Llegamos casi al final de año, y con una novedad anticipada ya en semanas pasadas. Ya no voy a elaborar más los tableros de Pinterest de la semana. Se me estaban acumulando muchos, más de sesenta, sin que sean prácticos una vez pasada la semana en que se recopilan. Por lo tanto, ahora tendré tableros temáticos, y todas las semanas os recomendaré uno. Desde que abrí la cuenta en Pinterest, y porque era una motivación que yo sentía entonces, abrí uno dedicado al bodegón y la naturaleza muerta, y ese es el que os dejo hoy como recomendación, porque es el más nutrido de los que tengo. Pero poco a poco habrá otros interesantes. Podéis visitar mi página en Pinterest para irlos viendo desde este mismo momento.
En cuanto a las fotografías de hoy, hace unas semanas os mostraba algunas fotografías digitalizadas a partir de copias en papel de unas vacaciones en París en el "acueducto" de la "inmaculada constitución" de diciembre de 1996. Entre ayer y hoy he estado revisando los negativos. A la espera de digitalizar alguno a alta resolución con la cámara y el objetivo macro, he hecho una digitalización previa con el escáner Epson Perfection Photo V600, para ir más rápido... o mejor dicho, para poder hacer otras cosas mientras se escaneaban. Forzando un poco la máquina, los he digitalizado a 2400 ppp, en el límite de lo razonable con este aparato (que está entre 1600 y 2400 píxeles por pulgada, siendo la mejor opción en calidad la de 1800 ppp, pero con unos archivos muy pequeños para formato pequeño de 24 x 36 mm). Con los 2400 ppp, se obtienen unos archivos de 6 megapíxeles, aunque es dudoso que la resolución del detalle fino sea mejor que con los 1800 ppp. Con esta resolución nos tenemos que conformar con 4 megapíxeles.
Visto en retrospectiva, a 20 años de distancia, aunque fue un viaje divertido del que guardo algún que otro recuerdo entrañable, la planificación fotográfica fue lamentable. Predominio de películas de 100 ISO, que con la niebla y carencia de luz obligaban a disparar con las aberturas máximas de los objetivos, que no son las mejores para vistas generales. Hice más fotografías en blanco y negro que en color, y si bien es cierto que tengo algunas razonablemente interesantes, la cosa podría haber sido mejor. Usé negativos Agfapan APX 100 y Kodak T-MAX 400, probablemente revelados con Agfa Rodinal. Ningún problema con los APX100, pero a los T-MAX 400 le sientan regular estos reveladores tradicionales, y hubiera sido mejor usar un revelador más moderno o dedicado. En cualquier caso, en la medida en que los negativos tienen buena densidad y tienen las sombras respetadas, los resultados son razonables.
Empezaremos las recomendaciones de la semana con las fotografías del británico Felice Beato, tal y como nos cuentan en ClavoArdiendo Magazine. Coincidiendo con la apertura de Japón al exterior en la era Meiji, también hubo un aumento del interés de Occidente por el País del Sol Naciente, especialmente por sus manifestaciones artísticas y culturales. Hubo un cierto movimiento de "orientalismo", que influyó en pintores modernos a partir del impresionismo. Beato abrió en 1863 un estudio fotográfico en Yokohama, ciudad que se encuentra en la misma bahía de Tokio, y allí permaneción durante 21 años. Su colección de fotografías de la época, muchas de las cuales fueron coloreadas por artistas contratados por el fotógrafo son un documento notable de una época y de una sociedad.
Otra historia relacionada con la fotografía y Japón que nos llega desde PetaPixel... este vídeo en Vimeo.
Se trata del testimonio de Russell Gackenbach, que viajando en un bombardero, "Necessary Evil", que acompañaba al "Enola Gay", capturó con su cámara privada un par de instantáneas de los primeros momentos de la explosión de la primera atómica detonada en una acción de guerra, sobre Hiroshima. Un hecho sobre el que pensado estos días viendo una serie de televisión sobre la que os hablaré dentro de unos días.
Desconozco, no recuerdo vamos, de donde me llegó el conocimiento del fotógrafo valenciano Daniel Belenguer. Este es un fotógrafo valenciano que me parece interesante in sí mismo, y cuyo portfolio, con un tono fundamentalmente documental y etnográfico, merece la pena ser revisado. Pero es que además, publica un blog, Spain Images, que me ha parecido interesante como fuente de información. Entre los artículos que publica en el mismo están aquellos agrupados bajo la categoría Balas de plata, en los que habla de fotógrafos más que notables, y entiendo que lo hace sobre la base de que son fotógrafos todavía fieles en su totalidad o en parte a los haluros de plata, y de ahí el nombre de la serie. Me he suscrito, y no será de extrañar que traiga alguna recomendación de lo que Daniel proponga. Porque os hagáis una idea, en los últimos tiempos ha hablado de gente tan interesante como Adriana Lestido, Robert Adams, o Trent Parke.
Siguiendo con las tecnologías tradicionales, en L'Oeil de la Photographie, en su edición de los fines de semanas dedicada a las fotografías de los lectores, han publicado el trabajo de Mindaugas Gabrenas, fotógrafo aficionado lituano, que trabaja con cámaras que van desde las Hasselblad hasta las fabricadas caseramente por él mismo, con todas las "imperfecciones" que eso confiere a las imágenes. Aunque como muchos fotógrafos que optan por soluciones similares hace mucho blanco y negro, también se ha atrevido con el color, mucho más difícil de controlar con este tipo de aparatos. Y desde mi punto de vista, con éxito.
Y también es difícil la fotografía estenopeica en color. En Onfilm.photo han dedicado un artículo reciente a Nils Karlson (Flickr buscar entre los álbumes los dedicados a la fotografía estenopeica o "pinhole", porque también usa otras cámaras de medio formato para película tradicional). Este fotógrafo hace fotografía estenopeica pero sobre negativo. Y ha buscado la mejor tecnología posible ya que busca conseguir imágenes lo más precisas y nítidas posibles pero sin que quede lugar a dudas de que se trata de fotografía estenopeica. Lo cual lleva a la necesidad de conseguir estenopos lo más fino posibles, con números f muy altos, y muy regulares en sus contornos. Podéis juzgar a través de sus fotografías. A mí me gustaría conseguir algo parecido, pero con las que tengo, que tienen una número f de aproximadamente f/135, para negativos entre 6 x 6 cm y 6 x 12 cm, no consigo nunca el nivel de nitidez que me gustaría conseguir. Probablemnte tendría que conseguir un estenopo que me diera un f/256 o f/512.
Termino con un repaso a las fotografías de National Geographic, pero no a las que sus fotógrafos toman por todo el mundo, sino aquellas que son realizada dentro del país que vio nacer a esta sociedad, los Estados Unidos. Lo que me gustan de estas colecciones de fotografías, es que muchas de las fotos en color realizadas en los años 40, 50, o 60 usaron material sensible Kodachrome, que da unos colores tan característicos a las imágenes. Unos colores que, aunque se puedan simular hasta cierto punto con procesos digitales, no he visto fielmente reproducidos más que con el extinto material original. Nos hablaron de ello en L'Oeil de la Photographie.
La gente de L'Oeil de la Photographie siguen sin recuperarse. Sin embargo, siendo como eran fuente de numerosas recomendaciones, parece que el número de potenciales recomendaciones que he recogido esta semana no ha disminuido gran cosa. O nada en absoluto. Igual tengo que seleccionar un poquito. De momento, os dejo con el tablero en Pinterest de la semana.
En cuanto a las fotografías acompañantes de hoy... blanco y negro en formato medio con película tradicional y algo más. Hace unos días pude comprobar que la misión de Fotógraf@s en Zaragoza para el mes de noviembre era TRENES. Durante años el "trainspotting" fotográfico, especialmente de trenes clásicos e históricos, es algo que practiqué con cierta frecuencia, e incluso tengo una página, Trenes de ayer y de hoy, que lo cierto es que no actualizo desde hace bastante tiempo. Hace seis años. Y el caso es que alguna cosilla nueva podría poner... En fin. Que me siento obligado a participar en esta misión, aunque hace tiempo que no participo en una de ellas. Por ello, el día 1 de noviembre decidí salir a por trenes. Por la mañana, con una luz horrible de niebla y poco contraste, y por la tarde, mejor de luz. En ambas ocasiones me llevé la Pentax K-S1, con dos objetivos de enfoque automático de serie Limited, el 21/3,2 y el 70/2,4. Tengo que usar más este último porque es buenísimo. El angular es más flojito aunque digno. Pero también me llevé cámaras de película tradicional. Tanto por la mañana por la tarde me llevé mi flamante Plaubel Makina 67. Por la mañana también me llevé la Holga... cuyos resultados, cuando se comparan con los de la Makina 67... dan ganas de tirarlos. Bueno... fotografías de ambiente ferroviario. Aunque todavía no me he decidido a subir ninguna foto a la misión.
Quizá una de las cuestiones de las que mas se ha comentado esta semana en el mundo de la fotografía sean las declaraciones del prestigioso fotógrafo Sebastião Salgado durante la recogido de un premio en su país natal, Brasil. En ellas, Salgado asegura que la fotografía habrá muerto dentro de 20 o 30 años... ¿La gente va a dejar de hacer fotos, aunque sean selfis con sus móviles en este periodo de tiempo? ¿Nadie va a querer inmortalizar momentos con aparatos fotográficos? Hay muchos sitios que se han hecho eco de las declaraciones. Yo os pongo los enlaces a Photolari, formado por un par de "locos" que antes trabajaban para la fenecida Quesabesde, y al siempre crítico Rafael Roa.
Si analizamos lo que realmente digo Salgado, pienso que ni él, ni yo, ni casi nadie cree realmente que la gente deje de pulsar el disparador de sus cámaras. Sean tales, sean dispositivos multifuncionales como los teléfonos móviles. A saber cómo serán dentro de 20 o 30 años. Lo que el plantea es el uso de las imágenes que se tomen. Distingue como conceptualmente distintas "imágenes" y "fotografías". Estas últimas, pensadas para ser impresas en papel, son recuerdos, declaraciones conceptuales, sociales o políticas, son construcciones estéticas. Las imágenes serían meros testimonios del aquí y ahora de las personas. Lo cierto es que eso ya está sucediendo ahora. Dejando de lado los fotógrafos profesionales o aficionados, antes la gente tenía cámaras de fotos sencillas para tomar recuerdos de sus viajes o acontecimientos, en esos sencillos álbumes con fotos en papel de tamaño postal. O aun más pequeñas. Sin embargo, ahora la imagen del móvil es un mero componente de la comunicación permanente sobre lo que hacemos en el presente. ¿Quiere esto decir que dentro de 20 o 30 años sólo se tomarán estas y ya nadie querrá hacer las "fotografías" como las piensa el maestro? Pues no sé. Ahora mismo, no sé dónde he dejado mi bola de cristal...
Robert Adams, un fotógrafo de la New Topographics, el paisaje alterado por el hombre, de los que más me gusta. Ya he hablado de él en alguna ocasión, por su riqueza conceptual, su sencillez formal y su compromiso social y medio ambiental. En el tumblelog de VUU Studio nos lo han recordado con algunas de sus fotografías nocturnas.
Otra fotógrafa, en un estilo muy distinto, que siempre me ha interesado, y que es menos conocida de lo que merecería es la húngara refugiada en EE.UU. después de 1956, Sylvia Plachy. Mucho más centrada en la gente, con una visión humanista de las personas y de la sociedad, nos la recuerdan en South x Southeast Photomagazine.
Japón es fuente de numerosos y buenos fotógrafos. Que también se caracterizan por adoptar formas y estilos propios, distintos de los de los fotógrafos occidentales, pero que también son muy diversos entre sí. Por lo tanto, proporcionan gran riqueza al mundo de la fotografía en general. En American Suburb X (ASX), siempre del lado de lo más contemporáneo, avanzado, urbano y vanguardista, nos proponen conocer las series Showa de Kazuyoshi Usui. Y lo entrevistan. Showa es el nombre de la era que se corresponde con el emperador habitualmente conocido como Hirohito (Emperador Showa al morir, y abarca desde antes de la Segunda Guerra Mundial y hasta la muerte de este. Por lo tanto, hablamos de un período turbulento y de grandes cambios para el País del Sol Naciente. Con fotografías en color intenso, y en dos series, Showa 88 y Showa 92, el fotógrafo nos introduce en las complejidades profundas de la sociedad resultante de ese complejo periodo histórico.
Mucho más tranquilo y sosegante es el trabajo Cascadia de Cody Cobb. Desde hace un par de meses estamos considerando visitar al año que viene la costa del Pacífico norteamericana. Tal vez la Columbia Británica, tal vez los estados de Washington y Oregon, incluso el norte de California,... no sabemos todavía. Pero sí que sabemos que por allí están la cordillera de las Cascadas (Cascade Range), con sus paisajes espectaculares y sus volcanes. Las fotografías que publicó Another Place Magazine nos han impulsado el deseo. Aparte de haber encargado el librito, son 10 libras más gastos de envío, que han publicado sobre el trabajo de este fotógrafo paisajista.
En los últimos días he encontrado referencias diversas, tanto en la red como en alguna revista, a la fotógrafa Laurie Simmons. La decisión de traerla a estas páginas la determinó el artículo que le dedicaron en American Photo. Fotógrafa de caracter conceptual que utiliza muñecas, maquetas u otros juguetes para reflexionar sobre diversas cuestiones, aunque fundamentalmente se centra en el mundo de la mujer. Son interesantes también los retratos.
En un estilo muy distinto, en Cada día un fotógrafo nos hablan de Stephan Zaubitzer, fotógrafo francés que tiene un estilo muy personal, de composiciones sencillas y si alaracas técnicas, pero con muy buen dominio de la luz. Me ha parecido especialmente interesante su serie arquitectónica sobre salas de cine de todo el mundo, Cinemas.
Un par de recomendaciones de carácter colectivo.
En Yorokubu, donde dentro de su tono aparentemente informal no dan puntada sin hilo, nos proponen "una nueva generación de fotógrafas españolas se abre camino en Berlín". En concreto se refieren a dos fotógrafas de menos de 30 años, Laura F. Izuzquiza y Ana Cayuela, que residen y trabajan en la capital alemana. Un ejemplo más de la fuga de talentos que abandonan esta maltratada España, sin que otros vengan a sustituirlos y a alimentarnos intelectualmente a los que nos tenemos que quedar. Tienen estilos distintos, aunque elementos generaciones comunes que se reflejan en sus respectivos trabajos. Ambas me parecen interesantes de seguir. Os dejo aquí puesto un vídeo de Izuzquiza.
Otra recomendación colectiva, esta masiva, me llega a través del tumblelog de Mira Nedyalkova, que me dirige a los 25 fotógrafos europeos con más talento del momento según Dodho Magazine. Siempre me siento escéptico ante estos listados de los "nosecuantitos" mejores "tal". Pero en cualquier caso, son puntos de partida para explorar la obra de los propuestos y decidir si te gustan y te apetece más de ellos o no. Entre los posibles españoles, solo aparece Alicia Moneva, a la que dedican un artículo, y que es una fotógrafa conceptual que sí merece la pena que sea conocida. Pero no me atrevo a decir que no haya otros igual de "best" o "más best"...
Terminaremos las recomendaciones de esta semana con los porfolios del número 92 de Fraction Magazine, que como siempre se renueva con un número nuevo a principios de mes. El principal problema de esta revista en línea es que creo que arriesga poco y que no acaba de salirse de un estilo muy determinado de fotografía. Por lo que todo lo que publica empieza a dar la sensación de "déjà vu".
Y también me ha parecido interesante el punto de vista de Ben Kilb, fotógrafo alemán que dirige su mirada hacia Oriente Medio, pero no para reflejar los desastres sociales, políticos, bélicos y humanitarios que por allí suceden, sino por las imágenes de paz y tranquilidad en los paréntesis en los que dan tregua a sus habitantes para que se relajen y vivan. Un punto de vista humanizador de unas sociedades tristemente muy deshumanizadas.