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Tercera semana de aislamiento social - Minox 35 GT-E + Ilford FP4 Plus 125

Cuando ya estamos metidos en la quinta semana de vigencia del estado de alarma debido a la epidemia causada por el nuevo coronavirus aparecido en China y extendido ya por todo el mundo, los virus no saben nada de ese estúpido concepto que denominamos "fronteras", tengo ya revelado y procesado el rollo de Ilford FP4 Plus 125 que expuse con la Minox 35 GT-E durante la tercera semana del estado de alarma. Os recuerdo que yo sigo yendo a trabajar, tengo una profesión sanitaria y me han considerado servicio "esencial", y por lo tanto documento lo que me encuentro en las calles mientras voy y vengo a trabajar.

Hoy no me extenderé mucho en los detalles. Os dejaré algunas fotos, pero un comentario más extenso lo pondré en mi Cuaderno de ruta. Porque será un comentario más subjetivo sobre las fotografías, que sobre técnica fotográfica, que es a lo que dedico estas páginas.

Si que diré que, como es habitual en mí, el rollo de Ilford FP4 plus 125 lo revelé en Kodak HC-110, dilución C (1+19), cinco minutos y medio a 21 ºC. Con los ritmos de agitación que uso habitualmente; 30 segundos de inversiones tranquilas del tambor de revelado al comienzo del revelado, seguidos de cuatro inversiones tranquilas cada minuto hasta llegar al final del tiempo de revelado recomendado.

La única novedad, relativa, es la digitalización de los negativos. Generalmente, cuando digitalizo con la cámara digital y el objetivo macro, me quedan bien. Razonablemente nítidos para poder usar un fichero de imagen de 15 o 16 megapíxeles. Aunque suele tener un efecto indeseable. La imagen bruta que obtenemos al digitalizar los negativos de esta forma suele tener muy poco contraste. Y para mejorar este contraste, nos vemos obligados a elevarlo en los programas de tratamiento de imagen, ocasionando como efecto secundario un aumento notable de la granulación propia del negativo. Los granos de sales de plata se hacen mucho más evidente que en los procesos físico químicos puros. Normalmente, con un tratamiento cuidados de los negativos no me suele producir especiales problemas.

Pero en esta ocasión observé en no pocos negativos una granulación realmente excesiva comparada con experiencias previas con esta película y este revelador. Y pérdidas de nitidez como consecuencia. Por ello, volví a redigitalizar los negativos con el escáner Epson Perfection V600 Photo. El resultado es una archivo inicial con el contraste mucho más ajustado a la realidad y con una granulación mucho menos evidente. Pero como contrapartida, y por las limitaciones propias del escáner, el archivo aprovechable no pasa de los 5 o 5,5 megapíxeles. Yo escaneo con el V600 a 2400 píxeles por pulgada, sabiendo que luego debo reescalar a la baja a unos 2000 píxeles por pulgada. Que por encima de esto, no hay mejora de la información. Es lo que hay. Y estas son las fotos que he utilizado para ilustrar esta entrada. De todas formas, tengo que analizar porqué me han quedado peor y con menos nitidez que en otras cosas, sabiendo que no hay ningún problema de desenfoque apreciable... Estoy mosqueado.

El fin de la libertad y el principio del aislamiento con la Olympus Pen F + Ilford HP5 Plus 400

Durante mediados de marzo, seguía yo probando las capacidades de mi reciente adquisición, la Olympus Pen F con el F.Zuiko 38/1,8. Con las películas de ISO medio-bajo, había comprobado que la cámara era capaz de ofrecer una muy razonable capacidad para obtener imágenes nítidas y limpias, a pesar del menor tamaño de negativo. Pero mi prueba con la Lomography Berlín Kino 400 me dejó un poco más mohíno. No soy de los partidarios de granos excesivamente aparentes porque sí, y aunque los resultados fueron honestos, no acabé del todo convencido.

Visitando un comercio de la ciudad, Zaragoza, vi que tenían disponibles rollos de Ilford HP5 Plus 400 de 24 exposiciones. Que con la Pen F se convierten en 48 exposiciones. Lo cual me parece un compromiso muy razonable para usar con esta cámara, más que las 72 exposiciones que ofrece un rollo de 36. Pero tenía que comprobar que calidad me ofrecía esta película con un negativo de medio formato. Así que cargué la cámara y empecé a hacer fotos, mientras me desplazaba de un lado a otros de la ciudad y mientras daba algún paseo por zonas verdes. Pero en estas... llegó el estado de alarma por la enfermedad por coronavirus, el aislamiento en domicilio y todas esas cosas. Tuve que replantearme las cosas.

Parte de las fotos del rollo están realizadas en los días inmediatos previos a la declaración del estado de alarma. El resto después. Con estas últimas decidí una cosa. Como estoy dentro de los servicios esenciales de la administración pública, he decido ir y venir a trabajar caminando siempre que pueda. Y llevar siempre una cámara encima, compacta, para ser más discreto e ir acumulando una serie de fotos sobre esta experiencia. Aunque voy cambiando de cámara para ir entreteniéndome. Tengo reveladas ya las de la segunda semana, aunque todavía no las he digitalizado. Y hace un ratito he terminado de exponer el de la tercera semana. Que revelaré el fin de semana.

Los datos de revelado de la HP5 Plus 400, expuesta a su sensibilidad nominal, y sin filtro alguno, no son ningún misterio. Los recomendados por los fabricantes. En Kodak HC-110, dilución B (1+31), 5' a 20 ºC. Digitalizados los negativos con la Panasonic Lumix G9 y el Leica DG Macro-Elmarit 45/2,8 ASPH OIS.

Los resultados... mmmm... creo que voy a probar otra cosa en cuanto pueda. La HP5 Plus tiene un contraste muy suave y una gama de grises muy amplia. Si la escena fotografiada tiene abundante contraste, quedan bastante bien. Pero si la escena es poco contrastado, en un procesado digital, cuando intento mejorar el contraste de las fotos, el grano se hace excesivamente visible. Y eso que Luminar 4 tiene buenas herramientas para minimizarlo sin perjudicar mucho la nitidez de la foto. He estado dándole vueltas a la posiblidad de usar la FP4 Plus 125 a un índice de exposición de 400, para mejorar el contraste entre la toma y el revelado, y luego tener que tocar menos el negativo al procesarlo digitalmente. Supongo que copiado en ampliadora, con cabezal de difusión, será mucho menos aparente. En cualquier caso... creo que la película idónea tal vez fuera la Kodak Tri-X 400, pero odio lo difícil que es de manejar por la escasa estabilidad dimensional que tiene su soporte. Ya os iré contando lo que pasa en las siguientes semanas del aislamiento social colectivo.

Paseos por la ciudad con Olympus Pen F + Ilford FP4 Plus 125

Me quedaba por comentar uno de los rollos de película con los que participé en la #FP4Party. El rollo que suministró mayor número de fotografías. Utilicé la Olympus Pen F con un rollo de 35 mm, lo que me proporcionó un total de 72 negativos. Mi plan con este conjunto fue llevarlo conmigo durante toda la semana deambulando por la ciudad, disparando la foto cada vez que surgiera una oportunidad. Fue una semana de tiempo benigno y luces matizadas, por lo que fue agradable hacer fotografías.

Hablaré otro día de la utilización de películas de más sensibilidad y con más grano. Pero de momento, hasta este punto seguía moviéndome con películas de sensibilidad media-baja para el pequeño tamaño de negativo, aproximadamente 17 x 24 mm, que proporciona la Olympus Pen F.

La película la expuse a su sensibilidad nominal, ISO 125. Y la revelé con una fórmula ya utilizada en otras ocasiones y que me ha generado muy buenos resultados; Kodak HC-110 dilución C (1+19), 5 minutos y 30 segundos a 21 ºC. Los negativos fueron digitalizados con la cámara digital Panasonic Lumix G9 + Leica DG Macro-Elmarit 45/2,8 ASPH OIS. El pequeño tamaño de los negativos obliga a un mayor cuidado en este proceso de digitalización, puesto que cualquier defecto en el paralelismo entre los planos de la película y el sensor o en la curvatura de la película genera con más frecuencia pérdidas de nitidez y de información. Afortunadamente, las películas de Ilford tienen una excelente estabilidad dimensional y quedan muy planas tras el secado de la película.

Los resultados son buenos. Aunque la FP4 Plus puede dar negativos contrastados, las buenas condiciones de luz que disfrutamos durante la mayor parte de la semana, especialmente entre las cuatro y las siete de la tarde, permite que la gama tonal y el contraste de la imagen final sea la adecuada sin mucho trabajo, y sin intervenciones intempestivas en el procesado digital, que suelen tener como efecto secundario un aumento de la apariencia del grano.

Tras las pruebas que he realizado, con la Ilford Pan F Plus 50con la Rollei Retro 80Scon la Lomography Berlin Kino 400 que ya he comentado, y con la Ilford HP5 Plus 400, que tengo pendiente de comentar, creo que la Ilford FP4 Plus 125 presenta el compromiso más adecuado entre calidad y sencillez de uso, con un coste razonable. Si es necesario, es una película que también se puede forzar hasta dos pasos, aunque por supuesto con un aumento de la apariencia del grano, que no tiene mayor importancia en el formato medio, como ya vimos, pero que con un negativo tan pequeño sí que será notorio.

Ilford FP4 125 a IE 400 en el Museo del Fuego y de los Bomberos

Hace tres días os contaba mi visita reciente al Museo del Fuego y de los Bomberos de Zaragoza. Y mostraba las fotografías realizadas con película negativa en color de alta sensibilidad. Pero hubo tiempo de hacer algunas fotos en con película negativa en blanco y negro, de las que estoy bastante contento. Os cuento.

En ocasiones os he hablado de una iniciativa que surge en las redes sociales, en Twitter especialmente, la #FP4Party, por la cual periódicamente se organiza una fiesta virtual con la fotografía con película Ilford FP4 Plus 125, o sus precedentes de la gama FP de Ilford si alguien tiene algún carrete caducado. Os recuerdo la dinámica.

La primera semana completa del mes, de lunes a domingo, se hacen las fotos, del 2 al 8 de marzo de 2020 en esta última edición.

La segunda semana se procede al revelado y procesado de los negativos, del 9 al 15 de marzo.

La tercera semana se dan a conocer en las redes sociales. En ello estamos actualmente, entre el 16 y el 22 de marzo.

La película se puede exponer con cualquier tipo cámara, en cualquier tipo de condiciones, y procesar como cada cual crea oportuno. Lo único que hay que respetar es el tipo de material sensible y los tiempos señalados. Yo he utilizado una diversidad de medios y condiciones. Y con este artículo os empieza a contar cómo fue.

Expuse un rollo de tipo 120 de Ilford FP4 Plus 125 con la Fujifilm GS645S Wide 60 en el Museo del Fuego y de los Bomberos. Como la luz disponible podía comprometer unos parámetros de exposición razonables a la sensibilidad nominal de la película, ISO 125, decidí subexponer algo menos de dos pasos, con un índice de exposición IE de 400, prolongando el tiempo de revelado de la película. Ya había utilizado esta película a un IE de 200 con buenos resultados.

Para medir la luz, utilicé el propio fotómetro de la cámara, haciendo las correcciones oportunas según las características de la escena, en cada caso. Este fotómetro me inspira bastante confianza. Las escenas dentro de museo, que es un antiguo claustro de un monasterio protegido por una cubierta translúcida, tienen un contraste moderado o bajo, aunque de vez en cuando se cuelan rayos de sol, por lo que puede haber algún rincón con un contraste más elevado. En principio, la idea de aumentar el tiempo de revelado me sonaba bien, para obtener un contraste más elevado en los negativos, aunque fuera a costa de aumentar el tamaño del grano.

La película la procesé en Kodak HC-110 dilución C (1+19), durante 8 minutos 30 segundos a 21 ºC, con mi ritmo de agitación habitual; 30 segundos de agitación tranquila y continua inicial, seguida de cuatro inversiones tranquilas del tambor de revelado cada minuto hasta el final del revelado. Los negativos de 56 x 42 mm los digitalicé con el escáner Epson Perfection V600 Photo, obteniendo unos archivos con 16 bits de profundidad de color de unos 20 megapíxeles.

El resultado ha sido muy satisfactorio. Los negativos tienen un buen contras, con sombras  pero no bloqueadas, y luces con cantidad de detalle. Con este tamaño de negativos y con este nivel de ampliación al digitalizar el grano no molesta nada en absoluto, apenas se aprecia salvo en zonas de iluminación uniforme. De hecho, si lo comparamos con la película Ilford HP5 Plus 400 expuesta a su sensibilidad nominal, a falta de hacer alguna prueba más para confirmar los resultados, utilizaría la FP4 Plus a IE 400 en escenas de poco contraste en las que hay que levantarlo, mientras que preferiría la HP5 Plus a su sensibilidad nominal en situaciones de mucho contraste en las que fuese conveniente mantenerlo a raya.

Como he dicho, una experiencia satisfactoria, en la que disfruté haciendo las fotografías y en las que me gusta el resultado obtenido, que habré de confirmar con alguna experiencia añadida.

Excursión al curso alto del río Martín - Canon EOS 650 + EF 24-105L IS USM + Kodak ColorPlus 200

Cuando compré hace tres años la Canon EOS 650 lo hice por un capricho "histórico". Fue la cámara que inicio la saga de las Canon EOS en 1987, por lo que cuando la compré de segunda mano por un precio ridículo para su estado de conservación y para su capacidad de hacer fotos, no tenía más intención que la de tener un aparato histórico en la colección. Ya disponía de la Canon EOS 100 si quería hacer fotos con una cámara de estas características y, teóricamente, más moderna y capaz. La cuestión es que, después de tres años, la he usado mucho más de lo que pensaba. A pesar de que tiene algunas cuestiones ergonómicas mejorables, es una cámara agradable de usar. Más que la EOS 100, que siendo más o menos del mismo tamaño, ligeramente más grande, ligeramente menos pesada, sin embargo tiene un peor agarre salvo que le ponga una extensión que no sirve para nada más que para sujetarla mejor.

Bueno, la cuestión es que la uso con frecuencia. Generalmente con objetivos de focal fija. Con el pequeño EF 40/2,8 STM es muy agradable de usar. Pero también con otros. Casi nunca la he usado con objetivos de focal variable. Hace unos días pasé un día de excursión por el curso alto del río Martín en la provincia de Teruel. Por la mañana, en los Hocinos del Pajazo, en Martín del Río, por la tarde en el parque natural de interés geológico y arqueológico de Peñas Royas, un núcleo de población dependiente del ayuntamiento de Montalbán. Como tenía la EOS 650 cargada con un carrete de Kodak ColorPlus 200, me la llevé.

La novedad en su uso es que decidí ponerle un objetivo de focal variable, el Canon EF 24-105/4L IS USM, un objetivo casi veinte años más moderno que la cámara en su comercialización, y que tiene bastante buena calidad. Me pareció que, aunque es algo voluminoso y pesado, podía serme útil en un entorno de fotografía de paisaje.

Por la mañana, en los Hocinos del Pajazo, tuvimos tiempo soleado. Quizá con una luz más intensa y dura de lo que me hubiera gustado, pero pensé que se ajustaría bien a la ColorPlus 200, una película a la que la luz le gusta más de lo que se diría para su sensibilidad ISO 200. Lo cierto es que hace tiempo que pienso que es más adecuada para usarla en situaciones similares a las de una película de ISO 100, con abundante luz, que como todoterreno, como haría suponer su sensibilidad nominal. Y lo cierto es que los resultados han sido bastante satisfactorio.

El revelado y digitalizado de los negativos es de Carmencita Film Lab. Y el trabajo que han realizado confirma dos cosas. Que las condiciones de luz eran adecuadas a la película en cuestión y que las excelentes cualidades ópticas del 24-105 mm son bastante buenas. Si comparo las fotos que he recibido con las recientes realizadas con el Tessar 50/2,8 de Carl Zeiss Jena, o aun con otros objetivos más veteranos de la gama Canon EF, noto que hay un plus de nitidez y claridad con este objetivo de focal variable. Da pereza usarlo, por que aumenta notablemente el volumen y el peso del equipo. Pero reconozco que está muy bien.

Eso sí. Terminé el carrete en Martín del Río... y como el tiempo empezó a cambiar y la luz a empeorar, ya no usé la cámara con película en Peñas Royas.