Pensaba que hoy tendría tiempo y ganas para redactar una entrada dedicada a la fotografía digital... pero ni he tenido tanto tiempo como el que pensaba, ni me encuentro inspirado para organizar mis pensamientos y exponer lo que quería decir de forma ordenada y no demasiado extensa. Así que voy a lo fácil. Voy a las primeras fotografías que hice en Año Nuevo, las primeras fotografías del año 2022. O por lo menos, una parte de ellas.
Sobre estas líneas se encuentran las primeras fotos que hice en 2022, instantáneas realizadas con la Fujifilm Instax SQ6 sobre película Instax Monochrome. Bueno... la primera. Creo que la segunda fue con la pequeña Fujifilm Finepix XF10, que tenía un tanto olvidada, y a la que estoy dando vida de nuevo. Fui haciendo fotos alternando las dos cámaras. Pero no me detendré mucho en las digitales. Pero os dejo alguna de las fotos de esa mañana.
Como podéis ver, niebla intensa y mucha humedad en el ambiente. La temperatura, no demasiado baja. Superior claramente a la de la niebla del día de Navidad. En cualquier caso, razón más que suficiente para preferir un cartucho de película monocroma. Aunque también tenía en reserva algunos cartuchos de color. Incluso Polaroids, tanto monocromos como en color... pero los dejaremos para otra ocasión.
En cuanto a las características de las tomas,... Considerando el escaso contraste que había en el ambiente, empecé haciendo las fotos en modo automático, sin ninguna corrección de la exposición. Las dos que están sobre estas líneas, realizadas con el modo de fotografía de aproximación (me sigue pareciendo una tremenda osadía que algunos le llamen "modo macro", dada la minúscula razón de reproducción que ofrece la cámara). Y como ya he comentado en otras ocasiones, no es posible ajustar al mismo tiempo este modo y la corrección de la exposición. Una de esas cosas que tiene Fujifilm, que siempre incluye alguna pejiguera en sus cámaras, por estupendas que sean o parezcan, que hace que te saque de quicio. En cualquier caso... a esas alturas ya había dado lugar a que las dos primeras fotos estuvieran totalmente reveladas... y no me convencía del todo el resultado.
Así que después de las dos fotos de aproximación, el resto del cartucho lo hice con el modo D de "dark", para compensar un poco a la baja y ofrecer un poco más de contraste y personalidad a la imagen. Salvo la foto de los tres árboles aislados. Que quise evitar un cielo oscurecido. Así que dejé la exposición automática. Con buen criterio.
Al llegar al parque Pignatelli, donde el extraño caballo, ya había terminado el cartucho. Y sólo me quedó visitar una curiosa exposición, donde se exponían las maquetas de las carrozas que actualmente salen en los festejos con cabalgata que a lo largo del año organiza el ayuntamiento de Zaragoza. Curiosa, como digo.
Hace un par de domingos hice un experimento... una comparación entre los dos sistemas de fotografía fotoquímica instantánea que se fabrican hoy en día, de la que, como digo en el título, no cabe extraer conclusiones; las instantáneas Polaroid Color y las Fujifilm Instax Monochrome.
Ya simplemente el hecho de que uno de los cartuchos fuese en color y el otro en blanco y negro, dificulta cualquier comparación que se pueda hacer. Obviamente, el aspecto de las fotografías es muy diferente... ¿qué se puede esperar?
Otra cuestión es el tamaño. Todas las fotos están escaneadas a la misma resolución para facilitar la tarea de presentarlas a escala. Y es evidente, como ya sabíamos, que las Polaroid... son más grandes. Y ande o no ande,... burra grande. Para tener un Instax de un tamaño equivalente hay que usar las Instax Wide. De las que hay una escasez absoluta de variedad de cámaras y ninguna de buena calidad en absoluto. Hay por ahí una de segunda mano que tiene buena fama,... pero está más cara que las que se compran nuevas. Muy buscada y cotizada.
Sí que aprecio que poco a poco la calidad del material Polaroid ha ido mejorando con los años. Y los colores me resultan agradables. Y en general, tienen una contraste menor que el material Instax... a mi parecer... que no lo he medido con precisión. Lo cual viene bien... a veces. Otras no tanto. En cualquier caso, no me atrevo a exponerlas a la luz visible para verlas hasta que llevan un buen rato de revelado, mientras que con las Instax no hay precaución necesaria a este respecto.
Y luego está la cosa del precio. Sólo compro Polaroid cuando encuentro ofertas en los reacondicionados de Amazon. Porque son carísimas. Claro que hoy, con eso de las rebajas del "viernes negro", he visto una cámara Polaroid para los cartuchos i-Type, que son más baratos, muy bien de precio. Casi tentador. Pero se me ha pasado enseguida. Ninguna prioridad al respecto. Ya me vale lo que tengo.
Hablando de cámaras, se me olvida mencionarlo. Las fotos Polaroid están hechas con una cámara que tiene decenas de años, una Polaroid Supercolor 635, mientras que las Instax están hechas con una cámara que compré nueva hace un año, una Fujifilm Instax SQ6. Otro motivo para no extraer conclusiones. Aunque ya digo que la calidad óptica de la Polaroid no es inferior en modo alguno a la Fujifilm. Qué zarrios nos vende Fujifilm para esta película...
Justo hoy ha surgido una oportunidad para exponer con la Fujifilm Instax SQ6 un cartucho de película instantánea Instax Square en color. Pero el comentario sobre ese cartucho tendrá que esperar, porque esta semana, de vacaciones hasta dentro de dos más, tuve ocasión de exponer otro de Instax Square Monochrome con la misma cámara. Y esas son algunas de las fotos que voy a presentar aquí.
No voy a descubrir aquí mucho de lo que he ido aprendiendo del manejo de esta película desde que me hice con la cámara hace casi un año. La película tiene una latitud de exposición muy limitada, y se lleva muy mal con la sobreexposición, por lo que, al igual que he venido haciendo en los últimos cartuchos que he ido exponiendo, mi tendencia es a usar el modo D (Dark), subexponiendo un poco la película, para proteger los tonos más claros de la "quema".
Con los paisajes ferroviarios e industriales de Zaragoza en los barrios de la orilla izquierda del río Ebro eso ha funcionado bastante bien. Bien es cierto que salvo en un par de fotos, en las que las sombras eran más profundas, las tomas han sido casi siempre con el sol a la espalda y con la ayuda de unas ligeras nubes que ayudaban a suavizar el contraste, manteniendo no obstante el aspecto de un día soleado. Si se pudiese acoplar algún filtro amarillo o naranja al objetivo, sería ideal para poder mejorar el contraste del cielo, destacando las nubes. Pero todavía no he encontrado una fórmula práctica para hacerlo.
Luego tenemos esas coloridas esculturas provisionales de Francisco de Goya que el ayuntamiento de la ciudad ha puesto en las calles para conmemorar es 275º aniversario del nacimiento del pintor. En los primeros planos del rostro de las esculturas, es necesario utilizar el modo retrato de la cámara. Que además, por la limitada profundidad de campo a esa distancia de enfoque, genera una separación de los fondos que es muy conveniente. Por lo tanto, es conveniente evitar que haya grandes contrastes en la foto para evitar quemar parte de los rostros. Aunque sean de estatuas. Evidentemente, con la figura de cuerpo entero... se puede usar el modo D. Aunque entonces, al usar un enfoque a la hiperfocal, más o menos, se pierde el desenfoque de los fondos. No sé si algún día tendremos cámaras decentes para este tipo de película, que no cuesten 800 euros o más.
La entrada de hoy no tiene mucha miga, puesto que ya he hablado suficientemente del rendimiento que se puede obtener con la Fujifilm Instax SQ6 y la película instantánea en blanco y negro Instax Square Monochrome. Una película que no se lleva bien con los grandes contrastes por su excesivamente limitado rango dinámico. Cosa hasta cierto esperable por ser un positivo directo.
El sábado pasado amaneció lluvioso. Y permaneció nublado, incluso después de la lluvia, durante el resto de la mañana. Eso hizo que la ciudad se sumergiera en una luz blandita, con pocos contrastes. Desde luego muy lejos de lo que se puede esperar en vísperas de la entrada del verano, en los días más largos del año y con el sol más alto que nunca sobre el horizonte.
Por ello aproveché, para dar un paseo con la Instax SQ6 y un cartucho de Instax Square SQ6 siguiendo el paseo de las riberas del Canal Imperial de Aragón a su paso por Zaragoza. Incluso con la idea en mente de obtener alguna situación en la que usar los modos de fotografía de aproximación de la cámara. No olvidemos que, lamentablemente, los modos D (dark) o L (light) que sirven de compensación de la exposición no son compatibles con otros modos de exposición. Es decir, no puedes ajustar simultáneamente un modo de retrato o de aproximación, y al mismo tiempo disminuir la exposición para evitar que las luces se quemen. Obsérvese en una fotografía anterior que, simplemente por el olvido de desconectar el flash, las flores blancas de las correderas (Convolvulus o Calystegia sepium), quedan quemadas y sin detalle.
Por lo demás... suspiro gordo, esperar que alguna vez Fujifilm se digne en sacar al mercado una cámara con un óptica decente para su película instantánea. Porque esta película es capaz de más nitidez, pero las lentes de plástico de las cámaras Instax no. Lo cual genera mucha frustración con los resultados finales. Incluso si tras escanear las fotos, intentas mejorar la nitidez sobre el archivo escaneado. Es lo que hay. Por lo menos les he cogido el tranquillo a los modos de enfoque a corta distancia y esas me quedan razonablemente bien. Pero obsérvese como las conchas blancas de las caracolas más claras casi quedan sin detalle al no poder compensar la exposición en el sentido de la subexposición en el modo de fotografía de aproximación.
Desde que me llegó en octubre la Fujifilm Instax Square SQ6 he expuesto varios cartuchos de película, tanto en color como en blanco y negro. Pero todavía estoy buscando cuales son las mejores opciones de exposición, entre los diversos modos automáticos que admite la cámara, para conseguir los mejores resultados de imagen. Parto de que la experiencia con los anteriores cartuchos me muestra una tendencia a la sobreexposición, que es catastrófica con las altas luces. Parece que la película conserva mejor las sombras que las luces en caso de desviaciones de la exposición correcta.
Por ello, a mediados de diciembre le puse un cartucho de película monocromática. Que me parece más adecuada que la de color como película de uso general. Para obtener buenos resultados en color con algo que no sean retratos, hay que escoger muy cuidadosamente el motivo, mientras que con la monocroma, se puede fijar uno en motivos mucho más diversos.
En muchas de las fotografías de este cartucho he utilizado el modo D de la cámara. D viene de "darker", y vendría a suponer una subexposición de ¿un paso? sobre la que produce el modo A, automático. Sólo ha habido dos fotografías en las que valoré que la escena general tenía una iluminación promedio y luego me quedaron excesivamente expuestas. Y eso supone que las luces se van al garete. Así pues, empiezo a sospechar que el sistema de exposición de la cámara, no sé si es este ejemplar en particular o todos los modelos en general, produce una sobreexposición.
El problema es que el modo D, de "darker", no es compatible con los modos de retrato/selfi y aproximación. O seleccionas uno de estos o seleccionas el D. Pero no se pueden seleccionar los dos a la vez. Lo cual es una gaita. Tengo que hacer alguna prueba más, con el fin de confirmar estas impresiones, y analizar la posibilidad de poder acoplar en estos modos, de alguna forma, un filtro gris neutro de un paso, para compensar la sobreexposición. Se aceptan sugerencias.