Esta historia se remonta al verano. A finales de agosto decidí cargar la PENTAX MX, cámara réflex mecaníca de los años 70, con un rollo de película negativa en blanco y negro ILFORD DELTA 100 PROFESSIONAL. Esta es una buena película, con algunas de las tecnologías más modernas en el desarrollo de los negativos en blanco y negro, con granos de tipo tabular. Por lo tanto, es una película que da buenos resultados recuperándose buenos detalles, permite grandes ampliaciones, con un grano poco perceptible. Sin embargo, no es una película de elección para mí que suelo buscar productos más todo terreno. Pero tenía un par de rollos en formato 135, y ya que el verano es época de luz abundante, decidí usar esta película cuya sensibilidad nominal es de 100 ISO.
La utilicé durante unos días coincidiendo con las fiestas del barrio de SAN JOSÉ de la ciudad de ZARAGOZA, y en el rollo incluía algún retrato de mi sobrino de 5 años. En principio, sin mayor problema todo ello. La sorpresa me la llevé cuando terminé el rollo. En ese momento comprobé que el fotómetro de la cámara estaba ajustado para un índice de exposición de 400. Es decir, la película habría sido subexpuesta con carácter general en torno a dos pasos de exposición. Había recibido la cuarta parte de los fotones que le correspondían para un buen resultado... Esta no es un película para esto. La información oficial de la marca nos dice que se pueden obtener buenos resultados con índices de exposición entre 50 y 200, pero no está pensada para forzarla dos pasos.
Coincidió también que por ese momento agoté mi revelador todo terreno que llevaba usando un tiempo, el R09 ONE SHOT, que tiene la misma formulación clínica que el clásico RODINAL de AGFA. Con este revelador he venido usando técnicas de revelado desatendido cuando uso cámaras clásicas sin exposímetro, y la exposición de los negativos puede tener una variabilidad excesiva. Es un revelado compensador, que no empasta las luces y saca todo el jugo posible de la sombras. Como tenía otros proyectos en marcha, dejé el negativo en barbecho, a la fresca en la nevera, y dejé para más adelante decidir qué hacer. De vez en cuando consultaba sobre el tema.
Como no revelo de forma constante, generalmente una vez al mes algún carrete en formato 135 o formato medio, no tengo gran variedad de químicos, y procuro utilizar reveladores todo terreno. Como no es fácil encontrar en ZARAGOZA (ahora imposible) reveladores con la formulación del RODINAL, opté en un momento dado por el HC-110 de KODAK. Es un revelador líquido que en su forma concentrada dura mucho tiempo, permite un uso con distintas diluciones para tiempos de revelado más o menos prolongados, con más o menos intensidad, y da buen resultado con una variedad de películas, usando diluciones a baño perdido. Pero no encontraba soluciones claras para un revelado de la DELTA 100 expuesta a 400. La opción más clara parecía ensaya el revelado desatendido o semidesatendido con este revelador.
El revelado desatendido consiste en usar el revelador muy diluido, durante mucho tiempo. En este caso entre 45 minuto y 1 hora. Se agita suavemente en los primeros 30 segundos a un minuto. Y luego se deja quieto, sin agitaciones periódicas durante el resto del tiempo. El semidesatendido es cuando a mitad del tiempo de revelado se agita suavemente con tres o cuatro inversiones. De esta forma, al estar en concentración muy baja, el revelador se agota muy pronto en las áreas muy expuestas, evitando que se sigan revelando por ausencia de reactivo durante el resto del tiempo. Mientras, en las áreas poco expuestas, el revelador sigue actuando durante todo el tiempo, afectando hasta el más mínimo grano de plata que haya podido ser excitado por los escasos fotones que le lleguen. Al final obtenemos luces poco empastadas, sombras reveladas a fondo que muestran todo el detalle que puedan tener, y un contraste moderado. La pega es que el grano puede ser más aparente que con otros métodos de revelado.
El resultado con mi carrete erróneamente expuesto ha sido como sigue. En los negativos que habían recibido una exposición algo por encima de ese índice de exposición 400 (siempre tiendo a sobreexponer para salvar las sombras) y este era más propiamente de 200, el fotograma ha sido totalmente aprovechable.
Las sombras han quedado un poquito más densas de lo habitual, con escaso detalle, pero la imagen es aprovechable.
Cuando el fotograma había recibido una exposición más propia de es índice de exposición 400, el resultado ha sido bastante peor. Carencia de detalle en las sombras y aumento muy grosero del grano en el conjunto. Realmente, no es una combinación adecuada de película, índice de exposición y revelado.
Existe una verdad inexorable. Para poder tener imagen, el negativo tiene que tener información. Si no es así, no hay milagro de la química posible que pueda salvar el asunto. La amplia tolerancia de los negativos que hace que yo tenga tendencia a la sobreexposición ha salvado buena parte del rollo, pero porque su grado de subexposición real no era de 2 pasos sino sólo de uno. Y eso está dentro de los márgenes de tolerancia de la película.
El revelador HC-110 de KODAK, que no había usado hasta recientemente, me está gustando. Los negativos de TRI-X 400 expuesta a 200 que me traje de PARÍS, en los que la medición de la luz fue cuidadosa con fotómetro de luz incidente, se han revelado sin problemas, acortando ligeramente el tiempo de exposición para conseguir un suave contraste y controlar el grano. Pero en esta ocasión he superado las posibilidades de salvar con dignidad unos cuantos de los fotogramas de la película. Así que la principal enseñanza es que hay que hacer una comprobación exhaustiva de los ajustes de la cámara cuando salimos a fotografiar, para evitar llevarse disgustos.
En cualquier caso, sí que me quedo con las ganas de probar a forzar la TRI-X, película mucho más preparada para este fin.
Hace un par de días os contaba cómo había sido que mi cámara principal en mi reciente viaje a PARÍS había sido mi nueva compacta, la LEICA D-LUX (TYP 109). Pero cuando salgo de viaje siempre voy con dos cámara. En la mayor parte de los casos, la segunda cámara es un respaldo de la principal. Por si algo va mal, para poder seguir haciendo fotografías. O si la principal es muy aparatosa o va recogida, la segunda, compacta, está a mano para seguir abierto a posibilidades fotográficas. Pero en otras ocasiones, la idea es llevar material para hacer fotos de tipos muy distintos.
Por ejemplo, en la mayor parte de la década de los noventa lleva dos cámara con película; una réflex con diapositiva en color y una compacta con negativo en blanco y negro. Pues bien, esto he hecho en esta ocasión. Me he llevado la compacta digital y una cámara "compacta" con película negativa en blanco y negro. Puesto que se puede llevar sin problemas en el bolsillo del chaquetón de abrigo, me he llevado la VOIGTLÄNDER PERKEO II con varios carretes de KODAK TRI-X 400 en formato 120. Para 12 negativos de 55 x 55 mm, aproximadamente. Disparé cuatro carretes. Bien es cierto que de uno me salieron 11 y de otro, sorprendentemente, 13. En total, 12 de promedio, 48 fotos.
Las condiciones de luz fueron durante la mayor parte del viaje un poco tristonas,... para el color. Nublado, con cielos de color gris panza de burra, con poca textura,... Pero estas condiciones implican una luz suave difusa que hace que estos negativos sean fáciles de gestionar, fáciles de digitalizar, con archivos digitales posteriores fáciles de trabajar. Con tal de no abusar de los cielos faltos de información... El principal problema en un momento dado es que la luz se hace muy escasa enseguida, con la tarde no muy avanzada; o que es muy engorrosa de usar si empieza a llover.
He de decir que en algún momento incluso me he atrevido a usarla en algún interior bien iluminado, pero sólo ha funcionado con éxito en mi visita a la MAISON LA ROCHE de la FONDATION LE CORBUSIER, donde unos magníficos ventanales orientados al norte inundaban de luz difusa buena parte del edificio. Una maravilla de luz para cualquier artista; en las casa de los maestros de la BAUHAUS en DESSAU vi concepciones similares. Como me gustaría tener un estudio con una luz así.
He de confesar que tuve un problema a la vuelta con uno de los carretes. Sin darme cuenta, no lo enrolle correctamente en la espiral de revelado antes de introducirlo en la cubeta correspondiente. Por lo tanto, algunas de las superficies de la película estaban en contacto con otras y no se han revelado correctamente. Me ha dado especialmente rabia puesto que los negativos afectados corresponden a los de la TORRE EIFFEL. La buenas condiciones de luz y el formato cuadrado me hacían presumir unos buenos resultados aprovechando el grafismo de la estructura metálica de la torre. Pero casi todos estos fotogramas se han visto afectados de una forma u otra. Os muestro los no afectados o los poco afectados.
Otra de las cuestiones que tiene esta cámara es que es lenta de manejar. Para mayor rapidez con el medio formato, tendría que haber optado con la telemétrica que me traje de NUEVA YORK, la FUJIFILM GS645S. Aquella es mucho más ágil para reportaje. El objetivo tiene una focal más angular, con mayor profundidad de campo. También es más rápida de accionamiento, tanto para avanzar la película como para cargar el obturador, que en la VOIGTLÄNDER exige dos operaciones en vez de una. Y además, con el telémetro se puede enfocar con precisión. La PERKEO II obliga a enfoca por estimación, que en condiciones de buena luz, con diafragmas de trabajo de f/8 o superiores no supone mucho problema, pero con poca luz, diafragmas abiertos, y a distancias cortas... el resultado es más azaroso. A cambio, como ya he dicho, la puedes llevar en el bolsillo del chaquetón. La FUJI tiene que ir en una bolsa o colgada del hombro o al cuello. Pero algún pinito en plan reportaje he intentado.
En definitiva, no me he traído la octava maravilla de la humanidad en fotografías en blanco y negro, pero me ha proporcionado algunos ratos de diversión fotográfica que es de lo que se trata. Este tipo de aparatos son también muy útiles, cuando viajas solo, para dar pie a conversaciones con desconocidos curiosos que se acercan y te preguntan.
En el BOULEVARD BEAUMARCHAIS, que es como la meca del comprador de material fotográfico de primera mano y de ocasión en PARÍS, me sirvió para demostrar mi interés por el formato medio en un comercio donde tenían un respaldo HASSELBLAD CFV-50C, respaldo digital con el maravilloso sensor de 50 megapíxeles de SONY que se ha puesto de moda este año en el formato medio digital. Viendo que usaba una cámara de formato medio, comentándoles que tenía en casa una HASSELBLAD 503CX funcionante, más o menos se convencieron de mi interés por el medio y me dejaron usar el respaldo montado sobre una HASSELBLAD 503CW. La pena es que no me dejaron traerme los archivos de las tres fotografías que tome. Fui lo suficientemente imprudente para incluir al vendedor en el fotograma... Si no, igual os podría enseñar las fotos que hice con ese respaldo.
En fin... todo tipo de utilidades para un chisme simpático aunque limitado. Aunque quizá en aprender a superar esas limitaciones está la gracia y la diversión. Seguiré llevándome de vez en cuando estos chismes por el mundo. Y procuraré mostraros el resultado de mis esfuerzos. De momento, me despido con una de las vistas más típicas de la capital francesa.
Pero me preguntaba en qué medida el objetivo de la pequeña PERKEO II, un COLOR-SKOPAR 80/3,5 con una fórmula similar a los afamados TESSAR de CARL ZEISS tendría realmente buen rendimiento con negativos en color. Los años en que se fabricó la cámara fueron una época en la que a nivel aficionado o doméstico dominaba el negativo en blanco y negro, y el revelado en color resultaba caro. Por lo tanto, los fabricantes no necesariamente se esforzaban en las cámaras de su segmento más doméstico en calzarles objetivos especialmente competentes en este campo. Bien es cierto que en este caso el nombre del objetivo proclamaba su competencia.
Por lo tanto, hace unos días cogí unos carretes de formato 120 y me fui con ella a dar un paseo por los alrededores del camino de MIRAFLORES en ZARAGOZA, aprovechando una tarde en la que por primera vez en el otoño había una luz que no tenía la agresividad de los días de verano.
Es una zona suburbana, propicia a practicar el paisaje alterado por el ser humano, y además próxima a una vía férrea, por lo que eventualmente se puede jugar con los elementos ferroviarios e incluso con el paso de algún convoy. Bien entendido que la PERKEO II no está pensada para la fotografía de acción precisamente.
Mi técnica habitual con los negativos KODAK PORTRA 400 es, siempre que las condiciones de luz lo permiten, exponerlos a un índice de exposición de 200, con el fin de conseguir unos tonos ligeramente más saturados, con un grano más fino. El revelado lo confié como vengo haciendo últimamente a CARMENCITA FILM LAB, pidiéndoles un digitalizado de los negativos a una resolución muy moderada. En torno a los 9 megapíxeles. No necesitaba más para los propósitos de probar el rendimiento de la cámara.
Las fotografías están expuestas en esta entrada tal como me llegaron del laboratorio, sin ninguna modificación de contraste, tono o luminosidad. Sólo una de ellas ha sido enderezada por tener el horizonte demasiado inclinado. El resultado ha sido unos negativos con un contraste suave, adecuado a las condiciones de luz, ligeramente cálidos, pero que también restituyen bastante bien el ambiente de la tarde en que se tomaron y perfectamente utilizables. Muy agradable.
Incluso me permití el lujo de pillar un tren al vuelo. Desde luego que la cámara se puede utilizar y la utilizaré con negativos en color. Todo el cuestión de buscar la situación y el momento adecuado.
Para esta semana tenía una buena colección de marcadores con recomendaciones fotográficas. Pero en estos momentos me siento "ligero". Sin muchas ganas de grandes temas, de profundas imágenes, de trascendencias diversas. Así que hoy quizá mis recomendaciones recorran terrenos más anecdóticos. A fin de cuentas, es 31 de agosto, para muchos acaban las vacaciones, ya se notaba en la afluencia del autobús urbano estos días al ir a trabajar, y tampoco es cuestión de tratar temas depresivos. Incluso las fotografías que acompañan las recomendaciones de esta semana están obtenidas en el ambiente alegre de las fiestas del barrio de SAN JOSÉ de ZARAGOZA, con algo tan tradicional en estas latitudes como es el acompañamiento a una comparsa de CABEZUDOS.
Hoy en día se nos repite en muchos medios que la profesión de fotógrafo está en crisis. Yo no soy fotógrafos de profesión. Ni siquiera me etiqueto como fotógrafo aficionado. Prefiero lo de aficionado a la fotografía, que abarca más campos y compromete a menos en cuestión de "resultados". Obviamente, para "mantener la afición" en algunos de sus aspectos, conviene y mucho que haya buenos fotógrafos profesionales que nos ofrezcan sus obras, para nuestro placer y motivación. Pero muchos de estos están quejosos. Las nuevas tecnologías digitales han hecho que cualquiera se autodenomine "fotógrafo". Incluso los que van por el mundo tirando, a veces literalmente, fotografía con el teléfono móvil y la tableta. Un fenómeno actual, novedoso. ¿Novedoso? Quizá no tanto. Si nos remontamos ha hace casi 110 años, en 1905 un tercio de los hogares norteamericanos disponían de un cámara de fotos. Popularizadas por Kodak, las sencillas cámaras domésticas y los fotógrafos aficionados eran odiados por los fotógrafos profesionales, que veían en aquellas según ellos "desenfocadas" pequeñas fotografías hechas por un cualquiera una amenaza para su noble y exclusiva profesión. ¿Os suena? Y es que como decían en GALÁCTICA, la moderna, "ALL OF THIS HAS HAPPENED BEFORE AND WILL HAPPEN AGAIN" (todo esto ha sucedido antes y sucederá otra vez).
En aquel principio del siglo XX, dominaba la fotografía en blanco y negro, como de hecho siguió sucediendo durante buena parte del siglo. La generalización de la fotografía en color es mucho más reciente de lo que mucha gente de hoy en día cree. Pero ya en ese principio de siglo se hacían pruebas con distintos procesos y se obtenían fotografías en color. Probablemente la técnica más usada en aquel momento, aunque no sobreviviese muchas décadas, fueran los autocromos. Uno de los practicantes de la técnica fue el coronel MERVYN O'GORMAN. Fue un protagonista de la PRIMERA GUERRA MUNDIAL, ya que fue ingeniero aeronáutico y muchos de sus aviones surcaron los cielos en guerra. Y también la fotografía con autocromos se usó durante la contienda. TASCHEN ha editado un libro con autocromos de la guerra que no me importaría tener. Aunque yo prefiero los retratos de estilo pictorialista que el coronel hacía de su guapa hija CHRISTINA a orillas del mar o en idílicos jardines.
La mención a los retratos playeros de CHRISTINA O'GORMAN me han recordado que durante las vacaciones de L'OEIL DE LA PHOTOGRAPHIE nos han estado proporcionando fotografías de cómo sus lectores disfrutan de su tiempo de ocio veraniego. Muchas fotografías son simpáticas, más o menos bien realizadas, pero sin más. Refrescantes. Pero también ha habido momentos para fotografías e incluso por folios interesantes. Algunos ejemplos:
Una intensa fotografíade ANAÏS ARMELLE GUIRAUD, con fondo de paisaje montañoso en lugar de playero, me llevó a conocer algo más del trabajo de esta fotógrafa francesa, que no está mal.<
Sin duda alguna, SALLY MANN marcó tendencia cuando fotografió a sus hijos en su tiempo vacacional en el profundo sur de los EE.UU. Y aunque no faltaron detractores, también ha tenido sus imitadores o seguidores. Entre estos situaría yo a INGVAR KENNE (TUMBLR), y algunas de sus fotografías de la serie FAMILJ dedicadas a sus hijos. Realizadas principalmente con técnicas tradicionales.
Y un par de los "flashazos" de un popular sitio sobre fotografía en español. Nada hay como anunciar tus fotografías como NUDE PORTRAITS para que te llueva los seguidores. Eso es lo que pensó TREVOR CHRISTENSEN. La decepción de muchos visitantes vendrá del hecho de que quien se desnuda no es el/la modelo sino el fotógrafo que realiza la foto. Y lo que registra es la reacción y el gesto de la persona que lo observa hacer el retrato en pelota picada. Simpática, irónica, y una crítica de buen gusto a alguno de los aspectos de la sociedad actual. Sin mucho más. Más sádica me parece la experiencia de PATRICK HALL que aplica una descarga eléctrica con una pistola aturdidora, supongo que a baja potencia, y filma a alta velocidad (lo que generalmente se llama "cámara lenta") la reacción de los sufridores modelos. También anecdótico, pero curioso. Y no deja de llevar implícita una crítica al uso de estos dispositivos por según que "fuerzas del orden público". Concepto confuso el de "orden público". Por lo demás,... un fotógrafo de bodas comercial, muy profesional, pero sólo interesante para quien se interese por este tipo de producto fotográfico.
En mis "paseos" por los diversos tumblrs, descubro a la fotógrafa BUNNY YEAGER, a propósito de una fotografía con SAMMY DAVIS JR. y una voluptuosa MARIA SINGER. YEAGER fue modelo en sus orígenes, y después se dedicó a la fotografía de moda, con especial dedicación a las pin-ups, tan llamativas en los años 50 y 60, con colaboraciones con revistas "para hombres". Fotografías muy sensuales, pero no carentes de calidad. Aunque hay de todo. La fotógrafa, ya anciana, falleció recientemente.
Las recomendaciones de hoy proceden de los siguientes sitios:
Os contaba ayer las características de mi nuevo equipo de formato medio para película tradicional, basado en una HASSELBLAD 500C/M.
Hoy os muestro algunos ejemplos de las fotografías realizadas con los dos carretes de prueba que el pasado jueves disparé con el nuevo equipo. No son nada de especial. Un paseo por mi circuito tradicional de pruebas de material fotográfico por la ribera del CANAL IMPERIAL DE ARAGÓN y por el PARQUE GRANDE de ZARAGOZA.
Os recuerdo que tengo dos respaldos, el A12 y el A16S, que permiten obtener respectivamente 12 exposiciones de 56 x 56 mm, y 16 exposiciones de 41 x 41 mm. Aquí los vemos secándose, para poder comparar la diferencia de tamaños.
La diferencia es notable, pero aun así, el más pequeño, el de 41 x 41 mm, tiene una superficie total que es aproximadamente el doble que el del formato tradicional de 24 x 36 mm.
Los dos carretes son de película en blanco y negro KODAK TRI-X 400, una película clásica por excelencia, que yo expongo a un índice de exposición de 200 en lugar del ISO 400 nominal, aplicando luego un revelado en Rodinal 1+50 de 9 minutos, más corto que el recomendado para ISO 400, con el fin de controlar mejor el grano y el contraste. A mí, en los días soleados de primavera y verano en ZARAGOZA me funciona muy bien esta fórmula.
Ya adelanto que la cámara y el conjunto del sistema funcionan sin problemas, y creo que el potencial es muy alto. Por lo tanto, los defectos encontrados son achacables al fotógrafo. Y los aciertos, si los hay, también, claro.
De forma cronológica, primero expuse los negativos del respaldo A12, de los que dejo a continuación unos ejemplos.
Después vinieron los negativos del respaldo A16S, que en su conjunto creo que quedaron mejor. Lo cual tiene varias explicaciones. Una, que es más difícil utilizar los formatos más grandes que los más pequeños y que la focal equivalente del DISTAGON 50/4 con el A16S, aproximadamente 38 mm, es más fácil de usar que los 28 mm del A12. Otra, que la tarde estaba más avanzada y la luz era de mejor calidad. Y finalmente, que el entorno en el que hice las fotos era más interesante. En cualquier caso os dejo los ejemplo del segundo carrete y vosotros diréis.