En esta mañana de domingo, me encuentro con una buena noticia y una mala noticia. La buena noticia es que desde hace un par de días tenemos nuevo álbum de Madeleine Peyroux, titulado Secular Hymns, y que por lo tanto llevo un rato ya disfrutando de la voz de la nortemericana de nombre con resonancias tan francesas. Todavía no tengo una opinión definida sobre el nuevo trabajo de la "georgiana", pero de momento aquí estoy tan feliz. La mala noticia es que por motivos que desconozco me he puesto morado de reservar artículos sobre fotografía para repasar hoy domingo, y estoy un poquito sobrepasado. Voy a tener que hacer una primera escabechina antes de centrarme en los que me parecen más interesantes. Pero no sé si podré sacar el artículo por la mañana, o tendrá que esperar a la tarde. Ya se verá. De momento, os pongo el tablero de Pinterest de la semana.
En primer lugar decir que en Proyecto FC (Fotografía Creativa) destacaban que el premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2016 había ido a parar al fotógrafo James Nachtwey. Citando una entrada de Periodismo en vena, en la que podemos ver algunas de las fotografías más destacadas del fotógrafo, siempre me ha impresionado mucho los machetazos de la guerra civil en Ruanda, a mí me parece que los siempre caprichosos jurados de este tipo de premios han estado acertados en esta ocasión, premiando a uno de los testigos de excepción de lo que no funciona bien en el mundo en las últimas cuatro décadas.
Si estuviésemos en Berlín, como nos cuentan en L'Oeil de la Photographie, podríamos acercarnos a contemplar una exposición de Berenice Abbott, una de las fotógrafas que más hizo por definir un lenguaje propio para la fotografía, distinto de otras artes visuales, en las primeras décadas del siglo XX. Un personaje fundamental en la historia de la fotografía, sobre el cual hay que volver de vez en cuando.
La fotografía de moda no suele ser lo mío, no es el género que más me atrae. Sin embargo hay fotógrafos de moda que son referencia en la historia de la fotografía por derecho propio. Como nos proponen en SMBH Mag, uno de ellos es Herb Ritts. Probablemente, porque con sus planteamientos trasciende en numerosas ocasiones el género en el que han elaborado su prestigio. En este caso, debemos agradecerle por sus retratos y desnudos, llenos de elegancia conceptual y estética.
Uno de los fotógrafos españoles más discretos, pero que atesora una gran calidad, es Juan Manuel Castro Prieto. Nos hablan de él en Clavoardiendo a propósito de la presentación de su trabajo Cespedosa. Castro Prieto muchas veces es más recordado por ser uno de los mejores positivadores que se pueden encontrar, ampliando las fotografías en blanco y negro de algunos de los grandes del panorama fotográfico nacional. Pero también tiene muchas cosas que decir por sí mismo, y en esta ocasión tira de memorias para profundizar en su raíces en un pueblo de la provincia de Salamanca. De pasar por Madrid con tiempo suficiente en las próximas semanas convendría acercarse a ver este trabajo.
Como siempre, hemos ido más o menos de más atrás a más adelante en el tiempo. Más o menos. Ahora ya nos introducimos plenamente en propuestas contemporáneas. Como la de Dina Litovsky recorriendo la noche del Meatpacking District de Manhattan, donde se concentra una buena parte del ambiente nocturno de la ciudad, especialmente entre los más jovenes. Una reflexión sobre los actuales ritos de integración social y seducción en un entorno urbano, especialmente centrado en las códigos de conducta de las chicas, quizá más sometidas a presión que los varones. Viendo las fotografías, a veces me sorprendo cómo los enormes esfuerzos de personalización en el arreglo personal lleva a los adolescentes más mayores y los adultos más jóvenes a parecer todos iguales. Nos lo contaban en Feature Shoot.
En varios sitios, yo he elegido el artículo de Clavoardiendo, ha aparecido el trabajo de Pachi Santiago, Copyng Claudia, en el que el artista ha ido reproduciendo en su persona algunas de las fotografías e imágenes más conocidas y representativas de la modelo alemana Claudia Schiffer. A medio camino entre el apropiacionismo, el homenaje, la fotografía, el collage y el arte conceptual, nos proporciona una potente reflexión sobre el concepto de imagen personal, y sobre lo que es la personalidad propia y la inventada.
Sigo desde hace tiempo a Susan Burnstine como redactora en la revista inglesa Black and White Photography Magazine. Pero ella es fotógrafa en sí misma, fundamentalmente en blanco y negro, con una gran peculiaridad. Sus fotografías parten de su realización con cámaras de baja calidad, tipo Holga o similares, o de cámaras fabricadas por ella misma, con el fin de obtener imágenes muy expresivas aunque sacrifiquen la calidad intrínseca de la imagen, que no la estética o conceptual. Especialmente dedicada al paisaje urbano, sus fotografías son fácilmente reconocibles. Nos la han recordado en Lenscratch, a propósito de la publicación de su último libro.
Surgieron durante la guerra fría una serie de ciudades en la Unión Soviética, fundamentalmente en la inmensidad siberiana, que no existían oficialmente. Las direcciones de sus empresas, negocios o habitantes eran códigos postales de otras ciudades más o menos cercanas, aunque estas ciudades "inexistentes" se encontraban muy aisladas. En ellas se llevaban a cabo proyectos de investigación o militares de alto secreto, que hacían que fueran muy cuidadas por el régimen, por lo que sus habitantes no vivían mal. Más de 20 años después de la caída de la Unión Soviética, aunque ya no sean un secreto, algunas de ellas mantienen su estatus de excepcionalidad. El fotógrafo Sergey Novikov, como nos cuentan en FK Magazine, ha realizado un trabajo de investigación para poner en imágenes la realidad de estas ciudades cerradas.
Finalmente, una serie de artículo en los que se reflexiona sobre la naturaleza de la fotografía. El primero de ellos un documental de RTVE que hace tres años nos hablaba de Joan Fontcuberta, que además de fotógrafo es teórico de la misma. A ver si lo puedo poner aquí enlazado para que lo podáis ver.
Tino Soriano, también fotógrafo especializado en viajes, nos ha hecho una reflexión sobre la transformación de la fotografía en una especie de fast food visual. Al mismo tiempo que desvirtúa el medio, que ve sufrir agresiones como la que ya comentamos la semana pasada en Facebook.
Y con menos dramatismo, para terminar relajadamente, en su blog Visual Science Lab, Kirk Turk nos habla de que no necesariamente las fotografías técnicamente imperfectas lo son realmente desde el punto de vista del interés fotografíco, sea documental o estético. La perfección técnica en fotografía no es necesariamente una exigencia fuera determinadas aplicaciones comerciales muy definidas. Aunque son muchos los fotógrafos aficionados o profesionales que dan una excesiva revelancia a las mediciones "científicas" a la hora de valorar los nuevos chismes fotográficos, sin pensar que es más importante su capacidad de adaptarse a la tarea que nos llevemos entre manos.
Es 11 de septiembre, hoy hace exactamente 15 años de los atentados con aeroplanos contra el World Trade Center de Nueva York, y dado que los aniversarios que terminan en 5 o en 0 se suelen vivir como especiales por esas cosas que tiene el haber adoptado un sistema decimal de numeración, tan apenas he encontrado referencias al tema en lo que llevo de mañana. Me ha extrañado. Pero bueno... hay otras cosas que comentar. En el ámbito de la fotografía, como casi todos los domingos. Empezando por mostrar mi tablero semanal de fotografías en Pinterest.
En lo que se refiere a las fotografías acompañantes, como lo poco que he fotografiado esta semana tiene que ver con cuestiones que no toca poner por aquí, he echado la vista atrás. Más de 5 años atrás, a principios del 2011, para rescatar o revisitar una de las áreas naturales del entorno de la ciudad de Zaragoza, el soto de Cantalobos. En tiempos en los que me llevaba con las pesadas réflex mejor que ahora... Lo cierto es que la Canon EOS 5D Mark II, ahora ya considerada un dinosaurio, siempre ha sido una cámara muy capaz...
La actualidad de la semana en el mundo de la fotografía ha venido marcada por la carta abierta que el editor jefe del Aftenposten nortuego dirigió a Mark Zuckerberg, el poderoso mandamás del emporio Facebook. La política de las redes sociales respecto al desnudo o el erotismo son diversas, pero está claro que las que están bajo el mandato de Zuckerberg (Facebook e Instagram entre las más destacadas), se han caracterizado siempre por su puritanismo, y por su deseo de protegernos a los usuarios del pecado de la lujuria o del escándalo de un pezón a la vista u otras partes de la anatomía humana. Independientemente de si os usuarios desean ser protegidos... actitud claramente autoritaria. Lo normal es que, como sucede en otras redes sociales, se etiqueten las fotografías como de desnudo, o de violencia extrema, u otras cuestiones que dividan a la sociedad, y que sea el usuario a través de sus preferencias o sus decisiones quien opte por ver o no ver el contenido así etiquetado. Eso es una opción de libertad y democracia. La cuestión es que los sistemas de censura de Zuckerberg no distinguen una oferta de servicios de prostitutas o pornografía, que si no contienen desnudos pueden colarse sin muchos problemas en los grupos temáticos de lo más diversos, de una obra de arte o de una información importante. La carta del editor de Aftenposten fue debida a que censuraron la fotografía de la "Niña del Napalm", icónica fotografía de Nick Ut en la guerra del Vietnam que denunciaba las afecciones a la población civil por parte de las acciones indiscriminadas de los militares estadounidenses o survietnamitas, y que mereció la concesión de un premio Pulitzer. Pero ha habido otras situaciones similares en el pasado, y supongo que las seguirá habiendo, dado el carácter puritano e hipócrita de la moral norteamericana y de muchos grupos políticos, religiosos o sociales de carácter conservador que en estos momentos parecen dominar amplios sectores de los medios. Ante la oleada de protestas y la mala publicidad que ha recibido Zuckerberg y su gente, han permitido la publicación de la foto y han dado promesas vagas sobre cómo se comportarán en un futuro... Nada garantiza una auténtica libertad de los ciudadanos y usuarios de los servicios. Son malos, muy malos tiempos para la libertad de información.
Yo no conocía la obra del fotógrafo suizo René Groebli. Pero fue sorprendentemente en un blog dedicado al "fetichismo" sobre los aparatos fotográficos, Camerafilia, donde hace unos días comenzaron a publicar una serie de entradas dedicadas a este autor. Y me encantaron. Y decidí conocer su obra, que me parece de lo más recomendable, se mueva entre los paisajes de la Irlanda rural, o entre las más cosmopolitas ciudades del mundo. Fundamentalmente en blanco y negro, excelente, también tiene obra en color, también muy destacable. Recomendación especial de esta semana. Como no están etiquetadas, las fotografías que publicaron en Camerafilia hay que buscarlas en su archivo en el día 4 de septiembre de 2016.
En el país vecino se está celebrando la edición de 2016 de Visa pour l'image, en la casi fronteriza ciudad de Perpiñán, festival documental de referencia para el fotoperiodismo y la fotografía documental. Es diversa la oferta de exposiciones que pueden ser interesantes, pero yo me voy a centrar en dos.
En la primera, como nos cuentan en L'Oeil de la Photographie, el fotógrafo brasileño Felipe Dana nos transmite en imágenes las consecuencias que produce la infección del virus Zika. Infección que no sería especialmente alarmante si no fuera porque se ha asociado con malformaciones congénitas de los fetos y recién nacidos de madres infectadas durante la gestación. Pero por supuesto, más allá de que la noticia sea más o menos carnaza para la prensa, y más si el virus se ha puesto de moda por sus brotes en Brasil en vísperas de los Juegos Olímpicos, la cuestión es que detrás de ella hay personas afectadas, que además suelen tratarse de familias muy empobrecidas. Y creo que esto es lo que Dana pone de manifiesta, además de contar la historia general, con su reportaje sobre las consecuencias de la enfermedad.
El otro reportaje que también me ha llamado la atención, también mostrado por L'Oeil de la Photographie, es el de Catalina Martin-Chico, fotógrafa establecida en Francia de origen español, sobre las poblaciones nómadas en Irán. A los gobiernos no les gusta la gente que va de aquí para allá a su aire. A los gobiernos, de todo tipo, les gusta saber dónde están sus ciudadanos/súbditos para poder controlarlos. Tradicionalmente, en Europa, las etnias nómadas por excelencia han pertenecido al pueblo gitano, o como se está poniendo de moda en la actualidad, los rom o romaní. Y por supuesto, han sido en muchas ocasiones discriminadas tanto a nivel legal y político como por la presión social de comunidades mucho más intolerantes de lo que están dispuestas a reconocer. En este país, España, no deja de utilizarse el apelativo "gitano" para toda aquella persona que, independientemente de la etnia a la que pertenezca, sea marrullero y poco fiable en la forma de conducir sus negocios. Esta a la orden del día esta práctica lingüística, incluso en personas que presumen de progresía y tolerancia. No faltan tampoco los fotógrafos que denuncian estos hechos. Pero Martin-Chico ha echado su mirada en un país en el que, además de tener también su minoría de pueblos nómadas, sufre una dictadura teocrática, que busca imponer a la fuerza unos estilos de vida unificados y monótonos, como toda concepción política de inspiración religiosa. Se trata de Irán, y las fotografías de Martin-Chico me han parecido llenas de calidez y empatía hacia estas personas que llevan una dura vida.
Fue muy curiosa la selección de ayer en L'Oeil de la Photographie sobre los porfolios de los lectores. Varios de ellos estaban basados en el apropiacionismo de imágenes fotográficas o de vídeo, para con un mayor o menor grado de descontextualización o de crítica, plantear nuevos significados o denuncias. Me llamó entre ellos la atención de la serie de Robert Hirsch, realizadas sobre la base de antiguas fotografías de niños franceses de religión judía que fueron asesinados durante la Segunda Guerra Mundial por los alemanes, con la colaboración necesaria de la gendarmería francesa del gobierno de Vichy. Se calculan 11 000 niños detenidos por los gendarmes franceses, deportados desde Francia a los campos de concentración y exterminio alemanes, y la supervivencia de no más de 300 de ellos al final de la guerra. Sí, creo que el trabajo de Hirsch merece la pena. Muchas veces los gobiernos procuran nos ser claros con las responsabilidades. Yo he utilizado las expresiones "gendarmes franceses" o "asesinados por los alemanes", cuando "lo políticamente correcto" parece ser, según compruebo en muchas ocasiones, decir "régimen de Vichy" o "asesinados por los nazis". Como si no tuviesen nacionalidad u origen histórico y social ese "régimen de Vichy" o esos "nazis". Por otra parte, son los expresiones que usa el artículo de L'Oeil de la Photographie, que considero un medio serio y ecuánime.
Ya he comentado alguna vez que sigo algunos blogs o medios de información en internet que pertenecen a marcas de equipamiento fotográfico, o que son promovidos o patrocinados por ellas. Lo que allí sale puede tener cierto interés desde diversos puntos de vista, pero pocas veces llega hasta estas recomendaciones por el evidente sesgo que estas noticias suelen llevar. Al fin y al cabo, existen para mayor gloria de unas marcas que hacen algunas cosas bien, pero otras veces... pues no. Uno de ellos es The Leica Camera Blog, cuyos titulares hacía tiempo que no aparecían en mi agregador de noticias, pero que de repente el viernes pasado aparecieron varias decenas. Bueno,... aparecían los trabajos de una diversidad de fotógrafos, todos ellos trabajando con cámaras Leica, más o menos míticas. El caso es que algunos de ellos son interesantes independientemente del material con el que hagan sus fotografías. Tres ejemplos:
La reflexión sobre la soledad que nos ofrece el fotógrafo chino Wang Liuyang (está en chino, lo siento), con una fotografía en blanco y negro minimalista, muy serena, pero al mismo tiempo muy expresiva (que no es lo mismo que expresionista, diferencias entre dos términos muy parecidos provocaron un debate muy encendido mientras tomábamos unos chismes después de ver una película de cine).
Son muchos los fotógrafos que han echado su mirada hacia la región afectada por el desastre de Fukushima, que hoy en día permanece como un lugar fantasma. Pero también hay personas, granjeros muchos de ellos, que cotidianamente sufren las consecuencias, con 100 000 personas desplazadas. Por la forma en que refleja esto, me ha atraído el trabajo del japonés Soichiro Koriyama.
El año pasado, en el puente de Todos los Santos, tuve la ocasión de participar en un interesante taller de fotografía con cámara de gran formato, como ya comenté en su momento. Desde entonces intento estar al tanto del trabajo de uno de los fotógrafos que impartieron el taller, Faustí Llucià, que desde mi punto de vista es de una visión y una riqueza conceptual notables. Y con hallazgos estéticos no menos notables. No recuerdo en qué la cuenta de quien de Facebook apareció el enlace a un artículo del blog de Julio César Abad Vidal en el que se hacía un repaso a la obra de Llucià, que puede servir muy bien como introducción a la misma, por lo que me parece conveniente ponerlo aquí.
Para finalizar, un artículo La Tribu de Frida, al que llegué también mediante un enlace publicado en alguna de cuenta de Twitter o Facebook que no recuerdo, nos propone conocer la obra de doce fotógrafas jóvenes españolas. Realmente jóvenes por lo que deduzco. De estilos diversos. Algunos siguen las fórmulas que están de moda en determinadas plataformas de socialización de la obra fotográfica, y están peligrosamente cercanas al cliché... ¿Cuantas caperucitas rojas o variantes del tema de la muerte de Ofelia en bosques y torrentes neblinosos no se habrán publicado a estas alturas en 500px? Pero hay otras, como la mirada a la sociedad que le rodea de Laura Carrascosa Vela, o los retratos de Virginia Rota (su serie Saudade ha aparecido por PHotoEspaña este año), entre otras, que me han parecido más interesantes y personales. De todos modos, como para gustos los colores, que cada cual siga el enlace del principio de este párrafo y decida por sí mismo.
En una semana en la que las noticias en el mundo de la fotografía han estado dominadas por el fallecimiento de Marc Riboud (1923 - 2016), ya nonagenario, no han faltado otras noticias o propuestas interesantes de las cuales he seleccionado aquellas que más me han llamado la atención, como de costumbre. Empezaremos, también como de costumbre, por revisar el tablero en Pinterest de la semana.
Durante mucho tiempo me he considerado un fotógrafo aficionado que se encontraba cómodo usando focales entre los 40 y 60 mm. Los objetivos estándar por excelencia, complementados con los teles cortos, a ser posible con ciertas posibilidades de fotografía de aproximación, más que macrofotografía. Sin embargo, en los últimos años vengo observando que mis focales de preferencia están disminuyendo, y en estos momentos se encuentran entre los 24 y los 40 mm. Los grandes angulares moderados, también complementados con teles cortos, como antes comentaba. Las longitudes focales a las que me refiero son las que corresponden al formato tradicional de 24 x 36 mm. En caso de utilizar otros formatos, pues las equivalentes. Por ejemplo, como uso con frecuenta cámaras micro cuatro tercios, las focales entre los 12 y los 20 mm. En Islandia utilicé la Olympus mju-II con película en blanco y negro. Y comprobé que un 35 mm no es necesariamente un objetivo demasiado largo para paisaje. Los paisajistas con frecuencia usan focales más cortas. Incluso mucho más cortas. Pero yo quedé contento. Suponiendo que en estos momentos el 35 mm se haya convertido en mi focal preferida, estos días atrás he llevado preferentemente conmigo la Leica ME con el Zeiss C-Biogon 35/2,8 T*. Ayer mismo los estuve usando para paisajes en los Pinares de Venecia de Zaragoza. De hay proceden las fotografías acompañantes de esta semana.
Como decía, la actualidad fotográfica ha estado marcada por el fallecimiento del ya nonagenario fotógrafo francés Marc Riboud. Francés, pero universal por vocación. Podemos considerarlo como uno de los testigos preferenciales, y más sensibles, de los principales acontecimientos históricos de la segunda mitad del siglo XX, con un alto nivel de compromiso personal. La primera noticia la recibí en el tumblelog Lightbox de la revista Time. Donde, cómo no, era ilustrada por la fotografía de "La fille à la fleur", la joven manifestante de 17 años que afronta una fila de soldados que la apuntan con sus bayonetas "armada" con una margarita en sus manos, para hacerles llegar su mensaje de paz. Pero no tardaron en llegar noticias desde diversos medios entre los cuales no podía faltar Magnum Photos, agencia de la que era miembro, L'Oeil de la Photographie, uno de los principales medios franceses en línea sobre fotografía, DigitalRev, que dejaron de hablar de chismes por un rato para hablar de fotografía, "sin que sirva de precedente",... Curiosamente, los medios nacionales especializados no parecieron muy interesados por el asunto... ¡¡¡??? Finalmente, aunque "La fille à la fleur" es su fotografía más conocida e icónica, siempre me he quedado prendado de su retrato de la actriz china Gong Li en 1993, que apareció en el tumblelog de Wyoh, un blog dedicado más al desnudo que otra cosa, pero que creo que supo tener una personalidad propia a la hora de elegir un par de fotos para homenajear a Riboud.
Entrando ya en la rutina de la recomendaciones semanales, comenzaremos por los más históricos de los fotógrafos. En la revista en línea South x Southeast, que recoge la cultura fotográfica del sur y sureste de los Estados Unidos, dedican un artículo a las mujeres nativas americanas y a sus creatividad, a través de la mirada y las fotografías de Edward S. Curtis. Curtis dedicó buena parte de su trabajo en las primeras décadas del siglo XX a inmortalizar la cultura evanescente de los nativos americanos. Muchos han alabado su trabajo, aunque otros le acusaron de incidir en los tópicos y en imágenes de estas culturas que ya no eran reales en esa época. Por ejemplo, los jefes indios con galas de guerreros en un momento en el que ya habían terminado por completo los conflictos armados entre los invasores europeos y los nativos norteamericanos. Quizá para desmentir esta crítica, tenemos estas fotografías que se centran en las mujeres, tradicionalmente ignoradas, en su artesanía, en sus obras artísticas, en su estética. Me parece una buena iniciativa.
Desde DSLR Magazine, unos de los medios españoles que parecen haber olvidado a Riboud, nos hablan sin embargo de una interesante fotógrafa alemana, de corta carrera, sólo estuvo en activo en los años 30, y que tuvo una fuerte actividad contra el nazismo. Se trata de Marianne Breslauer, creo que fue una elegante retratista, y que su obra merece la pena ser conocida.
Entramos ahora ya en el ámbito de propuestas contemporáneas, de distinta naturaleza. La denominada depresión endógena es una enfermedad mental de carácter grave, que produce importantes alteraciones en la persona que la padece y en su entorno familiar y social. En Feature Shoot nos hablan de cómo Maureen Drennan lidia con la enfermedad de su esposo a través de su trabajo como fotógrafa en la serie The Sea That Surrounds Us. La fotógrafa combina retratos de su marido o fotografías de él en su ambiente, en su hogar, con paisajes de la costa en la que ella pasó su infancia y que la representan a sí misma en la relación.
Uno de los blogs que sigo a través del lector de Wordpress, Proyecto FC, me traslada a la entrada que dedican en MekishikoShity a la fotógrafa y videoartista japonesa Miwa Yanagi. Esta fotógrafa mantiene a lo largo de su obra una continua reflexión sobre la concepción de la identidad femenina a través de diversas series de fotografía conceptual, que van desde la dedicada a las ascensoristas, a sus reinterpretaciones de los cuentos de hadas, mucho más crudas que las versiones infantiles que nos llegan en la actualidad, o a través de la imaginación de lo que serán muchas jóvenes de hoy en día cuando tengan 50 años.
Como nos cuentan SMBH Mag, otra fotógrafa que también está trabajando intensamente en representar la identidad femenina de las mujeres contemporáneas, especialmente las jóvenes, es la china Luo Yang. Trabajando con calma, a través de la fotografía en color con película tradicional, documenta la sexualidad, la actitud y el papel en la sociedad de jóvenes chinas, una generación que está cambiando a marchas forzadas los valores de las generaciones anteriores, incluso de una forma mucho más potente que sus coetáneos masculinos.
También desde SMBH Mag, nos hablan de la serie Getting Lost de Delaney Allen. Una serie de paisajes recogidos de las amplitudes del oeste de los Estados Unidos, en los que se quiere reflejar la sensación de soledad y de sentirse perdido del individuo, junto con una serie de fotografías de estudio de objetos, espejos y otros detalles, que quieren simbolizar este sentido de soledad. Particularmente, son los paisajes los que han llamado mi atención.
Esta semana he estado explorando también una revista en línea lituana que se escribe también en inglés, y que va presentando la obra de diversos fotógrafos y otros artistas virtuales contemporáneos, muchos de ellos poco conocidos por su juventud y por pertenecer a la escena artística de la Europa del Este. Se trata de FK Magazine, y destacaré algunos de los trabajos que me han llamado la atención.
Porfolio dedicado a Mariya Kozhanova, fotógrafa rusa de Kaliningrado que documenta el fenómeno del cosplay entre las jóvenes rusas de esta ciudad, en la que se mezclan las herencias culturales soviéticas y alemanas y en la que esta manifestación de la cultura japonesa sirve para poner en cuestión la identidad de esta generación.
Porfolio dedicado a Anastasiya Lazurenko, fotógrafa ucraniana que lidia con el fenómeno de la anorexia y de la imagen, la sexualidad y la intimidad de las mujeres que padecen esta enfermedad.
Porfolio dedicado a Igor Trepeshchenok, fotógrafo letón que se fija en una población costera del Báltico, que dependió durante décadas de una industria metalúrgica que se ha venido a pique en la sociedad postindustrial actual, dejando una sociedad y especialmente una juventud sin futuro y desnortada, como está pasando en muchas otras partes de Europa.
Me ha llamado especialmente un porfolio de la fotógrafa rusa Katia Repina. Con frecuencia, fotógrafos occidentales ponen su mirada en el negocio del sexo relacionado con las chicas y mujeres jóvenes de los países del este, tanto en lo que se refiere al comercio de mujeres como trabajadoras sexuales forzadas u otras variantes de la industria del sexo, como la pornografía. Pero en este caso es una fotógrafa rusa la que se fija en la vida de una actriz pornográfica española, haciendo hincapié en el hecho de que no es una trabajadora forzada que tampoco ha llegado a esta industria empujada por la necesidad, sino por voluntad propia.
También me ha parecido curioso el porfolio y entrevista dedicado a Natasha Caruana, fotógrafa inglesa basada en Londres, que habiendo mantenido una relación con un hombre casado, ha trabajado con la imagen, la vida o las historias de esas mujeres que son consideradas "la otra", fotografiando mujeres que se han encontrado o se encuentran en la misma situación, reflejando los aspectos de secreto y riesgo en estas relaciones. Tiene otra serie, tomada subrepticiamente con una cámara desechable, dedicada al "hombre casado e infiel", que lógicamente es complementaria. Fotógrafa que es capaz de usar desde este sencillo material hasta una cámara de gran formato para un mismo tema, adaptándose a las circunstancias del momento.
Por último, como los temas tratados en las recomendaciones de esta semana han sido bastante profundo, terminaremos en un tono más ligero. Nos dejaremos llevar por la nostalgia. Kodak hoy en día sigue en el panorama de la fotografía pero como una firma secundaria, que no es ni una pálida sombra de lo que fue. Pero en su momento fue uno de los números uno del sector, especialmente por la comercialización de película fotográfica y cinematográfica. También comercializaba cámaras. Muchas veces fabricadas por otros por encargo. En su mayor parte eran modelos muy sencillos, poco costosos, que animaban a la persona corriente, al no aficionado a la fotografía, a poseer una y a consumir película y copias fotográficas en su entorno doméstico y en sus vacaciones. También tuvo algunos modelos más sofisticados que merecen la atención del historiador de la fotografía, pero fueron los modelos básicos y sin complicaciones,, los que hacían la vida fácil a la persona corriente, los que más impulsaron y fabricaron. Y anunciaron. Os dejo con un par de vídeos de los años 50 y principios de los 60 con anuncios de cámaras y películas fotográficas Kodak, que reflejan además el ideal del estilo de vida norteamericano de la época.
Como nos dice Betty White, la de las chicas de oro, tras los pepinillos, el carrete de Kodacolor es el más importante ingrediente de cualquier fiesta familiar.
Semana de calor y modorra. Aunque ya visteis en la entrada de ayer que ha habido ocasión para salir con la cámara algún rato. En cualquier caso, hoy toca hablar de las cosas que me han interesado en el mundo de la fotografía durante la semana, tal y como me las he encontrado por la red de redes. Y en primer lugar, como de costumbre, el tablero de Pinterest de la semana.
En cuanto a las fotografías... blanco y negro con película tradicional. Al viaje reciente por Escandinavia me llevé además de la cámara digital, una compacta para película tradicional, la Minox 35 GT-E. Pero tuve un problema con las pilas de alimentación... y dejé de usarla a las pocas horas de empezar a pasear por Malmö el día en que llegamos. De todos modos, recuperé el carrete de Kodak Tri-X 400 cuando regresé, y lo introduje en la Olympus mju-II. Más fiable, aunque se pueda intervenir menos en los parámetros de toma. Me gustaría que al menos se pudiera modificar el índice de exposición y no tener que morir al palo de la codificación DX de la sensibilidad nominal de la película en valores ISO.
Como de costumbre, empiezo por los fotógrafos más antiguo. Y me resultó muy interesante el artículo que dedicaron en DSLR Magazine (o Albedo Media, que ya no sé muy bien como se quieren llamar el Valentín Sama y compañía) a Joan Vilatobà, fotógrafo pictorialista catalán, activo entre finales del siglo XIX y principios del XX. Aunque no soy muy fan del pictorialismo, estoy de acuerdo en lo que dicen en el artículo de que la fotografía de Vilatobà presenta elementos que harían que no desentonase demasiado hoy en día.
En el blog de Camerafilia, dedicado sobretodo a los chismes fotográficos, nos han presentado esta semana a Alfred Gescheidt, fotógrafo que se caracterizó por su habilidad para realizar fotomontajes de gran realismo, mucho antes de que Photoshop y compañía popularizasen la modificación brutal de las fotografías. El caso es que sus fotomontajes nos llevan a un mundo de surrealismo aplicado a la fotografía comercial y al mundo de la publicidad. Eso sí, sin perder el humor y el buen rollito. Me ha gustado.
Hace tiempo que soy consciente que tengo una laguna notable en mi biblioteca fotográfica. No tengo ningún libro de Diane Arbus, lo cual se podría considerar como imperdonable. Estoy buscando a ver cuál me convence. Para añadir leña al fuego, recientemente se ha publicado un libro con sus trabajos más tempranos, fotografías poco conocidas de la fotógrafa, pero que ya empezaban a marcar la senda que luego habría de recorrer, haciendo de ella una de las autoras con más personalidad en la historia de la fotografía. Nos lo han mostrado en aPhotoEditor.
Existe la tendencia a que busquemos nuestra inspiración como fotógrafos en los acontecimientos, lugares, personas u objetos extraordinarios, fuera de lo común. Sin embargo, hay fotógrafos que consiguen sus mejores trabajos centrándose en las situaciones y los objetos más mundanos del ser humano corriente y moliente, tal y como nos cuentan en Vantage. Y para afianzar su tesis nos proponen revisar el trabajo de cinco fotógrafos en concreto, contemporáneos: Jason Shulman, Ilse Leenders, Stephanie Gonot, Glenna Gordon y Jordi Huisman. Creo que sí, que merece la pena revisar estos trabajos, muy diversos, y algunos muy originales.
No recuerdo dónde encontré la recomendación para visitar el vídeo de Joyce Tenneson que os dejo enlazado a continuación. Esta fotógrafa ha trabajado durante décadas con una monstruosa cámara Polaroid 20x24 que produce copias instantáneas de 51 x 61 cm aproximadamente. Su estilo es muy característico. Los rollos místicos y espirituales de los que hablan no me van especialmente, pero sus fotografías me gustan. Una gran delicadeza en las formas, las texturas y los colores.
Aunque las técnicas de toma de imagen sean muy distintas, las fotografías de Justine Tjallinks, tal y como nos muestran en la edición del fin de semana de L'Oeil de la Photographie, me recuerdan a las anteriores. De nuevo, retratos con una iluminación, unos colores y unas texturas muy delicadas. Esta vez a favor del sujeto, personas albinas de origen caucásico. Mientras que hemos visto en África numerosos reportajes que informan de la mala vida que llevan los albinos en ese continente, en las sociedades occidentales, donde el albinismo es extraordinariamente raro, puede considerarse como bello. Aunque delicado... no dejan de ser personas cuya visión y cuya piel es delicada ante las agresiones ambientales. La fotógrafa holandesa es capaz de reflejar tanto la belleza como la fragilidad en estas personas. Su trabajo abarca más colectivos y merece la pena ser revisado en su conjunto.
El arte a partir de la apropiación de obras previas es un concepto discutido y discutible. Pero en ocasiones da lugar a obras notables. Otras a burdas operaciones de carácter comercial. En Feature Shoot nos han mostrado esta semana el trabajo de Weronika Gesicka, que durante horas ha revisado antiguos archivos fotográficos de los años 50 y 60 del siglo XX, para luego modificarlas dándoles un aire que se mueve entre lo surrealista y lo absurdo, mientras nuestra mente tiene que despertarse y activarse para distinguir lo anómalo de lo aparentemente banal o cotidiano. Interesante.
Finalmente, también en Feature Shoot tiran del archivo de Magnum Photos para mostrarnos que el fenómeno de los refugiados, tan de moda actualmente por la "amenazante" afluencia de los mismos a Europa, es algo que viene sucediendo en diversas partes del mundo desde hace décadas. Y aunque muchos fotógrafos lo han documentado y han mostrado sus consecuencias, parece que la especie humana no está especialmente dispuesta a aprender de sus errores. En fin... Los propios europeos han olvidado que entre 1914 y 1945 fueron ellos mismos refugiados en masa con frecuencia.
Después de dos semanas, por el viaje a Suecia (y algo de Dinamarca), vuelve esta sección habitual de recomendaciones fotográficas de cada domingo. Y empezaré por el tablero de Pinterest de estas dos semanas.
En cuanto a las fotografías acompañantes, esta semana he estado utilizando cámaras de película tradicional, fundamentalmente blanco y negro aunque también color. Pero todavía no están disponibles las fotos. Algunas se están escaneando mientras escribo esto... pero todavía no. Como también estuve probando una nueva aplicación para el teléfono móvil, Blackie, para fotografía en blanco y negro con un razonable nivel de control en el momento de la toma.
Es poco convencional que yo utilice el teléfono móvil como cámara. Para qué lo voy a usar si puede llevar encima sin mucho problema aparatos mucho más versátiles y de calidad y que ahora se conectan fácilmente el teléfono en el caso, poco frecuente, en viajes si acaso, de que quiera enviar una imagen de inmediato. Así que hoy voy a hablar de aparatos fotográficos poco convencionales para trabajos poco convencionales. Entre alguna otra cosa.
Por ejemplo, hablemos un poco de Bill Cunningham, fotógrafo que durante décadas ha documentado la moda neoyorquina para The New York Times. Hasta hace bien poco se le veía con una Nikon para película tradicional. Pero es que cuando empezó llevaba una simple Olympus Pen, ni siquiera de las de objetivos intercambiables, una D2 o D3 según lo que se puede ver en algún artículo. Cámara de medio formato, 18 x 24 mm, para reflejar la moda de la capital del mundo.
En Jot Down, ahora que terminan los Juegos Olímpicos, aseguran que la mejor fotografía del mundo del atletismo es aquella que realizó Tony Duffy del legendario salto de longitud de Bob Beamon en Méjico 1968. Hoy en día se utilizan notables equipos de cámara y teleobjetivos que cuestan muchos miles de dólares para estas disciplinas. Pues bien, aquella fotografía de Duffy fue realizada con una Nikkormat, una cámara de la gama para aficionados y más económica de Nikon. Eso sí... no estoy de acuerdo en lo que dicen en el artículo sobre que era una cámara pequeña. Y de hecho, las Nikkormat, Nikomat en Japón (es así como se pronuncia el nombre), estaban construidas como tanques. Pero eran la gama de aficionados. El objetivo era un 300 mm, y ese sí que era de gama alta. Pero de enfoque manual. Que estamos hablando de 1968.
Me ha gustado el artículo de 35mmc dónde nos cuenta Nicholas Koh cómo opta para realizar un reportaje en el desierto del Gobi por una Contax G2, un sistema ya desaparecido. Incluso la marca Contax, otrora prestigiosa, ha desaparecido del mercado hace ya años. Un sistema ligero para viajar, con ópticas de gran calidad, firmadas por Carl Zeiss, y muy fiable. También para película tradicional. Ved las fotos y opinad.
He estado viendo los vídeos en Youtube de FullBleed. Muy interesantes. En inglés... pero nos cuentan cosas de fotógrafos, algunos conocidos, otros menos, que son muy instructivas. Me ha gustado el vídeo dedicado a Laura Pannack sobre su serie The Walks (Los paseos)... y es que, cuando tantas veces nos dicen que para pasear por las calles hay que llevar cámaras discretas y ligeras, Pannack opta por una Hasselblad... Os dejo el vídeo.
Interesante lo que nos cuentan en PetaPixel de la iniciativa Cafe Art, por la cual se repartieron 105 cámaras de un solo uso de Fujifilm a personas sin techo de Londres. Y han seleccionado las mejores para realizar un calendario. Las fotos llegan a ser realmente buenas. Y si creéis que por ser personas sin techo son poco fiables, de las 105 cámaras se recuperaron 99, un 94% largo, con más de 5000 fotografías de las calles de Londres.
En este verano he dedicado algún carrete a la estenopeica con película negativa en color y blanco y negro. Los resultados... no están mal, pero... El caso es que en The Phoblographer he podido ver las fotografías de Kenneth Leishman, paisajes realizados con cámaras estenopeicas con película negativa color. Fenomenales. Una cosa tengo clara... además de trabajar mucho para conseguir tener una visión que se acerque a la de esas fotografías... estaría bueno que el estenopo de las cámaras fuera un poquito más estrecho que los que yo tengo. Del f/135 de mis cámaras al f/235 de las Zero Image 69 hay una diferencia en la nitidez de la imagen, sin perder el aspecto ensoñador de la fotografía estenopeica.
En Juegos Olímpicos anteriores fue conocido el caso del fotógrafo David Burnett que fotografiaba ocasionalmente con una cámara de gran formato, con película negativa en blanco y negro de 9 x 12 cm. Pues bien, en los recientes juegos de Río, Jay L. Clendenin ha utilizado para hacer los retratos de los deportistas una cámara de gran formato de 20 x 25 cm, utilizando directamente papel fotográfico, para ahorrar costes. Nos lo contaron en DSLR Magazine. Y el vídeo lo podemos ver en Los Angeles Times...
Después de todo, igual tenemos que hacer caso de las cinco verdades incómodas de la que nos hablan en Format Magazine...
El équipo importa... aunque no siempre en el sentido que imaginamos.
Photoshop no siempre es tu amigo.
A veces, no todo es el talento, también la capacidad de adaptación a las circunstancias.
La fotografía es más fácil de lo que nos gustaría admitir, lo difícil es tener ideas, proyectos y creatividad.
Necesitamos confiar en la tecnología... aunque no necesariamente la última. Sino la que se adecue a esas ideas, proyectos y creatividad.
Tengo un poco olvidado el tema del bodegón o naturaleza muerta. A ver si este otoño le dedico un tiempo. Mientras, para inspirarme, tiraré de las recomendaciones de Cada día un fotógrafo, donde estos días atrás nos hablaban de Olivia Parker, interesante fotógrafa de naturalezas muertas.
Finalmente, decir que ha aparecido el número 89 de Fraction Magazine. No voy a destacar ningún porfolio en esta ocasión... simplemente pasaros por allí y decidid vosotros mismos qué es lo que más os gusta.