Desde que empezó el año he ido probando una serie de películas en blanco y negro, y también alguna en color, con el fin de tomar una serie de decisiones definitivas sobre cuáles son las que me convienen habitualmente. Para la sensibilidad de 100 ISO, hace tiempo que llegué a una conclusión. La Fujifilm Neopan 100 Acros es la que más me gusta. Pero también es cierto que es bastante cara. Y absolutamente imprescindible pedirla por internet. Bien es cierto que de las pruebas realizadas en los últimos tiempos, para aquellas aplicaciones en las que me venga bien una película de sensibilidad media-baja pero que no tiene porqué ser tan nítida y precisa, me vale perfectamente la Fomapan 100 Classic. Si voy a usar cámaras muy antiguas, con objetivos poco nítidos, o voy a hacer fotografía estenopeica con carrete, no necesito la nitidez que ofrece la Acros. Tener en casa un stock de Fomapan 100 me puede convenir perfectamente. Por ese lado, prácticamente lo tengo decidido.
Ahora la cuestión es ver qué conviene hacer con el blanco y negro. Tradicionalmente he usado la Kodak Tri-X 400. El aspecto de las imágenes que ofrece me gusta mucho. Pero hay algunas cuestiones de la manipulación de la película que la hacen incómoda. Su estabilidad dimensional es mucho menor que otras marcas, y a la hora de ponerla en un escáner, por ejemplo, da mucho que hacer. Recientemente, he podido ir probando la Ilford HP5 Plus y la nueva Bergger Panchro 400. Ambas ofrecen unas fotografías cuyo aspecto me gusta, y estoy encantado con la capacidad para forzar la película de Ilford. Con lo cual esa película, en estos momentos, sería la de mi elección en esta sensibilidad. No es tan cara como la Acros; no obstante, he decidido darle una oportunidad a la Fomapan 400 Ultra por los mismos motivos que se la di a su hermana de 100 ISO.
He expuesto un total de cuatro rollos de formato 120 con dos cámaras, Fujifilm GS645S Wide 60 y Plaubel Makina 67. En condiciones de buena luz, la primera se comporta perfectamente. Pero en condiciones de luz difícil, el fotómetro parcial de la segunda es de mucho valor a la hora de obtener exposiciones perfectas.
Por lo tanto, el primer rollo, con luz de día del atardecer pero abundante, con una buena gama de tonos, la expuse con la Fujifilm a la sensibilidad nominal de la película, 400 ISO en un paseo por el Canal Imperial de Aragón a su paso por Zaragoza hasta los depósitos de Casablanca. Es posible que pusiese el fotómetro a un índice de exposición de 320, pero no lo recuerdo, no lo anoté. Pero es algo que hago con frecuencia con cámaras con fotómetros de medición integral o ponderada al centro, para evitar algún susto de subexposición.
La película la revelé con HC-110 durante 7 minutos a 20 ºC en una dilución B (1:32). Es la recomendación general para esta película a su sensibilidad nominal.
El resultado como podéis comprobar fue muy bueno. Cuando la luz es prácticamente ideal, es difícil que nada rinda mal. Fotos bien contrastadas, pero con buena gama intermedia de grises.
Al día siguiente salió nublado. Y tenía un compromiso con colegas de la fotografía de parte tarde. Así que cogí la Playbel Makina 67 y los otros tres rollos de Fomapan 400 Classic.
El primero lo expuse durante un paseo por la ribera del Ebro al atardecer. Ya digo que el cielo estaba nublado, la luz estaba justa, pero suficiente cuando empecé el paseo para exponer a 400 ISO. Aquí usé el fotómetro parcial de la Makina 67 con el fin de exponer siempre para las sombras, evitando las subexposiciones.
El revelado de este primer carrete fue al mismo tiempo que el anterior y en las mismas condiciones.
Como habéis podido ver, el resultado global fue también bueno, pero el contraste fue mucho más moderado. Porque así eran las condiciones de luz, con lo que las fotografías quedaron un poco más apagadas. Son negativos que se beneficiarían en el cuarto oscuro de un positivado en un papel de mayor gradación, o de algún ajuste en el procesado digital mejorando el contraste. Pero muy utilizables, con mucha información. Trabajando con negativos de 6 x 4,5 o 6 x 7 os aseguro que el grano no es un problema. Casi aparece decepcionantemente ausente. Con negativos sobre película de 35 mm la cosa será diferente.
Otra posibilidad sería dar un tiempo de revelado más largo, para conseguir un contraste mayor en ese punto.
Por ello, siguiente paso fue terminar el paseo por la ribera del Ebro con otro rollo de Fomapan 400 en la Makina 67, pero con un índice de exposición de 1600. Que luego sería compensado con un revelado en HC-110 dilución B (1:32) durante 12 minutos a 21 ºC. Las indicaciones oficiales hablaban de 13 minutos a 20 ºC, pero como la temperatura que obtuve a la primera fue un poquito más alta, ajusté el tiempo siguiendo las recomendaciones del revelador.
La luz había disminuido apreciablemente en intensidad a esas horas, y la verdad es que vino bien el ajuste en el índice de exposición. No obstante, mantuve una buena disciplina a la hora de exponer para las sombras, consiguiendo que estas no quedaran empastadas en los negativos finales. Y con un aumento general del contraste de los mismos que hace que tengan más pegada que los expuestos unos minutos antes a 400 ISO. Lo dicho. En situaciones de luz muy plana, el tiempo extra de revelado no le sienta mal a esta película desde mi parecer.
Nuevamente, el generoso tamaño de los negativos que ofrece la Plaubel Makina 67 hace que el grano no moleste casi nada.
El último rollo lo reservé para fotografiar en interiores o ya con el anochecer avanzado, casi la noche cerrada. También el índice de exposición en 1600 y revelado en idénticas circunstancias al anterior. En la misma cubeta, vamos.
De entrada un retrato.
Don Miguelón Sanz posaba feliz en la inauguración de la exposición del grupo El Click! en el Mantis Bar de la Calle Mayor de Zaragoza. Y cámara y película se comportaban perfectamente a la hora de retratar esa felicidad. He de decir que en alguna otra toma en esos interiores, pero en zonas peor iluminadas, donde mantuve la apertura y la velocidad de obturación para evitar trepidaciones, los negativos quedaron demasiado subexpuestos. La película se puede forzar, pero hay que darle suficiente luz. Recordad, exponed para las sombras. Colocar la medición en un punto de luz... pone en compromiso los resultados con esta película.
Ya en la calle, la tónica se mantuvo. Ha de llegarle un mínimo de luz a esta película para exponerla a un índice de exposición de 1600, si no sufre bastante. Y ahí sí que empieza a notarse mucho el grano en las sombras. De hecho, creo que no me atrevería a forzarla a 3200, cosa que sí hice hace poco con la HP5 Plus con buen resultado.
No está tan claro que me merezca la pena mantener un stock de la Fomapan 400 Ultra. Es más barata que la Ilford HP5 Plus, pero la diferencia es mucho menor que en el caso de las películas de 100 ISO. Y la HP5 Plus es muy fácil de encontrar por Zaragoza,... todavía. Por lo que ni siquiera hay que tener grandes cantidades en reserva. Pero bueno es saber que se puede contar con ella.
Poco queda que contar ya de la excursión a Muel en el marco del III Encuentro Analógico organizado desde la Asociación de Fotógrafos de Zaragoza (AFZ) (Facebook). Mañana empezaremos las tandas de trabajo en el laboratorio para aquellos que no pueden revelar sus fotografías en su casa, o para quienes deseen hacer copias en la ampliadora tradicional del cuarto oscuro.
En esta ocasión, el uso de la película no tuvo nada de especial. Con un día soleado, no precisamente la luz que más nos gusta a los fotógrafos, muy dura y plana, fuimos haciendo fotografías mientras recorríamos el Parque Municipal de Muel. Empezando eso sí por los alrededores de la ermita y la presa romana.
Es cierto que ha habido fotógrafos notables, recuerdo en estos momentos a Ansel Adams, famoso paisajista, teórico y práctico de la fotografía norteamericano, que no han dudado en usar las horas centrales del día a su favor con película en blanco y negro. Lo fundamental es controlar los fuertescontrastes y aprovecharlos para componer la imagen.
Lo cierto es que la Fomapan 100 Classic, se come bien el exceso de contraste y revelada en Kodak HC-110, dilución B (1:32), durante 6 minutos a 20 ºC, ofrece detalle tanto en las luces como en las sombras aun en estos días de luz dura si está bien expuesta. Y hay que recordar que exponemos para las sombras y revelamos para las luces.
Por cierto, era día de fiesta, parrillas y ranchos, celebrando San Jorge, patrón de Aragón.
En lo que se refiere a la exposición, la Plaubel Makina 67 es una cámara que nos permite mucho dominio de la situación, ya que dispone de una medición parcial en el centro del encuadre. Por lo tanto, no es difícil medir para las sombras, asegurando que no se te queda el fotograma escaso de luz. Eso sí, para sacarle partido a estas cámaras con medición parcial, hay que saber leer la luminosidad de la escena, para saber dónde medir. No son cámaras para novatos. Aunque un novato que se vea obligado a aprender con una cámara de este tipo puede alcanzar una alto nivel de comprensión de la luz y de cómo medirla.
Por supuesto, habiendo una cascada, hubo que probar alguna exposición prolongada, lo que fue más sencillo aprovechando que llevaba un filtro rojo que se come tres pasos de luz.
Este filtro rojo debería habernos proporcionado cielos más densos y mayor contraste en la escena, al bloquear las longitudes de onda medias y cortas del espectro luminoso. Sin embargo, su efecto en los paisajes fue muy moderado.
Sí se produjo cierto oscurecimiento del cielo con respecto a las fotografías sin filtro, pero no de forma espectacular. Tendré que revisar la curva espectrográfica de la película para entenderlo mejor. O quizá mi filtro rojo de 58 mm, que tiene muuuuuuuchos años, igual no es de la mejor calidad y deja pasar una variedad de longitudes de onda mayor de lo que aparenta. No sé.
Llegado el momento, es decir al llegar al final del parque y comprobar qué hora se nos hacía, aprovechamos para hacer las últimas fotografías, los rollos de 120 se acaban enseguida con los 10 negativos de 56 x 68 cm que ofrece la Makina 67.
Terminamos haciendo una tertulia final mientras nos refrescamos con unas cervezas, hizo casi calor, y nos emplazamos hasta la próxima ocasión.
Analicemos las opciones. Supongamos que soy un fotógrafo aficionado que de vez en cuando gusta de usar sus cámaras clásicas para película tradicional, tanto para carrete película de 35 mm con doble perforación (formato 135 del catálogo de Kodak), como para rollo de película de 60 mm sin perforaciones (formato 120 del catálogo de Kodak). Especialmente esta última, cada vez más. Y que aunque las películas más todo terreno hoy en día son las de 400 ISO, de vez en cuando - paisajes, bodegones, retratos - gusta de utilizar películas de menor sensibilidad y grano más fino.
Supongamos que no les tengo especial cariño a las películas de grano tabular. Manías que tiene uno.
Tomaremos los precios de un determinado establecimiento. Como referencia comparativa. Que luego según donde busquemos, estos precios varían. Rollos de formato 120, 12 exposiciones en la Hasselblad, 15 exposiciones en la Fujifilm GS645S:
Mi preferida, Fujifilm Neopan 100 Acros. Excepcional gama de grises, resistencia notable a fallar en la ley de la reprocidad lo que la hace muy apta para exposiciones largas, que no son tan largas, grano fino, manejo cómodo,... No siempre disponible en todas las tiendas. 7,20 euros el rollo de 120.
Mi alternativa favorita, Ilford FP4 Plus 125. Excelente estabilidad dimensional, lo que la hace estupenda para digitalizar en el escáner de casa, buena gama de grises, grano razonablemente fino, manejo cómodo, fácil de encontrar,... 5,24 euros el rollo de 120.
Alternativa a probar, Fomapan 100 Classic. ¿¿¿ ???,... 4,08 euros el rollo de 120.
Está claro el porqué de esta prueba, ¿no?
Embalaje sencillo, pero eficaz. Papel protector de la película sorprendentemente recio y fuerte, comparado con otras marcas indicadas. Luego veremos por dónde cae la contrapartida. En cualquier caso, la película está perfectamente protegida contra la luz. Hay abundancia de indicaciones, y deja bien claro cuándo la película está sin exponer y cuando está expuesta.
Expuse un par de carretes, con motivos paisajisticos en el extrarradio de Zaragoza, con la Hasselblad 503CX calzada con el Carl Zeiss Distagon 50/4. Para los profanos en el formato medio, diremos que es un angular equivalente grosso modo a un 28 mm en formato tradicional de 24 x 36 mm. No es exactamente igual el aspecto por el formato cuadrado de la Hasselblad, pero por ahí va la cosa. Mi Distagon 50/4 es viejuno, y aunque está revestido, no tiene la prestigiosa etiqueta T* de Carl Zeiss que garantiza gran resistencia a la pérdida de contraste cuando tenemos fuentes de luz potente dentro del fotograma. Como por el ejemplo, el sol. Así que nos puede aparecer alguna pérdida de contraste y alguna luz parásita.
Con negativos en torno a los 55 x 55 mm, digitalizado con cuidado en el Epson Perfection Photo V600, pero sin intervenir corrigiendo tonos, contraste o nitidez, nos ofrece sin problemas archivos de 20 a 25 megapíxeles, según la resolución de digitalización por la que optemos, llenos de detalle, con un gran que está ahí pero que tan apenas se aprecia en las pruebas impresa, tan apenas, con una gama de tonos bastante amplia y que permiten una manipulación amplia, que yo no he hecho. Lo que veis es prácticamente tal cual salió del escáner. Como la película estaba correctamente expuesta a 100 ISO y correctamente revelada en Kodak HC-110, todos los negativos tenían un aspecto excelente. Muy, muy, muy utilizable. Desde este punto de vista la relación calidad-precio me parece excelente.
Hice algunas tomas comprobando como se comportaba en tomas a contraluz, o en situaciones de iluminación en clave alta, tanto con luz agradable lateral, como ya en los momentos del atardecer. En ningún momento me encontré ni con las luces ni con las sombras empastadas. Encontré materia y detalle siempre.
Lo cual está muy bien. Ni que decir tiene que el Distagon de Carl Zeiss, cuando no lo sometes a la tortura de poner el sol en el encuadre, muestra una nitidez notable para los prácticamente 50 años que tiene su diseño.
Pero también tiene sus problemas esta película. Y las voy a contar. En primer lugar, hay algo que no sabía que hizo que me diera un susto morrocotudo, tiene una máscara verde que se va con el revelador tiñéndolo intensamente. Además, durante el agitado en el revelado, que en mi caso siempre es tranquilo, se generó mucha espuma, hasta el punto de que llegué a pensar si en el tanque quedaban restos de detergente o humectante. Pero lo cierto es que la calidad del revelado fue buena. Salvo por una cosa.
La base de la película es muy fina. No tiene mala estabilidad dimensional y no me causó problemas al escanearla, pero es muy fina. Yo tengo la costumbre de incluir dos rollos de 120 en cada espiral de revelado. Normalmente, con las películas Ilford o con las Kodak Tri-X no es problema. Noto en seguida cuando introduzco el segundo rollo que he llegado al tope, y se revelan sin problemas. Pero con esta, es tan fina, que quedaron montados un rollo sobre el otro y se echaron a perder algunos negativos.
Esto no me había pasado nunca. Y por supuesto, al perder exposiciones, la relación calidad precio empeora. Ya no pagas por 12 negativos por rollo, sino por 10 u 11 si tienes este accidente, que ya digo no me había pasado nunca.
Otro problema que no apreciaréis, pero que os lo cuento. De alguna parte ahorran para mantener el precio bajo, claro. Y además de un base muy fina, que les permite poner un papel más recio de protección, ahora se entiende, la tira de película es más corta que en las de Ilford, y el 12º fotograma del rollo queda comprometido. Según como cargues la película, y yo sigo las indicaciones de los respaldos de Hasselblad al pie de la letra, puede quedar ligeramente recortado. No hay margen. Esto te puede suponer otra foto en caso de que hayas encuadrado muy ajustado.
Después de lo visto, merece la pena esta marca de película frente a otras más prestigiosas y más caras. Sí, si andas con presupuestos justitos, y a condición de ser muy cuidadoso al cargar la película y al cargar la espiral de revelado en caso de cargues dos rollos en una. Porque si no, lo comido por lo servido. Y además, perder un negativo ya expuesto no es perder un trozo de película sino perder una foto que podía ser interesante.
Así que me lo pensaré. Un poco. De momento, siento tendencia a preferir la Ilford FP4 Plus aunque cueste algo más. Pero me da más confianza de cara a los sustos accidentales.
Y además,... dentro de pocos días os hablaré de otra prueba interesante, que puede hacer que esta meritoria Fomapan 100 Classic tengo todavía menos interés. Aunque os puedo asegurar que puede ofrecer unos resultados fotográficos excelentes, limitados sólo por la pericia del fotógrafo. Ofrece lo que la marca promete: "This film is characterized by high resolution, wide exposure latitude and fine grain (Esta película está caracterizada por una alta resolución, amplia latitud de exposición y un grano fino)."