Hoy es fiesta local en Zaragoza, y dado que ayer era el día de los Oscar, retrasé un día mis recomendaciones fotográficas semanales, que en realidad vienen desde hace dos semanas, con la pretensión de que hoy sería un día tranquilo para revisarlas y escribir esta entrada. Pero no. He tenido un día más agitado de lo que pensaba.
Bueno,... haré lo que pueda con lo que tengo preparado. En cuanto a las fotos de esta semana proceden de dos días. Por un lado, del día de nieves que tuvimos a mitad de semana cuando nos llegaron los coletazos de la tormenta ártica que atravesó Europa. Por otro lado, el resultado de explorar unas vistas ferroviarias en la margen izquierda del Ebro en Zaragoza, restos todavía operativos de la antigua Compañía de los Ferrocarriles del Norte de España en forma de playa de vagones de mercancías.
Vamos allá con las recomendaciones.
En Signo editores | Numen, no sé muy bien cómo llegué a esta página, encontré un artículo dedicado al "trabajo fotográfico" de Virginia Woolf... "Trabajo fotográfico"... Veamos... Woolf fue escritora. Y lo hizo muy bien. Como para asignarle otros trabajos. El de fotógrafa, por poner un ejemplo. Aclarémonos. Woolf era una señora que desde jovencita tenía posibles y era culta, y hacía fotos. Fotos que son básicamente el típico álbum personal y familiar que cualquiera puede tomar a lo largo de su vida. Lo que pasa es que el de alguien como Virginia Woolf tiene importancia, porque sale gente. Sale gente conocida, famosa. Y documenta la vida de esta mujer que al final acabó con su propia vida. Interesante sin duda. Pero, ¿trabajo fotográfico? Si hasta fotografiaba gatitos como cualquier "instagrammer" de pro que se precie... En fin... ya sabéis lo que cantaban aquellos "Who's affraid of Virginia Woolf? Virginia Woolf? Virginia Woolf?"
En los últimos años se habla mucho de la crisis o epidemia de los opioides, como consecuencia del fuente incremento que ha experimentado la mortalidad por sobredosis de estas sustancias en Estados Unidos y Canadá. Se habla de 64 000 muertes en los EE.UU. sólo en 2016. En Time.com nos han mostrado el trabajo del excelente reportero gráfico James Nachtwey, que ha documentado ampliamente el fenómeno, con imágenes bellas, en blanco y negro, aunque de una notable crudeza algunas de ellas.
Trío de interesantes recomendaciones que nos han llegado estas semanas desde Magnum Photos, de carácter muy distintos, de distintas épocas, pero trabajos magistrales de la fotografía documental.
Retrocediendo hasta la década de los setenta, el fabuloso trabajo de Susan Meiselas documentando la vida de las chicas de Prince Street, un grupo de adolescentes de origen italoamericano, en las que Meiselas supo ver un cambio en la mentalidad de las jóvenes norteamericanas, cambios que anunciaban un papel distinto en el futuro para las mujeres.
Desde los años noventa, el matrimonio formado por Alex Webb y Rebecca Norris Webb, que ya han pasado por estas páginas en varias ocasiones, viene trabajando y documentando la vida de los cubanos en la isla caribeña. Ya he comentado que tienen visiones complementarias, mientras que Alex tiene una visión marcadamente documental, la de Rebecca, poeta de origen, tiene un carácter más lírico y conceptual.
En Lenscratch me impresionó bastante el sencillo pero potente trabajo de Donna Pinckley, una fotógrafa de Arkansas que muestra la compleja relación que tienen los norteamericanos con la cuestión de la raza. En concreto, realiza retratos en blanco y negro realizados con cámara de gran formato de parejas racialmente mixtas. Retratos que están bien, favorecedores, serenos, con sonrisas tranquilas. Pero que rotula con las frases que estas parejas se han tenido que oír de sus entornos cercanos, familiares, laborales, círculos de amigos, y que muestran el rechazo más o menos explícito, más o menos latente, que existe hacia este tipo de uniones.
El trabajo sobre los jóvenes, sobre los adolescentes, que está realizando Amy Touchette, me ha aparecido al menos dos veces en las dos últimas semanas. La primera no sé donde, sólo sé que guarde la página del trabajo en la web de la fotógrafa. La segunda en Lenscratch. Un ensayo que intenta mostrar la ambivalencia entre la infancia y la edad adulta de los adolescentes de ciudades tan diversas a priori como Nueva York, O'ahu y Tokio. Aunque lo que al final encuentra es que las semejanzas son más importantes que las diferencias.
Seguimos con adolescentes. Esta vez uno solo, Randy. Un joven que la fotógrafa holandesa Robin de Puy (instagram) encontró en una ciudad de Nevada, EE.UU. mientras recorría el país a lomos de una Harley. El chico se le quedó en la mente y regresó para conocerlo y fotografiarlo. Un joven con ciertos problemas de desarrollo y comunicación, pero que consiguió transmitir algo a la fotógrafa, que realizó un retrato psicológico notable con sus fotografías en formato medio cuadrado. Lo he visto en La mirada de Polifemo.
En un mundo cada vez más globalizado, comunicado e entrelazado, los lugares remotos producen una innegable atracción sobre la gente. Y por supuesto, sobre los fotógrafos más inquietos. Entre ellos la polaca Dominika Gesicka, que se plantó en el lugar más poblado de las islas Svalbard para una estancia de dos semanas, pero se ha quedado durante cinco años o más. Admitiendo que lo de allí, no es la vida real. Lo hemos visto en FK Magazine.
En el canal de Eīhwaz en Youtube he conocido el trabajo de la finesa Saana Wang, documentando el barrio residencial de Hujialou en Pekín. Uno de esos lugares en China que se encuentra en vertiginosa transformación constante. Lo particular del trabajo es que las personas que residen en el barrio aparecen retratadas con las máscaras y maquillajes propios de la ópera tradicional de Pekín, transformándolos en caracteres de ficción.
Para finalizar, una entrada dedicada a las cámaras fotográficas. En concreto a las diez que en Canny Cameras, un blog dedicado a la fotografía con película tradicional con cámaras económicas, consideran que han tenido una importancia trascendental para la popularización de la fotografía entre la gente. Las Kodak Brownie, las Vest Pocket, la Leica I, la Argus C3, la Polaroid Land modelo 95, y otras más recientes, que en su mayor parte no se encuentran entre la aristocracia del aparataje fotográfico, pero que se vendieron como churros y de las que salieron miles de instantáneas. A pesar de la presencia de una Leica entre las diez, un homenaje a las cámaras más modestas.
Entramos en el mes de diciembre. Mes de fiestas, mes de recapitulación de lo que ha sido un año, mes de... nostalgias, muchas veces asociadas al sentimiento de pérdida y que se mezclan con unas celebración de origen religioso en las que no creo, pero que generan un profundo chantaje emocional sobre muchas personas. Pero eso no impide que como casi todas las semanas, traiga aquí mis recomendaciones fotográficas semanales, empezando por el tablero en Pinterest correspondiente.
De momento, he decidido combatir esa sensación de nostalgia negativa con recuerdos positivos. Hace unas semanas Google anunció una nueva aplicación para teléfonos móviles, PhotoScan, que permite digitalizar copias fotográficas en papel al vuelo, con facilidad, si bien a resoluciones modestas aunque no despreciables. De una fotografía con el formato 3:2 de los tradicionales negativos de película de 35 mm te ofrece, no importa el tamaño de la copia que uses, un fichero digital en formato JPEG de aproximadamente 2000 x 1334 píxeles, es decir, poco más de 2,5 megapíxeles. Pero para determinados usos ya está bien. Y teniendo en cuenta que muchas copias fotográficas de la gente son de tamaño postal, 15 x 10 cm, más que suficiente.
Yo tengo muchas fotografías en papel archivadas en cajones, que veo poco. Ayer decidí sacar algunos sobres y comprobar las posibilidades de la aplicación. Y usé algunas fotografías de un viaje a París, que hice con una amiga hace justamente en estas fechas, en el puente de la "inmaculada constitución", hace 20 años en 1996. Allí en París estaba mi hermana trabajando de "au pair" y aprendiendo el idioma de Molière. Que se nos unió en muchos ratos. Especialmente en una visita al parque de atracciones Eurodisney, actualmente Disneyland París. Los resultados de la digitalización son diversos. Todas las fotos, en blanco y negro o en color, fueron reveladas y ampliadas por mí en el laboratorio que tenía instalado en aquella época en casa. Todas tenían margen, que a veces la aplicación interpreta correctamente y a veces no. Luego está el tema de la fidelidad del color. La aplicación es bastante fiel al color de las copias. El problema es que estas tienen una dominante cian. Que no sé si se debe a que no corregía bien el color al ampliar las copias o a que el color se ha degradado con el tiempo a pesar de haber sido preservadas protegidas de la luz. Es un problema con los negativos y las copias cromogénicas. La degradación con el tiempo. La fotos están tal y como salen de PhotoScan. Si retoques posteriores.
La muerte de Fidel Castro ha hecho correr ríos de tinta. También en el ámbito de la fotografía. Pero también ha traído a la memoria de algunos otro de los protagonistas de aquella revolución cubana que tanto ha dado que hablar, y que tanto sigue dando que hablar. No es otro que Ernesto "Che" Guevara, el aventurero argentino que tuvo un papel tan importante en la revolución. Pero aquí no vamos a hablar de política, sino de fotografía. En Oscar en Fotos, un interesante blog sobre fotografía que mantiente el mejicano Oscar Colorado, profesor de fotografía en la Universidad Panamericana en Ciudad de Méjico, se publicó un vídeo sobre el reencuadre en fotografía. Os lo dejo aquí por si os interesa.
Uno de los casos más conocidos de reencuadre en fotografía es el "Guerrillero Heroico" de Alberto Korda, famosa fotografía que se ha convertido en un símbolo de rebeldía y, paradójicamente, en un icono muy comercial que se reproduce en carteles, tazas, camisetas,... porque Korda dejó la fotografía en el dominio público al servicio de la revolución. Por lo que nunca ha visto un duro por toda esta actividad comercial. La fotografía, tomada en horizontal con una Leica M2 y un 90 mm, fue reencuadrada en vertical para eliminar un señor que se colaba en el fotograma por la izquierda y una palmera que hacía lo mismo por la derecha. Y para componer el retrato de modo que la mirada de Guevara adquiriera su máxima fuerza. En cualquier caso, el artículo remite a otro del mismo blog donde se analiza en profundidad la fotografía y se hace un repaso a la interesante carrera de Korda que fue algo más que la foto del Che.
Repasemos ahora a otros fotógrafos clásicos. Philippe Halsman está de moda por una exposición que acaba de inaugurarse en Madrid, nos comentan en Albedo Media. Retratista de muchos famosos y fotógrafo de moda, sus fotografías acogen simbolismo heredado de los surrealistas, recogen muy bien el carácter de los retratados, y suelen transmitir buen humor y ganas de vivir. Y para esto último nada mejor que referirse a su serie "Jumpology" en la que las personas retratadas aparecen saltando. Como si eso, lo de los saltos ante la cámara fuera un invento moderno de la era digital. Pues no, Halsman lo hacía, y de una forma increíble. Un obra que hay que conocer, la de Halsman.
Un fotógrafa de moda que también tuvo un estilo muy personal y que se salió por completo de los estándares de su época fue Deborah Turbeville, fotógrafa americana a pesar de un apellido tan francés. Usando tanto la fotografía propiamente dicha como el collage, sus imágenes tienen un aspecto misterioso, íntimo, sensual en ocasiones, muy femenino en general, en ocasiones en escenarios muy poco glamurosos, pero que generan fotografía muy expresivas. No la conocía, pero el artículo de L'Oeil de la Photographie de esta semana ha despertado mi interés por Turbeville.
Cuando yo comencé a interesarme por la fotografía de modo general, y empecé a comprar revistas e ira a exposiciones... entonces internet existía pero no estaba al alcance del público general, se hablaba mucho en España de los retratos de Alberto Schommer, cuyos retratos aparecía frecuentemente en los suplementos dominicales de los diarios de difusión nacional. Pero luego, durante años, parece que el interés por su obra decreció, porque hubo un lapso de tiempo en el que se oía poco hablar de él. Yo por lo menos. Schommer falleció el año pasado, y parece que eso ha hecho que despierte de nuevo el interés por su obra... o por lo menos esa impresión nos da el artículo de Hunter Art Magazine. Yo pienso que es un fotógrafo importante en la historia de la fotografía española y que hay que conocer.
No conocía yo la obra de William Christenberry, un artista polifacético que además de otras disciplinas practicó también la fotografía, siendo uno de los pionero de la fotografía en color. En PDN Online apareció un artículo necrológico por haber fallecido recientemente, que nos cuenta cómo se centró especialmente en los paisajes físicos y humanos del lugar donde nació en el profundo sur de los Estados Unidos. Me ha interesado. Especialmente porque cada vez me interesan más los pioneros de la fotografía en color como disciplina artística. Es evidente que costó su esfuerzo encontrar las vías de expresión en un medio absolutamente dominado por el blanco y negro, considerado durante décadas como la expresión fotográfica por excelencia.
Magnum Photos reorientó su página web recientemente, y últimamente está publicando artículos muy interesantes, apoyados por las fotografías de sus asociados. Que como bien sabemos, suelen ser de gran calidad. Por ejemplo esta semana ha publicado un artículo sobre "La Geografía de la Pobreza", basado en un viaje de más de 75 000 kilómetros del fotógrafo Matt Black por los Estados Unidos, documentando gráficamente el fenómeno de la pobreza en uno de los países más ricos del planeta, pero en el que las desigualdades no dejan de crecer. Quizá ahí haya que buscar algunas de las causas de lo que pasa en la política norteamericana en estos momentos. Y también en la de otros países del mundo occidental donde los populismos, muchas veces de corte peligrosamente filofascista, no dejan de crecer.
Y ahora me voy a la obra de un fotógrafo que probablemente no será excesivamente famoso. Pero que me ha parecido de lo más interesante. Un artículo sobre él apareció en Analog Magazine, y si me atrajo en un principio es porque trataba de fotografías de un viaje a Islandia, que ha sido uno de mis destinos vacacionales en este 2016. Se trata de Antonio Tilyudai, y es uno de esos fotógrafos de que sigue usando los procesos tradicionales de fotografía en película fotoquímica, incluso en situaciones donde todo el mundo pensaría en la versatilidad de la fotografía digital. Sus fotografías de Islandia, por lo menos las que nos muestran en Analog Magazine, se caracterizan por su atemporalidad, por separarse de lo que todo el mundo fotografía, y de la misma forma, en este país tan de moda entre los fotógrafos viajeros. Trabaja con gran formato, formato medio y 35 mm. Incluso película instantánea me ha parecido ver. Probablemente expuesta con la cámara de gran formato. Me ha recordado que yo hice unos carretes con película en blanco y negro con la pequeña Olympus mju-II, y que tienen más potencial que el partido que les ha sacado hasta ahora. Desde luego es la oportunidad de hacer algo diferente en medio de una lluvia de imágenes, todas muy similares.
Termino con un interesante artículo de recomendaciones que nos llega de Clavoardiendo Magazine. Regalar fotografía en estas fiestas en forma de libros. Trece propuestas que nos hacen según las preferencias de sus colaboradores, muy diversas, y algunas de ellas que me parecen muy interesantes. Probablemente todas lo sean, simplemente no estoy al tanto de los autores de algunas de ellas. Así que ya sabéis lo que podéis regalar,... o regalaros.