos puntos de vista se compara con mi querida Lumix GF1, pero con adaptaciones a la modernidad que la hacen mucho más interesante. De entrada, tiene un excelente visor electrónico orientable incorporado.

La calidad de la imagen era sabida desde el principio. Sus tripas electrónicas son muy muy muy similares a la Lumix G9. No es tan rápida... pero en lo que se refiere a la calidad de los archivos de imagen, ambas cámaras son probablemente indistinguibles. Lo cual también es una ventaja de cara a ser usadas conjuntamente, aumentando la congruencia del conjunto de fotografías. Muy ligera, discreta y portable con los objetivos de focal fija, va de maravilla con los Summilux 14/1,7 ASPH, G 20/1,7 ASPH u Olympus 45/1,8. El Olympus 12-40/2,8 es usable, pero el peso del objetivo desequilibra un poco su uso. No es agradable. Curiosamente, el G Vario 35-100/2,8 Power OIS II, menos pesado que el zoom de Olympus, sí que resulta razonablemente equilibrado, a pesar de su tamaño. Aunque ya digo, su vocación es la de cámara discreta con una focal fija. Después de haber tenido ocasión de probar ambas, por muy bonita que sea la Fujifilm X100V, con la GX9 obtengo una funcionalidad muy similar por casi un tercio de su precio, teniendo en cuenta que ya tengo los objetivos precisos, y más versatil por su capacidad para cambiarlos. Sin duda.

Después de las primeras pruebas que han ido desde ir tirando con las focales fijas a distintas horas, volver a probar el 12-32/3,5-5,6, que da buenos resultados aunque tengo unas limitaciones algo enojosas como la falta de aro de enfoque, o la de salir a cazar un cometa de madrugada con el 35-100/2,8, me siento ya con la cámara como si llevara conmigo toda la vida. Y eso que todavía no la he terminado de personalizar a mi gusto. A lo largo de esta semana, haré limpieza. Retiraré a los cajones de almacenaje todo lo que queda superado con esta cámara... y empezaré a disfrutarla, esperando que llegue el momento en que podamos viajar a gusto y disfrutarla. Qué excelente cámara ciudadana va a ser. Seguro.

Hasselblad 503CX - El formato medio por excelencia

Recientemente me han prestado por un tiempo, sin prisas, no indefinido pero sin agobios, una HASSELBLAD 503CX. El sistema HASSELBLAD V ha sido durante más de 50 años el sistema fotográfico de formato medio más deseado, el que ha marcado tendencias y ha sido una referencia para muchas otras marcas. Sin compromisos de calidad, hecho para durar, totalmente modular y escalable, y acompañado por excelentes objetivos CARL ZEISS, también una referencia en términos de precisión óptica y mecánica.

La cámara está fabricada en el año 1988 y se encuentra en un estado excelente. Veamos su aspecto completa con todos los elementos necesarios para funcionar.

Hasselblad 503cx - cámara completa

Como he dicho el sistema es absolutamente modular. Es decir, se desmonta como un mecano, pudiendo intercambiar los distintos elementos que lo componen, de modo que el fotógrafo pueda adaptar el equipo a sus necesidades. La rueda de revelado se puede cambiar por una empuñadura con motor. El visor de capuchón puede ser reemplazado por un visor réflex, de 45º o 90º, con fotómetro o sin él. La pantalla de enfoque que viene de serie está bien, pero existen otras posibilidades, adaptadas a aplicaciones específicas, más brillantes, con distintas líneas grabadas, para distintos formatos de película. Todo se puede cambiar.

A continuación os muestro dos imágenes con el cuerpo de la cámara íntegro, un cubo que integra los elementos mencionados, o desmontado en sus partes. Todo este desmonte se realiza sin herramientas de ningún tipo; la única precaución que hay que tener es la de leer bien las instrucciones y no forzar ninguna pieza. Son robustas, pero siempre hay manazas con la suficiente fuerza para romper algo.

Hasselblad 503cx - cuerpo montado
Hasselblad 503cx - Cuerpo de cámara desmontado

Una parte fundamental del sistema son los objetivos, que como ya he dicho eran fabricados por CARL ZEISS. Llevan por lo tanto nombres tan emblemáticos como PLANAR, SONNAR, DISTAGON, BIOGON o TESSAR, reflejo de los distintos tipos de diseño, muchos de ellos clásicos pero válidos en la actualidad, de la marca alemana. No sé si todavía habrá unidades nuevas, ya que el sistema HASSELBLAD V dejó de fabricarse en 2013. En la página oficial de objetivos para el SISTEMA V de HASSELBLAD todavía aparecen las referencias en catálogo correspondientes a un DISTAGON 4/40, un DISTAGON 4/50, un PLANAR 3.5/100 y un SONNAR 4/150. De todos modos, se pueden encontrar muchos objetivos en buen estado de segunda mano para completar un equipo muy apañado.

De todos modos, el que viene con esta 503CX es el clásico CF PLANAR 2.8/80 T*. Los objetivo C(algo) son aquellos que llevan un obturador central integrado, permitiendo la sincronización en toda su gama de velocidades de obturación, en general hasta 1/500 s. La focal de 80 mm es equivalente a un estándar de 45 mm en el formato pequeño tradicional para película perforada de 35 mm. No obstante, dado que el formato del fotograma no es rectangular con una relación entre sus lados 3:2 sino perfectamente cuadrado, la equivalencia no es exacta, sino una aproximación.

Incluyen en su barrilete la selección de diafragma, velocidad de obturación y distancia de enfoque. Además, mediante un mando adecuado, se puede acoplar el diafragma y la velocidad de obturación, disponiendo de una escala EV (exposure values, valores de exposición), que nos permite escoger con facilidad combinaciones equivalentes para una exposición determinada. La cámara no incluye en su configuración básica fotómetro alguno. O se le instala un visor con uno incorporado, o se utiliza uno externo, o se es lo suficiente experto para estimar la exposición adecuada. Otro mando útil en el objetivo es una palanca para comprobar la profundidad de campo, que dado el tamaño del fotograma es más reducida de lo que la mayor parte de los aficionados están acostumbrados. A f/2.8 la profundidad de campo del 80 mm será equivalente a un 50 mm para formato 135 a f/1.4.

La T* nos informa que las lentes del objetivo disponen del excelente revestimiento en múltiples capas que hace que los objetivos ZEISS sean tan resistentes a las luces parásitas, tengan una transmisión muy alta de la luz y ofrezcan un contraste muy elevado.

Carl Zeiss Planar 2.8/80*
Carl Zeiss Planar 2.8/80*

Como se ve, el diafragma sólo tiene 5 palas, pero las zonas desenfocadas, el bokeh del que habla todo el mundo en la actualidad, tienen un aspecto excelente.

El tercer bloque del mecano es el respaldo con el chasis para la película. El más habitual, y el que tiene esta 503CX, es el A12, que admite carretes de película de formato 120, de los cuales obtenemos 12 exposiciones cuadradas de aproximadamente 56 mm de lado. Existen otros como el A16 que, sobre el mismo tipo de película, ofrece 16 exposiciones de 56 x 42 mm aproximadamente, o el A16S que ofrece 16 exposiciones cuadradas de 39 mm de lado aproximadamente. Aunque ya no son útiles por no encontrarse estos tipos de películas, los hay de 24 exposiciones sobre formato 220 y para película perforada de 70 mm.

Hasselblad 503cx - respaldo montado
Hasselblad 503cx - respaldo A12 desmontado

Todo está muy bien pero, ¿y qué tal para hacer fotos? Pues si uno está acostumbrado a las modernas cámaras electrónicas de imagen digital, hay que cambiar unos cuantos chips para usar con éxito este aparato. Es totalmente mecánico y no lleva ni fotómetro. Hay que acostumbrarse a la visión invertida lateralmente del visor de capuchón. Hay que tener cuidado a la hora de enhebrar correctamente la película. Hay que acordarse de dejar montado el obturador después de cada foto, accionando la palanca de avance de la película. Hay que acordarse de quitar el protector metálico del respaldo de la película porque si no no deja hacer la foto. Hay que enfocar con cuidado porque la profundidad de campo es pequeña. Y hay que acordarse de que si usamos velocidades de obturación lentas, no hay que soltar inmediatamente el botón de obturación para que no se cierre antes de tiempo el obturador secundario del cuerpo de la cámara. También convendrá disponer de un buen trípode en cuanto queramos tener profundidades de campo elevadas y tengamos que cerrar mucho el diafragma, y un cable disparador adecuado. Ah... y acostumbrarse a levantar el espejo antes de accionar el obturador para evitar trepidaciones.

Una vez que uno recuerda todo esto y alguna cosita más, es una delicia por la suavidad y la precisión de sus piezas y sus mandos. Y por el tamaño, lujoso, de sus negativos.

Mi primera experiencia fue una tarde de viernes por el Parque Grande de Zaragoza con película Kodak Tri-X en blanco y negro, sensibilidad nominal 400 ISO, índice de exposición aplicado 200 ISO. Quedé encantado. Y con varias tomas apuntando al sol del ocaso, comprobando la excelente resistencia del PLANAR a la luz frontal.

Parque Grande - prueba de Hasselblad 503cx
Parque Grande - prueba de Hasselblad 503cx
Parque Grande - prueba de Hasselblad 503cx
Parque Grande - prueba de Hasselblad 503cx

Durante esa primera prueba fui con mucho cuidado y no tuve ningún problema. Funcionó perfectamente, y las imágenes quedaron estupendas.

Unos días después la probé con negativos en color KODAK PORTRA 400. Aquí me confié y metí la pata un par de veces. Arruiné uno de los tres carretes que llevaba. Pero aun así también pude obtener unas cuantas imágenes bien realizadas de los paisajes de las trincheras restauradas de la guerra civil española en la sierra de Alcubierre.

Trincheras de Alcubierre - prueba de Hasselblad 503cx
Trincheras de Alcubierre - prueba de Hasselblad 503cx
Trincheras de Alcubierre - prueba de Hasselblad 503cx
Trincheras de Alcubierre - prueba de Hasselblad 503cx
Trincheras de Alcubierre - prueba de Hasselblad 503cx
Trincheras de Alcubierre - prueba de Hasselblad 503cx

La única limitación que tengo en estos momentos para obtener imágenes de excelente calidad intrínseca es que no hay buenos servicios de revelado en Zaragoza que ofrezcan una buena calidad de digitalización y mi escáner de sobremesa no es apto para resoluciones más allá de unos 1600 píxeles por pulgada. Lo cual da casi 12 megapíxeles que no está más, pero con un buen escáner la cosa podría aumentar mucho, mucho más. Por ejemplo, si la calidad fuese suficientemente buena a 3200 píxeles por pulgada, estaríamos hablando de casi 48 megapíxeles, y ampliaciones notables.

De momento la tengo en préstamo. Si me la llego a quedar,... ya veremos como gestionamos la cuestión, que alternativas hay.