Recomendaciones semanales - del 5 al 11 de marzo de 2017
Aunque haré pública esta entrada de recomendaciones fotográficas el domingo 12 de marzo, el lector más observador y avispado observará en el título de la misma que estas recomendaciones sólo abarcan el período de tiempo hasta el sábado 11. Bien... digamos que estoy publicando esta entrada "en diferido". Que sé que este domingo no voy a tener tiempo para redactarla y que me he adelantado un poquito.
Ha sido una semana entretenida. Normalmente, entre semana publico de promedio una entrada fotográfica. Y en estos días atrás han sido tres. Y en el mismo período de tiempo he mandado a revelar varios rollos de película a Carmencita Film Lab... Entre ellos varios dedicados a los paisajes de las choperas de cultivo en la Ribera Alta del Ebro, cerca de Alagón. También hice algún rollo en blanco y negro con el respaldo A16S de la Hasselblad. Es decir, ese que en lugar de 12 exposiciones de 56 x 56 mm ofrece 16 exposiciones de 42 x 42 mm. Y aquí os dejo algunas de esas fotografías.
Hoy empezaré por el siglo XIX, en concreto por las interesantes fotografías coloreadas a mano de Suzuki Shin'ichi, uno de los dos fotógrafos de ese nombre que hubo, y que mantuvo un estudio de fotografía que nos ha dejado importantes testimonios etnológicos de cómo eran las gentes, la vida y los paisajes en el Japón de la época. Y a mí me parecen unas fotografía bellísimas en ocasiones e interesantes siempre. Me priva la del gran buda de Kamakura. Nos lo contaron en Timeline.
Si hace unas semanas repasábamos cómo había quedado reflejada en las fotografías la vida y el estilo de la pintora Georgia O'Keefe, hoy, por gentileza de L'Oeil de la Photographie, haremos lo mismo con la de Frida Kahlo, también pintora, pero del vecino del sur, de Méjico. Un personaje muy atractivo por el que el interés ha ido en aumento conforme ha pasado el tiempo, especialmente como icono feminista en el mundo de la cultura. Encontramos fotografías de la suiza Lucienne Bloch y, quizá las más interesantes, de Nickolas Muray, que fue amante de la artista.
La holandesa Rineke Dijkstra ha sido la merecedora en este 2017 del Premio Internacional de Fotografía Hasselblad. Es uno de los premios más importantes del mundo de la fotografía. Dotado con un buen pellizco económico. Su especialidad es el retrato, especialmente observando a niños y adolescentes, reflejando la especial vulnerabilidad de estas edades, la inseguridad ante los cambios corporales. También ha seguido a algunos de sus sujetos durante años, observando sus cambios vitales. A mí me resulta un poco fría su fotografía, técnicamente irreprochable y con el dominio habitual de la luz y el color que les viene a los artistas de los Países Bajos desde el renacimiento, pero un poco fría. Me pasa con cierta frecuencia con fotógrafos de esta nacionalidad. Y no digamos con algunos alemanes de la escuela de Duseldorf. Nos lo contaron en muchos sitios, pero me quedo con el artículo que le dedicaron en Clavoardiendo Magazine.
Y seguiré con un fotógrafo holandés que tiene un estilo distinto, pero un tema emparentado con los de la anterior. Se trata de Hendrik Kerstens, un fotógrafo que lleva fotografiando a su hija desde 1995, buscando también reflexionar sobre los cambios asociados con la transición a la adolescencia. Pero luego siguió con ella imitando los retratos de la pintura holandesa del siglo XVIII. Lo que pasa es que cuando nos fijamos bien, las ropas y complementos de Paula, la chica, no son los propios de esa época, sino objetos cotidianos, como bolsas de plástico, servilletas, manteles de papel, papeleras... Lo cual da una extraña sensación a tan elegantes retratos. Nos lo contó Rafael Roa, y podemos ver un vídeo del artista y su hija Paula en Youtube.
Supongo que padre e hija se llevan estupendamente y se lo pasan mejor todavía. Aunque las fotos tienen aspecto de gravedad y seriedad.
Hablemos ahora de una fotógrafa de 24 años en la que se han fijado en el MoMA. Por algo será, digo yo. Se trata de la canadiense Petra Collins, de ascendencia magiar, actualmente viviendo en la gran manzana. En el blog Creative New York del famoso museo de arte moderno en el que se fijan en la vida cultural de la ciudad entrevista a la joven fotógrafa, que se plantea extender su ámbito creativo, pero que de momento realiza todo su trabajo con película tradicional fundamentalmente en color. Sus sujetos de preferencia, sus raíces familiares, la gente de su generación que la rodea, retratos en general. Muy intimista, pero no rechaza los encargos comerciales y editoriales. Menos intimistas. Ya ha trabajado para marcas de moda muy importantes.
Y si mezclamos fotografía y performance, nos encontramos a la artista Ana Esmith, un chica que representa para sus fotografías el papel de Miss Beige, un color anodino propio de atuendos anodinos, y que usa para denunciar la hipersexualización de la mujer o los excesos de la sociedad de consumo. En Yorokubo nos muestran algunas de sus fotografías y le han entrevistado.
Cine y fotografía siempre están relacionados... Y no es frecuente que ambos artes se influyan mutuamente. La directora española Isabel Coixet también se ha apuntado a llevarse la cámara de fotos a los rodajes, y a retratar a la gente con la que rueda. Lo cual me parece muy bien, aunque últimamente sus películas me digan poco. Ha salido la noticia en varios sitios, pero donde más completa en imágenes en L'Oeil de la Photographie.
Y hay otra cuestión... una película, sea corto o largometraje, no deja de ser una sucesión de fotografías que se proyectan sucesivamente a una velocidad de 24 por segundo. Y si extraemos algunos de esos fotogramas, son verdaderas maravillas de fotografías. Así lo han entendido en Cultura Fotográfica, que le han dedicado un artículo a Raoul Coutard, que aunque empezó de fotoperiodista, acabó de director de fotografía para gente tan significativa como Demy, Godard o Truffaut. Algunas imágenes significativas no sólo cinematográficamente hablando sino también como iconos fotográfico vienen de películas como Bande à part (Banda aparte), Jules et Jim (Jules y Jim), À bout de souffle (Al final de la escapada), Alphaville,... por decir algunas.
Hace unos días dedicaron una entrada en L'Oeil de la Photographie dedicada a tres maestros de la fotografía erótica, siendo estos Sam Haskins, Francis Giacobetti (¿culpable del uso de las persianas venecianas en el desnudo hasta la saciedad?) y Kishin Shinoyama. Interesantes los tres, pero a mí dejadme que prefiera la obra del japonés. Que por cierto, en alguno de sus más interesantes fotografías manda a freir churros la moda actual de las mínimas profundidades de campo, consiguiendo resultados mucho más interesantes con su nitidez extendida desde el primer plano hasta el horizonte.
Ha habido mucha presencia femenina en esta semana. Y además fue el día internacional de la mujer, parece que ya sin "trabajadora" como originalmente. Por ello en Lens Culture nos proponen treinta nombres de mujeres fotógrafas para descubrir este año. Vamos... que hay para un rato.