Justo hoy ha surgido una oportunidad para exponer con la Fujifilm Instax SQ6 un cartucho de película instantánea Instax Square en color. Pero el comentario sobre ese cartucho tendrá que esperar, porque esta semana, de vacaciones hasta dentro de dos más, tuve ocasión de exponer otro de Instax Square Monochrome con la misma cámara. Y esas son algunas de las fotos que voy a presentar aquí.
No voy a descubrir aquí mucho de lo que he ido aprendiendo del manejo de esta película desde que me hice con la cámara hace casi un año. La película tiene una latitud de exposición muy limitada, y se lleva muy mal con la sobreexposición, por lo que, al igual que he venido haciendo en los últimos cartuchos que he ido exponiendo, mi tendencia es a usar el modo D (Dark), subexponiendo un poco la película, para proteger los tonos más claros de la "quema".
Con los paisajes ferroviarios e industriales de Zaragoza en los barrios de la orilla izquierda del río Ebro eso ha funcionado bastante bien. Bien es cierto que salvo en un par de fotos, en las que las sombras eran más profundas, las tomas han sido casi siempre con el sol a la espalda y con la ayuda de unas ligeras nubes que ayudaban a suavizar el contraste, manteniendo no obstante el aspecto de un día soleado. Si se pudiese acoplar algún filtro amarillo o naranja al objetivo, sería ideal para poder mejorar el contraste del cielo, destacando las nubes. Pero todavía no he encontrado una fórmula práctica para hacerlo.
Luego tenemos esas coloridas esculturas provisionales de Francisco de Goya que el ayuntamiento de la ciudad ha puesto en las calles para conmemorar es 275º aniversario del nacimiento del pintor. En los primeros planos del rostro de las esculturas, es necesario utilizar el modo retrato de la cámara. Que además, por la limitada profundidad de campo a esa distancia de enfoque, genera una separación de los fondos que es muy conveniente. Por lo tanto, es conveniente evitar que haya grandes contrastes en la foto para evitar quemar parte de los rostros. Aunque sean de estatuas. Evidentemente, con la figura de cuerpo entero... se puede usar el modo D. Aunque entonces, al usar un enfoque a la hiperfocal, más o menos, se pierde el desenfoque de los fondos. No sé si algún día tendremos cámaras decentes para este tipo de película, que no cuesten 800 euros o más.
Lo que son las cosas, estamos ya en el primer día de octubre y aun me queda por comentar un rollo que comencé en agosto y terminé el 1 de septiembre. Mi verano ha sido muy activo fotográficamente con la #CrappyCommieCameraParty, dedicada a la fotografía con cámaras (u otros equipamientos fotográficos en mi caso) fabricados en países comunistas. Pero aunque esta "fiesta" fotográfica estaba convocada entre el 1 de julio y el 30 de septiembre, a finales de septiembre estaba cansado y empecé a usar otros equipos más agradecidos en su diseño y manejo. Y por ello, en los últimos días de agosto decidí sacar a pasear la estupenda Olympus Pen F con su Zuiko 38 mm f1,8 al que le puse un filtro amarillo de Hoya para mejorar el contraste de las fotografías en blanco y negro.
Como película opté por un rollo de Fujifilm Neopan 100 Acros II. Estando todavía en pleno verano, con bastante horas de luz y ambiente despejado, el no disponer de mayor reserva de sensibilidad no me pareció un problema. Y dado el reducido tamaño de los negativos de la Pen F, un poco por debajo de la mitad del habitual 24 x 36 mm, el grano casi imperceptible de esta película y su elevada nitidez hace que sea muy apropiada para usar con esta cámara. Para medir la luz, la Pen F no tiene fotómetro incorporado, usé mi fiel Gossen Digisix, perfectamente fiable.
La película la revelé con Kodak HC-110, que es mi revelador habitual. Ofrece buena calidad y gran permanencia con la botella abierta, no perdiendo eficacia con la inevitable oxidación al entrar en contacto con el aire. Pero con el cambio de fórmula de la Acros a esta su segunda versión, fabricada por Hartman (Ilford) para la marca japonesa bajo las especificaciones de esta, no siempre está claro cuales son los tiempos recomendados para el revelado con HC-110. Según donde consultes, los tiempos son similares, pero no la concentración propuesta por el revelador. En estos momentos, la que parece funcionar mejor es la dilución C 1+19, revelando durante 5 minutos a 20 ºC. La proponen en Digitaltruth y algún otro sitio. Pero por si os interesa, los hay quien propone la misma dilución durante 5 minutos y 30 segundos, e Ilford, que ofrece el Ilfotec HC, con la misma fórmula que el Kodak HC-110, da como recomendada la dilución B 1+31 durante esos mismos 5 minutos a 20 ºC. Parecería que esta sería la más apropiada, por ser Hartman (Ilford) el fabricante de la Acros... pero no me da los mismos resultados que la dilución C.
Una vez revelados los negativos, fueron digitalizados con la Panasonic Lumix G100 con el Leica DG Macro-Elmarit 45 mm f2,8 ASPH OIS, obteniendo unos ficheros que solo necesitaban el ajuste del punto negro y del punto blanco para obtener unos resultados adecuados, con imágenes nítidas y con un grano casi imperceptible. Aunque la digitalización con cámara digital siempre tiende a resaltar más el grano que los escáneres dedicados de película. Todo depende de cuán agresivo tenga que ser el ajuste posterior del contraste de la imagen.
En general, los resultados son buenos, confirmándose como una excelente combinación de cámara y película, especialmente gracias a las buenas calidades del objetivo estándar de la cámara. Siempre mejor con este diafragmado por lo menos a f5,6. Lo único que me gustaría es que se pudiese optar por rollos de 24 exposiciones, que para la Pen F se convertirían en prácticamente unas 50, ya que el rollo de 36 exposiciones, que ofrece unas 75 con la Pen F, se hace interminable.
Me estoy acostumbrando a comprar película instantánea "usada" en Amazon. Obviamente, no está usada. Viene del apartado de productos "reacondicionados", generalmente productos devueltos tras la compra, que ya no se pueden vender con su precio habitual por diversos motivos. Pero el caso es que hasta ahora, la película instantánea que he comprado de esta forma va bien. Y como es el caso del cartucho de Instax Square Black, porque tiene el marco negro, hasta con un 30 % más barato de su precio habitual.
En esta ocasión, y con ese marco negro que tienen las fotos, he buscado una estética distinta de lo habitual. Colores más saturados, evitando la luz directa del sol. Y como me he acostumbrado a usar el modo "dark", o sea, la subexposición, pues como con las diapositivas de antaño. Subexponer un poquito para aumentar la saturación de los colores.
Por supuesto, usando mi Fujifilm Instax SQ6, que como ya he dicho en otras ocasiones, para ser realmente estupenda sólo necesitaría un par de cosas; un objetivo un poquito más nítido, menos patatero, y una forma de seleccionar los distintos modos de exposición de forma que no fuesen tontamente incompatibles en muchas ocasiones. Pero no parece que los nipones vayan a enmendar la plana. Cada vez tienden más a sacar cámaras al mercado simplonas y para "tontos". Que conste que nunca he considerado que haya cámaras "para tontos". Cualquier cámara vale, si conoces sus limitaciones, para obtener una foto interesante. Lo que sí me consta es de la existencia de "tontos" con cámaras. Y a esos, ya le puedes poner lo más de lo más,... que sólo obtendrán buenas fotos por aplastamiento estadístico. Una de cada mil. La tecnología digital está pensada para esta gente.
Bueno... resultados. Aunque las versiones digitalizadas de las fotos que os muestro aquí tienen un aspecto decente, lo cierto es que esta vez me he pasado en el uso con el modo D "dark". Cuando la escena no está muy contrastada, y el limitado intervalo dinámico de la emulsión no se ve superado, no es necesario introducir esta corrección. Es más, en algunas de las fotos en las que he usado el modo de fotografía de aproximación o retrato, he lamentado no poder utilizar simultáneamente el modo L "light", sobreexposición, para dar un poco más de luz a la escena. Pero ya he dicho que las cámaras Instax tienen algunas limitaciones muy tontas. Qué se le va a hacer.
Las películas negativas en color de sensibilidad ISO 800 hace tiempo que me parecen una opción muy interesante. Por lo menos en determinados entornos o en determinadas condiciones de luz. Lejos de ser las películas de aspecto granuloso y limitada capacidad para digerir las escenas con contrastes elevados de antaño, en las que no eran frecuentes ya que se solía pasar de las películas comunes de ISO 400 a las de ISO 1000 o 1600, en los últimos tiempos de la época de gloria de la fotografía con película tradicional experimentaron un empuje y notables mejoras que las convirtió en opciones muy interesantes.
Como película todo terreno... es difícil, porque con rapidez llegamos a los límites de muchas cámaras de hace unas décadas, especialmente las compactas, que tenían una velocidad de obturación máxima de 1/400 o 1/500. Por lo que el punto de corte para la sensibilidad de la película con situaciones de sol radiante estaba en el ISO 400. Con las réflex la situación era mejor, pero te deja con escasas posibilidades de gestionar la profundidad de campo. Salvo que, como suelo hacer yo, lleves en la mochila o el macuto un filtro de densidad neutra entre 3 y 6 diafragmas para poder optar por una gestión adecuada de las aperturas a emplear.
Hace una semana os mostraba cómo esta sensibilidad era muy práctica en fotografía de aproximación con la Hasselblad 500CM. Con una velocidad de obturación máxima limitada a 1/500 por el obturador central incorporado en los objetivos del sistema, la sensibilidad ISO 800 se reservará para situaciones de poca luz o, como decía, habrá que apoyarse en un filtro gris de densidad neutra para poder gestionar la apertura. En aquel caso, el día nublado hizo que el filtro fuera innecesario, pero la alta sensibilidad me permitió acercarme a las flores de la rosaleda del Parque Grande sin necesidad de usar grandes aperturas, que comprometen la precisión del enfoque a mano alzada en fotografía de aproximación. Gracias a la sensibilidad ISO 800 pude mantener velocidades de obturación cómodas, al mismo tiempo que pude usar diafragmas entre f/5,6 y f/8, más seguros de cara al enfoque que el f/2,8. Y como estamos hablando de formato medio y aproximación, el desenfoque de los fondos está garantizado.
Pero en el mes de mayo tuve otra oportunidad, muy distinta para usar esta sensibilidad. En esta ocasión, Kodak Portra 800 en la Fujifilm GS645S Wide60. Una combinación muy interesante para fotografía documental o para paisaje urbano o periurbano a mano alzada. Para esa tarde de sábado anunciaban nubes en el cielo. Y desde luego quería una amplia profundidad de campo, teniendo en cuenta que tenía que usar un objetivo de 60 mm para unos negativos de 56 x 42 mm, con un ángulo de visión en la diagonal equivalente a un 37 mm en el formato más popular de 24 x 36 mm. Es decir, en los límites entre los angulares moderados y las ópticas normales más cortas. En Zaragoza, nunca se sabe si realmente habrá nubes cuando las anuncian, así que me eché al macuto un filtro ND64, de 6 pasos de densidad neutra, un poco fuerte, pero es lo que tengo en diámetro de rosca de 49 mm. Si con ISO 800, suponiendo un atardecer sin nubes o con pocas nubes, tienes que usar una combinación f/11 y 1/500 segundo para la exposición, los seis pasos te dejan un poco limitado, con f/4 y 1/60 segundo. No lo ideal. Tengo que hacerme con un ND8, de 3 pasos de densidad neutra, para ese diámetro de filtro. Al final no lo usé.
Los resultados están bastante bien. La Kodak Portra 800 es una película excelente. Aunque pensada para el retrato, sus colores tienen la saturación suficiente para unos paisajes muy naturales, especialmente con una luz favorable hacia el final de la tarde. De hecho, para retrato, lo mismo que pasa con su hermana la Portra 400, hay muchos fotógrafos que proponen sobrexponerla uno o dos pasos para bajar la saturación de los colores. Me parece un acierto haber usado esta sensibilidad, aunque las condiciones finales de la tarde fueron más luminosas de lo que pensaba, y una Portra 400 también hubiera funcionado bien. La lástima de las películas ISO 800 es que cada vez quedan menos en los catálogos de los fabricantes, y se están poniendo muy caras. Fujifilm prácticamente sólo las fabrica para sus cámaras de un solo uso. No sé si en Japón seguirá vendiendo la Superia X-tra 800 como Venus 800. Las Cinestill 800 son caras y calibradas para luz de tungsteno. Con luz de día tienes que poner un filtro coloreado adecuado, por lo que se convierte en la práctica en una IE 400. Las Lomography Color Negativo 800 sólo se encuentran a veces. Y la Portra 800, que posiblemente es la reina de la sensibilidad, es cara. De todos modos, ahora tengo un par de rollo en 35 mm para usarla cuando convenga.
La entrada de hoy no tiene mucha miga, puesto que ya he hablado suficientemente del rendimiento que se puede obtener con la Fujifilm Instax SQ6 y la película instantánea en blanco y negro Instax Square Monochrome. Una película que no se lleva bien con los grandes contrastes por su excesivamente limitado rango dinámico. Cosa hasta cierto esperable por ser un positivo directo.
El sábado pasado amaneció lluvioso. Y permaneció nublado, incluso después de la lluvia, durante el resto de la mañana. Eso hizo que la ciudad se sumergiera en una luz blandita, con pocos contrastes. Desde luego muy lejos de lo que se puede esperar en vísperas de la entrada del verano, en los días más largos del año y con el sol más alto que nunca sobre el horizonte.
Por ello aproveché, para dar un paseo con la Instax SQ6 y un cartucho de Instax Square SQ6 siguiendo el paseo de las riberas del Canal Imperial de Aragón a su paso por Zaragoza. Incluso con la idea en mente de obtener alguna situación en la que usar los modos de fotografía de aproximación de la cámara. No olvidemos que, lamentablemente, los modos D (dark) o L (light) que sirven de compensación de la exposición no son compatibles con otros modos de exposición. Es decir, no puedes ajustar simultáneamente un modo de retrato o de aproximación, y al mismo tiempo disminuir la exposición para evitar que las luces se quemen. Obsérvese en una fotografía anterior que, simplemente por el olvido de desconectar el flash, las flores blancas de las correderas (Convolvulus o Calystegia sepium), quedan quemadas y sin detalle.
Por lo demás... suspiro gordo, esperar que alguna vez Fujifilm se digne en sacar al mercado una cámara con un óptica decente para su película instantánea. Porque esta película es capaz de más nitidez, pero las lentes de plástico de las cámaras Instax no. Lo cual genera mucha frustración con los resultados finales. Incluso si tras escanear las fotos, intentas mejorar la nitidez sobre el archivo escaneado. Es lo que hay. Por lo menos les he cogido el tranquillo a los modos de enfoque a corta distancia y esas me quedan razonablemente bien. Pero obsérvese como las conchas blancas de las caracolas más claras casi quedan sin detalle al no poder compensar la exposición en el sentido de la subexposición en el modo de fotografía de aproximación.