La fotografía como afición y otras artes visuales

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En la Bardena negra con AFZ - Fujifilm GS645S + Ilford Delta 100

El pasado sábado hubo excursión matinal a la Bardena negra en su parte aragonesa con la Asociación de Fotógrafos de Zaragoza AFZ. La excursión contó con la colaboración inestimable de gente de las Cinco Villas que nos sirvieron de guías y anfitriones, y que permitió el mejor aprovechamiento posible de la mañana.

Sinceramente, estas excursiones están muy bien en el sentido de que permiten hablar con compañeros de afición, intercambiar experiencias, conocer a nueva gente y convivir un poquito más dentro de la afición. Pero la posibilidad de conseguir grandes imágenes viene limitada por una serie de cuestiones. La primera, para mí, es que para conseguir mis mejores fotografías tengo que estar concentrado en la tarea, y eso es muchas veces una actividad solitaria. Como mucho acompañado de personas que entienden y aceptan mi forma de contemplar las escenas, mis tiempos y mis silencios en esos momentos. La segunda, que para hacer fotografía de paisaje, las horas centrales del día no son las adecuadas. La tercera, que sólo teníamos una idea aproximada de lo que nos íbamos a encontrar.

La Bardena negra se diferencia de los paisajes más conocidos de las Bardenas, casi todas ellas en territorio navarro, en que hay mucho más bosque, de carácter perennifolio, fundamentalmente pino carrasco, cuyas hojas aciculares de color verde oscuro, dan origen al adjetivo "negra" que se aplica a esta zona de las Bardenas. En origen también fue el motivo del nombre de la comarca de los Monegros (montes negros), pero la amplia deforestación de estos hace que el nombre ahora esté poco comprometido con la realidad.

Fotográficamente, opté por llevarme como cámara principal la Fujifilm GS645S Wide 60, cámara telemétrica de formato medio que proporciona 15 negativos válidos de 54 x 41 mm en cada rollo de formato 120. Use dos rollos de Ilford Delta 100. También me llevé la Minox GT-E con un carrete de Kodak Ektar 100, que todavía no he mandado a revelar, y una cámara digital, la Panasonic Lumix G9, que solo usé para fotografiar unas pequeñas orquídeas del género Ophrys que encontramos en una de las paradas.

Ophrys speculum
Ophrys lutea

Pero vayamos con los rollos de película en blanco y negro. La película Ilford Delta 100 es una película de grano tabular, no de grano cúbico clásico, y dada su sensibilidad media-baja, ofrece un aspecto general muy limpio, con muy poca estructura. Más cuando a partir de un negativo de formato medio, el grado de ampliación de las imágenes es menor que con la película de 35 mm. Como el día amenazaba soleado, con luz muy plana y sombras duras, decidí jugar con el contraste, y le puse un filtro rojo, que le quita entre dos y tres pasos de exposición. Así que el fotómetro de la cámara, olvidé llevar el Sekonic L-409 Multimaster, lo ajusté a un índice de exposición de 25 en lugar de 100, exponiendo un poquito al alza, para dar esos casi tres pasos de pérdida en la sensibilidad efectiva debido al filtro rojo. Sólo una fotografía en interior la realicé sin filtro.

El revelado de la película no tiene mayor misterio. Usando mi fiel Kodak HC-110 a la relativamente común dilución B (1+31), buscando en las tablas habituales me daba un tiempo de revelado de 6' a 20 ºC. Como de costumbre, medio minuto de agitación tranquila al principio, para luego realizar cuatro inversiones tranquilas cada minuto hasta completar el tiempo previsto. Se dice de la Ilford Delta 100 que es más exigente en el revelado que su prima de gran cúbico la FP4 Plus 125; pero si está bien expuesta no presenta ningún problema con un revelador clásico y fácil de usar como el HC-110. Los resultados son buenos, la gama tonal correcta,... aunque ahora iremos al rendimiento de la imagen final.

En esta ocasión he innovado en la digitalización de los negativos. Tradicionalmente, durante el último año venía digitalizando los negativos de formato medio con el escáner de sobremesa Epson Perfection V600 Photo, obteniendo para un negativo de 54 x 41 mm unos 13,5 megapíxeles de resolución, que en el 95 % de las situaciones es suficiente para mis intereses. Permite ampliar sin mayor problema a un tamaño de DIN-A3 o 40 x 30 cm. En ese tiempo he ido perfeccionando la técnica de digitalizar los negativos de 35 mm con la cámara digital y un objetivo macro, habitualmente la Panasonic Lumix G9 con un Panasonic Leica Macro-Elmarit 45/2,8 ASPH a una apertura de trabajo de f/5,6 y una sensibilidad de ISO 200, la nativa del sensor. De esa forma vengo obteniendo archivos de unos 15 o 16 megapíxeles. Nunca llego a los 20 megapíxeles que da el sensor, porque no encuadro todo lo cerrado que puedo.

Pero la Lumix G9 tiene un modo de alta resolución que permite obtener imágenes de 40 u 80 megapíxeles, siempre que estemos hablando de un sujeto estático y con la cámara bien colocada en un trípode. Como es este caso. He utilizado la fórmula de los 40 megapíxeles, los 80 me parecían excesivos, lo que, descontanto el recorte habitual, me da unos archivos de por ejemplo 7100 x 5400 píxeles en el más grande. En general, entre 36 y 38 megapíxeles, que me permiten ampliar sin problemas a DIN-A2 o 60 x 45 cm. Que no está nada mal.

Sí que he de advertir una cuestión. Coloqué el filtro rojo con el fin de oscurecer los cielos, aumentando el contraste en los mismos si aparecía alguna nube, hubo poquitas, y aclarando el color de las tierras siempre un poquito ocres, manteniendo los tonos oscuros de la vegetación. Pero luego en el procesado digital, he llevado el contraste al equivalente de haber ampliado los negativos sobre un papel de grado 4, con el fin de acentuar un poquito el contraste. Según la orientación de la fotografía, el punto del cielo hacia el que apuntaba, el cielo aparece más o menos oscuro, ya que la intensidad de los tonos azules varía a lo ancho de la bóveda celeste.

Estoy razonablemente contento del resultado final, dado que las condiciones de luz no eran óptimas de partida. Sin embargo, creo que saqué partido de las condiciones del día con una buena elección de los materiales para la toma fotográfica. Cada vez tengo más claro que las películas de Ilford son en estos momentos una referencia clara para el fotógrafo con película tradicional, por la buena calidad de sus emulsiones, por la nobleza con la que responden al procesado, y por la estabilidad dimensional de los soportes que permiten digitalizar los negativos con facilidad y limpieza. Un buena pera de aire y el trabajo de eliminar impurezas en el archivo digital queda reducido a un mínimo.

Espero que os haya interesado y os gusten las fotos.

De "party" con la Ilford FP4 Plus

En estas semanas atrás se ha celebrado a través de las redes sociales la tercera y última de las @FP4Party de este año. En la que he participado activamente, como hice en enero y en febrero. En febrero, por mi parte con cierto éxito. Una de mis fotos fue seleccionada como una de las fotos del día en la que la publiqué, pasando a la ronda final, en la que se votaron las que según los participantes se consideraban las mejores fotos. Cada uno eligió emitimos un voto a una de las fotografías. El caso es que la mía quedó en tercera posición. Hubo más de 200 entradas para la fiesta, es decir más de 200 fotografías, de las que se seleccionaron para la ronda final ventiuna, tres por cada día de la semana, y de ellas, tras la votación, la que ahora os muestro quedó tercera. Realizada con la Minox GT-E, con la película expuesta a un índice de exposición de 200 en lugar de su sensibilidad nominal, ISO 125, y revelada en Kodak HC-110, dilución C (1+19), durante 7 minutos a 21 ºC. Pues bien...

Título: Early “spring” floods of the Ebro river (Crecidas tempranas de "primavera" del río Ebro).

En marzo he participado, como en las ediciones de enero y febrero, con dos cámaras distintas. Una de formato pequeño, para película de 35 mm, con la que expuse un carrete, y otra de formato medio, con la que expuse dos rollos de formato 120. Los tres rollos de película fueron expuestos a un índice de exposición 250, un paso por encima de la sensibilidad nominal de la película. El revelado se ajustó consecuentemente, nuevamente con Kodak HC-110, dilución C (1+19), 7 minutos 30 segundos a 21 ºC. Es la receta que proponen en Emulsive, uno de los impulsores de la inciativa de la FP4Party. Lo cierto es que las recetas propuestas por esta gente funcionan bastante bien.

El carrete de 35 mm lo expuse con la Zenit 3M, versión 50 aniversario de la Revolución de Octubre, con el objetivo Mir-1 37/2,8 Grand Prix Brussels. Lo cierto es que no estuvo exenta la experiencia de problemas. Recibí un golpe de un "paseante" a toda velocidad, que me "hundió" el parasol de metal, y me descentró el objetivo. Esto me produjo cierta pérdida de nitidez en alguna zona de los negativos, muy discreta pero que yo sé apreciar, y un viñeteado mecánico del parasol. Para colmo, cuando ya estaba llegando al final del carrete, la cámara rompió la película, que tuve que sacar a oscuras de la misma, para cargarla en el tambor de revelado, varios días antes de estar en condiciones de revelarla. Como la cámara no tiene fotómetro incorporado, me apoyé en el Sekonic L-408 Multimaster, que es una garantía de medición correcta de la luz, tanto con la medición de luz incidente como reflejada. Fue una gran adquisición la que hice con este aparato.

En cualquier caso, pude aprovechar bastantes de los negativos. Como podéis ver en los ejemplos que os he mostrado, he generado unos dípticos de pares de fotografías, con alguna relación entre ellas, concebidos como unidades indivisibles. La tarde en la que hice la mayor parte de las fotografías hubo una luz muy agradable, no muy intensa, que favoreció una cómoda toma de imágenes e inspiró mi visión de lugares de apariencia banal y mil veces recorridos, el entorno del Tercer Cinturón de Zaragoza y la carretera de Castellón.

Veamos que pasó con la otra cámara.

Aquí fui sobre seguro. Utilicé la telemétrica de medio formato Fujifilm GS645S Wide 60 Professional, con su buen objetivo incorporado Fujinon 60 mm f/4, y un filtro rojo que me vino bien para mejorar el contraste en unos cielos un tanto deslavazados por una tenues cirros en altura, que venían bien para matizar la luz, pero que amenazaban con un cielo muy soso. Hice un paseo por la ribera del Ebro en horas centrales del día, y otro por la huerta de las Fuentes y el soto de Cantalobos en horas vespertinas. Como digo, los resultados que puedo esperar de esta cámara los tengo muy claros, me he familiarizado mucho con ella, y el un valor seguro. Ganas tengo de que broten las hojas en los árboles esta primavera, cosa que ya está sucediendo, para empezar a hacer con ella fotografía en el infrarrojo. De momento, os dejo con las fotos que hice en esta última FP4Party.

El Parque del Agua en el espectro infrarrojo - Fujifilm GS645S Wide60 + Rollei Retro 80S

A principio de primavera me aprovisioné de película para la temporada. Fundamentalmente carretes de formato 120, para las cámaras de formato medio. Y entre ellas, algunos rollos de Rollei Retro 80S. El año pasado inicié un modesto proyecto de paisaje en el espectro del infrarrojo en las riberas del río Ebro a su paso por la ciudad de Zaragoza. En la mayor parte de las ocasiones utilice película Rollei Superpan 200 Pro, conocida por su sensibilidad espectral extendida al infrarrojo. Pero en el catálogo de Rollei, películas que se fabrican en Bélgica por Agfa-Gevaert y que comercializa Macodirect bajo la antaño prestigiosa marca, contiene otras denominaciones con esta característica sensibilidad espectral extendida al infrarrojo. Entre ellas la Rollei Retro 80S, que por su sensibilidad media baja, ofrece un gran muy fino y una elevada nitidez. El año pasado expuse uno de estos rollos en el espectro del infrarrojo. Quedé satisfecho con el resultado. Así que decidí que este año sería mi principal película para la fotografía en el infrarrojo.

En primavera, las circunstancias impidieron en varias ocasiones el ponerme manos a la obra. Así que después de tres meses conservados en el frigorífico de casa, los rollos han empezado a salir a cumplir su tarea en verano.

Para este tipo de fotografías, sigo usando el mismo equipo. Como cámara, la Fujifilm GS645S Wide60 con el filtro Hoya IR72. Un trípode para garantizar la nitidez de las imágenes, ya que los tiempos de exposición, en días soleados, oscilan entre 1 segundo y 1/4 segundo principalmente. Para medir la luz, en esta ocasión he renunciado al fotómetro integrado de la cámara, y he usado el fotómetro de mano Sekonic Multimaster L-408. Ya comenté en su momento que lo compré de segunda mano en Navidad, me lo mandaron desde Japón, y va realmente muy bien. Me permite medir la luz incidente con la correspondiente esfera blanca integradora, o la luz reflejada con una medición selectiva que no podemos llamar puntual, pero que me permite seleccionar con suficiente precisión las zonas que me interesa. Generalmente, la medición selectiva de la luz reflejada me sirve para evaluar el contraste de la escena y exponer para las sombras.

Por ejemplo, en las dos fotografías anteriores, he medido la luz que llegaba a los oscuros troncos de los árboles, un olivo en un caso, unas palmeras en el otro, y a partir de ahí he ajustado la exposición para que esos tonos quedaran como sombras con abundante detalle. Si la sensibilidad nominal de la película es ISO 80/20º, ajusto el fotómetro aproximadamente cinco paso por debajo. Eso vendría a ser ISO 2. Como no permite ese valor el Sekonic, que no baja de ISO 3... pues a ISO 3, lo que es equivalente a 4 2/3 pasos por debajo de la nominal. Esa diferencia de un tercio de paso no me parece excesivamente relevante.

En la siguiente fotografía sin embargo, utilicé la medición de luz incidente, también ajustando la sensibilidad del Sekonic a ISO 3. El resultado fue igualmente adecuado. Así que usar una u otra forma depende de la situación. Con luz frontal, es decir, con el sol a mis espaldas, prefiero la luz incidente. Con luz lateral, especialmente si hay zonas de sombras que me interesa conservar, utilizo la medición de luz reflejada selectiva.

El revelado lo hice con APH-09, que es una variante del Rodinal que comercializa Fotoimpex, al parecer con la fórmula de este último hasta la Segunda Guerra Mundial. Se utiliza exactamente igual que el Rodinal, y con los mismos tiempos de exposición recomendados. En esta ocasión, la recomendación era de 8 minutos a 20 ºC con una dilución 1+25. Como lo revelé en el mismo tambor que la Ilford Delta 400, de la que os hablé hace poco, y no me importaba aumentar algo el contraste de estas imágenes, le di un tiempo de 8:30 minutos. Quedaron bien. El aumento de contraste lo absorbe la película sin problemas.

Pero sí que observé algún problema en el conjunto de las imágenes. Especialmente en aquellas en las que había amplias zonas de tonos uniformes, como los cielos o las superficies acuosas. Y es que se observaba un granulado grosero; observando con cuidado, se veían que se habían "impreso" los estampados del papel protector de la película.

Al principio no me di cuenta. En el procesado digital tras escanear la imagen le doy un empujón al contraste o una reserva selectiva a los cielos para que aparezcan más oscuros. Pero el problema está ahí. Es la primera vez que me pasa. En preguntado en algunos grupos los motivos. Mi principal teoría es que se debe a que hizo mucho calor esa mañana y la cámara se calentaba mucho al pasearla al sol montada en el trípode. Teniendo en cuenta que el calor se irradia en la radiación infrarroja, eso puede haber afectado a la película. Pero no he conseguido confirmación formal de las causas. Sólo algún testimonio de alguna otra persona a la que les había pasado con esta película, y otras teorías diversas, ninguna de las cuales me ha terminado de convencer, aunque seguro que alguna de ellas es cierta. Antes de ayer me fui a exponer otro rollo, con la Hasselblad, sin filtro infrarrojo, para ver si también estaba afectado por el problema.

Por cierto, que también hice una prueba para comprobar las diferencias entre fotografiar una misma escena con y sin filtro infrarrojo. Opté por los nenúfares de los jardines acuáticos del parque.

Sin filtro IR72.
Con filtro IR72.

La diferencia está clara.

La película me gusta mucho para estos usos. Y he de decir que también puede ser una buena película para uso general. Aunque prefiero la Ilford Delta 100 para estos rangos de sensibilidad. Tiene una elevada nitidez y un grano muy fino, prácticamente imperceptible a efectos prácticos si usamos película de medio formato.

Pero en estos momentos me da miedo arruinar futuras imágenes por el problema que he comentado. Es cierto que con los ajustes de contraste en el procesado posterior hay varias imágenes, las más interesantes del rollo, que son plenamente aprovechables. Pero estoy un poco mohíno con el tema. Muy probablemente, en el siguiente lote, volveré a la Superpan 200 salvo que encuentre alguna explicación lógica que me permita prevenir el fenómeno. La Superpan 200 también ofrece buenos resultados, con una buena nitidez, aunque algo inferior, y con un grano más notable. Es más cómoda de usar, porque los tiempos de exposición son ligeramente más cómodos.

Ya veremos.

En el museo y olvidada en un cajón - Fujifilm GS645S Wide + Ilford Delta 400

Hace unos días, revisando una documentación que necesitaba por temas laborales en mis cajones, me encontré con un rollo de tipo 120, Ilford Delta 400 para formato medio, expuesto, sin revelar. Por más vueltas que le daba a la cabeza, no conseguía recordar ni cuando ni donde había utilizado ese rollo. Las neuronas que conservaban esa información parecían haber desaparecido de mi cabeza.

Lo revelé y...

Vistas las imágenes que aparecieron, las coordenadas de lugar y tiempo del carrete aparecieron en mi mente con claridad. El rollo fue expuesto el 5 de marzo de este año 2018, en el Museo Pablo Gargallo de Zaragoza y alrededores.

Durante esos días y anteriores, había dedicado un cierto esfuerzo a usar en ese entorno películas negativas en color de alta sensibilidad, y había olvidado que eventualmente expuse también este rollo de Ilford Delta 400. Por la naturaleza de las imágenes, sin duda lo usé a su sensibilidad nativa, ISO 400, y en interiores en su mayor parte estarán expuestas a su máxima apertura de f/4, y con velocidades de obturación entre 1/30 y 1/60 s.

Por el tamaño de su negativo, resulta evidente que la cámara utilizada es la Fujifilm GS645S Wide 60. Es la única que vengo utilizando con un negativo de 6 x 4,5. Y siendo una cámara de enfoque por telémetro de coincidencia, su distancia de enfoque mínima no es especialmente favorable, por lo que no hay primeros o primerísimos planos de las obras. "Retratos" de cuerpo entero o ambientales para la mayor parte de ellos. Pero están bien. La gradación tonal y el rendimiento de la película está bastante bien. Quizá sea mejorable, pero en general las fotografías son agradables.

Como el domingo tenía listo para revelar un carrete de Rollei Retro 80S del que os hablaré otro día, comprobé los tiempos de revelado de ambas emulsiones con Rodinal o sus derivados. Yo uso en los últimos tiempos el APH-09 de ADOX, que es una formulación del Rodinal anterior a la Segunda Guerra Mundial, pero con la que no encuentro diferencias en los resultados que ofrece. El caso es que para la 80S me proponía 8 minutos a 20 ºC con una dilución 1+25, mientras que para la Delta 400 me proponía 9 minutos a la misma temperatura y dilución. No me importaba, incluso prefería, dar algo más de tiempo de revelado a la película de Rollei para conseguir negativos más contrastados. Así que me arriesgué a perder contraste y algo de detalle en las sombras en la Delta 400, y revelé ambas en el mismo tambor con un tiempo de 8,5 minutos. Lo ciertos es que no he perdido detalle en las sombras, no se han bloqueado, y el contraste suave general de estos negativos les sienta muy bien a los volúmenes y las texturas de las obras escultóricas.

¿Qué podría ser mejorable? Pues alguno podría decir que con un revelador más adecuado, las imágenes podrían tener menos grano. El que presentan no me parece nada intrusivo. Por cierto, que estas alegrías mías con los tiempo de revelado "desmienten" en parte ese mensaje eterno de que las películas Delta, de grano tabular, necesitan más rigor en los tiempos y métodos de revelado. Mi experiencia me dicta desde hace tiempo que son bastante más resistentes de lo que nos cuentan. La única preocupación que tengo es fijar durante cinco minutos, en lugar de los entre 3 y 4 minutos, según la "edad" del revelador, que aplico a otras emulsiones más tradicionales.

Bueno. Y a vosotros ¿qué os parecen?

La #FP4Party de febrero de 2018

Tercera party consecutiva en Twitter celebrando las virtudes de la Ilford FP4 Plus, o sus ancestros, si es que a alguien le queda por ahí algún rollo. No voy a entretenerme aquí con las características de la película, que ya comenté en ocasiones anteriores. Al fin y al cabo, recientemente comenté las fiestas de diciembre y enero.

En esta ocasión, el elemento común a los dos rollos de formato 120 que hice fue la utilización de un filtro rojo, Heliopan #25, con el fin de mejorar el contraste de las imágenes, especialmente para dar un poquito más de fuerza a los cielos, que en un momento dado podían estar un poco modorros. Aunque considerada pancromática, no deja de ser una película mucho más sensible a los colores azules que a los rojos. En estos, en sensible a los naranjas y el rojo no excesivamente profundo.. Oficialmente, sensible entre los 360 nm y los 670 nm, o sea, que prácticamente comienza su sensibilidad en el ultravioleta.

El primer rollo lo expuse con la cámara de cajón Agfa Synchro Box. Calculé, con tino, que para un día despejado como el que estábamos, en un paseo fotográfico con algunos compañeros de Fotógraf@s en Zaragoza, con una velocidad de obturación que ronda el 1/25-1/30 segundo, si le aplicaba a la película un índice de exposición de 200 en lugar del ISO 125 nominal, los tres pasos que se pierden con el filtro permitirían una exposición a f/16.

Para evitar las fotografías trepidadas me llevé un trípode ligero pero competente, y usé un cable disparador. A pesar de todo, alguna  de las fotos, véase la anterior, quedó un poquito trepidada, aunque pudo ser por el viento, ya que el efecto de movimiento no se aprecia en todos la longitud de los troncos. Sólo en la parte superior. Hay que decir que esa foto, y alguna otra, recibieron una doble exposición, porque la velocidad exigida era el doble. Así que abrí dos veces seguidas el obturador.

En general, quedé satisfecho con los resultados, aunque el encuadre con la Agfa Synchro Box es muy aproximativo, por el fuerte error de paralaje entre el visor y el objetivo.

El segundo rollo, al día siguiente del anterior, un domingo por la mañana, lo expuse con la Fujifilm GS645S Wide 60 Professional. También con el filtro rojo. Y también con un índice de exposición de 200, que para compensar el efecto del filtro implica reglar el fotómetro a IE 25.

Aunque llevaba a mano el fotómetro Sekonic L-408 Multimaster que me agencié de segunda mano en navidades, la verdad es que el fotómetro incorporado de la Fujifilm es bastante competente, y sistemáticamente estimaba con él exposiciones similares o idénticas a lo que me sugería el fotómetro de mano. Ambos, pues, herramientas fiables si sabes leer la escena.

Como ya habréis leído en un par de ocasiones, en lugar de usar la sensibilidad nominal de ISO 125, decidí exponer la película para un índice de exposición de 200, lo cual implicaba aumentar algo el tiempo de revelado. Así pues, en lugar de los 8 minutos recomendados para esta película con el revelador TMax a una dilución de 1+4 y 20 ºC, revelé con el procedimiento habitual durante 9 minutos.

Estos contengo con el resultado. Con una medición cuidada no se bloquearon las sombras en ninguna foto, o por lo menos no de forma apreciable, el contraste general es bastante agradable, y con el tamaño de los negativos de formato medio el grano no sufrió un aumento preocupante tampoco. Todo muy contenido. Si las circunstancias lo recomiendan, algo a repetir cuando convenga.

En fin, creo que durante al menos un mes van a descansar estas fiestas en Twitter, por lo menos a las que se asocian con un determinado tipo de película. Tal vez en abril vuelvan. Creo que el año pasado dedicaron alguna a las Ilford Delta y a las Kodak TMax. Si tengo película de la correspondiente, o me entero con suficiente antelación para pedir existencias, participaré. Porque es divertido y te da un excusa para salir a hacer fotos.

Hasta la próxima.