La fotografía como afición y otras artes visuales

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Entre vehículos de bomberos con una Hasselblad y película Fujicolor Pro 400H

Comenzamos el mes de noviembre con un fin de semana largo, que yo todavía alargué más cogiéndome un par de días de fiesta. Para resolver cuestiones domésticas preferentemente, pero que también me sirvieron para darme algunos amplios paseos con mis cámaras fotográficas para película tradicional. Entre ellas, una que más vio la luz en esos días fue la Hasselblad 500CM, para los rollos de formato medio en color.

Los primeros domingos de mes son gratuitos los museos municipales de Zaragoza. Entrada libre. Con frecuencia, por el que más nos gusta pasear antes de tomar un aperitivo y volver a casa a comer es el Museo Pablo Gargallo. Pero en esta ocasión teníamos un "cuerpo extraño" que introducía una variable nueva en la ecuación de dónde ir. Unos viejos amigos que viven "exiliados" en una ciudad castellana desde hace muchos años por cuestión de trabajo, adoptaron hace un tiempo a una joven señorita que ahora tiene diez años, y que es absolutamente encantadora. Por ese motivo, decidimos abandonar los museos más artísticos para buscar algo más entretenido para esas edades. Y nos fuimos al Museo del Fuego y los Bomberos, situado en el claustro del antiguo Convento de Franciscanos Mínimos y que también aloja uno de los parques de bomberos de la ciudad. Es un lugar muy agradable. Y colorido.

Yo decidí llevarme la Hasselblad 500CM con su objetivo estándar, el Carl Zeiss Planar 80/2,8 CF T*. Como película, tenía varias opciones. Por el día soleado que hacía, que repercute en la luz del claustro, supuse que un índice de exposición de 400 sería suficiente. Podía llevar alguno de los rollos de Kodak Portra 400 que tenía en el refrigerador o un rollo suelto que andaba por ahí pululando desde hace un tiempo de Fujifilm Fujicolor Pro 400H. Opté por este último. Luego comprobé que quizá hubiese sido buena idea coger alguno de los Lomography Color 800 que tengo y que recientemente probé. En algún momento, hubiera agradecido el paso extra de sensibilidad.

El rollo fue mandado a revelar a Malvarrosa Film Lab, donde hicieron un buen trabajo. En el comentario de retorno me decía que la Fujicolor Pro 400H agradece algo más de luz, pero sinceramente me gustan los tonos obtenidos. Creo que con uno o dos pasos de luz más, hubiera obtenido un aspecto agradable, de tonos para matizados, menos saturados y menos grano, pero lo cierto es que el grano que ofrece esta película a su sensibilidad nominal es perfectamente asumible, y al motivo, los coches de bomberos y otros objetos, le sientan bien unos colores más saturados y contrastados.

El principal problema lo tuve con el enfoque. Teniendo que trabajar con aperturas que van entre el f/5,6 para los motivos mejor iluminados y el f/2,8 para los más sombríos, con la escasa profundidad de campo que obtenemos con un 80 mm en formato medio, la precisión en el enfoque es fundamental. Y mi visión para la visión de cerca ya no es lo que era. No pudiendo introducir corrección dióptrica en el visor, como en mis cámaras digitales, y llevándose mal mis gafas de presbicia con la lupa de enfoque de la Hasselblad, en entornos sombríos cometo algún que otro error en el enfoque. Llevo pensando cómo resolver esto. ¿Comprar una pantalla de enfoque más brillante? ¿Entrenarme mejor,... ir más despacio? ¿Usar trípode siempre que sea posible? ¿Pasar del visor de capuchón y usar el pentaprisma, aunque aumente el volumen de la cámara al transportar?

Bueno, no os doy más la brasa, ved las imágenes y ya está. Y si queréis decir algo, soy libres. Seguiré hablando de la Hasselblad y distintos tipo de película negativa en color en fechas próximas.

Buscando el otoño en la ciudad; Canon EOS 650 con Fujicolor C200

Como viene sucediendo en los últimos años, el otoño en Zaragoza tiene un carácter bastante benigno hasta que no llega noviembre. Y aun así, aunque refresca, puede haber alguna lluvia, o levantarse algo de viento, parecen haber desaparecido las desapacibles nieblas que hace unos años llegaban por estas fechas. Pero volviendo al mes de octubre, se convierte más en una especie de segunda primavera. O el veratoño, que dicen algunos.

Una de las consecuencias es que, cuando sales a caminar por las zonas verdes de la ciudad, cuesta encontrar los colores ocres en las hojas de los árboles caducifolios. Las hojas permanecen verdes, quizá con una tendencia hacia el amarillo, pero rara vez aparecen los colores más cálidos y más intensos. Luego, en cuento llega el tiempo más fresco, y se levanta el viento, las hojas caen directamente sin haber recorrido todo el espectro cromático que nos gusta a los fotógrafos.

Aprovechando las temperaturas benignas, durante los fines de semana de octubre y el puente del primero de noviembre, realicé una serie de paseos por las zonas verdes de la ciudad "armado" con cámaras para película tradicional y distintos tipos de película negativa en color. De esta forma, poder tener al final un recorrido por los distintos matices cromáticos que cada una de estas películas pueden proporcionar a nuestras fotografías.

Las que hoy os muestro, junto con las que aparecieron en la entrada de mi Cuaderno de ruta del pasado domingo, están realizadas con la Canon EOS 650 calzada con el objetivo estándar EF 50/1,4 USM. Un objetivo curiosamente poco apreciado por algunos "sabios", y que a mí me parece un objetivo muy digno para su precio. Probablemente, a su apertura más abierta f/1,4, no pueda ser comparable a los modernos 50/1,4 de diseño telecéntrico, con aubundancia de elementos ópticos, grandísimos y carísimos. Estamos hablando de los 300 y poco euros que me costó este objetivo frente a los más baratos, de Sigma, que doblan este precio. Y no digamos los más de 1000 euros para los objetivos de marca más prestigiosa. Pero a aperturas medias... me cuesta entender que la inmensa mayoría de la gente encuentre alguna diferencia.

Como material sensible, la muy modesta Fujifilm Fujicolor C200, una de las películas negativas en color más baratas del mercado, que sin embargo da buenos resultados con tal de que seas un poco fino al exponer sus fotogramas, poniendo especial interés en no subexponer. Sus tonos me parecen adecuados para un uso polivalente, pero en especial para paisajes sutiles, sin estridencias en los colores.

La última del lote "lomográfico"; Lomography Color 800 con Hasselblad 500CM

Ya comenté en mis artículos sobre la Berlin y la Potsdam de Lomography que recibí estas películas en un lote de regalo durante el mes de septiembre. De momento, probé las dos películas en blanco y negro, con resultados satisfactorios en cuanto a calidad de este material sensible, pero con escepticismo sobre un uso futuro, por los elevados precios de las mismas. Bien es cierto que aun me quedan unos cuantos carretes de ambas. Pero con estas películas en blanco y negro venía también un pack de tres rollos de formato 120 de la película Lomography Color 800, que tampoco había probado nunca.

El último fin de semana de octubre, un sábado por la tarde, con la luz ya atenuándose, salí a pasear por el casco histórico de Zaragoza con la Hasselblad 500CM calzada con el Carl Zeiss Planar 80/2,8 CF T* y un rollo de Lomography Color 800. Las umbrías calles de la parte más antigua de la ciudad en las últimas horas de la tarde me parecían una buena ocasión para probar una película de alta sensibilidad. Y por otro lado, las temperaturas eran muy benignas todavía en esos días, por lo que era agradable el caminar con la cámara por esas calles.

El rollo de ISO 800 lo mandé a continuación a revelar a Carmencita Film Lab, junto con otros carretes de película expuestos durante el mes de octubre de los que hablaré en otro momento. Pero los resultados se han esperar, no por culpa de los "carmencitos", sino porque durante estas semanas atrás los servicios de correos de este país han funcionado con mucha lentitud por culpa de la sobrecarga debida al estúpido proceso electoral al que la irresponsabilidad de los partidos políticos nos sometió hace unos días.

Volvemos a lo de siempre. Desde hace años, muchos años, asocio la marca Lomography a productos excesivamente caros para una calidad excesivamente baja. Sucede con la práctica totalidad de sus cámaras fotográficas. El modelo de negocio es claro. Fabrico barato, pero vendo caro porque es "cool", es "guay", lo hacen los "hipsters", es un modelo de "libertad"... y mucha gente, especialmente jóvenes sin conocimiento previo con la fotografía tradicional con película creen que lo suyo es la imagen poco nítida, con colores exagerados, con viñeteados enormes, con marcas de pelos y polvo, es lo que era. Y no. Lomo era una marca de cámaras soviéticas conocida por ser copia de marcas occidentales o japonesas, pero con escasos controles de calidad que provocaban una imagen de escasa calidad y con defectos y aberraciones excesivas. Evidentemente, eso se puede usar legítimamente como una herramienta expresiva. Pero no justifica los precios ni la expectación.

Sin embargo, reconozco que las dos película en blanco y negro mencionadas a principio del artículo no están mal, aunque son excesivamente caras para lo que ofrecen. Se puede hacer fotografía en blanco y negro de buena calidad con mucho menos dinero. La Lomography Color 800 no sé quien se las fabrica. Hay dos fabricantes, que yo sepa, comercializando película de ISO 800. Lomography no fabrica; vende productos fabricados por otros bajo su marca. Esos dos fabricantes son Kodak, con su Portra 800, y Fujifilm, con su Superia X-Tra 800, aunque también se puede encontrar con otras denominaciones, como Superia Venus 800, o simplemente como Fujicolor 800 en sus cámaras de un solo uso. Pero no parece ser ninguna de esas denominaciones. La Cinestill 800T es originalmente película de cien fabricada por Kodak. Definitivamente no tengo ni idea de quien fabrica esta película.

Pero la cuestión es que está bien. Los colores están bien, el granulado con el que han venido, teniendo en cuenta que son negativos de 56 x 56 mm, también es muy discreto, las fotos han resultado nítidas... la verdad es que apetece usarla en más ocasiones. Las muestras que pongo aquí pueden tener algún problema de nitidez, pero son problemas de enfoque debidos a que mi vista ya no es la que era y la luz era relativamente escasa, lo cual empeora el problema. Es más difícil enfocar el formato medio que otros formatos más pequeños. Pero ¿a qué coste?. Unos 20 euros el "pack" de tres rollos de formato 120. En este caso es más barato que otras opciones. Creo que Fujifilm no ofrece su película de ISO 800 en formato medio, y como no siempre es fácil encontrar el de 35 mm, suele ser caro. Y las Portra 800 es posible encontrarlas a poco más de 10 euros el rollo, pero es más frecuente que sean rondando los 15 euros. Las Cinestill 800T también superan los 11 euros por rollo. Por lo tanto, la principal contrincante de esta Lomography Color 800 sería la Kodak Portra 400 forzada un paso... Mmmm... esta película de Lomography sí que es una opción a tener en cuenta en función de su calidad y su precio. A pesar de que sea Lomography. Anotado queda.

Un problema que tengo con determinadas marcas es que el último fotograma de los 12 que produce la Hasselblad en un rollo de formato 120 me aparece cortado.

Caminando con la fiel Pentax MX y película Ilford FP4 Plus 125

Nada nuevo en realidad en esta ocasión. En bastantes ocasiones he traído a estas páginas tanto la cámara Pentax MX como la película Ilford FP4 Plus 125. Juntas o con otras combinaciones de cámara y película. Ambos son dos productos fiables, que permiten realizar una fotografía de un modo tradicional, como se ha hecho durante décadas de forma eficaz.

Un recordatorio para quienes no estén al tanto. La Pentax MX es una cámara de los años setenta del siglo XX, de funcionamiento absolutamente mecánico, una de las que inauguraron la serie M de Pentax, cámaras de pequeño tamaño pero muy fiables. La MX tuvo aspiraciones profesionales, y realmente estaba construida sólidamente. Ya he mencionado la fiabilidad varias veces. Admitía el cambio del cristal de enfoque, así como la colocación de un motor para el avance de la película. Aparte de este, la única electrónica de la cámara es la del fotómetro, de medición ponderada al centro, y que sigue funcionando cuarenta años después sin ningún problema. La cámara puede funcionar sin pilas, en todas sus velocidades de obturación, midiendo la luz con un fotómetro externo o estimando a "ojímetro" la exposición.

La FP4 Plus 125 de Ilford es una película con una sensibilidad, evidentemente, de ISO 125, lo cual antaño se consideraba una sensibilidad media, hoy en día, baja. De tecnología tradicional, grano cúbico, tiene gran tolerancia a los errores y se puede usar sin miedo a cometer algún error en la medición o en el revelado, que mientras no sean muy importantes, apenas se notan, que puede con todo. El grano no es tan fino como las más modernas películas de grano tabular, pero es fino y de estructura agradable. Se puede usar sin problemas a un índice de exposición de 50, rebajando el tiempo de revelado, para bajar el contraste de las escena, o a 200-250 aumentando el tiempo de revelado, para el efecto contrario, aumentar el contraste. Los resultados son buenos. Hay quien incluso empuja más arriba los índices de exposición... pero existiendo buenas películas de ISO 400 es algo que no me parece que tenga sentido, salvo que no quede más remedio.

Las fotografías de esta ocasión son el resultado de hacer ejercicio, caminatas por Zaragoza y alrededores, llevando siempre alguna cámara encima. Y lo que surja por el camino, sin más pretensiones. Un forma de entrenamiento, físico por la caminata, fotográfico por la atención al mundo que nos rodea. La cámara llevaba el SMC-M 50/1,7 con la que venía cuando la compré de segunda mano. Pero cuando ya terminé el rollo, sufrió un percance, y me temo que el objetivo va a ser baja. Ya veremos si me contento con el SMC-A 50/2 que también tengo, o me hago, siempre que encuentre una buena oferta, con un 50/1,4. El objetivo llevaba un filtro amarillo, Heliopan #8,o rojo, Helipan #25, según la conveniencia de la escena.

Datos de procesado de la película: revelador Kodak HC-110, dilución A (1 + 15), 4 minutos y 30 segundos a 20 ºC, con una agitación inicial continua de 30 segundos y cuatro inversiones del tanque revelado cada minuto a continuación. Sin más.


Tras la versión de ISO 400, Lomography Potsdam Kino 100 con Fujifilm GS645S Wide60

Ya comenté hace unos días que como consecuencia de las actividades durante mi escapada a Berlín y  Braunschweig, recibí un paquete de regalo con película fotográfica procedente de la Lomography Shop. Hace unos días comentaba mi parecer sobre la película Lomography Berlin Kino 400 en carretes de 35 mm, y hoy voy con uno de los cinco rollos de formato 120 de Lomography Potsdam Kino 100.

Este domingo pasado, aunque habían anunciado un empeoramiento del tiempo atmosférico, que no llegó hasta dos días más tarde, como hacía una mañana excelente de nubes y claros que daban una luz matizada y agradable, cargué con un rollo de Potsdam Kino 100 la Fujifilm GS645S, que acompañé de un par de filtros, el amarillo Heliopan #8 y el rojo Heliopan #25, y decidí pasear haciendo fotografías en distintas situaciones de luz y con distintos motivos.

El revelado lo he hecho según las recomendaciones incluidas en Kodak HC-110, dilución E (1 + 47), durante 6' a 20 ºC, con la tradicional agitación continua durante los primeros 30 segundos, y luego 4 inversiones tranquilas cada minuto. La digitalización de los negativos, en esta ocasión, la he realizado con el Epson Perfection V600 Photo, lo cual me sirvió para probar el nuevo software que ha proporcionado Epson con motivo del paso a los 64 bits en la nueva versión del sistema operativo OS X, a la que todavía no he actualizado dado que hay una serie de programas que no funcionan bien, y quiero asegurar un mínimo de quebraderos de cabeza antes de actualizar. El máximo razonable que puedo obtener de resolución espacial con este escáner a partir de un negativo de 6 x 4,5 (56 x 42 mm en realidad) es de unos 20 megapíxeles. Pero la verdad es que el software a mejorado mucho en rapidez y precisión, y puedo obtener archivos usables desde el primer momento, sin necesidad de procesado posterior en otro software.

Al igual que sucedió con su "hermana" de ISO 400, mis impresiones sobre la película son buenas. Puedo repetir tal cual lo que escribí para la Berlin Kino 400. La película presenta un bajo contraste, dicen que proporciona el aspecto de las película del Neuer Deutscher Film (Nuevo cine alemán) de los años 70, con una suave gradación de grises. El grano pasa en la práctica desapercibido con los negativos de formato medio, obviamente es considerablemente más discreto que la versión de ISO 400. La película es nítida. Y en este caso tengo la sensación que la sensibilidad ISO 100 declarada oficialmente es un realista. 

En cualquier caso, con el suave contraste y amplia gama de grises que proporciona la película, en ningún momento he tenido sombras empastadas ni luces bloqueadas. Dicen que la película procede de excedentes de Orwo, que fue el principal fabricante alemán de película fotográfica durante la época de la República Democrática Alemana, antes de la reunificación alemana. Dicen. También se ha anunciado recientemente que no va a ser un lote único, sino que se va a fabricar nueva película bajo esta denominación, con mejoras en la captación del detalle en sombras y luces.

La pregunta, al igual que la que me hacía hace unos días, sería... ¿estaría yo dispuesto a seguir usando esta película en un futuro? Pues sí... si tuviera un precio razonable. He mirado en la tienda Lomography, la película se vende de cinco en cinco carretes, y el precio es tal que el coste individual de cada carrete está en casi nueve euros. Más los gastos de transporte. Claramente excesivo, dado que no aporta realmente nada especial sobre otras soluciones más modernas, más capaces, con características similares y más baratas. Y que puedo encontrar con cierta facilidad en mi ciudad, sin tener que pagar gastos de transporte, como la Ilford FP4 Plus 125, que es más contrastada, pero que admite sin ningún problemas forzados de uno o dos pasos sin gran sufrimiento de los tonos oscuros. Y que sobreexponiendo un poco y revelando un poco más corto, nos permite controlar fácilmente el contraste excesivo. Y es que es lo que tiene Lomography. Que suelen vender tajo bajo a precio de "lomo" ibérico... Y aunque hacen mucho por mantener la afición a la película tradicional, la verdad es que le echan un poco de morro a la vida.