La fotografía como afición y otras artes visuales

CARLOSCARRETER.ES

Home / Essays / firefighters

Ilford FP4 125 a IE 400 en el Museo del Fuego y de los Bomberos

Hace tres días os contaba mi visita reciente al Museo del Fuego y de los Bomberos de Zaragoza. Y mostraba las fotografías realizadas con película negativa en color de alta sensibilidad. Pero hubo tiempo de hacer algunas fotos en con película negativa en blanco y negro, de las que estoy bastante contento. Os cuento.

En ocasiones os he hablado de una iniciativa que surge en las redes sociales, en Twitter especialmente, la #FP4Party, por la cual periódicamente se organiza una fiesta virtual con la fotografía con película Ilford FP4 Plus 125, o sus precedentes de la gama FP de Ilford si alguien tiene algún carrete caducado. Os recuerdo la dinámica.

La primera semana completa del mes, de lunes a domingo, se hacen las fotos, del 2 al 8 de marzo de 2020 en esta última edición.

La segunda semana se procede al revelado y procesado de los negativos, del 9 al 15 de marzo.

La tercera semana se dan a conocer en las redes sociales. En ello estamos actualmente, entre el 16 y el 22 de marzo.

La película se puede exponer con cualquier tipo cámara, en cualquier tipo de condiciones, y procesar como cada cual crea oportuno. Lo único que hay que respetar es el tipo de material sensible y los tiempos señalados. Yo he utilizado una diversidad de medios y condiciones. Y con este artículo os empieza a contar cómo fue.

Expuse un rollo de tipo 120 de Ilford FP4 Plus 125 con la Fujifilm GS645S Wide 60 en el Museo del Fuego y de los Bomberos. Como la luz disponible podía comprometer unos parámetros de exposición razonables a la sensibilidad nominal de la película, ISO 125, decidí subexponer algo menos de dos pasos, con un índice de exposición IE de 400, prolongando el tiempo de revelado de la película. Ya había utilizado esta película a un IE de 200 con buenos resultados.

Para medir la luz, utilicé el propio fotómetro de la cámara, haciendo las correcciones oportunas según las características de la escena, en cada caso. Este fotómetro me inspira bastante confianza. Las escenas dentro de museo, que es un antiguo claustro de un monasterio protegido por una cubierta translúcida, tienen un contraste moderado o bajo, aunque de vez en cuando se cuelan rayos de sol, por lo que puede haber algún rincón con un contraste más elevado. En principio, la idea de aumentar el tiempo de revelado me sonaba bien, para obtener un contraste más elevado en los negativos, aunque fuera a costa de aumentar el tamaño del grano.

La película la procesé en Kodak HC-110 dilución C (1+19), durante 8 minutos 30 segundos a 21 ºC, con mi ritmo de agitación habitual; 30 segundos de agitación tranquila y continua inicial, seguida de cuatro inversiones tranquilas del tambor de revelado cada minuto hasta el final del revelado. Los negativos de 56 x 42 mm los digitalicé con el escáner Epson Perfection V600 Photo, obteniendo unos archivos con 16 bits de profundidad de color de unos 20 megapíxeles.

El resultado ha sido muy satisfactorio. Los negativos tienen un buen contras, con sombras  pero no bloqueadas, y luces con cantidad de detalle. Con este tamaño de negativos y con este nivel de ampliación al digitalizar el grano no molesta nada en absoluto, apenas se aprecia salvo en zonas de iluminación uniforme. De hecho, si lo comparamos con la película Ilford HP5 Plus 400 expuesta a su sensibilidad nominal, a falta de hacer alguna prueba más para confirmar los resultados, utilizaría la FP4 Plus a IE 400 en escenas de poco contraste en las que hay que levantarlo, mientras que preferiría la HP5 Plus a su sensibilidad nominal en situaciones de mucho contraste en las que fuese conveniente mantenerlo a raya.

Como he dicho, una experiencia satisfactoria, en la que disfruté haciendo las fotografías y en las que me gusta el resultado obtenido, que habré de confirmar con alguna experiencia añadida.

Fujifilm Natura 1600 en el Museo del Fuego y de los Bomberos

Indudablemente, con la irrupción de las medidas excepcionales para intentar frenar la epidemia de enfermedad producida por coronavirus, mi "producción" fotográfica se va a ver afectada. Quizá no tenga tanto de que hablar sobre mis propias fotografías durante una temporada. Pero eso será más adelante. Porque ahora sí que tengo algunos modestos trabajos que proceden de mi actividad en las últimas semanas. Como por ejemplo este que os presento hoy. Muy colorido. Especialmente en tonos rojos.

Hace unos meses ya estuve muy entretenido, fotográficamente hablando, durante una visita al Museo del Fuego y de los Bomberos de Zaragoza. Este es un museo municipal. Y los primeros domingos de cada mes, los museos municipales de Zaragoza tienen entrada libre gratuita. Y si hace buen tiempo, es un buen plan ir paseando hasta alguno de ellos, visitarlo, hacer unas fotos, y luego tomarnos un aperitivo antes de volver a casa a comer. Si hay niños por medio, el Museo del Fuego y de los Bomberos es una buena opción. Si no, hay algún otro más interesante para nosotros.

Para una buena parte del museo, si vas con película fotográfica en lugar de un equipo digital, una sensibilidad de ISO 400 está bien. Durante la mayor parte de la superficie, puedes usar unos parámetros mínimos de f/4 y 1/60 segundo, que vienen bien para usar con objetivos entre 28 y 50 mm de focal, que pueden ser los más convenientes desde un punto de vista de su versatilidad, en este entorno. Por supuesto, se puede experimentar y conseguir buenos resultados con otras combinaciones. Pero hay algunas salas, algunos objetos fotográficamente interesantes, que están en entornos con menos luz. Y ahí, una sensibilidad de al menos ISO 800 conviene.

Este pasado 1 de marzo, primer domingo de mes, fuimos al museo un grupos de amigo, que hace 20 años solíamos aprovechar los domingos por la mañana para ir a sesiones matinales de cine. Los "más aventajados", aquellos que se casaron antes y tienen hijo más mayores, ya tienen "la dicha" de ser abuelos. Y como se trajeron a su nietos, dos rapaces bastante movidos de 7 y 5 años que yo no conocía, optamos por los bomberos... claro. Y yo opté por llevarme dos cámara. Una con película negativa en blanco y negro, de la que os hablaré dentro de unos días, y otra con película negativa en color de la que os hablo hoy; la Pentax MX calzada con el SMC-M 50/1,4 y un carrete que tenía por casa de Fujicolor Natura 1600.

Ya tenía alguna experiencia con esta película, con bastante buenos resultados. Di por hecho que podía exponerla a un índice de exposición (IE) de 800, lo cual evitaría cualquier posible subexposición, con problemas en las sombras y tonos oscuros, y con una disminución del inevitablemente aparente grano para estas sensibilidades. Mi intención era confiar la exposición al competente fotómetro de medición ponderada central de la Pentax MX. Pero me encontré con la sorpresa de que las pilas estaba agotadas. Como llevaba encima el pequeño Gossen Digisix, tampoco me preocupé mucho. Funciona bastante bien para medir la luz reflejada por la escena y, si quedan dudas, también permite la medición de luz incidente. Siempre he pensado que es uno de mis mejores accesorios fotográficos. Junto con el más especializado y preciso, pero menos portable, Sekonic L-408 Multimaster, que permite un medición selectiva de la luz incidente, utilización con flash externo y varios refinamientos más.

El resultado fue bueno en líneas generales, pero con algún pero. En escenas con un bajo contraste, con una iluminación uniforme, teniendo en cuenta la sobreexposición sistemática de un paso, y con una medición cuidada en los tonos adecuados de la escena, los resultados son buenos. Buena reproducción de los colores, buena saturación y un grano visible pero contenido. Otra cuestión es cuando la escena es muy contrastada y tenemos tonos oscuros en las sombras. El día estaba soleado, el museo está en el claustro de un antiguo monasterio, y aunque tamizado por un techo desplazable, algunas zonas de más luz había, que genera un contraste, no excesivo, pero que hay que gestionar con cuidado. En estas escenas, el rendimiento general de la película era bueno en lo que se refiere a tonos, saturación y contraste, pero con la aparición de una gran cantidad de grano, y no muy agradable al digitalizar, en las zonas más oscuras de la imagen. El mejor aspecto de estas fotografías se consigue llevando las sombras en el proceso digital a una mayor profundidad, aun a costa de cierta pérdida del detalle en las sombras.

Las posibles soluciones a este problema pasan por exponer este tipo de escenas a un IE de 400. O reservar la película de alta sensibilidad para donde no quede más remedio, y usar los ISO 400 de un Kodak Portra 400, una Fujicolor Pro 400H o incluso una honorable y más saturada Fujicolor Superia Xtra 400. También estaría considerar las películas de ISO 800, si se encuentran, tanto la Lomography Color Negative 800 como la Kodak Portra 800. Lo de la Lomography Color Negative 800, teniendo en cuenta mis experiencias previas con esta película me parece una opción a considerar seriamente.

Y esto es todo por ahora.

Entre vehículos de bomberos con una Hasselblad y película Fujicolor Pro 400H

Comenzamos el mes de noviembre con un fin de semana largo, que yo todavía alargué más cogiéndome un par de días de fiesta. Para resolver cuestiones domésticas preferentemente, pero que también me sirvieron para darme algunos amplios paseos con mis cámaras fotográficas para película tradicional. Entre ellas, una que más vio la luz en esos días fue la Hasselblad 500CM, para los rollos de formato medio en color.

Los primeros domingos de mes son gratuitos los museos municipales de Zaragoza. Entrada libre. Con frecuencia, por el que más nos gusta pasear antes de tomar un aperitivo y volver a casa a comer es el Museo Pablo Gargallo. Pero en esta ocasión teníamos un "cuerpo extraño" que introducía una variable nueva en la ecuación de dónde ir. Unos viejos amigos que viven "exiliados" en una ciudad castellana desde hace muchos años por cuestión de trabajo, adoptaron hace un tiempo a una joven señorita que ahora tiene diez años, y que es absolutamente encantadora. Por ese motivo, decidimos abandonar los museos más artísticos para buscar algo más entretenido para esas edades. Y nos fuimos al Museo del Fuego y los Bomberos, situado en el claustro del antiguo Convento de Franciscanos Mínimos y que también aloja uno de los parques de bomberos de la ciudad. Es un lugar muy agradable. Y colorido.

Yo decidí llevarme la Hasselblad 500CM con su objetivo estándar, el Carl Zeiss Planar 80/2,8 CF T*. Como película, tenía varias opciones. Por el día soleado que hacía, que repercute en la luz del claustro, supuse que un índice de exposición de 400 sería suficiente. Podía llevar alguno de los rollos de Kodak Portra 400 que tenía en el refrigerador o un rollo suelto que andaba por ahí pululando desde hace un tiempo de Fujifilm Fujicolor Pro 400H. Opté por este último. Luego comprobé que quizá hubiese sido buena idea coger alguno de los Lomography Color 800 que tengo y que recientemente probé. En algún momento, hubiera agradecido el paso extra de sensibilidad.

El rollo fue mandado a revelar a Malvarrosa Film Lab, donde hicieron un buen trabajo. En el comentario de retorno me decía que la Fujicolor Pro 400H agradece algo más de luz, pero sinceramente me gustan los tonos obtenidos. Creo que con uno o dos pasos de luz más, hubiera obtenido un aspecto agradable, de tonos para matizados, menos saturados y menos grano, pero lo cierto es que el grano que ofrece esta película a su sensibilidad nominal es perfectamente asumible, y al motivo, los coches de bomberos y otros objetos, le sientan bien unos colores más saturados y contrastados.

El principal problema lo tuve con el enfoque. Teniendo que trabajar con aperturas que van entre el f/5,6 para los motivos mejor iluminados y el f/2,8 para los más sombríos, con la escasa profundidad de campo que obtenemos con un 80 mm en formato medio, la precisión en el enfoque es fundamental. Y mi visión para la visión de cerca ya no es lo que era. No pudiendo introducir corrección dióptrica en el visor, como en mis cámaras digitales, y llevándose mal mis gafas de presbicia con la lupa de enfoque de la Hasselblad, en entornos sombríos cometo algún que otro error en el enfoque. Llevo pensando cómo resolver esto. ¿Comprar una pantalla de enfoque más brillante? ¿Entrenarme mejor,... ir más despacio? ¿Usar trípode siempre que sea posible? ¿Pasar del visor de capuchón y usar el pentaprisma, aunque aumente el volumen de la cámara al transportar?

Bueno, no os doy más la brasa, ved las imágenes y ya está. Y si queréis decir algo, soy libres. Seguiré hablando de la Hasselblad y distintos tipo de película negativa en color en fechas próximas.